Pablo Obtiene Placer con Isabel, su Mama

heranlu

Veterano
Registrado
Ago 31, 2007
Mensajes
5,327
Likes Recibidos
2,370
Puntos
113
 
 
 
-
Pablo Obtiene Placer con Isabel, su Mama


mi nombre es pablo tengo 20 años y hasta hace unos meses hijo único de un matrimonio proveniente de un humilde pueblito de jornaleros donde como decía Pedro mi padre era él costumbre que tal como sucedió con Isabel mi madre que con tan sólo 13 años de edad mi padre la embarazara aunque claro a cambio de una pequeña remuneración económica a Rodolfo mi abuelo y mejor amigo de la infancia de mi padre (Esto gracias a una absurda ley denominada usos y costumbres).

De Isabel mi madre no voy a comenzar diciendo que nunca me fije en ella como mujer ya que desde que deje de ser un niño y me daba cuenta como los caballeros la miraban a su paso con lujuria; me daba cuenta que mi madre era una hermosa y apetecible mejer. Como tampoco todas esas veces que embriagándome con el rico aroma de su intimidad que dejaba impregnado en sus bragas me masturbaba en su honor y como nunca pasaba de eso y mi madre quizás porque sabia que era una etapa por la que pasábamos todos en la adolescencia fue seguramente por lo que nunca me reprocho nada.

Hasta ese día (Mama tenia 32 años y yo 18); que con motivo de celebrar el nuevo ascenso de mi madre (A jefa de recursos humanos); tuvimos esa noche una pequeña fiesta en la casa con sus amistades mas allegadas (Entre ellas el lic. Valdez su jefe-De ambos-); durante la cual y como a mi padre ya se le estaban pasando las copas fue con la idea de ver si mi madre podía tranquilizarlo un poco por lo que me fui a asomar cauteloso a un cuarto que solíamos utilizar como sala de estudio donde hacía ya bastante rato que se encontraban mi madre con el lic. Valdez y aunque por el bullicio de los invitados no podía escuchar muy bien de lo que platicaban si podía darme cuenta como en tanto que sentada en una silla giratoria mi madre le mostraba algo en la PC al lic. Valdez; este al mismo tiempo que le masajeaba los hombros hacía reír a mi madre que sin notar mi presencia y de la risa que se traía parecía no darse cuenta como sin poder contener la tentación al quedar ante su vista sus enormes y firmes senos el lic. Valdez deslizaba una y otra vez desde sus hombros sus manos acariciándolos con sutileza sobre su vestido hasta que deslizando con lascivia sus manos desde sus hombros liberaba sus firmes senos haciendo gemir a mi madre al apretujárselos con un poco de rudeza y quien apartándolo de sus senos protestando alcanzaba a escuchar que le decía.

¿Qué le pasa licenciado? Respéteme por favor que yo nunca le he dado motivos para que se tome ese tipo de confiancitas conmigo.

¡Por favor Isabel sólo un poquito! Me conformaría con que me chuparas la verga aunque sea un poquito.

¡Que se la chupe su Abuela! Y a mi déjame en paz ó llamo a mí marido para que lo ponga en su lugar.

Dijo mi madre con indignación pero al mismo tiempo girando un poco su silla y volviendo a su trabajo con nerviosismo y que fue la razón por la que al notar su perturbación que en vez entrar y partirle la cara al lic. Valdez decidí observar un poco más como al notar su desconcierto y mi madre frutaba sus bien torneadas piernas una contra la otra; liberando el lic. Valdez su flácido miembro con una mano se masturbaba con suavidad al mismo tiempo que con su otra mano le acariciaba nuevamente sus firmes senos a mi madre que con atónita miraba de reojo con perplejidad como el miembro del lic. Valdez iba cobrando vida; estremeciéndose con suavidad cuando al mismo tiempo que con un poco de brusquedad le liberaba nuevamente los grandes y firmes senos de mi madre quien sin poder contener más lo lúbrica que se sentía y esbozando en su rostro el mas bello gesto de sensualidad engullía el duro miembro del lic. Valdez que le decía.

¡Así mi putita rica! Chúpame la verga como la buena putita que eres.

Mientras que por mi parte observando como en estado shock por algunos segundos como mi madre con gran deleite le chupaba el miembro al lic. Valdez y sin saber otra cosa mejor que hacer emparejando la puerta solamente atinaba a llamaba fuerte a la puerta fingiendo no darme cuenta de nada al salir primero el lic. Valdez que despidiéndose se marchaba y después mi madre dirigiéndose bastante turbada directamente a su recamara y hasta a donde con la intención de que me diera una explicación minutos mas tarde me fui a asomar cauteloso, a observar como en tanto mi madre con la mirada perdida mi madre se tomaba una ducha, ante el agua acariciadora recorría cada rincón de su apetecible cuerpo. En dejar de pensar en lo hermosa y apetecible que era mi madre que parecía estar forjada a fuego y pasión tan bella como una musa griega, melodía en movimiento, música hecha carne y gracia; sus ojos eran verdes como gemas; su rostro bello, angelical; con un exquisito aroma que emanaba por cada poro de su piel como el de la mas exótica flor; sus labios eran carnosos y sensuales; su vos cálida y agradable, que al hablar parecía acariciar. Con un apetecible cuerpo de diosa pecaminosa que desde la pubertad millones de veces ya había recorrido con la vista desde los tobillos hasta sus bien torneados muslos que ascendían generosos a sus sedosos y respingados glúteos, a su trémula intimidad cubierta solamente por una suave pelusita que cubrían bellamente sus aromáticos labios vaginales (Era lampiña); deteniéndome sólo un poco en sus despampanantes caderas, que eran una verdadera invitación a pecar, para continuar ascendiendo a través de su estrecha cintura hasta llegar a sus enormes y firmes senos con sus grandísimas aréolas rosadas que coronaban bellamente sus grandísimos y abultados pezones rosados; los cuales a cada movimiento de su rubia cabellera que parecían querer reventar sus finas y ajustadas blusas; lo que le daba un toque mas erótico y sensual.

Hasta que sacándome de mis pensamientos y sin ningún pudor de promedió observe a mi madre salir completamente desnuda de la ducha refugiándose en busca de consuelo con mimo en mí regazo; haciéndome estremecer con suavidad al posar su abultado monte de Venus contra mi el bulto en mi pantalón y este sin poder evitarlo comenzaba a crecer hasta ponerse erecto y quien notando la turbación que en mí había provocado dándome sólo un suave beso en los labios como era nuestra costumbre me permitía que me marchara diciéndome.

¡Gracias cielo! En verdad te agradezco mucho lo que hiciste mi vida

¿Gracias? ¿De que hablas?

¡Tu bien lo sabes! Y ahora vete a despedir a nuestros invitados que me siento un poco indispuesta.

Me dijo marchándome a ir a terminar de atender a los invitados desconcertado, pensativo; en como me vengaría del lic. Valdez (Quien muy caro me pago algunos días después la afrenta recibida); en mi apetecible madre mas tarde recostado en calzoncillos en mi habitación donde ante el sofocante calor que se sentía esa noche; ante cúmulo de emociones que sentía en ese momento como vivas imágenes en mi mente no podía apartar de mi mente ese el bello gesto de sensualidad en el rostro de mi madre al engullir el duro miembro del lic. Valdez y aunque no era mi intención justificarlo pero ante ese apetecible cuerpo de diosa pecaminosa que tenia mi madre era capaz de volver loco hasta a el hombre más santo no podía culparlo del todo y mucho menos a mí cuando no se cuanto tiempo mas tarde entre los escandalosos ronquidos de mi padre alcanzaba a escuchar unos suaves gemidos provenientes de su recamara y que sin poder evitarlo me obligaban ha asomarme con discreción a su recamara, ha observar; como ante ese penetrante aroma a sexo que emanaba por cada poro de su cuerpo y que inundaba la habitación; como con una mano en sus senos y la otra bajo sus sabanas pero en lo mas profundo de su intimidad mi madre se masturbaba con vigorosidad dejando escapar de sus carnosos labios suaves gemidos al mismo tiempo con el lúbrico gesto de sensualidad en su rostro como murmurando para ella se decía.

¡Hay Isabel! Pero que caliente estas ¡mmmmh! Canijo lic. Valdez que bien me puso a todo ¿Pero y ahora que hago con esta calentura? ¡ooooouuh! ¡a-aaaah! Pero que caliente estas Isabel; necesitas una buena verga que me baje la calentura pero ni modo ahora vas a tener que bajártela tú misma ¡ooooouuh! ¡a-aaaah! A-así que rico siento mis deditos.

Mientras que por mi parte como si sus palabras fueran un acicate que enardecían todo mi ser, que provocaban que de mi palpitante y duro miembro escaparan gotas de liquido preseminal fue sin poder contener más la excitación que sentía por mamá con el alma en vilo solamente me acercaba al lado de mi madre quien dibujando en su bello rostro un raro gesto de lujuria liberaba mi duro miembro engullendo en su boca lamiéndolo como un niño ante el mas exquisito helado con voracidad al mismo tiempo que como si quisiera acabarme en un segundo me masturbaba con vigorosidad.

¡Tranquila mamá! Que me mas hacer acabar muy rápido y antes yo quiero darte mucho placer.

¡Hazme lo que quieras papito lindo! Pero ya y bajame esta calentura que siento

Dijo mi madre apartando aun lado las sabanas que cubrían su apetecible cuerpo al mismo tiempo que como un felino al acecho me deslizaba a la trémula intimidad de mi madre quien conforme acariciando iba avanzando por instinto poco a poco me iba abriendo sus bien torneados y apetecibles muslos; dejando escapar un suave y ahogado gemido de sus carnosos labios cuando encontrándome con sus dedos posaba mi lengua en esos sus abultados labios vaginales; los cuales a pesar de no ser los primeros que saboreaba pero por pertenecer a mi unicornio, mi madre y la dueña de todas mis masturbaciones de la adolescencia comencé a saborear con gran placer y aunque no podía ver el rostro de satisfacción en mi madre por la forma en que acariciando hundía sus dedos en mi cabellera podía darme cuenta lo mucho que lo disfrutaba en especial cuando al abrirme paso entre sus abultados labios vaginales recorría el interior de su vulva rosada haciendo estremecer de pies a cabeza a mi madre al comenzar a estimular su ardiente y rosado clítoris con la lengua al mismo tiempo que penetrando con mi dedo por primera vez en mi vida su conducto vaginal buscaba con ansias su punto lascivo; el cual al comenzar a estimularlo y sin poder evitar que de sus labios escaparan sus placenteros gemidos mi madre empujaba aun mas mi rostro a su trémula intimidad tensando sus músculos cuando gimiendo y jadeando desde lo mas profundo de su ser se comenzó a formar su orgasmo sacudiéndose con vigorosidad

¡mmmh! ¡a-aaaah! ¡a-aaaah! ¡papitooooh! ¡ooouuuh! ¡aaaah! ¡e-esto que me estas haciendo es deliciosoooouuh! ¡a-así papito continua así! ¡a-aaah! ¡papitoooh! ¡a-aaah! ¡a-así papito ya me vengo! ¡aaaaah!

En tanto mi madre entre espasmos se sacudía de placentero orgasmo; sin soltar prenda por mi parte con mi lengua y boca comencé a paladear directamente de su cáliz cada gota del su néctar sexual obligando por instinto ante generoso placer que le provocaba que abriendo aun más sus piernas paladeara aun mejor el interior de la vulva rosada de mi madre quien gozosa disfrutando de mi boca en sus abultados labios vaginales y mi legua que lamía hasta lo mas profundo de su ser empujando aun mas mi rostro hacia su trémula intimidad y girando sus despampanantes caderas; comenzaba a frotar su ardiente intimidad en mi rostro intensificándolo cuando entre espasmos se estremecía rociando mi rostro de nuevamente de un prolongado orgasmo como si desde lo mas profundo de su erótica comisura se le escapara el alma decía.

¡mmmh! ¡a-aaagh! ¡gmmgh! ¡aaaah!. ¡papitoooh! Ya papito que me vas a matar de placer ¡a-aaah! ¡mmmmh! ¡aaaah!

Al mismo tiempo que entre placentero jadeos jalaba con desesperación mi rostro hacía ella fundiendo con toda la arrolladora y lujuriosa pasión que era capaz sus carnosos labios en los míos; como si sólo en estos pudiera respirar al mismo tiempo que al colocar mi madre mi duro miembro a la entrada de su erótica comisura; sintiendo una rara sensación que invadía todo mi ser y como si quisiera grabar en mente cada detalle, cada sensación en su bello rostro; volteando a ver de reojo a mi padre solamente firme pero lentamente fui penetrando a la mujer que más quería en la vida, la dueña de mis más ardientes y lujuriosas fantasías; mi madre quien al sentir como me iba abriendo paso entre las paredes del conducto vaginal arqueaba con un gesto de sensualidad su apetecible cuerpo al mismo tiempo que tornando sus verdes ojos de blanco como si quisiera ahogar su placentero gemido se mordía su labio inferior girando a mi rítmico vaivén sus despampanantes caderas por no se cuanto tiempo hasta que al sentir como sin poder contenerlo mí duro miembro comenzaba a palpitar fue que atrapándome con sus bien torneadas piernas que me impidió salirme de ella diciéndome con labios temblorosos al mismo tiempo que explotaba en su interior.

¡a-aaah! ¡aggggrfh! ¡Q-Que rico pitote tienes papitooooh! ¡aaaah! ¡A-asíiii! ¡D-damela todaaaah! ¡t-tu lechita! ¡Tranquilo papacito con eso para mi es suficiente! Ahora vete que mañana tenemos mucho que hablar.
-
 
Arriba Pie