Perversos Deseos

heranlu

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Ago 31, 2007
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Gary Murray arqueó su fuerte espalda y sus suaves y musculosas nalgas se tensaron mientras empujaba su gruesa polla adolescente más profundamente en el coño de su madre.

La pobre mujer estaba casi histérica debajo de él, no sólo por el dolor de la follada profunda que estaba recibiendo, sino también por la vergüenza de ser follada por su propio hijo.

- "Por favor, Gary... Por el amor de Dios, soy tu madre... Te perdonaré por lo que me estas haciendo... Podemos solucionar esto, pero tienes que parar... ¡No puedes seguir así!”, gruñó su madre cuando él golpeó su polla de veinte centímetros y medio tan profundamente en su coño como le fue posible.

- "Te dije que te callaras cuando te estoy jodiendo y te concentres en darme placer... El único sonido que quiero escuchar de ti es oír que me agradeces mi enorme pedazo de polla que estoy metiendo en tu coño... Ahora cállate la boca, vieja y aprieta el ojete para darme una buena follada", le gritó Gary.

Gary era un chico guapo, un atleta estrella en la Universidad donde hacía su tercer curso y todos lo admiraban... Las chicas prácticamente se arrojaban sobre él, y se follaba a quien quería.

Desafortunadamente, unos meses después de la muerte de su padre, él eligió a su propia madre... Gary giró su vida en torno a su polla, y las mujeres, todas mujeres, incluidas su propia madre y su hermana, no eran más que un recipiente para meterles su polla... Pensaba sólo en sus propias necesidades... El resto no le importaba.

Sólo dos meses después de haber perdido a su padre, entró una noche en el dormitorio de su madre y le exigió que le chupara la polla... Su madre quedó asombrada por su hermoso cuerpo desnudo... Ella admiraba sus fuertes pectorales, su estómago apretado como una tabla de lavar y ese culo musculoso y redondo... Ahora, no podía apartar los ojos de la polla gruesa y oscilante de su hijo y sus huevos colgando.

Ella tardó unos segundos en reaccionar y volver a ser ella misma... Pero su hijo estaba muy violento y se dio cuenta de ello... Gary necesitaba una buena mamada y ella era la única disponible... Y se la tuvo que dar y tragarse todo su semen.

Con sus 22 años recién cumplidos, era un chico rudo que le gustaba follar con dureza a las chicas para que nunca olvidaran lo semental que era... ¡Pero ahora era su madre a la que follaba!... ¿Cómo pudo hacer esto?... Pues sencillamente, planeándolo todo... Gary pensó que después de todo su madre no tenía a nadie que le llenase su coño y éste se resecaría con el tiempo si no conseguía una polla.

Esa primera vez, a pesar de que sólo había tenido que chuparle la polla y lamer sus huevos, la puso en estado de shock durante días y no fue a trabajar... Se escondía todo lo que podía de su hijo Gary.

Unas noches después, él rompió de un golpe el cerrojo de su dormitorio y le exigió no sólo otra mamada, sino que le dijo que quería follar su coño.

Ella luchó contra él y Gary terminó por abofetearla... Le dejó marcas negras y azules durante días, pero Gary se salió con la suya... Metió su gorda polla adolescente profundamente en su coño... Ella le había suplicado, con lágrimas corriendo por su cara, que al menos usara un condón.

- "¡Por el amor de Dios, Gary, usa condón!"

Pero él se rió de su petición y se la metió desnuda... Le dijo que nunca usaba condón cuando follaba un coño porque sentía que no le daba tanto gusto... De esta manera había dejado embarazadas a cuatro chicas en la Instituto.

A partir de entonces las cosas se pusieron más pervertidas en casa... Gary comenzó a ir totalmente desnudo, con su gran polla tiesa, golpeando sus muslos y sus huevos balanceándose.

Su hermana Sarah, de dieciocho años, estaba totalmente asustada... La primera vez que Gary se la folló, su madre pensó en llamar a la policía pero para evitar un escándalo, desistió de hacerlo.

Gary se irritó por lo que pretendía hacer su madre y la cogió y le golpeó su coño con su ancho cinturón de cuero... Le amenazó diciéndole que si se atrevía a contárselo a alguien, le iría muy mal a ella y a Sarah... Después de esto, su madre obedeció todos sus caprichos.

Se sentaba en el sofá desnudo y hacía que su madre le lamiera y le chupase los dedos de los pies.

La primera vez que se la folló por el culo fue una pesadilla para su pobre madre y no podía caminar bien ni sentarse durante días sin sufrir mucho.

Gary impuso nuevas reglas... Tanto su madre como la hermana tenían que ir siempre totalmente desnudas por casa... Tenían que sentarse con las piernas abiertas para poderles ver sus coños en todo momento... Si chasqueaba los dedos y señalaba a una de ellas, ésta tenía que abrir los labios de sus coños para mostrarle sus labios interiores.

La madre de Gary se sentía tan mal por Sarah que a menudo lloraba hasta quedarse dormida por la noche... Sarah estaba confundida y asustada por la forma en que su hermano mayor la trató de repente... Tenía terror de volver a casa cuando salía del Instituto, donde hacía su último curso y sus calificaciones empezaron a resentirse.

Cuando su tutor le preguntó qué le pasaba, ella no pudo responder y él pensó que era sólo una reacción tardía por perder a su padre... No tenía ni idea, su hermano de veintidós años se la follaba tres o cuatro veces por semana.

Cuando no estaba excitado, Gary podía ser realmente agradable... El problema era que estaba bastante excitado todo el tiempo y hacía cosas terribles a las que no estaban acostumbradas... Por ejemplo, hizo que su madre le lavara los huevos y el culo con la lengua cuando se duchaba; que Sarah sujetara su polla cuando él orinaba; que le limpiara el culo cuando cagaba... Estaba totalmente enfermo.

La madre de Gary trabajó duro todo el día en la oficina y luego tuvo que apresurarse en ir a casa y prepararse para la llegada de su hijo.

Y cuando se la folló, Gary se arqueó de nuevo mientras vertía una carga completa de esperma en el coño de su madre.

- "Oooh, sí, joder, sí... ¿Sientes eso, perra?... ¿Sientes mi semen caliente llenando tu vagina?... Tómalo, babosa gorda.”

Gary golpeó sus caderas contra ella para que su gorda polla mojara su coño mientras disparaba chorros de semen... Su bonita cara de chico joven se convirtió en una máscara de lujuria pervertida.

Su madre gritó de dolor y humillada de vergüenza por su lujuria... ¿Podía evitarlo?... No... En realidad estaba excitada por los actos sexuales de su hijo... Cuando él le chupó los grandes pezones marrones, casi se volvió loca de lujuria.

Sin embargo, la lujuria tenía un límite... Ella odiaba cuando Gary hacía que ella y su hija Sarah se chuparan los coños para entretenerlo... Sarah lloraba y la madre de Gary se sintió muy culpable cuando su coño respondía muy bien a las lamidas de su hija.

Lo peor fue cuando Gary invitó a cuatro amigos a que vieran como, desnudas, su madre y su hermana se lamían sus coños... Luego, la madre de Gary se vio obligada a chuparles sus pollas... Antes de Gary, el único hombre que había conocido era su padre... Y aquí estaba ella, desnuda de rodillas, mamando las pollas de cuatro chico que ni siquiera conocía.

Gary les dijo a sus amigos que podían venir a que su madre les hiciera una mamada en cualquier momento que quisieran y ella se lo hará de inmediato... ¿Y qué sucedió?... Pues que no pasaba un día en que uno o más no aparecieran en su casa queriendo que su madre le chupara su polla.

Como tenía prohibido usar ropa, la madre de Gary siempre tuvo que abrir la puerta totalmente desnuda, por lo que dejó de ver a amigos y vecinos... Sin embargo, como Gary compraba cosas por internet, los repartidores la veían perfectamente porque no la dejaba cubrirse el coño o las tetas con las manos.

Pronto Gary llevó a su madre y a su hermana a más humillaciones... Les ordenó a las dos que dejaran de usar sujetador y bragas... Nunca más iban a llevar ropa interior... Esta nueva orden les hizo creerse que eran muy putas y sintieron como si el mundo entero estuviera al tanto de su pervertida vida secreta.

Un día, tras follarse a su madre, Gary sacó su gran polla del coño de su madre y se arrodilló en la cama junto a ella, que estaba llorando, con su polla goteando semen y jugo de coño y le dijo:

- "Esta follada fue una mierda... Será mejor que aprendas a apretar el coño, maldita babosa, o te juro que te voy a dar una paliza que no olvidarás en mucho tiempo"

Luego, le sonrió y le dio una palmada tan fuerte como pudo a una de sus tetas... Ella se tambaleó y él aprovecho su postura para darle otra palmada a la otra teta... Ella jadeó de dolor y su hijo se echó a reír de nuevo.

Gary se levantó de la cama y salió de la habitación... Su madre observó cómo sus nalgas subían y bajaban mientras caminaba...

‘¿Qué le había pasado a su dulce hijo?... ¿Sería que tomaba drogas?... ¿era la pérdida de su padre?... ¿O era así y lo había estado escondiendo todo el tiempo?’, pensó

Gary entró en el dormitorio de su hermana... No le permitía cerrar la puerta de su habitación... Sarah estaba acostada en la cama y cuando lo vió se puso muy rígida, temiendo que se la volviera a follar.

Él la obligaba a dormir desnuda sin mantas y con un consolador de goma de veinte centímetros en su coño toda las noches... También tenía que ponerse fuertes pinzas en cada uno de sus pezones.

Ahora miró hacia la puerta mientras Gary entraba... Su pene flácido brillaba por el esperma y el jugo de coño.

- "¡Buenos días, puta!”, le dijo con su sonrisa fraternal que ganó el corazón de tantas chicas... Caminó hasta el lado de su cama y se quedó allí con las fuertes piernas de deportista separadas.

- "Acabo de follar con mamá... ¡Límpiame la polla!", le ordenó.

Sin protestar, la pobre Sarah se inclinó hacia adelante y comenzó a lamer la gorda y flácida polla de su hermano hasta dejarla toda limpia y se aseguró de que el orificio de la orina estuviera libre de cualquier resto de heces porque le había dado por el culo a su madre.

Gary, pacientemente, le había explicado que limpiar adecuadamente la polla a un chico era tan importante como follar... Ella, tras limpiar concienzudamente la polla a su hermano, sabía lo que ahora tendría que hacer y era la parte que más odiaba... Sin decir una palabra, se puso detrás de él y con sus manos le separó sus nalgas todo lo que pudo, en busca de su orificio anal... Sarah odiaba esto porque no importaba cuánto se duchara, su trasero siempre tenía algo de sabor y olor... Era una acción humillante.

Pero ella sabía que no debía protestar, así que hundió su bonita cara en la raja de su culo y empezó a lamerle el culo... Después de lamer un poco, él gruñó y ella le metió la lengua lo más profundo posible en el recto y la movió como él le había enseñado... Esta mañana estaba más o menos limpio, así que no estuvo tan mal.

Sarah vivía aterrorizada de que en el futuro él la prostituiría, como la amenazó con hacerlo si ella no le obedecía totalmente.

Sarah también odiaba ser follada por el culo, pero a Gary esto le encantaba y lo hacía varias veces a la semana... A veces hacía que Sarah y su madre se arrodillaran en la cama y él las follaba cambiando de culo cada cuatro o cinco golpes y comentando de quién era el culo que follaba más a gusto... Por supuesto, el culo de su hermana era el que más le gustaba con diferencia porque estaba más apretado, al igual que su pequeño coño, aunque este estaba siendo estirado por el consolador en su coño cada noche.

A veces la hacía bailar desnuda para él con un consolador metido en el coño y otro en el culo... Hacer esto le dolía terriblemente, por supuesto, pero si ella se quejaba por el dolor, Gary se enojaba mucho y la golpeaba... Últimamente le había dicho que compraría unos consoladores más grandes para estos juegos y se asustó mucho.

- "Gracias, perra", dijo Gary, cuando estuvo lo suficientemente limpio

- "Ahora, putilla, baja y prepárame algo de desayuno... Debo recoger a Elsie dentro de media hora", le dijo.

La pobre Sarah recordó que hoy tenía clase y no había terminado su trabajo porque Gary había hecho que ella y madre le hicieran anoche, un espectáculo de lésbico... Amaba mucho a su madre y le dolía su terrible situación... Y también odiaba tener que chupar su coño y su culo mientras Gary se reía y golpeaba sus cuerpos.

Pero también, Sarah sintió pena por Elsie y por otras novias de Gary... Casi todas terminaron embarazadas o se las pasó como si fueran basura a otros chicos, tras haber hecho con ellas lo que quiso.

Un día, durante el desayuno, la pobre Sarah, con lágrimas en los ojos, les dijo:

- "Mamá, Gary, creo que estoy embarazada."

Su madre jadeó y se llevó una mano a la boca, mientras que Gary soltó una carcajada y le dijo amenazándola:

- "Nena... No vas a abortar... Tendrás al bebé y mostrarás a todos lo jodida que estas y lo puta que eres."

- "Gary, no puedes hacerle esto a tu hermana...No puedes arruinar su vida de esta manera!", le dijo su madre.

- "¡Cállate, cara de mierda!... ¿Cuándo diablos vas a estar como tu hija?... No puedo esperar más a que aparezcas en la oficina con la barriga hinchada y embarazada... Si no te preño, no pensarán que eres una puta... Ellos no sabrán que su padre es tu semental hijo cuando te vean preñada."

- “Gary, no digas eso, por Dios... Qué horror desearme eso.”

- “Cállate, puta... Y tu, Sarah, a partir de mañana comenzarás a trabajar todas las tardes y noches en ‘El jardín de Eva’... Ya hable con la encargada y me dijo que podías hacerlo... Mamá te llevará y te recogerá todos los días.”

- “¡No, hijo, eso no!... ¿Cómo puedes prostituir a tu hermana?... ¿Qué locura es esa?”, gritó su madre, mientras Sarah estaba atónita y no sabía que decir ante la sentencia de su hermano... Sabía que no podía contradecirlo a pesar de imaginar lo que le esperaba pasar.”

Gary, cogió del pelo a su madre y le propino dos sonoras bofetadas y dos fuertes palmadas en cada uno de sus pechos que quedaron marcados y enrojecidos... Luego, la miró y chasqueó los dedos.

Su madre, de inmediato, soportando el dolor que le había infligido, se postró de rodillas y se arrastró desnuda debajo de la mesa de la cocina para chuparle la polla a su hijo mientras él desayunaba, sin importarle que su hija la estuviera viéndolo una vez más.

Lo más horrible de todo era que ella estaba empezando a desear y a necesitar esa maravillosa polla gorda polla de su hijo para correrse una y otra vez sin parar... Sabía que tenía posibilidades de quedar preñada y eso la horrorizaba pero no podía hacer nada por evitarlo.

Una nueva etapa se había abierto en su vida... Tener que llevar a su hija para que desconocidos se la follaran e hicieran con ella todo lo que quisieran y luego recogerla... Era el preámbulo de lo que ella también seguro haría en cuanto su hijo se lo propusiera.

Pero todavía más denigrante y humillante para Sarah era tener que entregar el dinero ganado y explicar con detalle todo lo que había hecho con cada uno de sus clientes... Y lo hacía aterrada mirando el cinturón que su hermano Gary llevaba en la mano por si no le gustaba la explicación tan guarra que le hacía para así calentarlo y llevar a su madre, allí presente, a realizar con él todo tipo de aberraciones, a las que a veces se sumaba su hermana.
 
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