A los 13 años se murió mi madre y me quedé en casa con mi hermano mayor y con mi papi. Desde el gran suceso mi papi se había responsabilizado en traer siempre un pan a la mesa, sin embargo, no era fácil gracias a mis caprichos.
Todo se descontroló cuando estaba por cumplir los 18, para ese entonces mi hermano ya tenía 22 años y siempre se la pasaba por fuera de casa, ya que se encontraba estudiando y trabajando al mismo tiempo, aparte iba al gimnasio cerca de la casa, donde entrenaba todos los días y tenía un cuerpo atlético envidiable por todos sus colegas.
A los dos nos decían que teníamos cuerpos increíbles, sin embargo, yo nunca me lo creí, ya que mis senos eran muy grandes, que al usar algunas blusas se veía vulgar, así que cada que vez que un hombre me buscaba en una discoteca, me aleja inmediatamente al saber cuál era su intención, que siempre era cogerme.
―Mi niña ―hablo mi papi, mientras se acercaba a mí ―Ya tienes alguna idea de lo que vas a hacer el próximo año cuando termines de estudiar.
―No tengo ni idea que estudiar papi ―le comente mi frustración.
―Pues mi niña, puedes hacer como el resto de tus amigas y buscar un trabajo ―La verdad es que todas mis amigas habían comenzado a trabajar, para poder tener sus lujos y muchas de ellas habían llegado a conocer nuevas personas, por fuera del colegio que ahora eran sus parejas. Así que tal vez sería una buena idea.
―Pues lo voy a pensar papi.
―Bueno mi niña, cualquier cosa me comentas y yo te ayudo a buscar un trabajo ―luego de eso me abrazo, espichando mis tetas con su pecho fuerte.
Mi papi había cumplido hace un par de meses los 48 y su cuerpo seguía siendo envidiable como el de mi hermano y es que también entrenaba en muchas ocasiones con él, llegando ambos sudados a la casa para la cena.
Pasaron algunas semanas y mis clases se iban a acabar en un par de días, así que me dirigí a la oficina de papi con determinación. Pase sin tocar e inmediatamente lo vi con su polla al aire y como su mano hacía movimientos acelerados de arriba a abajo.
Tarde en reaccionar, sin embargo, al darme cuenta de lo que estaba haciendo, voltee inmediatamente.
―Perdón papi ―me disculpé, dándome cuenta de lo roja que se ponían mis mejillas ―No era mi intención interrumpirte.
―Tranquila mi niña es natural, ya puedes voltear ―espere unos cuantos segundos y voltee a mirarlo con vergüenza ―¿Me necesitabas?
―Sí, es que he decidido comenzar a trabajar apenas terminé el colegio y como ya me encuentro en la última semana, te lo quería comentar, por si acaso tú conoces algún trabajo.
―Que bueno que ya hayas decidido, para que puedas saciarte todos tus caprichos ―asentí todavía sintiendo como el lugar se encontraba tan caliente, por todo lo sucedido ―Mañana mismo te enseño de que es el trabajo para que puedas comenzar.
―Bueno papi, gracias ―dije, dándome la vuelta, para salir.
Sin embargo, antes de dar un paso más, escucho nuevamente la voz de mi papi.
―Y mi besito de agradecimiento ―era una costumbre siempre de darle un piquito en los labios para despedirme y salir.
Así que me voltee y camine lentamente, hasta su asiento, donde pude observar que en su portátil tenía una página porno, donde una chica se encontraba con dos pollas en sus dos agujeros, y como la de papi estaba a nada de reventarle el pantalón.
Me tomo de los brazos con mucha delicadeza y acerco sus labios a los míos, yo cerré los ojos y le di un pico para salir. Volteo rápidamente, sintiendo como todos mis nervios están por mi cuerpo y como siento un placer en este momento creciente en mi coño.
―Buena chica ―su mano golpea una nalga y se ríe despachándome del estudio para seguir con su autocomplacencia.
Salgo al salón y me dirijo inmediatamente a mi cuarto, con mi coño mojado por todo lo que acaba de suceder e intentando analizar todo, como su polla estaba tan dura a un par de centímetros de mi cuerpo.
Al día siguiente, después de clases y luego de masturbarme por la situación del día anterior con mi papi, vuelvo a su estudio con el de la mano.
―Bueno mi niña, este trabajo que te voy a contar, es el mismo en el que tu hermano trabaja actualmente, ya que le da muchísimo dinero y gracias a ello puede estudiar en la mejor universidad del estado.
―¿En qué trabaja Esteban? ―pregunto con mucha curiosidad, pensando que puedo trabajar de la mano de mi hermano y que va a ser mucho más sencillo.
―Él trabaja en el bar CULPADO, no sé si lo conoces, pero es uno de los mejores bares de la ciudad, y lo que hace allí es bailar como un profesional y también realiza algunos trabajitos por fuera para clientes exclusivos ―para un momento mirando mi reacción ―Y por esos trabajos que realiza se ha ganado mucha plata para estudiar y hacer lo que quiera.
Intento reaccionar a toda esa información que me acaba de soltar.
―¿Mi hermano se prostituye? ―pregunto con cautela. Él asiente lentamente con una sonrisa en su rostro.
―Así es mi niña, por eso para tu hermano es tan importante realizar ejercicio todos los días, ya que debe mantener esa figura que hace que sus clientes siempre lo deseen a él.
Intento comprender todo lo que me dice y me jala para sentarme encima de él, que se encuentra sentado en su escritorio, para que pueda ver la pantalla del portátil.
―Aquí está tu hermano en el trabajo ―lo que observa me deja en shock, me encuentro a Esteban con su polla entrando a otro hombre y como estos dos jadean.
La escena de mi hermano, hace que mi coño se moje de inmediato, como su polla dura entra en el otro hombre, que solo jadea contra las sabanas, mientras que mi hermano sigue con el movimiento, hasta que se voltea a darle un beso en los labios.
―¿Tú quieres que me prostituya? ―pregunto, sintiendo como la polla de mi papi crece debajo de mis glúteos.
―Mi niña, lo que yo quiero es enseñarte a usar tu cuerpo para tu beneficio y si este te trae dinero, que mejor que eso ―sus manos comienzan acariciar mis tetas encima de la tela de mi blusa.
―Papi, esto no está bien ―intento levantarme, sin embargo, sus manos no me dejan.
―Tú todavía no conoces todo lo que tu cuerpo puede hacer por ti mi niña, por eso te da miedo, pero aquí está papi para ti.
Sus caricias siguen por mis tetas que reaccionan a su cuerpo fuerte debajo del mío, sus manos se pierden debajo de mi blusa, mientras mis ojos intentan encontrar los suyos.
―Tu hermano también al inicio tenía miedo y míralo ahora, todo un profesional, cumpliendo todo lo que él quiere, comprando su primer carro, estudiando en la mejor universidad.
La mano que tenía en la cintura, baja a mis shorts y comienza a desabotonar el primer botón con mucha habilidad, hasta que encuentra mis bragas y suspira fuertemente en mi oído.
―¿Ya te han entrado alguna polla por aquí? ―pregunta, mientras un dedo entra a mí y yo gimo.
Su dedo sigue entrando y saliendo lentamente y gemidos salen de mi boca por respuesta. Siento como mi coño se moja más y como empapa todo el dedo de mi papi.
―Dime mi niña, ¿Alguna vez te han penetrado? ―niego con la cabeza como respuesta, cuando su dedo entra en lo más profundo y me roba un gemido alto que sale por mis labios.
―Quiero que me digas una respuesta completa, como te enseñe Hannah ―mi papi nunca usa mi nombre, así que intento obedecer, pero su dedo sigue entrando y saliendo con maestría, mientras que su otra mano se encuentra en mis senos, pellizcando cada uno de mis pezones ―Si no me respondes, te voy a tener que castigar y eso no te va a gustar.
―Nunca he tenido sexo con algún hombre ―respondo rápidamente, mientras mi cuerpo sigue con el vaivén, intentando que su dedo llego a lo más profundo de mi coño.
Entra un segundo dedo y siento como mi coño se dilata más, abriéndose y dándole campo para complacerme.
Nunca nadie antes me había tocado, como mi papi lo está haciendo en este momento, como sus fuertes suspiros siguen en mi oído, sus dedos dentro de mí y el video de mi hermano en reproducción en el portátil.
―¿Estabas esperando que papi, te estrenara, cierto mi niña? ―sus dos dedos se profundizan dentro de mí haciendo que siga gimiendo alto. Se mueve haciendo círculos por dentro, donde solo puedo cerrar mis ojos ―Quiero una respuesta Hannah.
―Sí papi ―gimo alto ―Te estaba esperando a ti ―digo, mientras el orgasmo ataca todos mis sentidos y como los dedos de papi no dejan de moverse dentro de mi coño ―Papi ―gimo alto cuando siento como sus dedos se profundizan para quitarme hasta mi último jadeo.
―Así te quería ver mi niña ―besa mi cabeza, mientras yo intento respirar con tranquilidad ―Tú vas a ser una buena puta y todo te lo va a enseñar tu papi.
Luego que papi me hiciera terminar con sus dedos dentro de mi coño, me quita el short y la camisa que tengo puesta.
―Eres muy guapa Hannah y muchos clientes van a quedar maravillados por esas tetas grandes que tienes mi niña ―dijo, mientras con su mano seguía pellizcando mis pezones.
―Papi me duele ―me quejo cuando estira con sus dos dedos que anteriormente habían estado dentro de mí a mi pezón izquierdo.
Me voltea con sus dos manos, quedando ahorcadas encima de él, con mi coño chorreando sobre su polla dura que se moldea perfectamente con todo y su pantalón.
―Mi niña, tienes que aprender muchas cosas, entre esas que el dolor que te provocan, es una manera de generar placer ―Luego de esto, su boca se dirigió a mis tetas y comenzó a lamerlas despacio, como si fuera un bebe ―Me haces tener la polla azul, como nunca antes la he tenido.
―Papi ―gimo, mientras uso mis manos para empujarlo ―Esto no está bien, eres mi padre ―hablo, intentando no distraerme con sus caricias y las succiones que hace en mis pezones adoloridos.
Separa sus labios de mis tetas y veo sus ojos hambrientos.
―Un padre hace todo lo posible para que su hija disfrute y se conozca ―habla con autoridad, mientras su mano aprieta mi cintura ―Un padre hace que su hija le obedezca en todo, así sea a las buenas o a las malas ―hace una pausa ―¿Entendiste?
Asiento con miedo, sin saber que estoy aceptando.
―En este momento sería capaz hasta de violarte ―respira profundo cerrando los ojos, como si estuviera intentando controlar su estado animal ―Pero ya muy pronto vas a ser tú la que ruegue tener una polla dentro de ti.
Papi, me levanta con sus dos manos y me hace dar una vuelta, viendo todo mi cuerpo.
―Vas a generar mucho dinero a la familia y podrás hacer lo que quieras con ese dinero también ―me da una nalgada, dejando roja mi piel sensible ―Ahora ve a bañarte y a descansar un rato mi niña ―dice mientras toma mi mejilla y me planta un beso en los labios ―En la noche seguimos con las lecciones.
Quedo perpleja sin saber qué hacer y volteo hacia la puerta, obedeciendo como la niña obediente que siempre he sido y me dispongo a ir desnuda a mi habitación a asimilar todo lo que ha sucedido.
―¿Cómo vas perdida? ―me sorprende mi hermano, sobresaltando todo mi cuerpo. Inmediatamente por inercia con mis manos intento tapar a mi coño mojado y mis pezones erectos con el otro brazo ―¿Estabas hablando con papá?
Asiento con miedo, mi hermano se encuentra sin camisa y luego de ver ese video, no puedo quitarme la imagen de él. Cuando le estaba entrando su polla en ese desconocido, y jadeando mientras hacía un vaivén de satisfacción.
―Me tengo que ir a bañar ―digo rápido, intentando salir de esa situación mientras le paso por el lado, sin embargo, con su mano fuerte toma mi brazo.
―Hannah no debes tener miedo de nada, papá te va a enseñar todo lo que vas a tener que aprender, para entrar al negocio y te aseguro que lo vas a disfrutar más de lo que seguro papá va a llegar a hacer contigo ―Su mano derecha se dirige a mi coño y con fuerza quita mi mano, tocando con delicadeza mi coño mojado por la corrida de hace un par de minutos ―¿Alguna vez has probado una polla?
Su mano sigue tocando con suavidad mis labios vaginales, hasta que se abre con sus dedos tocando mi clítoris y gimo suavemente.
―Hannah ―reprocha, mirándome a los ojos.
―No, nunca me he comido una polla ―respondo con agresividad, intentando salir de su agarre y de su otra mano que sigue jugando con mi coño en el pasillo de la casa.
―¿Y alguna vez alguien te ha entrado su polla en este suave coño? ―pregunta mientras un dedo entra dentro de mí, haciendo que mi cuerpo se tense por el intruso de su dedo y que gime por el sobresalto.
Niego, intentando zafarme con mis brazos y correr hacia mi habitación, pero su mano rígida en mi brazo no me deja moverme ni un centímetro y ahora mucho menos cuando tengo un dedo dentro de mi coño. Comienza a estimular mi clítoris con su pulgar haciendo círculos a su alrededor y haciendo más presión por unos segundos.
―Papá va a disfrutar en estrenar este estrecho coño tuyo ―habla, mientras con su dedo dentro de mí empieza a hacer un movimiento profundo, llegando a lo más fondo. ―Igual que yo cuando papá me dé el permiso de cogerte y abrirte el coño y el culo con mi polla ―suspira y cierra los ojos como si estuviera imaginando ese momento ―Pero primero debes aprender a mamarla y tragártela completa.
―Suéltame Esteban ―grito, ocultando un gemido por su estimulación constante en mi parte más sensible.
Veo que papá sale a mirar porque he gritado y ve como Esteban me tiene de un brazo y con su otra mano en mi coño, mientras que yo ando apretando las piernas para que no pueda mover su dedo y con mis manos empujándolo con fuerza.
―Mi niño ―habla hacia Esteban ―Tu hermanita quieren que la terminemos violando ―ríe y me pongo rígida.
―Papá, Hannah está muy ardiente y sus pezones no esconden sus ganas de ser follados. ―Veo como papi se acerca desde su oficina, hacia donde nos encontramos nosotros y me arrincona a la pared.
Esteban sigue aplicando presión, sacando y entrando su dedo dentro de mí y ya no puedo ocultar mis jadeos por el placer que me está provocando. Papi toma mis manos y las coloca arriba de mi cabeza para que deje de estar golpeando a su hijo y con eso hace que mis tetas se vean más grandes ante los dos hombres que tengo adelante.
―Yo la había mandado a bañar, pero ya que llegaste temprano de la universidad, qué te gustaría que tu hermana te hiciera ―Esteban me mira un instante y luego dirige su boca a mis tetas y las besa ―Eso sí, menos follarla, yo ya tengo un plan para eso.
Sus dedos siguen moviéndose furiosamente dentro de mí, mientras que yo me revuelco contra la pared.
―Son las más ricas que he visto ―dice mientras succiona haciendo que grite del dolor. Se separa unos centímetros de mis tetas y con la mano que anteriormente tenía en mi brazo toca mi boca, que no puede parar de gemir. ―Voy a aprovechar esta boquita tan pequeña para que me haga una felación.
―Me gusta tu idea mi niño ―papi apoya a Esteban con una palmada en su espalda ―Pero antes hazla terminar y arrodíllala como una puta.
Abro mis ojos, ante la idea de chupar una polla y la verdad es que me genera malestar el saber que va a ser de mi hermano, ese mismo que hace unos cuantos minutos vi que se la metió a otro hombre.
―Va a ser una buena putita ―responde Esteban y entra un dedo dentro de mi boca, mientras que su otra mano sigue estimulando mi orgasmo próximo.
Intento ser fuerte y resistirme a chupar su dedo, resistirme al placer que estos dos hombres que pensaba conocer tan bien no es así.
―Si no lo haces mi niña ―habla papi y lo observo con los ojos casi cerrados ―Voy a tener que estrenar ese coño tuyo como Dios manda y sin tener ninguna compasión contigo. ―hace una pausa y sonríe ―Haré que desees mi polla y la de tu hermano a las malas, entrando los dos al mismo tiempo en tus dos agujeros.
Ante su amenaza comienzo a lamer el dedo de Esteban con miedo, despacio y papi le quita la mano de Esteban que estaba dentro de mi coño, para ser reemplazada por la de él.
―Mi niño, a esta puta toca doblegarla para que aprenda ―nunca antes mi papi me había llamado de esa manera y me resulta desagradable el nombre con el que se dirige a mí ―Así es como se hace ―le habla a Esteban, mientras entra inmediatamente tres dedos dentro de mí, haciendo que gima del dolor. Siento como mis paredes se abren y se moldean a sus dedos gruesos que deja quietos durante un par de segundos.
Papi comienza a moverlos rápido, haciendo que no pueda dejar de jadear, Esteban se deleita y comienza a comerse mis tetas cuando apoyo mi cabeza contra la pared. Siento que tengo las piernas como un espagueti, hasta que ya no puedo resistirme más y me corro furiosamente haciendo que mi cuerpo tiemble y que los dos hombres que tengo dándome placer no dejen de quitarme los ojos de encima.
Gimo alto en la última estocada de sus dedos profundos en mi coño y los saca con un hilo de mis jugos y se los da a probar a Esteban frente a mí.
―Muy delicioso ―Saborea, lamiendo los dedos de papi ―Hace rato no saboreaba un coñito virgen ―los dos se ríen y siento que mi mundo se ha ido, no fue buena idea pedirle a papi que me buscara un empleo.
―Ahora si mi niño, toda tuya, aprovecha y me la dejas bañadita para esta noche ―Esteban asiente con una sonrisa en su rostro y me alza entre sus brazos, mientras se dirige a su habitación.
―Por favor no me hagas nada ―hablo en un tono bajo, por la corrida que acabo de tener y porque no he podido asimilar nada de lo que me han hecho.
―No te voy a hacer nada hermanita, papá es el que va a estrenar ese coño tan rico que tienes, así que no tengas miedo ―me deja encima de la cama y se baja los pantalones con su polla erecta y gruesa.
En vivo y directo se ve más grande que cuando la vi en el video, sus venas sobresalen y noto como está dura como una piedra.
―Ven aquí, que te voy a enseñar como es chupar una polla, para que cuando comiences a trabajar seas la mejor puta de todas ―Yo me quedo inmóvil sin saber qué hacer, con mis ojos fijos en su polla ―Hannah ―habla severamente y subo la mirada. ―Ven aquí ―niego con mi cabeza de un lado al otro, alejándome de él, hasta que toco el cabecero de la cama.
Todo se descontroló cuando estaba por cumplir los 18, para ese entonces mi hermano ya tenía 22 años y siempre se la pasaba por fuera de casa, ya que se encontraba estudiando y trabajando al mismo tiempo, aparte iba al gimnasio cerca de la casa, donde entrenaba todos los días y tenía un cuerpo atlético envidiable por todos sus colegas.
A los dos nos decían que teníamos cuerpos increíbles, sin embargo, yo nunca me lo creí, ya que mis senos eran muy grandes, que al usar algunas blusas se veía vulgar, así que cada que vez que un hombre me buscaba en una discoteca, me aleja inmediatamente al saber cuál era su intención, que siempre era cogerme.
―Mi niña ―hablo mi papi, mientras se acercaba a mí ―Ya tienes alguna idea de lo que vas a hacer el próximo año cuando termines de estudiar.
―No tengo ni idea que estudiar papi ―le comente mi frustración.
―Pues mi niña, puedes hacer como el resto de tus amigas y buscar un trabajo ―La verdad es que todas mis amigas habían comenzado a trabajar, para poder tener sus lujos y muchas de ellas habían llegado a conocer nuevas personas, por fuera del colegio que ahora eran sus parejas. Así que tal vez sería una buena idea.
―Pues lo voy a pensar papi.
―Bueno mi niña, cualquier cosa me comentas y yo te ayudo a buscar un trabajo ―luego de eso me abrazo, espichando mis tetas con su pecho fuerte.
Mi papi había cumplido hace un par de meses los 48 y su cuerpo seguía siendo envidiable como el de mi hermano y es que también entrenaba en muchas ocasiones con él, llegando ambos sudados a la casa para la cena.
Pasaron algunas semanas y mis clases se iban a acabar en un par de días, así que me dirigí a la oficina de papi con determinación. Pase sin tocar e inmediatamente lo vi con su polla al aire y como su mano hacía movimientos acelerados de arriba a abajo.
Tarde en reaccionar, sin embargo, al darme cuenta de lo que estaba haciendo, voltee inmediatamente.
―Perdón papi ―me disculpé, dándome cuenta de lo roja que se ponían mis mejillas ―No era mi intención interrumpirte.
―Tranquila mi niña es natural, ya puedes voltear ―espere unos cuantos segundos y voltee a mirarlo con vergüenza ―¿Me necesitabas?
―Sí, es que he decidido comenzar a trabajar apenas terminé el colegio y como ya me encuentro en la última semana, te lo quería comentar, por si acaso tú conoces algún trabajo.
―Que bueno que ya hayas decidido, para que puedas saciarte todos tus caprichos ―asentí todavía sintiendo como el lugar se encontraba tan caliente, por todo lo sucedido ―Mañana mismo te enseño de que es el trabajo para que puedas comenzar.
―Bueno papi, gracias ―dije, dándome la vuelta, para salir.
Sin embargo, antes de dar un paso más, escucho nuevamente la voz de mi papi.
―Y mi besito de agradecimiento ―era una costumbre siempre de darle un piquito en los labios para despedirme y salir.
Así que me voltee y camine lentamente, hasta su asiento, donde pude observar que en su portátil tenía una página porno, donde una chica se encontraba con dos pollas en sus dos agujeros, y como la de papi estaba a nada de reventarle el pantalón.
Me tomo de los brazos con mucha delicadeza y acerco sus labios a los míos, yo cerré los ojos y le di un pico para salir. Volteo rápidamente, sintiendo como todos mis nervios están por mi cuerpo y como siento un placer en este momento creciente en mi coño.
―Buena chica ―su mano golpea una nalga y se ríe despachándome del estudio para seguir con su autocomplacencia.
Salgo al salón y me dirijo inmediatamente a mi cuarto, con mi coño mojado por todo lo que acaba de suceder e intentando analizar todo, como su polla estaba tan dura a un par de centímetros de mi cuerpo.
Al día siguiente, después de clases y luego de masturbarme por la situación del día anterior con mi papi, vuelvo a su estudio con el de la mano.
―Bueno mi niña, este trabajo que te voy a contar, es el mismo en el que tu hermano trabaja actualmente, ya que le da muchísimo dinero y gracias a ello puede estudiar en la mejor universidad del estado.
―¿En qué trabaja Esteban? ―pregunto con mucha curiosidad, pensando que puedo trabajar de la mano de mi hermano y que va a ser mucho más sencillo.
―Él trabaja en el bar CULPADO, no sé si lo conoces, pero es uno de los mejores bares de la ciudad, y lo que hace allí es bailar como un profesional y también realiza algunos trabajitos por fuera para clientes exclusivos ―para un momento mirando mi reacción ―Y por esos trabajos que realiza se ha ganado mucha plata para estudiar y hacer lo que quiera.
Intento reaccionar a toda esa información que me acaba de soltar.
―¿Mi hermano se prostituye? ―pregunto con cautela. Él asiente lentamente con una sonrisa en su rostro.
―Así es mi niña, por eso para tu hermano es tan importante realizar ejercicio todos los días, ya que debe mantener esa figura que hace que sus clientes siempre lo deseen a él.
Intento comprender todo lo que me dice y me jala para sentarme encima de él, que se encuentra sentado en su escritorio, para que pueda ver la pantalla del portátil.
―Aquí está tu hermano en el trabajo ―lo que observa me deja en shock, me encuentro a Esteban con su polla entrando a otro hombre y como estos dos jadean.
La escena de mi hermano, hace que mi coño se moje de inmediato, como su polla dura entra en el otro hombre, que solo jadea contra las sabanas, mientras que mi hermano sigue con el movimiento, hasta que se voltea a darle un beso en los labios.
―¿Tú quieres que me prostituya? ―pregunto, sintiendo como la polla de mi papi crece debajo de mis glúteos.
―Mi niña, lo que yo quiero es enseñarte a usar tu cuerpo para tu beneficio y si este te trae dinero, que mejor que eso ―sus manos comienzan acariciar mis tetas encima de la tela de mi blusa.
―Papi, esto no está bien ―intento levantarme, sin embargo, sus manos no me dejan.
―Tú todavía no conoces todo lo que tu cuerpo puede hacer por ti mi niña, por eso te da miedo, pero aquí está papi para ti.
Sus caricias siguen por mis tetas que reaccionan a su cuerpo fuerte debajo del mío, sus manos se pierden debajo de mi blusa, mientras mis ojos intentan encontrar los suyos.
―Tu hermano también al inicio tenía miedo y míralo ahora, todo un profesional, cumpliendo todo lo que él quiere, comprando su primer carro, estudiando en la mejor universidad.
La mano que tenía en la cintura, baja a mis shorts y comienza a desabotonar el primer botón con mucha habilidad, hasta que encuentra mis bragas y suspira fuertemente en mi oído.
―¿Ya te han entrado alguna polla por aquí? ―pregunta, mientras un dedo entra a mí y yo gimo.
Su dedo sigue entrando y saliendo lentamente y gemidos salen de mi boca por respuesta. Siento como mi coño se moja más y como empapa todo el dedo de mi papi.
―Dime mi niña, ¿Alguna vez te han penetrado? ―niego con la cabeza como respuesta, cuando su dedo entra en lo más profundo y me roba un gemido alto que sale por mis labios.
―Quiero que me digas una respuesta completa, como te enseñe Hannah ―mi papi nunca usa mi nombre, así que intento obedecer, pero su dedo sigue entrando y saliendo con maestría, mientras que su otra mano se encuentra en mis senos, pellizcando cada uno de mis pezones ―Si no me respondes, te voy a tener que castigar y eso no te va a gustar.
―Nunca he tenido sexo con algún hombre ―respondo rápidamente, mientras mi cuerpo sigue con el vaivén, intentando que su dedo llego a lo más profundo de mi coño.
Entra un segundo dedo y siento como mi coño se dilata más, abriéndose y dándole campo para complacerme.
Nunca nadie antes me había tocado, como mi papi lo está haciendo en este momento, como sus fuertes suspiros siguen en mi oído, sus dedos dentro de mí y el video de mi hermano en reproducción en el portátil.
―¿Estabas esperando que papi, te estrenara, cierto mi niña? ―sus dos dedos se profundizan dentro de mí haciendo que siga gimiendo alto. Se mueve haciendo círculos por dentro, donde solo puedo cerrar mis ojos ―Quiero una respuesta Hannah.
―Sí papi ―gimo alto ―Te estaba esperando a ti ―digo, mientras el orgasmo ataca todos mis sentidos y como los dedos de papi no dejan de moverse dentro de mi coño ―Papi ―gimo alto cuando siento como sus dedos se profundizan para quitarme hasta mi último jadeo.
―Así te quería ver mi niña ―besa mi cabeza, mientras yo intento respirar con tranquilidad ―Tú vas a ser una buena puta y todo te lo va a enseñar tu papi.
Luego que papi me hiciera terminar con sus dedos dentro de mi coño, me quita el short y la camisa que tengo puesta.
―Eres muy guapa Hannah y muchos clientes van a quedar maravillados por esas tetas grandes que tienes mi niña ―dijo, mientras con su mano seguía pellizcando mis pezones.
―Papi me duele ―me quejo cuando estira con sus dos dedos que anteriormente habían estado dentro de mí a mi pezón izquierdo.
Me voltea con sus dos manos, quedando ahorcadas encima de él, con mi coño chorreando sobre su polla dura que se moldea perfectamente con todo y su pantalón.
―Mi niña, tienes que aprender muchas cosas, entre esas que el dolor que te provocan, es una manera de generar placer ―Luego de esto, su boca se dirigió a mis tetas y comenzó a lamerlas despacio, como si fuera un bebe ―Me haces tener la polla azul, como nunca antes la he tenido.
―Papi ―gimo, mientras uso mis manos para empujarlo ―Esto no está bien, eres mi padre ―hablo, intentando no distraerme con sus caricias y las succiones que hace en mis pezones adoloridos.
Separa sus labios de mis tetas y veo sus ojos hambrientos.
―Un padre hace todo lo posible para que su hija disfrute y se conozca ―habla con autoridad, mientras su mano aprieta mi cintura ―Un padre hace que su hija le obedezca en todo, así sea a las buenas o a las malas ―hace una pausa ―¿Entendiste?
Asiento con miedo, sin saber que estoy aceptando.
―En este momento sería capaz hasta de violarte ―respira profundo cerrando los ojos, como si estuviera intentando controlar su estado animal ―Pero ya muy pronto vas a ser tú la que ruegue tener una polla dentro de ti.
Papi, me levanta con sus dos manos y me hace dar una vuelta, viendo todo mi cuerpo.
―Vas a generar mucho dinero a la familia y podrás hacer lo que quieras con ese dinero también ―me da una nalgada, dejando roja mi piel sensible ―Ahora ve a bañarte y a descansar un rato mi niña ―dice mientras toma mi mejilla y me planta un beso en los labios ―En la noche seguimos con las lecciones.
Quedo perpleja sin saber qué hacer y volteo hacia la puerta, obedeciendo como la niña obediente que siempre he sido y me dispongo a ir desnuda a mi habitación a asimilar todo lo que ha sucedido.
―¿Cómo vas perdida? ―me sorprende mi hermano, sobresaltando todo mi cuerpo. Inmediatamente por inercia con mis manos intento tapar a mi coño mojado y mis pezones erectos con el otro brazo ―¿Estabas hablando con papá?
Asiento con miedo, mi hermano se encuentra sin camisa y luego de ver ese video, no puedo quitarme la imagen de él. Cuando le estaba entrando su polla en ese desconocido, y jadeando mientras hacía un vaivén de satisfacción.
―Me tengo que ir a bañar ―digo rápido, intentando salir de esa situación mientras le paso por el lado, sin embargo, con su mano fuerte toma mi brazo.
―Hannah no debes tener miedo de nada, papá te va a enseñar todo lo que vas a tener que aprender, para entrar al negocio y te aseguro que lo vas a disfrutar más de lo que seguro papá va a llegar a hacer contigo ―Su mano derecha se dirige a mi coño y con fuerza quita mi mano, tocando con delicadeza mi coño mojado por la corrida de hace un par de minutos ―¿Alguna vez has probado una polla?
Su mano sigue tocando con suavidad mis labios vaginales, hasta que se abre con sus dedos tocando mi clítoris y gimo suavemente.
―Hannah ―reprocha, mirándome a los ojos.
―No, nunca me he comido una polla ―respondo con agresividad, intentando salir de su agarre y de su otra mano que sigue jugando con mi coño en el pasillo de la casa.
―¿Y alguna vez alguien te ha entrado su polla en este suave coño? ―pregunta mientras un dedo entra dentro de mí, haciendo que mi cuerpo se tense por el intruso de su dedo y que gime por el sobresalto.
Niego, intentando zafarme con mis brazos y correr hacia mi habitación, pero su mano rígida en mi brazo no me deja moverme ni un centímetro y ahora mucho menos cuando tengo un dedo dentro de mi coño. Comienza a estimular mi clítoris con su pulgar haciendo círculos a su alrededor y haciendo más presión por unos segundos.
―Papá va a disfrutar en estrenar este estrecho coño tuyo ―habla, mientras con su dedo dentro de mí empieza a hacer un movimiento profundo, llegando a lo más fondo. ―Igual que yo cuando papá me dé el permiso de cogerte y abrirte el coño y el culo con mi polla ―suspira y cierra los ojos como si estuviera imaginando ese momento ―Pero primero debes aprender a mamarla y tragártela completa.
―Suéltame Esteban ―grito, ocultando un gemido por su estimulación constante en mi parte más sensible.
Veo que papá sale a mirar porque he gritado y ve como Esteban me tiene de un brazo y con su otra mano en mi coño, mientras que yo ando apretando las piernas para que no pueda mover su dedo y con mis manos empujándolo con fuerza.
―Mi niño ―habla hacia Esteban ―Tu hermanita quieren que la terminemos violando ―ríe y me pongo rígida.
―Papá, Hannah está muy ardiente y sus pezones no esconden sus ganas de ser follados. ―Veo como papi se acerca desde su oficina, hacia donde nos encontramos nosotros y me arrincona a la pared.
Esteban sigue aplicando presión, sacando y entrando su dedo dentro de mí y ya no puedo ocultar mis jadeos por el placer que me está provocando. Papi toma mis manos y las coloca arriba de mi cabeza para que deje de estar golpeando a su hijo y con eso hace que mis tetas se vean más grandes ante los dos hombres que tengo adelante.
―Yo la había mandado a bañar, pero ya que llegaste temprano de la universidad, qué te gustaría que tu hermana te hiciera ―Esteban me mira un instante y luego dirige su boca a mis tetas y las besa ―Eso sí, menos follarla, yo ya tengo un plan para eso.
Sus dedos siguen moviéndose furiosamente dentro de mí, mientras que yo me revuelco contra la pared.
―Son las más ricas que he visto ―dice mientras succiona haciendo que grite del dolor. Se separa unos centímetros de mis tetas y con la mano que anteriormente tenía en mi brazo toca mi boca, que no puede parar de gemir. ―Voy a aprovechar esta boquita tan pequeña para que me haga una felación.
―Me gusta tu idea mi niño ―papi apoya a Esteban con una palmada en su espalda ―Pero antes hazla terminar y arrodíllala como una puta.
Abro mis ojos, ante la idea de chupar una polla y la verdad es que me genera malestar el saber que va a ser de mi hermano, ese mismo que hace unos cuantos minutos vi que se la metió a otro hombre.
―Va a ser una buena putita ―responde Esteban y entra un dedo dentro de mi boca, mientras que su otra mano sigue estimulando mi orgasmo próximo.
Intento ser fuerte y resistirme a chupar su dedo, resistirme al placer que estos dos hombres que pensaba conocer tan bien no es así.
―Si no lo haces mi niña ―habla papi y lo observo con los ojos casi cerrados ―Voy a tener que estrenar ese coño tuyo como Dios manda y sin tener ninguna compasión contigo. ―hace una pausa y sonríe ―Haré que desees mi polla y la de tu hermano a las malas, entrando los dos al mismo tiempo en tus dos agujeros.
Ante su amenaza comienzo a lamer el dedo de Esteban con miedo, despacio y papi le quita la mano de Esteban que estaba dentro de mi coño, para ser reemplazada por la de él.
―Mi niño, a esta puta toca doblegarla para que aprenda ―nunca antes mi papi me había llamado de esa manera y me resulta desagradable el nombre con el que se dirige a mí ―Así es como se hace ―le habla a Esteban, mientras entra inmediatamente tres dedos dentro de mí, haciendo que gima del dolor. Siento como mis paredes se abren y se moldean a sus dedos gruesos que deja quietos durante un par de segundos.
Papi comienza a moverlos rápido, haciendo que no pueda dejar de jadear, Esteban se deleita y comienza a comerse mis tetas cuando apoyo mi cabeza contra la pared. Siento que tengo las piernas como un espagueti, hasta que ya no puedo resistirme más y me corro furiosamente haciendo que mi cuerpo tiemble y que los dos hombres que tengo dándome placer no dejen de quitarme los ojos de encima.
Gimo alto en la última estocada de sus dedos profundos en mi coño y los saca con un hilo de mis jugos y se los da a probar a Esteban frente a mí.
―Muy delicioso ―Saborea, lamiendo los dedos de papi ―Hace rato no saboreaba un coñito virgen ―los dos se ríen y siento que mi mundo se ha ido, no fue buena idea pedirle a papi que me buscara un empleo.
―Ahora si mi niño, toda tuya, aprovecha y me la dejas bañadita para esta noche ―Esteban asiente con una sonrisa en su rostro y me alza entre sus brazos, mientras se dirige a su habitación.
―Por favor no me hagas nada ―hablo en un tono bajo, por la corrida que acabo de tener y porque no he podido asimilar nada de lo que me han hecho.
―No te voy a hacer nada hermanita, papá es el que va a estrenar ese coño tan rico que tienes, así que no tengas miedo ―me deja encima de la cama y se baja los pantalones con su polla erecta y gruesa.
En vivo y directo se ve más grande que cuando la vi en el video, sus venas sobresalen y noto como está dura como una piedra.
―Ven aquí, que te voy a enseñar como es chupar una polla, para que cuando comiences a trabajar seas la mejor puta de todas ―Yo me quedo inmóvil sin saber qué hacer, con mis ojos fijos en su polla ―Hannah ―habla severamente y subo la mirada. ―Ven aquí ―niego con mi cabeza de un lado al otro, alejándome de él, hasta que toco el cabecero de la cama.