Mi novia y yo nos llevamos bien chido. Tenemos ya un año juntos
y cogemos cada que podemos. En los últimos días me ha llamado
atención el sexo anal ya que nunca lo he hecho. Bueno hace un
tiempo intenté metérselo a una chava pero no se pudo.
Yo tenía muchas ganas de hacerlo pero me daba pena
que mi novia pudiera pensar que soy un depravado.
Estábamos cogiendo y la tenía bien ensartada, me le
acerqué al oído y le dije: ¿Me dejas metértela por atrás?
Para mi sorpresa me dijo que sí.
-Pero despacito-me dijo.
Así como la tenía me puse sus piernitas al hombro
y le apuntalé mi pene. Como lo tenía bien erecto
fue entrando poco a poquito.
Ella cerró los ojos y puso una carita de concentración
-¿Te duele?-le pregunté.
-Poquito.
Seguí haciéndolo así, suavecito y con amor, hasta
que me vine y se los eché adentro de su cosita.
y cogemos cada que podemos. En los últimos días me ha llamado
atención el sexo anal ya que nunca lo he hecho. Bueno hace un
tiempo intenté metérselo a una chava pero no se pudo.
Yo tenía muchas ganas de hacerlo pero me daba pena
que mi novia pudiera pensar que soy un depravado.
Estábamos cogiendo y la tenía bien ensartada, me le
acerqué al oído y le dije: ¿Me dejas metértela por atrás?
Para mi sorpresa me dijo que sí.
-Pero despacito-me dijo.
Así como la tenía me puse sus piernitas al hombro
y le apuntalé mi pene. Como lo tenía bien erecto
fue entrando poco a poquito.
Ella cerró los ojos y puso una carita de concentración
-¿Te duele?-le pregunté.
-Poquito.
Seguí haciéndolo así, suavecito y con amor, hasta
que me vine y se los eché adentro de su cosita.