Nora y su Sobrina Angelines de Fiesta

heranlu

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Nora era mujer de 37 años, casada, atractiva, de pequeñas tetas y pequeño y apetecible culo. Estaba de vacaciones en España en un chalé de la sierra madrileña. Su marido se había quedado en Sudamérica por motivos de trabajo. Esa noche de sábado. su hermana y su cuñado tuvieran que atender a un compromiso y no iban a regresar hasta el día siguiente. Nora se quedara a solas con su sobrina Angelines, una muchacha de 18 años, rubia, de ojos marrones, alta, con tremendas tetas, gran culo y bella cinturita.

Era una noche lluviosa de invierno. A la luz y el calor del fuego de la chimenea del salón, tía y sobrina, boca abajo sobre una alfombra que simulaba una piel de tigre, miraban "pretty woman". De repente, mientras la luz de un rayo iluminaba la estancia, la cinta saltó a la película "Blue is the warmest colour" (La vida de Adele) a la escena que comienza en el miuito. 1,14, 20 (recomiendo ver la escena para imaginar lo calientes que quedaron tía y sobrina) Nora, al ver las imágenes supo que su sobrina la quería seducir. Le pareció fenomenal. A Nora le gustaba experimentar. Era bisexual. Pero ni en sus sueños más húmedos se le apareció una joven con un polvazo como el que tenía su sobrina... Mirando como Adele y su amiga se mataban a polvos, su coño acabó mojado y deseando que una lengua lo llevase a expulsar el jugo de una deliciosa corrida. Cuando acabó la escena, Angelines le preguntó

-¿Me dejas jugar contigo, tía?

No la sorprendió la pregunta, es más, esperaba que le dijera algo por el estilo.

-No estaría bien. Eres mi sobrina, pero peor sería quedar con esta calentura.

Se dieron la vuelta.

Angelines, acariciando con las palmas de las manos la cara de su tía, rozó con sus labios los de ella. La besó en las comisuras. Metio la lengua dentro de la boca y la frotó con la de su tía. Ambas empezaban a gemir aunque eran gemidos casí imperceptibles. Nora mordío suavemente el labio inferior de su sobrina. Besó cada centimetro de sus labios. Le metió la lengua en la boca y la besó con pasión. Su lengua hacia los movimientos de una lavadora al centrifugar. Después de este beso, Angelines se quitó la camiseta y dejó al descubierto aquellas inmensas tetas de rosadas areolas y pequeños pezones,. Nora las agarró con las dos manos. Besó uno de las pezones y después le chupó la teta. Angelines, quitándole la teta de la boca y sonriendo, le dijo:

-Chica mala.

Angelines quitó la blusa y el sujetador a su tía. Le Masajeó suave y lentamente las pequeñas tetas por los costados, cubriéndolas con sus manos poco a poco desde la parte inferior de las tetas hacia los laterales y hacia arriba. Besó y lamió las glándulas mamarias, sin llegar a tocar los pezones, que se pusieron de punta y duros. Nora gemía y acariciaba el cabello de su sobrina. Angelines le besó un pezón y después el otro. Su lengua hizó círculos encima de ellos y encima de las rosadas glándulas mamarias. Juntó las tetas con las manos y las chupó... Pellizcó y le dio suaves mordisquitos en los pezones... Nora sintió un escalofrío y se retorció un poquitín.

-¿Te gusta, tía?

Nora, susurró:

-Me encanta.

-Más te va a encantar cuando te lleve al orgasmo.

Angelines bajó besando y lamiendo el vientre de su tía. En el ombligo hizo círculos con su lengua. Le quitó la falda y las bragas, que estaban mojadas. Las olió y pasó la lengua por la humedad. A Nora se le escapó un gemido. Besando y lamiendo la parte interna de los muslos se fue acercando al coño. Nora sintió el aliento de su sobrina sobre él y se volvió a estremecer... pero la lengua se fue alejando por los muslos abajo hasta llegar a los pies... Angelines acarició y lamió las plantas de los pies y chupó los dedos gordos, luego, lentamente, subió besando y lamiendo el interior de los muslos hasta llegar de nuevo al coño. Besó su raja con dulzura. Metió la lengua entre los labios y los lamió de abajo arriba. A Nora se le abrió el coño como una flor. Angelines la folló con la lengua. El clítoris ya lo tenía erecto y fuera del capuchón. Lo succionó... después apretó la lengua contra él y lo lamió de abajo arriba con celeridad. Nora se estremeció. Sus piernas temblaron. Angelines, que estaba empapada, viendo que su tía se iba a correr, metió una mano dentro de las bragas. Al tocarse, sintió que se corría y dijo:

-¡¡¡Joooooooooooooooooder!!!

Nora moviendo la pelvis hacia arriba y hacia abajo frotó el clítoris contra la lengua de su sobrina hasta que se corrió. y al correrse, exclamó:

-¡Oooooooooooooooooooooooooh!

Se corrieron entre temblores y sensuales gemidos. La tía en la lengua de su sobrina y la sobrina sobre la alfombrap

Fueron dos corridas espectaculares, largas y intensas

Justo al acabar de correrse le sonó el móvil a Angelines. Se levantó y lo cogió.

-¿Sí?... Hola, Berto... No, no puedo ir... No, no iré, estoy bien acompañada... Mujer... Si... Es chiquita y apasionada.... Podría ser... Se lo pregiuntaré.

-¿Te apetece follar con tres amigos míos, tía?

Era una de las fantaías de Nora, pero se hizo la desinteresada.

-No sé. ¿Cómo son?

-Tienen mi edad. Son guapos, y asiduos al ginnasio.

-Tres críos... No sé. Ahorita mismo lo que me apetecía después de venirme es un buen trago de Tequila con sal y limón

-Berto.... Venir. Trae una botella de tequita y media docena de limones.... ¿Y a mi que me dices? Romper el escaparate una fruteró, pero sin limones no vengas... ¿Qué cuántos años tiene? Tiene 37 años.

Angelines, colgó. Nora, le preguntó:

-¿Qué te dijo de los limones?

-Que van a romper el escaparate de una frutería.

Diez minutos más tarde. Nora, desnuda fiue a abrir la puerta. Allí estaban los tres muchachos. Tres rubios de ojos azués. El más bajo medía 1,75 y el más alto 1.82. Angelines, cogiendo la bolsa que traía Berto, preguntó:

-¿Dispuestos a dejar el pabellón español bien alto?

Le respondió Juan, al tiempo que entraban en casa.

-No lo dudes.

LLegaron al salón. Nora se tapaba el coño con las manos. Los tres jóvenes no quisieron desentonar. Al momento estaban en pelotas. Eran tres bellezas que podrían ser aspirantes a mister universo. Sus nombres: Berto, 22 centímetros, Juan, 20 centimetros y Blas, 24 centímetros. Nora se quedó boquiabierta con aquellas tres maravllas. Llegó Angelines con 5 vasos de chupitos y tres saleros. Los jóvenes no habían traído una botella de tequila, habían traído dos y 12 limones. Nora dejó de taparse. Encima de una pequeña mesa de mármol que había en el salón, cortó dos limones. Lamió entre su dedo pulgar y índice y echó sal. Lamió el sal mezclado con su saliba, bebió el chupito de un trago y después chupó una rodaja de limón. Su sobrina y los jovenes la emularon. Angelines, dijo:

-¡Esto está de muerte!

Seis chupitos más tarde... Sonaba la canción de Tina Turner, "you simply the best". Nora y Angelines, contentillas, bailaban pegadas y besándose. Acabó la canción y siguió otra... Los tres jóvenes estaban empalmados. Berto se agachó detrás de Nora y le comenzó a comer el culo. Angelines dejó de besarla. Juan se agachó y le comenzó a comer el coño. Blas le acariciaba y le chupaba las tetas.... Angelines se sentó en un sillón y se comenzó a tocar mirando, para ellos. Nora, le preguntó:

--¿No participas?

-No. El primer polvo es todo tuyo.

Unos minutos más tarde, Nora ya echaba por fuera. Berto y Juan se levantaron. Bertó cogió a Nora en alto en peso y se la fue metiendo con suavidad, Cuando la polla había entrado hasta el fondo del coño, Juan, la enculó, aún con más suavidad de lo que lo hiciera su amigo. Nora, rodeando con sus brazos el cuello de Berto lo besaba como sólo ella sabía hacer. Al rato, Berto le decía a su amigo:

-Vamos a follarla en la alfombra, Juan.

Berto, sin quitar la pollla del coño de Nora, se echó de espaldas sobre la alfombra... Juan la volvió a encular. Blas, que la había estado meneando, arrodillado, le acercó la polla a la boca. Nora acariciando sus huevos se la comenzó a chupar... Poco después era Nora la que follaba con su coño la polla de Berto, con su ojete la de Juan y con la boca se la mamaba a Blas.

Los dedos de Angelines se movieron a una velocidad endiablada sobre su clitiris... Segundos después, encogiéndose con el placer, excamó::

-¡¡¡Me corro!!!

Los tres jóveness al oírla descargaron dentro de Nora. La leche llenaba su boca, su culo y su coño, cuando gritó:

-!!!Me vengo!!!

Al acabar de disfrutar de las temendas corridas que dejaron la alfombra para la basura, volvieron al tequila, para descansar y seguir follando cono descosidos. Fue una noche que Nora nunca olvidaría.
 
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