Otra vez mi cuñadita

roman74

Pajillero
Registrado
Ene 9, 2008
Mensajes
2,925
Likes Recibidos
60
Puntos
48
 
Esto que voy a narrarles me acaba de suceder hace apenas unos meses y me urge contarlo, pues fue algo enormemente excitante.
Ese fin de semana se celebraba el cumpleaños de otra de las hermanas de mi esposa, para lo cual habÃ*an rentado un lugar para fiestas, el cual consistÃ*a de un salón amplio con mesas y sillas, además de una pequeña piscina exterior y amplios jardines alrededor. Mi esposa y yo llegamos cuando ya la mayorÃ*a de los familiares, invitados y amigos ya estaban ahÃ*. Busque con la mirada alrededor y me sorprendió no ver a mi cuñadita menor, asÃ* que empecé a deambular para ver si la encontraba, mientras mi mujer se enfrascaba en ayudar con la fiesta como es costumbre, asÃ* que ya de ahÃ* en adelante no me puso atención.
Al no encontrarla dentro, pensé que aun no llegaba o que tal vez no acudirÃ*a, asÃ* que salÃ* al área donde se encuentra la piscina, y la encontré ahÃ*, chapoteando alegremente dentro del agua, la cual la cubrÃ*a hasta el cuello. Me acerque a saludarla y ella muy contenta me respondió y además me lanzo una de esas miradas que ya conocÃ*a yo a la perfección, como diciéndome que se morÃ*a de ganas de cojer conmigo otra vez. Platicamos unos momentos acerca de cosas sin importancia, ella dentro del agua y yo de pie cerca de la piscina. En eso ella decidió salir del agua y cual seria mi sorpresa al verla salir. Su hermoso cuerpo estaba cubierto solo por un pequeño y revelador bikini. La pieza superior era demasiado breve, con dos pequeños triángulos de tela que cubrÃ*an sus deliciosos pezones, los cuales se notaban erectos por el efecto del frió al salir del agua; la pieza inferior era solo un triangulo de tela que escasamente cubrÃ*a por enfrente solo su deliciosa vulva y por atrás cubrÃ*a un poco sus preciosas nalgas. Me quede sin habla al verla y ella al notarlo me sonrió insinuante. En ese momento salio mi mujer a ver en donde estaba yo y la miro, diciéndole únicamente que se pusiera algo encima, que andaba demasiado encuerada y habÃ*a mas hombres y niños presentes, a lo cual mi cuñadita solo rió y se cubrió con una toalla sin darle importancia al comentario.
Después de haber visto tan tremendo espectáculo ya solo tenia en mi mente el deseo de hacerla mÃ*a otra vez y gozar de ese maravilloso cuerpecito, pero estábamos en un lugar lleno de invitados y pensé que no seria posible hacerlo pronto, asÃ* que tendrÃ*a que esperar hasta que llegara el dÃ*a indicado. Para distraerme empecé a caminar por los jardines alrededor, tratando de olvidarme de aquella imagen. Me encontraba en ese momento entre unos arbustos bastante altos cuando escuche que me llamaban en susurros por mi nombre entre los matorrales. Me quede quieto pensando que seria mi imaginación, cuando de pronto aparece ella, mi preciosa cuñadita, tomándome de la mano y jalándome hacia un sitio mas apartado de los jardines, rodeado de arbustos bastante grandes.
AhÃ* tenÃ*a tendida en el césped su toalla, preparada para lo que iba a suceder. De inmediato y estando los dos de pie todavÃ*a, empezó a besarme con una enorme pasión, metiendo su deliciosa lengua en mi boca para que las lenguas de ambos se enredaran en calientes y profundos besos, mientras mis manos recorrÃ*an aquel cuerpo suave y terso casi desnudo, cubierto solo por el bikini antes mencionado. Su cabellera negra caÃ*a aun húmeda sobre su espalda y sus senos firmes y duros se apretaban contra mi pecho. La tome con ambas manos de sus nalgas y la apreté contra mi para hacerla sentir la enrome erección que me habÃ*a provocado. Estábamos conscientes de lo riesgoso del momento, pues alguien podrÃ*a descubrirnos o peor aun, mi mujer podrÃ*a darse cuenta de que no estábamos en la fiesta y buscarnos en los jardines, asÃ* que tenÃ*amos que apresurarnos. El peligro del momento hacia todo enormemente excitante, me sentÃ*a mas caliente que nunca y con enormes deseos de penetrar a esa belleza hasta venirnos a chorros.
Ella de inmediato me desabotono la camisa y se quito la prenda superior de su bikini, para pegar sus pezones bien erectos contra mi pecho desnudo, produciéndonos maravillosas sensaciones a ambos, haciéndonos gemir de placer. Luego me desabrocho el pantalón y me lo bajo junto con mi ropa interior. Tomo mi verga bien dura con su mano y yo la jale hacia mi, deslice mi mano entre su s piernas, tocando por encima de la prenda de su bikini que se encontraba ya totalmente mojada de sus mieles. Incapaz de soportar mas, la recargue de espaldas contra un árbol y levante una de sus piernas, le hice a un lado la delicada prenda y enfile la punta de mi verga hacia su deliciosa y depilada concha. Empecé a frotarle la punta entre sus pétalos mientras que con mi mano mantenÃ*a apartada la tela del bikini. Ella de inmediato empezó a menearse presa del deseo, mientras gemÃ*a de manera excitante. Ambos estábamos ya bien calientes. Le levante un poco mas la pierna y con firmeza empecé a penetrarla, arrancándole profundos gemidos que tuve que callar con besos para que nadie la escuchara, mientras apretaba su cuerpecito contra el mÃ*o, sintiendo sus deliciosas tetas contra mi cuerpo.
Mi verga iba entrando bien ajustada en aquella estrecha hendidura que se mantenÃ*a como siempre, igual de apretada, haciéndome sentir el paraÃ*so, avanzando poco a poco dentro del cuerpo de mi preciosa cuñada, que me decÃ*a despacito al oÃ*do:
    • Aaaaahhhh… cuñadoooooo… que gruesa se sienteeeee… siento bien ricooooo…!!!
    • Ssiii mamacitaaaa… estas deliciosaaaaaa… me encanta metértelaaaaaa... sientela todaaaaaaaa!!!
    • Aaaayyyyygghhhh… asÃ*iiiii... asÃ*iiii… metela maaaaasssss… todaaaaaaa… aaaaaaahhhhhhhh!!!
    • Aaaaahhhh… baby… que rico me aprietaaaaassss… es increÃ*bleeeee… aaaaahhhhh… aaaaahhhhhh!!!
La tome fuerte de las nalgas y empuje mi verga de un golpe para alojarla totalmente dentro de esa pequeña y estrecha cueva, sintiendo como la estiraba al máximo para que solo mis testÃ*culos quedaran fuera, tocando su concha. Ya totalmente fuera de control, la levante de ambas piernas, cargándola en mis brazos y sosteniéndola de las nalgas, para iniciar el vaivén del placer, metiendo y sacando mi verga de ese hermoso cuerpecito, haciéndonos enloquecer de placer.
Después de largos minutos de estar cojiendo en esa posición y deseoso de sentirla sin una sola prenda encima, la baje, sacando mi verga de su cuerpo, y con rapidez arranque la pequeña pieza inferior de su bikini, que solo se encontraba en su sitio por unas pequeñas cintas a los lados. La contemple nuevamente, totalmente desnuda, como ya otras ocasiones la habÃ*a visto, pero esta vez la situación era muy diferente y excitante para ambos, tanto que mi miembro estaba aun mas erecto y duro que otras veces, o al menos asÃ* me parecÃ*a sentirlo. Ella misma me hizo recostarme sobre la toalla y de inmediato se monto de espaldas sobre mÃ*, abriendo bien sus piernas y brindándome el espectáculo de sus nalgas preciosas y su estrecha concha. Tomo mi tranca con su manita y la guió para ensartársela con firmeza. Era increÃ*blemente delicioso ver como mi verga se iba perdiendo dentro de su concha, viéndola desde atrás en esa posición, hasta quedar totalmente dentro y sus preciosas nalgas pegando en mi vientre, para después empezar a cabalgarme con rapidez, dejándome ver como mi tronco salÃ*a y entraba en su cuerpo completamente mojado de sus mieles.
-Aaaaaahhhh… aaaahhhhhhh… cuñadooooooooo… me vuelves locaaaaa… que ricooooooo!!!
-Dale mamacitaaaaaa… asÃ*iiiii… eso eeesssssss… que rico cojees preciosaaaaaa… aaaaaahhhhhh… aaaaghhhhhhh!!!
Ya en ese momento no pensábamos en que alguien podÃ*a escuchar nuestros gemidos, estábamos fuera de control y nada nos importaba más que sentirnos uno al otro. Ella gemÃ*a totalmente loca de placer y yo no hacia ningún esfuerzo por callarla, pues sus gemidos me excitaban más y mas. Afortunadamente nadie se acerco por aquel sitio tan apartado, de lo contrario hubiera ocurrido un desastre familiar. Continuamos cojiendo como salvajes, ella cabalgándome con rapidez mientras yo la tomaba de sus nalgas y embestÃ*a con mi verga lo mas profundo que podÃ*a, sintiendo como tocaba el fondo de su cuerpo en cada embate.
Luego la hice voltearse montada de la misma manera pero de frente hacia mÃ*, para poder besarle y acariciarle esas tetas que me vuelven loco y continuamos por largos minutos, concentrados en sentir nuestros cuerpos uno dentro del otro, sintiendo como resbalaba delicioso mi tronco dentro de su cueva inundada de mieles, produciendo excitantes ruidos. Llevábamos ya más de 40 minutos cojiendo y perdidos de la fiesta, la situación se estaba tornando aun más peligrosa, pensé en un momento de lucidez. Afortunadamente en ese momento ella ya no pudo aguantar y exploto en gemidos y exclamaciones de enorme placer, mientras yo sentÃ*a como su concha se apretaba con fuerza alrededor de mi miembro, con rÃ*tmicas contracciones, dejándome notar que se estaba viniendo tan rico como siempre, bañando abundantemente mi tronco y hasta mis testÃ*culos con sus jugos, dejando escapar un profundo grito de placer que ese si tuve que poner mi mano en su boca para que no se escuchara.
- Cuñadoooooo… me muerooooo… aaaaaaahhhhhhggghhhhhh… me vengoooooo… me vengooooooo!!!!
-Vente mamacitaaaaaa… vente yaaaaaaa… asÃ*iiiii… eso essssssssss… aaaaaahhhhhhhhh… que ricoooo!!!
-AAAAHHIIIGGGGHHHHHHH… YAAAAA… YAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHH!!!!
Casi de inmediato y por la indescriptible sensación que me proporcionaba su apretada concha al venirse a chorros, solo bastaron varias embestidas más y sentÃ* la llegada inminente del orgasmo, sintiendo como mi verga crecÃ*a dentro de su cuerpo, para luego disparar enormes chorros de espeso y caliente semen en el fondo de esa cueva increÃ*blemente exquisita.
-Aaaaaahhhhhh… bebéeee… me mataaaasssss… aaaaaahhhhhhh… me vengo yaaaaaaaaaa!!!
-Sssssiiiii mi amooooor… vente papacitoooooo… dame todoooooo… aaaahhhhh… AAAHHHHHHHHHHHHHHHH!!!
Nos quedamos asÃ*, sintiendo como mi verga pulsaba dentro de ella y su concha la exprimÃ*a, sacándole hasta la última gota de semen, en los últimos estertores del increÃ*ble orgasmo que acabábamos de experimentar, mas delicioso que nunca. Se incorporo un poco y vi su hermoso rostro muy cerca del mÃ*o, con su oscura cabellera cayendo hacia los lados y con una mirada llena de pasión. Nos besamos antes de separarnos y me dijo que habÃ*a sentido riquÃ*simo. Rápidamente se levanto y se puso su bikini, sin importarle llenarlo con el semen que fluÃ*a de su panochita. Yo me vestÃ* y me acomode la ropa lo mejor que pude. TodavÃ*a se despidió de mÃ* dándome otro delicioso beso y un abrazo, diciéndome que esperaba que se repitiera eso muy pronto. Luego se asomo entre los matorrales para asegurarse que nadie la verÃ*a salir de ahÃ*. Entre las ramas, mire aquel esbelto y hermoso cuerpo alejarse corriendo, con la toalla en la mano, hasta llegar a la piscina y arrojarse al agua. Pensé que era una salida inteligente, pues asÃ* borrarÃ*a del bikini cualquier rastro de la cojida que acabábamos de tener.
Me aleje caminando por alrededor para aparecer por otro punto del jardÃ*n sin despertar sospechas. Afortunadamente nadie noto nuestra ausencia, ocupados todos en el festejo y más aun mi mujer, como siempre ocupada en atender invitados. Al verme aparecer me pregunto donde habÃ*a estado y le dije que habÃ*a salido a caminar por los alrededores pues me estaba aburriendo. Casi ni me puso atención y volvió a sus labores. VolvÃ* a salir al área de la piscina y la vi ahÃ*, jugando alegremente en el agua; ella me miro con complicidad y siguió chapoteando contenta y satisfecha. Note como otros hombres la miraban con deseo al haberla visto salir antes del agua con ese bikini y me sentÃ* orgulloso de saber que era yo el que poseÃ*a ese cuerpecito a mi antojo, además de que nadie se imaginaba lo que habÃ*amos hecho hacia apenas unos minutos.
Ya ni me preocupe de preguntarle si se estaba cuidando, pues ya en la vez anterior me habÃ*a dicho que tomaba pastillas y además al parecer le encantaba sentir mi semen dentro de ella. Me aleje de la piscina y busque a mi otra cuñada pues no la habÃ*a felicitado por su cumpleaños aun. Todo sucedió tal y como lo narre y fue algo excitante y delicioso. Espero volver a experimentarlo muy pronto.
 
Arriba Pie