NinfomanÃ*a

roman74

Pajillero
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Pasada la media noche me encontraba viendo televisión recostado en el sofá. Las luces estaban apagadas y el audio del televisor bajo debido a que no querÃ*a despertar ni a mamá ni a mi hermana.
Estaba a punto de quedarme dormido cuando escuché la voz de mi hermana Carolina.
-Manuel?
-Euu…- GruñÃ* en respuesta sin ni siquiera preocuparme por voltear a verla.
-Algo anda mal…- me dijo.
Y en ese momento pensé que se sentÃ*a enferma o algo asÃ*:
-Cual es el problema, te sientes mal?
Fue en ese momento cuando mi hermana se puso frente al televisor e iluminada por la luz de éste me dejo atónito pues fue cuando me percaté de que se encontraba completamente desnuda!
Carolina a su edad tiene una figura de diosa griega. Es alta, fácilmente sobre pasa el 1.70 de estatura. Práctica atletismo en el colegio por lo que esta llena de curvas de una manera muy conveniente. Tiene un porte bastante elegante y sus piernas están bien moldeaditas. Sus tetas ni que decir, son un delirio! -He revisado su sostén varias veces en el cesto de ropa sucia y con certeza les aseguro que es talla 36 C.- PodrÃ*a decirse que tiene una figura de reloj de arena. Es muy popular en la escuela pero nunca ha sido arrogante a pesar de ser tan bella y asediada por los chicos.
-Estoy muy caliente…- me dijo casi gimiendo.
Se dirigió hacia mÃ* y poniendo una rodilla sobre el sofá me dijo casi al oÃ*do:
-Necesito que me cojas…-y en seguida llevó su mano hasta mi polla.
No pude detener su avance debido a que no podÃ*a ni moverme de lo impactado que estaba. Nunca habÃ*a oÃ*do a mi hermana decir maldiciones, mucho menos me le hubiera imaginado decir "necesito que me cojas… "
-He estado metiéndome el vibrador por horas pero de nada me sirve.- Con su mano tomó mi polla con rigidez a través de mi short y la apretó.- Si quieres te la mamo más tarde pero necesito que me cojas en este mismo momento.-me dijo con una mirada que nunca le habÃ*a visto.
Mi reacción fue una mezcla de asombro y lujuria combinados con un poco de miedo cuando ella se acurrucó sobre mÃ*, posando sus pechos sobre el mÃ*o.
Alguna vez le habÃ*a pillado en toalla en su trayecto del baño a su cuarto y ocasionalmente habÃ*a visto un destello de sus tetas desnudas que posteriormente me servÃ*a de imagen para masturbarme pero nunca pensé en algo como lo que estaba ocurriendo en ese momento.
-por favor Manuel…- me rogó.- necesito que me folles ahora mismo. Siento que me quemo por dentro…- tomó con ambas manos mi short y, casi rasgándomelo, lucho por quitármelo.
Cuando lo logró, inmediatamente se subió encima de mÃ* y tomando mi polla desnuda comenzó a frotársela contra la raja.
-Te prometo que no le diré a nadie… te va gustar mucho Manuel, ya verás…
Incluso con su ataque inesperado, el tenerla desnuda frente a mÃ*, ansiosa porque la follara, fue suficiente para que mi verga reaccionara y se irguiera al máximo.
Presionó la cabeza de mi verga contra su coño y se dirigió a sÃ* misma en su contra dejando caer lentamente su adorable cuerpo encima.
De haber estado aburrido apenas hacÃ*a unos 10 minutos, pasé a follarme a mi hermana! El escenario era irreal. Ni si quiera habÃ*a existido un coqueteo previo o algo parecido.
Mi hermana pasaba de besos tiernos en los labios a un beso apasionado en cuestión de segundos.
-Aaahhhh asÃ*ii Manuel. Dame duro… hmmm… cógeme! Cógeme! Hmm- gemÃ*a escandalosamente mientras me cabalgaba frenéticamente.
-Silencio…- le dije tomándola de las caderas para marcarle el ritmo de la cabalgata.- despertarás a mamá…
Después de eso subÃ*a y bajaba de mi verga, rebotando salvajemente, mientras yo me aferraba de sus suculentos pechos con las manos.
Estaba loco de placer con las sensaciones tan ricas que mi hermana me estaba produciendo con su forma de cabalgar. Nunca antes me habÃ*an cabalgado tan salvajemente.
Su pelo castaño volaba por todos lados y sus tetas rebotaban casi en mi cara. SabÃ*a que no tardarÃ*a en venirme y de inmediato se lo hice saber:
-Me vengo Carolina, me vengo… Ohhh…
-AAAHHHHH HMMM Pues vente Manuel… Lléname de leche.- Me contestó casi gritando.
Justo cuando la primera cuerda de semen salió disparada de mi verga, la luz de la habitación se encendió. El orgasmo de mi hermana fue en ese preciso instante y después de sacudirse encima de mÃ*, terminó colapsándose en mis brazos.
Nunca me di cuenta de que mi madre se encontraba de pie hasta que oÃ* su voz:
-Oh por dios…
Yo esperaba que el infierno se desatara cuando mi madre vio a mi hermana clavada en mi verga moviéndose como loca. Pero, aún si hubiera sabido de su presencia antes, creo que me hubiese sido imposible detener mi orgasmo. Vaya que mi hermana sabÃ*a perfectamente como dar una buena cabalgada de verga.
Cuando miré a mamá, traté de empujar a Carolina para que se quitara de encima de mÃ* pero me fue imposible ya que ella me abrazó fuertemente. Mi momento de éxtasis se tiñó de pánico aún cuando sentÃ*a como seguÃ*a escurriendo mi semen adentro de mi hermana.
En vez de comenzar a gritarnos, mi mamá se posó a un lado de mi hermana y acariciando su pelo de ésta le dijo:
-Tranquila amor… no pasa nada.
Carolina en ese momento dejo escapar mi verga y cayó de espaldas inconsciente mientras mi madre, cuidando de que no se golpeara, la tomó en sus brazos y le dijo: "Ya paso amor… ya paso."
Luego mi hermana reaccionó y viendo la escena comenzó a llorar. Hasta ese momento me percaté de que mi madre se encontraba desnuda también.
-No puedo detenerlo mamá…- dijo mi hermana mientras lloraba.- Que demonios me esta pasando?
-Levántate Manuel…- me ordenó mi madre y pensé que me regañarÃ*a pero al parecer solo querÃ*a que desocupara el sillón para recostar boca arriba a mi hermana.
Una vez puesta boca arriba, mi madre comenzó a acariciarle la vagina mientras continuaba consolándola.
-Tranquila hija…
Volteó a verme y me dijo:
-Métele el pene en la boca a tu hermana Manuel…
Me quedé anonadado pero al ver que mi madre se posicionaba entre las piernas de mi hermana para comenzar a lamerle la vagina me animó a hacer lo que me pedÃ*a.
-Hmm mami…- gimió mi hermana al sentir como mi madre le lamÃ*a la raja.
-Haz lo que te pedÃ* Manuel…- me volvió a decir mi madre pero esta vez con voz imperativa.
Me acerqué a mi hermana y ella de inmediato tomó mi verga para comenzar a lamerla como una gatita. Luego me la mamo increÃ*blemente haciéndome gemir como loco.
-HMMMMMMMMMMM AAHHHHHH
Carolina cada vez mamaba mi verga más rápido.
-esta sobre cargada…- me decÃ*a mi madre casi jadeando y yo no entendÃ*a nada de lo que decÃ*a pero ya de poco me importaba con lo mucho que estaba gozando.
-Cielo santo…- dijo mi madre.- quieres que tu hermano te de a probar su leche?- le preguntó a mi hermana quien se retorcÃ*a salvajemente sobre el sillón pero sin dejar de mamármela ni un solo segundo.
-Dame tu leche Manuel… quiero probarla…- me dijo Carolina excitadÃ*sima.
No hizo falta que me lo pidiera 2 veces. De inmediato mi verga se tensó y comencé a soltar mi leche dándosela a probar a mi hermana.
Mi hermana, por sus movimientos desquiciantes, parecÃ*a estarse viniendo al mismo tiempo producto del sexo oral que mi madre le practicaba.
Cuando de mi verga no salió ni una sola gota de leche me percaté de que mi hermana estaba inconsciente y de la comisura de sus labios escurrÃ*a mi leche.
-Estará bien por ahora…- dijo mi madre quien de inmediato me pidió ayuda para llevar a mi hermana a su cama.
Al subir las escaleras creÃ* ver a mi madre mirando en varias ocasiones mi verga flácida. Dejamos a Carolina en su cama y de inmediato mi madre le puso su bata de dormir.
-Mañana hablaremos, trata de dormir un poco…- me dijo mi madre.
Yo no podÃ*a imaginar lo que estaba a punto de pasar ahora. Acababa de darle la follada de mi vida a mi hermana y después habÃ*a visto como mi madre le mamaba la raja mientras yo le daba verga en la boca.
Estaba exhausto la mañana siguiente cuando mi madre llamó a mi puerta.
-El desayuno esta listo…
No sabÃ*a que esperar cuando llegué a la cocina y vi a mi madre y mÃ* hermana en bata de dormir.
-Buenos dÃ*as…- fue lo único que atiné a decir.
Mi madre me sirvió una taza de café y dijo:
-Esto es lo que haremos. No quiero que ninguno de nosotros se escandalice al respecto de acuerdo?
Mi hermana y yo asentimos con la cabeza.
- Tampoco pasaremos el resto de nuestras vidas avergonzados por lo sucedido anoche. Primero que nada quiero decir que lo que pasó anoche fue mi culpa. Ninguno de ustedes debe pensar que hizo algo malo pues yo soy la única persona adulta aquÃ* y por lo mismo debÃ* haber sabido como manejar la situación.
-Que me sucedió anoche mamá??- preguntó Carolina.- No pude controlarme. Te juro que no pude por más que intenté.
-Te repito que no fue tu culpa cariño. De ninguno de los 2 de hecho. La culpa es mÃ*a por no haberlo previsto antes…
Mirándonos a los 2, mi madre nos dijo:
-Han escuchado hablar de la ninfomanÃ*a?
Carolina le regaló una mirada en blanco y yo asentÃ* con la cabeza.
-Que es lo que sabes de ello?- me preguntó.
Me dio un poco de pena decir lo que sabÃ*a pues no estaba seguro de que estuviera en lo correcto.
-Es cuando una mujer no puede satisfacerse sexualmente…
-Algo asÃ*… pero no es imposible satisfacerlas. Lo que las diferencia de las demás es que necesitan más sexo para satisfacerse. No es que quieran más sexo si no que lo necesitan. Es un desorden psicológico que puede ser tratado pero una mujer que sufre de esto no puede decidir acerca de tener o no tener relaciones. Es como si uno pudiera decidir sobre respirar o no… Cuando era joven la gente no solÃ*a hablar tan abiertamente de estos temas asÃ* que cuando comencé mi desarrollo sexual, nadie me dijo como debÃ*a hacerlo. Fue asÃ* como terminé embarazada un par de veces de dos maravillosos hijos.- en ese momento nos sonrió inspirándonos la confianza de que todo saldrÃ*a bien y luego dijo.- Sus abuelos no sabÃ*an que hacer conmigo. Mi madre me llevó al doctor pero nadie sabÃ*a como lidiar con mi desenfreno sexual asÃ* que lo único que pudieron hacer fue operarme para que no tuviera más bebés. Desde ese entonces he aprendido mucho de la ninfomanÃ*a y a lidiar con ella. – Miro a mi hermana con una sonrisa y le dijo.- Lo siento mucho cariño, no debÃ* haberte dejado en el estado que te encontrabas anoche. Temo que has heredado mi estado de salud y ahora tendrás que aprender a saber controlarte…
Carolina la miró y por primera vez en la mañana sonrió sabiendo que no era la única con ese desorden.
-Pero no te preocupes hija que no estarás sola. Nos tienes a mÃ* y a tu hermano para ayudarte con ello, no es asÃ* Manuel?
-Si…- respondÃ*.
-Esto no es algo que se vaya ir como por arte de magia asÃ* que haremos lo posible por ayudarte…
-En que manera ayudare yo?- pregunté curioso por saberlo.
-Quiero que sigas teniendo relaciones con tu hermana…- respondió mi madre tajantemente.
-Que????- gritamos mi hermana y yo al mismo tiempo.
-Esa el la manera más fácil de ayudar. Estoy segura de que tu hermana no se siente igual de caliente que ayer pero pronto volverá a sentirse asÃ*. La única forma de tranquilizar sus deseos es con una buena dieta de sexo diario. Porque tu hermana necesita de sexo diario; incluso habrá veces que lo necesite hasta 2 o más veces por dÃ*a. Estoy segura de que la razón por la que ayer reaccionó de esa forma fue porque tenÃ*a tiempo sin tener sexo no es asÃ* hija?
-Mi novio y yo rompimos hace 2 semanas…
-Anoche estabas sobre cargada… mientras más tardes en tener sexo más difÃ*cil te será controlarte. Incluso corres el riesgo de que termines buscando sexo en donde sea y no queremos que eso pase o si?
Yo no sabÃ*a que responder. Mi madre prácticamente me estaba ordenando que me follara a mi hermana diario y no escuchaba ningún reproche de mi hermana.
Miré a mi hermana y ésta tenÃ*a la mirada agachada.
-Carolina?- le llamé.
-No creo poder…- murmuró.- me da mucha vergüenza mamá… en verdad quieres que tenga sexo con Manuel?
-Afuera hay miles de personas a las que no conozco y por lo mismo en las que no confÃ*o. Prefiero que tengas sexo con Manuel a que termines haciéndolo con un extraño que te lleve a una tragedia…- le dijo mi madre- El sexo debe disfrutarse. No hay porque sentirse avergonzada… hagamos algo, dejaremos que lo pienses un tiempo y ya después tomaremos una decisión. No hay porque precipitarnos esta bien?
Ambos asentimos con la cabeza mientras mi hermana continuaba sin mirarme a los ojos. Después de eso mi hermana se retiró y mi madre, estando a solas, me dijo:
-Dale un poco de tiempo a tu hermana… estoy segura de que muy pronto entenderá el porque de las cosas.
Los dÃ*as pasaron y, mi hermana y yo, nos limitábamos a saludarnos y despedirnos con tan solo un hola y un adiós. Ninguno habÃ*a mencionado lo ocurrido dÃ*as antes.
Una noche en la que mi madre y yo esperábamos a mi hermana para cenar, ésta nunca bajo. Tanto mi madre como yo sabÃ*amos que seguramente estarÃ*a arriba combatiendo a los demonios de la lujuria de la mano de su vibrador. Aún cuando ambos no parábamos de echar un vistazo a las escaleras, esperando ver a mi hermana descender y pedirme sexo, tratamos de que el tiempo transcurriera con normalidad viendo televisión.
Mi hermana nunca bajó aquella noche.
Pero la primera sorpresa de la noche llegó cuando, una hora más tarde, estando en mi alcoba, llamaron a mi puerta. La segundo sorpresa fue ver a mi madre entrar a la habitación mientras yo me encontraba en mi cama tratando de leer. Pero eso no era todo, mi madre iba vestida de una manera que me sorprendió mucho más: con un baby doll terriblemente excitante!
Quieres hablar?- me preguntó suavemente.
-Seguro…- respondÃ* casi sin habla.
Caminó hacia mi cama y al sentarse en la orilla de ésta me dijo:
-He intentado hablar con tu hermana pero esta no se presta... pero con el tiempo lo hará, no te preocupes. Tú estas bien?
Por la manera en que me habÃ*a sorprendido, en ese momento, no habÃ*a manera de esconder mi tremenda erección.
-Supongo que si… un poco confundido y preocupado por Carolina pero…
-Con el tiempo te acostumbraras… en verdad aprecio lo que haces por tu hermana o mejor dicho lo que estas a punto de hacer… podrÃ*a decirse que estas en el lugar preciso, bajo el mismo techo, para ayudar a tu hermana.
Nunca creÃ* que fuera lo apropiado decirle a mi madre que estaba encantado por follarme a mi hermana a todas horas…
-Quieres ayudarme a mi también hijo?- me preguntó mi madre suavemente.
-Claro…- respondÃ* sin saber a lo que se referÃ*a exactamente.- Que quieres que haga?
Mi madre bajo su mirada hasta mi verga y me dijo: te gusta mi atuendo?
-Si… nunca antes lo habÃ*a visto…- respondÃ* nervioso.
-Recuerdas cuando dije que tuve que aprender a controlar mis necesidades?
-Si…
-Bueno pues no es tan fácil sabes? La otra noche, cuando te vi con tu hermana, creo que me quede sin control.
En ese momento mi madre llevó su mano hasta mi pierna y comenzó a acariciármela.
-TenÃ*a mucho tiempo sin ver a un hombre desnudo… La otra noche cuando vi a tu hermana mamártela vi lo mucho que habÃ*as crecido...- en ese momento mi madre parecÃ*a dudar en seguir pero finalmente lo dijo- me preguntaba si me dejarÃ*as hacerte lo mismo…
Me miró a los ojos y al ver mi enorme excitación prosiguió.
-No tienes que hacer nada que no quieras hijo… - su sonrisa brilló más que nunca al tiempo en que se subÃ*a a la cama y comenzaba a sacarme el short de encima.- eres tan buen hijo…- besó mi oÃ*do izquierdo y en ese momento sentÃ* como sus uñas cepillaban la cabeza de mi verga.- Acaso mami provocó esto?- me dijo acariciándome la verga.
Asentir con la cabeza fue lo único que pude hacer.
-Te gusta verme vestida asÃ*? Acaso te gusta que mami use esto para ti?
-Si…- le respondÃ* entre gemidos.
En ese momento me besó en los labios. Luego me miró a los ojos y volvió a besarme pero esta vez más apasionadamente.
-Mami será tu juguete sexual de hoy en adelante…
Bufé de placer en ese momento al tiempo en que mi madre comenzaba a bajar para mamarme la verga.
-Mami le va chupar el pene a su querido hijo…hmm que rico…- ronroneó como gatita en celo y en seguida comenzó a mamármela.
-AAAAHHHH…- GemÃ*a del placer mientras veÃ*a como mi madre se metÃ*a toda mi carne en la boca y la mamaba escandalosamente.
-me quieres coger?- me preguntó y de inmediato la jalé y, tras quitarle la tanga con fuerza, la acomodé encima de mi verga y...- OOHHHH que rico pene tiene mi bebé…- dijo mamá al tiempo en que le ensartaba la verga y comenzaba a penetrarla salvajemente. –AAAAHHH hijo… HMM Cógeme asÃ*i!!! AsÃ*ii HMMMM…
-AAAHHH Mami… - bufaba loco de placer mientras la tomaba de las nalgas y la hacÃ*a subir y bajar salvajemente.
-AAAAHHHHH HMMMM- GemÃ*amos los 2 escandalosamente.
-Mami esta actuando como una puta no es asÃ* bebé? AAAHHHH…
-Ssiii… eres mi puta mamita linda… HMMM
-Tienes un pene bien grande hijo… AAAHHH Jamás me habÃ*an dado asÃ* de duro… HMMM No se porque tu hermana se lo piensa tanto… con un pene asÃ* yo estarÃ*a más que encantada… HMMM… Sigue asiii sigueee HMMM Apriétame las tetas hijo… hazme gemir como puta… HMMMM…
Al terminar de follar, mi madre no pudo evitar gemir tan escandalosamente que temÃ* que el techo se nos fuera a caer encima.
-AAAHHHHH…
Prácticamente se desplomó encima de mi cuerpo y, mientras nos besábamos, me dijo:
-Mamá va necesitar más cogidas como esta en un futuro hijo… Ahora eres todo un hombre y mami es lo que necesita… quiero que me cojas para siempre…
Luego, cuando estuvimos un poco más relajados los dos, me dijo:
-Será mejor que salga de aquÃ* hijo… tu hermana ya tiene mucho de que preocuparse como para que nos caché en la cama…
Mi madre apenas comenzaba a salirse de la cama cuando escuchamos una voz decir:
-Ya es demasiado tarde…
Mi hermana se encontraba de pie en la entrada de la habitación.
-La cabecera de la cama golpeaba tan duro en la pared y sus gritos eran tan escandalosos que era imposible que no me despertara…
Mamá trató de explicarle a mi hermana lo sucedido pero ella no la dejo seguir:
-Hija yo te lo puedo explicar…
-Explicarme que mamá? Tu ninfomanÃ*a?? Esa rara enfermedad de la que sufres desde chica y por la cual mi abuelo tuvo que follarte todas las noches de tu juventud???
Mamá parecÃ*a sorprendida.
-Es que acaso crees que no lo sabÃ*a?? La abuela me lo contó todo antes de morir…
-Porque no me dijiste nada hija?- preguntó mi madre con lágrimas en los ojos.
-Por él…- dijo mi hermana señalándome con la mirada.
Mi madre volteó a verme pero yo no tenÃ*a idea de lo que mi hermana hablaba.
-Acaso crees que yo sufro de la misma enfermedad?? Claro que no mamá! Lo único que hice fue aprovecharme de las circunstancias para poder probar ese pedazo de carne tan rico que tiene Manuel… la abuela siempre me contó que tú temÃ*as que yo heredara la enfermedad y, al tener un hermano con un pene tan atractivo en casa, lo único que pude hacer para tenerlo fue sacar provecho de tu ingenuidad…
Mi hermana sonrió diabólicamente y dijo:
-Y vaya que no me arrepiento… por un pene como el de Manuel harÃ*a todo… tal vez mañana sea yo quien te visite hermanito…
En ese momento mi hermana abandonó la habitación y, posteriormente, mi madre hizo lo mismo sin decir nada.
La noche siguiente mÃ* hermana, tal y como lo habÃ*a advertido, me visitó y terminamos follando. Mamá nunca volvió a tener sexo con nosotros. Supongo se siente culpable, de alguna manera, de lo que sucede en casa todas las noches desde aquél dÃ*a.
 
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