Nancy

Calixto

Virgen
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Ago 6, 2007
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Hola. Mi nombre es Percy y tengo 27 años de edad en la actualidad. Soy estudiante de Ingenier�*a mecánica, me considero un tipo
Consuelo.jpg

normal, muy respetuoso y responsable de su familia, especialmente de sus sobrinos, aunque aqu�* debo decir también, que me gustan mucho las jóvenes quinceañeras, especialmente para seducirla y enamorarlas. Y lo cierto es que me he llevado a muchas a la cama hasta el d�*a de hoy, a muchas en verdad. Es que en realidad me vuelven loco los cuerpos virginales, sentir la suavidad obsoluta y oler las fragancias exquisitas de sus pieles desnudas, disfrutar de sus pechos duros, sus piernas y sus cuellos de ángel y de sus nalgas firmes. Creo que no existe nada mas placentero en este mundo, que poder follar con una jovencita hermosa, desflorarla y poder sentir a mi verga quedar aprisionada, entre aquellas paredes tán estrechas de carne humedecida, sintiéndo a sus gemidos leves, la agitación de sus pechos y a sus espásmos vaginales durante largas horas de placer. Creo que he tenido mucha suerte con las chicas, aunque lo cierto es que soy un tipo bastante atractivo al parecer, cuido mucho de mi f�*sico y creo que eso es lo que precisamente mas le atrae a las jovencitas: “Los chicos lindos”.

Este relato lo decid�* publicar, porque hasta el d�*a de hoy no he podido olvidar a m�* bella sobrinita Nancy, m�*sma que ahora ya es toda una mujer, muy linda y muy sensual. Hasta hoy, recuerdo constántemente aquellas largas noches que pasé con ella en su cama, cuando todav�*a ella tenia 13 añitos de edad. Este relato comienza cuando yo tenia 23 años, m�*sma época en la que yo estaba a punto de egresar de la "U". Bueno, yo viv�*a en la ciudad y durante mis vacaciones me fui por unos d�*as de descanso a mi cabaña (soy de or�*gen campesino), un bello lugar campestre donde aún están mis ganados, caballos y otros animales.


Este viaje, originalmente lo hiba a hacer junto a mi hermana mayor y su novio, aunque a última hora, se nos coló en el viaje la hija de otra hermana mayor que tengo. Ella es mi sobrina Nancy, la que siempre ha sido una verdadera lindura angelical, la muchacha mas querida y mimada por todos nosotros, por ser la primera descendencia de nuestra familia. Mi sobrinita hermosa, teniéndo solo 13 añitos de edad, estaba casi a punto de entrar a cursar el 1° año de secundaria y cuando sus padres salieron repentinamente a un viaje de negocios (y de placer) al extranjero, decidieron dejarla a nuestro cuidado a última hora. As�* fué como comenzó toda esta excitánte historia que ahora les contaré.


Nancy siempre fué una niña de rostro muy lindo, de piel morenita, cabellos largos y ondulados. Yo no la hab�*a visto desde hac�*a mucho tiempo atrás, pero lo cierto es que cuando la v�* ese m�*smo d�*a llegar junto a nosotros, me percaté que a pesar de conservarse bien delgadita, ya estaba bastante crecidita de algunas partes de su cuerpo: Un culito perfectamente redondo y muy atrevido, tetitas no muy grandes aún pero bien paraditas y muy desafiantes, piernas largas y caderitas bien contorneadas; ni hablar de su deliciosa cinturita estrecha, junto a su carita de niña y su sonrisa siempre bella y angelical. Yo nunca pensé hacerle nada malo a ella, les prometo, pero lo cierto es que hasta hoy no me arrepiento de haber hecho lo que hice. Creo que me dejé llevar por su belleza y por sus encantos celestiales, no pude resistir aquella auténtica tentación y por eso es que pasó lo que pasó. Siempre he sido muy respetuoso de mi familia, pero creo que a cualquier otro que hubiera estado esa noche junto a mi sobrinita, le hubiera ocurrido exáctamente lo m�*smo que a mi.


Esa noche todo cambió para mi, justo cuando ya era hora de irnos a dormir, mi hermana me dijo repentinamente que se marchaba junto a su novio a una fiesta de amanecida en el pueblo. Esa clase de fiestas en el pueblo, yo las conozco perfectamente y lo cierto es que son de aquellas que duran varios d�*as. Sin embargo, me bastó verle el rostro a mi hermana, para comprender que ellos quer�*an quedarse a solas durante un tiempo largo, dejándome a solas con “el cachito” de mi sobrina. De hecho, mi hermana me dijo que probablemente volver�*an en una semana mas, haciéndome “caritas” y dándome a entender que la perdonara por su intempestivo alejamiento.

Pero claro, además de mi viejo, la muy zorra ya sab�*a que yo me habr�*a de quedar en la cabaña durante un par de semanas por lo menos, porque de no haber sido as�*, mi anciano padre, quien vive también junto a ella en la cuidad, jamás le habr�*a permitido viajar a solas con su mas reciente novio hasta la cabaña en el campo. Pero bueno, as�* fué como ellos se subieron al carro y se marcharon aquella m�*sma noche, dejándome completamente a solas con mi bella e inocente sobrinita durante tanto tiempo, cosa que ahora les agradezco infinitamente y ahora les diré porqué.

En la cabaña, hab�*an solo dos cuartos. En el primero hab�*a una cama matrimonial, donde se supon�*a que habr�*an de dormir mi hermana junto a su novio. Y en el otro cuarto, dónde hab�*an dos camas, obviamente ya estaban asignadas a mi sobrina y a mi. Entonces, una vez que se marcharon, le dije a mi sobrina Nancy que me ir�*a a dormir a otro cuarto, sin embargo, ella me pidió que no la dejara sola porque le daba miedo y que me quedara en el mismo cuarto junto a ella. Yo me sonre�* entonces al ver lo alegre que ella se puso cuando le dije que s�*. Entonces, de inmediato me alejé temporalmente desde la habitación para asegurar por dentro la puerta de acceso principal de la cabaña y también los ventanales. Y as�*, una vez que todo quedó cerrado, entonces volv�* al cuarto donde estaba mi sobrinita, agarré una toalla y le dije que iba a tomar un baño antes de acostarme.


Nancy ya estaba acostada y me sonrió cuando me vió llegar. Yo contemplé su bello rostro y también le devolv�* una sonrisa. No sé porqué, pero al verla as�*: tán ingenua y sonriente, con su cuerpo tán hermoso y semidesnudo, asomándose constánte y sutilmente entre aquellas sábanas blancas, al instánte provocó en mi una sensación de morbo indescriptible, donde la imágen de su rostro, sus piernas y sus brazos desnudos, no hicieron mas que acelerarme la circulación de la sangre, se me apretó el pecho y me estremec�* por completo. Sab�*a que no era correcto, sin embargo, lo cierto es por mas que me contuve, la belleza e ingenuidad absoluta de mi sobrina se volvieron irrestistibles para mi aquella noche. Estábamos solos all�*, completamente solos los dos.


Yo sal�* desde la ducha y regresé al poco rato, sal�* desnudo y cubierto solo con la toalla desde la cintura para abajo. Y les prometo que al momento de cerrar la puerta de nuestro dormitorio con seguro, en ese mismo momento, yo mentalmente ya estaba luchándo por borrar las imágenes que pasaban en ese preciso instánte, imágenes de mi deliciosa sobrina y yo desnudos, gimiéndo de placer al momento de poseerla en esa cama una y mil veces. Mi verga entonces comenzó a golpearme el vientre, pero aún as�*, me hice de fuerzas y me met�* a mi própio lecho para poder luchar a solas con mi erección y mis pensamientos lascivos hacia ella.


La lamparita del velador apenas iluminaba el cuarto, sin embargo, no hac�*a mas que dejarme contemplar la belleza de mi joven sobrinita tendida en la cama de al lado. Su rostro y sus ojitos me buscaban a cada rato. Estábamos all�* a solas, sin decirnos nada, solo nos sonre�*amos y mirábamos nuestros rostros durante largos minutos. Pero de pronto, Nancy me dijo que quer�*a ir al baño a tomar un poco de agua y que no quer�*a ir solita porque le daba mucho miedo la oscuridad. Ese fué el momento exácto en que la v�* salir de la cama y poniéndose de pié frente a mi, me estiró sus brazos y haciéndome un “pucherito” con sus labios, me pidió que la acompañara hasta el baño. Su cuerpo ya era toda una delicia y estaba cubierto apenas con un brasier pequeñito y unos calzoncitos blancos, tán diminutos, que parec�*an estar casi a punto de reventar. Sus tetitas parec�*an ser dos naranjitas jugosas que ya invitaban a ser exprimidas, sus piernas largas y desnudas no hac�*an mas que resaltar la belleza de sus caderas y de su cintura estrecha, la visión de su vientre, perfectamente plano y de aquellos labios irresistibles, perfectamente dibujados trás el diminuto calzón blanco que mi sobrinita llevaba puesto, me llevaron hasta las nubes en ese m�*smo momento.


--- Nancy, preciosa. No puedo levantarme ahora m�*smo porque estoy todo encuerado mija.
--- Ay nooo t�*o. Quiero que me acompañes ahorita m�*smo porque tengo re mucha sed.
--- Bueno. Ve tu y yo te alcanzo enseguida preciosa.


All�* fué cuando pude admirar su precioso culito redondo y sus nalgas bien paraditas. Les prometo que yo nunca hab�*a visto unas cositas as�* tán ricas como las que ten�*a mi sobrinita. Su cuerpo menudito y delgado, adornado con esas presas de ensueño, ya estaba para ser bien degustado en una cama por cualquier macho. Lo único malo de todo, era el hecho de que mi sobrinita era una niña muy ingenua aún y de que ella, no ten�*a la mas remota idea de lo que le iba a suceder esa noche estándo solita en la cabaña junto a mi. Pero yo s�*. Porque al momento de ver lo “grandecita” que ya estaba, y sobre todo, al darme cuenta de que ya la deseaba para mi, cuando admiré su cuerpo tán delicioso, poco me importó su inocencia y nuestros lazos sangu�*neos, porque ah�* mismo decid�* esa noche llevarmela a la cama para aprovecharme de ella por la v�*a de su evidente ingenuidad.


Nancy entonces, accionó el interruptor para poder encender la luz del cuarto y all�* fue justamente cuando todo comenzó a suceder esa noche. Mi sobrinita, pegó un grito de susto cuando al momento de accionar el interruptor, el foco se quemó repentinamente y la cabaña quedó completamente a oscuras. Yo le dije entonces que se quedara tranquilita, porque bastaba salir a revisar los fusibles para poder reponer la luz en la cabaña. Sin embargo, ella se puso aún mas nerviosa y me pidió que la abrazara porque ten�*a mucho miedo. Y claro, yo sal�* “disparado” desde mi cama y la abracé fuertemente contra mi pecho. Mi sobrinita temblaba de susto en ese minuto y ni siquiera se percataba que yo estaba enteramente desnudo y con la verga bien a tope, acariciándo su espalda y todo el contorno de su cuerpo bello. Le daba besitos suaves en su frente y en sus mejillas, mientras inundaba mis pulmones con la fragancia deliciosa de sus cabellos, diciéndole que se quedara bien tranquilita porque nada malo le iba a ocurr�*r estándo junto a mi, pero ella no dejaba de tiritar y me abrazó aún mas fuerte, diciéndome que no la dejara solita ni un solo segundo por favor.


En la mas completa oscuridad del cuarto, ella me ped�*a que no dejara de abrazarla y estándo as�* muy abrazados los dos, yo comencé a darle besitos suaves en el cuello, mientras recorr�*a y dibujaba con mis dedos su cinturita bréve, suave y desnuda. Ella se dejó hacer porque segu�*a estándo muy nerviosa y no paraba de apretarse contra mi pecho, mientras yo sent�* en ese momento a sus senitos firmes y duritos, aplastarse fuertemente contra mi tórax desnudo. Que delicia mas grande estar all�* juntito a mi sobrinita bella, sintiendo a su piel suave y desnuda, junto a todas sus cositas sabrosas bien abrigadas contra mi pecho.


--- Hummm. Nancy, mi vida. ¿ Nos vamos al baño mi amor?. Yo te acompaño pequeña.
--- Bueno tiito, pero no me dejes solita ni un solo segundo por favor. Tengo mucho susto.
--- Ok. Yo te gu�*o hasta el baño y te abrazo para que no te tropieces. Ponte aqu�* delante m�*o.


All�* fue cuando le arrimé fuertemente la verga contra su culito redondo, y pasándo mis brazos delante de su cuerpo, la comencé a guiar muy lentamente a través del pasillo en la mas completa oscuridad. Seguro que ella sent�*a como le fregaba mi verga constantemente entre sus cachetes deliciosos, mientras caminabamos en silencio y muy lentamente, algo que yo hac�*a premeditadamente por supuesto, as�* como también ella deb�*a sent�*r a mis manos que no dejaban de tocarla desde el cuello hacia abajo, sobre todo y cada vez con menos disimulo, cuando rozaba sus senos duritos y firmes aún mas descaradamente con ambas manos. Pero ella segu�*a estándo como en pánico por causa de la oscuridad que hab�*a, situación que me permit�*a manosear a mi sobrinita ya a completa discreción. Yo sent�*a que faltaba muy poquito para culearme a mi sobrinita esa noche y lo cierto es que ya estaba completamente decidido a hacerlo. Entonces fué cuando sus miedos de niña en la mas completa oscuridad de la cabaña, se hicieron cómplices y culpables de lo que muy pronto habr�*a de sucederle a mi hermosa sobrinita. Eso ya era completamente inevitable y no hab�*a nada que lo hubiera podido impedir. Y en verdad, yo me promet�* en ese momento de calentura tremenda, que ya no iba a dar marcha atrás con mis intenciones, irremediablemente. Y si aquello que iba a hacerle ahora a ella, me habr�*a de traer malas consecuencias con mi familia, ya bien poco y nada me importaba. Nancy ten�*a que ser toda m�*a esa noche, toda. Aunque fuera por la fuerza.

Finalmente llegamos al baño y mi sobrinita Nancy, no hizo mas que lamentarse porque tampoco la luz del baño funcionaba. Yo le volv�* a explicar entonces que hab�*a que salir afuera de la cabaña para poder revisar los fusibles, pero ella me volvió a insistir, que ni se me ocurriera dejarla solita en ningún momento. Entonces me met�* con ella al baño y poniéndola frente al lavamanos, le abr�* la llave y le dije que tomara toda el agua que quisiera. Sal�*a el chorro de agua fresca y mientras mi sobrinita beb�*a desde la llave, sin parar de manosearla suavemente, yo le dije que también quer�*a beber un poco. Sin embargo, no me despegué ni un solo momento de su espalda, ni tampoco dejé de fregarle la verga en su culito en ningún instánte. As�* que, estirándo mi mano bajo el chorro, comenzamos a beber agua junto a mi sobrinita de esa misma forma. Por la cantidad de agua que bebimos en ese momento, parec�*a ser que llevábamos semanas sin ingerir ni una sola gota. Aunque claro, con el tremendo calor que hac�*a esa noche, sobre todo el própio que tra�*a junto a mi calentura con ella, era mas que entendible. Y as�*, mientras beb�*amos, no pasó mucho para que mi sobrina Nancy quedara toda empapada de agua en el pecho, en una buena parte de sus cabellos y también en los hombros. Eso yo lo hac�*a a propósito, eso de mojarla mucho, puesto que quer�*a ser yo mismo el que habr�*a de quitarle con mi boca, hasta el último rastro de toda la humedad que habitaba en ese cuerpo tán hermoso y casi enteramente desnudo. Y creo que por el tremendo calor que hac�*a, ella no se quejaba mucho al sentirse toda mojadita.

Entonces fué cuando le dije que aprovecháramos de refrescarnos un poco mas del calor nocturno que hac�*a y untándome ambas manos con una buena dósis de agua adicional, me puse a manosear todo su cuerpo bello y suave hasta donde mas pude, mojándo toda su piel desnuda y calentándome aún mas intensamente, por el hecho de sentirla toda mojadita con mis manos y por tenerla atrapada entre mis brazos bajo esa morbosa situación. Nancy era mucho mas bajita que yo, como de 1,55 de estatura, pero mientras mis manos exploraban casi todo su cuerpo de esa forma incestuosa, me convenc�* de que la cr�*a ya estaba lo suficientemente desarrolladita como para culersela duro y parejo en una cama, y lo fué mucho mas aún, por el hecho de que ella no dec�*a nada y ni siquiera se quejaba mientras manoseaba -descaradamente- su cuerpo bello de esa forma.


Yo pienso que Nancy, en principo, lo tomó solo como una especie de juego de niños mientras estábamos all�* en el baño, y de hecho, ella se sonre�*a un poco de vez en cuando, aunque ahora creo que lo hac�*a solo por los nervios que ella ten�*a, mismo que era causado por el toqueteo constante de mis manos sobre su cuerpo y con las fuertes friegas de mi caño entre sus nalguitas de ensueño. Por eso es que quizás, al momento de comenzar notar que ella se empezaba a poner un poco mas nerviosa con esa situación, le dije que también intentara mojarme a mi, hasta donde sus manos pudiera alcanzarme. Pero claro, yo no la dejaba moverse mucho tampoco, porque lo cierto es que yo la ten�*a bien atrapada entre mis brazos y a su espalda casi enteramente aprisionada contra mi pecho desnudo. Pero aún as�*, ella también intentaba mojarme y cada vez que ella se mov�*a para intentarlo, entre todos esos riqu�*simos roces de pieles mojadas, junto a esas deliciosas friegas de su culito de infarto contra mi verga endurecida, terminaron por volverme completamente loco de calentura y de enormes deseos, de poseerla all�* mismo en la oscuridad del baño.


Por eso es que a esas alturas y bajo esa especie de juego erótico que hac�*amos a oscuras en el baño, yo no me aguanté mas la calentura enorme que ten�*a con ella y me puse a darle besos apasionados en el cuello, a recorrer su deliciosa piel con mi lengua y a manosear sus pechos directamente con mis dos manos. Entonces comenzaron a brotar mis própios gemidos de deseo y de intensa pasión, eso era casi lo único que se encuchaba en el baño, junto a mis besos mojados y refriegas constantes, además de nuestras respiraciones, donde la própia ya estaba bastante mas que agitada, mientras que la de ella, se notaba que era mas por el miedo creciente que ten�*a. Entonces se puso tiesa como un palo y aunque guardó silencio absoluto mientras yo me daba el gusto con sus deliciosos pechos y con su riquisimo cuellito desnudo, ella se puso a temblar entera y me dió la impresión de que Nancy estaba casi a punto de ponerse a llorar. Entonces me detuve por un momento, para escuchar si ella lo hac�*a o no. No quise asustarla mucho tampoco. Era mi sobrina.


Pero en f�*n. Creo que eso fue suficiente como para calmarla un poco en un comienzo, aunque lo cierto es que a pesar de mi temporal retirada y de mis remordimientos, de igual forma me las iba a ingeniar para terminar cogiéndomela esa noche, as�* fuera tomándola por la fuerza y entre los probables gritos de auxilio por parte de ella. Al f�*n y al cabo, no hab�*a ni una sola alma cerca de la cabaña en muchos kilómetros a la redónda. Solo estábamos all�* mi ingenua sobrinita deliciosa junto a quien ahora les escribe. Entonces, yo haciéndo como que nada hab�*a pasado, le pregunté a mi sobrina si ya se le hab�*a quitado el susto por la oscuridad que hab�*a. Y al momento de darme cuenta de que Nancy aún no me respond�*a, un silencio que quizás, evidenciaba mas de un aparente enojo hacia mi persona y el probable disgusto e incomodidad, que le produjeron mis tocaciones intensas sobre sus ricos senitos, junto a mis fogosos besos y lenguetazos sobre su deliciosa piel, terminé por decirle que la iba a dejar sola por un buen rato y que me iba afuera a revisar los fusibles para reponer la luz.


Y claro, al momento de oirme decir que la dejaba solita, ella salió de su silencio y de su probable enojo, y tomándome firmemente del brazo con ambas manos, me rogó nuevamente que no la dejara solita y que me quedara a su lado. Entonces la tranquilicé un poco y volv�* a abrazarla contra mi pecho, diciéndole que nos fueramos de regreso al cuarto y que recién al d�*a siguiente, yo me encargar�*a de revisar los fusibles. Eso debió tranquizarla otro poco quizás, pero lo cierto es que yo me iba a meter con ella en la m�*sma cama apenas regresáramos a la habitación, diciéndole que habr�*a de dormir mucho mejor y que de esa forma ella estar�*a mas tranquila, estándo juntos los dos en una misma cama.


--- Tio Percy.
--- ¿Qué cosa mi cielo?.
--- Ahora tengo ganas de hacer “pis”.
--- Bueno princesa. Te espero justo aqu�* afuera entonces. Voy a esperar que a termines ¿ok?.
--- Ay! no t�*o. Quédate aqu�* mientras orino y nos vamos juntos de regreso al cuarto ¿ya?.
--- Bueno preciosa. Af�*rmate entonces de mi brazo, para que sepas que estoy a tu lado.
--- Ay. Gracias t�*o por no dejarme solita. Tengo mucho miedo. Snif.
--- Tranquila pequeña. Bajate tus calzoncitos ahora y hace “pis” que yo estoy aqu�* contigo.


Nancy se bajó de inmediato su calzoncito entonces, haciéndolo con solo una de sus manos, mientras que con la otra, ya no se soltaba por nada del mundo desde mi brazo. Entonces sent�* cuando ella se sentó en el sumidero, mientras yo quedé justo de pié frente a ella, muy cerca. Mi verga quedó apuntándole el rostro entonces y estándo casi a punto de rozar sus mejillas con ella, mientras se escuchaba como ya le sal�*an sus primeros chorritos de “pis”, de inmediato yo me puse a jalarmela intensamente con la mano que ten�*a libre justo encima de su linda carita. Hummsss. Y entonces, al momento de notar que su fino chorrito de orina estaba casi a punto acabar, poniéndo uno de mis piés, justo en medio de los de ella, atrapé su pequeño calzoncito contra el piso para que ella no se lo pidiera volver a subir. Entonces fué cuando le dije a mi sobrinita:


--- Ok. ... Shiiit. Nancy, guarda silencio por favor (diciéndole bajito).
--- Ay!. ¿Qué pasa tiito ahora?.
--- Siento ruidos afuera de la cabaña, quizás algún ladrón anda merodeándo por aqu�*.
--- Ay! noooohh. Que susto. T�*o, no salgas afuera, te lo ruego. Quédate aqu�* por favor.
--- Pero si no salgo ...
--- Ay!. No t�*o, no importa. No salgas afuera y quédate aqu�* por favor, te lo suplico.


A pesar de sus súplicas, yo igual hice el ademán de dajarla all�* solita en el baño. Nancy pegó un gritito de espanto entonces y lo cierto es que prácticamente se me colgó de los hombros para que yo no saliera del baño. Mientras que por mi parte, agarrándola firmemente de su rico culito redondo y ya todo desnudo, asegurándome completamente de que sus calzones chiquitos y blancos, hab�*an quedado olvidados en el mismo piso del baño, la tomé del brazo y sal�* corriendo junto a ella a través del pasillo, diciéndole que no hiciera el menor ruido y que nos encerráramos de inmediato en el cuarto que estaba mas cerca. Mi sobrinita tiritaba y estaba casi a punto de ponerse llorar, por el susto enorme que ten�*a y no dejó de abrazarme en la oscuridad, ya muy llena de pánico por la situación, mientras yo, terminaba por asegurar enteramente la puerta del cuarto donde nos hab�*amos metido, el cuarto donde obviamente, estaba la cama ideal para cojermela a ella.


Y as�*, una vez que la puerta quedó completamente asegurada, me met�* con ella en la cama matrimonial y as�* fue como terminamos desnudos y abrazados entre las tapas de la cama. Nancy, temblaba de puro susto. Su sexo de niña aún estaba mojado por la orina que acababa de hacer a medias en el baño. Aquella profusa y t�*bia humedad, la sent�* con mi própia verga, justo cuando se la dejé acomodada entre sus piernas suaves y desnudas, lográndo as�* finalmente sentir toda la tersura y la suavidad absoluta de su vaginita lampiña, junto a los delgados labios de su sexo de mujercita con mi própio caño. Ella temblaba con un pajarillo asustado entre mis brazos, entonces comencé a recorrer sus nalgas desnudas y perfectas con mis manos, dándole besitos suaves en el rostro y en el cuello. Y mientras lo hac�*a, inhalaba todas sus exquisitas fragancias de niña y de hembra hermosa, haciendo volar a mis manos sobre todo su cuerpo bello y disfrutándo de la absoluta suavidad y la tersura de toda su piel juvenil.


Mi hermosa sobrinita segu�*a estándo bien acurrucada y desnuda entre mis brazos, sin decir palabra alguna, y aunque quizás, solo por el miedo que Nancy ten�*a, ya se dejaba invadir completamente a esas alturas por mis besos suaves sobre toda la piel de su cuello perfumado. Las caricias constántes de mis manos, pronto se hicieron completamente dueñas de la tersura de sus nalgas firmes, de sus glúteos delirantes y de sus caderas de ninfa, de su cinturita -divinamente- estrecha y de sus piernas perfectas. All�* fue cuando sent�* que ya era toda m�*a, toda.


Le dije bien bajito al o�*do entonces, que le iba a quitar el brasier que llevaba puesto, porque estaba todo mojado y que se pod�*a resfriar estándo as�*. Y mientras se lo quitaba con una de mis manos, le iba diciendo que no hiciera el menor ruido, porque si la escuchaban, los ladrones se iban a meter en la cabaña forzándo la puerta o alguna de las ventanas. Creo que le bastó oirme decir aquello para que hasta ella m�*sma me ayudara a quitárselos. Entonces fué cuando dejé a mi deliciosa sobrinita enteramente desnuda, de piés a cabeza. Y as�*, mientras ella guardaba completo silencio, como intentándo escuchar algún ruido proveniente del patio, yo me acomodé muy lenta y convenientemente entre sus caderas y una vez que la dejé, sin posibilidad alguna de escapatoria, comencé a recorrer nuevamente todo su cuello con mi boca y con mi lengua.


--- Shiiiiiit. As�* mi amor. Quédate as�* bien quietita y no digas nada de nada. Eres muy linda pequeña y todo tu cuerpo hermoso me encanta. Hugggmmmss... Tus tetitas ricas son muy hermosas mi cielo... Hugggmmmsss. Son duritas, sabrosas y muy dulces mi amor. Hugggmmmss. Me encantan mi vida, tu no sabes cuanto me encantan mi amorcito. Nancy ... Tu cuerpo entero y desnudo me vuelve loco. Hugggmmmssss.
--- Tiioo nooohhh.
--- Shiiiiiit. Guarda silencio pequeña m�*a. Esta noche tu t�*o te va a culear muy rico mi amor. Ya estas bien grandecita como para coger mi vida y ahora m�*smo verás, como te va a gustar la verga grande y durita de tu t�*o princesa m�*a, te va a gustar mucho. Te lo prometo mi cielo... Quédate calladita ahora ... putita m�*a. Gummmsss. Hummmgggssssp.


Entonces me acomodé justo encima de su rostro y besé apasionadamente su dulcesita y jugosa boca, sin dejar de acariciarla toda y amasándo constántemente sus ricas nalguitas con una de mis manos. Al principio ella se dejó besar y se quedó bien quietita, dándome la impresión de que ya le estaba gustándo revolcarse desnudita en la cama con su t�*o. Pero cuando le met�* la lengua para jugar con la suya, me puse a fregarle todo el chocho all�* mismo con la verga, entreabr�*endole con el glande los suaves labios de su vaginita. Entonces Nancy comenzó a empujarme con sus manos para que la dejara y al ver que yo no me mov�*a ni un solo mil�*metro, se puso a mover las caderas y sus piernas y a jalarme los cabellos con total desesperación. All�* noté que se iba aponer a llorar, pero eso ya no me importaba.


Entonces la dejé de besar en la boca y volv�* a comerme su cuello y sus lindos pechos, diciéndole que si se pon�*a a llorar y si no se quedaba quieta, la iba a llevar afuera y la iba a dejar botada en el patio. Eso me bastó decir, para que mi bella sobrinita dejara de sollozar al instánte, dejándome de jalar los cabellos en ese m�*smo momento y quedándose bien quietita. Ella no me dijo ni “p�*o” entonces y al sentir que brotó una especie de suspiro desde su boca, comprend�* que mi sobrinita ya estaba como medio resignada a que yo me siguiera deleitándo con todo su hermoso cuerpo desnudo. All�* decid�* que hab�*a llegado el momento de hacerla enteramente m�*a, y creo que la sola amenaza de llevarla al patio en la oscuridad de la noche, produjo que ella colaborara de inmediato, porque cuando enseguida bajé a comerme su chochito rico como un enajenado, haciendo perder toda mi lengua en su cuquita estrecha y t�*bia, Nancy se habrió enterita de piernas y se puso a gemir y a suspirar bien bajito entonces, dándome a entender que con su t�*mido e incipiente movimiento de caderitas sensuales, ya lo estaba comenzándo a disfrutar mas de un poco.


No se por cuanto tiempo se lo hice, pero creo que fue mucho. Entonces fué cuando mi sobrinita arqueó toda su espalda y se tensó enteramente de las piernas, al m�*smo tiempo en que noté claramente sus intensos espasmos vaginales con mi lengua bien enterrada en su chocho. Nancy comenzó entonces a gemir con mayor intensidad aún, balanceando sus caderas y sus hombros sin tapujos, ya entregada absolutamente al deseo. Entonces me ensalivé enteramente la verga y se la acomodé justo en medio de la cuquita y bastándome subir un poco las caderas, mientras la volv�* a besar con pasión, terminé por clavársela hasta el fondo, sintiéndo a sus carnes virginales apretarme toda la extensión del tronco. Entonces comencé a mecerme lentamente entre sus piernas y a comerme su dulce lengua y sus labios finos, una y otra vez... Una y otra vez.


Después de algunos minutos transcurridos, mi sobrinita Nancy parec�*a estar disfrutándolo mucho realmente, dado que ya a esas alturas de la noche, no dejaba de acariciar mi espalda y me devolv�*a cada beso que yo le daba. Siempre gimiendo bajito y balanceándo todo su cuerpo hermoso junto al m�*o. Ella parec�*a estar hecha solo para mi. Su cuerpo delicioso ya era todo m�*o, enteramente m�*o. La forma exquisita de moverse en la cama, de abrigar a mi verga en su chocho y de aprisionarla mientras me la culeaba, me llevaron a la misma gloria esa noche. Yo no pude aguartarme mucho mas entonces y me vine con todo en su vaginita estrecha, lanzándo chorros gruesos y constántes, completamente sumido bajo una especie de orgámos múltiples de macho.


Lejos del cansancio y de la pausa post eyaculación, recuerdo que sin quitarle la verga del chocho, la senté sobre mi vientre y aferrándome de sus bellas nalgas, comencé a subir y bajar su cuerpo contra mi caño. Y as�*, diciéndole todo lo maravillosa que era y que estaba enamorado de todo su cuerpo hermoso y sensual, volv�* a culearme a mi linda sobrinita bajo la completa oscuridad de la noche. La luz ya no hac�*a falta. Mi boca, mi lengua y mis manos fueron mis ojos, y mi sobrina Nancy fue todo mi placer.

Continuará ... :leerobligado:
 

elyayito

Pajillero
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tremendo a ver ke pex con la continuacion
 

echv

Virgen
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Excelente relato, continua asi:clap:
 

yeka1984

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Dale, bonito, pero serÃ*a mejor si vas documentando tis post jejeje.

Saludos.
 

loko_500

Virgen
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k relato tan chingon
eres grande hombre
un grande entre los grandes:clap::clap::clap::clap::clap:
 

Calixto

Virgen
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Gracias a todos. Y sÃ*. Ya tengo casi terminada la última parte y final de este relato. Prometo publicarla este mismo fÃ*n de semana. :leerobligado:
 
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