En aquellos momentos, mi vida era fatal…ya había pasado ampliamente la mediana edad, con muchos éxitos profesionales pero cargaba con el lastre del fracaso de mi matrimonio. Mi esposa solo tenia para mi el titulo honorifico, era una mujer algo gruesa de poco mas de 50 años, todo su cuerpo se iba engrosando, y sus tetas estaban cada vez mas enormes pero…cada vez mas caídas, y ante la falta de amor y cariño entre nosotros, no me seducia la idea de tener algo de intimidad con ella, lo que ella parecía agradecer porque ni siquiera dejaba que me acercara para tocarla. Le interesaba solo el dinero, mientras le alcanzara para su remilgado estilo de vida, le bastaba…para todo lo demás solo tenia criticas y malhumor, y para ella “todo lo demas” era su esposo, o sea yo. Pero eso no era lo peor, lo peor era mi hija, que vaya a saber por que cuestiones de la solidaridad femenina se había aliado con su madre, y ambas se habían transformado en la pareja perfecta para pedirme cosas, y así alternativamente, una siempre pedía y la otra exigía que cediese, y yo…siempre terminaba cediendo. Mi hija era una joven agraciada de carita angelical, no tenia un físico exhuberante, era delgada, y con un andar insinuante, moviéndose como un junco…pero sus caderas eran casi rectas, su culito era mas bien pequeño, y para colmo tenia el pecho casi liso, y una actitud avinagrada, por lo que ningún tipo joven o no se le acercaba, mas bien los repelia. Con todo eso, naufragaba la posibilidad de que encontrara un marido y se fuera de mi casa, porque había finalizado la secundaria el año anterior, y estaba en su primer año de la universidad…y se había decidido a vivir con nosotros hasta que terminara sus estudios…yo insistía que no…que ya que pretendía ser toda una mujer, que se independizara…para eso podría ayudarla, pero su madre pensaba todo lo contrario, y obviamente se había puesto del lado de la hija.
Mi querida esposa cumplió años…52 o 53, o vaya a saber cuantos, y organizo una reunión con sus amigas…un grupo de mujeres secas y amargadas, que parloteaban como cacatúas, mi hija también estaba allí junto a otras cacatúas mas jóvenes, y los esposos, que no habían podido excusarse, también…y todos nos refugiamos en la glorieta del jardín, fumamos habanos, tomamos wisky, y conversamos sobre secretarias y amantes, o amantes y secretarias, en distinto orden, porque a veces se mezclaban los roles. Al día siguiente estaba en mi oficina, cuando se asomo una de mis nuevas secretarias bastante inútil pero muy jovencita, para avisarme que había una persona esperando para conversar conmigo, y que solo había dicho para indentificarse, que había estado en la reunión de la noche anterior en mi casa. Lo reconoci como el marido de una de las cacatúas…me entere que era un empresario, cuya empresa yo conocía, y con la que tenia tratos, salvo que nunca había tratado con su propietario. Luego de conversar sobre banalidades protocolares, fue al grano: “mi amigo…anoche conoci a su esposa y a su hija, y si bien yo tengo mis propias tribulaciones, lo suyo es un autentico suplicio, por eso vengo a ofrecerle mis condolencias”…cuando termino de decirlo le dio un ataque de risa y yo lo acompañe…antes de agradecerle el gesto…”En realidad” dijo, “lo que deseaba era suavizar un poco ese suplicio…porque creo que esta muy necesitado de una alegría, pero de algo que supere el trato con criaturitas como la que me atendió al llegar…todas desean progresar, ascender, algunas creen que podrían llegar a dirigir la empresa, es probable si…algunas, pero no estarían en ese lugar…y por eso se encaman con espiritu deportivo, verdad?” Yo asenti, porque en líneas generales estaba de acuerdo con el, y aguarde a que me confesara cual era su propuesta…”vea…estoy relacionado con alguien que tiene un precioso palacete…un petit-hotel, en donde, una o dos veces al mes, realiza unas interesantes reuniones”…yo lo interrumpi para hacerle una aclaración: “no me estara proponiendo que vaya a una orgia…verdad?, porque si es así, no es algo de mi gusto…no sabria como explicarlo pero…” entonces el me interrumpió a su vez, justo en medio de mi interrupción…”no me explique nada…no es necesario, en realidad no se trata de eso…es algo mas sofisticado, hasta raro, pero muy interesante, una experiencia…distinta, y si no fuera de su agrado luego de una primera vez…solo será una experiencia y nada mas”, y “porque es raro?”, pregunte…”vio la película ojos bien cerrados?”…”ahhh…ahora entiendo…todo tan secreto y siniestro?”….”no no no” respondió sonriendo…”es por lo de las mascaras
Los que concurren a las reuniones usan unas mascaras, un común antifaz seria lo correcto…pero las damas…porque hay damas de todas las edades…sueles usar mascaras mas elaboradas, muy ornamentadas, y mas grandes…lo que se pretende es que nadie sepa quien es quien, obviamente, sobre todo las damas…y para eso ayuda la atmosfera de ruidos completamente apagados, una luz muy tenue, etc etc”. “ok”, dije “presumo que me dira como tratar con el que organiza todo eso…y que debería agenciarme de una mascara, ese detalle me causa algo de gracia”, “ese detalle” me dijo, “es el que ayuda a crear esa atmosfera tan especial…vamos hombre…es muy distinto a llevar a esa chiquilina que tiene como secretaria a un hotelucho barato”, la frase me divirtió…pero le aclare que no solia ir a hoteluchos baratos, y que además aun no lo había hecho con la nueva secretaria, porque el hecho de saber que era tan fácil hacerlo, termina por arruinar la satisfacción de la conquista, pero finalmente le dije que pensaría en la propuesta y que lo llamaría…”ok…dentro de un par de semanas hay una reunión…debería ir comprando una mascara…y ahora me va a perdonar si hago las gestiones necesarias para convencer a su secretaria de dejarse llevar a un hotelucho barato después del horario laboral”
Busque por internet, que es donde todo se consigue, y compre una mascara, un antifaz, algo grande, revestido de raso, con unas aberturas infimas en los ojos que provenía de un proveedor de artículos para teatro, pero que a mi me parecía que lo habían confeccionado exprofeso para reuniones en palacetes. Me senti muy cómico con eso, pero si era el requisito para concurrir a esa reunión, podía sopórtalo…llame al empresario y me conecto con…”alguien” que me dio indicaciones precisas, de fecha, hora y lugar…me aclaro que el esposo de la cacatua me había recomendado, única manera de acceder a aquel…privilegio?
y que por ello no debía defraudarlo con comportamientos fuera de lugar, me llamo la atención la hora…en mitad de la tarde…porque sas cosas solían hacerse de noche…o no?, pero la respuesta me dejo perplejo por su simplicidad…así las reuniones terminaban a una hora en que los concurrentes podían retirarse a descansar y estar presentables al día siguiente en sus múltiples deberes y ocupaciones. Llegue a ese lugar un poco después de la hora convenida, porque temia ser el primero en un lugar que no conocía en absoluto…yo estaba correctamente vestido, no para una gala pero si como para una cena elegante, y me recibió un anfitrion que estaba vestido igual, además de llevar una mascara me ofrecio un trago en una especie de mostrador dentro de un hall de recepción, que ya estaba muy oscuro en comparación con el exterior, y me explico que allí dentro…señalando unos cortinados, había un salón con una barra…los tragos eran libres, todo el servicio era libre, incluidas…la damas, todas ellas eran mayores de edad, “aunque algunas no lo parecieran”, me aclaro…bajo ningún concepto permitían que “alguien”, consumiera algo mas que los tragos de la barra, porque no queremos problemas, dijo…y nunca los tuvimos. Acepte todo…y acepte hacer una transferencia de dinero que me pidieron por el derecho a participar de aquello, y mientras lo hacia se sonrio para decirme que al propietario invita todos los gastos, pero aquel dinero era para “las damas”. No quise preguntar como era que el propietario administraba aquel lugar a fondo perdido, y supuse que habría otro ingreso sustancial, pero me olvide de las consideraciones económicas me puse la mascara, y entre…fui directamente a la barra para entonarme y calibrar la situación, la que atendia el lugar era una preciosura de unos 20 o 22 años, completamente desnuda y con unos pechos de carácter asesino, me sirvió el trago y me aclaro que lo que había dentro de las copas de cristal tallado sobre la barra, y que contenían pastillitas azules…eran las “pastillitas azules”. Me dispuse a mirar, y lo primero que me sorprendió fue ver una gruesa mujer de casi 60 años que estaba de rodillas sobre un sillon doble de estilo…ofreciendo su parte trasera, mientras que alguien se ocupaba de perforársela, embistiéndola…estaba oyendo el ruido del choque de los cuerpos y pensando que aquello era lo mas parecido a una orgia, cuando se sento alguien a mi lado, vestido como yo y con su mascara, se presento pero no dijo su nombre, me recomendó que yo tampoco lo hiciera, “nada de nombres ni apodos” me dijo…”conozco a muchos aca pero eso no quiere decir que ellos quieran que cualquiera lo sepa”…yo miraba a la veterana del sillon y en la penumbra oia gemidos de otra mujer…pero no se veían mas mujeres a la vista, “y las damas?” pregunte…”veo que usted viene por primera vez…venga…voy a mostarle los especiales de la noche”. El tipo hablaba casi en un susurro, el lugar era sumamente silencioso, y para eso ayudaban las gruesas alfombras, los cortinados espesos, y la multitud de almohadones, mientras caminaba me dijo que muchas de las damas no estaban a la vista porque estaban en los pisos superiores, y asenti sin saber exactamente a que se refería. Sobre una tarima inclinada, con la altura necesaria, estaba acostada de espaldas, un mujer de un poco menos edad y algo menos gruesa que la anterior, a su alrededor se amontonaban cuatro o cinco tipos muy jóvenes, que hacían todo lo posible para llenarla de vergas por donde pudieran, y mientras uno le abría las piernas los demás la acomedían, y pude notar el detalle de que la fulana, además de una mascara muy elaborada, barroca, con muchas piedras, de un azul profundo con un diseño dorado que enmarcaba el lugar de la abertura para los ojos, tenia unas tetas muy caídas llenas de marcas de mordiscos, un pubis muy grueso, y una ranura capaz de encajar cualquier cosa, además de un orificio en el culo que parecia un túnel, en el poco rato que estuvimos mirándola, demostró que yo tenia razón…le cogieron la boca y todo lo demás hasta el fondo, ella no se quejaba, solo gemia y pedía mas…se lo hicieron de espaldas, de frente, hacia arriba y hacia abajo, ninguno se detenia y ella no pedía descansar, o solo descansaba cuando se ponía de rodillas y se dedicaba a meterse en la boca de a una todas las vergas que aprisionaba con las manos…los hacia acabar una y otra vez sobre ella, y por eso su cuerpo estaba tan brilloso y húmedo. Cuando nos retiramos de allí, el tipo me dijo ”esa mujer es un infierno…su especialidad son las multitudes…hoy se esta ocupando de un grupo de muchachos de acaban de terminar la carrera de medicina…bueno, la están diseccionando, pero ella es toda una especialista…y puede con esos chicos que…se les pone dura como un poste durante horas”…y yo pregunte…oiga…nosotros estamos vestidos y ellos están desnudos”…”no se preocupe”, me dijo, “arriba podrá quitarse la ropa si lo desea…sobre todo si conoce a alguna de las damas…venga por aqui, voy a presentarle a una de las especialidades de la noche”, regresamos a la barra, le dijo algo a la chica del bar y aguardamos, y se nos acerco una chica de andar insinuante, muy delgada, llevaba puesta una especie de bata larga, que no era transparente pero estaba abierta, por debajo se la veía completamente desnuda, se notaban sus piernas larguísimas, su vientre y su pubis planos, pero con una ranurita en medio de unos labios carnosos pero minúsculos…”una conchita de princesita”, y tenia una mascara de color bordo oscuro, con diseños muy elaborados de color negro compuestos por lentejuelas, el tipo le dijo algo al oído, ella sonrio y se acerco al mio, supuse que me diría algo, pero lo que hizo fue morderme la oreja…no me queje pero me dolió, además…me excito, ella espero a que terminara mi trago, y mientras lo hacia me tome una de las pastillitas, luego me tomo de una mano y me llevo hacia arriba, a una habitación…allí me desnude, y ella se quito la bata acostándose, como esperándome, pero yo la hice sentar en el borde de aquella cama gigante llena de mas almohadones, y se la meti en la boca, la princesita chupaba como los dioses, o las diosas…pero quise metérsela hasta la garganta, no se quejo, simplemente lo acepto, y descubri que sabia tragársela…luego la cogi…en diecisiete…mil posiciones, además de tener una conchita ajustada como un estuche, la chica aquella era tan flaquita que parecía a punto de romperse, pero era ágil, flexible, no pesaba nada…podía levantarla, bajarla o colgarla de una percha, eso compensaba su quizás lamentable falta de pechos…sus tetitas eran pequeñas, pero agudas y duras como el granito, una de ellas quedo marcada por
un chupon…otro chupon quedo grabado en su pubis, y el ultimo se lo hice en la nuca, mientras le estaba perforando el culo por tercera o cuarta vez, pero esta vez con ella acostada en la cama y abierta de piernas, y yo subido sobre ella…tenia el pelo atado, en un peinado tirante y elegante, pero la marca la hice justo donde quedaría oculta cuando se lo soltara…cuando por fin pude descargarme dentro de su culo, lo que me costo bastante…quede rendido y ella tan elegante como siempre, se incorporo, tomo su bata, y se paro en la puerta de la habitacion, y me hizo un gracioso ademan con la mano, un además que me resulto tan conocido…pero no recorde a quien se lo había visto hacer…me meti en un baño…me di una ducha, y me fui…
Al día siguiente, mi cacatua…había organizado el almuerzo junto a la piscina, me coloque resignado el traje de baño, y me dispuse a bajar…pase junto al dormitorio de mi hija, y me pareció ver algo sobre la alfombra junto a la mesa de noche…me acerque…y vi que era una mascara, bordo, oscura, con lentejuelas negras…senti que el corazón se detenia un segundo y luego daba seis latidos en el segundo siguiente, intente tranquilizarme…”puede ser una coincidencia” pensé…de pronto me sobresalto la voz de mi esposa que desde la puerta me decía “no deberías revisar cosas en la habitación de tu hija”, y le respondi “no me gusta que sea tan desordenada y deje sus cosas tiradas en cual parte”…la cacatua ni siquiera me respondió, pero yo solo pensaba en una cosa…Junto a la piscina estaba mi hija…con una biquini minúscula amarilla, tan minúscula, pensé, pero…no hay mucho para tapar…me acerque…me miro como si yo fuera el inspector del bus que le pide el pasaje…eso me colmo…la tome de la mano y casi la arrastre a la habitación, cerre la puerta…y le mostré la mascara…”ah…eso” dijo “es una mascara que me regalo…alguien…recuerdo de un carnaval…creo, por?”…me acerque y corri su corpíñito…del lado de su tetita derecha…ella chillo “papi!!”
Pero junto al pezón estaba la marca de un chupon…mientras se tapara los pechitos con las manos yo baje su calzoncito, solo un poco…volvió a chillar “papa!!! que haces?” pero yo vi el chupon en el pubis lisito, justo en el centro, ella continuaba quejándose, yo la tome de la nuca y la di vuelta…volvió a quejarse…me amenazo con contarle a la mama, le respondi que podía hacerlo…en la nuca, tapada por el cabello suelto estaba la tercer marca…el tercer chupon…”podes contarle a tu mama” le dije…”podes decirle quien te hizo esos chupones y donde”
“Porque?” pregunto ella…”quien?” Continuaba con las manos en los pechitos, estire una mano, la meti dentro de su calzoncito, y aprete su conchita de princesita, ella chillo insultándome…”quien” le dije…”el que anoche hizo esto con tu conchita”…me miro abriendo los ojos y la boca…cuando pudo hablar solo dijo “papa?”…”si” le respondi…”al que vos le mordiste esta oreja” …ahora vamos a almorzar…después ordena tu cuarto, y esta noche deja la puerta abierta porque voy a venir a visitarte”…Luego de la cena, ambas desaparecieron como siempre dejándome solo…espere y me meti en la habitación de mi hija…ella me esperaba aun vestida…de pie…como desafiándome…y cuando me acerque a ella, me pregunto: “que? papa…acaso vas a cogerme?”…le respondi que si, entonces ella se desnudo y se tiro sobre la cama, pero yo le ordene que se sentara en el borde…le di la misma cogida que la noche anterior, pero mas intensa…con los mismos chupones…pero mas marcados…y sin tomar ninguna pastillita. Cuando la noche termino, me dijo que no quería que la mama se enterara que se había dejado coger por mi…y yo le aclare: “tampoco querras que se entere en que lugar y en donde usas esa mascara…verdad?”…y me respondió:
“papi…no quiero que sepa que me coges…lo demás no importa”, y “porque?”, pregunte: y ella dijo: “porque…papi…mama tiene una mascara muy parecida a la mia…de color azul…con dorado y muchas piedras”
Mi querida esposa cumplió años…52 o 53, o vaya a saber cuantos, y organizo una reunión con sus amigas…un grupo de mujeres secas y amargadas, que parloteaban como cacatúas, mi hija también estaba allí junto a otras cacatúas mas jóvenes, y los esposos, que no habían podido excusarse, también…y todos nos refugiamos en la glorieta del jardín, fumamos habanos, tomamos wisky, y conversamos sobre secretarias y amantes, o amantes y secretarias, en distinto orden, porque a veces se mezclaban los roles. Al día siguiente estaba en mi oficina, cuando se asomo una de mis nuevas secretarias bastante inútil pero muy jovencita, para avisarme que había una persona esperando para conversar conmigo, y que solo había dicho para indentificarse, que había estado en la reunión de la noche anterior en mi casa. Lo reconoci como el marido de una de las cacatúas…me entere que era un empresario, cuya empresa yo conocía, y con la que tenia tratos, salvo que nunca había tratado con su propietario. Luego de conversar sobre banalidades protocolares, fue al grano: “mi amigo…anoche conoci a su esposa y a su hija, y si bien yo tengo mis propias tribulaciones, lo suyo es un autentico suplicio, por eso vengo a ofrecerle mis condolencias”…cuando termino de decirlo le dio un ataque de risa y yo lo acompañe…antes de agradecerle el gesto…”En realidad” dijo, “lo que deseaba era suavizar un poco ese suplicio…porque creo que esta muy necesitado de una alegría, pero de algo que supere el trato con criaturitas como la que me atendió al llegar…todas desean progresar, ascender, algunas creen que podrían llegar a dirigir la empresa, es probable si…algunas, pero no estarían en ese lugar…y por eso se encaman con espiritu deportivo, verdad?” Yo asenti, porque en líneas generales estaba de acuerdo con el, y aguarde a que me confesara cual era su propuesta…”vea…estoy relacionado con alguien que tiene un precioso palacete…un petit-hotel, en donde, una o dos veces al mes, realiza unas interesantes reuniones”…yo lo interrumpi para hacerle una aclaración: “no me estara proponiendo que vaya a una orgia…verdad?, porque si es así, no es algo de mi gusto…no sabria como explicarlo pero…” entonces el me interrumpió a su vez, justo en medio de mi interrupción…”no me explique nada…no es necesario, en realidad no se trata de eso…es algo mas sofisticado, hasta raro, pero muy interesante, una experiencia…distinta, y si no fuera de su agrado luego de una primera vez…solo será una experiencia y nada mas”, y “porque es raro?”, pregunte…”vio la película ojos bien cerrados?”…”ahhh…ahora entiendo…todo tan secreto y siniestro?”….”no no no” respondió sonriendo…”es por lo de las mascaras
Los que concurren a las reuniones usan unas mascaras, un común antifaz seria lo correcto…pero las damas…porque hay damas de todas las edades…sueles usar mascaras mas elaboradas, muy ornamentadas, y mas grandes…lo que se pretende es que nadie sepa quien es quien, obviamente, sobre todo las damas…y para eso ayuda la atmosfera de ruidos completamente apagados, una luz muy tenue, etc etc”. “ok”, dije “presumo que me dira como tratar con el que organiza todo eso…y que debería agenciarme de una mascara, ese detalle me causa algo de gracia”, “ese detalle” me dijo, “es el que ayuda a crear esa atmosfera tan especial…vamos hombre…es muy distinto a llevar a esa chiquilina que tiene como secretaria a un hotelucho barato”, la frase me divirtió…pero le aclare que no solia ir a hoteluchos baratos, y que además aun no lo había hecho con la nueva secretaria, porque el hecho de saber que era tan fácil hacerlo, termina por arruinar la satisfacción de la conquista, pero finalmente le dije que pensaría en la propuesta y que lo llamaría…”ok…dentro de un par de semanas hay una reunión…debería ir comprando una mascara…y ahora me va a perdonar si hago las gestiones necesarias para convencer a su secretaria de dejarse llevar a un hotelucho barato después del horario laboral”
Busque por internet, que es donde todo se consigue, y compre una mascara, un antifaz, algo grande, revestido de raso, con unas aberturas infimas en los ojos que provenía de un proveedor de artículos para teatro, pero que a mi me parecía que lo habían confeccionado exprofeso para reuniones en palacetes. Me senti muy cómico con eso, pero si era el requisito para concurrir a esa reunión, podía sopórtalo…llame al empresario y me conecto con…”alguien” que me dio indicaciones precisas, de fecha, hora y lugar…me aclaro que el esposo de la cacatua me había recomendado, única manera de acceder a aquel…privilegio?
y que por ello no debía defraudarlo con comportamientos fuera de lugar, me llamo la atención la hora…en mitad de la tarde…porque sas cosas solían hacerse de noche…o no?, pero la respuesta me dejo perplejo por su simplicidad…así las reuniones terminaban a una hora en que los concurrentes podían retirarse a descansar y estar presentables al día siguiente en sus múltiples deberes y ocupaciones. Llegue a ese lugar un poco después de la hora convenida, porque temia ser el primero en un lugar que no conocía en absoluto…yo estaba correctamente vestido, no para una gala pero si como para una cena elegante, y me recibió un anfitrion que estaba vestido igual, además de llevar una mascara me ofrecio un trago en una especie de mostrador dentro de un hall de recepción, que ya estaba muy oscuro en comparación con el exterior, y me explico que allí dentro…señalando unos cortinados, había un salón con una barra…los tragos eran libres, todo el servicio era libre, incluidas…la damas, todas ellas eran mayores de edad, “aunque algunas no lo parecieran”, me aclaro…bajo ningún concepto permitían que “alguien”, consumiera algo mas que los tragos de la barra, porque no queremos problemas, dijo…y nunca los tuvimos. Acepte todo…y acepte hacer una transferencia de dinero que me pidieron por el derecho a participar de aquello, y mientras lo hacia se sonrio para decirme que al propietario invita todos los gastos, pero aquel dinero era para “las damas”. No quise preguntar como era que el propietario administraba aquel lugar a fondo perdido, y supuse que habría otro ingreso sustancial, pero me olvide de las consideraciones económicas me puse la mascara, y entre…fui directamente a la barra para entonarme y calibrar la situación, la que atendia el lugar era una preciosura de unos 20 o 22 años, completamente desnuda y con unos pechos de carácter asesino, me sirvió el trago y me aclaro que lo que había dentro de las copas de cristal tallado sobre la barra, y que contenían pastillitas azules…eran las “pastillitas azules”. Me dispuse a mirar, y lo primero que me sorprendió fue ver una gruesa mujer de casi 60 años que estaba de rodillas sobre un sillon doble de estilo…ofreciendo su parte trasera, mientras que alguien se ocupaba de perforársela, embistiéndola…estaba oyendo el ruido del choque de los cuerpos y pensando que aquello era lo mas parecido a una orgia, cuando se sento alguien a mi lado, vestido como yo y con su mascara, se presento pero no dijo su nombre, me recomendó que yo tampoco lo hiciera, “nada de nombres ni apodos” me dijo…”conozco a muchos aca pero eso no quiere decir que ellos quieran que cualquiera lo sepa”…yo miraba a la veterana del sillon y en la penumbra oia gemidos de otra mujer…pero no se veían mas mujeres a la vista, “y las damas?” pregunte…”veo que usted viene por primera vez…venga…voy a mostarle los especiales de la noche”. El tipo hablaba casi en un susurro, el lugar era sumamente silencioso, y para eso ayudaban las gruesas alfombras, los cortinados espesos, y la multitud de almohadones, mientras caminaba me dijo que muchas de las damas no estaban a la vista porque estaban en los pisos superiores, y asenti sin saber exactamente a que se refería. Sobre una tarima inclinada, con la altura necesaria, estaba acostada de espaldas, un mujer de un poco menos edad y algo menos gruesa que la anterior, a su alrededor se amontonaban cuatro o cinco tipos muy jóvenes, que hacían todo lo posible para llenarla de vergas por donde pudieran, y mientras uno le abría las piernas los demás la acomedían, y pude notar el detalle de que la fulana, además de una mascara muy elaborada, barroca, con muchas piedras, de un azul profundo con un diseño dorado que enmarcaba el lugar de la abertura para los ojos, tenia unas tetas muy caídas llenas de marcas de mordiscos, un pubis muy grueso, y una ranura capaz de encajar cualquier cosa, además de un orificio en el culo que parecia un túnel, en el poco rato que estuvimos mirándola, demostró que yo tenia razón…le cogieron la boca y todo lo demás hasta el fondo, ella no se quejaba, solo gemia y pedía mas…se lo hicieron de espaldas, de frente, hacia arriba y hacia abajo, ninguno se detenia y ella no pedía descansar, o solo descansaba cuando se ponía de rodillas y se dedicaba a meterse en la boca de a una todas las vergas que aprisionaba con las manos…los hacia acabar una y otra vez sobre ella, y por eso su cuerpo estaba tan brilloso y húmedo. Cuando nos retiramos de allí, el tipo me dijo ”esa mujer es un infierno…su especialidad son las multitudes…hoy se esta ocupando de un grupo de muchachos de acaban de terminar la carrera de medicina…bueno, la están diseccionando, pero ella es toda una especialista…y puede con esos chicos que…se les pone dura como un poste durante horas”…y yo pregunte…oiga…nosotros estamos vestidos y ellos están desnudos”…”no se preocupe”, me dijo, “arriba podrá quitarse la ropa si lo desea…sobre todo si conoce a alguna de las damas…venga por aqui, voy a presentarle a una de las especialidades de la noche”, regresamos a la barra, le dijo algo a la chica del bar y aguardamos, y se nos acerco una chica de andar insinuante, muy delgada, llevaba puesta una especie de bata larga, que no era transparente pero estaba abierta, por debajo se la veía completamente desnuda, se notaban sus piernas larguísimas, su vientre y su pubis planos, pero con una ranurita en medio de unos labios carnosos pero minúsculos…”una conchita de princesita”, y tenia una mascara de color bordo oscuro, con diseños muy elaborados de color negro compuestos por lentejuelas, el tipo le dijo algo al oído, ella sonrio y se acerco al mio, supuse que me diría algo, pero lo que hizo fue morderme la oreja…no me queje pero me dolió, además…me excito, ella espero a que terminara mi trago, y mientras lo hacia me tome una de las pastillitas, luego me tomo de una mano y me llevo hacia arriba, a una habitación…allí me desnude, y ella se quito la bata acostándose, como esperándome, pero yo la hice sentar en el borde de aquella cama gigante llena de mas almohadones, y se la meti en la boca, la princesita chupaba como los dioses, o las diosas…pero quise metérsela hasta la garganta, no se quejo, simplemente lo acepto, y descubri que sabia tragársela…luego la cogi…en diecisiete…mil posiciones, además de tener una conchita ajustada como un estuche, la chica aquella era tan flaquita que parecía a punto de romperse, pero era ágil, flexible, no pesaba nada…podía levantarla, bajarla o colgarla de una percha, eso compensaba su quizás lamentable falta de pechos…sus tetitas eran pequeñas, pero agudas y duras como el granito, una de ellas quedo marcada por
un chupon…otro chupon quedo grabado en su pubis, y el ultimo se lo hice en la nuca, mientras le estaba perforando el culo por tercera o cuarta vez, pero esta vez con ella acostada en la cama y abierta de piernas, y yo subido sobre ella…tenia el pelo atado, en un peinado tirante y elegante, pero la marca la hice justo donde quedaría oculta cuando se lo soltara…cuando por fin pude descargarme dentro de su culo, lo que me costo bastante…quede rendido y ella tan elegante como siempre, se incorporo, tomo su bata, y se paro en la puerta de la habitacion, y me hizo un gracioso ademan con la mano, un además que me resulto tan conocido…pero no recorde a quien se lo había visto hacer…me meti en un baño…me di una ducha, y me fui…
Al día siguiente, mi cacatua…había organizado el almuerzo junto a la piscina, me coloque resignado el traje de baño, y me dispuse a bajar…pase junto al dormitorio de mi hija, y me pareció ver algo sobre la alfombra junto a la mesa de noche…me acerque…y vi que era una mascara, bordo, oscura, con lentejuelas negras…senti que el corazón se detenia un segundo y luego daba seis latidos en el segundo siguiente, intente tranquilizarme…”puede ser una coincidencia” pensé…de pronto me sobresalto la voz de mi esposa que desde la puerta me decía “no deberías revisar cosas en la habitación de tu hija”, y le respondi “no me gusta que sea tan desordenada y deje sus cosas tiradas en cual parte”…la cacatua ni siquiera me respondió, pero yo solo pensaba en una cosa…Junto a la piscina estaba mi hija…con una biquini minúscula amarilla, tan minúscula, pensé, pero…no hay mucho para tapar…me acerque…me miro como si yo fuera el inspector del bus que le pide el pasaje…eso me colmo…la tome de la mano y casi la arrastre a la habitación, cerre la puerta…y le mostré la mascara…”ah…eso” dijo “es una mascara que me regalo…alguien…recuerdo de un carnaval…creo, por?”…me acerque y corri su corpíñito…del lado de su tetita derecha…ella chillo “papi!!”
Pero junto al pezón estaba la marca de un chupon…mientras se tapara los pechitos con las manos yo baje su calzoncito, solo un poco…volvió a chillar “papa!!! que haces?” pero yo vi el chupon en el pubis lisito, justo en el centro, ella continuaba quejándose, yo la tome de la nuca y la di vuelta…volvió a quejarse…me amenazo con contarle a la mama, le respondi que podía hacerlo…en la nuca, tapada por el cabello suelto estaba la tercer marca…el tercer chupon…”podes contarle a tu mama” le dije…”podes decirle quien te hizo esos chupones y donde”
“Porque?” pregunto ella…”quien?” Continuaba con las manos en los pechitos, estire una mano, la meti dentro de su calzoncito, y aprete su conchita de princesita, ella chillo insultándome…”quien” le dije…”el que anoche hizo esto con tu conchita”…me miro abriendo los ojos y la boca…cuando pudo hablar solo dijo “papa?”…”si” le respondi…”al que vos le mordiste esta oreja” …ahora vamos a almorzar…después ordena tu cuarto, y esta noche deja la puerta abierta porque voy a venir a visitarte”…Luego de la cena, ambas desaparecieron como siempre dejándome solo…espere y me meti en la habitación de mi hija…ella me esperaba aun vestida…de pie…como desafiándome…y cuando me acerque a ella, me pregunto: “que? papa…acaso vas a cogerme?”…le respondi que si, entonces ella se desnudo y se tiro sobre la cama, pero yo le ordene que se sentara en el borde…le di la misma cogida que la noche anterior, pero mas intensa…con los mismos chupones…pero mas marcados…y sin tomar ninguna pastillita. Cuando la noche termino, me dijo que no quería que la mama se enterara que se había dejado coger por mi…y yo le aclare: “tampoco querras que se entere en que lugar y en donde usas esa mascara…verdad?”…y me respondió:
“papi…no quiero que sepa que me coges…lo demás no importa”, y “porque?”, pregunte: y ella dijo: “porque…papi…mama tiene una mascara muy parecida a la mia…de color azul…con dorado y muchas piedras”