Pablo, emputeciendo a dos familias

tezcatlipoca12

Estrella Porno
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Yo tengo un pasado bastante obscuro y escabroso. Tuve una juventud bastante alocada, llena de excesos, mucho abuso de sustancias y alcohol, pero sobre todo de mucha locura sexual.



Sexualmente hablando llegué a hacer cosas moralmente reprochables e incluso un tanto ilegales.



Y en todas y cada una de esas ocasiones, ahí estaba Pablo. Mi mejor amigo, prácticamente mi hermano pues nos conocemos desde niños y crecimos juntos.



No me voy a hacer el inocente, no es como si él me hubiera obligado ni nada parecido. Pero él me condujo a hacer todo eso.



Pablo es, y por mucho, el tipo más pervertido y calenturiento que he conocido en mi vida. Siempre se dejó llevar por sus fuertes y sucios impulsos sexuales, arrastrándome a mí de paso.



Lo único que a Pablo le importa en esta vida, es meterle la verga a cuánta mujer se encuentre a su paso. No le podría interesar menos, la edad o el parentesco que pudiera tener con la mujer en cuestión, para él todas son cogibles.



Tanta locura sexual tuvimos de jóvenes, que sus propias hermanas fueron víctimas de la vorágine de Pablo...y de la mía.



Conducidos por él y su nulo control de impulsos, nos aprovechamos de la inocencia y timidez de su hermana menor, y la convertimos en, básicamente una maquinita de mamar verga, pasamos muchas tardes disfrutando de los favores orales de esa nena, mientras jugábamos videojuegos.



La hermanita se arrodillaba entre nuestras piernas e iba de una verga a la otra, chupe y chupe por horas, incansable, bebía litros de nuestra leche todos los días. Llegó a pasar que su barriguita no aguantaba e incluso llego hasta a vomitar de tanto semen que le dábamos a tragar. Pero aun así ella seguía mamando a diario.



Si eso no fuera suficiente perversión, Pablo y yo perdimos la virginidad, con su altiva y gótica hermana mayor. Una noche que ella estaba desmayada de ebria, nos dimos gusto dándole verga por todos sus orificios hasta que no pudimos más. Y después logramos chantajearla para que se siguiera dejando coger siempre que queríamos.



Quizá, más adelante les cuente bien la historia de sus hermanas, pero es que seguramente eso me llevaría varios capítulos de contar, así que lo dejaremos para después.



Hay que aclarar que Pablo posee un extraño poder de seducción, eso, más el hecho de que siempre ha tenido mucho dinero, le abre todas las puertas y piernas que quiere.



Así que no solo sus hermanas, hubo muchísimas mujeres más, que se nos entregaron durante esos años.



Hoy en día Pablo vive en otra ciudad, muy lejos de mí, pero aun así nos seguimos frecuentando de vez en cuando.



Ahora vamos de burdel en burdel, Pablo siempre paga, lo que nos ha dado acceso a los mejores lugares. Así que, si, aún me dejó guiar por él y seguimos haciendo locuras.



Cómo cuando logro obtener los números de tres azafatas del vuelo en el que había llegado a verme, y esa misma noche las teníamos desnudas bailando en un cuarto de un lujoso hotel. O cuando le ofreció dinero a un par de desconocidas en la calle y acabaron dándonos una ronda de mamadas dobles a cada uno de nosotros en un estacionamiento.



En una ocasión me llevo a un lujoso club, atendido únicamente por enormes y hermosas mujeres de Europa del este. Unas vikingas poderosas que ni español hablaban, aun así, gocé de los enormes melones de Katja, que era tan grande que casi me aplasta mientras me cabalgaba como solo una Valkiria sabría hacer.



O la vez que me llevo a disfrutar de un travesti brasileño que tenía un cuerpo de súper modelo, ya muchas mujeres querrían tener ese cuerpazo. Hay que decir que la muy jodida, nos dejó secos y pidiendo clemencia de lo buena que era atendiéndonos con la boca y el culo. Ni juntos pudimos contra ella.



Y como esas, hay mil historias más que he vivido junto a Pablo.



Curiosamente mi amigo se casó hace 15 años, con una voluptuosa mujer que irónicamente se llama Virginia, y lo digo así por qué Pablo la conoció en un table dance. Pero es tan jodidamente hermosa y está tan rica, que mi amigo se enamoró y la saco de trabajar. Así que Virginia dejo de bailar con poca ropa por dinero para adoptar una vida de lujos junto a su marido.



Tres años después Virginia dio a luz a Ariana y Adriana sus hermosas hijas gemelitas, que afortunadamente heredaron la belleza de la mamá, pues debo decir que Pablo no es para nada atractivo, aunque admito que está bien dotado el condenado.



Por mi parte, me case con mi bella Italia, compañera del trabajo de la que me enamore, y con ella tuve a la que es la luz de mis hijos, mi hermosa hijita Emilia.



Pero, aunque seamos dos hombres de 40 y padres de familia, a Pablo no se le ha quitado lo caliente, ni yo he dejado de seguirlo en nuestros desenfrenos sexuales.



Nuestras familias conviven un par de veces al año, así que mi hija Emilia es muy amiga de las gemelas y hasta se dicen primas. Por su parte nuestras esposas se han vuelto muy amigas, se tratan como cuñadas. Tali y Virginia, acostumbran a ir de compras o a tomar café juntas,

Mientras que sus maridos andan de putas y bebiendo como cosacos.



Conozco bien a mi amigo, puedo ver las ganas que le trae a mi esposa e incluso a mi hija. A Emilia la trata como si fuera otra de sus hijas, es cariñoso y detallista con ella, mientras que trata a mi esposa con familiaridad, pero no deja de coquetear con ella, en "broma"



Si fuera cualquier otra persona, que viera con deseo a mi hija, o le dijera esas bromas muy subidas de tono a mi esposa. Ya le habría cruzado la cara de dos tortazos. Pero como es Pablo, se lo permito y de hecho no me molesta en lo absoluto.



Cuando las dos parejas de esposos salimos juntos, siempre se caldea al ambiente, tanto Pablo como Virginia no paran de hacer bromas en doble sentido, siempre insinuando que hagamos un cuarteto o un intercambio de parejas.



A mí la idea me calienta, pues como dije Virginia es una mujer suculenta. Y, curiosamente veo que a Tali no le molesta mucho pensar en ello.



Alguna vez me ha confesado que no le atrae mucho Pablo, pero que no le importaría tener un encuentro con Virginia. Es más, varias veces a bromeado con que deberíamos hacer un trío con ella. Pero nunca lo ha dicho muy en serio. Lo qué si es que una vez, mientras cogíamos le conté de la vergota de Pablo y pude ver a mi mujer más que interesada en ello.



En fin, perdonen está enorme introducción, pero era necesario dar todos estos detalles para entender por qué se dieron las cosas que contaré a continuación.



Todo empezó por qué Pablo, se compró una lujosa casa para pasar los veranos. Se trataba de una casa ubicada en un paradisíaco y caluroso lugar, con piscina y mucha vegetación. Y para estrenarla, me invitó junto a mi familia a pasar varios días en las vacaciones con su familia.



Así pues, las dos familias se reunieron yo, mi esposa y mi hija, Pablo, su esposa y las gemelas. Pero había una invitada más, la hermana menor de Virginia, la hermosa Vanesa, igual de suculenta que su hermana mayor, pero de apenas 21 añitos.



Nos reunimos en la casa de verano, por la mañana y después de desayunar salimos al patio trasero. Mientras que Emilia y las gemelas jugaban en la piscina, Vanesa tomaba el sol, Virginia y Tali platicaban bajo la sombra de un árbol, Pablo y yo asábamos unos buenos cortes de carne. Todo iba bien y normal.



El alcohol no se hizo esperar todos bebíamos son preocupaciones, incluso dejamos que mi hija tomara un poco. Unas horas después todos la estábamos pasando más que bien. Estábamos marcados y muy alegres.



Pero empecé a notar algo raro, el ambiente se iba caldeando más y más.



Era normal que Pablo y yo estuviéramos calientes, finalmente estábamos rodeados de seis hermosas mujeres en bikinis. Y las seis eran atractivas a su manera. Desde las gemelas con sus cuerpos tiernos, pasando por mi hija y su bien formada anatomía, Vanesa que era una delicia, hasta nuestras maduras y ricas esposas.



Lo que ya no me parecía tan normal, era ver a mi mujer claramente cachonda, cada vez hacia bromas más subidas de tono. Por su parte pude ver qué Virginia y su hermana menor, también lucían calientes.



Y lo que de verdad era extraño, es que pude ver a mi hermosa Emilia, actuando raro, ella también estaba excitada.



Entonces lo supe, claro, el cabrón calenturiento de Pablo, no nos había invitado por qué sí. No, el hijoputa seguramente le había puesto algo a la bebida, él quería otro tipo de fiesta, y seguramente su objetivo era cogerse a mi esposa e hija. Es más seguro que quería pasarse por la piedra a su cuñada, quizá hasta a sus hermosas hijas. Es más, es probable que pretendiera hacer una orgía con todas esas mujeres.



No me molestó, decidí que la cosa pintaba bien. Me dejaría llevar una vez más, seguramente serían unas vacaciones increíbles, la verga se me paro pensando en gozar de las vaginas de Virginia y su hermana Vanesa.



Pero no contemplaba lo bien que saldría todo, los límites que se romperían esos días. Pablo y yo íbamos a gozar por igual de todas las mujeres que están con nosotros.



Cómo siempre el cabrón de Pablo se saldría con la suya y todo comenzó cuando se acabó el alcohol, Pablo mi esposa y la suya, se fueron a comprar más. Dejándome a mí con las gemelas, mi hija y con Vanesa.



La verdadera fiesta estaba por comenzar.



Gracias por leer.
 
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