Papá me dio a Beber su Lechita
Mis padres se divorciaron cuando yo tenía 10 años, desde ese momento viví con mi madre, me dolió mucho separar me de mi papá ya que el se mudo bastante lejos y solo teníamos comunicación por teléfono.
Tiempo después mi madre conoció a alguien más, Javier era un buen hombre y hacia feliz a mi madre pero yo no me sentía a gusto así que en cuanto cumplí los 19 decidí irme a vivir con mi padre.
A mi madre poco le importo puesto que estaba muy ocupada con Javier viajando de un lado a otro.
Me mudé con Papá que vivía en otra ciudad, me recibió con mucho cariño, yo estaba tan feliz de poder verlo de nuevo.
El me dijo que había pedido vacaciones para pasar más tiempo conmigo, pasábamos los días platicando y viendo películas, mi padre es bastante guapo, alto y fornido pues nunca dejo el ejercicio, mientras hablábamos le pregunté por qué no se había juntado con alguien más.
-despues de lo mío con tu mamá me enfoque mas en mi trabajo, y nadie me ha hecho sentir algo especial-
No me moleste en presionar lo más, mi padre un hombre bueno, trabajador no encontraba a alguien más...
Estando más cómoda en casa y como era temporada de calor comencé a vestirme con ropa más corta, shorts y blusas de tirantes, o me dejaba la pijama, que era un conjunto de suave y ligera tela.
Mi padre no me decía nada así que continúe así, yo no sentía pena o vergüenza, estaba cómoda con mi cuerpo, buenas caderas, unos pechos de buen tamaño, lo que sobresalía era mi culo, era grande y redondo, me sentía orgullosa, era mi mayor atractivo.
Papá también comenzo a andar por la casa solo en pantalones ligeros o shorts de gimnasio, la confianza incremento entre nosotros jugábamos, y bromeábamos.
Un día de esos mientras jugábamos Papá me dió una nalgada, yo solo me reí.
Después de eso papá lo hizo más seguido.
Casi todos los días lo hacía,no me molestaba, de hecho me gustaba era extraño, así que con el pasar de los días agarro cada vez mayor confianza.
-vamos a desayunar princesa-
dijo con su voz tranquila dándome una nalgada como ya era costumbre, pero está vez al darme el azote me agarró el culo en un apretón suave
Yo solo reí y me deje hacer, así eran los cariños de mi padre
-Por qué no te sientas en mis piernas como cuando eras pequeña-
mi padre se sentó y dió unas palmadas en sus piernas
- yo te doy el desayuno princesa-
Me senté en sus piernas, ese día yo llevaba un short ligero que apenas si me tapaba algo de mi ya grande culo
-tengo hambre papi- dije con voz mimosa
-enseguida te doy de comer princesa- sentí la mano de papá recorriendo mi espalda y dando ligeras caricias mientras bajaba hasta detenerse en mis nalgas, corto pequeños trozos de waffle con miel, y me lo dió en la boca, tenía mucha miel y está se escurrió un poco por mi boca dejando caer unas pequeñas gotitas en mis pechos que se asomaban por la fina tela de mi blusa.
Sentí un nuevo apretón en mis nalgas seguido de un azote
-eres una niña mala te estás ensuciando- di un pequeño brinco sorprendida, la voz de papá era profunda, me calentó muy dentro sentí arder entre mis piernas, levanté mi mirada y me removí en sus piernas, nunca me había sentido así, y aunque si había pensado de muchas maneras en mi papá no pensé en llevar acabo esas acciones.
-lo siento papito tendré mas cuidado- su sonrisa me dió un escalofrío, había soñado algunas veces con papá, con sus brazos, su abdomen bien marcado, verlo así solo me recordaba mis sueños ...sueños muy húmedos.
El tomo otro trozo de waffle, yo apenas si abrí mi boca y el trozo cayó dentro de mi blusa, sentí otro azote y me mordí el labio.
-te dije que tuvieras cuidado- su voz grave y baja, metió su mano debajo de mi blusa, yo llevaba un bralette de encaje, al sentir su mano sobre mi vientre sentí mis pezones reaccionar.
El me miraba fijamente, de pronto senti sus dedos tocar mi pezón
-hay...papi-
-perdon princesa pensé que era el trozo de waffle- yo estaba segura de que el lo sabia pues el pedacito de waffle descansaba entre mis piernas, su mano recorrió debajo de mi blusa hasta tocar el otro pezón
-papito- suspiré sin Poder evitar lo, sentí que me quemaba debajo, pues un bulto me picaba entre las nalgas, me puse nerviosa al darme cuenta de lo que era.
-perdon princesa ya salió el pedacito de waffle-
el se removió un poco haciendo me sentir su gran mazo, acomodando me mejor, su mano en mi culo no dejaba de acariciar me, no hacía más que calentar me más y más
-princesa deberías tomar un poco de lechita para acompañar tu desayuno-
lo dijo en voz baja muy cerca de mi oído
-la leche es buena para ti mi vida
Yo un tanto aturdida y sorprendida de aquel juego suyo, decidí seguirle, quería sentir lo más, ver más de esta parte de mi padre autoritario y posesivo.
-si papi quiero lechita-
no sabía bien que esperar, entonces mi Papá tomo mi mano y la puso cerca de su miembro
-los vasos están sucios, vas a tomar directo de la mamila ok- yo sentí lo caliente que estaba aún a travez de la tela de su short, lo acaricie un poco y mi padre suspiro echando la cabeza hacia atrás
-esta bien princesa ponte de pie-
yo me baje de un brinco, estaba nerviosa y excitada a partes iguales, mi papá me acaricio la mejilla con cariño mientras que con la otra mano se sobaba su bulto
Haz feliz a papá princesa, ponte de rodillas- hice lo que me pidió acomodando me en medio de sus piernas, esto era algo que yo ya había hecho con exnovios, así que sabía lo que necesitaba de mi, papá sonrió
-abre tu boquita- al abrir la el metió su dedo y comencé a chupar lo lentamente
-mmmm mi niña así, práctica con el dedo de papá-
el se metió una mano a su short sobando su miembro hasta que lo dejo fuera, era enorme, pero eso no me sorprendió tanto como el grosor, era muy grueso, ya brillaba de sus jugos en la punta, y aunque me excito tanto verlo así también me asusté puesto que mi boca es muy pequeña.
-ahora si nena es tiempo de que comiences a tomar tu lechita, saca la lengua-
al sacar la lengua el paso la punta de su pene lentamente
-mmmm que rica lengüita tienes, primero se debe preparar nena, siente lo con tus manos y lame todo-
lo agarre con una de mis manos y me di cuenta de que no lo podía abarcar todo así que lo tome con las dos y comencé a hacer le una paja arriba y abajo lentamente alternando con mucha lengüita
-si princesa así, que rico, que ganas tengo de darte leche,-
-si papito tengo muchas sed dame lechita-
mi calentura iba en aumento, mis bragas estaban mojadisimas y mis pezones duros, bien paraditos, el con una de sus manos agarraba mi cabello y con la otra me jalaba un pezoncito y luego el otro
-ummm Magui cómo has crecido tremendas tetitas las que te cargas-
mis gemidos se hicieron más sonoros, los dedos de mi papá retorciendo mis pezones me ponían cada vez más mojada
-chupa tu mamila mi amor - se agarró el pene y lo fue metiendo lentamente a mi boca, abrí mucho los ojos, y me agarre a sus piernas apenas si entraba en mi boca lastimando me un poco
-si Magui, así, te gusta, te gusta que papá te de tu mamila- yo intentaba chupar, mi papá intentaba meterlo más y más estaba duro y caliente, palpitaba sobre mi lengua, cerro sus ojos y me agarró la cabeza con ambas manos
-vamos Magui tu puedes, toma tu lechita-
el comenzó con mete saca primero lento y luego con mucha fuerza intentando meter lo más, yo sentía que me ahogaba, lo tenía tocando mi garganta, me agarre con más fuerza a sus piernas y sentí las lágrimas en mis mejillas
Papá lo noto y me saco su miembro dejando lleno de mi saliva
- perdón Magui me deje llevar estás bien- tome una bocanada de aire y dejé caer un poco más de mi saliva encima de su miembro
-Estoy bien papi, lo tienes muy grande y apenas me cabe, si quiero tu lechita ...
-no tuve que decir le más, rápidamente tuve de nuevo su miembro en mi boca, follando mi boca con mucha fuerza intentaba meterlo todo pero apenas si me cabía la mitad
-que rica boca tienes Magui, no sabes las ganas que te traigo desde que llegaste- decía papá entre jadeos, acariciando mi cabello y mis mejillas
-vamos princesa toma tu lechita caliente, solo para ti mi vida -lleve una de mis manos a sus testículos y los comencé a acariciar
-Ummm princesa que rica aquí viene tu lechita- sentí como palpitaba en mi boca ahogando me follando sin piedad, sentí pequeñas arcadas por tenerlo tan dentro su mano acariciando mi cuello
-te gusta la mamila de papá con leche caliente-
dijo papá con voz grave y fuerte mientras se corría, escuché su grito y sentí como se derramaba en mi boca la tenia muy llena, cuando terminó de vaciarse lo saco de mi, sonreía orgulloso y yo solo quería hacerlo sentir más feliz así que pase mis lengüita por su falo hasta dejarlo bien limpio.
Continua
-
Mis padres se divorciaron cuando yo tenía 10 años, desde ese momento viví con mi madre, me dolió mucho separar me de mi papá ya que el se mudo bastante lejos y solo teníamos comunicación por teléfono.
Tiempo después mi madre conoció a alguien más, Javier era un buen hombre y hacia feliz a mi madre pero yo no me sentía a gusto así que en cuanto cumplí los 19 decidí irme a vivir con mi padre.
A mi madre poco le importo puesto que estaba muy ocupada con Javier viajando de un lado a otro.
Me mudé con Papá que vivía en otra ciudad, me recibió con mucho cariño, yo estaba tan feliz de poder verlo de nuevo.
El me dijo que había pedido vacaciones para pasar más tiempo conmigo, pasábamos los días platicando y viendo películas, mi padre es bastante guapo, alto y fornido pues nunca dejo el ejercicio, mientras hablábamos le pregunté por qué no se había juntado con alguien más.
-despues de lo mío con tu mamá me enfoque mas en mi trabajo, y nadie me ha hecho sentir algo especial-
No me moleste en presionar lo más, mi padre un hombre bueno, trabajador no encontraba a alguien más...
Estando más cómoda en casa y como era temporada de calor comencé a vestirme con ropa más corta, shorts y blusas de tirantes, o me dejaba la pijama, que era un conjunto de suave y ligera tela.
Mi padre no me decía nada así que continúe así, yo no sentía pena o vergüenza, estaba cómoda con mi cuerpo, buenas caderas, unos pechos de buen tamaño, lo que sobresalía era mi culo, era grande y redondo, me sentía orgullosa, era mi mayor atractivo.
Papá también comenzo a andar por la casa solo en pantalones ligeros o shorts de gimnasio, la confianza incremento entre nosotros jugábamos, y bromeábamos.
Un día de esos mientras jugábamos Papá me dió una nalgada, yo solo me reí.
Después de eso papá lo hizo más seguido.
Casi todos los días lo hacía,no me molestaba, de hecho me gustaba era extraño, así que con el pasar de los días agarro cada vez mayor confianza.
-vamos a desayunar princesa-
dijo con su voz tranquila dándome una nalgada como ya era costumbre, pero está vez al darme el azote me agarró el culo en un apretón suave
Yo solo reí y me deje hacer, así eran los cariños de mi padre
-Por qué no te sientas en mis piernas como cuando eras pequeña-
mi padre se sentó y dió unas palmadas en sus piernas
- yo te doy el desayuno princesa-
Me senté en sus piernas, ese día yo llevaba un short ligero que apenas si me tapaba algo de mi ya grande culo
-tengo hambre papi- dije con voz mimosa
-enseguida te doy de comer princesa- sentí la mano de papá recorriendo mi espalda y dando ligeras caricias mientras bajaba hasta detenerse en mis nalgas, corto pequeños trozos de waffle con miel, y me lo dió en la boca, tenía mucha miel y está se escurrió un poco por mi boca dejando caer unas pequeñas gotitas en mis pechos que se asomaban por la fina tela de mi blusa.
Sentí un nuevo apretón en mis nalgas seguido de un azote
-eres una niña mala te estás ensuciando- di un pequeño brinco sorprendida, la voz de papá era profunda, me calentó muy dentro sentí arder entre mis piernas, levanté mi mirada y me removí en sus piernas, nunca me había sentido así, y aunque si había pensado de muchas maneras en mi papá no pensé en llevar acabo esas acciones.
-lo siento papito tendré mas cuidado- su sonrisa me dió un escalofrío, había soñado algunas veces con papá, con sus brazos, su abdomen bien marcado, verlo así solo me recordaba mis sueños ...sueños muy húmedos.
El tomo otro trozo de waffle, yo apenas si abrí mi boca y el trozo cayó dentro de mi blusa, sentí otro azote y me mordí el labio.
-te dije que tuvieras cuidado- su voz grave y baja, metió su mano debajo de mi blusa, yo llevaba un bralette de encaje, al sentir su mano sobre mi vientre sentí mis pezones reaccionar.
El me miraba fijamente, de pronto senti sus dedos tocar mi pezón
-hay...papi-
-perdon princesa pensé que era el trozo de waffle- yo estaba segura de que el lo sabia pues el pedacito de waffle descansaba entre mis piernas, su mano recorrió debajo de mi blusa hasta tocar el otro pezón
-papito- suspiré sin Poder evitar lo, sentí que me quemaba debajo, pues un bulto me picaba entre las nalgas, me puse nerviosa al darme cuenta de lo que era.
-perdon princesa ya salió el pedacito de waffle-
el se removió un poco haciendo me sentir su gran mazo, acomodando me mejor, su mano en mi culo no dejaba de acariciar me, no hacía más que calentar me más y más
-princesa deberías tomar un poco de lechita para acompañar tu desayuno-
lo dijo en voz baja muy cerca de mi oído
-la leche es buena para ti mi vida
Yo un tanto aturdida y sorprendida de aquel juego suyo, decidí seguirle, quería sentir lo más, ver más de esta parte de mi padre autoritario y posesivo.
-si papi quiero lechita-
no sabía bien que esperar, entonces mi Papá tomo mi mano y la puso cerca de su miembro
-los vasos están sucios, vas a tomar directo de la mamila ok- yo sentí lo caliente que estaba aún a travez de la tela de su short, lo acaricie un poco y mi padre suspiro echando la cabeza hacia atrás
-esta bien princesa ponte de pie-
yo me baje de un brinco, estaba nerviosa y excitada a partes iguales, mi papá me acaricio la mejilla con cariño mientras que con la otra mano se sobaba su bulto
Haz feliz a papá princesa, ponte de rodillas- hice lo que me pidió acomodando me en medio de sus piernas, esto era algo que yo ya había hecho con exnovios, así que sabía lo que necesitaba de mi, papá sonrió
-abre tu boquita- al abrir la el metió su dedo y comencé a chupar lo lentamente
-mmmm mi niña así, práctica con el dedo de papá-
el se metió una mano a su short sobando su miembro hasta que lo dejo fuera, era enorme, pero eso no me sorprendió tanto como el grosor, era muy grueso, ya brillaba de sus jugos en la punta, y aunque me excito tanto verlo así también me asusté puesto que mi boca es muy pequeña.
-ahora si nena es tiempo de que comiences a tomar tu lechita, saca la lengua-
al sacar la lengua el paso la punta de su pene lentamente
-mmmm que rica lengüita tienes, primero se debe preparar nena, siente lo con tus manos y lame todo-
lo agarre con una de mis manos y me di cuenta de que no lo podía abarcar todo así que lo tome con las dos y comencé a hacer le una paja arriba y abajo lentamente alternando con mucha lengüita
-si princesa así, que rico, que ganas tengo de darte leche,-
-si papito tengo muchas sed dame lechita-
mi calentura iba en aumento, mis bragas estaban mojadisimas y mis pezones duros, bien paraditos, el con una de sus manos agarraba mi cabello y con la otra me jalaba un pezoncito y luego el otro
-ummm Magui cómo has crecido tremendas tetitas las que te cargas-
mis gemidos se hicieron más sonoros, los dedos de mi papá retorciendo mis pezones me ponían cada vez más mojada
-chupa tu mamila mi amor - se agarró el pene y lo fue metiendo lentamente a mi boca, abrí mucho los ojos, y me agarre a sus piernas apenas si entraba en mi boca lastimando me un poco
-si Magui, así, te gusta, te gusta que papá te de tu mamila- yo intentaba chupar, mi papá intentaba meterlo más y más estaba duro y caliente, palpitaba sobre mi lengua, cerro sus ojos y me agarró la cabeza con ambas manos
-vamos Magui tu puedes, toma tu lechita-
el comenzó con mete saca primero lento y luego con mucha fuerza intentando meter lo más, yo sentía que me ahogaba, lo tenía tocando mi garganta, me agarre con más fuerza a sus piernas y sentí las lágrimas en mis mejillas
Papá lo noto y me saco su miembro dejando lleno de mi saliva
- perdón Magui me deje llevar estás bien- tome una bocanada de aire y dejé caer un poco más de mi saliva encima de su miembro
-Estoy bien papi, lo tienes muy grande y apenas me cabe, si quiero tu lechita ...
-no tuve que decir le más, rápidamente tuve de nuevo su miembro en mi boca, follando mi boca con mucha fuerza intentaba meterlo todo pero apenas si me cabía la mitad
-que rica boca tienes Magui, no sabes las ganas que te traigo desde que llegaste- decía papá entre jadeos, acariciando mi cabello y mis mejillas
-vamos princesa toma tu lechita caliente, solo para ti mi vida -lleve una de mis manos a sus testículos y los comencé a acariciar
-Ummm princesa que rica aquí viene tu lechita- sentí como palpitaba en mi boca ahogando me follando sin piedad, sentí pequeñas arcadas por tenerlo tan dentro su mano acariciando mi cuello
-te gusta la mamila de papá con leche caliente-
dijo papá con voz grave y fuerte mientras se corría, escuché su grito y sentí como se derramaba en mi boca la tenia muy llena, cuando terminó de vaciarse lo saco de mi, sonreía orgulloso y yo solo quería hacerlo sentir más feliz así que pase mis lengüita por su falo hasta dejarlo bien limpio.
Continua
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