Pasión desenfrenada

roman74

Pajillero
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A menudo hemos escuchado hablar de la pasión como una alteración del estado de ánimo. Un sentimiento de gran intensidad. Un sentimiento que en algunas ocasiones prácticamente anula la inteligencia y la voluntad.
Esta historia trata de cómo una jovencita termina por volver loco de deseo y pasión a su padre. Los tabúes se rompen. Una niña buena con frecuencia recibe sorpresas de papi. Pero la niña mala además de eso recibe algo más.
Claudia y yo nos enamoramos desde el primero momento en que nuestras miradas se cruzaron. Como quien dice, fue amor a primera vista. En aquel entonces ambos estábamos en la universidad. Su pelo largo y café brillaba nublándome la vista como si se tratase de una luz en un espejo. Sus ojos eran negros, tan llenos de vida que al velos mi corazón parecÃ*a palpitar más fuerte. Su personalidad me era sumamente atractiva y por si todo esto fuera poco tenÃ*a un cuerpo asesino y una mente brillante que podrÃ*a resolver problemas en segundos.
Nos casamos justo después de terminar la universidad y nuestra hija nació en menos de un año. En pocas palabras mi poca se convirtió en la dueña de mi corazón y mi mente. Me daba todo lo que yo podÃ*a pedir, incluyendo a una hermosa hija, Marisol. Solamente hubo algo que logró separarnos fÃ*sicamente y fue la muerte. Mi esposa era maestra de educación fÃ*sica. Murió el año pasado de un ataque al corazón mientras daba clases de deportes en el instituto que laboraba. La necropsia mostró que habÃ*a una mal formación en su corazón. Tal vez la haya tenido desde nacimiento.
Ya ha pasado un año desde que Claudia me dejo y me siento devastado. Nuestra hija, Marisol, en aquel entonces tenÃ*a 15 años. Era parte del grupo al que mi esposa le impartÃ*a la clase por lo que tuvo el horror de presenciar la muerte de su madre. Aún asÃ* debo decir que Marisol se ha recuperado mucho más rápido que yo. Hoy en dÃ*a parece estar de regreso a la normalidad mientras yo sigo estancado en la depresión y el sufrimiento. Mi problema es que yo no puedo enfrentar el hecho de que se ha ido. Marisol se ha esforzado por llenar el vacÃ*o que dejo su madre en nuestras vidas. Esto parece haber dado resultados para ella. Ella hace todas las cosas que su mamá hacÃ*a alrededor de la casa. Hace lavanderÃ*a, plancha, cocina, lavas los platos, en fin hace todas las labores domésticas que hasta hace un año hacÃ*a su madre.
Hace un tiempo mientras cenábamos los dos sentados en el comedor fije mi mirada en ella y por un momento creÃ* haber visto a su madre. Al instante comencé a llorar desconsolado.
-Que pasa papi porque estas llorando?.- Me pregunto mi hija mientras se acercaba a mi lado para darme consuelo.
-lo siento hija pero hay veces en las que te veo y creo haber visto a tu madre. Te pareces demasiado a ella amor.
Sin decir nada mi hija me rodeo con sus brazos y me abrazo fuertemente.
-Yo también la extraño demasiado papi.
Pase mis brazos y la abrace con fuerza fusionándonos en un fuerte abrazo en busca de consuelo y tranquilidad.
-Esto es lo único que me mantiene vivo amor. Tu eres mi razón para vivir, sin ti no sabrÃ*a que hacer hija te amo tanto.
-Papi, te acuerdas cuando solÃ*amos hacer cosas juntos? Cuando solÃ*amos ir al circo, a los partidos de fútbol y al parque?
-Si cariño lo recuerdo perfectamente amor. Porque?
-Como es que dejamos de hacer ese tipo de cosas? Porque nos hemos alejado tanto el uno del otro papi?
-Tal vez sea porque ya no se hacer nada sin tu madre hija. Tu madre y yo éramos inseparables desde que estábamos jóvenes. Tu madre siempre me decÃ*a como actuar. Ella era el motor de mi cuerpo hija.
-Si lo se papi. Pero creo que serÃ*a de buena ayuda si volviéramos a hacer las cosas que solÃ*amos hacer antes. Se que mamá nunca regresará pero eso no significa que dejemos de hacer las cosas que nos gustaban. No es asÃ*</SPAN>?
-No lo se cariño. Pero tal vez tengas razón. Que te parece si el sábado vamos a ver un partido de fútbol. Al parecer me entere de que juegan el clásico este sábado. Te gustarÃ*a ir a verlo?
-Si papi mucho pero nuestro equipo favorito juega el clásico de visitante este fin de semana.
-Vaya, al parecer tú si les sigues la pista aún hija.
-si papi. Yo nunca renuncio a lo que me gusta.
-AsÃ*? y como les esta yendo en la temporada?
-Muy bien, de hecho son el mejor equipo de la liga.
-Bueno y que te parece si nos vamos a la ciudad donde juegan a ver el partido.
-En serio papi???
-Si, esta solo a 6 horas de aquÃ*. PodrÃ*amos llegar perfectamente si nos vamos saliendo de mi trabajo. Incluso podrÃ*amos hospedarnos la noche haya y pasar el fin de semana en la ciudad.

Mi hija me tomo del cuello y me abrazo tan fuerte que creÃ* que me arrancarÃ*a la cabeza.
-Siiii!! Pasaremos el mejor fin de semana de nuestras vidas. Haré las maletas mañana temprano mientras tú estés en el trabajo para que en cuanto llegues nos vayamos.
-Esa es una muy buena idea cariño. Especialmente el que tú empaques nuestras cosas. Yo siempre termino olvidando algo importante. Una vez tu madre y yo fuimos a Cancún y se me olvido empacar mi traje de baño y ropa interior.
Mi hija rió a carcajadas. Esa noche me fui a dormir y por primera vez en mucho tiempo mire hacia delante. La mañana del sábado pareció durar más de lo habitual. Estaba muy emocionado por el viaje con mi hija. Tanto que las manecillas del reloj parecÃ*an no querer avanzar. Finalmente dieron las 13 horas (hora de salida). SubÃ* al auto y maneje a casa. El tráfico era ligero, cosa bastante rara en la ciudad que vivo. Era como si dios estuviera diciendo: "Necesitas esto hijo. En verdad que lo necesitas. Lo haré más fácil para ti". Llegue a casa en 15 minutos. Mi hija se sorprendió pues era bastante inusual que llegara tan temprano en un trayecto que por lo general tardaba de 40 a 45 minutos.
Cuando entre en la casa las maletas ya estaban hechas. Mi hija se echo a mis brazos y comenzó a llenarme de besos mientras me decÃ*a:
-Hola papi! Que rápido eres. Espero hayas manejado con precaución papi. Como fue tu dÃ*a?
-Desesperadamente largo hija pero al fin ha llegado la hora. Estas lista? Ya tienes todo lo que necesitamos?
-Si papi. Bueno eso creo. Incluso por si las dudas metÃ* tu traje de baño papi.- Me dijo sonriendo.
-Bueno entonces que esperamos. Vamonos!
-Sii!! A por cierto papi cambiaron el juego para el domingo. No creo que haya ningún inconveniente o si?
-Por supuesto que no muñeca vamonos!
Agarre las maletas y las subÃ* al auto. Era un dÃ*a de verano inolvidable. Bastante soleado y bello.
Una vez en la carretera mi hija me dijo:
-Por cierto hable al periódico para que no llegue hasta el lunes. Tú sabes, por si las dudas. No hay que dejarles saber a los bandidos que la casa esta sola con el periódico rezagado de dÃ*as.
Nunca se me hubiera ocurrido pensé. Mi hija era igual de precavida que su madre. Una hora después, mi hija se quedo dormida. Casi al llegar despertó y pregunto en donde estábamos.
-Como a media hora cariño.
-Y por cierto en donde nos vamos a hospedar papi?
-No lo se cariño. Cerca de la salida serÃ*a una buena opción. AsÃ* no tendremos problemas de tráfico cuando queramos dejar la ciudad. No recuerdas el nombre del hotel en que nos quedamos la última vez que estuvimos aquÃ*?
-Claro papi. Se llama "Inn" aquÃ* tengo en el mapa la ubicación correcta.
Maneje cerca de 20 minutos más y por fin llegamos a la desviación. El hotel estaba vacÃ*o. Nos registramos y nos fuimos a poner cómodos en la habitación. Inmediatamente aventó su mochila y se recostó en la cama a ver la televisión.
-AquÃ* todos los canales son distintos a los nuestros papi.
-Si hija, todas las ciudades tienen distinta programación a solo que se trate de vÃ*a satélite. Pero será mejor que nos durmamos un rato si queremos ir bien despiertos al juego mañana.
-Pero papá, el juego es a las 7 de la tarde mañana.
-Bueno entonces tal vez andemos por la ciudad un rato temprano. Que tal ir al zoológico. Te parece buena la idea?
-Si papi me parece perfecta la idea.
Eran las 11 de la noche cuando mi hija aburrida de ver noticias en la televisión decidió bañarse. Mientras tanto yo abrÃ* mi maleta y busque ropa nueva para después de que saliera mi hija del baño darme un baño también.
Mientras la esperaba el sueño parecÃ*a vencerme y mis ojos se cerraban. Trataba de concentrarme en las noticias pero la voz del conductor me arrullaba más. Apague la televisión y en automático me dirigÃ* al baño una vez que escuche la llave cerrada. Fue aquÃ* cuando me percate de que Marisol habÃ*a dejado la puerta del baño abierta. PodÃ*a mirar perfectamente hacia dentro del baño a través del reflejo de los dos espejos situados en la esquina del cuarto cerca de las cortinas de baño.
Momentos después Marisol abrió las cortinas y salió completamente desnuda. Fue en ese momento cuando la vi por primera vez desnuda intentando alcanzar la toalla para secarse. Sus piernas eran largas y bien formadas. En pocas palabras eran una obra de arte. En medio eran adornadas por un triangulo de vello negro. Pronto note que mi pene habÃ*a tenido reacción ante el hermoso cuerpo de mi hija desnudo. Lo que no note pronto fue que ella también a través del espejo se habÃ*a dado cuenta de mi presencia y me estaba viendo. Pronto desvié mi mirada pero poco después volvÃ* a mirar y ahora ella se estaba secando el cuerpo lentamente con la toalla. Sorpresa enorme me lleve pues lejos de taparse o correr a cerrar la puerta mi hija seguÃ*a actuando con naturalidad. Tal vez no me este viendo como yo pensaba. Tal vez ella estaba mirando a otra parte más no al espejo como yo pensaba.
Rápidamente, ahora más confiado volvÃ* a mirar a través del espejo y ahÃ* seguÃ*a, a la merced de mi vista secándose el cuerpo. La vi secar su cuerpo joven completito con la toalla. Mire la toalla pasar por sus pezones rosados, tan duros y grandes como los de su madre. Paseaba la toalla por sus pechos secándolos con cuidado. Haciéndolos menearse de un lado hacia otro y de arriba hacia abajo mientras los secaba. Se dio la vuelta y quedo ante mi mirada su extraordinario culo. Comenzó a secar sus nalgas pasando la toalla por sus caderas y culo. Que nalgas tan bien formadas y firmes las de mi hija. ParecÃ*an no moverse con nada. Estaba recibiendo un show de primer nivel. Ni si quiera las mejores prostitutas del paÃ*s hubieran conseguido elevar mi grado de excitación hasta ese nivel.
Siguió secando sus piernas y juro que por primera vez en una que se agacho a secar sus pies pude ver su conejito. En eso mi hija volvió a mirar al mismo lugar donde parecÃ*a estarme viendo. VolvÃ* a desviar mi mirada. Es imposible que lo haya hecho a propósito. No era posible que fuera asÃ*. Ella era mi niña. Era imposible que estuviera consciente de que yo la espiaba. VolvÃ* a mirar y ahora ella secaba su estomago. Poco a poco fue bajando hasta su entre pierna, tras separar sus piernas colocó la toalla en medio de estas y se comenzó a secar. ParecÃ*a tardar más de lo normal en esa parte. Mire su rostro y la vi cerrar sus ojos y morder un poco sus labios.
Por dios, estaba disfrutando las sensaciones que le producÃ*a tener la toalla en medio de sus piernas. Su rostro mostraba placer, abrió sus ojos y volvió a mirar al mismo lugar. Desesperado por tal confusión, decidÃ* sacarme las dudas y ver si en verdad miraba el espejo o a otro lugar y sin más le sonreÃ*.
CreÃ* que si le sonreÃ*a y ella me regresaba la sonrisa esto indicarÃ*a que ella estaba conforme con que la mirase desnuda. Si no lo hacÃ*a significarÃ*a que ella no estaba conforme o en realidad estaba viendo hacia otra parte, no al espejo. Lo que paso fue que ella…
No hizo nada. Poco después desapareció detrás de la puerta, apago las luces y salió del baño vistiendo un short de algodón y una playera larga que era mÃ*a.
Para esto yo ya me encontraba en la cama tratando de ocultar mi terrible excitación. Al verme me sonrió y me dijo:
-Será mejor que te esperes un poco para bañarte papi. Al parecer me termine el agua caliente.
-Esta bien linda. No te preocupes, me daré un baño de agua frÃ*a. Ayudara a despertarme un poco.
En cuanto entre al baño me dispuse a bajar mi erección. Me asegure de que la puerta estuviera bien cerrada y abrÃ* la llave de la regadera. Marisol tenÃ*a razón, el agua caliente se habÃ*a agotado. No quedaba más que agua helada. No le di importancia e ingrese mi cuerpo entero de golpe. Necesitaba distraer mi mente, hacer algo para sacarme la imagen de mi hija desnuda de la mente. Comencé a pensar en todo lo referente al trabajo, a las noticias pero nada parecÃ*a sacarla de mi mente. Ni si quiera el agua que parecÃ*a tener hielos. Termine de bañarme y me rasure, me puse la pijama y salÃ* del baño para encontrarme con Marisol sentada en la cama mirando la televisión.
-Que miras hija?
-Confesiones en un taxi papi…
Yo conocÃ*a ese programa, ponÃ*an cámaras de video en los taxis y filmaban a pasajeros diciendo toda clase de cosas sexuales.
-No estoy seguro de si esta bien que mires eso Marisol.
-No te preocupes papi es un programa inofensivo. He visto y escuchado mucho más cosas en la escuela.
-bueno entonces serÃ*a bueno que me diera una vuelta por tu escuela para hablar con la directores. Las niñas buenas no deberÃ*an…
En eso mi hija me interrumpió:
-Papi no se si te hayas dado cuenta pero ya no soy una niñita. Tengo 16 años papi. Se exactamente como nacen los bebes y todas esas cosas que los papás creen que no sabemos. Se todos los significados a las palabras vulgares como: Conejo, concha, pito, verga y de más… Incluso mi mamá me hablo de sexo. Me dijo que no estaba de más tener unas conversaciones juntas pues en cualquier momento de mi vida el sexo tocarÃ*a mis puertas.
No supe que decir ante tal reacción de mi hija. Sin embargo sabÃ*a que como padre debÃ*a decirle algo.
-Tu madre me comentó algo de esa charla. Pero no me dijo que fue tan explicita.
Mi hija pareció tener compasión de mÃ* y se acerco diciéndome:
-Lo siento papi no querÃ*a ofenderte diciéndote que ya no soy una niñita. Si tu asÃ* me ves yo seré tu niñita para siempre papito perdóname.
La abrace fuertemente y mire hacia la televisión donde se mostraba la escena de una pareja manoseándose en la parte de atrás del auto.
-Entonces ya conoces todo esto eh?
Mi hija miro al televisor y dijo:
-Si
-Entonces creo que tu y yo podrÃ*amos hablar de cualquier cosa no es asÃ*?
-Si papito porque?
-No por nada, solamente querÃ*a estar seguro. Quiero que me tengas la misma confianza que a tu madre y me cuentes todo hija.
-Te amo papi. Ten por seguro que si hay algo que quiera saber, serás el primero a quien acuda.
-Me parece genial amor pero antes que nada quiero que me respondas algo.
-Claro papi. Que pasa?
Su vista se fue hacia la televisión una vez más mientras yo con un poco de nerviosismo le decÃ*a:
-Como te sientes mirando eso en la televisión?
-me gustarÃ*a ver que pasa después de que la cadena televisora lo censura.
-Te refieres a ver lo que hace esa pareja en su intimidad?
-Si, todo mundo sabe lo que ocurrirá después. No se porque no lo pasan. O es que a ti no te gustarÃ*a ver lo que sigue papi?
Inmediatamente mi mente recordó su imagen desnuda en el baño secándose. En eso mi hija siguió hablando.
-Digo, no hay nada más hermoso que dos personas haciendo el amor papi?
Apenas la escuche. Mi mente seguÃ*a recordando lo que habÃ*a visto unos minutos antes en el baño. Mi hija al ver que no respondÃ*a me movió un poco y me dijo:
-Papi me estas escuchando?
-Como? Ah, si hija. Si me gustarÃ*a ver supongo. Pero no se te hace que serÃ*a muy fuerte para ti aún? Te harÃ*a mal ver algo asÃ* no crees?
-Lo único que hace es que la gente se ponga cachonda.
Asombrado por la respuesta de mi hija le dije:
-Sabes lo que es cachonda hija?
-Por su puesto que se. Mamá me explico que cuando llegara a la edad que tengo me sentirÃ*a asÃ* y no estuvo equivocada. De hecho me siento asÃ* desde hace mucho. Tu crees que este mal que me ponga asÃ* papi?
-no hija. Yo también recuerdo ese paso de la adolescencia. Me siento mal por no ver tu crecimiento como deberÃ*a. Ya tienes 16 años y yo te sigo viendo como una niña amor. Eso es lo que me hace sentir mal.
-papi se que has tenido malos momentos desde que mamá falleció. Incluso yo también pase por eso. Ambos perdimos mucho papi. Yo perdÃ* a mi madre, mi amiga y mi maestra y tú perdiste a tu alma gemela, a tu amor. Pero yo se que me amas papi y con el tiempo volverás a ser el mismo de antes. Es por ello que este viaje significa tanto para mÃ* pues significa que estas por regresar a tu camino de antes papito.
Hablaba como una mujer hecha y derecha. Justo como su madre. Por un momento sentÃ* llorar al ver a su madre reflejada en ella. Intentando retener las lágrimas le dije:
-Como es que una señorita tan linda como tú puede hablar con tanta sabidurÃ*a.
Me sonrió y me abrazó tiernamente.
-Lo he aprendido de mi papi. El también es muy sabio, aparte de guapo.- Dijo mientras reÃ*a.
Me senté en el inicio de la cama echando mi espalda en el respaldo de la cama y mi hija se acurruco en mÃ* poniendo su cabeza sobre mis rodillas. Mientras se acomodaba pude ver como mi playera al quedarle bastante holgada dejaba ver el inicio de sus hermosos senos. Mi mente volvió a viajar a la escena del baño nuevamente. Pero entre más recordaba mi pene más crecÃ*a y pronto estarÃ*a tocando mi punta la cabeza de mi nena.
-Bueno hija. Llegó la hora de que me vaya a dormir al sofá. Estoy muy cansado.
-Si yo también ya tengo sueño papi.
Me fui al sofá y mi pequeña princesa entró en la cama cobijándose con todas las cobijas. Apagó la televisión y me dio las buenas noches. Pronto mire al baño y vi que se me habÃ*a olvidado apagar la luz.
-Demonios- dije molesta por mi olvido.
-yo la apago papi.
Grito mi hija y salió de la cama directo a apagar la luz. Pude verla pasar frente a mÃ* corriendo. Su cuerpo se habÃ*a apoderado de mi mente. Seguramente tendré problemas para dormir pensé pero me equivoqué. Esa noche dormÃ* como un bebe.
Marisol se despertó a las 9 el dÃ*a siguiente. De inmediato me intentó levantar y yo como no queriendo me dispuse a salir de las cobijas de un solo golpe para ir terminando con el sueño. Al hacerlo las cobijas cayeron en el suelo y tras ponerme de pie mi hija dio un grito enorme. La mire y me percate que miraba fijamente hacia mi entrepierna.
El pantalón del pijama estaba totalmente mojado. Al parecer habÃ*a tenido un sueño húmedo. HacÃ*a años que no tenÃ*a uno. Era tan vergonzoso como haberme orinado. Sin decir nada salÃ* corriendo al baño lleno de pena.
Entre al baño y seguÃ*a sin explicarme porque habÃ*a tenido un sueño húmedo a mi edad. Al parecer haber visto desnuda a mi hija de 16 años habÃ*a sido mucho para mÃ*. TenÃ*a mucha pena de regresar al cuarto pero sabÃ*a que en algún momento debÃ*a hacerlo. Lleno de nerviosismo regrese y me senté en el sofá sin pronunciar palabra alguna. No sabÃ*a que decir ni como actuar pero sabÃ*a que tenÃ*a que haber una explicación para mi pequeña.
-Debe haber sido un sueño muy pero muy bueno papi…
SentÃ* que el mundo se me venÃ*a encima al oÃ*rle decir eso a mi hija. La niña sabÃ*a todo. Lleno de vergüenza voltee a verla y le dije:
-AsÃ* debe haber sido… lo malo es que ni si quiera recuerdo haber tenido uno.
No le dimos más importancia y salimos a pasear. Visitamos el zoológico y dimos una vuelta por la ciudad. De ahÃ* nos pasamos al partido y estuvo de lo mejor, ganó nuestro equipo. Volvimos al hotel por nuestras cosas pero al ver que ya habÃ*a oscurecido decidimos perder un dÃ*a de estudios y laboral respectivamente y alquilar la habitación un dÃ*a más. Platicamos del partido y cenamos. Pronto mi hija me dijo que se darÃ*a un baño.
-Esta vez déjame un poco de agua caliente hija.
-lo haré papi. No quiero que te me vayas a enfermar.
Los dos nos reÃ*mos y se retiro a bañar. La seguÃ* con la mirada y pude ver que en esta ocasión volvió a dejar la puerta abierta. Incluso un poco más que el dÃ*a anterior. De inmediato me situé en mi lugar de espectador y pude ver su hermosa silueta a través de la cortina. Me preguntaba si ella sabÃ*a en verdad lo sexy que era. Probablemente no sabe que esta hecha una bomba, me decÃ*a.
Para no levantar sospechas encendÃ* la televisión para fingir estarla viendo. Busque una pelÃ*cula clasificación C y me puse a verla. Trataba de una prostituta que se entregaba más que por dinero por placer a cualquiera. Reconozco que estaba bastante buena la protagonista pero nada que ver con mi hija que me habÃ*a robado al parecer el gusto por otras mujeres. En cuanto escuche cerrarse la llave corrÃ* de nueva a mi lugar favorito. Esta vez estaba listo, apague el televisor y con ello las luces del cuarto. SabÃ*a que de esta forma ella no me podrÃ*a ver en la oscuridad.
Salió de las cortinas y de inmediato busco su toalla. Miro hacia la puerta abierta e hizo un esfuerzo con sus ojos como si quisiera ver algo y esbozo una pequeña sonrisa. Pensé que el espectáculo de la noche anterior se repetirÃ*a y asÃ* fue. Comenzó por pasar la toalla por su pelo. Luego tomo otra toalla y comenzó a secar su piel. De nuevo estaba disfrutando de ver como se ponÃ*an duros su pezones tras pasar la toalla por sus pechos que se movÃ*an de arriba hacia abajo. De nuevo separo sus piernas y paso la toalla por en medio de ellas. Esta vez lo hizo mucho más tiempo que la vez anterior. Mire su rostro lleno de satisfacción. Mientras la toalla estimulaba su vagina ella cerraba sus ojitos y mordÃ*a su labio inferior. Mi pequeña se estaba masturbando y lo mejor de todo es que yo tenÃ*a asiento de primera fila. SentÃ*a que mi pene iba a estallar ante tal espectáculo.
Se sentó en el retrete abriendo sus piernas lo más que pudo y dejando caer su toalla al suelo se llevo sus deditos hasta su conejito el cual comenzó a masajear lentamente. Miro hacia la puerta abierta donde todo lo que habÃ*a era oscuridad y sin dejar de masajear su conchita echo su cabeza hacia atrás cerrando sus ojitos y dejándose llevar por su excitación.
No pude más y por encima del pantalón comencé a sobarme el pene. Nadie hubiera podido ayudarme. Mi hija era demasiado sexy. En esos momentos mi memoria no recordaba que era mi hija. No hizo ningún ruido pero el movimiento de sus manos y piernas me indico que estaba teniendo un orgasmo. Al hacerlo sus gestos y movimientos corporales fueron idénticos a los de su madre. Excepto al sonido pues su madre hubiese gemido con tal fuerza que podrÃ*a reventar un vaso. Después de haberse venido, Marisol comenzó a vestirse. En ese momento corrÃ* a sentarme en la cama como un inocente niño. Al salir del baño lucÃ*a un short diminuto y una blusa de cuando era pequeña que le quedaba bastante corta. No menciono nada acerca de las luces y se fue a sentar a un lado mÃ*o. Yo agradecÃ*a la oscuridad pues de otra forma hubiese notado mi enorme erección. Sin decir nada me puse de pie y me fui al baño dispuesto a ducharme. Entre al baño y acto seguido me dispuse a cerrar la puerta, no sin antes echar un vistazo a la oscuridad del cuarto y percatarme de que la silueta de mi hija que se habÃ*a puesto de pie se alcanzaba a apreciar. Por un momento me asuste y me puse nervioso pero conforme iba cerrando la puerta la visión parecÃ*a minorizarse. Una vez emparejada la puerta era casi imposible ver lo que ocurrÃ*a afuera. Di un respiro y cerré la puerta dispuesto a darme una buena ducha.
Entre en la ducha y en esta ocasión una cascada de agua caliente cayó sobre mi espalda; a diferencia de la noche anterior en la que habÃ*a estado helado.
-Gracias cariño. Esta vez si estoy disfrutando de agua caliente!-Grite sin obtener respuesta de mi hija.
Durante la ducha no pude sacármela de la mente y pronto cuando me di cuenta me encontraba masturbándome. Me estaba jalando el pene recordando el hermoso espectáculo del que habÃ*a sido testigo hacÃ*a unos minutos atrás.
AhÃ* estaba yo, disfrutando de mi paja como en mucho tiempo no lo hacÃ*a. ParecÃ*a un adolescente, primero teniendo sueños húmedos y ahora disfrutando de una paja a más no poder. TenÃ*a el pene tan duro como pocas veces. Después de enjabonarme y limpiarme, cerré la llave y tome una toalla con la que apenas me seque y salÃ* del baño con un short y una playera ligera.
Al salir me encontré con mi hija sentada en la cama mirando la misma pelÃ*cula que yo habÃ*a puesto, la de la prostituta.
-Porque a los hombres les gusta tanto verles las tetas a las mujeres papi?
La pregunta de mi hija me agarro por sorpresa, apenas y como pude se la respondÃ*.
-No lo se hija pero sin duda que son lindas.
Apenas y tuve tiempo de darme cuenta de lo que habÃ*a dicho cuando mi hija me lanzó otra pregunta.
-Las tetas de las mujeres los ponen cachondos a ustedes como hombres papi?
-bueno en cierta forma si cariño. A muchos de los hombres, a menos que sean gays nos gustan ver tetas.
-no entiendo porque les gustan tanto. La única razón por la que las mujeres tenemos tetas es para alimentar a los bebes no es asÃ*?
-Hmm si algo asÃ* cariño.
La confianza parecÃ*a acrecentarse a tal grado que ya comenzábamos a hablar con naturalidad de los asuntos referentes al sexo. Mi hija, aún no convencida con mis respuestas siguió preguntando:
-Como es que los hombres en la pelÃ*cula prefieren estar con la prostituta que con sus esposas?
-Bueno hija creo que eso tiene que ver con que acostarse con una prostituta es algo como prohibido para ellos. Una especia de tabú…
-y porque es tan excitante para ellos eso?
-Bueno es que es como lo que pasa con las tetas. Es una especie de enigma. Es muy difÃ*cil de entender hija. Los hombres a lo largo de la historia parecen estar fascinados con las tetas. Incluso una vez leÃ* un reportaje acerca de las creencias masculinas. DecÃ*a que los hombres creÃ*an que una mujer entre más grandes tuviera las tetas más saludable serÃ*a. Y entre más sana, más probabilidades de que el bebe creciera sano. Creo que esa es una de las razones por las cuales muchas mujeres se ponen implantes. Quieren aparentar ser más saludables para los hombres.
-Pero no es muy ridÃ*culo eso papi? Digo por ejemplo, una niña en mi clase es la que tiene las tetas más grandes de la escuela y siempre se ausenta porque tiene asma y difÃ*cilmente puede respirar. Eso desecha tu teorÃ*a que dice que por tener senos más grandes la mujer va ser más saludable.
-Bueno hija yo solamente te comento lo que leÃ*. Además, te apuesto a que cuando tu amiga esta en clase atrae mucho más miradas masculinas que las otras no es asÃ*?
-Bueno en eso si tienes razón.
-lo ves, al menos eso prueba un punto de la teorÃ*a. Odio admitirlo y decirlo pero estoy seguro que tu también debes traer a más de uno loco no es asÃ*?
Mi hija sonrió tÃ*midamente.
-Bueno a uno que otro si papi…
-Es más me atreverÃ*a a jurar que tu atraes a más que ella. Eres muy linda hija.
-No lo se, ella también es muy bonita.
-bueno, a lo mejor soy un precipitado pero sin conocer te apostarÃ*a la vida a que eres la más bonita de la escuela.
-bueno pero tu eres mi papá. Los papás se supone que deben decir eso de sus hijas.
-Deja te cuento un secreto. Cuando vi a tu madre por primera vez, la única cosa que vi fueron sus enormes senos.
Mi hija se echo a reÃ*r y me pidió que parara.
-papá! Como me dices eso jaja
-Es verdad. Para mi tu madre en un principio no era más que un par de enormes tetas acompañadas de un cuerpo de diosa. Pero con el tiempo la fui conociendo y me di cuenta de que no solo era un buen cuerpo y una cara bonita. También era una mujer tierna e inteligente. Y tu sabes lo que eso significa no es asÃ*?
-No que significa?
-Significa que en un futuro no muy lejano tendré que cargar un arma de fuego conmigo pues las probabilidades apuntan a que tú te conviertas en una mujer de bandera. Justo como tu madre. Y tendrás a un enorme grupo de chicos detrás de ti.
-Jaja por favor papi. Yo no tengo los senos del tamaño de mi mamá.
-Pero algún dÃ*a los tendrás hija y cuando llegue el momento estaré listo para despachar a todos los lobos que te rodeen.
-Jaja eso es imposible papi…
-Mira es más, olvidemos por un momento que soy tu padre. Ponte de pie hija.
-Para que papi?
-Tu hazlo hija te voy a demostrar que no estoy en un error.
Acto seguido mi hija se puso de pie a un lado mÃ*o.
-Bien, ahora, ya sabemos que eres una chica inteligente. Tus notas del colegio lo dicen pero como en estos momentos yo no soy tu padre comenzare a describirte parte por parte como si apenas te estuviera conociendo. Diré en voz alta lo que pasarÃ*a por mi mente al verte.
-jaja estas loco papi.
-A ver veamos… Veo a una jovencita con una hermosa figura. Sus piernas son largas y bien torneadas, unas caderas bastante bien formadas. Su abdomen es plano sin nada de grasa. Probablemente como poco, lo cual es bueno pues no tendré que gastar mucho dinero en una cita con ella.
-jaja papá!! Te pasas jaja
-Tiene un lindo, que digo lindo. Excelente culo! Bastante bien formado. Al parecer no es una floja que siempre esta sentada. Muy buena candidata para ama de hogar en un futuro. Buenas tetas, de un buen tamaño que prometen ser mucho más grandes cuando crezcan lo cual también es bueno pues mis bebes estarán muy bien alimentados. Pero mientras pasa eso, me encantarÃ*a jugar con ellas.
-Jaja –Mi hija estaba muerta de la risa con todo lo que le estaba diciendo.
-De la cara podrÃ*a decirse que más que ser cachonda es bonita. Muy lindo rostro, con unos labios medianos. Perfectos para ser besados dirÃ*a yo.
-jaja lo puedo decir una y otra vez papá. Estas loquito!
-Bueno hija, admito que intentaba hacerte reÃ*r pero todo lo que he dicho es verdad. Serás una mujer deseada por muchos hija eso tenlo por seguro.
-bueno papi entonces en verdad crees que tengo una linda cara, unas tetas de buen tamaño y un excelente culo?
-Bueno yo soy tu padre hija. Pero si fuera un chico de tu edad definitivamente andarÃ*a tras de ti. Cuando yo conocÃ* a tu madre casi tenÃ*a la misma edad que tu. Tú me recuerdas mucho a ella. Si fueran de la edad hubieran podido ser gemelas.
Acercándose a mi, mi hija se sentó a un lado mÃ*o en la cama.
-Entonces te parece que soy atractiva papi?
-Por supuesto. Si no fueras mi hija andarÃ*a tras de ti justo como anduve tras de tu madre en nuestra juventud.
-Es por eso que me has estado observando las dos últimas veces que me he secado en el baño?
Mi corazón se detuvo en ese instante. Comencé a temblar y querÃ*a que la tierra me tragara.
-Hija… no se que decir. En verdad lo siento. Lo siento mucho hija. Perdóname, ha sido muy difÃ*cil para mÃ* desde que tu madre murió. No era mi intención espiarte, simplemente no pude resistirme a ver… es que eres tan hermosa que… tu sabes hija…
Estaba muerto de vergüenza. No sabÃ*a que decir. Hasta querÃ*a llorar de angustia.
Sin decir nada Marisol tomo mi mano agarrándola fuertemente y me dijo:
-Esta bien papi… no tienes de que preocuparte. A decir verdad he de confesarte que yo también querÃ*a que me vieras… no se porque pero me hizo sentir muy bien dentro de mi misma…
-Es decir que todo lo hiciste intencionalmente?
-Papi… no se si te has dado cuenta pero desde que mamá murió he intentado tomar su lugar. He hecho todas las cosas que ella solÃ*a hacer, bueno menos una. El hecho es que pensé que a ti te gustarÃ*a que yo hiciera todas, y me refiero a todas las cosas que ella solÃ*a hacer…
Tuve que tomar un enorme respiro para que llegara oxigeno a mi cabeza. Me estaba diciendo mi hija que querÃ*a tomar el lugar de su madre? Que estaba dispuesta a tener sexo conmigo como solÃ*a hacerlo su madre? TenÃ*a que estar completamente seguro de esto antes de meterme en un problema asÃ* que…
-Marisol, estas segura de lo que estas diciendo? Realmente entiendes el significado de tus palabras?
-Si… bueno eso creo.
-Dime exactamente lo que quieres decir cariño por favor.
-Bueno papi. Resulta que desde que mamá murió yo he pensado muchÃ*simo en esto y pues… he pensado que si dejo que tu me hagas el amor como solÃ*as hacérselo a mi madre podrÃ*as llegar a ser el mismo de antes papito… Yo se que tu amabas a mi madre con locura papi y si tu quieres yo puedo ocupar el lugar de ella papi. Yo puedo ser tu esposa de ahora en adelante si tu asÃ* lo quieres.
-Marisol. Sabes lo que estas diciendo? Me estas insinuando que cometamos incesto hija…
-Pero asÃ* lo quiero yo también papi. Lo he querido desde hace tiempo…
-Osease que ya lo has estado planeando?
-si papi, de hecho pensando que el momento llegarÃ*a pronto compre un par de cosas que pensé serÃ*an de tu agrado.
-Hija. Tú bien sabes que te amo pero hacerte el amor a ti es algo muy grave…
-Papi porque crees que deje la puerta abierta. Porque crees que me he masturbado teniéndote como espectador. Es que acaso no te dabas cuenta? QuerÃ*a sembrar el deseo en ti. Que me desearas como mujer papi.
-Bueno pues hasta cierto punto has logrado tener éxito hija.
-Me dejarÃ*as mostrarte lo que compre antes de que empieces a pensar seriamente en mi proposición papi?
-Si… que fue lo que compraste?
Sin decir nada tomo su maleta y se la llevo al baño donde cerró la puerta. Segundos más tarde salió y me robo la respiración de un solo golpe.
Estaba enfundada en un hermoso baby doll de color rojo a través del cual podÃ*a ver a la perfección su hermosa figura. PodÃ*a decir que sus pezones estaban duros, el vello púbico podÃ*a verse incluso también a través del conjunto.
-Por dios eres hermosa!- Le dije sin pensar lo que decÃ*a mientras sentÃ*a como mi pene luchaba por salirse del short.
-En verdad te gusta?
-Por dios que me gusta. Hasta un hombre muerto podrÃ*a revivir nomás de verte!
-Aparte de esto compre esto también.- Dijo mientras me mostraba un paquete de 12 condones.- Probablemente este lista para hacer el amor pero aún no estoy lista para tener un bebe.
-Pero hija tú eres mi niña, mi flor, mi pequeña. Yo no podrÃ*a…
Mi hija me miro desilusionada al oÃ*r mis palabras.
-Bueno, creo que eso no opina lo mismo papi!- Me dijo señalando a mi pene que lucÃ*a duro como una roca debajo de mi short.
-papá, yo se que tu nunca me harÃ*as daño. A mi me gustarÃ*a ser todo para ti. Necesito saber que me amas como amabas a mamá papi. Quiero que me ames con la misma intensidad con la que amabas a mami si?- Me suplico al tiempo en que se sentaba en mis rodillas.
-Yo se que tu también quieres papi. Tu pene no miente…- Me dijo mientras con una mano lo acariciaba por encima del short.
No pude resistir más y me deje llevar por el deseo. Ver su gesto cuando mis brazos rodearon su cintura fue todo para mÃ*. Más no para ella que agachándose un poco me beso en los labios. Mi mente voló al sentir el calor de sus labios y su mano sujetando mi pene. Comencé a darle un beso francés y pronto me encontraba devorando su hermosa y pequeña boca.
Antes de darme cuenta de lo que estaba pasando, Marisol tenÃ*a mi pene agarrado por dentro del short. Me lo estaba masajeando riquÃ*simo. Como un último recurso para impedir el enorme pecado que se avecinaba, la avente de un empujón y mi hija al verse rechazada comenzó a llorar.
-Tu no me amas!
Que demonios estaba haciendo? El cuerpo de mi hija era lo que más deseaba en este mundo. Al diablo con los tabúes pensé. He encontrado la felicidad en mi hija.
-Lo siento amor mÃ*o. Perdóname. Prometo ser bueno de ahora en adelante amor.
La acerque a mÃ* y la bese nuevamente como lo habÃ*a hecho poco antes. Poco a poco comenzó a calmarse y de nuevo ahÃ* estábamos besándonos comos dos locos.
Se sentó en mis piernas nuevamente mientras nuestras lenguas seguÃ*an jugando. Con una mano volvió a tomar mi pene para masajearlo nuevamente y esta vez hizo a un lado mi short.
-Papi quiero que esta noche me trates como a mamá. Quiero que me hagas sentir todo lo que ella sentÃ*a por favor.
-Esta bien amor. Por esta noche tú serás mi esposa. Si asÃ* lo quieres asÃ* será mi cielo.
Al parecer mi hija estaba consciente de lo que iba a suceder. La iba a enseñar a ser mi mujer, justo como su madre lo era. Y esto implicaba aprender a ser una salvaje en la cama como lo era su madre.
-Quiero que sepas que tu madre en el dÃ*a era una mujer tierna, pero en la noche era una mujer salvaje amor. Entiendes a lo que me refiero?
-Si, quieres decir que mi madre era una mujer a la que le importaba más ser follada como puta que amada cierto?
Realmente me sorprendió que captara rápido pero más me sorprendió el lenguaje de mi hija.
-Si te hace sentir mejor papi. Quiero que sepas que puedes tratarme como a una putita. Quiero que me hagas todo lo que le hacÃ*as a mi madre. Eso y mucho más. Te voy a demostrar que soy capaz de ocupar el lugar de mi mami. AsÃ* que porque no empiezas de una buena vez y me demuestras de que estas hecho papi?
Rodeándola con mis brazos la atraje a mÃ* y la bese salvajemente. Mis manos corrieron por todo su cuerpo acariciando cada centÃ*metro de su piel. En cuanto rompimos el beso Marisol me pidió que la desnudara.
-Desnúdame papi!
Con velocidad la desnude y pronto mi boca se apodero de sus duros pezones.
-Hmm que rico papi!! Asii chupamelos papito hmm
Una y otra vez mi boca devoro sus pezones chupandolos, mordiéndolos y besando sus senos con ansia.
-Tienes unas tetas riquÃ*simas hija!
La tumbe en la cama y separando sus piernas me hundÃ* en medio de estas para empezar a chupar su cuevita virgen.
-Incluso de aquÃ* te pareces mucho a tu mami hija…
Comencé a buscar su clÃ*toris y me sorprendÃ* al ver que el clÃ*toris de mi hija era idéntico al de su madre. Marisol brinco al sentir mi lengua en su conchita por primera vez en su vida.
-Aaahhh papiii!! Hmm cómeme papito cómeme la conchita…
Continué succionando y chupando su conchita joven una y otra vez saboreando el delicioso sabor de su néctar joven.
-Aahhmmmm papi!! Que ricooo hmm
Gritaba tan fuerte que probablemente los vecinos la hubieran oÃ*do. Mientras le chupaba la conchita con sus dos manos tomaba sus senos y los juntaba haciendo fuerza sobre ellos. En eso comenzó a moverse e incorporándose un poco rodó hasta llegar a la altura de mi pene con su boca.
-Sabes hija, no tienes que hacer eso amor.
-No es que tenga papi es que en verdad deseo hacerlo…
-Acaso sabes como…
Apenas estaba por terminar cuando mi hija cerrando sus ojos se hundió un buen pedazo de mi carne masculina en su boca.
-Aaahhhhh bebe hermosa! Hmm -No pude evitar gemir del placer al sentir su calida boquita succionando mi pene.
Poco a poco fue metiéndose más de mi pene en su pequeña boca hasta llegar a desparecer la mitad de este dentro.
-hmm que rico!!!- Chupaba como una experta la polla. Igual que su mamá…
Apenas saco mi pene de su boca le pregunte en donde habÃ*a aprendido a hacerlo.
-Mire a escondidas a una amiga mientras ella le chupaba el pene a su novio…
Tras decir esto se acomodo encima de mÃ* y mientras se acomodaba mi pene en la entrada de su conchita le dije:
-Estas segura de hacer esto?
-Más que nada en el mundo papi.
-Puede que duela…
-Lo se pero no me importa. Se que serás bueno conmigo papito.
Apenas dijo esto comencé a empujar poco a poco haciendo que la cabeza de mi pene comenzara a entrar.
-Ohhh dios mÃ*o!!! Duele! Arggghhh!!- Grito Marisol pero ya no habÃ*a marcha atrás.
MetÃ* un poco más hasta que la cabeza desapareció y espere a que el dolor se convirtiera en placer.
-Hmm nunca pensé que se sentirÃ*a asÃ* tener un pene dentro papito.
Ahora fue ella quien comenzó a meterse poco a poco el pedazo de pene en su cuevita abriéndola lo más que se podÃ*a.
-Aaghhhh papitooo!!
-Ten cuidado amor… aaahmmm con cuidado hija…
Mientras más se metÃ*a más le dolÃ*a pero en ningún momento paro. Al parecer estaba más que decidida a ocupar el lugar de su madre.
-Aagaggghh papito duele pero se siente muy bien hmmm
De un fuerte golpe se sentó y fue aquÃ* cuando la sangre comenzó a escurrir por sus piernitas. HabÃ*a roto el himen de mi hija. La habÃ*a desvirgado…
Marisol continuó bajando y subiendo lentamente y pronto su cara mostró puro placer.
Poso sus manos sobre mi pecho y comenzó a cabalgar con fuerza…
-Aaaahhhh papi hmm papi papacito lindo!
-hmmm oooohhh Marisooolll amorrr mio!!
La sujete de sus dos tetas y marcándole el ritmo la hice cabalgarme esa noche como todo una puta.
-Assiii aprendesss rápidooo hmmm!!
-Aaahh si papi asÃ* dámela duroo
-Aaahhh que delicia hijita
-Aaahh papito dame duro que me voy a venir!!! Assii hmmm
Con fuerza la bombee haciendo temblar la cama con brusquedad mientras la sujetaba con fuerza de las nalgas nalgueándola de vez en cuando.

-Aaahhh hija!!!
-Ahhh papitoooooo!!!
Sin poder aguantar más los dos explotamos en un tremendo orgasmo lleno de placer.
-Aaahhhhh!! Hmm
-Ooooh aggghhhh papis papito hmmm
La leche inundo su conchita y los dos caÃ*mos como muertos sobre la cama.
Dos minutos después mi hija dijo:
-Papá!! El condón!!
Lo habÃ*amos olvidado por completo…
Continuara ¿?
 
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