NOCHES DE MAYO (Tercera Parte – Iniciando a mi hermana)

Hannibalfck

Pajillero
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Feb 11, 2014
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NOCHES DE MAYO (Tercera Parte – Iniciando a mi hermana)

Pasaron los días y cada vez me volvía mas cínico con mi madre esta vez me prepare con una buena dotación de condones y fue así como también pude follar la vagina de mi mamita. Todo estaba resultándome de maravilla ya que a follarla con un condón, no dejaba rastros de mi semen y mas importante no corría el riego de embarazar a mi propia progenitora. El mes de Junio ya estaba cerca y con el se anticipaban las primeras lluvias, el clima comenzaba a enfriarse y mis padres comenzaban a cubrirse de manera esporádica. Pero lo que sin duda lo que fue un duro golpe para mi viciosa carrera fue el día que mi madre fue al ginecólogo y le dijo que tenía un reacción alérgica muy fuerte a un elemento que le era desconocido presumiblemente el latex de un condón. Mi madre se alarmo ya mi padre ya se había hecho la vasectomía y la cogía sin protección. Solicitó la opinión de otro especialista, el cual llego a la misma conclusión y el fue mas severo al pedirle a mi madre que usará calzones de algodón y pomadas especiales para dormir.

Me sentía cada vez mas desesperado y las “pajas” con los calzones de mi madre ya no me eran placenteras y mas cuando olían a medicamento. Fue así que una noche que fui a apagar la TV de mi hermana me lleve una agradable sorpresa. Sus cobijas yacían en el suelo y ella dormía completamente despatarrada, el shorcito con el que dormía dejaba ver los pliegues de su panochita apenas cubierta por unos cuantos pelitos. La reacción fue inmediata y mi verga estaba en su máxima expresión, esa noche andaba en calzoncillos por lo que se me facilito liberar a la fiera de su encierro. Decidí no apagar ni la TV ni la lámpara que tenia sobre el buró para contemplar ese joven y virginal cuerpo. Me hermana era de un sueño mas ligero así que no quería correr riesgos innecesarios, otro detalle que llamo fuertemente mi atención es que era muy inestable para dormir y frecuentemente cambiaba de posición dejándome ver cada contorno y detalle de su cuerpo, finalmente cuando sentía frío se acurrucaba con el enorme oso de peluche que le había regalado un pretendiente suyo.

Tome nota de cada uno de esos detalles, ruta de escape y hasta escusas tarugas por si era sorprendido. Lo cual era el peor escenario que podía prever ya que era y es “la princesa” de mi padre y la tiene sobre un pedestal. Me tomo tres días planear mi incursión en el cuarto de mi hermana ya las lluvias eran mas frecuentes y acompañadas de truenos a los que les temía mi hermana, razón por la cual dejaba tanto TV como lámpara encendidas. Fue una noche ultimo día de Mayo en que mi hermana llego con unas copas encima y se encerró en su cuarto para no ser sorprendida por mis padres. Esa misma noche mis padres se fueron a una velada romántica con trios y conjuntos de baile y regresaron pasada la media noche. Ambos se encerraron en su cuarto y que venían “hechos sopa” por la lluvia que les sorprendió.

Eran como la 1:15 de la madrugada cuando saque una copia de las llaves de la recamará de mi hermana que siempre estaban en un especiero de la cocina. Abrí con mucho cuidado la puerta y me colé lentamente. Note como esta vez mi hermanita solo dormía con un top (sus tetas eran pequeñas) y un calzoncito amarillo con figuras de animalitos. Mi pene tuvo una sacudida y se irguió de inmediato. Su cobijas estaban al borde de la cama apunto de caer. Prendí una lámpara de mano (de pilas) ya que estaba muy oscuro y no quería tropezar con nada. Por fin estaba al pie de su cama, tire intencionalmente las cobijas al suelo en su costado derecho y las use como escondite, me cubrí con ellas y comenzó el show. Estuve por el espacio de 15 minutos analizando el terreno y como podía abordarla, sus continuos movimientos me daban ángulos excitantes de su anatomía. Hasta que por fin se aferró a su oso de peluche quedando en posición fetal. Comencé a acariciar sus nalgas que eran muy firmes y suaves al tacto, ella despedía un aroma a talco de bebé que era embriagante a pesar de ya era toda una adolescente. Los labios de su vulva eran un poco mas grandes que los de mi madre y se marcaban perfectamente debajo del calzón. Era un locura pero no quería desistir, así que me arme de valor y comencé la difícil tarea de bajar sus calzones, fue casi una labor de relojero, mis manos estaban empapadas de sudor y por el tamaño del calzón casi no podía avanzar mucho, bajaba de un lado y de otro y en medio donde la tela estaba aprisionada por los labios mayores de su vulva. Fueron minutos que se me hicieron eternos, después de mas de media hora por fin logre dejar al descubierto su culo y mas del 80% de las nalgas.

Mi primera recompensa fue oler el orificio de su rosado anito. Ese olor despertó con furia a mi miembro que clamaba por ser introducido en alguno de sus orificios. Introduje me dedo índice en la entrada de su vagina la cual despedía un fuerte olor a orines, metí medio hasta que tope con algo, ella reparo y tuve que ocultarme deprisa debajo de las cobijas. Apague mi lámpara es espere a que pasará el susto. Mi hermana se había despertado, prendió su lámpara de mesa y al darse cuenta que los calzones los tenía a media nalga y que la puerta estaba semiabierta corrió al pasillo para despertar a mis padres. Toco su puerta con sigilo, pero no tuvo respuesta, se dirigió a mi recámara e hizo lo mismo mientras yo me metí debajo de la cama para no ser sorprendido. Estaba asustada, recogió las cobijas del suelo y se tapo, dejo la luz prendida hasta que le venció el sueño. Fue en ese momento que aproveche para salir de su cuarto. Había fracasado en mi primer intento, al día siguiente cambio las chapa de su puerta y se quedo con todas las copias. Dormía casi todas las noches con la luz encendida e incluso cambio la posición de su cama que estaba cerca de la ventana con ventilación. Meses mas tarde y justo antes de cumplir sus XV años mi madre contrato a una chica de servicio que además la hacia de su dama de compañía y con la cual dormía. Pero esa es parte de una nueva saga de aventuras que comienzan con la fiesta de XV años y ¿concluyen? con la Boda de mi Hermanita.

NOCHES DE MAYO (Cuarta parte – Día de las madres)

Con las lluvias llego la “sequía” a mi vida sexual ya que las puertas se habían cerrado literalmente. Una serie de eventos inesperados se presentaron durante la segunda mitad del año, intentaré ser breve para no aburrirlos:
- Mi hermana toma unas largas vacaciones entre Julio y Agosto en el norte del país con sus padrinos.
- Le detectan a madre unos quistes en los ovarios a principios del mes de Septiembre y es operada en el mes de octubre, su recuperación es lenta.
- En el mes de Diciembre mi padre sufre un choque de motocicleta y permanece tres meses internado en un hospital.
- En Enero conozco a Carolina en un retiro “espiritual” y se vuelve el desahogo de mi apetito sexual. Follabamos casi todos los días y hasta 2 veces por día.
- En febrero mi madre contrae una fuerte infección en vías urinarias y esto le llega a provocar episodios de incontinencia urinaria en las noches (se orinaba en la cama). Esto le provoca una fuerte depresión.
- En marzo mi padre regresa a casa tras una seria de operaciones, placas y kilos de yeso. Y con la indicación de los médicos de que debe dormir en una cama aparte. Este hecho separa aún mas a mis padres ya que a partir de este momento dormirían separados para siempre.

A una semana del 10 de mayo (día de las madres en México), lleve a mi madre a consulta general. La cicatriz ya le había cicatrizado por completo y le quedo una marca como la de las mujeres que tienen cesárea, su infección en vías urinarias volvió mas agresiva y la incontinencia se hizo mas frecuente hasta 3 veces por semana y todas por la noche. Mi madre salió triste de la clínica, ya que habían dos cosas que lamentaba, una era que ya jamás podría volver a ser madre y siendo aún joven tenía el sueño de tener un tercer hijo (ya había perdido uno entre yo y mi hermana), yo por el contrario me sentía feliz en mi interior ya que no existía riesgo de que se embarazara mi madre. La segunda cosa que le entristecía era la relación con mi padre estaba en su peor momento ya que gracias a los continuos eventos de incontinencia urinaria mi cabrón padre instalo un biombo para separar las 2 camas. Esto significo un duro golpe para mi madre que cada día se sumergía en una fuerte depresión que trataba de mitigar con antidepresivos, pastillas para dormir e incluso vodka, una peligrosa combinación.

Llego el amanecer del 10 de mayo, el mi puto padre le dejo un regalo a mi madre en su cama con una nota que decía “disfruta tu regalo, que en la noche yo disfrutare de él”. Mi madre estaba feliz, se esmero en preparar una cena de lujo, se arreglo como no lo hacia en mucho tiempo. Llego la noche y mi padre no llegaba a la cena, fue cerca de las 11:40 de la noche que recibimos noticias de él, entre la angustia y el llanto mi madre levanto la bocina del teléfono, era mi tío Pablo que le informaba que mi padre estaba muy ebrio en su casa y que ya lo habían acostado en el cuarto de huéspedes por su seguridad. Mi madre paso del llanto al coraje, colgó la bocina entre majaderías y maldiciones. Se sentó a mesa y se puso a tomar como demente, mi hermana no soporto esta escena y se encerró en su cuarto. Yo me quede con ella bebiendo hasta que nos acabamos una botella de tequila. En el ultimo trago saco de un pastillero una de sus acostumbradas pastillas para dormir y media pastilla naranja para la depresión. Las pastillas no tardaron en hacer efecto a los 10 minutos ya estaba cabeceando. Subió con dificultades a su cuarto y comenzó a quitarse la ropa delante de mi, esta situación era un tanto nueva para mi y no dejaba de poner mi cara de idiota. ¿qué, ahora resulta que no habías visto una mujer desnuda?, ¡si te la pasas fornicando con esa puta de Carolina como maldito conejo!, ¿crees que nací ayer?. Tomo con mucho coraje el regalo que le había dejado mi padre en la mañana y saco de ahí un conjunto de negligé y tanga satinada color violeta. ¡saca de mi cajón las tijeras!... me ordeno. ¿Pero mamá no crees que exageras?, ¡damelas con una chingada!, No las encuentro y creo que mejor voy a dormir le respondí, tratando de ocultar mi terrible erección. ¡largo de aquí! Me grito casi llorando. Salí de su cuarto y cerré su puerta sin poner el pasador y me dirigí a mi recamara para esperar a que se durmiera.
Eran como la 1:50 de la madrugada cuando la casa quedo en absoluto silencio, sin los ronquidos de mi padre la casa parecía estar abandonada. Con mucho cuidado regrese a ver si mi madre ya estaba dormida. Entre despacio a su cuarto el cual tenia la luz prendida y me lleve una grata sorpresa al ver que mi madre se había puesto el negligé y la tanga. Cabe mencionar que desde la infección de la vías urinarias mi madre adquirió nuevos hábitos, uno y el mas delicioso era que se depilaba o en su defecto se delineaba el vello púbico y el otro era que en su cama colocaba un pañal para adulto extendido como sabana por si se llegaba a orinar.

Intente despertar a mi madre pero estaba noqueada por completo, no respondía a ninguno de mis toqueteos, incluso le pellizque un pezón sin que reaccionará, cerre con seguro la puerta para que nadie nos molestara. ¡el banquete estaba servido!, sin perder un solo instante desnude a mi madre por completo ya había desfrutado lo suficiente al verla con esa lencería tan sexy cortesía de mi padre. Me dedique primero a saborear sin recato cada uno de sus orificios, la bese con pasión enferma, mamé y mordí sus pezones como niño hambriento, ¡era solo mía!. Mi madre era como un muñeca que se podía manipular a mi antojo. Ya estaba ansioso por penetrarla, abrí su piernas y las coloque sobre mis hombros, esta vez no tenia que usar un jodido condón, podía venirme dentro de ella sin ningún temor. Coloque la punta de mi verga en la entrada de su vagina y la embestí de una sola estocada, era una puta locura, me estaba cogiendo a propia madre con una voracidad nunca antes experimentada. La coloque en cuatro patas ayudado de unas almohadas desde esa posición podía disfrutar una espectacular vista de su prieto culo, me apoye con las dos manos en su breve cintura y continué penetrándola con furia ciega. Es esas estaba cuando un potente chorro de orina mojo mis huevos y mis piernas bañándome por completo, este hecho lejos de darme asco me motivo a penetrarla hasta en fondo como si quisiera meter los huevos. Estaba alucinado era mi primera experiencia de “lluvia dorada” y era con mi propia madre. Los olores comenzaron a inundar el ambiente, era una mezcla de olor sexo, tequila, sudores, culo y orines. No quería acabar, pero la vagina de mi madre se estaba quedando seca y cada vez era mas doloroso penetrarla y hasta pensé que me despellejaría si no paraba. Una oleada de semen fue expulsado de mi verga hinchada y rojiza hasta lo mas profundo de la matriz de mi madre. Caí rendido sobre el cuerpo inerte de mi madre, sentí que como si se me hubieran secado las bolas estaba bañado de sudor y orines. Era hora de tomar un descanso. El reloj marcaba las 2:45 de la mañana y decidí dormitar un poco, contemplaba el cuerpo de mi madre luego miraba al techo y pensaba que esta experiencia quizas ya no se repetiría. Así que comencé de nuevo a toquetearla y chupar golosamente sus senos.

Era hora del segundo raund, mi verga no tardo en ponerse firme de nuevo. Esta vez es hora probar ese culo. Coloque nuevamente almohadas debajo de su panza para elevar ligeramente su culo, le di un par de sonaras nalgadas, esta vez no había vaselina en sus cajones, pero eso no me detuvo, escupí generosamente la entrada de su ano y comence con la penetración, no se mi madre ya se había acostumbrado a recibir un pene en el culo, por que ya no ofrecía resistencia a mi mástil como al principio. Estuve durante largos minutos bombeándola y intercalando el ritmo, a veces lento, a veces pausado y otras mas veloces. El caso es que quería retardar mi eyaculación hasta que me fue imposible y descargue una generosa cantidad de semen en el recto de mi madre. Por esa noche había sido todo. Arregle el cuarto lo mejor que pude, limpiando todo rastro de ese brutal encuentro. Me despedí de ella con un beso en la boca, esta ocasión hubo una ligera respuesta de ella ya que movió su lengua como queriendo jugar con la mía. Me hice la promesa a mi mismo de que no le faltaría pito a mi madre (por lo menos el mío), ya que mi padre la tenia muy abandonada.

El día siguiente era fin de semana, así me podía levantar mas tarde que de costumbre. Todas esas emociones y sexo de la madrugada me dejaron rendido, eran como las 11 de la mañana cuando unos gritos me despertaron. Eran mi padre y mi madre discutiendo, los insultos iban subiendo de todo, comenzaron a aventarse objetos entre ellos. Mi hermana detuvo la pelea y mi madre se metió a darse una ducha. Al salir de la regadera con una toalla en el torso amenazo al mi padre de ese día le tocaba e ella divertirse, mi padre ya no respondió a sus amenazas y se quedo callado. Eran las 4 pm y mi madre salió arreglada como para una fiesta. No dijo ni una palabra a nadie y sin dar ninguna explicación se marcho.

Mi padre estaba furioso y como un león enjaulado. Se acabo de una sentada su reserva de cervezas del frigobar. Eran las 10:20 de la noche y mi madre llego ebria apoyada en los hombros de sus hermanas. Mi padre la recibió sin hacer gestos ni comentarios, les agradeció a sus cuñadas por la haber traído a mi madre sana y salva. La recostó en uno de los sillones y se encerró en su cuarto, sentenciando que no dormiría con una borracha. Mi hermana ya estaba durmiendo y mi madre apenas me podía hablar, había escuchado los insultos de mi padre y me dijo que no quería dormir en la sala. Le ofrecí que durmiera conmigo y con una tierna sonrisa acepto. Se metió al baño a orinar y se asomó solo en calzones y brassiere, me pido prestada una pijama. Desde luego que mi pijama era enorme para ella, luego de hacer unos dobleces y colocar una pinza en la cintura de la pijama se dispuso a dormir. Desconozco si ya había tomado sus pastillas, pero no quise averiguarlo. Ella se tapo con un cobertor y yo solo con una cobija y la abrace con ternura mientras me pedía que apagará la luz de la lámpara, así lo hice e intente conciliar el sueño. Eran como las 2 de mañana cuando desperté y note en medio de la penumbra la silueta inconfundible del cola de mi madre. El pantaloncillo de la pijama se había desplazado hasta la mitad de sus nalgas, las pinzas se habían caído. Mi respiración se comenzó a agitar, creo que era mi oportunidad para poseerla de nuevo. Así que “puse manos a la obra” y le baje el pantaloncillos con todo y calzones dejando su hermoso culo al descubierto y mi total merced. Me puse un poco del lubricante que usaba con Carolina en toda la extensión de mi verga y comenzé por penetrar su vagina. Esta vez mis movimientos eran acompasados y buscaba no hacer tanto ruido ya que mi cama por su uso continuo se había vuelto muy ruidosa. Disfrute de mi madre por largos minutos y luego pensé que había llegado la hora obligada de visitar su culito. Nuevamente bañe mi pene en abundante lubricante y coloque mi mástil en la entrada del ano y lentamente lo introduje para disfrutar de cada mili metro de estrecho agujero que apretaba con la fuerza y delicadeza de un guante de piel. Luego que mi verga se instaló en el fondo sentí un par de contracciones que apretaban de manera exquisita, como si quisiera ordeñar mi a miembro. Subí el ritmo de las embestidas hasta que mi pene se hincho anunciado mi corrida. Aaahhhh..!! . Un chorro de leche caliente inundo las entrañas de mi madre y sentí como las fuerzas me abandonaban de un solo golpe, cai muerto de un cansancio muy placentero. Abrace a mi madre por la cintura hasta que mi miembro perdió su fuerza y tamaño, no quería sacarlo de ese apretado orificio pero era hora de limpiar la escena del crimen y descansar. A partir de ese momento me cogí a mi madre tantas veces que perdí la cuenta, solo tenía que entrar con mucho cuidado al cuarto de mamá, asegurarme de que estuviera bien dormida y no hacer tanto ruido para no despertar al viejo, la goce de tantas formas que no quería parar, siempre que terminaba dentro de ella me imaginaba que quedaría preñada de mi, lo cual era imposible pero me gustaba tener esa fantasía. Me regocijaba con ponerle los cuernos a mi pendejo padre a unos pocos metros de donde dormía. Todo marchaba de maravilla hasta que mi novia salió embarazada y tuve que abandonar la casa de mis padres tras muchos conflictos. Pero esa ya es otra historia.
 

cyrus666

Pajillero
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espero que siga la historia!!
 
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