ojitos verdes 2

vicoxxx

Virgen
Registrado
Jun 8, 2011
Mensajes
2
Likes Recibidos
0
Puntos
1
Fabliau original de

ANALBO

**************************

Y la camioneta arrancó con
fuerza, saltando más que antes. Rodrigo tenía intención de llegar lo antes
posible, aunque estaban a mitad de camino, con el propósito de neutralizar las
intenciones que había leído en los ojos del Compadre.

Alejandro hombre más robusto que Rodrigo, para evitar que la
niña se golpeara contra la consola del vehículo, la tomó con sus fuertes brazos,
la tapó con el toallón y la apretó contra su rodilla derecha, la que había
dejado liberada de sus pantalones, antes de entrar a la cabina. Su botamanga se
encontraba arremangada sobre su nalga. Se excitó al máximo cuando sus carnes
tocaron la humedad de la pequeña tanguita de Ojitos Verdes. Su miembro, saltó de
su bragueta, ya que la había desabotonado, dura como un madero y enorme. La niña
se dio cuenta, giró su cabeza, con picardía lo miró, regalándole una sonrisa,
bajó su mano y la tomó con fuerza, mientras fregaba su vulvita contra la rodilla
del padrino...


OJITOS VERDE Y EL GRAN SECRETO


El vehículo seguía su carrera enloquecida por ese camino
sinuoso y poceado. Rodrigo miraba de reojos al compadre y observaba sus gestos
de placer que le daba su pequeña hija. No podía, no debía decir nada. No podía
pelear a aquel hombre. No podía hacerlo. Peor sería que todo se supiera. Observó
el lento movimiento del bracito derecho de Karina y comprendió lo que estaba
pasando. Se sintió obnubilado por un golpe de sangre a su cabeza, cuando vio al
compadre cerrar los ojos y morderse lo labios, conteniendo un grito de placer,
en señal de estar eyaculando. El aroma llegó a su olfato, mientras Ojitos
Verdes, se enloquecía, cabalgando la rodilla del padrino, y ya no disimulaba, ni
sus gestos, ni sus gemidos de goce inmenso, delectación de una chiquilina
despertando al sexo.

Rodrigo, no soportó aquello, y comenzó a friccionar su verga
por sobre el pantalón mientras trataba de conducir el 4 x 4, que se le escapaba
de la ruta internándose en la banquina.

Los movimientos de la camioneta, merced a la velocidad que le
había impuesto Rodrigo, y las carnes caliente de la piernita izquierda de la
niña, totalmente bañada de semen, volvían a jugar con el trozo enorme de
Alejandro.

Las miradas de los dos hombres se enfrentaron. Rodrigo en
desesperada embestida con su polla, puso los ojos en blanco, al tiempo que
volvía a terminar, enloquecido de goce, al tiempo que Alejandro, quitándose
algunos pensamientos de culpa, le bajaba la tanguita de la nena, hasta tenerla
en sus manos y guardarla en el bolsillo de su pantalón. Acomodó a la niña sobre
la punta de su miembro, y Rodrigo con gestos desesperado, sin emitir sonidos,
moviendo su cabeza, le pedía que no lo hiciera. El padrino le suplicó perdón con
sus ojos y apretó con todas su fuerzas a Ojitos verdes sobre su verga,
penetrándola sin compasión, quedando la mocosita semidesvanecida, sin articular
una palabra. Alejandro le acarició el cuello y lentamente comenzó a moverla,
subiendo y bajándola, haciendo que su pene totalmente lubricado con flujos
vaginales y sangre de la pequeña, remueva las profundidades de Ojitos verdes,
que abriendo lentamente sus ojos, mirando a su padre, le sonrió con placer y
satisfacción, apoyó sus dos manos en la consola de la 4 x 4 y se recostó hacía
donde estaba su padre, gimiendo, dando esténtores de lujurias. La excitación de
Ojitos verdes era tal, que Rodrigo, frenó el vehículo sobre la banquina, se
corrió hacia donde estaba su compadre, saco la roja verga y se la acomodó en la
boquita de la niña, que la abrió desaforadamente hasta que logró introducir el
enorme glande del papi, casi todo, en su ardiente boca. Rodrigo soportó la
situación 20 segundos y acabó, eyaculó de tal forma que la niña casi se ahoga
con tanto semen junto, al tiempo que Alejandro, también acababa llenándole la
lastimada cavidad vaginal de la jovencita, que mostraba un rostro angelical y
lujuriante, por momentos vicioso y depravado. Una mirada profunda y perversa les
regaló a los dos, como sellando un siniestro pacto de silencio.

Quedaron los tres enrollados y enchastrado de jugos seminales
de una jornada de orgía impensada. El padrino, fue el primero en reestablecerse.
Ojitos Verdes se había dormido, la tomó en sus brazos y la cruzó al asiento
trasero, mientras limpiaba los restos de semen en todo su cuerpo. Miró por la
ventana del vehículo, observó una entrada a un campo y a un centenar de metros
una limpia laguna. Lo despabiló a Rodrigó, y le señaló hacia el lugar donde se
veía agua. Este entendió el mensaje, se puso en marcha y allá fueron para
refrescarse y asearse. Ojitos verdes fue introducida en las aguas tibias y
transparentes de la laguna, despertándose. Pidió que los dos hombres se
volvieran para ella poder lavar su cuerpo y sus partes pudendas.

Los dos hombres subieron al vehículo y conversaron entre
ellos, pactando el mayor de los secretos, pero había que hacer algo para evitar
el embarazo de la niña, le sugirió Rodrigo. Alejandro, entonces, le reveló, que
nunca sirvió como reproductor, por eso es que no tienen hijos en su matrimonio.
Había tenido un accidente de joven, en una cuadrera y había quedado
imposibilitado de procrear. Por ello no había tomado precauciones con la
chiquita.

Desde ese día, fueron más unidos, Alejandro, un cincuentón,
vecino de su campo, padrino de Ojitos Verdes y Rodrigo, que con treinta y dos
años recién cumplidos, tiene ahora que convivir con malsano secreto con su hija
de 14 años, que está escapándole a la niñez muy aceleradamente.


OJITOS VERDES EXIGE MAS...


Llegaron a media tarde a la estancia de los Arévalo. Los
Arévalo se dedicaban a la cría de distintas razas de animales pura sangre y
pájaros exóticos. Karina le había pedido para su cumpleaños un papagayo de
hermosos colores para el enorme comedor de la casa y un Loro hablador. En la
entrada, que era enorme, los invitaban a recorrer los distintos stands, donde se
exhibían todo lo que ellos vendían. Rodrigo y Alejandro fueron hacía el interior
donde había gente conversando para hacer las averiguaciones del caso...

Ojitos Verdes se quedó en la 4x4. De pronto vio a unos
doscientos metros del lugar, en medio del campo, una pequeña tropilla de Pony,
pequeños caballitos de no más de setenta centímetros de alzada, fuertes, de crin
largo y hermosas colas. Ella sabía conducir, de chica su papi le había ENSEÑADO,
PUSO EN MARCHA la camioneta y fue a detenerse frente a los caballitos. Los vio
nerviosos, se tiraban coses entre ellos, se mordían y relinchaban mientras
trotaban como jugando a algo desconocido, después se enteraría que era una
ceremonia muy especial, donde el macho trata de excitar a la hembra. Bajó del
vehículo y se acercó al grupo de caballitos justo en el momento en que uno de
los animales intentó subir sobre otro, siendo rechazado, hasta que el caballito
macho, el semental, desenvainó una larga verga oscura y gruesa, cuya cabezota
encajó justamente en la apetecible raja de la hembra, que dio un relincho, pero
no pudo escapar, pues el potro la tenía agarrada de tal forma que ya no podía
huir. Ojitos Verdes observó semejante cosa, volvió sobre sus pasos y se
introdujo en la camioneta y entró a jugar con sus dedos en su sexo, estaba sin
su tanguita, se acordó que el padrino se la había sacado
 

alex83

Virgen
Registrado
Abr 16, 2013
Mensajes
3
Likes Recibidos
0
Puntos
0
con lo que me excitan las chicas de ojos verdes!!!!!!
 

caucasiano

Virgen
Registrado
Ago 19, 2011
Mensajes
55
Likes Recibidos
0
Puntos
0
parece que se pone interesante el relato espero continuacion
 
Arriba Pie