Nicolas y su Hijastra Deisy - Capitulos 001 al 005

heranlu

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Nicolas y su Hijastra Deisy - Capitulo 001


Nicolas contaba con la edad de cincuenta y cinco años. Se encontraba viudo de su primer matrimonio, habiendo fallecido su esposa, y con la que tenía dos hijos, que ya habían alcanzado la mayoría de edad, e independencia. Tras unos años sin pareja, conoció a una mujer, algo más joven que él, llamado Berta, la cual había cumplido los 38 años. Ésta era madre soltera, y tenía una hija llamada Deisy, que convivía con la misma, y que por aquellas fechas había alcanzado los diecisiete años.

Al poco tiempo de conocerse, Nicolás se fue a vivir con Berta, en la casa que ocupaba ésta con su hija. Desde los primeros momentos, mantuvo buena sintonía con la hija de su pareja, ayudándole en sus tareas escolares, llevándola al instituto o a donde aquella necesitaba, especialmente cuando Berta trabajaba en la tarde. Nicolás se dio cuenta que la hija de su pareja, pese a su edad, parecía que poseía una retraso en su desarrollo, ya que, pese a su edad, poseía una altura más bien baja, pareciendo la de una adolescente, no sobrepasando 1.55. Por otro lado, a veces, le parecía bastante infantil en su proceder y en sus conocimientos sobre algunos temas. La madre le indicó que el médico le había mencionado que, pese a ello, no tenía defecto alguno, aunque aventuraron que no crecería mucho, pero que no tendría problema para desarrollar su vida normal.

Pese a todo ello, y a su corta estatura, la joven destacó pronto como una chica bastante bella, habiendo desarrollado casi por completo sus pechos, y acreditando un cuerpo escultural, con un trasero tan redondo y tan bien puesto, que levantaba las miradas de los hombre a su paso.

Obviamente, Nicolas no fue ajeno a estas circunstancias, comprobando los comentarios de la gente cuando la dejaba en cualquier sito o en el propio instituto. Notaba como la joven era objeto de miradas lujuriosas, y escuchaba los comentarios de los hombres respecto al trasero de Deisy. Ya su madre se había dado cuenta igualmente de ello, expresándole a su pareja su preocupación ante los comentarios que hacían sobre el culito de su hija.

Evidentemente, al escuchar esos comentarios, la preocupación de su pareja terminó por llamar la atención del vástago del hombre. Era la hija de su pareja, pero se daba cuenta de que la joven tenía un cuerpito divino, pese a su escasa altura, y un traserito de los que envalentonaban. Observaba las nalguitas de aquella joven, que cuando llevaba algun pantalón malla se le metía en el culito destacando sus preciosas nalgas.

Cierto día, Nico llevó a la joven en coche a unas clases extraescolares en el instituto. Aquella le dijo que iba a tardar poco y que si le podía esperar. Mientras esperaba, decidió tomar un café en una cafetería cerca del centro. Allí se encontró con dos amigos, que habían trabajado tiempo atrás con el mismo. Manuel y Lito. Estos tenían fama de mujeriegos y además, eran bastante mal hablados, aunque Nico pasaba por alto sus comentarios impertinentes. Aquellos habían visto llegar al hombre con su hijastra al instituto, y por ello Manuel le preguntó:

-Oye Nico. ¿Esa chavala quién es?

-Deisy. Es la hija de mi actual pareja. – le respondió.

Lito que era el más salido de los dos le dijo: ¡Pues vaya nena! ¡Tiene un trasero que levanta el nabo a cualquiera!

-Ja ja. Y que lo digas Lito. ¡Esa jovencita esta cañón! -
añadió Manuel.

-¿Pero que decís?. ¡Joder que es la hija de mi pareja! - exclamó con cierto enfado Nico.

Lito, le miró y le contestó: ¡Tampoco te pongas así! ¿Acaso me vas a decir que no te has pajeado viendo ese trasero? ¡seguro que cuando la ves en case se te pone dura!

-¡que animal eres Lito!. ¿Piensas que todo los hombres son unos pervertidos como tú? - le contestó este.

Lito viendo que la joven salía del instituto y se dirigía hacia ellos, añadió: Tu dirás lo que quieras Nico, pero no me digas que viendo todos los días un trasero tan perfecto como ese, “no te dan ganas de clavarla”. Se que es la hija de tu pareja, pero casos similares hay bastantes.

Nico no le quiso responder al ver que Deisy se acercaba hasta donde se hallaban, al tiempo que aquella le daba un beso en un cachete, y saludaba a sus amigos. ¿quieres tomar algo Deisy?

- No, pero te venía a decir si me podrías esperar un momento, que voy a comprar unas cosas a la librería de la esquina.

- Claro. Te esperaré.

La joven se dirigió hacia la librería, siendo observada por los tres. Lito, se excito ante la visión el trasero de aquella jovencita y volvió a decir: Joder Nico. Tu mujer tendrá que estar preocupada. ¡Un culito como ese es muy tentador! Pero, oye ¿parece una adolescente aún?, aunque tiene el cuerpo de una mujer.

Cuando Nico les señaló la edad que poseía, no se lo creyeron, pensando que les estaba tomando el pelo. Se percató como ambos hombres continuaban mirando el andar de la joven, por lo que se puso un poco alterado. Pagó la cuenta, y se fue a esperar a la joven al coche.

Observó como Deisy salía de la librería, y se dirigió a la cafetería pensando que estaba allí. La vio hablando con sus amigos, y luego se vino de vuelta. Ya dentro del coche mientras regresaban, ella le pregunto: Nico. ¿esos de la cafetería son amigos tuyos?

-Bueno, fueron antiguos compañeros de trabajo. - le contestó. ¿Te paso algo con ellos?

La joven le miró cabizbaja, con su rostro enrojecido, respondiéndole: pues…uno de ellos, me dijo unas cosas feas sobre mi culito. Y… me dijo …” que si quería que el me metía su cosa por ahí”.

-¿De verdad te dijo eso?
. Cuando lo vea de nuevo se va a enterar. Exclamó Nico encolerizado.

-No quiero que te pelees por mí. Le contestó la joven, al tiempo que le preguntó; Ay Nico. ¿tú crees que tengo un culito respingón? Es que todos me lo miran, y me dicen cosas feas. ¡A veces me siento rara!

Nico la miró a la cara, algo agitado ante aquella pregunta, pero sobreponiéndose, le respondió: ¡claro que no! Lo que sucede es que tienes un trasero bastante bien formado. Es la envidia de las mujeres. ¡Se que a los hombres les pone ver un culito como el tuyo! Pero no tienes por qué sentirte acomplejada por ello. Todo lo contrario-

La joven le mira, y sin que el hombre se lo esperara, con cierta inocencia, la joven le pregunto: ¿a ti también te gusta mi culito?

Nico carraspeó, viendo que casi se le va el coche, estando a punto de sufrir un percance. ¡Vaya con la nena! - pensó. Bueno… Deisy. Soy un hombre, y la verdad, tiene un culito precioso, y “es normal que también te lo mire”.

Llegaron a casa, y Nico se quede algo preocupado. Tras aquel suceso, sin poder evitarlo, comenzó a mirar a la hija de su pareja de otra manera. Observaba el andar de la joven por la casa, con aquellos pantaloncitos cortos, bastante ceñidos, que mostraba perfectamente las dimensiones y características de su trasero, y sin poder evitarlo vio como su pene se endurecía. En otras ocasiones, la joven comenzó a usar alguna faldita corta, que, ante los descuidos de la misma, ponía al descubierto sus muslos y hasta la tanguita que llevaba puesta.

Nico no sabía si la joven era bastante traviesa o se hacía la tonta, pero en el fondo, se percató que era algo pícara, aunque inocentona. Resultaba obvio que la jovencita sabía que Nico le miraba su trasero, y por ello, como si de un juego se tratara, esta comenzó a usar ropas más ceñidas y cortas para que aquella viera. Nico comenzó a observar cierta sonrisa en la joven cuando le sorprendía mirando su trasero. Es más, cuando la madre no estaba en casa, se colocaba algunas prendas bastante ceñidas, tipo mallas, o algunas falditas sumamente cortas, que ponían enfermo a Nico.

Una tarde, la joven fue a comprar al centro comercial, mientras él la espero en el coche. Al regresar, la notó bastante agitada. Le preguntó que le ocurría, y mirándole sonrojada aquella le contestó: Es que un hombre en el centro me dijo que me daría cien euros si me la dejaba meter por el culito. Y añadió, … además, me tocó el culo el muy descarado.

-¿sabes quién es esa persona?. Vamos a volver, y se va a enterar- le dijo con enfado.

No Nico. ¡Mejor déjalo así! Ya me he acostumbrado a esos comentarios. Aunque algunos se pasan.

Nico quedó preocupado, pero a la vez le excitaba al pensar que algún atrevido se hubiera propasado con ella, especialmente con su trasero. Al llegar a casa, mientras ella subía las escaleras con los bolsos de la compra, pensaba en lo que le había indicado la joven, no pudiendo evitar dirigir su mirada a las pantorrillas de la joven y su precioso trasero. Al instante su verga de endureció bajo la tela del pantalón ante aquella visión. ¡Joder como se está poniendo esa joven!.

Una vez dentro, estando solos en la casa, la joven se le acerca y le pregunta: Oye Nico. ¿Te he visto mirando mi culito varias veces? ¿tú también quieres meterme tu cosa por ahí?

-Que... joder. Deisy. ¿Cómo se te ocurre pensar eso?
No se creía lo que le estaba diciendo aquella joven. O era una ingenua o le estaba tentando.

Mas agitado se quedó al ver como la joven le volvió a preguntar: ¿entonces no te gusta mi culito? Eres un mentiroso.¡ En el coche me dijiste que si te gustaba!.

-Ay Deisy. ¡Claro que me gusta tu culito! Pero eres la hija de mi pareja. -le contestó Nico algo nervioso ante aquella situación.

La joven le vuelve a mirar con carita ingenuidad, pero también de morbosidad, y le vuelve a preguntar: ¿Quieres decir que, si no fuera la hija de tu pareja, me la meterías por el culito?

¡Nico se quedó sin habla! Aquella joven, que parecía de pensamientos bastante inocentes en ocasiones, poco menos que le estaba preguntando que, si no fuera la hija de Berta, si se la follaría por el culito. Para colmo, observó algo que jamás había ocurrido. La joven, dirigió su mirada hacia el bulto que se había formado en su pantalón, ruborizándose. Nico se quedó petrificado y algo sonrojado. No supo que contestarle, teniendo que retirarse a su dormitorio sin poder contestarle. Aquella jovencita le dejó perplejo.

Nico se debatía en un mar de dudas. No sabía si la joven era demasiado ingenua, o realmente lo estaba seduciendo. Sin embargo, a veces creía que la jovencita lo tomaba como un juego, para reírse de él, sin pensar en las consecuencias.

Todo se precipitó un día, cuando Deisy llegó a casa con la mano derecha vendada, por una caída que había tenido en las escaleras de un centro comercial. Ello ocasionó que la madre se viera obligada a tener que ayudarla a vestirse y hasta ducharse. Tenía la mano derecha enyesada e inmovilizada y portaba una férula, por lo que con la mano izquierda no podía hacer prácticamente nada.

La joven tuvo que esperar la semana en que su madre trabajaba de tarde, que la misma regresara, ya de noche, para poder ducharse y asearse.

Una tarde, Nico la fue a recoger al instituto, verificando que la misma venía bastante acalorada. La realidad es que, hacia un calor infernal, y mucha humedad en el ambiente. Al llegar a la casa, la joven le dijo: -No soporto este calor. Vengo muy sudorosa. ¡Necesito un baño!

-Ya. Pero, tendrás que esperar que venga tu madre en la noche.

La joven se resignó, almorzó y se fue a su dormitorio. La joven no obstante se veía sudorosa, y con ganas de ducharse. Había preguntado a su madre a través del móvil cuando regresaría. La madre le dijo que estaba realizando la contabilidad de la empresa e iba a llegar bastante tarde. La joven se enfadó con su madre ante aquella noticia. ¡No podía soportar sus ganas de ducharse! Pero tampoco podía hacerlo ella sola.

No se lo pensó mucho, y se fue a buscar a la pareja de su madre al salón. Nico estaba trabajado en un ordenador personal, y aquella, acercándose le dijo: Nico…... mama me ha dicho que están realizando la contabilidad de la empresa. Es cierre de mes, y tiene que quedarse unas horas más.

Nico igualmente se intranquilizó ya que pensaba salir esa tarde con su pareja, disfrutar un rato cenando fuera, y luego terminar en un acto sexual como a veces acostumbraba. Llevaba unos días sin sexo, y estaba bastante arrecho. El hombre se dio cuenta de la preocupación de la joven, ya que tendría que aguantarse hasta bien entrada la noche para poder ducharse.

Estaba en esos pensamientos, cuando oye que la joven la sugiere: -Estaba pensando. ¿me podrías ayudar tu a ducharme?

Yoo. Pero,. Deisy. ¿No creo que eso sea muy correcto? ¿y si se entera tu madre? Seguro que ella me echaría un rasca polvo.


La joven, se le acercó, se colocó casi encima de su espalda, rodeándolo con su mano izquierda, en una actitud sumamente cariñosa, y le susurra: Anda Papi. ¡Me encuentro muy sudorosa! Estoy oliendo mal. ¿Huele para que veas? Le insto acercándose más hacia él. Necesito asearme. ¿Sabes que con el yeso no puedo hacerlo sola?

Nico se quedó agitado. Aquella joven estaba pidiéndole algo que era una temeridad. Si su pareja llagaba a enterarse seguro que reaccionaría mal y con graves consecuencias. La idea de duchar a la joven y poder observar su trasero al descubierto le seducía. Pero se decía que era una locura.

-Oh Deisy. Sabes que yo te lo haría de mil amores. Pero ¿si se entera tu madre me crucifica? ¿Qué pensaría tu madre si supiera que te he ayudado a ducharte?

La joven se le acercó aún más, notando el hombre su aliento en el cuello y oreja, y de forma mimosa, le dice ¿anda papi? Ella nunca lo sabrá. Te lo prometo. ¡Será nuestro secreto!

Nico se dio cuenta, que aquella joven cuando quería algo de él, le llamaba papi. Estaba nervioso. Resultaba evidente que la ingenuidad de la joven, no le permitía saber qué es lo que le estaba pidiendo. Comprendía la necesidad de la joven, pero se debatía entre acceder o no. Sin embargo, el solo pensamiento de ver aquella jovencita desnuda hizo que su pene creciera de forma ostensible bajo su pantalón.

No sabía si por morbosidad, o por compasión, al final terminó accediendo:

Ay, Deisy, lo hago porque me da pene verte de esa forma. Pero, “esto que nunca salga da aquí”.

-Gracias papi. Voy a buscar unas braguitas y mi pijama para luego ponerme una ropa limpia. Te espero en el baño. le contestó aquella dando brincos de alegría.

Nico se quedó super agitado. Dejó el trabajo del ordenador y se dirigió al baño. Se dio cuenta de que, a medida que se acercaba al baño, su pene más se endurecía. Aquello era una completa locura. Pero ya no podía volverse atrás. Se lo había prometido a la joven.

Al llegar al baño comprobó que Deisy ya se encontraba en el mismo. Le estaba esperando, comprobando que se había despendido de su ropa y solo permanecía con una braguita minúscula y su sostén. La visión de aquella joven en paños menores, lo terminó de envalentonar. Era la primera vez que veía a la hijastra de aquella forma.

Nervioso, se acercó y le comentó: ¿Quieres ducharte aquí o en la bañera?

Ella le mira y le contesta: mejor en la ducha.

Tras colocarle un plástico enrollado en la mano que tenía escayolada, a fin de que no se mojara, ella misma le pidió que le retirara el sostén, ya que no podía destrabárselo con la mano derecha. La agitación de Nico se incrementó. Mientras lo hacía observó cómo mientras dicha prenda era retirada del cuerpo de la joven, fueron apareciendo los preciosos pechitos de la joven. Pechos que destacaban claramente, bien desarrollados, rematados con unas aureolas, y unos pezones rosaditos. Se percató además de la firmeza de aquellos, lo que hizo aumentar excitación.

Su agitación aumento cuando la joven, algo nerviosa le pidió: papi, Ayúdame también con las braguitas. Con esta mano enyesada apenas puedo hacerlo.

Nico tomo aquella prenda por los laterales y la fue bajando poco a poco, viendo como apareció ante sus ojos, el añorado culito blanco y redondo de aquella joven que tantas veces le había apetecido ver. Tenía a la hija de su pareja completamente desnuda delante de él. La joven, al darse cuenta de su total desnudez, algo azorada, le dio la espalda. Ello dio la oportunidad al hombre de contemplar aquel hermoso trasero en todo su esplendor. Pensó, “joder tengo ante mis ojos ese culito añorado que tanto deleitaba a los hombres”. ¡Y no era para menos! Era un culito precioso, redondo, con unas nalguitas pronunciadas y bien formadas.

Su verga se revolucionó bajo el pantalón, emergiendo descaradamente. Deisy, pese a su ingenuidad, enrojeció al contemplar el destacado bulto del pantalón de su padrastro. Pese a todo omitió comentario alguno.

Al ver que Nico no se desprendía de su vestimenta, le preguntó: ¿me vas a duchar con tu ropa puesta? ¿Se te va a mojar toda?

Nico se dio cuenta que la joven le estaba proponiendo que también se desnudara para entrar con ella bajo la ducha. Fue consciente de lo que aquello podía ocasionar. Entrar desnudo junto a la joven, era temerario. Pero su morbosidad fue mayor que su propia cautela.

Comenzó a desprenderse de su ropa, dejándola sobre el inodoro, quedándose únicamente con un slip, donde ya se verificaba un bulto enorme. Pensó en desnudarse del todo, pero por temor no lo hizo.

Observó la mirada de la joven, comprobando como sus ojitos se abrieron como platos al contemplar el estado de excitación de su pene, el cual emergía totalmente empalmado, enfilado hacia delante, como si quisiera romper la tela del slip. Sin decirle nada Nico entró, situándose detrás de ella. Se colocó a su altura, viendo como su verga, aún envuelta en su slip, casi tocaba espalda de la joven. La diferencia de altura era manifiesta. No en vano, el hombre sobrepasaba el 1.85 de altura, por lo que la joven parecía una enana con referencia a su altura. Tomó el grifo, reguló el agua hasta que estuviera a la temperatura ideal.

Luego comenzó a esparcirle el agua por su cuerpo, evitando mojar su cabeza. El agua comenzó a descender por los hombros, y espalda de la joven. Luego tomó una esponja con un poco de gel, y comenzó a enjabonar los hombros y la espalda de la joven, para ir bajando hasta llegar a sus glúteos. Continuó la tarea por sus nalguitas, palpando por primera vez la suavidad de aquellas, introduciendo un poco la esponja por entre la abertura de los muslos de la joven, la cual se agitó ante ello.

Luego volvió ascender. La joven siempre le dio la espalda. Nico estuvo tentado de pedirle que se girara, pero al final se contuvo y comenzó a enjabonar el brazo que no tenía escayolado, para seguir enjabonado su parte delantera, alcanzando por primera vez los pechos de Deisy.

Tras unos primeros intentos, comenzó a enjabonar los mismos con movimientos suaves, de forma circular rodeando sus senos y luego bajó por su vientre, hasta llegar a su pubis. Como lo hacía con la esponja, al llegar a su entrepierna se retuvo. No sabía cómo iba a reaccionar la joven ante lo que iba hacer, pero decidido, dejó la esponja en el estante destinado a ello, y tomando nuevamente gel en sus manos, volvió a enjabonar los desnudos pechos de la joven, pero esta vez, directamente con sus grandes manos. Tomó los dos pechos en sus manos, los acarició suavemente, deslizando sus manos sobre aquellos con ayuda del gel, tocando sus pezones suavemente.

Deisy, jamás había sentido aquella sensación. Un estremecimiento recorrió su cuerpo ante los manoseos evidentes del hombre. La joven comenzó a excitarse, especialmente cuando observó como el hombre descendió y fue bajando hasta alcanzar su pubis. El nerviosismo de la joven se incrementó cuando sintió los dedos del varón meterse en su entrepierna, enjabonándole el pubis. Primero, sus vellos, hasta ir bajando, para alcanzar osadamente la entrada de la vagina.

Nico sabía que estaba entrando en un terreno peligroso. Pero, excitado, decidió pasar los dedos por toda la ranura del coñito de la misma. Era una temeridad, pero se encontraba sumamente alterado y ansiaba tocar el chochito de la nena.

Deisy no se esperaba aquello, por lo que al sentir los dedos de su padrastro en su vagina exclamo sorprendida y agitada ohhh.

-¿Te he causado daño? -le preguntó morbosamente Nico. Este completamente excitado había decidido ser más atrevido, y tocar la vagina de la hija de su mujer. Era una oportunidad única.

-No papi. No… ¡es que me dio … como un escalofrío, cuando me has tocado ahí! - le contesto, sin saber que decir.

-Bueno. ¡Pero también necesitas asearlo bien! Es uno de los sitios que hay que tener bien limpio, para evitar hongos. Le dijo descaradamente el hombre, mientras la continuó acariciando con su sus dedos, que pasó por toda la ranura del coño de la joven, viendo cómo ésta se agitaba, a medida que sus gruesos dedos abrían los labios vaginales y tocaban el interior de su coñito: Oh papi. no sigas … oh

Nico decidió no continuar para no alterar a la joven. Fue suficiente. Se dio cuenta que su excitación estaba al máximo. Decidió desistir y continuar enjabonándola por detrás. Paso su mano por las nalguitas, deslizándola con el jabón como si moldeara las mismas, logrando pasar sus dedos por encima del orificio anal de la joven, originando nuevamente que la joven gimiera al sentir el contacto de sus dedos con el mismo.

El hombre veía como la joven se revolvía ante el toqueteo de sus manos, por lo que continúo masajeando esas partes simulando que la estaba enjabonando. Volvió a subir masajeando sus pechos nuevamente, mientras osadamente, se acercó más a ella, con lo cual su verga (aun dentro del slip) colisionó con la espalda de la joven, obligando a aquella a dar un respingo.

Al principio Deisy se quedó como cortada. Era consciente de la empalmadura que tenía la pareja de su madre, y que estaba restregando su miembro contra su espalda. Eso intranquilizó a la joven. Nico, al darse cuenta, no quiso importunarla, por lo que tomó la regadera comenzó a limpiarle el jabón de su cuerpo. Mientras tomaba la regadera con una mano, con la otra limpiaba el jabón de la piel de la joven, volviendo a pasar toda su mano por los pechos de aquella, percatándome que los pezones de la joven se habían puesto en punta. Se dio cuante que Deisy cerró los ojos mientras le masajeaba sus pechos.

A medida que fue bajando, nuevamente su mano se introdujo por la entrepierna, diciéndole: Deisy abre un poco las piernas para que pueda “lavarte bien el chochito”.

La joven accedió, agitada, viendo como el hombre dirigía el chorro del agua hacia su vagina, al tiempo que varios dedos de su mano derecha volvían a pasearse por la ranura de su coñito. Los dedos del hombre abrieron descaradamente los labios vaginales, tocando con el dedo corazón parte de su clítoris. La joven reculó hacia atrás, colisionando con la verga de Nico que estaba totalmente empitonada. Oh papi..oh…

-tranquila Deisy. Recuerda que hay que asear bien el coñito.

Oh papi. pero es que. oooh
exclamó aquella al sentir como el dedo varonil frotaba su botoncito, teniéndose que apoyarse sobre el hombre para no desfallecer.

Nico se dio cuenta que, de continuar, la joven se correría. Por ello decidió retirar su mano de allí, procediendo a retirar el agua, diciéndole: Bueno Deisy, mejor te seco ya.

La joven por primera vez se giró hacia Nico, con sus ojitos enrojecidos por la pasión. Había gozado sintiendo los dedos de su padrastro masajear su coñito. La joven tomó consciencia de que, si su padrastro hubiera seguido, hubiera terminado corriéndose.

Salieron fuera de la ducha, mientras aquel colocó una toalla pequeña en el suelo para que pudiera pisar con los pies mojados sobre ella, y tomando una toalla mayor la envolvió y comenzó a secarla.

Mientras le secaba sus pechos, esta vez de frente, le dijo: Ay que secarlos bien, y debajo de las axilas para evitar la aparición de hongos.

La tolla la pasaba por ambos pechos de la joven, para luego ir bajando. Nico decidió agacharse ante la joven, situándose delante de la entrepierna de aquella por primera vez. Agitado, contempló el pubis y la maraña de vellos que en cierto sentido tupian la entrada de aquella joven vagina. Tras secarlo un poco con la toalla, se concentró en los labios vaginales de la joven, observando que éstos eran de un color rosa.

La joven se mantuvo nerviosa, excitada y sin saber que hacer, miraba hacia abajo, observando el atrevimiento de la pareja de su madre, que en ese momento le estaba examinado su vagina. La agitación de la joven se incrementó cuando observó que el hombre retiró la toalla, y osadamente dirigió su mano a su vagina, volviendo a tocar abiertamente con sus dedos la ranura de su coñito. Nuevamente los gruesos dedos de aquel varón abrieron sus labios vaginales, y se pasearon por el interior de su raja. La exclamación de la joven no se hizo esperar: -oh papi… ohhh.

Esta vez, Nico fue más osado, y continuó pasando sus dedos por todo el coñito de la joven, viendo como aquella gemía, y se agitaba, abrazándose al mismo para no desfallecer. Logró concentrarse en el clítoris de la jovencita, viendo como fue suficiente para que aquella pronto, al joven alcanzara el orgasmo. oh ooooo sii papi…ooo

Tuvo que sujetar a la joven, para que no se cayera, ante las convulsiones de su cuerpo, mientras terminaba el ansiado orgasmo. Los espasmos de la joven fueron intensos, y sus gemidos se escucharon en toda la casa, mientras realizaba bruscas contracciones con su cuerpo.

Cuando por fin acabó. Deisy le miró. Mantenía sus cachetes enrojecidos por el orgasmo recibido. Nico percibió el gozo de aquella jovencita, quien por primera vez había alcanzado el orgasmos bajo la seducción de las manos de un hombre. La joven no hizo comentario alguno. Solo se quedó apoyada en el hombre durante unos instantes mientras se recuperaba.

Nico, llevo a cabo un término de espera, y luego, como si nada hubiera ocurrido la continuó secando. Esta vez se recreó en el trasero de la joven, abriendo las nalguitas de forma descarada, simulando que la estaba secando, mientras observaba orificio anal en toda su amplitud. “Joder Deisy, voy a tener que clavarte mi cipote por ahí”. “Ay nena estas buscando que papi te clave y lo vas a conseguir” se dijo para si el hombre con una evidente y notoria excitación.

Tras acabar, tomó las braguitas limpias, y se las coloco, para luego ponerle su pijama. La joven observó el cuerpo del hombre, con todo su slip mojado, que permitía apreciar claramente las dimensiones de su pene.

Cuando acabó, Nico le pregunto: -¿estas mejor?

La joven le sonrió, y dándole un beso en el cachete, mientras sonrojada por lo ocurrido, se retiró sin decirle nada. ¡Ni hizo falta que le contestara! La joven estaba alucinada con lo ocurrido. Había disfrutado con los dedos de su padrastro, y hasta se había corrido por primera en la manos de un hombre.

-¡Pero de esto ni una palabra a tu madre!. Le comentó Nico mientras la joven se retiraba.

-claro.


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heranlu

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Nicolas y su Hijastra Deisy - Capitulo 002


Cuando su mujer llegó, no le preguntó nada. Aquella viendo a su hija dormir plácidamente tampoco quiso despertarla para ducharla. A la mañana siguiente ella le ayudo, pero nada le comentó la joven a su madre sobre lo ocurrido en la tarde anterior con su padrastro, ni que este la había duchado. Se las ideo para indicar que a duras penas se había podido asear un poco.

Durante los dos días siguientes la madre pudo ducharla tras llegar de trabajar. Al cuarto día, Berta llamó a su hija diciéndole que llegaría bastante tarde, ya que tenía problemas en el trabajo. La hija le comentó que no se preocupara. En el fondo se alegró, ya que ello le daba la oportunidad de pedir a su padrastro que nuevamente la bañara.

Cuando se lo propuso, Nico no se negó tampoco. En el fondo ansiaba volver a tener aquella joven desnuda ante él, poder tocar sus pechos y su coñito. Por lo que tras unos momentos se dirigió al baño donde ya le esperaba la joven. Una vez retiró el sostén y las braguitas de aquella, el también procedió a retirarse su ropa con la excusa de no mojarla. Sin embargo, en esta ocasión su excitación le llevó a cometer una nueva locura. En lugar de quedarse con el slip, como la vez anterior, se desprendió del mismo ante la mirada inquisidora de la joven.

Deisy se agitó al contemplar dentro de la ducha, como la pareja de su madre se quedaba completamente en pelotas y se metía en la ducha junto a ella. La joven pudo contemplar por primera vez el enorme pene del padrastro que colgaba entre las piernas del mismo. Sin poder evitarlo, un estremecimiento recorrió su cuerpo. Había visto los penes de algunos hombres y jóvenes en videos y fotos con sus amigas, pero jamás había visto un pene en la realidad.

Su curiosidad le llevó a fijarse en aquel falo, de una buena longitud y buen grosor, el cual, pese a no estar del todo erecto, blandía majestuoso entre las piernas de su padrastro. Le fue a decir algo, pero al final termino por no decirle nada. Se quedó quieta dando la espalda al hombre, el cual pronto entró en la ducha tras ella, colocándose tras la misma.

Mientras el hombre le esparcía de nuevo el agua, y procedía a enjabonar el cuerpo de la joven, esta sintió las punzadas de la verga del hombre en su espalda. Nico está vez no tuvo raparos, y dejó que su verga colisionara continuamente contra la espalda de su hijastra, mientras le esparcía el jabón por el cuerpo del Deisy. Tampoco tuvo pudor en tomar ambos pechos de la joven en sus manos, acariciándolos con sus grandes manos, concentrándose morbosamente en sus pezones, los cuales acarició con sus dedos, haciendo gemir a la joven.

Poco después, en la posición en que se encontraba, con sus manos en los pechos, tiró de la joven hacía él, al tiempo que le acercaba descaradamente su pene, restregándoselo en la espalda de la joven. Su enorme verga totalmente envarada, se adosó a la espalda de la joven, percibiendo aquella la dureza de la misma, y hasta los testículos del padrastro.

Deisy obviamente quedó como electrocutada al sentir la dureza del pene de la pareja de su madre, que puyaba sin pudor en su espalda. Nico comenzó a realizar movimientos, restregándose morbosamente contra el cuerpo de la joven, lo que motivo la excitación de aquella, quien giró su cabecita para mirar a su padrastro. El hombre percibió la excitación de aquella mirada. Lujuriosamente, continuó acariciando los pechitos de la joven, tomándolos completamente en sus manos, palpando con sus dedos los pezones, al tiempo que le decía: -Uhm Deisy ¡tienes unos pechos preciosos!

La joven, con la mirada ida, se giró nuevamente y le dijo: ¿de verdad te gustan papi? ¿No te parece que los tengo pequeños?

-¡Uhm me encantan!. Tienen el tamaño perfecto. Tienes unos pezones sueves y empitonados ¿te gusta que te los toque como lo estoy haciendo?

.Oh papi. ….Cuando me tocas así me produce un calor intenso.


Nico decidió continuar enjabonando el resto del cuerpo de la joven, pasando por el vientre, hasta alcanzar de nuevo el pubis, pasando sus dedos por entre la maraña de vellos, hasta terminar alcanzando los labios vaginales de la joven. Esta vez la joven esperaba esas caricias, por lo que no se opuso, gimiendo descaradamente cuando el padrastro le abrió el chochito con sus dos manos, y le pasó el dedo frotando toda la raja de arriba abajo hasta introducir su dedo corazón, logrando alcanzar su himen.

Nico ya se había percatado que la joven seguía intacta. ¡Deisy aún era virgen! Y eso en el fondo más lo excitaba.

-también tienes un coñito muy suave. ¿Te gusta cómo te lo enjabono? Le comentó totalmente excitado el hombre, sin parar de dedear la vagina de la joven, y no mostrando reparos en tocar abiertamente a su hijastra.

-oh papi… me da … no se…. unos calambres.

¿Si te molesta, dejó de hacerlo? Le contestó este para ver que respondía la joven.

No papi. ¡Como tu dijiste esa parte hay que tenerla bien aseada! Le contestó aquella que deseaba que aquel continuara.

Ante el consentimiento expreso de la joven, el hombre continuó dedeando el coñito de la joven. Se dio cuenta que de continuar la joven volvería alcanzar el orgasmo en la misma ducha. Por ello, decidió volver a subir por el cuerpo de la joven, enjabonando bien su trasero, y volver a palpar los pechos de la joven, haciendo el que los estaba enjabonando.

En ese momento, Nico miró su enorme tranca que blandía detrás de la joven, y que estaba a punto de descapullar. Excitado se agachó un poco, al tiempo que echó su cuerpo delante logrando introducir su pene entre los muslos de la joven, logrando con ello, que su verga rozara por primera vez los labios vaginales de aquella. Casi se corre. ¡Su verga estaba en contacto con los labios de su hijastra!

Deisy percibió un enorme estremecimiento al sentir como el pene de su padrastro, se frotaba con sus labios vaginales. ¡Era la primera vez que sentía aquella sensación! Notaba la dureza y magnitud del pedazo de carne de la pareja de su madre, metiéndose entre sus labios vaginales, y aunque solo era un frotamiento, notó como sus fluidos fluyeron sin remedio de forma abundante. De hecho, apretó un poco sus muslos atrapando entre ellos el pene del hombre.

Esto le dio pie a Nico para preguntar a la joven: ¿sientes mi pene Deisy? ¿lo sientes metido entre tus muslitos?

Oh si papi…
Exclamó con evidente excitación la joven. Pero la sorpresa de Nico fue comprobar su hijastra hizo algo más atrevido: comenzó a recular su cuerpo hacia el del hombre, viendo como sus labios vaginales se frotaban con todo el pene del padrastro, de forma más pronunciada. Deisy estaba excitada viendo como sus labios vaginales se abrían al contacto en horizontal con la barrena de su padrastro. Notaba con aquella verga abría sus labios vaginales deslizándose por ellos.

Tras estos movimiento, la joven volvió a mirar a la cara a su padrastro, girándose hacia atrás, mostrando una carita de auténtica nena en celo. Excitación que quedó patente cuando aquella le preguntó: Papi… ¿Por qué se te ha puesto tan grande?

-Uh nena. Es tu cuerpo. ¿Ya sabes? sentir tu cuerpo, tus muslitos, y el calor de tu coñito, .. “se me ha puesto grande” no lo puedo remediar. ¿te molesta?

-Oh … Papi…


La joven hizo un movimiento y se separó del hombre. Esta vez se giró y se quedó de frente a él dentro de la ducha. Deisy estaba excitada, mostrando una mirada de nenita en celo. Nico se quedó más excitado cuando observó como la hijastra dirigió su mirada hacia sus genitales. Su lujuria se incrementó, cuando aquella, con cierto nerviosismo, decidió tomar con su mano no escayolada, el pene del padrastro. Tras unos momentos de duda, lo comenzó a acariciar de arriba abajo, apretándolo para sentir la dureza del mismo, intentando abarcar la totalidad del diámetro, para luego ir subiendo hasta la cabeza. La joven, totalmente excitada con aquel juguete que tenía entre sus manos, se percató que faltaba muy poco para que se descapullara. Deisy, con su cara encendida por la pasión del momento, miro hacia Nico y le dijo:

,-oh papi. ¡La tienes bien grande! Al tiempo que pasaba nuevamente toda su manita a lo largo y ancho de la verga del mismo, para añadir: Y … está bien gorda.

Nico no daba más. Estaba sorprendido por la reacción de la joven, viendo cómo, lejos de soltar su pene, continuó a masajearlo con su manita libre, pasando la misma desde el prepucio hasta la base, haciendo que su verga se endureciera aún más.

El hombre notó que estaba perdiendo los papeles. Excitado le comentó a la joven, acercando su boca al cuello y oído de la misma: ¿te gusta mi pene? ¿te gusta sentirla en tu mano verdad?

-Uhm no se papi… ¡es tan grande!
exclamó la joven sin dejar de manosear la tranca. Continuó manoseándola para, en un momento dado, mirar a la cara a su padrastro, y para preguntarle: Uy papi ¿todo esto se lo metes a mama?

Nico casi se corre ante aquella pregunta. No esperaba que la joven fuera tan directa. Pero, sin poder contenerse, morbosamente decidió contestar a la joven, diciéndole: ¡Pues claro! ¡A tu mama le entra toda!

La joven se estremeció al escuchar aquellas palabras. Más agitada vuelve a preguntarle: ¿de verdad se la metes toda por el coñito? ¿A mama no le duele cuando se la metes? ¿No se?… ¡es que la veo tan grande!

El hombre continuó alucinado. Se dio cuenta que la joven estaba pensando en ese momento, si le podía entrar a ella en su coñito. Casi sin poder contenerse le respondió: : ¡Ya sé que la tengo un poco grande! Pero, la realidad es que las vaginas de las mujeres se adaptan a cualquier tamaño. Al principio les cuesta un poco, pero luego disfrutan mucho.

La joven, sin soltar el pene, miró de nuevo la cara de su padrastro y le volvió a decir: Pero papi… ¿ya has visto mi coñito? Es bastante pequeño. ¡Tu pene no entrará por ahí!

Nico estaba que no podía más. En ese momento notó que tuvo que hacer esfuerzos para retener su eyaculación. O la joven era bastante inocente, o le estaba poniendo a prueba.

Con cara de auténtico depredador, observó aquella carita de nenita en celo, y le entró una excitación tremenda, hasta el punto de que su pene se descapullo. Nervioso y agitado, terminó susurrando a la hijastra: No es que lo tengas pequeño. ¡Es que aún eres virgen! Pero, en cuanto se rompa el himen, te entrara sin problemas.

-Ay papi no se. Es tan grande… .
respondió la joven sopesando el pene del mismo, mirándolo como más delicadeza, al contemplar la magnitud del glande.

En ese momento Nico se da cuenta que la situación se le estaba yendo de las manos. Era la hija de su pareja, y aquello podía terminar mal. Si continuaba, cometería una locura con la joven, por lo que, decidió terminar con la situación, diciéndole bruscamente a la joven: -Ay Deisy, ¿creo que estamos pasándonos? Mejor termino de ducharte.

La joven, también recobró la compostura, soltó el pene del varón, y se colocó de espaldas dentro de la ducha, con la finalidad de que pudiera terminar de echarle el agua y limpiarla. Luego salieron fuera. Nico tomó la tolla y comenzó a secar a la joven. Mientras lo hacía notaba la sonrisa de la joven, por lo que se vio obligado a preguntarle: ¿Deisy porque te ríes?

La joven le miró, enrojeciendo de nuevo, agachando su mirada hacia el pene de Nico, diciéndole: Ay papi. ¡Es que no puedo remediarlo! ¿Mira cómo tienes tu pene? ¡se te va a reventar! ¿No te cabrá en el slip?

-Que pillina eres. Ya lo se. Debería hacer algo para bajarla, pero “no quiero cometer ninguna locura contigo, de la que luego podamos arrepentirnos”.
Le contestó el hombre.

La siguió secando. Cuando llegó a la zona de su vagina, la joven se abrió de piernas de forma voluntaria y hasta sensual, mirando enrojecida a Nico. Este intuyó claramente lo que deseaba la joven. Resultó manifiesto que ansiaba volver a correrse con los dedos del hombre.

Nico la miró a la cara, aun agachando. Observó aquel coñito, y optó por seguirla secando, para luego hacerlo él. La joven le pregunto: ¿No me vas a colocar el pijama?

El padrastro, dejó las tollas en al baño. La observó, contemplando a su hijastra completamente desnuda, e hizo algo que agitó a la joven. La tomó en brazos y la llevó hasta su habitación. La depositó sobre la cama, obligándola a que se recostara en ella, mientras le abría las piernas en forma de V, con lo que tuvo a su disposición todo el coñito de la joven.

-Oh papi..¿qué me vas hacer?

Deisy se maravilló al ver lo que estaba haciendo la pareja de su mama. Nico había metido su cabeza entre las piernas de la joven, para comenzar a lamer sus muslos desnudos, agitando a la joven. Poco a poco se fue acercando hasta los labios vaginales de la joven. Esta se agito aún más diciéndole: Oh papi… ¿qué me vas a hacer?… ¿me lo vas a comer?

El hombre le dio unos brochazos con su lengua a todo el coñito de la joven, haciéndola suspirar entrecortadamente. Tras darle un par de buenas lamidas, le dijo: ¿quieres que lo dejemos?

Deisy le miró, totalmente encelada, y le contestó: Oh papi por favor continua. Sigue así….

El hombre se sonrió. Por ello continuó lamiendo y comiendo el coñito de la joven, viendo como la joven se revolvía y revolcaba en la cama, suspirando ante el gustazo que le estaba dando la lengua de su padrastro. Nico se concentró en el clítoris de la joven, viendo como ello hizo gemir más aceleradamente a la hijastra de forma ostensible. Se detuvo un momento, y le dijo: Anda Deisy, quiero que te corras en la boca de papa. ¿quieres hacerlo?

Esas palabras terminaron de excitar tremendamente a la joven, quien, sin pensárselo, tomó la cabeza del padrastro tirando de ella hacia su entrepierna, mientras se convulsionaba estrepitosamente, dando gritos de placer, hasta venirse en un orgasmo placentero.

Nico sintió claramente como los jugos de la joven desbordaban su boca, y aguantó hasta que aquella terminó de alcanzar el clímax. Cuando se retiró de la misma, aún notaba el sabor de los jugos de la joven en sus labios. Deisy lo miró y le dijo con cara de felicidad: ¡Oh papi me he corrido mucho! Y ¡lo he hecho en tu boca! ¿no te da asco? Luego, acercándose al mismo, le retira unos vellos de su coñito que habían quedado pegados a los labios del hombre.

-Claro que no tienes un coñito delicioso. ¿te encuentras mejor?

La joven asintió con la cabeza, pero observó el vástago que emergía como un mástil entre las piernas de su padrastro. Agitada ante aquella visión, le dijo: ¡Uy papi como la tienes! ¡No puedes quedarte así! Se te va a reventar, y “mama no vendrá hasta la noche”.

Nico sonrió y observó el trasero de la joven. Ella captó dicha mirada, y ruborizándose, le pregunto: Papi. ¿que estas mirando? ¿No pensarás metérmela por el culito? Sabes que la tienes muy grande.

El hombre se ruborizó también al haber pensado en clavarle su pene a la hijastra por el ano, y le contesto: Lo siento Deisy. Mejor lo dejamos así. Anda colócate el pijama para poder vestirme.

Nico estaba a punto de cometer una locura, por lo que, superando sus ansias, volvió a reprimirse. Decidió colocarle el pijama a la joven, ésta no dejó de observar la macana de su padrastro que continuaba blandiendo entre sus piernas, con una erección notable. Como si de un juego se tratara, la joven, le comenzó a dar pequeñas palmadas al pene con su manita buena, riéndose.

-Nena. Pero que haces… que pillina eres…¡.Uf Deisy no sigas haciendo eso… o!

La joven si dejar de darle pequeños golpes a la tranca del mismo, continuó riéndose, diciéndole: ja ja. ¿te estas poniendo nervioso papi? Uy como se te pone…. ¡Qué contenta se va a poner mama esta noche!

Nico, en lugar de terminar de vestirla, le metió la mano por la braguita que le había colocado, atrapando todas la nalgas de la joven, y rozando con uno de sus dedos el ano de la misma.

-ja ja.. oh papi… ¿Qué haces? No me toques el culito…. Ja ja, ¿no continuarás pensando que te vaya de dejar meterla por mi anito.

-Uf Deisy. Tienes un culito precioso. Un día de estos voy a tener que metértela por ahí. -le dijo el hombre sonriendo, metiendo más de medio dedo dentro del ano de la hijastra.

-Oh papa… saca tu dedo de ahí…. – Le dijo la joven apartándolo, papi ya sé que estas necesitado. Pero la tienes muy grande y mi culito es bastante estrecho.

Nico, se dio cuenta que de seguir en el dormitorio de su hijastra iba a terminar haciendo una barbaridad. Por ello, decidió marcharse, cerrando la puerta y dejando a la joven en la cama.

En la noche, cuando llegó su mujer, tanto insistió en que aquello aceptó hacer el amor con él en el dormitorio. La mujer al ver la erección del hombre le preguntó: pero… ¿Nico, que te pasa hoy? ¡La tienes enorme!

El hombre pronto desnudó a la mujer, quedándose ambos en pelotas sobre la cama. Tras besarla, con caricias a los pechos de la mujer, aquella decidió montarse encima de él. Mientras su mujer lo cabalgaba, se percató que alguien los estaba observando desde la puerta de acceso al dormitorio. Pensaba que la habían dejado cerrada, pero lo cierto es que estaba un poco entreabierta. Observó como la sombra de una persona. Tras fijarse mejor, sin decirle nada a su mujer, se percató de que se trataba de Deisy. La joven les estaba observando mientras hacia el amor.

La excitación del hombre aumentó, y tras lograr que se corriera su mujer, la puso en cuatro, mirando hacia un lado de la cama, con lo cual le dio la posibilidad a la joven de contemplar el cuerpo de ambos, y la enorme verga del mismo totalmente erecta, y que se clavó sin piedad en el coño de la madre de la hijastra.

-Oh Nico… despacio…ooo me destrozas.oo

El hombre mientras se follaba a la mujer, miró hacia la puerta y observó como la joven tenía metida su mano en su entrepierna tocándose claramente sus partes. Pese a que se quedó algo nerviosa al ser descubierta por el padrastro, se mantuvo allí. Aquello excitó aún más a Nico, que comenzó a penetrar a la mujer con unas embestidas que sorprendieron aquella. El hombre mientras clavaba una y otra vez a la mujer, miraba la carita de la joven. Aquella se dio cuenta de que su padrastro estaba imaginando que se la estaba metiendo a ella.

Nico terminó inundando el coño de la mujer, quien se mostró sorprendida por la potencia del hombre esa noche. Cuando salió de la mujer, miró hacia la puerta comprobando que la hijastra se había retirado.

El hombre a partir de ese momento se debatía entre continuar con el juego con su hijastra o cortar por lo sano. Optó por intentar mantener cierta distancia con la joven.

Por las mañanas la joven iba y regresaba del instituto mediante el bus escolar, ya que el busco disculpas para no ir a buscarla. La joven almorzaba en el comedor, y llegaba sobre las tres de la tarde a la casa. La joven había comprobado que Nico se había metía en el despacho hasta que volviera su madre. ¡Deisy se sentía furiosa! Llevaba más de una semana sin apenas hablar con su padrastro, y encima aquél la evitaba. El traumatólogo le retiró la escayola, pero le pautó llevar un férula tan rígida como la escayola, que le impedía hace nada con su mano izquierda. Su madre había llegado dos días tarde, y se había tenido que aguantar hasta su llegada para poder ducharse.

La joven, no solo estaba enfadada porque aquél no le hablara, sino porque también ansiaba sentir los dedos y la lengua del mismo en su coñito. Se había logrado masturbar varias veces en su dormitorio sola, pensando en su padrastro, pero añoraba tenerlo con ella. Recordaba como había visto a su madre recibiendo la tranca del mismo, y se imaginaba que era ella la que estaba recibiendo la verga del hombre.

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heranlu

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Nicolas y su Hijastra Deisy - Capitulo 003

Deisy al saber que ese día saldría mas temprano del colegio se puso de acuerdo con una amiga, a la cual venía a recoger su madre, pidiéndole que si la acercaba a su casa. Así fue como se presentó en su casa antes de que llegara Nico de su trabajo. Ella sabía que ese día de la semana su madre acostumbraba a llegar bastante tarde.

Esperó ansiosa la llegada de la pareja de su madre. Se quedó no obstante en su dormitorio, sin que Nico supiera que había llegado. Aquél, nada más llegar, se fue a su dormitorio, y decidió darse una ducha ya que estaba totalmente sudoroso. El día era de los más caluroso del año.

Deisy esperó un tiempo que consideró prudencial, y por los ruidos que escuchaba se imaginó que el hombre iba a meterse en la ducha. Decidida, entró en el dormitorio de su madre, y viendo la luz en el baño, se acercó entrando en el mismo. Allí estaba el padrastro, que se acababa de desnudar completamente para entrar a la ducha. Nico se quedó sorprendido ante la presencia de la joven exclamando:

-Deisy. ¿Qué haces aquí?... ¿pero, no tenías cole?

Han suspendido varias clases y he venido más temprano.


-Pero Deisy. No deberías estar aquí…. Oh nena… ¿no ves que estoy desnudo? Le respondió el hombre, viendo como su verga se endurecía por momentos ante la presencia de la joven.

-Sabía que te ibas a duchar. Yo también estoy muy sudorosa. Anda ¿déjame duchar contigo? Sabes que sola no puedo hacerlo. Esta férula me lo sigue impidiendo. Y, mama no volverá hasta bien tarde la noche. - le contesto aquella.

Nico no es que no quisiera hacerlo. Al contrario, lo deseaba ardientemente. Pero sabía que, si volvía a ocurrir, es posible que no pudiera contenerse nuevamente. Por ello, le dijo: Ay Deisy. Sabes que esto está mal. ¡Si tu madre se entera me va a echar de la casa!

La joven se sonríe, y le dice: Ja ja…. pero papi. ¿mira cómo se te ha puesto tu pene? ¿Por qué se te ha puesto tan dura?

El hombre, se detuvo antes de entrar en la ducha. Observó a la joven, y acercándose a la misma, sin decirle nada la comenzó a desabrochar la blusa que portaba, retirándola, haciendo luego lo mismo con el sujetador. Observó los pechos de la joven, desnudos, con los pezones erectos y empitonados. No le dijo nada, solo se limitó a retirarle la faldita, y luego agachándose, le fue bajando muy lentamente la braguita. Observó la entrepierna de la joven y luego comprobó la braguita, detectando que la zona donde había estado en contracto con la vagina de la joven, se encontraba húmeda, con una mancha evidente.

Deisy observó como su padrastro miraba su braguita, agitándose al comprobar como aquel llevaba dicha prenda a su nariz para aspirar el olor de la misma. Ver a la pareja de su madre impregnándose del olor a coño que desprendían sus braguitas, la excitó sobremanera.

Luego Nico se incorporó. En ese momento, ambos volvieron a estar completamente desnudos. Aquél la miró de arriba abajo, esta vez con toda la sensualidad del mundo, y tocándole el trasero con su mano abierta, le dijo: -Uff.. Deisy. ..nenita ¡Pero ¡qué buena estas! Miró su verga, y sin ningún tipo de pudor le dijo a la joven: ¿has visto como se me ha puesto mi pene al verte? Su erección era sobresaliente, dura y firme, y emergía como un mástil entre las piernas del mismo.

La joven, enrojeció. No obstante, de muto propio, alargó su mano buena y tomó el pene del padrastro. Lo masajeó, pasando la mano a lo largo de la misma, contestándole: ¡Uf papito, creo que la tienes más dura que nunca!

Nico, no quiso continuar y procedió a colocarle el plástico para cubrir la férula. Luego la hizo entrar bajo la ducha, colocándose detrás de ella. Tomó la regadera y comenzó a echarle agua por el cuerpo, al tiempo que le restregaba toda su polla por la espalda y culito de la joven, en clara demostración de su tremenda excitación. Sentía que estaba vez le iba a ser más difícil resistirse. Sin poder contenerse más, mientras le esparcía el agua, acercó su mano y acarició nuevamente las nalgas de la joven, para terminar, abriéndoselas. Contempló extasiado el ano de la jovencita. Oh nena ese culito va a ser mío hoy. Que locura. Pero tú te las estas buscando, se dijo el hombre.

-Uy papi. ¡No te entusiasmes con mi culito! Ya sé que deseas meterla por ahí. Pero la tienes muy grande.

Nico, totalmente excitado, no le contestó. Se limitó a tomar un poco de gel y comenzó de nuevo a enjabonarle el cuerpo suavemente. Deisy se estremeció al sentir como el hombre volvía a tomar sus pechos con las manos, haciéndola suspirar. Luego, sintió como su padrastro fue descendiendo por su cuerpo, hasta alcanzar sus labios vaginales, que tocó y palpó con sus dedos, abriéndolos descaradamente. La joven deseaba sentir los dedos del mismo, pero se dio cuenta que esta vez su padrastro estaba lanzado.

Se agito al comprobar como su padrastro, se entretuvo enjabonando sus nalguitas, apretándolas, e intentando abrirlas con sus grandes manos, concentrándose especialmente en la abertura existente entre ambas. La joven se puso algo tensa, cuando sintió que su padrastro alcanzó su ano. Percibió como el hombre, ayudado del jabón como laxante, le comenzó a estimular el ano, pasando varias veces la yema de los dedos por toda la entrada de su culito. La joven se quedando sorprendida al notar como aquél, lograba introducir totalmente el dedo anular dentro de su pequeño orificio. Oh papi… por ahí… noo ooo

-Calla nenita. ¿Has visto cómo te entra mi dedo? ¿Suponte como será cuando te entre mi pene?

-pero papi… ¿sigues queriendo meterla por ahí?… Oh papi… no sigas. La joven quedó intranquila al ver que su padrastro no sacaba el dedo de su ano, sino que comenzó a jugar con él dentro de su orificio. Tras unos momentos sintió como posteriormente lo sacó, pero solo para volver a echar más gel y luego intentó meter dos dedos.

Deisy se revolvió intentando evitarlo, pero el hombre la sujetó y, con cierto dolor, forzó su esfínter, logrando introducir dos de sus grandes dedos dentro de su culito… Oh papi… no … me duele. sácalo… exclamó como los nudillos de ambos dedos se introducían igualmente dentro de su anito.

Relájate Deisy. ¡Ya tienes dos dedos dentro!. ¿Ves cómo tu culito se ensancha?

-Pero papi… es que me siento rara…


Nico, no le contestó, pero tampoco desistió de su tarea. Continuó con sus dos dedos hurgando dentro del culito de la joven, jugando con ellos, entrando y saliendo del orificio, haciendo varios giros con ellos dentro, en un intento claro de dilatar cuanto podía la entrada de aquel culito.

-Oh papi…. me lo vas a abrir mucho. Ohhh

El hombre se sorprendió al comprobar la facilidad con la que aquel pequeño orificio comenzó a ensanchar. Sus dos grandes dedos, entraron con total facilidad, y le dio unos giros dentro, viendo como las paredes el ano se abrieron. En ese momento, le vino a la mente la idea de que quizás ese agujero podía soportar su pene. ¡Era en ese momento o nunca! No se lo pensó más. Miró su falo, se echó un poco de gel en la cabeza, y sacando sus dedos del trasero de la joven, acercó su verga sustituyéndola por aquellos. Sabía que debía hacerlo con rapidez, pero sin dañar mucho a la joven.

Casi sin darle tiempo a reaccionar a la jovencita, presionó fuertemente viendo como pese al inicial escolló del esfínter, logró traspasarlo, viendo como más de la mitad de su nabo se ensartó en el culito de la joven. Ohhh noooo

Deisy, no se los esperaba. Fue tan certera y rápida la acción del padrastro, que cuando se dio cuenta tenía más de la mitad del pene del mismo dentro de su culito. Dio una alarido enorme al ver como aquel pedazo de carne se hacia paso en su orificio anal. Ohhh nooo sácala… oh papi… noo

Pero, Nico sabía que no era momento de venirse atrás. Ya estaba dentro de la joven. Su verga había logrado abrirse paso dilatando lo suficiente el esfínter de la joven para acceder al interior de su ano. Tomó a la joven por las caderas, y agachándose un poco para posicionarse mejor detrás de la joven, arremetió fuertemente contra el culito de aquella, viendo como lograba ensartarle la casi totalidad de su pene. El alarido de la joven fue mayor. Comenzó a protestar, viéndose atravesada por aquella enorme tranca, hasta el punto que le costaba hasta respirar. Oh.. que daño …oooo.. sácala….

Pero Nico estaba tan excitado, que lejos de hacerle caso, sacó un poco el falo, pero para volver a meterlo un poco más. Y, así poco a poco, comenzó a sacar y meter su pene, viendo como las paredes de la cavidad anal se iban dilatando y cada vez entraba mejor su pene. El gel ayudaba bastante. La excitación del hombre era total. Tenía clavada casi en su totalidad a la joven. Al final había logrado clavar su verga en aquel precioso trasero.

Pero, su tremenda excitación le estaba jugando una mala pasada, ya que, ante la estrechez del culito de la joven, su verga reaccionaba ensanchándose aún más. Cada vez se le endurecía más dentro del culito de la joven.

La joven se mantenía en posición semi agachada, aguantando el empalamiento que le estaba proporcionando su padrastro. Gemía de dolor, pero el hombre no cedía en sus continúas sacadas y metidas. Pronto, la joven observó como el pene de su padrastro comenzaba a entrar y salir con mayor facilidad. Pese a la posición tan forzaba en que se encontraba, intentó agarrarse a las paredes de la ducha para soportar las embestidas del padrastro.

Oh papi… no más… oo para…

-Relájate preciosa. Ya la tienes toda dentro. Ya te dije que un día de la clavaría toda. Hoy es ese día. Uf nenita… tienes un culito de infarto…

El hombre soltó una mano de las caderas de la joven, y comenzó a tocar la rajita del coño, lo que agitó a Deisy. Pese al dolor que soportaba por el tremendo empalamiento, notó que el dedo de su padrastro estaba haciendo tanto efecto, que pronto alcanzó un orgasmo. Mientras se corría el hombre no dejaba de meter y sacar su verga del culito de la misma, arremetiendo con gran fuerza y poderío.

Cunado la joven terminó su orgasmo, tuvo que sujetar a la joven para evitar que desfalleciera. Pero, Nico estaba tan encelado clavando su verga en aquel delicado trasero, que ni por un momento pensó en desistir. Dada su enorme envergadura y la pequeña altura de la joven, le estaba costando mantener aquella postura semiagachada detrás de la joven, mientras la penetraba. Por ello, teniendo en cuenta su poderío, su gran envergadura con respecto a la joven, la tomó por ambas nalgas, y la elevó en alto, a la altura suficiente para poder mantenerse en posición recta, haciendo que con ello la joven recostara su espalda sobre el pecho del mismo. En esa posición, con la joven tomada en alto, Nico comenzó a penetrar el culito de la joven, viendo como la totalidad de su falo entraba al máximo dentro de la joven. Oh papi… me rompes…ooo

El hombre entonces comenzó una frenética penetración, manteniendo el alto a la joven, mientras la atravesaba con su enorme verga, clavando una y otra vez, el ano de la joven. No tuvo piedad. El empalamiento era estremecedor. La joven gemía y chillaba mientras su culito era martilleado por aquel enorme falo.

Tras varios minutos follando el culito de la joven en aquella posición, se percató de su inminente venida. Tuvo claro que lo iba hacer dentro de aquel culito. La hija de su pareja lo había seducido, y ahora era suya. Aquel culito se estaba tragando la totalidad de su tremendo sable, y pensaba dejarlo bien regado con su leche.

Dando grandes gemidos y gritos de triunfo, elevó cuanto pudo a la joven, empalada en su culito, para comenzar a venirse dentro del mismo con gran virulencia. Su semen fluía sin parar lanzando lechada tras lechada entro de la cavidad anal de la joven.

-Oh papi… te estas viniendo oooo te siento ooo

El hombre llevaba unos días sin descargar, por lo que se vino copiosamente dentro de aquel sabroso culito. Cuando por fin acabó, elevó un poco a la joven para extraerle su pene, para luego volver a dejar sobre el piso de la ducha. La joven se sentía como desencajada, dolorida, y completamente abierta.

Girándose, miró a la cara a su padrastro y le dijo: oh papi. lo has hecho… “me has roto mi culito” …Observó el pene de su padrastro, viendo que estaba más tranquilo y había perdido parte de su erección. Oh papi ahora no me podré sentar… me va doler mucho.

-tranquila nena. Ya se te cerrara. Anda vamos a terminar de ducharnos, y luego de aplicaré una crema.


Con cierto agotamiento, Nico logró duchar a la joven, haciendo al mismo tiempo él. Tras secarla, tomo una crema hidratante, luego alzó a la joven en brazos, ambos totalmente desnudos, y la llevó hasta el dormitorio de aquella. La depositó sobre la cama, y colocándola de lado, le dijo:

-déjame. Voy a aplicarte una crema que te ayudara.

La joven se abrió las nalgas, ofreciéndole esta vez su dolorido culito, sin pudro alguno a su padrastro. Aquel se percató del tremendo boquete que había echo al culito de la hija de su pareja. En cierto modo se preocupó. Comenzó aplicar la crema alrededor del orificio anal, e incluso introduciendo un dedo con crema dentro del mismo.

La crema refrescante alivió el ardor de la joven, hasta el punto que le agradó sentir de nuevo el dedo de su padrastro dentro de su ano.

Luego, Nico se recostó a su lado, quedándose juntos, ambos totalmente desnudos.

Papi. ¿tú crees que se me cerrara? Si mama ve el culito tan abierto va a sospechar. - le comentó la joven.

-Intenta que no te vea hoy. Seguro que mañana estarás mejor. No obstante, a medio día de volveré echar un poco de gel hidratante y veras que se te bajará la hinchazón.

La joven se estremeció al saber que su padrastro pensaba volver a colocarle crema en su trasero. Era consciente de que si se excitaba sería capaz de volver a empalarla de nuevo.
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Nicolas y su Hijastra Deisy - Capitulo 004


Tras el desvirgamiento anal de la joven, transcurrió más de una semana durante la cual Nico no tuvo necesidad de duchar a la misma, ya que su pareja regresó temprano, y pudo hacerlo aquella. La joven se sentía algo molesta de su trasero, pero pronto desapareció el dolor, y volvió ansiar un nuevo encuentro con su padrastro. Sin embargo, días después surgió un viaje de los alumnos fuera de la ciudad, que iba a durar diez días, con destino a Roma, organizado por el Instituto, lo que motivó que cesara todo contacto entre ambos.

Durante dicho viaje, las compañeras de la joven comenzaron a relatar intimidades, algunas de ellas bastante morbosas. Deisy se mostró bastante cautelosa y no relató nada de lo ocurrido con su padrastro. Sin embargo, sus oídos estuvieron atentos a los relatos de sus amigas, que desgranaron con pelos y señales, algunos encuentros sexuales de sus compañeras con jóvenes, y hasta con algunos familiares. Fue así como llegó a conocer por boca de una compañera, que una prima de ésta lo hacía con su padrastro. Esos relatos levantaron el velo, y pronto otras comenzaron a relatar como alguna de ellas lo había hecho con hermanos y hasta con sus propios tíos. Evidentemente, aquellos relatos excitaron a Deisy, quien aprovechó para masturbase a escondidas de sus amigas. Las narraciones eróticas de las compañeras, la dejaron tan excitada, que no veía la hora de volver para estar de nuevo con su padrastro.

El día de regreso, como la madre trabajaba, Nico la fue a recoger al propio instituto, a donde llego en autobús. La joven al divisarlo a lo lejos, no pudo evitar mostrar su alegría al volver a verlo, emocionándose al saber que era él quien había ido a buscarla. Le dio un beso, muy cera de los labios, ya que estaba delante de los demás padres.

La joven le contó durante el trayecto a la casa, las vicisitudes del viaje, lo que habían visto, sin contar nada de lo relatado por sus compañeras de viaje. Ya dentro de la casa, Nico le ayudó a entrar la maleta a su habitación. Luego, se sentó en la cama y le dijo: ¿te hemos echado mucho de menos?

Deisy lo miró mientras terminaba de dejar unas cosas sobre el tocador, y le contestó: ¿lo dices en serio? ¿me echabas de menos?

-Mucho. Esta casa sin tu presencia no parece la misma.

Eso la agito, por lo que se acercó hasta donde estaba su padrastro, se sentó sobre sus muslos, y mirándolo a los ojos, acercó su boca y lo beso en los labios. Aquello aceleró al hombre, quien suavemente le levantó un poco la falda que llevaba y la tomó por las desnudas nalgas, apretándolas y masajeándolas, mientras no paraban de besarse.

Tras varios escarceos, el hombre la echó sobre la cama, y colocándose entre medio de las piernas de la joven, acercó su boca a la braguita para comenzar a lamer su panocha sobre la propia tela.

-Oh papi… detente. No me ha bañado…¡estoy dando mal olor!

-No te preocupes nena. ¡Me encanta el olor de tu coñito sin lavar!
Le dijo Nico sumamente morboso, al tiempo que separaba la braguita y comenzaba a lamer directamente la almeja de la joven.

-Oh papi… oo sii…. Sigue…. ¡oh comételo ….! Oh si comete mi coñito…ooo

Nico se concentró en lamer el coñito de la hijastra, mejor que la vez primera, hasta lograr que la joven alcanzara de nuevo el orgasmo. Tras lo cual, la joven relajada, se ducho y luego fueron a almorzar. Dado que la madre regreso bastante temprano ese día todo acabó sin más acontecimientos dignos de relatar.

Pasaron varios días, durante los cuales la joven se contoneaba ante su padrastro. Y, en ocasiones llegaban a tocarse mutuamente, pero no se atrevían a nada más, ante la continua presencia de la madre de la joven. Una tarde tras almorzar, la joven recibió un mensaje de wasap de su madre diciéndole que llegaría tarde por que le había surgido un problema en la contabilidad de la empresa.

Esa noticia excitó a la joven, quien consciente de que iba a estar hasta la noche a solas con su padrastro, decidió aprovechar el momento. Se puso unos pantalones cortos tipo malla, sumamente ajustados, que permitían apreciar claramente la raja de su coñito y por detrás la dureza y forma de sus nalguitas. Miró sus pechos y optó por colocarse una camiseta bastante ceñida, y debajo un sujetador. Sin embargo, antes de salir del dormitorio en busca de su padrastro, se retiró el sujetador quedando sus pechos libres, únicamente ocultos por la camiseta. Se miró al espejo, dándose cuenta que se la veían claramente sus senos marcados en la tela, y sus pezones en claro relieve sobre la camiseta. Estaba claro que la pareja de su madre se daría cuenta que trataba de provocarlo. Pero en el fondo era lo que ansiaba.

Nico se encontraba en el pequeño despacho que tenía en la casa. Cuando vio aparecer a la joven con aquella vestimenta, al instante su verga se enderezó adquiriendo una erección notoria dentro de su pantalón. Percibió que aquella nena lo quería seducir. Y estaba en lo cierto, puesto que la joven se acercó hasta donde se hallaba, y lo rodeo con sus brazos diciéndole cariñosamente: ¿Qué haces papi?

Nico dejó lo que estaba haciendo, la miró de frente, observó como brotaban los pezones de la misma a través de la tela de la ajustada camiseta, y se encendió. Luego observó la rajita que formaba el pantalón corto que llevaba, y fue consciente de lo que aquella nena quería. “Uf nena vienes en plan de guerra. Estás provocando a papa y te vas a llevar una buena tranca. Nenita, papa te ha terminar clavando”., se dijo el hombre para sí.

-Uhm princesa, ¿cómo vienes hoy? ¡Me encanta esa vestimenta!

-Te gusta papi. ¡Si mama me ve de esta forme me echaría una bronca monumental! ¿tú no te enfadas por verme así verdad? le preguntó con carita de nenita mimosa, pero con picardía encubierta.

Nico la observó y le contesto: ¡Claro que sí!. ¡De hecho, papi te va a castigar por vestir de esa manera! Papi va a desnudar completita a la nena, le va a comer sus tetitas, y luego le va a clavar su polla en todo el coñito.

La joven se estremeció al escuchar aquellas palabras, y especialmente por la forma de hablar de la pareja de su madre, a la que no estaba acostumbrada. Exclamó: Oh papi ¿de verdad me vas a castigar? ¿Me vas a castigar como una niña mala?

-Lo siento Deisy. Pero tu comportamiento merece un serio castigo. No se me ocurre otro más oportuno que, dejarte en cueritos, y castigarte severamente.


Deisy estaba sumamente excitada con aquel juego de palabras. Observó el enorme bulto del pantalón del padrastro, y tras observarlo durante unos momentos, se atrevió a colocar su manita sobre el pantalón. Sabía que era peligroso, pero no pudo reprimirse. Apretó la enorme verga del hombre sobre la tela exclamando: Oh papi… ¿me vas a castigar con ese látigo? Jo papi, “se te está poniendo durísima”.

-Eres una nena mala. Y, ¡necesitas que te reprenda! ¡Te voy a tener que castigar fuertemente con mi látigo!
Le contestó el hombre siguiendo el juego. Una falta como esta no puede quedarse sin su correspondiente sanción. ¿no crees?

La joven no paró de manosear la enorme tranca de padrastro sobre el pantalón. Tanto excitó al hombre, que, sin mayor comentario, se desabrochó le hebilla del cinto, y ante la atenta mirada de la joven, descaradamente se bajó la cremallera, sacando fuera su hermosa verga, totalmente erecta y reluciente. La joven abrió sus ojitos, que se dilataron al máximo, al constatar la enorme erección de aquel sable. Y no era para menos, el pene de Nico salió lanzado del encierro del slip, mostrándose totalmente enfilado hacia arriba, con una erección más que notoria.,- Oh papi….¡esta más grande que otras veces! ¿Me quieres meter todo eso por mi huequito? ..¿quieres hacerme lo que le haces a mama?, Pero… ¡mi huequito es muy pequeño!

-Hoy no te vas a escapar. Eres una nena mala y recibirá tu castigo.
Le comentó el hombre, haciendo que la joven, más excitada decidiera colocar su manita directamente sobre el falo.

La joven tomó el pene en su mano, la manoseó como otras veces, viendo que pronto se descapulló. Mientras la joven tocaba el pene, el hombre acercó su mano y comenzó a tocar las nalguitas de la chica, acercándola más hacia él. Observó los pezones hinchados de la joven que se mostraban reveladores sobre la tela de la camiseta.

“Oh Deisy como te has atrevido a ponerte eso. Joder me estas poniendo a punto. Voy a tener que clavarte sin remedio”. - se dijo para sí, mientras acercó su boca y comenzó mordisquear suavemente los pezones de la joven sobre la propia tela. Deisy no tardó mucho en gemir.

-Uhm preciosa. ¡Veo que no te has puesto sostén! ¿Lo hiciste a propósito? ¿Querías que papi pudiera tocar las tetitas sin problema, ¿verdad? Le dijo, al tiempo que levantó la camiseta, hasta lograr dejar al aire los pechos de la joven. No eran muy grandes, pero si duros y enfilados hacia el frente. Además, estos estaban rematados con dos pezones sumamente abultados, que al instante Nico llevó a su boca, lamiendo y succionando los mismos.

-Oh papi. ¿qué haces? No seas tan atrevido. Oooo

La joven comenzó a retorcerse sobre sí misma, ante las lamidas, chupeteos, y succiones que el hombre practicaba sobre sus pequeños senos. Aun así, no soltó en ningún momento el pene de éste. Estaba ensimismada en aquella enorme tranca, que no paraba de acariciarla. Mientras gemía, miraba de reojo el falo del padrastro, atreviéndose a bajar más su manita, metiéndola bien dentro de los pantalones del hombre, hasta que por fin pudo alcanzar los testículos. Se estremeció al palpar los mismos. Deisy no era tonta. Su manita tocó aquellas bolas duras y abultadas, dándose cuenta de que su padrastro tenía los huevos bien llenos.

Lejos de retraerse, su excitación aumentó, mientras se atrevió a tocar y palpar con mayor descaro las bolas del padrastro, hasta terminar exclamando: Jo papi. “Los tienes bien llenos”. ¿Cuánto hace que no lo haces con mama?

El hombre se dio cuenta de que la joven se había excitado al contemplar sus testículos, que estaban a reventar. Llevaba días sin descargar, por lo que, ante la pregunta capciosa de la hijastra, le contesto: llevó más de una semana sin estar con tu madre. Ella tiene unos problemas vaginales, parece que por una irritación vaginal.

-¡No me extraña que los tengas tan llenos!.
Le contesto Deisy, sin parar de tocar los testículos del hombre. Luego volvió a tomar el pene en su mano, y añadió: Pero… tu pene …¡esta tan grande hoy!.. exclamó como reflexionando ella misma en voz alta, ante lo que le parecía una barrena demasiado gruesa para su cuevita.

Nico, se percató que su hijastra estaba bien caliente. Aquella nena lo había venido a buscar. La manita de la joven no paraba de manosear su pene, lo que lo tenía sumamente encabritado. “Uf Deisy me estas poniendo como un burro. Ay nena, como sigas por ese camino voy a tener que clavarte. Se que es una completa locura, pero, … uf nenita estás pidiéndome a gritos que perfore de una vez ese coñito”-pensó para si Nico.

Mientras lamía los pechos de la joven, comenzó a hurgar entre los abultamientos que se reflejaban en el pantalón a la altura de donde se ubicaba la rajita de la joven. Aquel pantalón era toda una provocación. Se fijó en el abultamiento de los labios vaginales, y concentró su mano entre ellos, acariciando la raja de la joven sobre la fina tela. Ante los gemidos de la joven al notar su mano en aquella parte tan sensible de su cuerpo, le dijo: ¡Oh nenita tienes el coñito bien mojadito! ¿Te pone ver la polla de papa así de grande, ¿verdad? Anda preciosa, bájate ese pantaloncito. ¿Quiero ver como tienes ese coñito?

La joven se notaba sumamente excitada, ante aquella petición de la pareja de su mama, percibió como mojo bastante su braguita. Morbosamente, miró al hombre y le dijo: bájamelo tú mismo papi.

Ante aquella petición, Nico no se lo pensó dos veces, y tomando los laterales del pantaloncito, tiró de ellos hacia abajo. Al hacerlo logró bajar juntamente con el pantalón, la pequeña braguita que llevaba la joven. El hombre dirigió su mirada hacia la entrepierna de la joven, comprobando los abultados labios vaginales que cubrían la raja vagina. Viendo como su pene emergía más erecto aún, le terminó de sacar totalmente ambas prendas a la chica, para luego instarle a que se abriera de piernas a la joven, mostrándole en todo su esplendor el coñito de la misma. “Jo nenita como tienes ese coñito. Me parece muy pequeño para mi sable. Pero voy a tener que clavar mi tranca en él como sea”.

Sus dedos hurgaron la rajita, comprobando que la nena estaba sumamente mojada. Apartó un poco los vellos, y observó con detalle, la rosadita vagina de su hijastra. Abrió bien los labios, observando el interior, constatando que su himen seguía intacto. La joven aún era virgen.

-Uh nenita. Tienes ese coñito muy mojado. ¿Estabas pensando en la polla de papa verdad? le dijo, mientras no paraba de dedear la rajita de la joven. ¿Estas deseando clavarte la polla de papa verdad?

-Oh papi… exclamó la joven mirándolo a la cara ¿pero la tienes enorme? Exclamó la joven, pese a que ardía en deseos de probar aquel pene.

El hombre, lejos de retraerse, se retiró totalmente su pantalón y slip, permaneciendo sentado en el sillón, desnudo de medio abajo, mostrando su falo totalmente enfilado hacia arriba.

-Relájate. Ven. ¡Súbete sobre los muslos de papa, y vete sentándote poco a poco!

-Oh papi…
exclamó agitada la joven ante aquella petición del padrastro. pero ¿me vas a hacer daño? ¿mira cómo la tienes?

-Te dolerá un poco al principio. Pero luego gozarás mucho. ¿No ves como tienes ese chochito? ¡Está chorreando! ¡Éstas deseando clavarte toda mi verga!


Pese al miedo de la joven, era consciente que de continuar su padrastro terminaría clavándole su verga. No obstante, se atrevió hacer lo que le decía el mismo, colocándose entre los muslos del hombre, para luego ir bajando un poco, hasta que su rajita hizo contacto directo con el glande. Oh papi… no me entrará… ¡esta muy gorda!

Pese a todo, la joven con su propia manita comenzó a pasar toda la cabeza de la tranca por su rajita, viendo como la cabeza se embardunaba de sus propios jugos vaginales. El contacto de su chochito con el pene, le comenzó a dar unos calambrazos, que la excitaba aún más.

-Anda preciosa. Ve sentándote. Hoy te convertirás en toda una mujer.

Esas palabras excitaron a la joven, quien tomando un poco de impulso se dejó caer un poco, viendo como sus labios se abrían para atrapar totalmente la cabeza del pene de su padrastro. Pero, pronto tropezó con su himen, y se resintió. Volvió a intentarlo, repitiendo la acción varias veces. Ante la indecisión de la joven, Nico la tomó por las caderas, al tiempo que acercó su boca a los pechitos de joven. Esta se desconcentró al ver como su padrastro le succionaba sus senos. Momento que aprovechó Nico para tirar hacia debajo de la joven, viendo cómo se rompía la tela del himen, y el chochito de la joven se tragaba más de la mitad de su tremendo falo. El grito de la joven fue espectacular y desgarrador. Se oyó en toda la casa.

Nico se dio cuenta que tenía más de la mitad de su verga dentro del estrecho y recién desvirgado coñito de la hija de su pareja. Las paredes vaginales de la joven comenzaron a ejercer una presión importante intentado evitar que el falo continuara entrando. Oh papi sácala…me haces daño… sacalaa...

Lejos de hacerle caso, Nico se concentró con más ahincó en los pechos de la joven, quien al tener que revolverse por el placer que le producía la boca del padrastro, fue suficiente para que las paredes de su vagina cederán, terminando por clavarse totalmente el sable en el coñito de la joven. Oh noooo papi…me la has metido toda… oooh sácala… me haces daño,.. ooo

Pero Nico no pensó en ningún momento en desistir. Ahora su hijastra, tenía ensartada la totalidad de su pene dentro de su estrecho y virgen coñito. Notaba la enorme presión de las paredes de la vagina de la joven, que apretaba su pene como si pretendiera estrangularlo. Se dio cuenta que la joven estaba sufriendo en ese momento al tener todo su instrumento dentro. Pero, era consciente que lo peor había pasado. Debía esperar un poco hasta que el coñito de la joven se dilatara.

Pese a los intentos por salirse de la joven, él la sujetó con fuerza, al tiempo que volvió a concentrar su boca en los pezones de la muchacha, viendo que, tras unos minutos, la presión de la vagina cedió. La miró a los ojos y le dijo: ¡Deisy ya era toda una mujer! Ahora vas a disfrutar de los placeres de la vida.

-Oh papi. ¿creo que me has roto por dentro? Me siento muy abierta..

-Tranquila pronto pasara. Anda comienza a moverte. Verás como el dolor pasará y se transformará en gozo.


La joven, algo desconfiada se levantó un poco para luego dejarse caer, repitiendo la operación varias veces. Pronto adquirió confianza y comenzó a cabalgar la polla de su padrastro por primera vez. Mientras, Nico la abrazada, besaba, succionaba sus pechos, y la tomaba por sus desnudas nalgas. En un momento dado, se incorporó de su asiento, colocándose de pie, elevando a la joven consigo. La joven se sorprendió, viendo como aquel la sujetaba por sus muslos, obligando a la misma a asirse al cuello de aquel. Una vez en alto, en esa posición, Nico comenzó a penetrar a la joven, ensartándole sin parar su verga en todo el cochito recién desvirgado. Deisy estaba sorprendida y agitada. Estaba en los brazos de su padrastro, quien le metía su verga con gran poderío, una y otra vez, abriendo cada vez más su dolorida vagina.

-oh papi… me matas oooo

Aquello fue suficiente para que la joven alcanzara su primer orgasmo. Se abrazó fuerte a la espalda de su padrastro, soportando estoicamente las estocadas que le envainaba aquel, hasta terminar por venirse en su sonoro orgasmo, que no reprimió, gimiendo y gritando alocadamente.

Cuando por fin la joven se recuperó, Nico la llevó, así como estaba, en brazos, con toda su verga dentro del coñito de la misma, hasta apoyarla recostada sobra una amplia mesa. Una vez en esa posición, la continuó clavando sin parar. Notaba como su pene entraba cada vez mejor dentro del coñito de la joven. Mientras clavaba a la muchacha miró hacia el encuentro de ambos sexos, verificando que su enorme falo, grande y grueso, entraba totalmente dentro del estrecho coñito de la joven. Percibía los labios rojizos e inflamados de la vagina de la joven a medida que entraba y salía de ella. Parecía como si su verga taponara totalmente la entrada de la vagina. Todavía no se creía que su gran pene hubiera logrado entrar en aquella estrecha cueva.

Viendo que la joven estaba disfrutando de aquella primera cogida, intensificó su penetración haciendo que la joven volviera alcanzar su segundo orgasmo. Mientras la joven se convulsionaba que el tampoco no podía aguantar más. Llevaba tiempo sin descargar y penetrar aquel coñito joven lo tenía fuera de control. Necesitaba descargar ya. Sabía que debía hacerlo fuera del coño de la joven. Por ello, cuando vio que estuvo a punto de venirse, la saco y lanzó todo su semen sobre el vientre y pubis de la joven.

Deisy se quedó alucinada al contemplar como la pareja de su madre, comenzó a soltar varias lechadas que la pringaron totalmente, su barriga, su pubis y sus muslos. Oh papi… sii… oh como te vienes….

Cuando por fin terminó. La joven observó su coñito, completamente irritado e inflamado, rojizo, y muy abierto. Oh ¿mira cómo de has dejado mi coñito? Me lo has abierto mucho…

Lejos de contestarle, Nico acercó su boca y beso ardientemente a la joven. Aquella le recibió, y estuvieron besándose durante un buen rato. Luego, la tomo en brazos y la llevó hasta el dormitorio y posteriormente al baño de la joven. Se terminaron de retirar la ropa y entraron juntos dentro de la ducha. Cuando se secaron, se quedaron un rato en la cama, indicándole Nico: Deisy. Esto nunca debe saberlo tu madre. Ni tampoco nadie.
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heranlu

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Nicolas y su Hijastra Deisy - Capitulo 005


Tranascurrió mas de dos semanas de aquel encuentro en que Nico había logrado desvirgar vaginalmente a la hijastra de su pareja. No habían podido tener un nuevo encuentro al estar presente su pareja en la casa, y él llegaba bastante tarde de trabajar. Pese a tener relaciones con la madre de la joven, añoraba volver a perforar el coñito de la hijastra. Recordó el placer que la había proporcionado tener toda su verga dentro de aquel estrecho y suculento coñito joven. El solo pensamiento, le hacía emerger su vástago, mostrándose el abultamiento en sus pantalones.

Sus intenciones de volver a tener a la hijastra se vieron frustradas, cuando supo que Deisy se había inscrito en unas clases particulares de preparación para el examen de acceso a la universidad. Ello le hacía regresar bastante tarde a la casa, casi de noche, coincidiendo con el regreso de su madre, la cual la recogía al salir del trabajo, y la traída a casa.

De esta forma, pasaron casi tres meses, durante los cuales la joven se presentó a las pruebas de acceso, logrando acceder y matricularse en la facultad de Economía y Finanzas. La preocupación de la joven por los primeros días en la Universidad, la tenían totalmente ensimismada, y apenas tenía tiempo de habar con la familia. Una vez asentada en la carrera, la joven comenzó a tranquilizarse. Solo tenía clases en la mañana, por lo que gran parte de la tarde la tenía libre, aunque en bastantes ocasiones aprovechaba para ir a la biblioteca municipal para estudiar con otras amigas.

Tampoco Deisy se había olvidado de su padrastro. Recordaba la verga del mismo, y ansiaba volver a sentirse atravesada por aquel vástago. No obstante, era consciente del peligro que corría tras el desvirgamiento vaginal. Había visto que la pareja de su madre no estaba por la labor de ponerse un condón, por lo que corría el peligro de que se viniese dentro, con consecuencias funestas. Pero, pese a todo, anhelaba volver a tenerla dentro. Ello no le impidió masturbarse con frecuencia pensando en ello.

Había visto a Nico en la casa, percibiendo que cuando tenía oportunidad, se le acercaba y le apretaba las nalgas con sus enormes manos, agitándola. La joven tampoco se había quedado inmune. En varias ocasiones le había echado mano al pantalón palpando la dureza de la verga del padrastro, para luego marcharse corriendo, emitiendo una sonrisa.

Una noche, al llegar Nico a la casa, escuchó a su pareja que estaba hablando con Deisy, respecto a que la joven tenía que ir a un Departamento situado en la capital de la provincia, para solicitar una beca. Tenía que llevar la documentación al citado lugar, ya que se le había pasado el plazo y en la Universidad, no la tramitaban. La madre le estaba diciendo que para ella era casi imposible, ya que no le permitían perder el trabajo. Deisy le decía que de no solicitarla a tiempo perdería la posibilidad de obtener una beca. Nico participó en la conversación, diciéndoles: -tranquilas. Yo pido permiso en mi trabajo, y ¿si quieres puedo alcanzarte Deisy? Mañana habló con la empresa.

-Oh papi. Gracias- le contestó Deisy abrazándolo pese a la presencia de su madre.

La madre igualmente agradeció a su pareja, su decisión de acompañar a su hija, lo que le evitaba un enfrentamiento con la hija.

De esta forma, dos días después, quedaron para hacer el viaje a la capital de provincia, con la finalidad de presentar la solicitud en el Departamento que le habían indicado. Esa noche Deisy se notó agitaba. La sola idea de volver a estar a solas con su padrastro, noto que se mojaba. Era consciente, de que seguramente su padrastro, aprovecharía la oportunidad para volver a tenerla. Ella también lo ansiaba. Recordaba la enormidad de la verga del mismo y como había entrado en su estrecho coñito, y no pudo evitar un estremecimiento. Pero, había pasado tanto tiempo, que pensó que seguramente su vagina se había vuelto a encoger. ¡Seguro que le iba a doler de nuevo! Por ello tuvo bastante temor. Además, sabía que su padrastro lo iba a querer hacer sin protección, y eso preocupaba a la joven.

Aprovechando que su madre marchó temprano a trabajar, se duchó colocándose una faldita de cuadros, bastante corta, constatando a que poco que se agachara, dejaría a la vista su braguita. Se visitó igualmente una blusa top de satén, color blanco, dejando sus pechos libres. Pensó en colocarse un sujetador, pero luego, morbosamente, tras observarse en el espejo, decidió que éstos quedaran libres bajo la blusa. Volvió a verse en el espejo, y comprobó que se percibían claramente sus senos bajo la suave tela de top. En el fondo pretendía excitar a su padrastro. Pero, no podía presentarse en el departamento de aquella forma, por lo que decidió colocarse una chaquetilla encima.

Nico al verla, se quedó maravillado con la vestimenta de la hija de su pareja. Al ver la cara del padrastro, la joven le preguntó: ¿Qué pasa papi? ¿no te gusta cómo voy vestida?

-¡Me encanta!. Cuando te vean en el Departamento al que vamos a ir, se van a volver locos. ¿no creo que te pongas pengas de clase alguna? -
le manifiesto Nico riendo.

-Ja ja. ¡Si mama supiera como voy vestida me daría una buena paliza! - le contesto ella riéndose. ¡Espero que no le digas nada!

En el coche, no pasaron del simple toqueteo. Tras el viaje, lograron llegar a la capital y tras localizar el Departamento, la joven pudo presentar la documentación para la solicitud de la beca sin mayores contratiempos. Miraron el reloj y le pareció bastante temprano. Fueron a tomar un tente en pie mañanero, y luego se pusieron en camino de regreso a casa. Pese a estar en otoño, ese día, el tiempo parecía bastante soleado. La joven le dijo: -Parece que fuera verano. ¡Me metería ahora mismo en la playa!

Nico la miró. Reconoció que el día estaba perfecto para un chapuzón. Quiso complacer a la joven, por lo que le dijo: ¿Y quién nos lo impide? Conozco una pequeña cala, cerca de aquí, a una media hora de camino. Por esta época del año, seguro que nadie la visita. Aunque ¿no se si el agua estará algo fría?

-Papi… ¿Pero no tenemos traje de baño? le respondió la joven mirándolo agitada, ante la proposición del hombre.

Nico se sonrió, contestándole: ¿y para que necesitamos traje de baño? ¿Acaso te da reparo bañarte desnuda? No creo que haya nadie en este tiempo. Y, en todo caso, ¡tengo conocimiento de que los que la visitan suelen ser nudistas!

La joven se estremeció. La idea de bañarse completamente desnuda en una playa junto al padrastro, la sedujo.

Tras casi media hora de recorrido, por fin llegaron a una salida de la carretera, por la que se introdujo Nico, discurriendo por una pista de tierra algo escabrosa. La joven se sintió algo nerviosa por el aspecto de aquella pista, pero Nico la tranquilizó diciéndole que ya estaban cerca. Tras un trecho llegaron accedieron a un lugar que parecía una pequeña cala. Tuvieron que dejar el coche a una cierta distancia de la playa. Nico tomó una toalla que siempre llevaba en el vehículo, junto con una manta, unas coca-colas, agua y unos bocatas que había adquirido por el camino.

Oh papi. El lugar es precioso. El agua parece totalmente cristalina. Exclamó la joven al contemplar el lugar.

La joven estaba en lo cierto. La cala podía tener unos doscientos metros de largo, y en ese día no se divisaba a nadie. Solo ellos. El lugar parecía ideal. Llegaron cerca de unas rocas, donde Nico extendió la manta sobre la arena. Acto seguido, el hombre se comenzó a desnudar. No tuvo reparo, y pronto quedo totalmente en pelotas ante la joven. Deisy se agitó al contemplar nuevamente la verga de su padrastro, que colgaba majestuosamente entre las piernas del mismo, la cual mostraba una incipiente erección. Ella entonces, hizo lo mismo, retirándose la vestimenta que llevaba, y quedándose totalmente desnuda.

Nico la observó, viendo cómo al instante, se endurecía su verga ante la visión del hermoso cuerpo desnudo de la hijastra. Oh papi… ¿Cómo se te está poniendo? Exclamó la joven nerviosa y agitada. Su alteración de tan evidente, que al momento le dijo: ¡anda vamos al agua!

Entraron en el agua, comprobando que estaba fría por la época, por lo que, tras unos chapuzones, pronto tuvieron que salir pronto. Ello les obligó a correr hacia donde estaba la manta. Una vez allí se secaron un poco, y la joven se recostó en la manta boca abajo. Nico observó el culito de la joven, recordando que ya lo había atravesado. Pese al cierto frio reinante, vio como su verga se volvió a envarar. La joven, se incorporó un poco, y al contemplar la erección del hombre, exclamando: oh papi… ¿Te estas empalmando de nuevo?

La joven se incorporó. Observó la verga de su padrastro. Miro hacia todos lados por si había moros en la costa, y tras comprobar que estaban solos, se fue acercando al mismo. Nico se había recostado sobre la manta boca arriba. Deisy el pene del varón, tieso, firme, sumamente grueso, que emergía como un misil entre las piernas del mismo. Lo tomó en sus manos, manoseándolo, con su pequeña manita. Mientras recorría el vástago de arriba abajo, cada vez le parecía más grande. Se dijo que parecía haberle crecido. A plena luz del día, aquel falo le parecía más grueso, con aquellas venas relucientes, y extremadamente duro. Sus constantes masajes, lograron descapullar el pene. El color rojizo afloró a sus cachetes, al ver el hongo y la hendidura del glande, que se abría con los movimientos de su mano.

Sonrojada, miró hacia su padrastro. Uf papi… ¡creo que la tienes más grande! le comentó, dejar a manipular la verga. Notaba como sus labios vaginales se estaba mojando totalmente.

En ese momento, por su cabeza le entró la idea morbosa de que su padrastro le hiciera sexo oral. El tremendo falo le pareció demasiado grande, por lo que, optó por alcanzar el orgasmo sin penetración. Instintivamente, se fue incorporando para colocarse a horcajadas sobre el hombre, abriendo sus piernas a ambos lados del mismo, acercándose su vagina justo a la altura de la cara del hombre. Esto la llevó a tener que abrirse bien sus piernas, mostrando a su padrastro todo su coñito. Su pequeña vagina de abrió como una flor, apareciendo perimetrada por sus rosados labios vaginales.

Nico se encabritó al ver la posición que había adoptado la hija de su pareja. Supo al instante que la joven quería que le comiera su coñito. Al observar como la joven descendió, abriéndose más de piernas, quedándose en cuclillas, mostrando toda su vagina a la altura de su cara. Al instante el hombre sacó su lengua, comenzando a lamer, chupar y degustar el suculento coñito joven, que su hijastra le ofrecía.

-Oh si papi. comételo… oh si….házmelo así… oo siiii ¡que gusto!… continua… exclamó la joven al sentir la áspera lengua del padrastro, que saboreaba sus labios vaginales con sumo deleite.

Nico, con la experiencia acumulada, comenzó a propinarle una excelente comida de coño de la hija de su pareja. Tomó las nalgas de la joven, para ayudarla a sostenerse, en aquella difícil posición, mientras su boca no paró de lamer y succionar los labios vaginales, para terminar, concentrándose en el clítoris. La joven, enloqueció con aquel tipo de caricias bucales, gimiendo sin parar, disfrutando como una loca, e incluso realizó movimientos hacia adelante y hacia atrás, restregando su vagina por toda la cara del hombre. Nico se percató que la joven estaba disfrutando de la comida de coño que le estaba propinando.

La joven no paro de moverse, consciente del morbo que aquella posición conllevaba, y que le producía unos calambrazos que electrificaban todo su cuerpo.

Deisy comenzó a disfrutar alocadamente, acompañando con movimientos giratorios, que le llevaron a alcanzar su primer orgasmo. No tuvo reparos en verter parte de sus jugos en la boca de su padrastro. Oh si papi… ooo,me vengo oooo que bueno.,..ooo siii

Nico tampoco mostro reparo, y tragó una buena parte de los jugos vaginales de la joven, permitiendo que aquella se corriera en su boca. Cuando la joven acabó, Nico la tomó con gran facilidad, dado el pequeño cuerpo de esta, y la recostó sobre la manta boca arriba. Observó el pequeño cuerpo de la joven, completamente desnudo sobre la manta, y su nabo de endureció aún más. No pudo contenerse más. Abrió las piernas a la joven, para contemplar su coñito, constatando que pese a resultar bastante pequeño, se notaba muy bien lubricado por los abundantes jugos de su reciente corrida. Miró igualmente su mandarria, que emergía descapullada con una erección a rabiar. ¡Necesitaba volver a clavar aquella joven! Observando la vagina de la hijastra, dudo que volviera a entrar. Tenía una verga muy grande para el coñito de aquella nena.

Pese a constarle que la había logrado desvirgar, hacía ya unos meses de ello, y dudo que volviera a entrar.


La joven se percató de las intenciones del mismo. Intuyó que su padrastro quería volver a metérsela. Pero tenía temor. El pene de la pareja de su madre, le parecía esa día, sumamente grande. Agitada le dijo: -Oh papi, ¿estás pensando en volver a metérmela? ¡Seguro que me va a volver a doler! ¿Mira cómo la tienes? ¡Parece que se te vaya a reventar!

-Tu coñito ya se la comió la otra vez. ¡Seguro que te entrará todita, nuevamente! Deisy, reconoce que has estado ansiando volver a tenerla dentro.
Le contesto blandiendo su verga delante de la joven para incitarla más.

-Ay… papi…¡es verdad que tengo ganas! …. Pero, ¡también tengo miedo! ..¿hoy la tienes tan grande?. ¡Es como si te hubiera crecido! ¡Me parece enorme! Además, sabes que no estoy protegida ¿no habrás traído un condón? Le contestó nerviosa la joven.

-¿Un condón?. Sabes que nunca esas cosas. Le contesto tajantemente el hombre, adoptando una postura bastante machista.

Pese al temor de la joven, el hombre decidió colocarse entre las piernas de la misma, posicionando su falo a escasos centímetros del coñito. Con suma delicadeza, apartó los labios vaginales, logrando introducir su glande. Ante las quejas de la joven, la extrajo. Realmente la preció sumamente pequeña la vagina de su hijastra. Pero, estaba como enloquecido. Añoraba clavar su cipote nuevamente en aquel coñito. Paso la yema de los dedos por toda la ranura, concentrándose en el clítoris, mientras la miraba a la cara. Observó la carita de satisfacción de aquella, viendo como se le dilataron las pupilas.

Uf nena como me pones! Le comentó mientras contempló como la joven se abría de piernas ante él, mientras le acariciaba su coñito con sus dedos.

Volvió acercar su verga. La joven, nerviosa, agitada, observó cómo sus labios vaginales comenzaron abrazar nuevamente la cabeza del pene de su padrastro. En ese momento sintió como el hombre presionó y sintió que el falo comenzó a entrar en su cueva.

-Oh despacio papi… uf la tienes enorme…. Oh…. Me vas a romper de nuevo ….ooo

Pero Nico se encontraba tan excitado, que no tenía intención alguna de desistir. Al sentir el calor del coñito de la hijastra, continuó su avance, impasible, sin pensar más en las consecuencias. Aunque despacio, pero con firmeza, continuó presionando, comprobando como las paredes vaginales de la joven se iban dilatando al máximo, permitiendo el acceso de su tranca.

-Oh para …para… ooo me abres ..papiiii

Ante las quejas de la joven, decidió detenerse. Estaba a medio camino. Tenía dos alternativas, sacarla o terminar de clavarla totalmente. El calor del coñito de la hijastra, lo obnubilaron, en modo alguno iba de desistir. Tomó a la joven por las caderas con firmeza, y apretó fuertemente. Al momento comprobó como su falo ingresó en su totalidad en el coñito de la misma, abriendo con dureza las paredes vaginales de la hijastra. Su pene entró totalmente. Había vuelto a invadir la cavidad vaginal de su joven.

Oh noooooo- exclamó la joven, emitiendo un grito de dolor ante la invasión casi forzada del tremendo falo de la pareja de su mama. Sus lamentos pudieron ser escuchados en gran parte de aquella zona de la playa.


La joven continuó emitiendo continuos alaridos, al sentir como se abría bruscamente su coño, ante la intromisión del enorme falo. Se sentía llena, como asfixiada, totalmente atravesada por la enorme verga. Pero, Nico no la sacó. Se mantuvo firme dentro de la joven, pese a los lamentos de la joven. Sabía que pronto cesaría el dolor.

-Oh papi… me duele… ¡me has reventado por dentro!… le dijo aquella casi lloriqueando. Sácala papi…. me haces daño… debes sacarla…

-Relájate preciosa. Ya paso el dolor. ¡Ahora quiero que disfrutes con mi polla dentro!
Le contesto desoyendo las quejas de la joven.

Como esperaba, tras unos minutos, la joven comenzó a dar muestras de tranquilizarse. Nico inició entonces los movimientos de mete y saca, viendo que las paredes vaginales de la hijastra se fueron dilatando, y su falo entraba cada vez más fácilmente dentro del coñito. Se recostó mejor sobre la misma, follándola al estilo misionero, acercando su boca a los pechitos de Deisy. Cuando su boca comenzó a lamer y succionar aquellos, la joven se agitó más, comenzando a colaborar, abriéndose más y más, logrando que la verga le llegara más profundamente. El dolor parecía haber desapareció. Veía como el tremendo pene se introducía totalmente en su pequeña cueva, una y otra vez, aumentando su placer.

-Oh si papi…. ¡cómo me llenas el coño! Oh si sigue así…. revienta el coñito de tu hija le comentó completamente salida, con carita de nena en celo… vamos papi… ¡uff…ue grande la tienes!... me llega hasta el fondo terminó por decirle. La joven ya no se quejaba, estaba comenzando a gozar con aquella follada.

-Uhm nenita. ¿No sabes las ganas que tenía de volver a clavarte? ¿Notas mi polla dentro? ¿Notas cómo se abre el chochito? Le decía para incitarla, mientras metía su pene una y otra vez, como si fuera un verdadero pistón.

Oh si papi… ¡la siento, la siento bien grande! ¡Creo que la tienes más grande que antes! Le contestó como alocada, extasiada. Ahora nada el importaba. Solo ansiaba disfrutar de aquella follada, y acabar corriéndose.

Mientras, Nico la penetraba sin parar, perforando con maestría su pequeño coñito, al tiempo que le decía: ¿te gusta grande como la mía? ¿verdad nenita? …uf “te lo voy a reventar todita….”

-Oh si papi…¡me gusta bien grande! ¡como la tuya!... reviéntamelo…oo.… creo que me voy a venir.. ooo si papi… ya me viene….


Nico al saber que la joven estaba entrando en trance, arremetió con mayor fuerza e intensidad, metiendo y sacando su poderoso falo, bombeando el coñito de la joven, haciéndola retorcer de placer, llevándola a convulsionarse de forma alocada, una y otra vez, balanceando su cuerpo, alcanzando varios orgasmos casi seguidos.

Resultó sumamente erótico contemplar el tremendo cuerpo de Nico, casi recostado sobre el casi enano de la hijastra, en plena playa, metiendo su falo una y otra vez a la jovencita.

La estuvo bombeando con tal intensidad que, de pronto también sintió la necesidad de venirse. Le entraron ganas de hacerlo dentro. Correrse en el chochito de la nena. Pero, sabía que era una temeridad. Por ello, en contra lo que le dictaba el corazón, se salió bruscamente de la joven, lanzado varias lechadas de espeso semen que se esparció por todo el pubis, y vientre de la joven, alcanzando hasta los pechos de aquella.

-Oh nenita… oh si.. oh que corrida. oo

La joven observó como padrastro esparció su semen por todo su cuerpo. Quedó admirada viendo la cantidad de lechita que soltó por su falo, y especialmente la potencia con la que fluía el semen. Jo papi ¿cómo estabas? … ¡me has pringado toda de semen…!

Nico se acercó a la misma, le beso en los labios, diciendole: Un día de estos voy a tener que llenarse ese coñito con mi lechita.

-¡estás loco papi!. ¿Has visto cuanto te has corrido? Seguro que me dejarçias embarazada… ¿acaso quieres preñar a la hija de tu pareja?
Le preguntó la joven, con cierta agitación.

El hombre pensó lo mismo. Tenía que contenerse, pero, no obstante, ansiaba hacerlo dentro de la joven. Sabía que tarde o temprano acabaría haciendo. Lo instuía. Aquella jovencita lo trastornaba, pero debía ser cauto, ya que era la hija de su pareja.


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