Mi nombre es Adela, tengo 45 años, y creo ser la típica mujer española: morena, ojos oscuros y expresivos de 1,60 aproximadamente de estatura, ni guapa ni fea y algo rellenita , con un buen culo y pechos generosos. La verdad es que estoy orgullosa de mi cuerpo. Mi marido dice que soy una “jamona”. No seria mala definición
En lo referente al sexo soy bastante tradicional, y estaba satisfecha con los 2 polvos que echaba mi marido a la semana. Casi siempre en la misma posición de misionero y si había suerte hasta me corría. Supongo que con el paso de los años, una se vuelve más conformista.
Mi familia esta compuesta por mi marido Juan de 50 años, mi hijo Juanito de 18 y mi hija Clara de 25 que esta casada y no vive en casa., Y Os quiero contar lo que me paso hace unos meses.
Últimamente me encontraba algo desatendida. Mi relación con mi marido se iba espaciando más de la cuenta. Solíamos follar los fines de semana , pero hacia semanas que no se me acercaba , y eso me tenia algo alterada y mosqueada.
Fruto de la casualidad , y revisando las cuentas de la familia, encontré varios cargos en el banco de un concepto que no conocía : SPECIAL, SL. Investigando por Internet descubrí que se trataba de una casa de citas . Un bar en la carretera de Burgos muy famoso por sus espectaculares señoritas. Me quede alucinada: Mi marido me engañaba con putas y el muy cretino las pagaba con la tarjeta de crédito. Será idiota, el muy cretino.
De la indignación inicial, pase al cabreo absoluto y luego a las ganas de venganza. Se va a enterar, le voy a poner los cuernos, pensé.
Aquellos días con cierta indignación y depresión me atrevería a decir, comencé a pensar con quien podría engañarle. Llegue a la conclusión que no me atrevería, pero me excitaba pensando como seria esa experiencia.
Así, un dia cualquiera, limpiando unas hortalizas para la comida, mi mente calenturienta empezó a funcionar al tener un hermoso pepino entre mis manos. Aquí y ahora consumaría mi venganza. Salí al salón con el pepino, me tumbe en el sofa, me baje las bragas, y comencé a jugar en mi coño con el.
Cuando lo tuve bien lubricado me lo metí hasta el fondo. Ya no recordaba lo que era una buena masturbación, y me corrí como una guarra entre alaridos con el pepino bien dentro. Que se joda el cerdo de mi marido. Le he puesto los cuernos con un pepino, me dije a mi misma con las piernas temblando.
Aquello fue un punto de inflexión en mi vida.
Mi marido seguía sin atenderme, supongo que seguía con sus putas, y las masturbaciones se hicieron mas frecuentes cada vez. Pero no me sentía plenamente satisfecha, pues lo que realmente necesitaba una buena polla, pero mis prejuicios hacian que no intentara nada. Me di cuenta que Internet era una fuente inagotable de ideas, empecé a aficionarme a los videos porno y luego a los relatos eróticos, y es allí donde descubrí en paginas como esta los relatos de incesto.
¿Como era posible? Había mujeres que follaban con sus hijos. Y aunque aquello me escandalizó al principio, luego me fui convirtiendo en adicta a este tipo de relatos y por ultimo empecé a fantasear con mi hijo Juanito. ¿Como seria su polla?, ¿Me atrevería a follar con el ?.... Mi mente calenturienta me turbaba y mi coño se encharcaba pensando en todo tipo de guarradas. Aquello siempre terminaba con unas pajas de escándalo.
Un día decidí ir más allá. Decidí colocar una minicamara que teníamos en casa, en la habitación de mi hijo con la intención de espiarle, y aunque estaba bien enfocada hacia su silla y las imágenes que grababa eran nítidas, pasan los dias y no se veía nada interesante
Seguían pasando los días y no obtenía resultados, pero mi calentura aumentaba. Un día que estábamos solos, me puse un camisón semitransparente y después de acariciarme las tetas un poco, entre en su habitación con cierto pudor y le dije:
- Juanito, no me encuentro bien y me voy a acostar.
Salí de la habitación bamboleando mi culo, ruborizada, pensando que a través de aquel pequeño camisón, le estaba dejando ver a mi hijo mis pezones puntiagudos y mi poblado monte de Venus . Que vergüenza, pensé. Y me encerré en mi habitación.
Cuando vi. las imágenes quede muy sorprendida. Nada mas salir de la habitación mi hijo hizo un gesto soez agarrándose el paquete y diciendo:
-todo esto es para ti mamá,
Se me encogió el corazón, mi hijo me deseaba. Luego se sentó en su silla y se hizo un pajote de escándalo. Pude ver su cipote largo y grueso con un gran cabezón hinchado y amoratado que después de unas sacudidas escupió una gran cantidad de semen. También pude escuchar el grito ahogado de mi hijo:
-maaaaaaaaaaaami……….
Aquello fue demasiado y baje mi mano a mi rajita humedecida corriendome brutalmente a los pocos segundos.
Aquello cambio mi actitud. Si mi hijo me deseaba por que no follarmelo, y no por venganza y poner los cuernos a mi marido, si no por mi misma, deseaba tener esa polla gorda dentro de mi. Empecé a darle vueltas a la cabeza, a intentar trazar un plan , pero las cosas salieron de la forma mas natural.
Una mañana, entre en el baño sin hacer ruido dejando el pestillo sin echar, me quede en pelotas esperando que mi hijo entrara y viera a la puta de su madre enseñándole todo, estaba muy nerviosa. De repente se abrió la puerta, y mi hijo me observo unos segundos interminables:
- Joder mama, cierra la puerta cuando estés así, dijo Juanito muy enfadado
Me quede como atolondrada y salí del baño rápidamente hacia mi habitación, allí ropa a llorar amargamente. Pero, ¿Qué estaba haciendo? Me preguntaba… acoso había perdido la razón y el juicio.
- Mama estas bien , dijo Juan a través de la puerta
- Si conteste, llorando
- Puedo pasar
- Si, le dije.
Que te pasa mamá, me dijo. Llorando le conté lo que me ocurría con su padre, que se iba de putas, que no me atendía …… Todo paso muy rápido y de lo mas natural, mi hijo me beso suavemente en la frente, luego en el cuello, y por ultimo en la boca fundiéndoos en un apasionado beso, luego se desnudo y se metió entre mis sabanas, allí le esperaba yo desnuda. Solo atine a decirle :
-Juanito apaga la luz. Me dá mucha verguenza
Mi hijo me hizo suya de una forma muy tierna y apasionada. Me follo bien follada y deposito una buena carga de leche en el interior de chocho ambriento. Lo hizo dos veces y sin sacarla. Todavía recuerdo el hilo de semen que caía por mis muslos cuando me levante al baño. Cuando salí, mi hijo ya no estaba.
A partir de ese día todo cambio, m hijo me metía mano en cuanto estábamos a solas , me besaba, me tocaba las tetas y el culo, me ponía loquita,. Y así día si y día también, cuando su padre salía de casa por la mañana se metía en mi cama y le hacíamos un cornudo.
Las cosas fueron evolucionando. Una mañana entro en mi habitación tan solo con una toalla a la cintura, retiro las sabanas y me encontró como siempre en pelotas. Se quedo mirándome unos segundos y me dijo:
-Eres preciosa mama.
Se subió a horcajadas sobre mi, poniendo su pene hinchado sobre mis tetas. Acaricio con la punta de su pene mis pezones hasta que se pusieron duros como piedras, luego agarro mis pechos y comenzó a friccionarse la polla con ellos, haciéndose una paja espectacular. Su glande empezó a cambiar de color amoratándose. Debía contener mucha sangre. Mi chocho parecía un rio, Juanito puso la punta en mis labios diciendo :
-dale un besito
Le hice caso y bese su capullo, luego pasé mi lengua a través de el, y si darme cuenta la tenia en la boca.
Yo, que nunca se la había chupado a mi marido, se la estaba mamando a mi hijo. Le sujete la polla por la base para evitar sus envites y que ahogara y chupe y chupe el pene de mi hijo hasta que se empezó a convulsionar , entonces la saque de mi boca. Un chorro potente cayó sobre mi ojo derecho que llego hasta mi pelo. Otro cayó sobre mi boca entreabierta, dándome a probar la leche de mi niño. Me relamí. No me desagradaba. Desde ese día fueron muchos los que mi hijo se vació en mi boquita.
Otro día entro mi habitación y después de hacerme una espectacular comida de coño, metió su lengua viperina en mi ojete hasta que me lo puso a punto.
-Mama hoy te voy a poner “mirando Cuenca”
Sabía bien lo que eso significaba, me puso a cuatro patas y dejo la punta de su capullo en la entrada de mi culo. Lo que tantas veces le había negado a mi marido, estaba dispuesta a dárselo a Juanito. Apretó lentamente y me la fue enterrando lentamente. Con delicadeza, pero con firmeza. Al principio me dolía, me que quemaba….. y así se lo hice saber, pero mi hijo no me hizo mucho caso y me resigne a que me dieran bien dada por el culo. Me agarro de la cachas y dio bien duro hasta que me dejo el ojete bien abierto y con una buena de carga de semen en los intestinos.
Últimamente, me trae algún juguetito, y le gusta follarme con algún consolador en mi culo o en mi chocho, dependiendo donde me la mete el. Se puede decir que tengo bien abiertos todos mis agujeros.
La verdad es que estoy perdiendo el control y aunque luego me arrepiento, la verdad es que me dejo hacer lo que sea por el. Ahora me ha sugerido que le gustaría verme follar con alguno de sus amigotes, o incluso hacer un trío.
En lo referente al sexo soy bastante tradicional, y estaba satisfecha con los 2 polvos que echaba mi marido a la semana. Casi siempre en la misma posición de misionero y si había suerte hasta me corría. Supongo que con el paso de los años, una se vuelve más conformista.
Mi familia esta compuesta por mi marido Juan de 50 años, mi hijo Juanito de 18 y mi hija Clara de 25 que esta casada y no vive en casa., Y Os quiero contar lo que me paso hace unos meses.
Últimamente me encontraba algo desatendida. Mi relación con mi marido se iba espaciando más de la cuenta. Solíamos follar los fines de semana , pero hacia semanas que no se me acercaba , y eso me tenia algo alterada y mosqueada.
Fruto de la casualidad , y revisando las cuentas de la familia, encontré varios cargos en el banco de un concepto que no conocía : SPECIAL, SL. Investigando por Internet descubrí que se trataba de una casa de citas . Un bar en la carretera de Burgos muy famoso por sus espectaculares señoritas. Me quede alucinada: Mi marido me engañaba con putas y el muy cretino las pagaba con la tarjeta de crédito. Será idiota, el muy cretino.
De la indignación inicial, pase al cabreo absoluto y luego a las ganas de venganza. Se va a enterar, le voy a poner los cuernos, pensé.
Aquellos días con cierta indignación y depresión me atrevería a decir, comencé a pensar con quien podría engañarle. Llegue a la conclusión que no me atrevería, pero me excitaba pensando como seria esa experiencia.
Así, un dia cualquiera, limpiando unas hortalizas para la comida, mi mente calenturienta empezó a funcionar al tener un hermoso pepino entre mis manos. Aquí y ahora consumaría mi venganza. Salí al salón con el pepino, me tumbe en el sofa, me baje las bragas, y comencé a jugar en mi coño con el.
Cuando lo tuve bien lubricado me lo metí hasta el fondo. Ya no recordaba lo que era una buena masturbación, y me corrí como una guarra entre alaridos con el pepino bien dentro. Que se joda el cerdo de mi marido. Le he puesto los cuernos con un pepino, me dije a mi misma con las piernas temblando.
Aquello fue un punto de inflexión en mi vida.
Mi marido seguía sin atenderme, supongo que seguía con sus putas, y las masturbaciones se hicieron mas frecuentes cada vez. Pero no me sentía plenamente satisfecha, pues lo que realmente necesitaba una buena polla, pero mis prejuicios hacian que no intentara nada. Me di cuenta que Internet era una fuente inagotable de ideas, empecé a aficionarme a los videos porno y luego a los relatos eróticos, y es allí donde descubrí en paginas como esta los relatos de incesto.
¿Como era posible? Había mujeres que follaban con sus hijos. Y aunque aquello me escandalizó al principio, luego me fui convirtiendo en adicta a este tipo de relatos y por ultimo empecé a fantasear con mi hijo Juanito. ¿Como seria su polla?, ¿Me atrevería a follar con el ?.... Mi mente calenturienta me turbaba y mi coño se encharcaba pensando en todo tipo de guarradas. Aquello siempre terminaba con unas pajas de escándalo.
Un día decidí ir más allá. Decidí colocar una minicamara que teníamos en casa, en la habitación de mi hijo con la intención de espiarle, y aunque estaba bien enfocada hacia su silla y las imágenes que grababa eran nítidas, pasan los dias y no se veía nada interesante
Seguían pasando los días y no obtenía resultados, pero mi calentura aumentaba. Un día que estábamos solos, me puse un camisón semitransparente y después de acariciarme las tetas un poco, entre en su habitación con cierto pudor y le dije:
- Juanito, no me encuentro bien y me voy a acostar.
Salí de la habitación bamboleando mi culo, ruborizada, pensando que a través de aquel pequeño camisón, le estaba dejando ver a mi hijo mis pezones puntiagudos y mi poblado monte de Venus . Que vergüenza, pensé. Y me encerré en mi habitación.
Cuando vi. las imágenes quede muy sorprendida. Nada mas salir de la habitación mi hijo hizo un gesto soez agarrándose el paquete y diciendo:
-todo esto es para ti mamá,
Se me encogió el corazón, mi hijo me deseaba. Luego se sentó en su silla y se hizo un pajote de escándalo. Pude ver su cipote largo y grueso con un gran cabezón hinchado y amoratado que después de unas sacudidas escupió una gran cantidad de semen. También pude escuchar el grito ahogado de mi hijo:
-maaaaaaaaaaaami……….
Aquello fue demasiado y baje mi mano a mi rajita humedecida corriendome brutalmente a los pocos segundos.
Aquello cambio mi actitud. Si mi hijo me deseaba por que no follarmelo, y no por venganza y poner los cuernos a mi marido, si no por mi misma, deseaba tener esa polla gorda dentro de mi. Empecé a darle vueltas a la cabeza, a intentar trazar un plan , pero las cosas salieron de la forma mas natural.
Una mañana, entre en el baño sin hacer ruido dejando el pestillo sin echar, me quede en pelotas esperando que mi hijo entrara y viera a la puta de su madre enseñándole todo, estaba muy nerviosa. De repente se abrió la puerta, y mi hijo me observo unos segundos interminables:
- Joder mama, cierra la puerta cuando estés así, dijo Juanito muy enfadado
Me quede como atolondrada y salí del baño rápidamente hacia mi habitación, allí ropa a llorar amargamente. Pero, ¿Qué estaba haciendo? Me preguntaba… acoso había perdido la razón y el juicio.
- Mama estas bien , dijo Juan a través de la puerta
- Si conteste, llorando
- Puedo pasar
- Si, le dije.
Que te pasa mamá, me dijo. Llorando le conté lo que me ocurría con su padre, que se iba de putas, que no me atendía …… Todo paso muy rápido y de lo mas natural, mi hijo me beso suavemente en la frente, luego en el cuello, y por ultimo en la boca fundiéndoos en un apasionado beso, luego se desnudo y se metió entre mis sabanas, allí le esperaba yo desnuda. Solo atine a decirle :
-Juanito apaga la luz. Me dá mucha verguenza
Mi hijo me hizo suya de una forma muy tierna y apasionada. Me follo bien follada y deposito una buena carga de leche en el interior de chocho ambriento. Lo hizo dos veces y sin sacarla. Todavía recuerdo el hilo de semen que caía por mis muslos cuando me levante al baño. Cuando salí, mi hijo ya no estaba.
A partir de ese día todo cambio, m hijo me metía mano en cuanto estábamos a solas , me besaba, me tocaba las tetas y el culo, me ponía loquita,. Y así día si y día también, cuando su padre salía de casa por la mañana se metía en mi cama y le hacíamos un cornudo.
Las cosas fueron evolucionando. Una mañana entro en mi habitación tan solo con una toalla a la cintura, retiro las sabanas y me encontró como siempre en pelotas. Se quedo mirándome unos segundos y me dijo:
-Eres preciosa mama.
Se subió a horcajadas sobre mi, poniendo su pene hinchado sobre mis tetas. Acaricio con la punta de su pene mis pezones hasta que se pusieron duros como piedras, luego agarro mis pechos y comenzó a friccionarse la polla con ellos, haciéndose una paja espectacular. Su glande empezó a cambiar de color amoratándose. Debía contener mucha sangre. Mi chocho parecía un rio, Juanito puso la punta en mis labios diciendo :
-dale un besito
Le hice caso y bese su capullo, luego pasé mi lengua a través de el, y si darme cuenta la tenia en la boca.
Yo, que nunca se la había chupado a mi marido, se la estaba mamando a mi hijo. Le sujete la polla por la base para evitar sus envites y que ahogara y chupe y chupe el pene de mi hijo hasta que se empezó a convulsionar , entonces la saque de mi boca. Un chorro potente cayó sobre mi ojo derecho que llego hasta mi pelo. Otro cayó sobre mi boca entreabierta, dándome a probar la leche de mi niño. Me relamí. No me desagradaba. Desde ese día fueron muchos los que mi hijo se vació en mi boquita.
Otro día entro mi habitación y después de hacerme una espectacular comida de coño, metió su lengua viperina en mi ojete hasta que me lo puso a punto.
-Mama hoy te voy a poner “mirando Cuenca”
Sabía bien lo que eso significaba, me puso a cuatro patas y dejo la punta de su capullo en la entrada de mi culo. Lo que tantas veces le había negado a mi marido, estaba dispuesta a dárselo a Juanito. Apretó lentamente y me la fue enterrando lentamente. Con delicadeza, pero con firmeza. Al principio me dolía, me que quemaba….. y así se lo hice saber, pero mi hijo no me hizo mucho caso y me resigne a que me dieran bien dada por el culo. Me agarro de la cachas y dio bien duro hasta que me dejo el ojete bien abierto y con una buena de carga de semen en los intestinos.
Últimamente, me trae algún juguetito, y le gusta follarme con algún consolador en mi culo o en mi chocho, dependiendo donde me la mete el. Se puede decir que tengo bien abiertos todos mis agujeros.
La verdad es que estoy perdiendo el control y aunque luego me arrepiento, la verdad es que me dejo hacer lo que sea por el. Ahora me ha sugerido que le gustaría verme follar con alguno de sus amigotes, o incluso hacer un trío.