Miguel y Myriam con sus hijos Mellizos Sandra y Enrique - Capitulos 001 al 005

heranlu

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Miguel y Myriam con sus hijos Mellizos Sandra y Enrique - Capitulo 001


Un viernes por la tarde pasábamos tiempo de calidad mi esposa y yo (22 años de casados) con nuestros hijos mellizos (21 años), primero una cena preparada por mi hija Sandra y mi mujer Myriam posteriormente jugamos nuestro tradicional Juego de Catan torneos que hacíamos desde que nuestros hijos eran adolescentes. Y como siempre mi hijo, Enrique, intentaba ir por los puertos a los lados del tablero mientras mi hija y mi esposa intentaban conseguir tantas ciudades y puntos de bonificación como fuera posible, Mientras tanto, me había contentado con acumular todo el trigo y el mineral del tablero.

"Maldita sea, Miguel. Crees que puedes dejar algo de ese mineral. Para el resto de nosotros?" preguntó mi esposa.

"Claro, si prometes no tomar el trigo, te daré un poco cada vez que ruede", respondí.

Al final, mi diabólico plan funcionó. Gané el juego fácilmente, como suelo hacer, y nuestros hijos continuaron con sus bromas habituales.

Los chicos limpiaban la mesa mientras mi esposa y yo fregamos los platos en la cocina.

"Bueno, no pudimos reunirnos con Amanda y Marco esta noche, pero al menos pudimos pasar más tiempo con los chicos", le dije a mi esposa.

"Sí, es una lástima que no pudiéramos verlos, pero no hay queja”

Otra actividad que nos gusta hacer los fines de semana es pasar tiempo “especial” con otras parejas. El swinger era una de las partes más fuertes de nuestro matrimonio y habíamos conocido a mucha gente divertida en el camino.

Esa tarde extrañamente mientras ayudaba a mí esposa me vienen a la mente Martha y Juan, los habíamos conocido en uno de los bares swingers que siempre frecuentábamos. Eran un poco mayores que nosotros y llevaban más tiempo en la escena, por lo que nos enseñaron muchas cosas divertidas y secretos muy picantes. Pero nada nos preparó para lo que nos contaron sobre su familia unas semanas atrás.

"¡¿QUÉ?! Quieres decir… Ustedes… ¿Y sus hijos?" -exclamó mi mujer-.

"Por dios Myriam!, son adultos", dijo Juan, "empezamos poco después de que Mario cumpliera 23 años y Lily 25, hablamos con ellos sobre nuestra elección de estilo de vida, tenían muchas preguntas, una cosa llevó a la otra y bueno… lo hemos estado haciendo desde entonces",

Mi esposa y yo no podíamos creer lo que estábamos escuchando, esto era una situación más allá de cualquier cosa que pudiéramos imaginar, un tabú prohibido por la mayoría de las sociedades durante siglos. Probablemente deberíamos habernos sentido más mortificados o asqueados, pero la verdad es que estábamos más fascinados por esta revelación que por cualquier otra cosa.

"Pero ahora que nuestros hijos se han mudado y tienen sus propias familias, no podemos jugar con ellos como antes", dijo Martha. "Por eso decidimos volver a hacer swing y conocer otras parejas pervertidas".

Myriam les hacía muchas preguntas sobre sus actividades favoritas y si alguna vez temían que los atraparan.

"Bueno, sí, claro, sabíamos que estaba prohibido y que podíamos meternos en muchos problemas, pero honestamente, eso era parte de la diversión", dijo Juan sonriendo mientras tomaba la mano de su esposa.

No sabía cómo debía reaccionar, si con horror y disgusto repugnante o con más interés, así que decidí dejar que mi esposa tomara la iniciativa. Mientras esperaba su reacción, ella comenzó a frotar su mano en mi entrepierna mientras se mordía el labio, escuchando las historias traviesas y explicitas sobre nuestros amigos y su familia "todavía nos vemos y aprovechamos cada vez que vienen, por supuesto solo cuando vienen solos sin sus familias. Quién sabe, tal vez podríamos invitarlos a ustedes y participar en la diversión" y con esa confesión, Myriam inmediatamente saltó encima de Juan y comenzó a besarlo apasionadamente mientras le desabrochaba los pantalones sacándole el miembro y propinando una mamada como jamás la había visto hacerme a mi o a alguien más, verla hincada frente a Juan y aun vestida a mi igualmente me encendió, Martha vino a mi encuentro y esa noche tuvimos una de las mejores reuniones de intercambio de parejas hasta el momento, sin duda el ingrediente que nos produjo ese grado de excitación fue la confesión de nuestros amigos.

A pesar de lo increíble que nos excito esa noche, no nos pusimos en contacto con Martha ni con Juan después de eso. Me di cuenta de que Myriam se sentía un poco culpable por su reacción. Sabía que deberíamos habernos preocupado más por esta información, especialmente como padres. Yo mismo fingí estar tan en conflicto como ella y al mismo tiempo fingí que estaba increíblemente consternado. Sin embargo había pensado en contactarlos nuevamente pero decidí que no podía hacerlo a espaldas de mi esposa.

Al regresar de mis recuerdos a la cocina con Myriam, nos dedicamos a decidir nuestra diversión privada para el resto del fin de semana.

"Entonces, ¿quieres ir al club mañana? ¿O deberíamos intentar contactar a uno de nuestros amigos?" Le pregunte.

"¿Escuchaste que Martha y Juan iban a tener una orgía en su casa? Tal vez deberíamos visitarlos", dijo.

Emocionado, respondí: "Oh, sí, tal vez nos encontremos con algunos viejos amigos allí, escuché que Tomas y Linda son cercanos a ellos".

El sonido de una tos claramente falsa detrás de nosotros interrumpió nuestros planes de fiesta.

"Oh, lo siento Sandy", mi esposa se sonrojó de vergüenza, "pensamos que tú y tu hermano ya habían subido a dormir".

"No, todavía no tengo tanto sueño", dijo mientras iba a buscar unos vasos de nuestra cantina, "¿de qué estaban hablando?"

Ninguno de nosotros les había contado a nuestros hijos todavía sobre nuestro estilo de vida, no es que estuviéramos tratando de mantenerlo en secreto o nos sintiéramos culpables por ello, es solo que nunca encontramos el momento o el lugar.

"Oh, nada, solo hablamos de que tal vez veamos a algunos amigos mañana", dije.

Mi hija sonrió "¿Oh, en serio? ¿Para hacer qué? ¿Pescar? ¿Jugar a los bolos?"

"¿Quizás algo de baile swing?" intervino Enrique mientras él también entraba a la cocina a buscar mi botella de whisky de la barra.

¡Mierda!, ¿Ya lo sabían? No podía imaginar cómo reaccionarían ante la noticia de que sus padres eran swingers; lo más probable es que simplemente ignoraran el hecho y continuaran con sus vidas como si nada estuviera pasando.

"Sí, tal vez conocer a otras parejas y ver si les gustaría cambiar de pareja de baile", fue lo último que dijo mi hija antes de que ambos salieran de la cocina.

Mi esposa cerró los ojos avergonzada y tratando de contener la risa, y yo simplemente esbocé una sonrisa.

"Pequeños idiotas, tienen pelotas para burlarse de nosotros por eso", dijo.

"Honestamente, no parece que les moleste demasiado, la mayoría de la gente probablemente fingiría que no sabían nada", respondí.

"Bueno, no son la mayoría de las personas, ¿verdad?" respondió mi mujer.

Eso era cierto, habíamos criado a nuestros hijos de la mejor manera que pudimos. Casi nunca les mentimos, les hablamos honestamente sobre cualquier tema, desde los pájaros y las abejas o las relaciones. Consentimiento y sus responsabilidades como adultos, queríamos asegurarnos de que no tuvieran miedo al sexo y tomar las mejores decisiones posibles una vez que fueran adultos y, en mi sincera opinión, hicimos un muy buen trabajo con ambos.

¿Pero ser tan liberal y abierto sobre sus padres y su estilo de vida? Eso llegó al punto de ser extraño incluso para nosotros, aunque considerando nuestra experiencia previa con Martha y Juan, estaba claro que nuestro nivel de rareza era moderado en comparación. Mi esposa y yo salimos de la cocina para ver a nuestros hijos y los encontramos en la mesa con las bebidas en la mano y llenando otros dos vasos con mi whisky.

"Finalmente salieron, ¿les gustaría unirse a nosotros?" dijo mi hijo.

Claramente era hora de hablar sobre nuestro hobby con ellos, si tenían algunas preguntas para nosotros entonces teníamos que ser honestos. Nos sentamos creyendo que este era el comienzo de una discusión seria con algunas revelaciones bastante pesadas e íntimas, en cambio, nos dieron las bebidas y comenzaron una conversación que ni yo ni mi esposa esperábamos.

"Vamos papa y mama, nunca fueron discretos lo sabemos todo", dijo Sandy.

"Sí, ustedes son un poco malos guardando secretos", siguió Enrique.

Mi esposa se rio, aliviada por la indiferencia que nuestros hijos estaban tomando con esto.

Ella dijo: "Bueno, no sabíamos cómo abordarlo con ustedes, ni siquiera si teníamos que hacerlo. No es algo que la mayoría de la gente quiera saber sobre sus padres, y ciertamente no es algo de lo que quisieran hablar. "

"Sí, bueno, la mayoría de la gente es cerrada y mojigata y no se permiten disfrutar de la vida de manera responsable, por eso vivimos nuestras vidas de la manera que queremos, de manera responsable y madura, por supuesto. Pero aun así, disfrutándonos lo más que podamos", dijo mi hija y mi mujer estuvo de acuerdo con ella asintiendo con la cabeza.

Definitivamente habíamos hecho un gran trabajo con ellos, nos hicieron sentir muy orgullosos. Sabíamos que mi hija había estado saliendo con algunos chicos desde hacía algún tiempo. Hablamos con ella sobre protección, cómo ser inteligente en cuanto al sexo y confiamos en que ella no cometería un error tan grave, cosa que por supuesto nunca hizo.

"Y por eso tienes la reputación de ser la mejor puta de la universidad", dijo su hermano.

"¡ENRIQUE!" gritó esposa, yo también estaba listo para amonestarlo.

"Diablos, sí hermano, me divierto mucho en la universidad", respondió guiñándole un ojo y chocando los cinco con su hermano. Nuestra ira se convirtió en risa y la velada parecía volverse cada vez más surrealista.

"No te dejes caer, tú también eres bastante guarro. No puedo imaginar con cuántas chicas te has acostado a estas alturas". Ella siguió.

"Por más difícil que sea para ti creer, querida hermanita, sólo he estado con cuatro chicas en mi vida y he sido un caballero con cada una de ellas", dijo.

"¿Un caballero de día y una bestia en la cama?" continuo mi hija.

"Bueno… he hecho lo mejor que pude", dijo sonriendo y tomando otro sorbo de su vaso.

"Por Dios mujer, criamos unos monstruos", sonreí ante las cosas increíbles que estaban saliendo.

Mientras seguían hablando, pude ver a mi esposa escuchando con gran fascinación, resulta que estábamos interesados en su vida sexual más de lo que la mayoría de los padres deberían. Nos aseguraron que siempre usaran protección y que esperaran a la persona adecuada con quien estar, aunque ciertamente eran bastante promiscuos como si fueran la viva imagen de sus padres.

"Hermanita, cuéntales sobre tu primera vez. Les encantará", dijo Enrique.

"Oh, Dios, Uhm, no estoy segura de que les agrade mucho saberlo", respondió mi hija preocupada.

"Por favor dínoslo, no te juzgaremos ni nada", dijo mi esposa con más interés del que esperaba.

"Bueno… ¿recuerdas al primo Ricardo?" dijo Sandra para nuestra sorpresa.

"No lo hiciste, de ninguna manera", La reprimí, Ricardo es el hijo de mi cuñada.

"Bueno, es posible que hayamos tonteado un poco cuando éramos adolescentes. Ya sabes, besar a primos", Respondió.

Esa fue una gran revelación, pero comprensible hasta cierto punto.

Mi hija continuó: "No hicimos nada demasiado serio y ambos sólo queríamos experimentar".

Mi esposa y yo no sabíamos cómo responder a esto, así que nos sentamos en silencio antes de que nuestro hijo interrumpiera.

"Bueno, como ustedes siempre dijeron, siempre y cuando sea con consentimiento y ambos sean mayores de edad, no creo que sea necesariamente malo, incluso el incesto entre adultos".

Esa palabra me trajo recuerdos de Juan y Martha, así como el erotismo electrizante de sus historias familiares. Seguí vigilando a mi esposa para ver su reacción y la encontré tan sin palabras como yo.

Nuestros hijos parecían seguir mirándonos como si esperaran una reacción o un rechazo, finalmente, mi esposa habló.

"Jesucristo chicos, ustedes dos nos hacen parecer un sacerdote y una monja en el monasterio".

"Oh, no exageres" dijo Sandra con picardía.

"Ustedes no creerían las cosas que hemos hecho", Dijo mi esposa con cierto orgullo.

"No lo sabes, tal vez nos gustaría saberlo", dijo mi hija con audacia.

Fue en este punto que las cosas estaban llegando bastante lejos y pensé que era hora de que todos nos fuéramos a la cama, además, tenía una erección creciendo en mis pantalones debido a esta conversación y necesitaba desesperadamente deshacerme de ello.

"Bueno, se hace tarde y creo que lo mejor para todos es irnos a la cama, así que, si no les importa",

Me levanté y cogí los vasos de cristal ahora sin alcohol. Noté que mis dos hijos se miraban fijamente con lo que parecía un poco de decepción, como si esperaran que esta conversación continuara. Nos despedimos y nos fuimos al dormitorio.

Mientras cerraba la puerta comencé a hablar "Te lo juro, esos dos son increíbles. Oye cariño, sé que esto puede sonar muy raro pero…"

Mi esposa me interrumpió y me metió en la cama. Podía ser bastante hambrienta cuando quería, pero esto era más raro, era como una mujer poseída arañando mi ropa y quitándomelo todo en un tiempo récord. Ella no había reaccionado así desde que tuvimos ese encuentro con Juan y Martha.

Ella me besó y mordió en todos los lugares mezclando la electrizante sensación de dolor y calidez mientras seguía bajando más y más sobre mi cuerpo, sus manos moviéndose agresivamente con sus uñas arrastrándose con cada beso. Sus manos agarraron mi polla presionando con fuerza el órgano, moviéndose cada vez que podía sentir su aliento en su cabeza.

Su lengua subió por mi eje antes de que sus labios lo envolvieran, la sensación celestial de sus manos y su boca me trabajaba mientras me miraba directamente a los ojos con la excitación más increíble. Me chupó, sus manos se sentían cálidas sobre mis pelotas, las acarició de la manera que sabía que me volvía loco. Agarré su cabeza y la tiré y empujé rítmicamente, ambos conectamos en nuestro ritmo.

Ella bajó la mirada y cerró los ojos enfocándose en el acto físico mientras yo inclinaba la cabeza hacia atrás abrumado por las sensaciones. Sé que estuvo mal y que no debería haberlo hecho, pero cuando miré hacia abajo de nuevo y ella me miró de nuevo, el rostro de mi esposa lo había reemplazado por el de mi hija. Mi reacción inicial de horror fue rápidamente superada por un sentimiento de increíble excitación ante la naturaleza prohibida de esta fantasía. Mi dulce hija.

No pude aguantar mucho más y ella lo sabía, mis ojos se lo decían. Entré en su boca, sin romper nunca el contacto visual mientras ella seguía masturbándome asegurándose de que saliera hasta la última gota. Hincada y desnuda, probó mi semen y disfrutó cada segundo que lo tuvo dentro de su boca antes de tragarlo.

"Eso fue increíble", dijo.

"Oh cariño, me hiciste gozar mucho, fue increíble", respondí mientras los dos estábamos demasiado eufóricos para darnos cuenta de lo que cada uno decía.

Ella cayó encima de mí, abrazándome y permitiendo que nuestra calidez se convirtiera en una en el precioso resplandor de nuestro acto sexual.

Myriam se recompuso y me dijo: "Amor, tenemos que hablar de algo. Se trata de los chicos".

Al correrme en la boca de mi esposa me sentí culpable de haber imaginado a mi bella hija mamándome en vez de ella, trate de esquivar la conversación.

“Amor estoy exhausto. ¿Qué te parece si lo platicamos mañana?”

“Espera. ¿Me vas a dejar así? No he terminado estoy muy excitada, te confieso que la plática con los chicos contribuyo, de eso necesito que hablemos” Mi mujer jugaba con mi miembro tratando de revivirlo.

“Yo también me siento así, pero me da pena confesarlo” le respondí y note que nuevamente me estaba excitando con sus caricias.

“Estoy así desde la confesión de Juan y Martha, me da miedo pensar que es una perversión, pero también me causa mucho morbo y excitación” me confeso evidentemente excitada su aliento caliente y respiración eran más que evidentes.

“Amor, yo también me siento así. La plática con nuestros hijos me hizo revivirlo y me `paso por la mente vivir lo mismo con ellos” Confesé con una total erección.

“No lo sé…eso sería demasiado, pensaba en aceptar la invitación de Juan y Martha y hacerlo con ellos y sus hijos…quizá sea un inicio” Me sorprendió mucho su respuesta, no quise detenerla, necesitaba escucharla más, me arrodille y le abrí las piernas e introduje mi lengua en su vagina para aliviar un poco su calentura…

“ Cual sería el plan?” – le pregunte

“Ellos son muy abiertos, deberíamos volver a verlos y confesar lo que estamos viviendo con nuestros hijos… mmmm lo que sentimos y pasamos… y que nos gustaría aceptar su oferta…” – Mi mujer se revolvía en su primer orgasmo, era inevitable que nuestros hijos no la escucharan, eso incluso me excito aún más.

Me monte sobre mi esposa y tuvimos una noche maravillosa de sexo, practicamos posiciones que ya teníamos en el olvido, desde que dimos el primer paso para ser swingers nuestra vida sexual era mucho más rica, pero ahora habíamos pasado a otro nivel que a ambos nos asfixiaba, necesitábamos más.

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Después de esa noche de viernes, Myriam y yo nos volvimos más cómplices de nuestras fantasías secretas, al día siguiente nos levantamos tarde casi a medio día, bajamos y encontramos a nuestros hijos en la sala ambos muy relajados jugando Fornite en la consola de PlayStation.

“¡Hasta que deciden salir de su cueva!” Nos reclamó mi hija sin mirarnos y sin soltar el control del juego.

“Sandra. ¿No escuchaste ruidos extraños anoche?

“Si, parecía pelea de gatos”

“Deberían de cambiar de colchón chicos todo el vecindario se dio cuenta” Enrique al igual que su hermana opino sin dejar de jugar y sin voltear siquiera a vernos.

“Si los había escuchado anteriormente, pero anoche si tuvieron una buena fiesta. ¿Estaban solos o invitaron a sus amiguitos pervertidos?” Continuo inflexible mi hija al parecer disfrutaba burlarse de nosotros.

Mi esposa y yo los saludamos con la mano sin contestar y nos dirigimos a la cocina a preparar el desayuno, antes de desaparecer note que mi hija vestía ropa cómoda e informal de fin de semana; short de mezclilla muy corto mostrando unos muslos largos y musculosos producto de la gimnasia y una blusa suelta que caía sobre sus generosos senos que heredó de su madre. Jamás me había llamado la atención su forma de vestir, no así… como ahora la veía .Enrique aún estaba en pijama y ese sería su uniforme todo el sábado (incluso el domingo si no tenía actividades).

“Ahora hay que aguantar a esos bribones que se mofen de nosotros” Dijo mi mujer mientras freía tocino y mezclaba unos huevos para un omelette.

“Jajaja vamos mujer, me he reído con sus burlas, habrá que soportarlos nos han descubierto, me gusta esta nueva apertura, todos somos adultos” respondí sirviendo 2 tazas de café.

Desayunamos y nos preparamos para ir mi mujer y yo a hacer algunas compras a un centro comercial cercano, por el momento ni ella ni yo tocamos el tema de lo que hablamos en la noche, nuestra hija tenía un compromiso de un evento de su academia de gimnasia y Enrique recibiría a unos amigos para pasar la tarde jugando en la consola.

Al momento de salir llegaron por nuestra hija otra chica y su novio así como un chico que nos presentó y no conocíamos, los saludamos y nos fuimos a nuestras actividades. Mi mujer y yo vestíamos ropa deportiva, por mi parte un pants completo y mi esposa un traje de licra pegado a su cuerpo, aún conservaba una linda figura, grandes senos y un culo amplio y respingado por las horas de gimnasio. Desde que entramos al ambiente swinger nos preocupamos por vernos bien en las reuniones. Disfrutaba mucho verla desnuda caminando en las orgias de varias parejas y sobre todo su manera desenvuelta de tratar y convivir. Nuestra preferencia siempre fueron las orgias de más de 2 parejas y el intercambio, nunca exploramos otra variante como los tríos ya sean con otra mujer u otro hombre.

De regreso a casa mientras conducía decidí abordar el tema pendiente.

“¿Qué te parece si le llamo a Juan para confirmar nuestra asistencia a la fiesta en su casa?”

“Si, es la tercera vez que nos invitan a alguna reunión y no asistimos a las anteriores, ambos sabemos que fue por lo que nos confesaron, y bueno sería la oportunidad de tratar el tema. ¿No crees?”

“Perfecto sabía que aceptarías, desde anoche no dejo de pensar en ello y te confieso que me he sentido especialmente cachondo todo el día” Le confesé

“Me pasa lo mismo, por momentos me siento mal, pero ver a los chicos burlarse de nosotros y que estén enterados de nuestro excitante estilo de vida, incremento mi calentura”

Sin duda toda la situación aumento nuestra libido, mi mujer sin pedirme permiso me abrió la cremallera del pantalón y mientras conducía empezó a jugar y chupar mi pene, hacía muchos años que no hacía algo así.

“Ufff gracias. ¡Eres la mejor esposa!“ Agradecí y le metí una mano entre sus nalgas hurgando en su vagina, le introduje un dedo y estaba muy mojada.

Detuve el auto y mientras mi mujer me daba una de las mejores mamadas de la historia marque a Juan.

“Hola amigo, para confirmar si aún hay lugar, queremos asistir a la reunión”

“¡Qué bien! Estábamos preocupados de que ya no quisieran participar con nosotros después de tantos años, si fue por lo que les confesamos, prometo no tocar el tema, no es para todos, le dará mucho gusto a Martha”

“Ya platicaremos han sucedido algunas situaciones que queremos compartirles y tienen que ver con ese tema. ¿Nos vemos entonces?”

“8 pm, vendrán otras 2 parejas, será un noche inolvidable”

Fue inevitable, me vine nuevamente en la boca de mi mujer.

Eran casi las 5 de la tarde cuando llegamos a casa, entramos dejamos las compras, saludamos a Enrique y sus amigos, subimos a arreglarnos. Para abreviar tiempo nos duchamos juntos, mi mujer a pesar de tantos años de casados siempre es un afrodisiaco el solo hecho de tenerla junto a mi desnuda bañándose me erecto nuevamente además el ingrediente de que ahora no solo éramos cómplices en nuestra escena liberal sino además la excitación del tema que trataríamos con nuestros amigos nos tenían constantemente excitados. Después de unos besos apasionados y tocarnos mi esposa me devolvió a la realidad.

“Amor, creo que sexo tendremos de sobra en unas horas, debemos apurarnos quiero estrenar el vestido sexy y liguero que me compraste”

“En esta ocasión te quiero pedir algo” Le dije muy excitado.

“¿Ahora?

“Si, que no te pongas el saco encima del vestido hasta que lleguemos a la puerta de salida, que bajes con tu vestido sexy para que te vean Enrique y sus amigos”

“¿¡QUE!? Siempre he salido con el saco o me pongo la ropa en el lugar de la reunión, no solo esta Enrique también están sus amigos”

“No importa, quiero ver la reacción de Enrique ante la situación, el hecho que estén sus amigos y que el imagine a donde vamos lo hace más excitante” Mi erección era constante, me desconocía a mí mismo.

Mi mujer no contesto nada a mi petición. Siempre disfruto mucho ver como se arregla para las reuniones ya sea para ver a otra pareja, asistir a un club o mis favoritas; orgias en casa de alguno de nuestros amigos que viven ya solos como Juan y Martha, el solo hecho de recordarlos imagine como serian esas reuniones con sus dos hijos, a los que conocimos solo en una ocasión en uno de los aniversarios de boda de la pareja en donde obviamente fue una reunión normal, recuerdo a dos jóvenes que asistieron con sus respectivas parejas e hijos. La hija de nuestros amigos era una rubia alta, muy delgada del tipo modelo de portada, según recordaba tenía 2 hijos y un esposo muy apuesto de raza negra, el contraste era muy llamativo. Por otro lado recuerdo vagamente a su hijo un joven con las características de Enrique solo un poco mayor que también asistió con su esposa una joven de bellas formas y baja estatura, igualmente iban con una pequeñita que su abuelo Juan mostraba orgulloso.

“¿Nos vamos amor?” me pregunto mi mujer colocándose sus zapatillas altas, se veía imponente con un vestido entallado arriba de las rodillas, el liguero en su interior hacía resaltar su culo, Los senos amenazaban con salírseles con lo escotado del vestido. La simple pregunta "¿Nos vamos, amor?" encerraba en sí misma la promesa de una noche excitante.

Caminamos hacia la escalera llevaba el abrigo en una mano pensé que se lo pondría antes de bajar, el bullicio de los chicos jugando y bromeando me llego de golpe, era inevitable pasar frente a ellos, mi mujer bajo uno a uno los escalones, el sonido de sus zapatillas contra la madera hizo voltear a los 3 chicos, mi mujer siguió adelante hasta bajar sin cubrirse con el abrigo.

“Se portan bien chicos, no se vayan a acabar el whisky de papa” Les solicito mi esposa enviándole un beso de despedida a nuestro hijo.

Mi mujer se veía realmente muy sexy y puta, ondulaba su cuerpo al caminar, igualmente me despedí con la mano de los chicos que se comían con la mirada a Myriam.

“Enrique, llegaremos un poco tarde, me envías mensaje cuando llegue tu hermana” Le pedí

“Di…viértanse papa” Era evidente su desconcierto además que sabía a dónde íbamos.

Antes de salir de casa mi mujer se colocó el abrigo no era necesario informar al vecindario que la ama de casa, madre de familia ejemplar y abogada exitosa, salía algunos fines de semana con su esposo a orgias. Mi esposa era mi cómplice de vida, cada día la amaba más.

“Gracias mi amor, fue muy divertido y…excitante” La excitación me estaba ahogando, ver la cara de mi hijo y además que sus amigos vieran a su mama como jamás la habían visto era otro nivel de lujuria y perversión.

“jijiji sii, fue divertido, eso será una lección para Enrique, la pensara para volver a burlarse de nosotros” mi esposa no paraba de reír dentro del auto enfilándonos a la reunión.

Nos recibieron en la puerta Martha y Juan, ellos son la pareja más experimentada que conocemos en nuestro círculo de amigos, rondan los 50 años (nosotros los 43), muy buenos anfitriones. Nos presentaron a una de las parejas que se iniciaba en una orgia como tal a la otra pareja ya la conocíamos.

La pareja novata eran más jóvenes que el resto, estaban aún en sus tempranos treinta, era normal el nerviosismo de su primera vez en grupo, ellos habían sido invitados por la otra pareja asistente; Tomas y Linda, una pareja que teníamos muchas ganas de volver a ver ya que nos encantaron cuando coincidimos en una visita a un club swinger pero no tuvimos oportunidad esa ocasión de participar con ellos, sin embargo al final de la velada pasamos momentos muy agradables, quedamos en volver a vernos, en esta tarde todos los astros se alineaban para todos los propósitos.

La velada inicialmente transcurrió como todas las reuniones de nuestros amigos, risas, bromas, música, algunos platillos y ensaladas, bebidas, platicas diversas incluso de nuestras familias y ocupaciones, de nuestros hijos, planes de viaje… En algún momento Martha y Juan sugirieron organizar algunos juegos subidos de tono que nos fue despojando de alguna ropa y no falto el tradicional desfile de pasarela de nuestras esposas mientras los maridos las animábamos desde la barra.

“Ya saben el ritual chicos, la pareja principiante del grupo debe elegir a quien le gustaría besar, pueden incluso decidir que sea entre ellos” Martha era la que siempre definía los juegos y las reglas.

Eligieron a Tomas y Linda intercambiando besos profundos y húmedos, se les unieron Martha y Juan besando a las dos parejas, nosotros no íbamos a quedarnos de espectadores solo que mi esposa adora la polla de Juan y ella fue directa a bajarle los calzoncillos e hincada entre las tres parejas inicio una mamada profunda mientras seguían besándose y acariciándose todos de pie. Me acerque y de inmediato busque a Linda y en consecuencia Tomas su esposo se unió a Juan para que mi esposa les mamara a los dos alternadamente, no es común que ella tenga dos miembros a la vez para mamar y menos que lo hiciera con esa pasión y desespero, de hecho era la segunda ocasión que la había visto en esa situación, definitivamente tanto mi mujer como yo estábamos evolucionando a un nuevo esquema de fantasía y atrevimientos. La orgia se generalizo, la nueva pareja no tuvo ningún problema en soltarse e integrarse, durante casi 3 horas intercambiamos parejas e hicimos diferentes formatos de interacción, tríos, cuartetos, mi esposa rompió su récord para una noche; copulo con los 4 hombres y a todos nos mamo o masturbo y al final la esposa principiante recibió el semen de los 4 en pecho y cara como pacto de leche e integración a la cofradía. Así eran nuestras reuniones.

Cerca de la media noche la reunión término, en algún momento de la velada le comente a Juan que nos gustaría tener una plática con ellos. Así es que al despedir a las otras dos parejas, salimos al jardín a tomar aire fresco de la noche y continuar brindando.

“De las mejores reuniones sin duda, que bueno que asistieron ya teníamos ganas de algo así, siempre iniciar a una pareja es muy excitante” Comento Juan mientras nos serbia nuevas bebidas

“También nosotros estábamos muy emocionados desde que supimos que la estaban organizando e invitaban parejas en el grupo” Le respondió mi esposa que ya estaba nuevamente vestida y se veían muy sexy con la pierna cruzada, no parecía que una hora antes la había visto ser penetrada de perrito por el joven esposo de la pareja iniciante mientras le mamaba la polla a Tomas.

“Y bien, que es lo que quieren comentar con nosotros, estamos muy intrigados” pregunto Martha

“Ustedes son la pareja en quien más confiamos ya que somos cómplices de varios años en la escena swinger y tanto mi esposo como yo estamos muy sorprendidos de la confesión que nos hicieron de que participan con sus hijos, necesitamos saber si es verdad o solo fue una broma porque queremos confesarles algo y también consultarles” Mi esposa siempre ha sido muy directa, otra cualidad que le admiro.

“¿No se volverán a alejar? Porque ese fue el motivo lo sabemos, el día que lo confesamos fue un poco por el calor de la bebida y la euforia de la reunión que sostuvimos, quisimos dar un paso más en compartir algo tan íntimo ya que con nadie más lo podríamos hacer” Se soltó Juan

“Entonces es real” Concluí

“Tan real que hace dos semanas estuvieron en casa y nos reunimos después de algunos meses de no hacerlo, ya no es tan sencillo de hecho fue una reunión a media tarde ya que tenían que regresar con sus familias, siempre hemos sido muy unidos” Continuo Juan

“¿Desde cuándo iniciaron o como iniciaron? Pregunto mi esposa

“Como iniciamos es una larga historia, ¿están dispuestos a escucharla?… siempre hemos sido una pareja muy liberal, tenemos en el swinger casi 20 Años desde que nuestros hijos eran unos bebes, y como ya lo saben en un tiempo fuimos nudistas y cuando ellos eran adolescentes nos acompañaron en algunas ocasiones a un campo nudista familiar, aunque no había propiamente morbo en andar desnudos junto a otras familias, de alguna forma se despertó en nosotros al ver sus bellos cuerpos la inquietud de integrarlos a la cama solo que eso sucedió varios años después, de alguna manera circunstancial y natural, al enseñarles abiertamente el cómo cuidarse y disfrutar su sexualidad, no solo les dimos consejos sino que les permitíamos vernos copular una vez que cumplieron los 18, la primera en vernos fue nuestra hija y posteriormente nuestro hijo al cumplir también sus 18, y al final ya siendo mayores de edad al irnos a la cama nos pedían vernos hacer el amor estando los dos juntos, era muy excitante, incluso les sugerimos desnudarse y tocarse sus propios cuerpos mientras nos veían, después sospecharon que éramos pareja swinger por nuestras constantes salidas en las noches o ausencias de fines de semana, además de visitarnos parejas siempre vestidos de forma muy sexual, hasta que una buena tarde tuvimos una plática de adultos ambos ya pasaban de 21 años y les confesamos que nos veíamos con otras parejas y asistimos a reuniones temáticas sexuales, mi hija tiene el mismo libido que yo y era quien más nos preguntaba sobre nuestros encuentros, me pidió si le podíamos mostrar algún material o si tomábamos fotos o videos de nuestros encuentros, en realidad es algo que no hacemos, pero por complacerla y ver su reacción decidimos filmar una reunión con otra pareja y les mostramos de que se trataba, esa noche fue muy excitante, nos llenaron de preguntas y terminamos dándoles otra función a nuestros hijos en esta ocasión les sugerimos tocarse entre ellos algo que nunca habían hecho y a partir de esa noche fue una práctica recurrente, el ver sus jóvenes y firmes cuerpos al lado nuestro tocándose hasta llegar al orgasmo era un ingrediente superior a todo lo vivido.

Nuestros hijos ya tenían una vida sexual activa con sus respectivas parejas fijas u ocasionales, incluso mi hija estaba próxima a casarse pero nos confesaron que nada era tan excitante como vernos a nosotros y tocarse entre ellos. Nuestra hija se casó a los 25 años y previo a su boda decidimos hacer una despedida por última vez permitiéndoles estar juntos y vernos en acción. Esa noche todo se salió de control, tomamos algunas bebidas y les mostramos otra filmación de uno de nuestros encuentros grupales con otras 5 parejas, ver a su madre con más de un hombre a la vez fue impactante, subimos a la alcoba y cuando nos veían hacer el amor, era tanta la calentura que en algún momento vimos a nuestros hijos en un intenso 69, la visión fue hipnótica, nos acercamos y fue inevitable ayudar a mi hijo a lamer la vulva rosada de mi princesa y Martha ayudar a nuestro hija a mamar a nuestro hijo, habíamos traspasado lo inevitable, mi hija se montó sobre mí y mi esposa hizo lo propio con mi hijo…esa fue la primera vez” Concluyo notablemente excitado Juan, seguramente el recuerdo lo afecto como a nosotros escucharlo, hubo uno o dos minutos de silencio.

“Nuestra hija se casó, fue una linda boda, al inicio teníamos algún prejuicio ya que como saben su esposo es de raza negra y viene de otro país, llego de intercambio a la universidad, se conocieron, se enamoraron y bueno nos daba algo de temor que se fueran del país además de que nuestra hija es rubia nos sorprendió su decisión, sin embargo su esposo es un excelente padre y muy buen marido” continuo Martha

“¿Cuánto tiempo paso para que se volvieran a reunir con…sus hijos después de la iniciación?” A mi esposa le interesaba poco la parte de la boda y familiar, necesitaba más información de sus reuniones, me sorprendió su pregunta.

“Seguimos con nuestra vida swinger, nuestro hijo al ya no estar su hermana en casa se alejó un poco y un día se fue de vacaciones a centro américa y en su viaje conoció a su actual esposa en Costa Rica, después de algunas gestiones decidió también casarse, a los pocos meses que lo hizo nuestra hija, nos pidió de regalo una fiesta como la que tuvimos previo a la boda de su hermana, así es que en esa ocasión sostuvimos un trio con nuestro chico, fue algo hermoso. Hacerle el amor a su mama en compañía de su padre fue muy excitante, tanto que todo un fin de semana Martha nos atendió sexualmente, nuestro hijo es muy depravado, nos pidió que miráramos películas xxx y repitiéramos las escenas con su mama, llego un punto en donde tuve que poner un límite ya que quería que le hiciéramos doble penetración…” Juan disfrutaba contarnos se notaba en su rostro la excitación, mi mujer se mordía los labios síntoma inequívoco de calentura.

“Y… ¿lo hicieron? “ pregunto Myriam

“No en esa ocasión. Al poco tiempo nuestro hijo se casó. Afortunadamente nuestros dos hijos viven en nuestra misma ciudad, pensamos que nunca más se repetirían nuestros encuentros y por nuestra parte era fantasía secreta cumplida, nos visitaban con sus parejas, prácticamente ambos estaban recién casados, en ocasiones venían a pasar algún domingo, nos reuníamos con cierta regularidad para convivencia familiar, tanto nuestra nuera como nuestro yerno son excelentes personas.” Continúo Juan

“Entiendo que se repitió… ¿y cómo fue?” Pregunte

“Con el primero fue con nuestro hijo, su esposa e hijos se fueron a Costa Rica a pasar una navidad, por motivos de trabajo no los pudo acompañar, nos sorprendió que decidió quedarse en su habitación de toda la vida, fue muy directo, nos dijo que nos extrañaba sexualmente que era muy feliz con su matrimonio pero que necesitaba volver a estar con nosotros, y así pasamos una semana en donde prácticamente diario le hacíamos el amor a Martha incluso cuando yo me ausentaba aprovechaban para hacerlo, era común que mientras yo veía televisión ellos copulaban a un lado mío. ¿Recuerdan que les comente que mi hijo tiene su lado depravado?

“Si… ¿En qué sentido?” Pregunte

“Bien, empezó a usar palabras sucias con su mama, le preguntaba si le gustaba como se lo hacía, que si le gustaría tener más vergas mientras él se la metía, o que si le gustaría que le echaran la leche varios hombres, que a él le gustaría verla así etc.…Ya me lo había comentado Martha que cuando se quedaron solos uso ese lenguaje, pero ya no le importo usarlo en mi presencia. Les confieso que me sorprendió y me molesto escucharlo ustedes saben que no acostumbro usar un mal lenguaje, a pesar de mi vida libertina me considero un caballero y trato a las mujeres con mucho respeto más tratándose que ella es su madre, como reprimenda le sugería que moderara su lenguaje que no le gustaría que a su joven esposa le llamaran de esa forma, su respuesta me confirmo su nivel de depravación; “me encantaría verla a ella con dos o tres vergas , una en cada orificio y que al final la llenen de leche” acto seguido soltó un chorro de semen en los pechos de su mama”

“¡Wow! Sin palabras…imagino como se sintieron, es algo fuerte. Como lo tomaste Martha? Pregunto mi esposa

“Pregúntale a Juan, porque enseguida se desnudó y prácticamente me violo” Contesto Martha

“En sexualidad no hay normas realmente, me excito mucho escucharlo no sabía hasta donde lo habíamos afectado pero la carga sexual de sus palabras y el hecho de ver a su mama con semen en sus senos, su vagina hinchada de días de sexo, la fantasía que tenia de ver a mi nuera en situaciones sexuales ocasiono el único racionamiento animal que se me ocurrió; penetrar a mi esposa que al igual que yo tuvo uno de sus mejores orgasmos”

“Esa misma noche tuvimos una plática muy abierta con nuestro hijo y nos confesó que le gustaría mucho entrar al mundo swinger como nosotros pero que era imposible que su esposa aceptara por ello recurría a las fantasías, que le gustaría asistir a un club swinger y acompañarnos haciéndose pasar por un desconocido entre nosotros y que le encantaría que nos volviéramos a reunir y estuviera su hermana, obviamente tratamos de aconsejarlo y de apoyarlo que igualmente era excitante la idea de que alguna vez nos acompañara, le pregunte si no le afectaría ver a su mama con alguien más que no fuera yo, ya que una cosa era la fantasía y otra la realidad, dijo que era una fantasía recurrente imaginar a su madre con otros hombres al igual que a su esposa, nos comentó que ya había hablado con su hermana sobre el tema. Que le confeso que opinaba igual que el, si le gustaría volver a tener otra reunión entre los cuatro, era muy feliz también con su esposo pero le aburría un poco la vida tradicional de matrimonio.

Al cabo de unos meses hubo la oportunidad de que nuestra hija pasara unos días con nosotros por el mismo motivo del viaje de su esposo a su país, aun no nacían ninguno de nuestros nietos. Esa fue la oportunidad, nuestros hijos ya habían hablado y estaban decididos a que nos reuniéramos sexualmente los cuatro. Sin más preámbulo una vez que se enteró que su hermana estaba en casa llego un sábado en la tarde, comimos, bebimos y nos subimos a la habitación a tener el mejor sexo que existe, con nuestros hijos, sin ningún prejuicio, todos adultos y con vida sexual de casados, primero nuestros hijos follaron como conejos frente a nuestros ojos para después yo hacerlo con mi hija que había embarnecido con el matrimonio mientras mi hijo follaba con su madre sacándole varios orgasmos, para nuestra hija fue una novedad escuchar a su hermano decir obscenidades “¿te encanta la verga verdad mama?”. Mi hija se limitaba a sonreír mientras recibía mis estocadas. “Papa…! Hay que hacer gozar a estas putas!”.

En un rápido movimiento monto a su mama sobre de él y me pidió que se la metiera por al ano estaba obsesionado por hacerle doble penetración a su madre algo que jamás habíamos practicado en el ambiente swinger. Le pregunte a Martha si le cumplíamos la fantasía a su hijo y accedió pero que lo hiciera con mucho cuidado, nuestra hija estaba absorta viendo como partíamos en dos a su madre que poco a poco fue accediendo y aceptando ambas trancas hasta que recibió por completo mi miembro en su ano mientras su hijo la penetraba hasta el fondo por la vagina. “sigues tu hermanita, aprovecha y vas a gozar como la puta de nuestra madre” Nuestra hija se integró acariciando nuestros testículos o metiendo en el orificio correspondiente de su madre el miembro que amenazara con salirse, así estuvimos unos minutos Martha estaba encantada ensartándose. “Hermana chúpanos las pelotas”.

Nuestra hija obediente se puso atrás de mí ensalivando mis bolas y pasando incluso la lengua por mi ano, era delicioso. Mi hijo seguía hablando obscenidades y dando órdenes, parecía un loco desquiciado, mientras penetrábamos simultáneamente a su mama se desarrolló la siguiente platica entre ellos: “¿Hermana si te coge lo suficiente tu esposo?… ¿Es verdad lo que dicen que la tienen grande?”… “Si, la tiene enorme y es muy bueno en la cama, pero esto que hacemos con papa y mama lo supera todo”…”Me gustaría que tu esposo se la meta a nuestra madre mientras papa y yo te la metemos en tu concha y por el culo…no sería excitante que viera tu marido lo puta que eres?…”No lo sé me gustaría primero probar que se siente”…

Al parecer nuestra hija había trabajado ya su anito con su marido ya que al salirme del ano de su mama se montó de frente a mí en la polla de su hermano introduciéndoselo por el ano, la invitación de su vulva abierta era demasiado tentadora, me limpie el miembro con una toalla húmeda y se la metí de golpe, rápidamente nuestra hija se vino a chorros ante el embate al unísono en ambos orificios. Sus convulsiones me hicieron venirme fuertemente dentro de su vagina, mi hijo empezó a temblar señal que vacío su leche dentro del culo de su hermana, ahí nos quedamos unos minutos dentro de ella, mis testículos rozando y pegados a los de mi hijo y nuestros miembros semi erectos respirando dentro de los orificios de mi bella hija”

“wow…wow! ¡Que memoria y que nivel de detalle!” Mi esposa aplaudió, y en verdad que lo que acabábamos de escuchar de viva voz de Juan nos dejó sin palabras, por otro lado yo estaba excitadísimo.

“Y así inicio todo, ya pasaron 4 años desde esa vez, hemos evolucionado hoy en día nuestros hijos son más depravados y sexosos, siguen afortunadamente casados, nuestro hijo aún tiene la fantasía de involucrar a su esposa y ella le sigue la corriente a nivel de fantasía según nos cuenta y nuestra hija confirma que ama a su esposo, ya hemos adquirido madurez y aunque nuestras reuniones son más esporádicas cada vez son mejores, y bueno nuestros hijos tienen una última fantasía por cumplir”
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heranlu

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Miguel y Myriam con sus hijos Mellizos Sandra y Enrique - Capitulo 002


Al llegar a casa era de madrugada, entramos a nuestra alcoba y nos abalanzamos sobre la cama tuvimos sexo hasta al amanecer como en nuestros mejores tiempos, la carga sexual por lo vivido primero en la orgia y después con la confesión de nuestros amigos así como aceptar participar con sus hijos nos llevaron a un nivel de carga sexual inédito…

“¡Que noche!”

“De las mejores cariño” Le respondí antes de dormir.

A la mañana siguiente nos levantamos después del mediodía, nos encontramos con nuestra hija en la sala acompañada por una de sus amigas más frecuentes jugando en la consola de videojuegos, le preguntamos por su hermano y nos informó que tendría juego de soccer y pasaría el resto del día en casa de uno de sus compañeros de equipo. Nuestros hijos son excelentes deportistas, de tez morena clara como su mama, había desarrollo un físico estético y con músculos tonificados en piernas, brazos y abdomen. Mi nena con su cara angelical y gesto adusto sostenía en sus manos el control del juego respondiendo a mis preguntas sin molestarse en voltear a vernos, lo cual me dio la oportunidad de observarla con detenimiento, una blusa holgada caía sobre sus desarrollados senos, su largo y lacio pelo atado en una cola de caballo la hacían verse más alta a pesar de no medir más de 1.65 de estatura (cuerpo compacto y bien formado), nuevamente vestía con su diminuto short, una pierna cruzada sobre la otra le daba una forma imponente y relevante a sus musculosos y bronceados muslos. Fue inevitable mirarla con lascivia.

Desayunamos en la cocina y después de una sobremesa de más de una hora salió el tema:

“Martha hablara con sus hijos para vernos el próximo fin de semana ya que es la noche que habían planeado reunirse con ellos”

“No sabía que sería tan pronto” Conteste dándole un largo sorbo a mi taza de café fingiendo tranquilidad, por dentro sentí que algo me quemaba.

“Antes de salir cuando te despedías de Juan me comento que en la semana hablarían con ellos, si había algún cambio de planes nos avisarían”

“Sera una larga semana, no tienes idea como me excita, se me está poniendo dura”

Tuvimos que cambiar de tema al entrar nuestra hija a la cocina por unas viandas.

“Llegaron algo tarde anoche, imagino que estuvo emocionante la fiesta” Dijo con ironía y algo de sarcasmo.

“Si una bonita reunión de amigos” le contesto mi mujer.

“De esas fiestas especiales?” Pregunto mi hija casi para salir.

“Si con tres parejas más” Mi esposa no dudo quizá tratando de quitarle la sonrisa de burla a nuestra hija.

“Al parecer sus fiestas son más divertidas que las mías”

“Digamos que sabemos divertirnos, nuestra generación de hecho es más divertida que la actual”

“Me conto Enrique como ibas vestida al salir y que sus amigos casi se infartan, está bien que se diviertan son adultos pero deberían ser más discretos con nuestras amistades”

“Lo tomaremos en cuenta hija” Le respondí apenado antes que abandonara la cocina. El movimiento de sus nalgas fuertes y paradas dentro del ajustado short era hipnótico.

“Esta chiquilla se cree muy lista y con derecho a decirnos que hacer y qué no hacer” Comento mi esposa algo molesta.

“En cierto sentido tiene razón amor, pero fue muy divertido hacer esa travesura a su hermano”

“Y excitante” Añadió mi esposa.

“También es excitante que estén enterados que su padres son swingers no crees? Lo externe quizá tratando de normalizar un sentimiento que en realidad me excitaba sin medir el contexto en sí.

“Me parece que el ser swingers en la actualidad ya es un estilo de vida sexual del tipo “normal”, pero el que una pareja involucre a sus hijos y que además nos inviten a una orgia con ellos me parece eso si les causaría un trauma” Mi esposa soltó la carcajada al comentarlo.

“Sera algo que nos llevaremos de secreto a la tumba amor” Le respondí.

Durante la semana nos comunicamos con Juan y Martha, la reunión seria el próximo sábado, Mario su hijo estaba muy emocionado de participar por primera vez como si se tratara de una pareja swinger en compañía de sus padres y hermana, nos recordaban vagamente de la fiesta de aniversario en la que nos presentaron. Juan nos pidió algunas fotos de preferencia en ropa sexy o sugestiva, su hijo se sorprendió de la belleza y cuerpo de mi esposa, estaba ansioso de conocerla, lo cual para mí fue un halago por supuesto. Como parte del juego también les pedí unas fotos de sus hijos y no podía creer lo bella que es Lily; rubia, quizá algo pálida, delgada y alta, poco expresiva en las fotos. Estábamos listos y ansiosos.

El viernes por la mañana mi mujer me pidió la llevara a comprar su sexy atuendo para la reunión, le sugerí que para esta ocasión quizá no fuese necesario me parecía que ambos deberíamos ir lo más juveniles e informales posible para romper hielo y agradar a los hijos de nuestros amigos. Creí que era una buena idea que nuestros hijos fueran quienes nos sugirieran que atuendo usar.

“¿Estás loco?”

“Bueno, quien mejor que ellos para aconsejarnos que ropa llevar”

“Y que les dirás… ¿qué es para la reunión anual de ex compañeros de bachillerato?”

“Es malo mentir amor, no es la educación que queremos para nuestros hijos. ¿No crees?, les diremos que iremos a una reunión y que habrá jóvenes de su edad” Hasta ese punto no había pensado lo excitante que estaba resultando que fueran nuestros hijos quienes nos ayudaran a elegir el atuendo y hacerles saber que era para que sus padres fueran a tener relaciones sexuales con otras personas y no solo de nuestra edad como supondrían.

“Vaya, vaya. No termino de conocerte”

Al día siguiente después de comer en familia y platicar de distintos temas y tópicos individuales así como planes familiares para las fiestas decembrinas que se aproximaban, mi esposa les pidió a nuestros hijos que nos apoyaran.

“Chicos, necesitamos asesoría sobre vestimenta”

“A caray. ¿Qué tipo de asesoría? Pregunto mi hijo

“Hoy tenemos una reunioncita informal y nos gustaría ir juveniles”

“¿Qué tipo de reunioncita?” pregunto mi hija mirándome con sus bellos y grandes ojos marrones.

“Una reunión de adultos liberales Sandy” Le respondí.

“Y en esta ocasión ira una pareja joven solo unos años mayor que ustedes” Agrego mi mujer.

“¿Es en serio? – Pregunto mi hija con asombro.

“Si, además asistirá otra pareja madura, la pareja joven hoy se iniciaran” Continuo mi mujer recogiendo platos y cubiertos de la mesa – “Es por ello que nos gustaría nos ayuden a elegir algo más juvenil”

“¡Vaya ahora tenemos que ayudar a nuestros pervertidos padres para verse adecuados en una orgia swinger! Exclamo Enrique.

“Me parece recordar que tuvimos una plática abierta sobre el reconocer que somos swingers, y Sandra estaba interesada en saber más sobre nuestro estilo de vida, solo que el tímido de su padre no tuvo las pelotas de contarles un poco”

“De acuerdo, ¿si les ayudamos nos contaran como la pasaron? – Propuso Enrique.

“¿Algún problema con eso amor?” Pregunto mi mujer con cara de picardía.

“Ninguno, les contaremos a detalle si lo solicitan” Respondí

“Muy bien, ve a mi habitación te prestare algo de ropa y para ti papi solo lleva calzado deportivo, pantalón de mezclilla, que te preste Enrique una camiseta y una chamarra con capucha, eres bastante juvenil” Sandra resolvió nuestro “problema” con facilidad, aunque el hecho que ellos nos ayudaran era lo excitante de la propuesta.

A las 8 en punto llegamos a la residencia de nuestros amigos, confieso que tanto mi mujer como yo íbamos más nerviosos y expectantes que de costumbre, si bien en cada reunión hay una nueva emoción esta sin duda tenía un toque totalmente diferente, la excitación me asfixiaba y estoy seguro que también a mi mujer aunque no lo expresara. Nos recibieron Juan y Martha como siempre efusivos y cariñosos, evidentemente también nerviosos y excitados. Nos condujeron a la sala, nos informaron que habían citado a sus hijos a las 9 para tener tiempo de platicar con nosotros. Nos ofrecieron algo de tomar para relajarnos.

“Les agradecemos que estén aquí, nuestra complicidad a partir de esta noche nos unirá mas, será nuestro secreto compartido, siempre pensamos en ustedes para llevarla a cabo” Nos confesó un nervioso Juan.

“Al contrario, gracias a ustedes por la confianza. No sabemos a ciencia cierta que delito estemos cometiendo al ser cómplices, pero es muy excitante” Le respondí

“Ningún delito, todos somos adultos y hay consenso, es algo que todos queremos hacer” Comento Martha

“¿Qué edad tienen sus hijos?” Pregunto mi mujer.

“Mario 27 y nuestra hija recién cumplió 29”

“¡Wow! Entonces ya tienen varios años participando con ellos”

“La otra noche les comentamos que al inicio era más frecuente, y fue Mario quien propuso la idea de participar con alguna pareja amigos de nosotros, nuestra hija esta aun un poco renuente pero finalmente acepto a probar cuando le informamos de que sería con una pareja de muchísima confianza y además también con hijos que los aceptaban como pareja swinger, que la discreción estaba asegurada” Agrego Juan.

“¿De qué edad son sus hijos? Pregunto a su vez Martha

“Cumplieron 21 años en agosto, son mellizos”

“¡Mellizos! que sorpresa, deben ser muy lindos, a quien se parecen?”

“Afortunadamente se parecen a su madre” Respondí.

“¿Tienen fotos de ellos?”

Busque algunas imágenes actuales en mi celular sin éxito (tuve una extraña sensación de excitación al buscar fotos de mi hija para mostrar) fue mi esposa la que encontró algunas fotos recientes.

“Ambos son muy lindos con cuerpos muy atléticos. ¿Son deportistas?” Pregunto Martha que junto a Juan veían las imágenes de nuestros hijos en el móvil de mi esposa.

“Si, en la universidad están catalogados deportistas para alto rendimiento, muy buenos hijos, sanos, deportistas y estudiosos” Conteste con orgullo.

“¿Y como tomaron la noticia de que son swingers? Pregunto Juan que no dejaba de ver las fotos de nuestros hijos, incluso ampliando algunas imágenes de mi hija en leotardo de gimnasia para verla con más detalle.

“Bastante normal, son muy maduros y hemos sido muy abiertos en cuanto a hablar de sexualidad y salud sexual sobre todo. De hecho saben que hoy salimos a una reunión con dos parejas, obvio no dimos más detalles, pero si comentamos que una pareja era muy joven y se iniciaba, nos ayudaron a elegir que ropa usar” Respondí.

“Que interesante, en realidad las nuevas generaciones ya se han quitado muchos tabúes y que bien que entiendan que ustedes son aun jóvenes y eligen vivir su sexualidad de forma abierta y la respetan, lo entienden y no tienen más cuestionamientos” Opino Juan

“En realidad si tienen cuestionamientos, están interesados en que les contemos como es ser swingers, solo que no hemos tenido aun la apertura de contarles, y precisamente quieren que les demos detalles de esta reunión.” Confeso mi esposa

“¿Y a ustedes les inquieta o les excita?

“Aún no lo defino” respondió mi mujer

“A mi si me excita de alguna manera, pero al igual que mi mujer aun no defino cual es el sentimiento al respecto, me excita saber lo que ustedes nos han compartido que hacen con sus hijos y también lo abierto que son nuestros hijos al hablar sobre sexo” Respondí

“Sin ánimos de ofender o molestar, alguna vez han visto a sus hijos de otra forma… digamos ¿sexualmente?, es decir a todos los padres nuestros hijos nos parecen hermosos, son una extensión de nosotros mismos, ver como pasaron de críos a adolescentes y luego a adultos, en alguna etapa de ese crecimiento cuando notas que tu hija le crecen los senos o a tu hijo se le ve algo abultado en el pantalón, ustedes saben a qué me refiero, no les ha pasado por la cabeza mirarlos como algo atractivo o… ¿Sexual?” Cuestiono Juan

“No lo había pensado, mi hijo me parece el hombre más bello del mundo, sin embargo nunca lo he visto de otra forma, en una ocasión entre de súbito a su habitación y lo vi totalmente desnudo haciendo ejercicio, me pareció muy hermoso ver un cuerpo joven y musculoso.” Contesto mi esposa

“En mi caso, sucedió algo extraño, a partir de las confesiones de ustedes veo de otra forma a mi hija, empecé a notar que ya es una mujer, ahora noto lo atractiva que es, ya no me siento del todo cómodo que use ropa corta como shorts o blusas escotadas, ya que entiendo que mi hija es muy exuberante, con caderas amplias, senos grandes, piernas muy atractivas de deportista, espero mi mujer no me lo tome a mal. No logro definir si es algo para llamarlo “sexual” pero si me resulta sumamente atractiva y sexy” Me desahogue al fin.

La charla concluyo al escuchar que se abría la puerta y entraban los hijos de la pareja. Se dirigieron a nuestro encuentro, nos pusimos todos de pie y Juan nos presentó.

“Chicos, ellos son nuestros buenos amigos y cómplices en el ambiente: Myriam y su esposo Miguel”

“Encantados de conocerlos” Respondí estrechando la mano de Mario y saludando de beso en la mejilla a Lily.

“Mucho gusto chicos, son más guapos en persona que en las fotos” Mi mujer hizo lo propio besando en la mejilla a los hermanos.

“Nuestros padres nos han contado mucho de ustedes, tanto gusto conocerlos” Respondió Mario, su hermana se limitó a brindarnos una sonrisa, contrario a su hermano ella se veía nerviosa. Me impresiono la estatura de ambos, él debía medir más de 1.90 y su hermana sobrepasaba el 1.80 metros, contrastaba el carácter de los chicos, Mario extrovertido, de complexión corpulenta quizá un poco pasado de peso, en cambio Lily muy delgada, blanquísima algo pálida, a primera impresión me pareció una chica sumisa, nada que ver como la imaginaba en las escenas que nos describió su padre de los encuentros.

“Hijo compre dos botellas de tu vino favorito y para mi princesa, Gin and Tonic?” Juan se dirigió a la barra para traer bebidas a sus hijos.

“Perfecto padre ya inicio bien la fiesta” Exclamo Mario

“Si papi, Gin and Tonic, espero que hoy si tengas buena ginebra” Contesto Lily sentándose junto a su madre.

En la ausencia de Juan, trate de conectar con Mario invitando con un ademan de mano a mi esposa a unirse al sillón de Martha y su hija, en algún punto esta bizarra reunión tenía que iniciar.

“Me conto tu padre que eres ingeniero y trabajas en la industria de ensamble automotriz. ¿En cuál compañía?

“Ho si, trabajo para Ford Motors, ya tengo 2 años en la compañía, ¿a qué te dedicas Miguel?”

“Somos abogados mi esposa y yo, compartimos el mismo despacho”

“Que bien, ya sé a quién acudir de ser necesario”

“Por supuesto Mario, cuenta con nosotros”

“Los mejores abogados de la ciudad ¡sin duda!” Interrumpió Juan que regresaba con las bebidas de los chicos y reponiendo nuestras copas.

“Sugiero que hagamos un brindis al centro de la sala para dar la bienvenida a Mario y Lily a nuestra cofradía swinger” Juan de pie al centro de la sala levanto su copa pidiéndonos que lo imitáramos, ritual que hacíamos cada vez que se iniciaban parejas o llegaban nuevos miembros a nuestro club de amigos y cómplices sexuales.

“Mario y Lily, en el caso de ustedes es muy especial por obvias razones, los vimos crecer y nos unen lazos muy fuertes, como familia seremos siempre incondicionales, ahora que se integraran al ambiente swinger las reglas que tenemos en nuestro club serán las mismas para ustedes, ponderando el respeto, la discreción, No significa No, solo se permite el sexo consensuado con la otra persona o pareja, si algo les incomoda durante la reunión siéntanse libre de comunicarlo. Les deseo que disfruten de este estilo de vida y lo disfruten como nosotros, que nos acompañen en futuras reuniones con Miguel y Myriam, así como otras parejas que les iremos presentando aunque con otras parejas seremos más cuidadosos con su identidad. ¡Bienvenidos chicos, salud!”

“Salud y bienvenidos” Exclame levantando y chocando mi copa al resto del grupo.

“Muy bien, como sabemos tienen el tiempo limitado ya que deben regresar con sus familias vamos a dar inicio a la dinámica. Como anfitriones a nosotros nos tocan los juegos preliminares, Martha tiene algunos preparados”

“Que les parece si iniciamos con un juego de cartas, en cada ronda pondré 6 cartas al centro, quien saque la de menor valor se quitara una prenda” Martha tenía una gran cantidad de juegos eróticos, en esta ocasión eligió algo básico.

Todo el grupo nos trasladamos a una mesa, cada quien al lado de su pareja, aunque en este caso una de las parejas eran hermanos.

La primera ronda la perdió Mario despojándose de su suéter, la segunda Juan haciendo lo mismo, la tercera Mario nuevamente quitándose la camisa, después de varias vueltas, Mario estaba solamente en calzoncillos, Martha en brassiere y pantaletas, Juan en pantalones y camiseta, mi esposa no había perdido ninguna prenda, Lily solo había perdido las zapatillas y por mi parte conservaba solo había perdida la chamarra.

“Esto está muy lento. ¿Qué les parece si pasamos al evento de modelaje? Sugirió Juan

“Muy bien chicos (dirigiéndose a sus hijos) Aquí se trata de entrar al vestidor y quedar en prenda íntima, primero lo harán los hombres, nosotras nos sentaremos y ellos nos bailaran un poco, cada quien a su pareja, después lo haremos las mujeres” Nuevamente Martha tomo la dirección de los preliminares.

En el vestidor nos quedamos solo en calzoncillos, el primero en salir fue Juan, después yo y al final Mario, me dirigí a donde estaba mi esposa y trate de hacerlo lo más sexy posible aunque soy pésimo, voltee a ver a mis compañeros, Mario le bailaba como autentico stripper a su hermana, por primera vez la vi sonreír abiertamente, Juan hacía lo propio con su esposa. Al terminar la canción las tres mujeres se fueron al vestidor.

“Esto está muy excitante…” Dijo Mario agarrándose la polla y sentándose a un lado de su padre.

La primera en salir fue Martha, salió con los senos al aire, era la más madurita de las 3 mujeres, aunque algo rellenita tenía muy buenas formas. Al pasar junto a mí me acaricio el cabello y a su hijo le dio un beso en la mejilla para irse a colocar con su esposo iniciando su sensual baile. Enseguida salió mi esposa caminando sensualmente sobre sus altas zapatillas, su única vestimenta era un hilo dental rojo que apenas cubrían sus bellas y morenas nalgas, la diminuta prenda hacia juego con su brasiere, la punta de sus senos salían erguidos por una hendidura que le daban un toque adicional de erotismo, se detuvo frente a mí de espaldas mostrándome su gran culo bronceado y respingado, Mario no le quitaba la vista de encima, Lily tardo en salir y lo hizo a media canción, salió tímidamente y riéndose de la situación, paso junto a mí y se colocó enfrente de su hermano iniciando un baile cadencioso. Resaltaba su blancura y delgadez, pude adivinar unos senos pequeños cubiertos por un brasiere negro de gran tamaño, era entendible que no iban a venir vestidos de una forma sensual ya que regresarían a casa a media noche.

“Siguiente dinámica chicos, (Continuo Martha) la pareja que se integra a la cofradía debe elegir besar a alguien, puede incluso elegir a su propia pareja, esa será la señal para iniciar la reunión, el resto que no participe de ese beso se acerca a los iniciantes para acariciarlos e irnos integrando, hay una última condición y aquí me detengo para preguntar a Juan si seguimos el protocolo…”

“Si, el protocolo debe seguirse ya está definido que para nosotros son una pareja swinger que se integra…todas las eyaculaciones serán en cara o pechos de la iniciante, con eso se sella el pacto” Agrego Juan

“¿Están todos de acuerdo en continuar?”

Por respuesta Mario se dirigió a mi esposa que estaba sentada sobre mis piernas, le tendió una mano para que se pusiera de pie y ahí frente a mí la cargo en su brazos y le dio un beso profundo y apasionado tomándole la cara con ambas manos como si quisiera tragársela, mi pene estaba ya totalmente erecto. Lily se quedó estática no tuvo tiempo de reaccionar a la pregunta de su madre, Juan la tomo de la mano y la dirigió hacia mí, me pidió que me pusiera de pie y frente a su hija, a pesar que llevaba calzado deportivo era más alta que yo, ella simplemente cerro los ojos y lo tome como señal de que la podía besar. Fue un beso tierno al inicio, sentí levemente su respiración, busque abrir sus labios, no se resistió, fue un beso dulce, su respiración aumento.

“Déjate llevar princesa, disfruta el momento, relájate…” le susurro Juan al oido mientras le acariciaba los hombros propinándole un masaje en hombro y nuca mientras nos besábamos. A un lado mío Mario coloco a mi esposa en un sillón, la besaba y acariciaba los senos apretándole con las yemas de los dedos los pezones que se asomaban por la abertura de su brasiere mientras Martha le daba suaves masajes en la espalda y cintura a su hijo.

Fue el inicio de la orgia, a partir de ahí los hermanos eran una pareja más en nuestro estilo de vida, Mario le abrió la tanga a mi esposa metiendo su lengua profundamente, Juan se acercó a mi mujer brindándole su miembro erecto que de inmediato se lo llevo a la boca mientras su hijo le sacaba gemidos. Martha se acercó a mí bajándome de golpe los calzoncillos sacando mi miembro para mamarlo, Lily se separó de mí a la llegada de su madre y se alejó a la barra a servirse otra bebida.

“¿Alguien más quiere algo de tomar?” Pregunto con su voz ronca mientras se confeccionaba otro Gin and Tonic. Mirarla en la barra preparando bebidas en panty y brasiere, su figura de madre joven, alta y delgada mientras su familia estaba sexualmente activa con nosotros era demasiado excitante.

“Trae vino para tu hermano, whisky para Miguel y para mi” Ordeno su padre mientras tomaba con ambas manos la cabeza de mi mujer para sumergir su miembro más profundo en su boca mientras su hijo la penetraba de perrito. Juan y su hijo son corpulentos y altos en cambio mi mujer es de complexión menuda no supera el 1.62, el mirarla ser sometida y usada como muñeca me sobre excito.

Lily nos acercó las bebidas en su lento andar y se sentó a observarnos cruzando sus largas piernas: En un sillón su padre y hermano compartían a mi esposa. Mario bruscamente la penetraba propinándole nalgadas mientras recibía el miembro de Juan en la boca. Martha y yo nos besamos y acariciamos de pie totalmente desnudos.

“Que ricas nalgas tiene tu mujer Miguel” Expreso con el rostro desfigurado por el placer y la lujuria el hijo de nuestros amigos, las nalgas de mi esposa estaban rojas y marcadas por los azotes, los gemidos de mi esposa me demostraban que no le desagradaba, no conocía su faceta sado, nos íbamos transformando en el nuevo mundo de perversión que ahora vivíamos.

“Y no has probado su boca” Remato Juan cediéndole su lugar…

“Uff nada como una madurita sexy mamando” Exclamo Mario penetrando la boca de mi esposa mientras su padre ahora la cogía desde atrás.

“Hermana ve con Miguel quiero ver como las coge a ti y a mama…”

Lily ignoro el llamado de su hermano, se levantó a la barra a servirse otra bebida al parecer quería superar con alcohol su timidez. Martha hincada y totalmente desnuda me pasaba la lengua a lo largo de mi verga erecta, la visión de ver a mi mujer ser penetrada por padre e hijo y escucharla venirse mientras Mario le decía obscenidades a las que no estaba acostumbrada me tenían muy excitado, por el momento me olvide de Lily y me concentre en mi parte cuckold que tanto disfrutaba últimamente; ver a mi mujer gozar con otros.

Mario dejo a su padre a que continuara solo con mi esposa y sin dejar de masturbarse se dirigió a su hermana que nuevamente tomaba asiento en el sillón, sin más le ofreció su miembro para que lo mamara, Lily no dudo un instante, lo chupo y masturbo, Mario aprovecho para sacarle el brasiere.

“Chúpame las bolas hermanita como tú sabes hacerlo…”

Juan se salió de mi mujer y se unió a su hijo para que Lily los mamara, mi esposa se incorporó en el sillón a ver lo que sucedía, su mirada me indicaba que a pesar de escucharla tener al menos dos orgasmos seguía excitada, le hice una seña para que se uniera con Martha y conmigo y entre las dos se apoderaron de mi polla dándome un placer inmenso, aunado a lo que sucedía frente a mí; Juan y su hijo de pie mientras su hija los mamaba alternadamente. Juan de pronto se derramo en senos y cara de su hija, no aguanto más, era demasiado lo que estábamos viviendo, su hija continua masturbándolo y dándole besos ocasionales hasta exprimirlo, en su cara y pelo había porciones de semen.

Mario le quito las pantaletas, le abrió las piernas y se montó en su hermana que empezó a gemir sin soltar el pene semi flácido de su padre que seguía viniéndose en seco entre estertores de placer proporcionados por lengua y boca de su hija. Mi mujer se montó sobre mí buscando un nuevo orgasmo, a pesar de haber hecho el amor infinidad de veces con mi esposa en esa ocasión la sentía diferente, no era ella sino alguien desconocida que temblaba encima de mí y me besaba con pasión, le apreté y abrí las nalgas, le bese el cuello mientras se empalaba, sentí en mis testículos la lengua de Martha y por primera vez mi esposa recibía la lengua de otra mujer en su vulva, sabia de las inclinaciones Bi de Martha pero mi esposa es totalmente straight. Nuevo nivel superado mi mujer se retorcía de placer al sentir la lengua al mismo tiempo que mi verga.

En el otro sillón la escena era aún más candente, Mario penetraba a su hermana en posición de misionero y le decía obscenidades mientras Juan estaba sentado prácticamente en la cara de su hija que a su vez le chupaba el pene de nuevo semi erecto y recorría sus nalgas pasando su lengua por el ano de su padre.

“¿Estas disfrutando hermanita?… levántale la verga otra vez a papa para que te la meta se lo que te gusta”

Juan con el miembro nuevamente erecto le hizo la seña a su hijo que deseaba penetrar a su hermana, Mario le dio su lugar y se acercó a nosotros.

“Insisto que ricas nalgas tienes Myriam…” Se colocó atrás de mi esposa acompañando a su madre, sumergió su cara en sus nalgas lambiendo como animal su ano a la vez que Martha lo hacía con la vulva pasando su lengua por mis testículos, entonces recordé lo que nos había contado Juan sobre su afición por la doble penetración algo impensable para mi esposa ya que jamás ha permitido el sexo anal.

“¿Mami porque no subes a la cara de Miguel para que te de lengua? Mira cómo se abre el culito de Myriam me está invitando a que lo penetre”

“Recuerda las reglas hijo… sexo consensuado. Myriam… ¿te gustaría probar?”

Mi mujer parecía no escuchar ensartándose más profundamente mi polla hasta los testículos a punto de un nuevo orgasmo, evidentemente estaba sobre excitada. Finalmente contesto:

“No lo se… quizá sea doloroso nunca lo he hecho por ahí…”

“Con lubricante y cuidado, ¿Por qué no lo intentas?” Sugirió

“Está bien… con cuidado, si te pido que te detengas lo haces Mario… si quiero probar”

Mario se enfundo un condón y agrego abundante gel lubricante en el ano de mi esposa. Su madre ayudo a guiar su polla en el orificio, por mi parte abrase y bese a mi mujer detuve mis embestidas para dar oportunidad a que entrara el miembro de Mario…

“Relájate amiga, mueve tu esfínter para ayudar a que entre…es delicioso créeme…”

El rictus de dolor de mi esposa la puso tensa, decidí volver a moverme dentro de ella buscando que disfrutara y obtuviese placer en la doble penetración.

“Uff me duele…! Espera!”

Afortunadamente Mario respeto y se salió del orificio trasero de mi esposa y sin dejar de masturbarse se alejo, mi mujer se sintió apenada por no poder continuar.

“Lo siento, quizá en otra ocasión…”

Mi esposa se incorporó y se recostó a un lado mío buscando cobijo.

“¿Mami porque no te montas en la verga de Miguel y le enseñas a Myriam como disfrutas la doble?”

Sin dudar un instante Martha se montó sobre mí, su hijo repitió el procedimiento de embadurnarle de gel lubricante en el ano, se quitó el condón y antes de introducirlo llamo a mi esposa:

“Me dejaste muy caliente Myriam ahora mi mama va a pagar las consecuencias pero antes quiero que me mames la verga como castigo y me ayudes a metérsela”

Yo mismo le hice la seña a mi mujer que se acercara a Mario e hiciera lo que le pidió, diligentemente se arrodillo, ensalivo el miembro de Mario pasando la lengua hasta los testículos, lo masturbo y metió su pene en la boca propinándole mamadas profundas, mi mujer empezó a gemir, Martha inicio la cabalgata, las nalgas de mi mujer estaban expuestas a mi vista mostrándome su vulva algo hinchada y abierta, le introduje 3 dedos, su vagina estaba inundada. En el otro sillón Lily gemía fuertemente montada y ensartándose en su padre, la escena de ver como engullía la polla gorda entrando entre sus nalgas pequeñas y blancas era demasiado fuerte.

“Ya métesela, mira como gime con la verga de tu esposo, mi madre necesita su doble porción de carne…”

Myriam le dio una última ensalivada y se la fue metiendo, Martha rápidamente absorbió la verga erguida de su hijo ensartándose en ambos sentidos, la sensación de sentir la presión del miembro de Mario entre las paredes de la vulva de Martha era algo inédito, el roce de nuestros testículos le daba una nueva sensación, mi mujer estaba absorta mirando como desaparecían nuestras pollas en los orificios de su amiga.

“¿Te gusta lo que ves Myriam?”

Mario tomo de los cabellos a mi mujer acercando su cara a nuestros sexos para que mirara como era doblemente penetrada su madre. Martha gemía y se revolvía en su primer orgasmo. Juan al escuchar los gemidos de su mujer detuvo las penetraciones a su hija y se incorporó del sillón dejando a Lily nuevamente sola, vino y se colocó a un lado de su hijo para ver como penetrábamos a su esposa. Mario empujo bruscamente la cabeza de mi esposa contra las nalgas de su mama para que las besara y para mi sorpresa obedeció al punto de pasar también su lengua sobre su miembro cuando salía del ano de Martha. La visión era hipnótica, me sentí a punto de venirme, Juan acerco su miembro para que lo mamara mi mujer, el chasquido de mis dedos entrando y saliendo de su vulva empapada era evidente. Lily seguía en el otro sillón mirando la escena, no se animaba a unirse.

“Agghhh que rico cabrones no paren!” Martha se derrumbó sobre mí en convulsiones en otro tremendo orgasmo, eso incentivo a su hijo a penetrarla con más fuerza.

“¿Quieres más mami?… ¿Te gusta cómo te cogemos?… ¿quieres otra polla en la boca?” En respuesta Juan se colocó a un lado de mí para que su esposa se la mamara. Martha reinicio las empaladas ahora en tres diferentes orificios.

“Quieres probar a estar así Myriam?… ¿Lo intentamos de nuevo?” Martha nuevamente se estremeció, se volvió a correr y se quedó inmóvil sobre mí.

“Ya… fue muy rico… necesito un descanso” Martha giro sobre si misma saliéndose de las tres pollas que la penetrábamos. Mario fue de nueva cuenta a que su hermana lo mamara y le pedí a mi esposa que nos hiciera lo mismo a Juan y a mí, tomo ambas pollas y trato de introducírselas al mismo tiempo, mi mujer estaba súper caliente, me miraba con lujuria y pedía a gritos que alguien la penetrara para poder correrse. Mario y Lily tomados de la mano y totalmente desnudos caminaron hacia nosotros, fue una visión fugaz y demasiada erótica ver a los hermanos unírsenos. Mario no desaprovecho la visión mi mujer expuesta y la penetro de perrito, mi esposa a las primeras estocadas empezó a gemir y a correrse mientras nos mamaba a Juan y a mí.

“Que rico se ensarta tu mujer Miguel, y mira como le gusta tener también tres pollas a su disposición, que suerte tienen tu y papa de tener dos esposas tan putas” Mario en verdad disfrutaba expresarse obscenamente. Lily se limitó a mirar como usábamos ahora a mi esposa. Martha recuperándose nos observaba tocándose los senos.

No pude más, necesitaba correrme estaba a punto de hacerlo en la boca de mi mujer, Juan me hizo la seña que me detuviera, llamo a su hija, me pidió que me pusiera de pie junto a él, le indico a su hija que se arrodillara.

Juan tomo las manos de su hija y las poso sobre nuestros miembros para que los masturbara.

“Vamos hermana no seas tímida, mámaselas y sácales la leche” Mario no perdía detalle, seguía bombeando a mi esposa que se revolvía en nuevos orgasmos.

Lily tomo ambas pollas masturbándonos al unísono y mismo ritmo, su hermano se unió usando la boca de su hermana, unos fuertes gemidos me hicieron voltear a ver a mi esposa de espaldas y con las piernas abiertas mientras Martha le chupaba la vagina. Jamás había visto a mi mujer en una escena lésbica. Mario se corrió en la boca de su hermana que lo siguió succionando sin dejar salir ninguna gota, fue demasiado solté un enorme chorro de esperma sobre sus pequeños senos y cara. Juan acerco su polla junto a la de su hijo a su boca, Lily lambio y succiono ambos penes sin soltar el mío.

“Límpianos la leche hermana te tocan ahora a ti las tres pollas” Acerque mi pene aun erecto a su cara mientras chupaba las otras dos pollas, con maestría nos mamo a los tres tragándose el semen restante. Me deje caer a un lado de mi esposa totalmente exhausto, la tome de la mano, note sus pechos hinchados al igual que yo se recuperaba de un orgasmo.

“Uff mi princesa, oficialmente ya son miembros de nuestra comunidad” Juan abrazo y le dio un breve y paternal beso a su hija en la frente. Por sus pechos corría parte de mi semen.

“!Una de las mejores noches! La próxima vez hay que organizarnos para estar más tiempo” Exclamo Mario dirigiéndose a la barra y recogiendo su ropa, evidentemente debían regresar a sus hogares.

Mi mujer y yo nos reencontramos, nos besamos apasionadamente, hicimos nuestro ritual de siempre, sellando cualquier duda sobre nuestro amor a pesar de habernos compartido con otras personas, ahí nos quedamos algunos minutos abrazados y desnudos, mientras tanto los chicos buscaban su ropa y se preparaban para retirarse. Para nosotros la noche aún era joven y pensábamos estar más tiempo con nuestros amigos.

“No se molesten en despedirse sigan disfrutando la noche” Mario totalmente vestido al parecer tenía más prisa en salir que su hermana que aún estaba en el vestidor limpiándose los rastros de semen y arreglándose para ir a su hogar. Tanto sus padres como nosotros seguíamos desnudos. Se acercó a cada uno de nosotros saludándonos de mano o de beso a las mujeres.

“Me dio mucho gusto conocerte Mario, bienvenido a nuestra comunidad y espero que nos sigamos encontrando, la hemos pasado muy bien con ustedes” Fue mi respuesta y despedida.

Mi esposa le dio un beso en la mejilla y él no se guardó el acariciarle los senos y las nalgas.

“Que ricas nalgas Miriam, las voy a soñar jejeje”

Se despidió de su madre y Juan que en su desnudez lo acompaño hasta la puerta.

Juan fue a la barra por otras bebidas y ya los 4 nos sentamos en la sala cada quien al lado de su pareja mientras salía Lily del vestidor a despedirse.

“Nuestra hija es algo tímida pero sé que lo disfruto mucho, la próxima vez se va a soltar más. ¡Salud excelente noche!” Nos comentó Juan al chocar su copa con las nuestras.

De pronto salió Lily del vestidor, con pasos apresurados se dirigió a sus padres, les dio un beso en la mejilla y con un ademan tímido de manos y una sonrisa se despidió de nosotros apresurándose a salir de la casa. Juan la siguió desnudo hasta la puerta.

“Maneja con cuidado hija, saludos a Ricardo y mis nietos” Se despidió Juan.

“Nuevamente les agradecemos mucho que hayan aceptado venir a nuestra noche especial con nuestros hijos, esperamos sinceramente que lo volvamos a repetir, pensamos llevarlos al club y que nos acompañen ustedes”

“Gracias a ustedes Juan, disfrutamos mucho la reunión. ¿Verdad amor?” Le pregunte a mi esposa.

“Perdí la cuenta de mis orgasmos, ahí está la respuesta, por supuesto que me encanto y quiero repetir, lo de la visita al club me parece muy excitante cuenten con nosotros”

“Les parece excitante como a nosotros porque saben que ellos son nuestros hijos, ahora imaginen hipotéticamente lo siguiente: Que fueran sus hijos los que asistan con ustedes a un club swinger, sus hijos mellizos” Juan lo soltó tan de golpe que casi escupo mi bebida, no supe de momento que responder.

“!Ups! hipotéticamente pero eso no sucedería jamás” Respondió mi esposa

“Si claro… solo trato de poner en contexto lo excitante que nos resulta a nosotros como pareja swinger compartirnos y vernos con otras personas, igual les sucede a ustedes o a todos los del ambiente, nos excita ver como nuestra posesión o pareja nos genera ese celo o morbo, también nuestros hijos entran en ese entorno… me explico? Ver a mi hija con Mario es excitante o que este conmigo porque es incesto pero mirarla con Miguel o con otros hombres me causa un morbo muy especial…espero no lo tomen a mal les tengo tanta confianza y hemos rebasado otra barrera que me atrevo a confesarlo y me gustaría su punto de vista”

“Te entiendo Juan y si me parece excitante esa posibilidad aunque solo como fantasía” Conteste aunque por primera vez me pasaba por la cabeza la posibilidad que nuestros hijos participaran como lo hacían los suyos, primero con nosotros como sus padres y además con otras personas y estar presentes…tuve una erección en imaginar a mi pequeña con Mario y que la poseyera brutalmente como lo hizo con su madre.


ñ

Apenas amaneció el día siguiente a la reunión con nuestros amigos y sus hijos y además de la visita al club swinger en donde nuevamente nos volvimos a enganchar con otros amigos y parejas. Estábamos muertos de cansancio, pero aun con la adrenalina de lo vivido. Por instinto y costumbre, toqué el sexo aun hinchado de mi esposa, había recibido una gran cantidad de diferentes miembros durante la velada.

-¿Qué haces, amor? -preguntó ella, todavía medio dormida.

-Nada, solo no puedo dejar de pensar en todo lo que hicimos anoche -respondí, acariciando suavemente su clítoris.

-Aah, no seas malo, ya estoy cansada -se quejó, intentando apartar mi mano de su vulva hinchada.

-Pero te encantó, ¿verdad? -insistí, separando un poco los labios de su vagina y soplándole suavemente.

-Sí, pero… -sus quejas se convirtieron en suspiros cuando metí un dedo en su coñito y comencé a moverlo en círculos.

-¿Así te gusta, amor? -pregunté, sabiendo bien la respuesta.

-Sí, así -gruñó ella, abriendo más las piernas para darme mejor acceso.

Me puse de rodillas entre sus piernas y seguí estimulando su clítoris hinchado y expuesto con la lengua, mientras movía mis dedos dentro de ella. Ella gimió y jadeó, agarrándome el pelo con fuerza. Después de un rato, saqué mis dedos y los chupé, saboreando su jugoso coñito. Luego, puse mi polla en la entrada de su vagina.

-¿Estas preparada para recibir otro miembro después de los incontables que anoche te penetraron? -pregunté, aunque ya sabía la respuesta.

-Sí, quiero que me folles -dijo ella, mirándome fijamente a los ojos.

-Estas muy apretada -respondí, empujando mi pene erecto dentro de ella.

Comenzamos a movernos al ritmo de nuestras caderas, cada embestida más fuerte que la anterior. Ella gritaba y jadeaba, su coñito apretándome cada vez más fuerte. Después de un rato, cambiamos de posición y ella se subió a horcajadas sobre mí, cabalgándome con fuerza.

-Sí, así, amor, fóllame duro -gritaba ella, agarrándose los pechos con las manos.

-Te gusta, eh, putita, ¿te gusto como te trato y follo Mario? -le dije, agarrándole la cintura y ayudándola a moverse.

-Sí, sí, ¡me encanto! -gimió ella, acelerando el ritmo.

-¡Te trato como una puta, disfrute ver como usaba palabras sucias y te venias a chorros! ¿Te gusto putita? – le pregunte cada que la penetraba

-Sii!

Después de un rato, ella se corrió con un grito ensordecedor, apretándome entre sus piernas con fuerza. Yo también me vine poco después, llenándola de mi leche caliente. Nos quedamos un rato así, abrazados y jadeantes, hasta que ella se bajó de encima de mí y se tumbó a mi lado.

-Eres la mejor, amor, que noche -le dije, besándole el hombro.

-Y tú también, mi vida -respondió ella, sonriendo.

Dormimos un par de horas más y aunque exhausto aún me sentía excitado.

Era domingo, seguimos desnudos en la cama y nos levantamos después del mediodía, la casa estaba en silencio, nuestros hijos tenían actividades deportivas en sus distintas diciplinas. Mi mujer y yo aún teníamos la adrenalina de la carga sexual vivida la noche anterior nos sentamos en el sillón de la sala a descansar y ver la televisión, prepare unas bebidas energéticas y café para ambos, recordábamos las palabras de nuestros amigos en donde nos sugerían que los acompañáramos la próxima ocasión en donde irían con sus hijos de incognito.

También recordamos que nos crearon un cuadro mental solo como fantasía que nuestros hijos mellizos algún día pudieran hacer lo mismo con nosotros e incluso acompañarnos al club. Mi mujer recordó nuestra promesa de contarles como había sido nuestra reunión. El solo imaginar a mi hija y su hermano mellizo en una situación en el club me excitó muchísimo. Pensar en cómo sería su reacción, lógicamente no revelaríamos que eran nuestros hijos, como lo harían nuestros amigos Juan y Martha. La expectativa que causaría una “pareja” tan joven atractivos y con cuerpos de deportistas entre nuestros conocidos y no conocidos.

-¿Amor crees que sea buena idea contarles lo sucedido?, quizá solo fue una ocurrencia de jóvenes o algún tipo de sarcasmo que no entendemos – pregunto mi mujer acostándose en mi regazo.

-No lo sé, sin embargo, si te soy sincero me excita la idea de contarles – Respondí sintiendo algo arder dentro de mí.

-Como lo han dicho Juan y Martha con respecto a sus hijos, ya son adultos sin embargo si me preocupa el daño que podría causarles en su sexualidad o sus relaciones de pareja a los nuestros cuando decidan casarse y formar un hogar. – Cuestiono mi esposa.

-Bueno al parecer nuestros amigos lo han manejado bien con sus hijos tienen una apertura con ellos desde hace tiempo, aunque me llama la atención el nivel de perversión de Mario incluso tiene la fantasía de incluir a su esposa y el cómo trata a su madre su obsesión por mirarla con varios hombres. – Respondí cada vez más excitado ante este universo de posibilidades.

-¿Qué te pareció Lily? A mi juicio un tanto sumisa, incluso no estoy segura que lo haya disfrutado del todo, me pareció algo dark no crees?

-Tienes razón no lo había analizado, me dio la impresión igual que es sumisa y de alguna forma enamorada de su padre, no la sentí del todo cómoda, aunque bueno ya Juan nos confió que es su carácter y que se ira soltando-Respondí recordando a Lily.

-¿Y a ti que te pareció Mario?

-Buen chico, algo rudo, no podría describirlo exactamente, físicamente un chico lindo y divertido – Respondió con una sonrisa

-¿Te gusto como te trato? Jamás te había visto en esa faceta

-¿En qué sentido amor? -Pregunto arqueando sus cejas y entornando sus bellos ojos almendrados

-En el juego del amo master y la mujer sumisa, respondiste muy bien te vi muy excitada…

-Me apena un poco recordarlo, pero si lo disfrute lo confieso y también disfrute el contacto femenino de Martha – respondió mi mujer

-¿Y cuando te quiso penetrar por atrás, la doble penetración?

-Confieso que en ese momento si lo desee… fue eso el momento en sí, sus palabras, la situación, pero no estaba mentalmente lista. ¿Y a ti te gusto la posibilidad?

-Me tomo por sorpresa al igual que tu en ese momento quería que lo experimentaras el hacérselo a Martha fue muy rico, note que te excito la visión cuando se lo hicimos a su madre. ¿No fue así? -Respondí

-Si, todo fue excitante, realmente todo lo fue durante la noche.

-Deberíamos repetirlo, me gustaría que probemos la próxima vez que vayas preparada para esa posibilidad de ser doblemente penetrada en ano y vagina. Sugerí francamente excitado.

-¿Con Mario? ¿O con Juan?

-Nunca hemos hecho un trio, ¿qué te parece si invitamos a Mario algún dia?

-Wow! No se me habría ocurrido – Me voltio a ver mi esposa con ojos como platos.

-Hay tantas variantes y posibilidades amor – Respondí.

Después de ducharnos y vestirnos con ropa casual, salimos a comer a nuestro restaurante favorito. Invitamos a nuestros hijos a que se unieran a nosotros para pasar la tarde en familia como lo hacíamos frecuentemente los domingos. El primero en llegar fue Enrique, con su traje deportivo puesto. Lo saludamos con un abrazo y nos sentamos a esperar a Sandra. Mientras esperábamos, mi esposa y yo intercambiamos miradas cómplices y sonreímos. Sabíamos que esta tarde podría ser especial.

-¿Familia a que horas llegaron anoche? no los sentí – pregunto tomando su lugar en la mesa

-Algo tarde evitamos hacer ruido sabíamos que debían dormir bien para sus competencias – respondió su madre

-¿Qué tal la pasaron, fue divertida su reunión? – Pregunto sin preámbulo embarrando queso de cabra en un pan.

-Muy bien, una noche especial y divertida – Respondí buscando una respuesta natural.

-Me imagino, sus fiestas deben ser muy divertidas, por cierto, no olvide que nos iban a contar los detalles – Nos miro a ambos con una sonrisa divertida para enseguida ver el menú.

-No, no lo olvidamos, esperemos a que este tu hermana, no tenemos ningún problema en contarles. ¿Verdad amor? – Mi mujer al parecer no tenia mas cuestionamientos de abordar el tema con nuestros hijos.

-Ninguno – Concluí

Dejamos el tema de momento y la platica verso sobre sus actividades y logros del día, los planes de asistir al campeonato estatal e informarnos que había sido seleccionado, brindamos con cerveza y vino, al cabo de 30 minutos llego mi hija, atravesó el restaurante hasta encontrarnos, definitivamente ya no la veía como antes, vestía en un diminuto short deportivo entallado mostrando sus musculosas piernas, portando una camiseta deportiva ceñida y sudadera amarrada a la cintura, aun traía vestigios de sudor ya que su última actividad recién había terminado. Lógicamente llamo la atención del personal y algunos comensales, mi hija como ya lo he mencionado no es muy alta como su madre, pero su cuerpo compacto tipo hispano y curvas definidas la convertían en una mujercita exuberante. La recibí de pie tomándola de las manos y guiándola a su silla.

-Hola, papá, muero de sed —dijo ella, dándome un beso en la mejilla. Se sentó y pidió una limonada mientras se ajustaba su larga cola de caballo con una liga.

-Hola, cariño, ¿cómo estuvo tu entrenamiento y la competencia? —pregunté, mirando cómo se sentaba en la mesa.

-Bien, papá, estuve practicando mucho para el campeonato regional. Creo que puedo lograr una medalla esta vez —respondió, con una sonrisa llena de confianza limpiándose aun restos de sudor

-Me da mucho gusto Sandy, estamos orgullosos de ti y de tu hermano, siempre en el alto rendimiento – Acertó a decir mi esposa con ojos de orgullo.

Cuando finalmente toda la familia estuvo reunida, pedimos nuestros platos favoritos y comenzamos a hablar sobre nuestras vidas y generalidades. Mientras continuábamos hablando, no podía evitar mirar sus musculosas piernas y su figura esbelta, joven y bien trabajada a base de horas de sacrificio y ejercicio. Sentí un cosquilleo en mi estómago y una sensación de deseo creciente. Al pedir el postre y unos aperitivos Enrique retomo el tema.

-Hermanita es hora de cobrar nuestra colaboración. ¿Recuerdas que nos iban a contar sobre su reunión de anoche?

-Ho es verdad! ¿Qué paso ayer padres pervertidos? – Nos pregunto con una amplia sonrisa y mirando con complicidad a su hermano.

-Su madre y yo esperábamos que nos lo preguntaran, fue una noche diferente, inédita de hecho.

-¡A caray! ¿Hubo seres de otro planeta, animales acaso? – Pregunto jocosamente mi hija

-Jajaja claro que no, hasta el día de hoy nuestras reuniones son con seres humanos – respondió mi esposa.

-Prometieron que nos contarían detalles y no esperamos menos – exigió Enrique

-Y es lo que van a escuchar y recibir – Contesto mi esposa

-Aquí hay mucho ruido que les parece si nos vamos a casa, nos relajamos y ahí les daremos los detalles y porque fue diferente – Les sugerí.

-Muy bien, a casa entonces qué opinas hermano.

-Estoy de acuerdo y queremos todos los detalles.

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heranlu

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Miguel y Myriam con sus hijos Mellizos Sandra y Enrique - Capitulo 003


– Prometieron contarían detalles y no esperamos menos – exigió Enrique

– Y es lo que van a escuchar y recibir – Contesto mi esposa

– Aquí hay mucho ruido que les parece si nos vamos a casa, nos relajamos y ahí les daremos los detalles y porque fue diferente – Les sugerí.

– Muy bien, a casa. ¿Qué opinas hermano?

– Estoy de acuerdo y queremos todos los detalles.

Nuestro regreso transcurrió en un ambiente alegre y animado.

Al llegar Enrique se sentó en la sala a jugar con su consola de juegos, mi esposa, mi hija y yo nos dirigimos a nuestras habitaciones para ponernos ropa más cómoda, al cerrar la puerta de la nuestra nos miramos fijamente con complicidad.

¿Lista amor?

Mi esposa asintió con la cabeza, bajamos a reunirnos. Sabíamos que esta revelación podría ser un golpe para ellos, pero al mismo tiempo, queríamos que entendieran que era nuestro estilo de vida con deseos y necesidades además de lo excitante de la situación.

– – Muy bien chicos, apetecen algo de beber? Ya están fuera de competencias seremos condescendientes con ustedes por la ocasión.

– Por ser una velada especial de confesiones, vino tinto para mi- Solicito mi hija que había cambiado su ropa a un diminuto short de mezclilla y una blusa holgada blanca.

– Whisky… – Pidió Enrique

Me dirigí a la barra, mi esposa se sentó frente a los chicos. Me sentía aun excitado por lo vivido la noche anterior, las imágenes y voces llegaban continuamente, era como una droga que nublaba mi mente, no dimensionaba del todo que los que estaban con mi esposa eran mis hijos y esperaban nuestra confesión. Mientras estuve en la barra observé a mi hija sentada junto a su hermano con su ajustado short y sus piernas tonificadas y atléticas, revelando la curva de su trasero y los músculos definidos de sus muslos.

Me reuní con mi esposa ofreciéndole al igual que a mi hija una copa de vino, por mi parte opté también por whisky, intercambiamos nuevamente miradas como tantas otras veces ante situaciones previas a un encuentro con otras parejas, era el mismo sentimiento, pero esta situación era inédita.

– Entonces, ¿qué pasó en la reunión? – Pregunto Enrique.

– Bien sin rodeos chicos, anoche nos reunimos con nuestros amigos Juan y Martha, ellos tienen muchos años ya dentro del lifestyle swinger son una pareja un poco mayor que nosotros y fue también la iniciación de otra pareja muy joven…

– Vamos por partes papi, esta conversación quedo inconclusa la otra noche. Ya somos adultos ¿Como iniciaron ustedes en este rollo? – Me interrumpió mi hija

– Emm…Fue hace alrededor de 3 años no es así amor?

– Un poco más, fue en el viaje que hicimos a Jamaica por nuestro aniversario – Contesto entornando sus bellos ojos color aceituna como queriendo recordar con exactitud.

– ¡Es verdad! Ya casi 4 años.

– Quiero entender. ¿Fueron expresamente a Jamaica a reunirse con alguna pareja en especial? – Consulto Enrique.

– No precisamente, fuimos a un Resort llamado Hedonist II que su particularidad es que es un hotel para adultos, es nudista y la temática principal es convivir y conocer parejas swingers.

– Y…ustedes ya tenían la intención de conocer ese tipo de gente supongo.

– Bueno tu papa tenía esa fantasía.

– De intercambiar parejas? Vaya papa. ¡Que pervertidito! – Exclamo mi hija levantándose a la barra por una botella de agua. El hecho de mirarla caminar moviendo su respingado trasero me desconcertó y fue evidente ante la mirada de Enrique.

– Chicos, después de años de casados su madre y yo caímos en una especie de rutina o monotonía, no me malinterpreten, deben saber que no hay mujer más atractiva para mí que su mama. Buscamos variantes como incluir fantasías en nuestros juegos de alcoba, incluimos algunos juguetes sexuales, veíamos películas para adultos…todo aquello que contribuyera a tener sexo más satisfactorio. ¿Me explico?

– Creo entender papi, y como estamos en sesión de confesiones yo también tengo algunos juguetes de esos.

– Lo sabía! ¡Eres una zorra! ¡Esos zumbidos en las noches quedan aclarados! – Enrique se mofo de su hermana dirigiéndose por más whisky y trayendo consigo las botellas.

– Oye! ¡No estamos aquí para hablar de mí! ¡Estúpido! – Le recrimino Sandra realmente molesta. – En qué momento decidieron cambiar los juguetes y las fantasías a la posibilidad de hacerlo realidad? – Continuo.

– Sin proponérmelo las películas se fueron haciendo más segmentadas, hubo un género que una productora francesa solía incluir y me refiero al productor Mark Dorcel que tocaba la temática sobre clubs swingers, intercambio de parejas, el tema Hotwife, es decir una esposa con un libido elevado que vestía muy sexy y al esposo le causa excitación que ella se muestre a otros hombres, en fin el tema es muy amplio y eso inicio en mi la inquietud, algo que me guarde un tiempo hasta que decidí contárselo como fantasía a su madre – Confese de corrido, sin embargo la revelación de mi hija de que usara juguetes sexuales me impacto y trate de disimularlo no comentando nada al respecto.

– Y…como fue que se lo confesaste? – Pregunto Enrique.

– En realidad vimos juntos una película que había elegido y visto varias veces en privado.

– No quiero imaginar que hacías papi cuando veías la película. – Mi hija se llevo las manos a la cara enviándome una hermosa sonrisa.

– Simplemente vimos juntos la película, y sin darles detalles a ustedes de que estábamos haciendo su madre y yo, en algún momento de la velada le hice el comentario que sería interesante algún día ir a un club de intercambio como observadores, y a partir de ahí pasaron algunos meses hasta que fuimos a Jamaica.

– Espera no tan de prisa…mami como tomaste lo que te pregunto papa?

– Realmente no me sorprendió estábamos decididos a integrar elementos sexys o sexuales como ya lo menciono su padre y lo tomé como parte de lo mismo, simplemente le seguí el juego y confieso que también lo empecé a disfrutar, sobre todo porque nuestras fantasías fueron más vividas.

– O sea fantaseaban en intercambiar parejas o algo así?

– Si, tu papa iniciaba poniendo en mi mente escenarios y realmente de todo lo que probamos fue lo que más nos funcionó, nuestro sexo mejoro muchísimo y fue más frecuente.

– Que tipo de escenarios papi?

– Fue cambiando con el tiempo, lo primero era sugerir que éramos los actores de la película; Una pareja que entra a un club swinger por primera vez, observábamos y al final participábamos. Al poco tiempo fue cambiando, después ya no era la película que vimos sino la que yo generaba o imaginaba, que de eso no les daré detalles. Y bueno así inicio todo queridos hijos. ¿Satisfechos? – Pregunte

Íbamos sobre la segunda ronda de bebidas y eso ayudo a desinhibirnos, en este punto me estaba gustando como se estaba llevando la confesión ante nuestros hijos. Por momentos no podía apartar la vista de los muslos de Sandra, era inevitable ya que movía sus piernas nerviosamente y en ocasiones cruzaba sus tonificados muslos.

– Ahora cuéntanos como fue esa primera vez en Jamaica – Pregunto a boca de jarro Enrique.

– Sinceramente no los imagino en ese lugar, una abogada y profesora de tiempo parcial en la universidad vestida con trajes sastre y un papa abogado jefe de despacho tan serio en un lugar como ese – Agrego como si lo hiciera más fácil mi hija.

– Después de varios meses de juegos decidimos llevar a cabo la fantasía, – Continue- nos informamos de ese lugar en Jamaica, era nuestro aniversario número 17, ustedes estaban en Spring Brake en Cancún, todo era perfecto, somos adultos, no le hacíamos mal a nadie, tomamos el vuelo y el paquete de 10 días en el Resort. No significaba que fuésemos a participar en algo, pero nos parecía excitante el hecho de ir y convivir con otras personas de mente abierta, además nos llamaba también la atención que el hotel era nudista, era liberar nuestras mentes, pasar unos lindos días en complicidad, así fue el plan, lo que pasará en Jamaica se quedaba en Jamaica y así será.

– No, porque nos van a contar a nosotros.

– Chicos eso no fue lo acordado, quedamos en contarles lo que sucedió anoche.

– En realidad, no podría yo entenderlo sin saber cómo iniciaron – Insistió mi hija.

Conozco el carácter de mi princesa y sabía que seguiría insistiendo así es que decidí arriesgarme a contarles sobre los aspectos generales de nuestros inicios.

– Ya les conté que el hotel tenía esa temática, hay varias albercas y algunas de las personas caminaban ahí desnudas o en la playa, al inicio nos dio pena y al paso de los días su mami se despojó de su top y nos fuimos integrando hasta finalmente tomar el sol, totalmente desnudos. Durante el día las actividades eran normales, el uso de restaurantes, ir a la playa como cualquier hotel del caribe. Era durante las noches que había eventos más privados que eran anunciados en los pizarrones del lobby o bien de persona a persona, también había eventos privados que organizaban los huéspedes en sus habitaciones. Los primeros 3 días nos dedicamos a descansar y a entender un poco como funcionaba el hotel, hicimos amistad circunstancial con algunas parejas siempre en el marco del respeto y fue hasta el primer sábado que decidimos ir a la discoteque del hotel invitados por una pareja muy agradable aproximadamente de nuestra edad.

– ¿Y fue con ellos que hicieron el primer intercambio? – Enrique era el más ansioso de pasar al tema.

– No, pero si fueron los que nos guiaron ya que era su segunda vez en el lugar, nos confesaron que en la primera no tuvieron interacción con otra pareja, decidieron después de un año volver a intentarlo. De inicio los consideramos como una posibilidad. A decir verdad, en ese punto aún no estábamos del todo seguros.

– ¿Y cómo era ese lugar? ¿Como iban las parejas vestidas?

– Normal, realmente la vestimenta era informal, no era en si un lugar de los privados o con alguna temática en especial – Conteste

– ¡A caray! ¿A qué te refieres con temática? ¿Ahí no había sexo o cómo? – Pregunto Enrique.

– En el ambiente swinger no solo existe el intercambio de parejas hijo – Mi esposa al fin se decidido a ayudarme.

– ¿No? ¿Te refieres entonces a orgías de todos contra todos? – Continuo Enrique

– Tu madre se refiere que hay diferentes temáticas en un club swinger y en un hotel como el de Jamaica, cada noche había hasta 3 actividades en diferentes lugares es decir temáticas, por ejemplo; Noche de lencería, fiesta de disfraces, noche de concursos con premios etc., en donde al final de la fiesta por lo regular las parejas interactuaban ya sea en los privados o se iban en parejas o grupos a alguna habitación. También había temáticas sexuales más específicas un día a la semana por ejemplo la noche de Kinky Gangbang Party, Noche de transparencias, por darles algunos ejemplos.

– Wow! Si sé que es un gangbang, varios hombres con una mujer es algo popular en videos xxx, ¿tú lo sabias hermana? – Comento Enrique

– Yo no veo esas porquerías como tú, también he escuchado en las noches los sonidos que vienen de tu habitación ahora sé que es lo que miras pervertido- Le contesto Sandy seguramente buscando venganza del comentario anterior de Enrique.

– Estarás de acuerdo conmigo que los ruidos que salen de la habitación de nuestros padres lo superan todo.

– ¡Vaya! Somos una familia muy ruidosa y con mucho que contar jajaja – Exclamo mi hija

– ¡¿Entonces su primera vez fue en un gangbang?!

– ¡Por supuesto que no Enrique! – Le reprocho su madre.

– No le hagan caso es un bobo, tanta pornografía que ve ya le seco el cerebro. Voy entendiendo que en ese hotel es como un club o lugar para encontrarse con parejas con inquietudes sobre ese ambiente o estilo de sexualidad compartida, son parejas con una mente liberal y hay varios niveles de experiencia, desde iniciantes como ustedes o con inquietudes y algunos ya entran en juegos más explícitos. – Hablo la inteligente y madura de la familia: Mi bella hija.

– Mejor no lo pude haber expresado, y esa noche en la discoteque nos divertimos a tope, conocimos a más personas, y conforme avanzaba la noche las situaciones iban aumentando de tono.

– ¿Y ahí en la pista? o como se intercambiaban las parejas para tener sexo?

– No Enrique, ahí no había sexo son lugares solo para convivir y conocerse como cualquier discoteque o bar, ya mencioné que eso solo sucedía en lugares específicos. Digamos que ahí era una zona vainilla o light, esa fue la sugerencia de esa pareja para iniciar.

– ¿Papi a que te refieres entonces que iban aumentando de tono?

– A que las parejas se iban desinhibiendo, había grupos de 2 o 3 parejas bailando en la pista tocándose, besándose lascivamente, veíamos como las parejas se iban en grupo seguramente a lugares más privados, nosotros nos dedicamos a observar, nuestros nuevos conocidos conectaron con una pareja y en algún momento se despidieron y salieron del lugar con ellos. Su madre y yo nos sentíamos también más desinhibidos pasamos la noche como si fuéramos novios en su primera cita. Cuando salíamos del lugar a nuestra habitación una pareja muy atractiva nos abordó y preguntó directamente si era nuestra primera vez en el club, nos comentaron abiertamente que les parecíamos una pareja atractiva, era evidente para ellos que éramos novatos. Nos parecieron muy agradables y aceptamos su invitación para convivir en el pool bar al día siguiente.

– Esto ya parece serie de Netflix. ¿En qué momento tuvieron sexo con otra pareja y cómo fue?

– Ahora entiendo porque ninguna chica permanece más de un mes contigo hermano. ¿Sabías que la eyaculación precoz la causa el exceso de masturbación? ¡Todo lo quieres rápido, a mi si me interesan los detalles!

– Ya hablo la que se mete juguetes sexuales…

– Chicos, no es necesario que se ofendan ni se lastimen con esos temas – Intervino mi esposa

– ¿Continuo? – Pregunte realmente ansioso…

– Si papi, continua. Cuando mencionas que se sintieron como cuando eran novios imagino se dieron cuenta que revivían algo, o renovaban algo.

– Y yo imagino que esa noche no dejaron dormir a los vecinos como las veces que los he escuchado – Enrique volvía a la carga.

– Así es Sandy, era una adrenalina diferente, sentimos su madre y yo que hacíamos alguna travesura juntos, aunque sin en realidad hacer aun nada de lo que fantaseábamos.

– Y si Enrique… tuvimos una de las mejores noches de sexo- Respondió mi esposa.

– Igual me lo imagine, de alguna manera los incito el ambiente y la complicidad que compartían con el resto de las personas. – Agrego Sandra.

– Eso y la posibilidad de conocer a otra pareja – Respondí

– ¿Puedo preguntar sin que me censuren o ataquen si la pareja que los cito fue la primera?

– Si, fue con ellos – Le respondió mi esposa a Enrique.

– ¿Al día siguiente?

– No, fue algunos días después casi al terminar nuestras vacaciones, al día siguiente convivimos en el pool bar y fuimos inseparables desde ese día, por ellos conocimos todo el resort, desayunábamos juntos, hacíamos actividades en conjunto, incluso tours por la isla. Una pareja de Madrid España, con bastante experiencia, además de nuestras edades, educados y sofisticados, nos guiaron en todo sentido y tuvieron el tacto de no precipitar situaciones y de forma natural una noche después de cenar, tomar 2 botellas de vino chileno, caminar juntos por la playa, decidimos que estábamos listos. – Trate de abreviar para evitar más detalles.

– ¿No sintieron celos?

– Si, esos nunca desaparecen en realidad – le conteste a mi hija

– Ahora si me perdí papi.

– Es complejo explicarlo.

– ¿Es parte de lo excitante?

– Si, es excitante lo confieso – le respondí no estaba preparado para realmente confesarles todos los sentimientos que me provocaba…no por ahora.

– ¿Y para ti mami?

– Para mí al inicio fue más difícil que para tu papa, las primeras veces cada quien lo hizo en una habitación diferente, no estaba preparada para verlo con otra mujer, además en esa primera vez en particular ella era una mujer espectacular, me sentía en desventaja, en ese tiempo creí que podría enamorarse de ella o de cualquier otra mujer. – Confeso mi bella esposa.

– ¿Y eso no puede suceder?

– Si no estas realmente enamorado de tu pareja claro que, si puede suceder, no es nuestro caso, solo se comparte la sexualidad, no los sentimientos, además nadie engaña a nadie. – respondí

– ¿Y cuantas veces estuvieron con ellos? – Pregunto Enrique

– En dos ocasiones, en la segunda tratamos de hacerlo en la misma habitación, pero no funciono, terminamos igual, tu papa y la bella mujer salieron a nuestra habitación y yo me quede con su esposo en la habitación de ellos – Mi mujer ya tenía 2 copas de vino e iba para la tercera al parecer ya le estaban haciendo efecto.

– ¿Y ni por curiosidad fueron a los eventos privados de las temáticas? ¡Yo hubiese ido seguramente! – Pregunto Enrique

– ¿Para masturbarte viendo a las parejas tener relaciones?

– Si ya estás en un lugar así con tanto libertinaje. ¿No te gustaría conocer todo lo que tiene ese lugar hermanita?

– Bueno, tienes razón ahora que lo entiendo me parece interesante.

– Si fuimos Enrique, a la noche de transparencias. ¡Y concurse!, claro acompañados de Dina y Fidel, los españoles. – Confeso mi esposa algo que yo no pensaba sacar como tema.

– Wow! ¡Qué bien mami! En Spring Brake también lo hice. ¿Recuerdas Enrique?

– ¡Si! Me dio mucha pena que se burlaran de mí. ¡De que tenía una hermana muy zorra!

– ¿Hiciste qué? – Pregunte

– ¿Supongo que se refieren a camisetas mojadas no es así?

– Algo así, solo que más hardcore, era transparencia total y había un jurado, por cierto, Dina fue la ganadora.

– ¿Los volvieron a ver?

– Por desgracia no, por algún tiempo seguimos en contacto virtualmente.

– Entiendo que después de 4 años han evolucionado y ahora son mas abiertos y ya copulan en la misma habitación con otras personas – Pregunto Sandy

– ¿Copulan? Que palabra tan elegante hermana.

– Si, claro fuimos evolucionando y sigue sucediendo, cada vez fuimos más activos además ya somos partes de una comunidad muy grande de parejas swingers.

– ¿De las parejas que son amigos asiduos de ustedes y conocemos son del mismo ambiente?

– Si, algunos, los más cercanos y también varios de nuestros clientes del despacho.

– ¿En dónde se reúnen?

– Algunas veces en casa de amigos como anoche, otras veces en alguno de los 2 clubs swinger de la ciudad, ocasionalmente en otras ciudades, cuando les decimos que nos vamos de fin de semana a Las Vegas, por ejemplo.

– Imagino cuando es en casa de amigos ya no hay hijos, son parejas maduras – Continuo su interrogatorio Sandy.

– Deberían organizar una reunión de esas aquí en casa – Propuso Enrique.

– ¡Estas enfermo del cerebro realmente! – Recrimino mi hija.

– ¿Qué tiene de malo? Pobres de nuestros padres tienen que salir a reunirse con sus amigos y manejar a altas horas de la noche.

– Si claro y nosotros nos tenemos que salir de casa hasta el amanecer.

– No hay prisa, esperaremos a que ustedes hagan su vida y seguramente lo haremos. – Les respondió mi esposa.

– Quiere decir que definitivamente disfrutan mucho su vida sexual alterna y lo piensan hacer el resto de sus vidas, sinceramente los entiendo y los felicito por lograr ser tan abiertos entre ustedes, y aunque en broma les decimos que nos choca verlos siempre tan unidos y amorosos, ahora entiendo que su fórmula es el amor y la confianza. ¡Que interesante!

– Ya lo sabes hermana cuando te cases, si quieres ser feliz en tu matrimonio tendrás que ser swinger jejeje.

– ¡Estúpido! ¿No puedes razonar normalmente? No entiendo como compartimos el mismo parto. Una salió lista y otro bobo mal negocio para nuestros padres.

– Vamos a aclarar algo chicos, este estilo de vida no es para todo mundo, ni nos atrevemos a recomendarlo a nadie somos muy respetuosos como lo somos con todas las manifestaciones, gustos y preferencias de cada persona. – Mi esposa saco finalmente un atisbo de moralidad.

Me disculpé ya que tuve necesidad de ir al baño a vaciar mis riñones. Me sentía realmente excitado, recordar nuestra primera vez y compartirlo con nuestros hijos. Las analogías tan maduras de mi hija lo hacían todo más fácil, su expresión me demostraba sincero interés. Enrique por su parte en sus impertinencias le daban fluidez y hacía que fuese más fresca y divertida la conversación. Mi esposa, aunque poco intervenía aportaba el apoyo necesario para ser aún más abiertos con ellos. Después de orinar, tuve necesidad de acariciar mi miembro subiendo y bajando mi prepucio lentamente, la imagen de Sandra sentada de lado mostrando sus hermosas y desnudas piernas, sus turgentes senos que se adivinaban sobre su blusa suelta, saber que se masturbaba con juguetes, el que participara en un concurso de camisetas mojadas… imaginarla junto a su madre en una orgia. El líquido preseminal salía con cada caricia…estaba demasiado excitado. Regrese a la sala.


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– Por un momento pensé te habías ido a dormir papi. Aun nos tienen que contar que sucedió anoche.

– Bien…continuo, nos reunimos con una pareja habitual, ellos son organizadores de fiestas y eventos swinger, son algo mayores a nosotros, pero en excelente estado físico, con mucha experiencia como pareja swinger. Muy buenos amigos y clientes del despacho, les llevamos algunos asuntos inmobiliarios, los conocimos en un club hace un par de años. Como ya les comenté a veces nos reunimos en casa de parejas que ya no viven sus hijos con ellos, las reuniones en el caso de ellos comúnmente son de más de 2 parejas, por lo regular 3 o hasta 5.

– Esas ya son orgias. ¿No padre? – intervino Enrique

– Se podrían catalogar de esa forma – Respondí con naturalidad.

– ¡Nos saltamos todo un proceso de evolución! De una tímida pareja curiosa en Jamaica que copulaban en habitaciones separadas a una reunión en donde hay hasta 10 personas. Wow! ¡gran salto!

– Ahora que lo analizo es raro imaginar a mama en una orgia, por alguna razón imagine solo eran intercambios con otra pareja, llegaban al sitio y cada quien se iba con la pareja del otro a una habitación aparte, justo como lo cuentan fueron sus inicios. ¿Pero una orgia? Me refiero a que hay más hombres desnudos, ¡imagino con erecciones y que además tenga sexo con ellos a la vista de todos…no sé, es extraño! ¡Ni siquiera los imaginaba a ustedes teniendo sexo si soy sincero, pero imaginar a mama con otro hombre o en una orgia si me deja en Shock! – Enrique quizá por el whisky entro en reflexión y me preocupe.

– Chicos, creo ya hemos llegado demasiado lejos, no queremos afectar la visión que tienen ustedes sobre nosotros, si bien queremos ser honestos y abiertos como siempre hemos sido, lo que menos deseamos es causarles algún trauma, así es que voy a resumir que la pasamos bien anoche con nuestros amigos y otra pareja. Es nuestra elección como estilo de vida, pero seguimos siendo sus padres así nos gustaría que nos miren, y recuerden que los vamos a apoyar siempre.

– Coincido con su papa, no se trata de hacerles algún daño, lo pensamos mucho antes de confesarles. Espero que sigamos siendo la familia de siempre y que tengan la madurez de entender que para nosotros es solo un complemento, nos amamos cada día más y también a ustedes. – Mi esposa al rescate se puso de pie en señal de terminar la reunión.

– Han sido excelentes padres, al menos yo tengo la madurez de entenderlos por ello necesitaba saber cómo inicio todo, no tengo necesidad de recurrir a imágenes de ustedes o faltarles el respeto, mi hermano finalmente es idiota como todos los chicos de su edad, son visuales y piensan en sexo cada minuto.

– Bueno si…la cague solo déjenme procesarlo, no me molesta que lo hagan lo acepto, solo fue eso me llego la visión de mama, creo es normal. Además, es muy atractiva, mis amigos se quedaron mudos cuando la otra noche salieron y mama iba vestida muy sugestiva para la reunión.

– Bueno…eso fue idea mía – Hasta el día de hoy no me explico porque salió esa expresión de mi boca.

– ¿Idea tuya papi…?

– Si, fue su idea, le pareció divertido o excitante que saliera así – Complemento mi esposa para hundirme un poco mas

– Me pareció gracioso poner en predicamento a Enrique, sin embargo, a mi favor diré que solo se lo sugerí a su madre como fantasía no pensé se atrevería, como los juegos que hacemos de exhibicionismo. ¿Recuerdan que les mencione que en el ambiente existen varias juegos o temáticas? Bien una de ellas son los fetiches o el exhibicionismo.

– ¿Y te pareció buena idea que mama se exhibiera con los amigos de Enrique?

– Tu mama siempre usa ropa sexy para las reuniones al igual que las esposas de las otras parejas, a mi como esposo disfruto verla vestir sexy y también que cause admiración a las otras parejas, ese es uno de los juegos. A decir verdad, como ya habíamos aceptado con ustedes que éramos una pareja swinger, solo me pareció gracioso hacerle la broma a tu hermano. Admito que no fue una buena idea.

– ¡Y mama se atrevió! – Agrego Enrique

– Te ofrezco una disculpa hijo, admito que presione a tu madre, espero no hayas recibido malos comentarios de tus amigos.

– Me conto Enrique que uno de ellos se atrevió a decir que mama es muy atractiva y…sexy.

– No solo eso, al día siguiente me pregunto si podía pasar la tarde en casa y si mi mama vestiría como esa tarde.

– Mil disculpas Enrique, no volverá a suceder- Agregue deseando salir de ese aprieto – Bien chicos sugiero que demos por terminada nuestras confesiones, me parece que ya dimos demasiados detalles y no es necesario abundar en el tema.

– ¡Por supuesto que no! ¿Como fue la reunión de anoche? – Mi hija pregunto y se sirvió otra copa de vino de la segunda botella que recién abrió su hermano.

– Si, ya en este punto también quiero saber que sucedió anoche. – Agrego Enrique enfilándose al baño.

Intercambié miradas con mi esposa y al ver que se encogía de hombros entendí asentía y que era mi oportunidad de pasar a otro nivel con los chicos, dentro de mí ya existía el morbo o la necesidad de involucrarlos, aun sin definir hasta donde quería llegar. Mi hija tenía una mirada un tanto turbia quizá debido al vino que la hacían mirarse diferente, más mujer, más atractiva, sus mejillas se tornaron rosas, se soltó el pelo de la cola de caballo cayendo en cascada sobre sus hombros y cara, enmarcando aún más su belleza. Mi esposa y ella también decidieron ir al baño del segundo nivel de la casa, el mirarlas caminar juntas subiendo las escaleras me excito. Mi hija movía su culo aprisionado en el short con sensualidad. En mi mente recrié una escena de mi esposa e hija subiendo las escaleras a reunirse con varios hombres desnudos y con vergas erectas que las esperaban, imaginé a mi inocente princesa rodeada de hombres acariciándola mientras mi esposa tenía dos o tres pollas en manos y boca masturbándolos. Pasados unos minutos todos regresaron a la sala.

– ¡Listo papi!

– Si prometen ya no interrumpir continuare ya es algo tarde. – Necesitaba seguir.

– Lo prometo. ¿Se reunieron con la pareja que describes con más experiencia que ustedes no es así?

– Así fue, tienen más de 20 años en el ambiente. Anoche nos invitaron a iniciar a una nueva pareja, muy joven como ya se los hemos comentado y fue la razón por la que nos ayudaron con la vestimenta.

– ¿De qué edad estamos hablando?

– 25 años el chico y 28 la chica. – Les respondió mi esposa.

– Wow! De entrada, no es común que la chica sea mayor al chico. -Comento Sandra.

– En realidad, no se trataba de una pareja de casados – Conteste.

– Hasta este punto entendía que ser swinger era para parejas casadas o matrimonios con varios años como ustedes y sus amigos.

– Eso es la generalidad Sandy, sin embargo, también existen los singles o solteros tanto hombres como mujeres, son terceros que se integran con las parejas.

– Entiendo papi, y ellos eran singles no propiamente pareja casada. ¿Amigos quizá?

– Yo tengo una pregunta; ¿Ustedes incluyen singles para hacer tríos?

– Emm…no Enrique, en todos estos años solo hemos participado con otras parejas. – Respondí.

– ¿Y entonces ellos eran singles o una pareja de novios? – Pregunto mi princesa.

– Eran una pareja con una relación cercana entre ellos. – Agrego mi esposa.

– Wow! Confieso que me gusta la mentalidad de su grupo de amigos, no tienen ningún tipo de complejos. – Añadió mi hija que desde pequeña siempre mostro ser radical en diferentes temas incluyendo la política y la religión.

– ¿Es decir, te gustaría ir a una reunión de ese tipo? – Inquirió Enrique a su hermana.

– ¿Cuál es tu insistencia en involucrarme estúpido?, Dejemos que nuestros padres nos cuenten sobre su reunión. Me gustaría saber si la pareja madura es la misma que en una ocasión vino por ustedes para el viaje a Las Vegas, recuerdo tenían un tema inmobiliario con ellos, y me intriga mucho saber quién es la pareja joven.

– Una regla dentro del ambiente es la discreción, no divulgamos de quienes se traten o con quienes nos reunimos, a menos que sean del mismo ambiente, lo cual en su caso no aplica. -Le respondió su madre a nuestra curiosa hija.

– Entiendo, la discreción está asegurada, muy bien por ustedes. En realidad, no quiero detalles de lo que sucedió anoche, me considero una chica con mente abierta y criterio con respecto a la sexualidad, no los juzgaría jamás, me resulta atractivo y confieso excitante todo lo que envuelve su estilo de vida. Solo quería entender un poco que pasa por la mente de ustedes como pareja madura y de la pareja joven que se inició, que fue lo que los motivo a ellos.

– Me encanta tu forma de analizarlo hija, me siento más cómodo en entablar esta nueva apertura con ustedes, finalmente ya son adultos, y el que de alguna manera lo entiendan nos hace sentir mejor, bueno es mi punto de vista. ¿Qué opinas amor?

– Coincido con su padre, y sin querer ser explícitos en cuanto a nuestro estilo de vida solo les confesare que lo disfrutamos mucho y disfrutamos que nuestros mejores amigos piensen como nosotros.

– ¡Vaya! Ustedes tres ya están conformes y el único que aún no entiende nada soy yo. ¿Qué sucede en una reunión swinger? Yo sí quiero más detalles. ¡Vamos no explícitos! pero si quiero saber un poco más – La mirada y la forma de hablar de Enrique me indicaban que el whisky ya le estaba causando estragos.

– Les contare brevemente como sucedió…Inicio como cualquier reunión de amigos, nos presentaron a la pareja nueva, charlamos, nos conocimos un poco. Martha la esposa de nuestro amigo organizo para romper el hielo unos juegos eróticos, primero juego de cartas para perder prendas, después una dinámica de baile sensual entre las mismas parejas, es decir primero yo le baile a su mama y después ella a mí y así cada pareja, la idea es que fuese algo erótico y con poca ropa. Lógicamente eso va rompiendo el hielo y a la vez nos desinhibe y de los nervios iniciales se pasa a un nivel de excitación. En realidad, la reunión se trataba de la integración de la nueva pareja. Dentro del ambiente hay grupos o clubs de amigos que son más íntimos, a Juan le gusta llamarle al nuestro “Nuestra Cofradía” y lo integramos varias parejas, cada vez que una pareja se inicia hay un tipo de ritual, Juan lee una especie de manifiesto de las reglas de nuestro grupo y marca las directrices de iniciación, como inicia y como incluso termina. A grandes rasgos así es como transcurrió la velada sin ser más explícitos, ustedes son libres si gustan de imaginar todo el cuadro- Trate de abreviar sin mencionar jamás quienes realmente eran los iniciados.

– ¿La pareja nueva si participo o se involucró? – Pregunto mi hija

– Si, Juan y Martha tienen mucha experiencia y labor de convencimiento, de hecho, no hubo duda en ellos para participar – Conteste

– ¿Es decir, participaron con ustedes y la otra pareja? – Consulto Enrique

– Si, en algún nivel, no plenamente con todos – Conteste

– Es decir, con unos sí y con otros no tanto. – Intervino mi esposa

– ¿Se puede saber si el chico joven tuvo interacción contigo mami? – Pregunto Sandra

– ¿Copulaste con el chico? – Pregunto a su vez Enrique que al parecer le gusto el término de su hermana.

Mi esposa y yo intercambiamos miradas por enésima vez, su mirada ardiente me indicaba que al igual que yo estaba sobre excitada, es nuestra señal para romper barreras.

– Si, su mama tuvo relaciones con el chico – Afirme.

– ¿Y tú tuviste relaciones con la chica?

– En realidad, no, algo light al inicio y al final solo un acercamiento como parte del ritual de iniciación.

– ¿El chico es guapo mami? –

– Es un chico agradable, digamos que en el promedio – Le contesto

– ¿Es común que te relaciones sexualmente con hombres más jóvenes que tú?

– No Sandy, de hecho, fue la primera vez que mama tuvo relaciones con alguien tan joven – Decidí contestar por mi esposa ya que me excitaba reconocer que disfruto mirarla con otros hombres y el hecho de recordar como Mario la sometía y ella gemía realmente me erizo.

– ¿Y la chica no se cohibió? –

– La chica fue muy tímida contraria al caso del chico. – Conteste

– La pareja que inicio solo participó entre ellos mismos quiero entender – Volvió a preguntar mi hija que me engaño asegurando no necesitaba detalles.

– Fue más participativa con nuestro amigo Juan y con su compañero – Respondí

– ¿Qué edad tiene Juan? Si es el mismo que vino a casa debe tener más de 50.

– 56 cumplirá en unas semanas y por cierto habrá una reunión como cada año y 52 Martha su esposa – Contesto mi mujer.

– Wow! ¡Le dobla la edad a la chica!

– ¡Podría ser su padre! – Agrego Enrique

– ¿Tuviste acercamiento o relación con Juan, mami?

– Si…- Contesto

– ¿Y entre ustedes tuvieron relaciones? – Pregunto Enrique

– Si…-

– ¡¿Estuviste con los tres hombres?! – De nuevo Enrique

– ¿Al mismo tiempo? – Intervino mi hija

– No…al mismo tiempo solo con Juan y el chico – Respondí

– ¿Es decir…cómo?

– Me parece que ya estamos entrando en lo privado no es necesario dar detalles – Lo externe quizá como una opinión de reserva…sin embargo quería dar detalles.

– ¿Y Martha tuvo relación con los tres hombres? – De nuevo Enrique

– Si… y al mismo tiempo – Contesto mi esposa

– ¿Por…todos lados? – Enrique en este punto ya estaba alcoholizado, su mirada era una mezcla de burla y excitación, mi hija se servía otra copa de vino y abrazo a su hermano.

– En sexo grupal u orgias las situaciones van cambiando todo depende del nivel de adaptación…o excitación – Conteste

– ¿Es decir, Martha deseo estar con los tres hombres a la vez? – Pregunto mi princesa

– Que bueno que tocas ese tema, aunque les parezca increíble de creer hay reglas y se manejan dentro del respeto, No es NO, todo es consensuado- Continue

– Y supongo que ella acepto ser penetrada por los tres hombres a la vez, por sus tres orificios, ano, boca y vagina – Enrique apuro su vaso de whisky lanzando una sonrisa burlona. Su respuesta me dejo helado. Hubo un silencio embarazoso hasta que mi hija rompió en una carcajada.

– Jajajaja, has visto demasiada pornografía hermano y eres un bruto de poco tacto, además de no saber tomar, vete a bañar y duérmete.

– ¿Fue o no fue así? – Pregunto Enrique trastabillando camino al baño.

En realidad, no supe que contestar, fui a la cocina por algo de queso y jamón dejando a mi esposa e hija platicando, la charla y el alcohol nos estaban superando. Regrese, mi esposa de acerco a mi sobando mi espalda, no quería dar más detalles, decidí terminar la conversación al regresar Enrique, de nuevo me sorprendió mi hija.

– ¿Y tú mami como lo hiciste con Juan y el chico?, se alternaban?

– Si…uno me penetraba y a otro le hacía sexo oral y cambiábamos – Le contesto, mi esposa que al igual que mi hijo ya reflejaba los efectos de vino.

– ¿Papi que hacías tu porque no estabas con mama en ese momento?

– Emm…yo estaba con la chica y Martha – Respondí. Enrique aun no regresaba del baño

– Wow! Las dos estaban contigo, no entiendo comentaste que con la chica no interactuaste.

– Solo fue un escarceo unos besos para romper el hielo, en realidad la interacción la tuve con Martha mientras tu madre estaba con Juan y el chico, ella se alejó a observar.

– ¿Hay contacto entre mujeres en esas reuniones?

– En realidad, sí, es algo común – Respondí

– ¿Has estado con otra mujer mami?

– Quizá no lo creas, pero después de varios años anoche tuve por primera vez un acercamiento con una mujer, Martha para ser concreta, no totalmente sexual de mi parte, confieso que no me incomodo – Le respondió

– ¿Les confieso algo ahora que no está mi hermano? A mí me llama la atención estar con otra chica, no me malinterpreten, me gustan los chicos solo es una fantasía.

– Como padres jamás te juzgaríamos amor, quizá deberías intentarlo – Esa voz salió de mí, la excitación ya no me permitía razonar del todo.

– ¿Tú crees papi?, si he tenido algunas oportunidades temo a ser juzgada porque son personas cercanas y conocidas. ¿Les hago otra confesión? Estoy muy feliz como llevan su relación, entiendo todo lo que nos han confesado y…me parece excitante, no sé si me atrevería a vivir algo así, sin embargo, es poderosamente excitante – Sandra abría y cerraba sus hermosas y poderosas piernas buscando seguramente que su ropa friccionara su vagina buscando algo de alivio, el movimiento era evidente, note que mi propia respiración aumentaba, me estaba ahogando de excitación.

– Repito jamás les sugeriríamos nuestro estilo de vida a nadie y menos a nuestros hijos es una decisión personal si fuese la situación o eligieras vivir un estilo de vida como el de nosotros igualmente te apoyaríamos Sandy, espero que tengas la confianza de confiar en nosotros.

– Gracias papi, sé que si lo harían, pero bueno ni pareja tengo jajaja…aunque esta la opción de hacerlo como soltera no es así?

– Así es bebe hay todas esas opciones y cuenta con papa y mama – Mi mujer abrazo a mi hija y le dio un beso en la mejilla.

– Quizá les pida a mis experimentados padres que me ayuden a integrarme a un grupo de jóvenes de mi edad. ¿Me apoyarían? – Nos lo dijo a sonrisa abierta.

– Si lo haríamos, supongo deseas experimentar con otra chica y saciar tu curiosidad – Conteste

– En realidad, todo me llama la atención, lo primero seria la opción de una chica.

– Muy razonable como lo piensas justo así suele suceder – Respondió mi esposa.

– Tendrías todas las opciones en realidad – Agregue.

– ¿Te refieres que como soltera puedo participar en fiestas como ustedes?

– Me refiero que puedes contactar con chicas solas, parejas en donde buscan chicas, o en reuniones de varias parejas y chicos que van solos tipo…orgias. Las chicas son más aceptadas que los chicos singles, si lo decides te podemos orientar- Le informe realmente excitado.

– Amor, deberías ir a ver a Enrique está muy borracho escucho ruidos extraños.

Me dirigí al baño de la planta baja y escuché que Enrique vomitaba, abrí la puerta y lo encontré realmente mal, le pedí ayuda a mi hija y lo llevamos a su habitación, mi esposa le preparo un té y se quedó con él mientras Sandy y yo bajamos nuevamente a la sala.

– ¡Es un bobo no sabe tomar! – Expreso con el ceño fruncido mi hija sirviéndose otra copa de vino de la última botella ya casi extinta.

– Para tomar whisky hay que hacerlo despacio y con prudencia – Conteste divertido

– Si, lo tomo como si fuese refresco de cola el muy estúpido

– Hija ya es tarde nos tomamos una última copa y nos vamos a dormir. ¿Qué te parece? -A pesar de lo excitación que estaba viviendo me preocupaba la salud de Enrique y quería ir a verlo antes de dormir.

– Está bien, ahora que estamos solos te quiero preguntar que sentiste cuando viste a los dos hombres alternándose sexualmente con mama.

– Emmm…no le daré vueltas Sandy sentí mucha excitación, no lo puedo explicar.

– Le preguntare a mama en una oportunidad que siente al verte a ti con otras mujeres.

– Si, ella debería contestarlo.

– ¡Se quedó dormido como un bebe, nada grave mañana pagara las consecuencias! – Mi esposa regreso y al ver su copa vacía le pidió a mi hija le compartiera de su copa más vino.

– ¡Que alivio! – Conteste

– ¿En qué nos quedamos? – Pregunto mi esposa dispuesta a continuar la excitante charla.

– En que ustedes me ayudaran a encontrar un grupo en donde pueda tener mi primera experiencia.

– ¿Ya tomaste la decisión Sandy? – cuestiono mi esposa

– Totalmente, quiero vivir lo que a ustedes los tiene tan felices, ser como la pareja joven que iniciaron ayer, no tener prejuicios de fidelidad con una pareja estable, será algo que guardare entre ustedes y yo, cuando llegue el día de formar un hogar ya estará en mi check list de cosas y situaciones realizadas.

– Cuenta con nosotros, ya lo sabes.

– Si papi y de esto nada a mi hermano, será nuestro secreto. Les comunico cuando esté lista.

– ¡Salud! Por nuestra apertura familiar sin secretos y porque disfrutes como nosotros tu fantasía, que tengas una buena iniciación con una hermosa chica como tu – Estire mi vaso con sus copas.

– O algún chico o pareja – Agrego mi esposa

– O estar con 2 chicos o dos chicas a la vez – Continue

– ¡Papi! vaya que si eres pervertido jajaja

– Es broma hija, te apoyamos. Bien es hora de irnos a la cama. – Me urgía estar con mi mujer.

– Olvidaba preguntarles. ¿La reunión con la pareja que iniciaron ustedes comentaron fue diferente a todas porque eran jóvenes?

– No precisamente hija…fue porque eran sus hijos y estaba pensando que ellos podrían ser quienes te iniciaran


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heranlu

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Miguel y Myriam con sus hijos Mellizos Sandra y Enrique - Capitulo 004


–Olvidaba preguntarles. La reunión con la pareja que iniciaron comentaron que fue diferente a todas. ¿Porque eran jóvenes?

–No precisamente hija… fue porque eran sus hijos y estaba pensando que ellos sean quienes te inicien. Mi hija abrió sus hermosos ojos y nos miró a ambos. Abrió la boca, se bebió el contenido de su copa de golpe, la puso en la mesa y fue al baño dejándonos helados.

–¿Por qué le dijiste? –Pregunto mi esposa.

–La promesa era confesarles todo amor, y me parece que ella no solo nos entiende, sino que quiere participar. ¿O prefieres que le diga que solo fue una broma ahora que regrese?

–Me parece que tiene demasiado por procesar y estoy entendiendo que no solo aceptas que entre en el ambiente y que apoyemos su decisión, sino que deseas que se involucre con nosotros como Juan y Martha lo hacen, al confesar que fue con sus hijos y además sugerir que sean ellos la que la inicien ya es otro esquema.

–Tienes razón, no sé en qué estaba pensando.

–Te conozco de sobra, sé que te excita la posibilidad de involúcrala.

–Y a ti no?

–Si, lo reconozco solo que aún no sé en qué medida y hasta donde, siento miedo es un paso muy fuerte.

–Confeso ahora una afligida esposa y madre, me parecieron totalmente lógicas sus dudas.

–Nos faltó platicar entre nosotros hasta qué punto debíamos confesarles –Agregue afligido.

–Es en serio?!… sus hijos? –Mi hija se sentó de golpe interrumpiendo nuestras cavilaciones, al sentarse abrió sus piernas de forma más masculina que femenina debido a la torpeza causada por el vino, usando su misma copa tomo mi botella de whisky arrojo dos cubos de hielo y se sirvió generosamente.

–Ten cuidado hija no me gustaría que mezcles vino con whisky. –Recomendó su madre.

–¿Tienen alguna foto de la reunión o eso es demasiado pedir? –Preguntó con una media sonrisa. Era evidente que el vino le había hecho efecto.

–No Sandy, no hay registro de la fiesta, no solemos tomarnos fotos o videos. –Respondí

–Y si les digo que me parece excitante que sea real que lo hicieron con sus hijos?, ¿qué me excita que la pareja joven a la que iniciaron sea ellos?

–¿En verdad? –Pregunte confundido jamás espere esa reacción

–¡Sí, si es que se pusieron a follar todos como lo contaron y que quizá pasaron más situaciones me pone a tope! –Su mirada era turbia, se bebió de golpe el whisky, nunca la había visto tomar tanto, de nuevo me sentí culpable.

–Te prometí que no hay nada que ocultarte y te lo voy a cumplir, puedes unirte a nuestro estilo de vida dentro del ambiente swinger si lo deseas, ya sabes que no tenemos secretos. –Continue

–¿De verdad? –Preguntó Sandy con ojos que se iluminaron.

–Claro que sí, si eso te excita y si crees que estás preparada.

–¿Podemos platicar mañana?… Me siento un poquito mareada y ya es hora de dormir.

–Por supuesto mi amor. –Dije acercando mi cara a la de mi hija y dándole un beso en la mejilla.

–Buee… nas noches, los amo padres, jejeje estoy borrachísima! –Se puso de pie, nos dio un beso y un largo abrazo, se quedó sobre mi regazo un tiempo, me miró fijamente tratando de abrir los ojos congelando una sonrisa burlona en su cara, su mirada me cautivo, deseé besarla en la boca, por suerte me contuve.– ¡Te amo papi!

–Buena noche hija, descansa, ¿en verdad te sientes bien? –Le dije al verla caminar torpemente rumbo a la escalera

–¡¡Estoy perfecta!!… perdón! nada de qué preocuparse, la conversación que tuvimos no me quita el sueño. –Nos lanzó un beso y subió a su habitación.

–Amor… no puedo negarlo, me excita la idea que se integre, debemos ser cautelosos y guiarla, quizá Juan y Martha nos puedan ayudar o asesorar –Le dije a mi esposa.

–¿De verdad lo crees? No hemos desmentido que sea real o broma.

–Dejemos las cosas así, quizá mañana piense que lo soñó y ya veremos cómo lo abordamos.

–Me parece bien de momento.

–Y decida lo que decida respetemos su decisión.

–Tienes razón, debemos dejar que la noche nos ayude a pensar… me daré un baño te espero en la habitación no tardes.

Acomodé un poco el desorden que hicimos por la reunión, salí a tirar las botellas de vino y tomar un poco de aire fresco y reflexionar sobre lo que vivimos, me detuve un momento en el patio, respiré profundamente y traté de procesar todo lo que había sucedido. Me sentía confundido, emocionado y culpable al mismo tiempo. La imagen de mi hija borracha y sensual seguía rondando en mi mente. Me preguntaba qué había sido lo que la había llevado a reaccionar de esa manera. ¿Era solo el vino o había algo más detrás de sus palabras? Debía hablar con mi esposa sobre esto.

Por momentos me embargaba la angustia de lo que rompimos como familia y por la otra seguía latiendo en mi la excitación. Habíamos confesado a nivel de detalle nuestra participación en casa de Juan y Martha, nuestros dos hijos sabían nuestro más íntimo secreto y eso nos daba vulnerabilidad y me di cuenta que jamás nos verían iguales, no lograba calcular los daños y por otra parte mi hija sabia un secreto que lo hacía aún más oscuro, aun había la posibilidad de decirle que todo era una broma no quedo del todo claro y entonces me llegaba la imagen de su cara, su cuerpo erótico y sensual que emanaba sexo a raudales, no se definía aun en mi cual era el deseo que me causaba, deseaba realmente poseerla?

O ver su evolución como lo hice con su madre que, de ser una mujer hermosa y tímida, mi más valiosa posesión con la que fui mucho tiempo un esposo sumamente celoso y reprimía hasta su forma de vestir, a convertirla en lo que ahora era; una esposa sexual y pervertida dispuesta a complacerme en todo y a ser compartida en intercambio de parejas en el ambiente swinger y ahora incluso estar dispuesto a incluir a un tercero en la cama. Regrese a la casa, entre a la habitación de Enrique vi que dormía profundamente, frente a su habitación está la de mi hija, jamás entraría sin avisar, cuando pasaba de largo un leve zumbido me hizo pegar la oreja a la puerta.

Me parecía escuchar algo y su voz, el zumbido de algo parecido a una rasuradora llego a mí y un gemido apagado, mi hija usaba sin duda el vibrador, había sido demasiado para ella, seguramente necesitaba desahogar su calentura, temí que me descubriera husmeando y me dirigí a nuestra alcoba, al entrar sentí la combinación de perfume y feromonas que inundaba la habitación el solo entrar y ver a mi mujer que me esperaba en la cama en un sexy neglige untándose crema en cara y cuerpo de inmediato me erecto, me duche rápidamente y salí desnudo y listo.

No hubo más palabras ni preámbulo le abrí las piernas con desesperación haciendo a un lado su pantaleta bastaron unos cuantos empellones contra su vagina y me corrí como poseído. Me araño la espalda, chocaba su cuerpo contra el mío buscando desesperadamente la dureza de mi hombría, sus largas uñas se hundieron en mis nalgas desnudas hasta lastimarme, necesitaba más, dure muy poco, no soy para nada de eyaculación precoz, trate de seguir empujando mi verga semierecta para complacerla hasta que agotado me detuve.

–Nooo no te detengas!! ¡Aun no termino! –Suplicó.

–Es… pera amor.

–¡Chúpame! –Me jalo bruscamente de los cabellos colocando mi cara en su vulva, la chupé hasta el cansancio, sentí como se venía en mi boca a chorros, jamás había visto tan excitada a mi esposa y eso ya es una medida muy grande.

–Masss amor! ¡¡No te detengas mas!! Sin lograr una erección del todo me sentía nuevamente excitado, mi mujer es una droga, la voltee y me sumergí entre sus nalgas abriéndolas con brusquedad, le frote el ano y con la palma de la mano su empapada vagina introduciendo dos dedos hasta arrancarle otro orgasmo sus gritos se debían escuchar a varias casas esta vez no le importo, necesitaba liberar su energía acumulada, definitivamente ya no llenaba del todo a mi mujer, había escalado nuevos niveles.

–¡Amor… saca la verga de hule, métemela! Salte de la cama obediente y saque de uno de los cajones del ropero uno de sus juguetes de hule y se lo metí sin compasión.– ¡Si métemelo todoo! –Escuché unos pasos en el pasillo, me detuve un momento.– ¡¡¡No lo saques Miguel!!!… métemelo¡! ¡¡méteme tu verga también!! –Jamás había usado esa palabra fue demasiado, ya estaba nuevamente erecto la monte en posición de misionero y la follé como animal, nos besamos apasionadamente, sus gemidos no cesaban, le puse el miembro de hule en la boca y lo chupo.

–Asii amor que ricooo, no pares!!

–Amor… parece que escuche a alguien… espera un poco…

–¡¡No me importa… follame!! No te detengas. –La monte sobre mi para acariciar sus bellos senos que me encantan, en cada empalada gemía, le volví a dar el consolador de hule de apariencia totalmente natural, lo chupo con avidez.

–¿Te gustaría que fuera real? –Le pregunté.

–Mmmm. Siii –Se acerco para besarme sin dejar el consolador–Tengo algo que confesarte…

–Dime amor… dime tus fantasías me encantan –le supliqué casi a punto de venirme.

–Me da… un poco de pena… es solo una fantasía okey? ¡¡besa conmigo esta verga… imaginemos que es la de Juan… o Mario quiero verte mamar una vergaaa!!

–What!!?…

–Por favor… es solo una fantasía –Había olvidado que además estaba un tanto borracha mi esposa y… me excito lo que me pidió fue algo extraño ya que soy totalmente heterosexual…

–Siii… dámela –Le pedí y me la metió en la boca

–Chúpala… así amor –Se la volvió a meter en la boca para enseñarme cómo hacerlo pasando la lengua por todo el aparato la textura era realmente a la de un pene humano, con venas, dureza y la vez flexibilidad.

–Sii te ayudo –La chupamos entre los dos e imité como ella lo hacía incluso besándonos al hacerlo juntos. Mi esposa se corrió quedó temblando sobre mi pecho gimiendo y ronroneando como gatita, enseguida me corrí yo, sin saber a ciencia cierta si me salió semen, pero la sensación fue fantástica, el corazón parecía salírseme del pecho no me importo también gritar

-¿Fue Sandra? –Pregunté en un susurro a mi esposa.

-No lo sé, no escuché nada, quizá lo imaginaste. –Me dijo con la boca pegada a mi oído.

Nuestros corazones aun latían desbocados, el ruido pudo ser producto de mi imaginación, la adrenalina o la combinación del alcohol, el deseo y la confesión. Decidimos no darle más vueltas al asunto. Nos acurrucamos en la cama, el silencio se apodero de la habitación.

Al día siguiente como todos los lunes es el día de más trabajo en el despacho, tenía una cita en el juzgado a las 10 am y requería estar puntual para entrega y recepción de un oficio legal, Myriam atendía mercantil y patrimonial, yo temas penales. En la oficina solo teníamos dos asistentes, una chica que atendía al público y ordenaba nuestras agendas, así como un joven abogado pasante en derecho que nos apoyaba tanto a mi esposa como a mí.

En las tardes ocasionalmente iba a la oficina para citas específicas y así tener los fines de semanas libres. Desperté a las 7 am, con resaca y recuerdo que la última vez que vi el reloj eran las 4:20. Luché algunos minutos por no quedarme dormido, mi esposa ya no estaba en la cama, ella no tenía pendientes ese día en la oficina. Llamé a Ramiro mi asistente, le solicité pasara a mi casa por el expediente con la documentación y dividirnos el trabajo, lo alcanzaría más tarde, tomé una ducha de agua fría mi mujer ya tenía mi traje listo sobre una silla, 25 minutos más tarde bajé las escaleras terminando de vestirme y peinándome, me dolía horrible la cabeza.

Mi esposa estaba preparando el desayuno y me miro preocupada, “¿Quieres que te prepare un café?” me ofreció. “No gracias, tengo que irme ya”, dije con la boca seca. “¿Crees que todo salió bien ayer?” me cuestionó ofreciéndome un plato con fruta recién cortado y jugo de naranja. “Pienso que sí, cumplimos con los chicos de contarles como es nuestro estilo de vida”, contesté sin en realidad tener nada claro en mi cabeza, “No te preocupes, ahora tenemos que enfocarnos en nuestros respectivos días de trabajo”, agregué con un suspiro mientras revisaba la documentación que llevaría, el sonido de un auto llegando me indicó que Ramiro estaba afuera.

Me despedí besando a mi esposa. “Hablamos más tarde, Ramiro llevará el expediente al juzgado y yo iré a la oficina por otra documentación que necesitaré”.

Al entrar a la oficina, saludé a Jessica la asistente de oficina quien seguramente notó mi estado desaliñado, el aroma a café me dio la bienvenida. Mirando el reloj, me di cuenta de que aún faltaban 45 minutos para mi cita. Decidí aprovechar el tiempo para aclarar mis ideas y revisar los correos electrónicos relativos al despacho. Entre el ruido de teclado y el murmullo de mis pensamientos, intentaba concentrarme, sin lograrlo. Los recuerdos inundaron mi mente. El whisky, la tensión y excitación no dicha que había llenado el aire mientras Myriam y yo revelábamos nuestro estilo de vida a nuestros hijos.

La forma en que al final a Sandra se le iluminaron los ojos de emoción ante la posibilidad de también participar en algún grado de iniciación.

Antes de salir revisé mi correo personal, “mi otra vida” en donde tenía comunicación con el mundo swinger. Un correo electrónico atrajo mi atención. Era de Juan y Martha, nuestros amigos swingers. El asunto decía: “Re: La Noche del Sábado”. Con un estremecimiento, abrí el correo. Juan me informó que Martha y él se encontraban en la cama, recordando nuestros momentos con sus hijos, el texto era explícito, describiendo cada detalle de lo que habíamos compartido.

Me llegaron de golpe las imágenes que relataba, la cara de Martha, la piel brillando por el sudor, la boca abierta en un grito silencioso cuando su hijo Mario y yo le hicimos doble penetración, Mario y Juan poseyendo a mi esposa y humillándola con palabras obscenas, mi esposa mamándonos a los tres, Lily su hija recibiendo la leche de todos al final como pacto de iniciación.

El correo continuó, nos invitaba en sábado dentro de dos semanas a una reunión en su casa, Mario deseaba volver a encontrase con nosotros, en esa ocasión no podría estar Lily por motivos familiares y pensaba que podría ser una excitante noche de quinteto. El corazón me latía con la emoción de los recuerdos y la posibilidad de un nuevo encuentro, además la oportunidad de consultar con ellos sobre la experiencia de la confesión con nuestros hijos.

Ya en el juzgado y en las pausas de las diligencias que atendimos mis pensamientos seguían desviándose hacia la confesión. “que procesarían nuestros hijos de lo que les contamos?, ¿Cambiaria nuestra relación?, ¿Y qué hay de sus vidas románticas con las personas que salen?, Decidí que la mejor opción era mantener las líneas de comunicación abiertas y estar atentos para cualquier inquietud o pregunta.

Recibí la notificación de un mensaje en mi celular, era de Sandra. “¿Podemos hablar?” decía el texto. Mi corazón se aceleró. Salí del edificio del juzgado y la llamé. “¿Estás en la universidad?” le pregunté con tono casual. “Sí, papá, tengo muchas cosas en la mente”.

-¿Todo bien hija? –Con evidente preocupación delatándose en mi tono.

-Si, tengo algo de resaca tomé demasiado vino, estoy procesando aun lo que nos confesaron anoche y quiero decirte que te amo y no te preocupes tengo la suficiente madurez, mamá me comentó antes de salir que estabas angustiado, soy tu hija y también ya una mujer adulta mayor de edad y lo que les pedí de sobre vivir la experiencia sigue en pie.

Me sentí aliviado al escuchar sus palabras.

-Mi beba, gracias por entender, mi miedo es que te lastimáramos o causarte algún trauma.

-No te preocupes por ello –agregó– No le contaré nada a Enrique sobre la última revelación.

Mi corazón se detuvo un instante, me olvidé que Enrique se fue antes a la cama en mal estado.

-¿Han hablado entre ustedes del tema? –Inquirí temeroso.

-Él no sabe esa parte, es nuestro secreto, necesito saber más del tema y saber si fue real que la pareja que iniciaron era… bueno tú sabes. Enrique solo sabe que son swingers y al igual que yo los apoya.

-¿Qué te dijo?

-Que no le incomoda y respeta su vida íntima, Enrique es un bobo sin embargo es muy reservado.

-Nos vemos a la hora de la cena –Me despedí.

Regresamos Ramiro y yo a la oficina a ordenar los asuntos pendientes y programar citas. Mi mente divagaba en todo menos en mi trabajo, necesitaba estar solo para volver a leer el provocativo correo electrónico de Juan, me excitaba mucho esa nueva reunión y modalidad, en tantos años en el ambiente jamás habíamos estado en un quinteto, de dos parejas y un hombre con el añadido que el quinto en discordia era su hijo.

Mis cavilaciones fueron interrumpidas por un nuevo mensaje de Sandra, mi corazón dio un vuelco. “Papá los amo, vida solo tenemos una y hay que disfrutarla”. Respiré tranquilamente y decidí que era hora de volver a mi hogar.

Camino a casa tomé una decisión, llamé a Juan, eran demasiadas emociones. Me sentía ansioso y excitado a la vez.

-Hola Juan. ¿Cómo están en casa?, recibí tu invitación a la reunión, lo comentaré con Myriam y te tengo hoy mismo una respuesta. ¿Cómo está Martha?

-Todo bien Miguelito, Martha está en casa de Lily. Mi hijo se va de vacaciones con su familia en tres semanas, y antes le gustaría que se repitiera un nuevo encuentro, me comentó que no deja de pensar en la noche que pasamos, y confieso que tenemos el mismo sentimiento por ello te envié el correo tan descriptivo, ya conociste un poco el carácter de Mario.

-¡Sin duda! Es un chico impetuoso, de igual manera nosotros no dejamos de pensar lo excitante que la pasamos y estoy seguro que Myriam aceptará. Que pena que Lily en esta ocasión no estará.

-Si es una lástima mi flaquita se lo perderá, cuando se tiene una familia con hijos pequeños y un marido demandante nunca será fácil, a propósito, hablé con ella y les pide una disculpa estaba nerviosa, pero me asegura que la siguiente vez será diferente, ella quiere explorar más su lado bi y Myriam le pareció muy sexual.

-Es un encanto de mujercita Lily, me agrada saber que el motivo fue su nerviosismo llegué a pensar que no le agradamos del todo, aunque los nervios por lo que implicó este primer encuentro fueron normales, en cambio Mario todo lo contrario amigo, Myriam disfrutó estar con él, de hecho, tuvimos una charla y pensamos en la posibilidad de invitarlo a que esté con nosotros en trío, ya es hora de tener otras variantes, por supuesto que antes se los íbamos a consultar.

-¡Wow! Me encanta tu apertura, por supuesto que no nos molestaría, al contrario, solo imagina las variantes que ahora tenemos, mis hijos y nosotros queremos divertirnos y ustedes son los cómplices perfectos. Muy bien, es hora de salir a caminar, espero tu respuesta. –Se despidió Juan.

-Espera tengo algo más que consultarte y pedirte. ¿Tienes tiempo de vernos en persona? Estoy a solo unas calles de tu casa.

-Por supuesto es el momento idóneo, estoy solo ahora.

En 5 minutos estaba afuera de su casa.

-Adelante amigo. ¿Te ofrezco algo de beber?

-Te acepto una cerveza, tengo demasiado alcohol en mi organismo anoche tuvimos una plática con nuestros hijos y se nos pasaron las copas, es el motivo de esta visita, no te quitaré mucho tiempo me esperan para cenar.

Juan fue a la barra y a su habitación por algo que pensé era un libro. Me entregó mi cerveza y se sentó a un lado mío.

-Antes que me cuentes quiero mostrarte algo que guardo como un tesoro, quizá a Martha no le gustaría que te lo comparta, pero no está presente para reclamarme.

Limpió la tapa de algo que supuse era un libro grande y resultó ser un álbum al inicio había algunas fotos familiares impresas, sus hijos en diferentes etapas, paseos a caballo, playa, vacaciones en general. Martha y Juan en sus medianos treintas, cuarentas, así las primeras 5 hojas del álbum, no entendía realmente porque me mostraba un álbum familiar, nada anormal.

Al dar vuelta a la quinta o sexta hoja las fotografías eran en formato polaroid instantáneas, un formato que tenía años que no veía, eran de ellos ya en edades cercanas a la actual y sus hijos desnudos posando, era evidente que ya eran mayores de edad en algún club nudista que coincidía con el relato de como iniciaron su relación con ellos.

-No sé qué decir Juan.

-Si quiero que las veas es porque me excita que lo hagas, continúa, no hay nada indebido ya eran mayores de edad nuestros hijos en las fotos “especiales”.

Pasé otras hojas y vi a Lily con cuerpo más joven quizá de 23 o 24 años con las pollas de Mario y Juan en las manos, a Martha en otra hincada y desnuda entre las piernas de Lily y también a Lily devolviéndole el favor a su madre, otra foto me impactó mucho ya que Lily tenía un consolador en el ano y la polla de Mario en la vagina mientras Juan posaba mostrando una gran sonrisa junto a ellos, todas las siguientes hojas eran un álbum pornográfico de sus encuentros, mi erección era evidente.

-¿Qué me quieres consultar? –Pregunto mientras yo no podía dejar de hojear el álbum.

-Bien… anoche les confesamos a nuestros hijos sobre nuestra vida swinger era algo que les habíamos prometido, la confesión fue total desde los inicios hasta incluso la última reunión con ustedes y sus chicos, sin embargo les contamos que junto a ustedes iniciamos a una pareja joven sin mencionar que ustedes eran los padres –Mentí no quería que Juan sintiera que había traicionado la promesa de su cofradía al confesarlo a mi hija– La conversación con nuestros hijos fue muy abierta y general sin llegar a detalles íntimos.

-Continúa Miguel, me serviré otro whisky. ¿Como lo tomaron los chicos?

-Son muy maduros, se tocaron algunos temas íntimos incluso mi hija confesó algunas situaciones y en algún momento mi hijo se emborrachó y se salieron un poco de control las cosas. Quisimos abandonar la plática ya que Enrique nos cuestionaba ciertas situaciones, finalmente lo llevamos a su habitación, nos quedamos Myriam, mi hija y yo pensando que terminaría la plática y confesión, ella es muy inteligente y abierta, lo tomó bien, el mismo alcohol nos desinhibió. Sandra nos sorprendió…

-Disculpa que te interrumpa. ¿Te excitó la situación?

-Si, lo reconozco y a mi esposa también, tan es así que al final tuvimos un encuentro muy candente que en otra ocasión te contaré, ¡fue épico!

-Continúa, porque yo ya estoy empalmado, la reunión que tuvieron de apertura con sus hijos me parece de lo más excitante. Tu hija es una belleza, con un cuerpo de diosa. Discúlpame, pero imagino la situación. Continúa y siéntete en confianza.

-Si, es por ello que ahora te lo comparto, confío mucho en tu criterio y consejos. En resumen, a mi hija le llamó la atención nuestro ambiente y le gustaría experimentar, confesó que quisiera iniciar en algo en donde ella pueda explorar una inquietud con respecto a estar con otra chica, le prometimos que la apoyaríamos en su decisión e incluso los mencionamos a ustedes sin revelar su identidad como una pareja que nos podría recomendar algún grupo de swingers jóvenes, alguna pareja o chica sola. Incluso le mencioné la posibilidad que fuera la pareja que iniciamos o sea tus hijos…

-¡Que excitante! Bueno creo que lo último no es buena idea a menos que solo fuese con Lily, pero no siento que Lily tenga esa apertura aún. Y me parece mala idea por Mario, no es el mejor para iniciar a una hermosa damita como tu hija, es muy pervertido y lo sabes, no te he contado, pero tiene la firme idea de hacer real el involucrar realmente a mi nuera, me cometa que ya la convenció sin embargo no sería con nosotros, lógicamente no hay esa apertura… aun. Me pidió le ayude a organizar un encuentro con un chico con ciertas características que le podrían gustar a mi nuera, confía en mi experiencia es algo que estamos por resolver.

-¿Te excita saber que tu nuera haga algo así?

-Mi nuera es una mujercita muy tierna y dulce, me gustaría ver cómo reacciona esa primera vez que esté con otro hombre que no sea Mario, él solo quiere verla no participar. Claro que le puse una condición para ayudarlo: Que grabe el encuentro y me lo muestre.

-¡Que excitante! –Confesé agarrándome la polla y viendo las fotos restantes del álbum que cada vez eran más sexuales.

-Me aseguraré de que también veas la filmación. Miguelito cuenta conmigo, sé quienes pueden iniciar a tu muñequita, ¿te gustaría que vea la forma que se filme en cámara oculta? –Me preguntó con respiración agitada señal de su excitación.

-Emm… si, me gustaría mucho –Le confesé.

-Déjame encargarme, sabes que soy el mejor organizador.

-Lo sé, gracias por todo, me tengo que ir me esperan en casa.

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heranlu

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Miguel y Myriam con sus hijos Mellizos Sandra y Enrique - Capitulo 005



Juan me acompañó a la puerta, pude ver que su sonrisa se ensanchaba cada que veía mi erección bajo el pantalón, le agradecí la confianza que me brindó y la promesa de una respuesta de mi esposa y me quedé con la suya de organizar el primer acercamiento de mi hija a este mundillo.

El viaje a casa fue una eternidad, mi mente no paraba de pensar en mi hija, la adrenalina que sentí la noche anterior se repitió. La vida se iba presentando cada vez más excitante.

El sol ya se había ocultado en el horizonte, la casa estaba en silencio cuando llegue, las luces de la sala parpadeaban suavemente. Una sensación de paz, nada como el hogar. Encontré a Myriam en la cocina, cortando verduras para la cena. Necesitaba sentir su calor y apoyo, me recibió con una sonrisa llena de amor, sus ojos buscando los míos, quizá noto mi ansiedad. “Todo bien?” pregunto con voz suave. Asentí, tratando de sacudirme la pesadez que se había instalado en mis hombros. “Necesitamos hablar” dije, apoyándome en la barra de la cocina.

“Sabes que Sandra me llamo?” le comunique comiendo un pedazo de pan como si continuara una conversación inconclusa. Myriam detuvo en seco el corte del cuchillo sobre la lechuga y me miro con ojos llenos de preocupación. “¿Todo bien, te dijo algo de anoche?”

“Todo bien con ella, amor” Le conté la conversación que tuvimos. “Me confirmo que deseaba continuar con su idea de integrarse a nuestro estilo de vida, me externo también su apoyo. Me conto que hablo con Enrique. “¿Sobre qué?” Pregunto con ojos muy abiertos mi esposa. “Bueno, me dijo que no me preocupara que Enrique nos apoya también y que no le contó la confesión que le hicimos sobre la reunión con los hijos de Juan y Martha” Mi esposa me escucho atentamente, su rostro reflejaba un espejo de mi propia confusión y emoción. “¿Y tú que piensas?”, me interrumpió, cortando la lechuga y los tomates con más fuerza de lo habitual.

Respire profundamente, “Pienso que tenemos que ser cuidadosos, la dinámica familiar podría complicarse, no queremos lastimar a nadie, aún no desmiento o afirmo si fue real lo que le confesamos al final a nuestra hija y está interesada en tener otra conversación sobre ese tópico.” Myriam asintió.

Sin embargo, la preocupación en su rostro era evidente. “Bueno opino que si ella quiere seguir adelante y se maneja dentro de los límites normales de respeto en cuanto a su integridad física y que lo disfrute, podría ser una buena experiencia para ella iniciar en un grupo de acuerdo a su edad, quizá se dé cuenta que no es realmente lo que imagina y se olvida del asunto” Dijo, ladeando la sartén con aceite caliente. “Recuerda, que prometimos apoyarla”

-Hay algo más que quiero comentarte, recibí un correo electrónico de Juan. Describe a detalle lo que pasamos con ellos la otra noche.

Myriam se detuvo. “¿Solo eso te escribió?”

-Juan nos propone reunirnos en dos semanas en sábado. A Mario le gustaría vernos de nuevo, solo que esta ocasión no estaría Lily. Seria en formato de quinteto. -Revele, notando la reacción en sus ojos.

Myriam puso el cuchillo de un tajo en la tabla de cortar.

-¿Y qué piensas? –Me miró fijamente, con curiosidad en su rostro.

-Me parece excitante –admití– Nunca hemos estado en un quinteto y en la reunión anterior con sus dos hijos, la experiencia fue intensa.

-Claro que lo fue, si tú quieres amor, ya sabes que soy abierta a todo y más si es contigo –Me sonrió acercando su boca a la mía en un beso que me recordó la noche de pasión que habíamos compartido. Myriam sonrío y agrego– La reunión con Mario como complemento es un formato excitante. Sería la oportunidad de experimentar tu fantasía de la doble penetración, he leído un poco del tema como debo prepararme, sobre todo la higiene y un tipo de enema con aceites que debo usar previo para evitar algún accidente. Quizá podríamos contarle a Sandra esta nueva experiencia si la vivimos.

Mi corazón se aceleró al escuchar eso. “¿Estás segura? No queremos apresurar las cosas. ¿Quizá sería demasiada información para ella no crees? La idea es que ella explore a su propio ritmo.”

Myriam se acercó a mí, la sartén aún en la estufa, y me tomó la cara entre sus manos. “Miguel, si quieres que nuestra hija se involucre en nuestro estilo de vida, tenemos que ser honestos con ella. No la vamos a empujar, simplemente le seguiremos informando.

Acepté con un suspiro, “Tienes razón. Por ahora le contestaré a Juan que aceptamos ir a la reunión.”

Me sentí aliviado y emocionado a la vez. La idea de compartir este nuevo secreto con nuestra hija era aterrador y emocionante. Decidimos mantener la noticia en reserva por el momento, sin revelarle a Sandra la propuesta de Juan. Queríamos que su inmersión en el estilo de vida swinger se diera de la manera más natural y sin presión.

-Amor, hay algo más que quiero confesarte, antes de venir a casa pase a ver a Juan para pedir consejo sobre la confesión a nuestros hijos, y pasaron algunas situaciones.

-¿Situaciones?

Le conté a mi esposa todo lo que sucedió en casa de Juan en ausencia de Martha, todos los tópicos incluido el álbum de fotos, la cara de asombro de Myriam era evidente, también su excitación, pude notar como sus senos se hinchaban.

-Wow! No sé qué decir, lo del álbum me vuela la cabeza y la idea de Mario de hacer realidad su fantasía con su esposa me sorprende mucho, ese chico es algo especial, supera con creces a su papa. Lo de que Juan arregle una reunión con jóvenes swingers para Sandy me parece bien, lo que no estoy segura es si sea buena idea que grabe a Sandra a escondidas es algo que tendríamos que discutir amor.

-¿Estás de acuerdo que sería excitante?

-Si, lo admito, pero no me parece que debe ser a escondidas sin consultárselo, estamos hablando de su privacidad y su sexualidad, además estaría expuesta a que más personas miraran la filmación.

-Tienes razón, no pensé en eso, será un tema a negociar. –Concluí.

Me acerque a la estufa a relevar a mi mujer, nos besamos con pasión, ambos estábamos muy excitados. Myriam fue a poner los cubiertos a la mesa, empecé a freír las pechugas de pollo. El aceite de oliva y mantequilla saltaban al aire y el olor a comida casera se esparcía por la cocina. A mí me gustaba la idea de que la vida continuara su curso, que la rutina se adueñara de la noche, que la conversación volviera a ser común y corriente, que la tensión se desvaneciera a pesar de lo excitado que me sentía.

Justo en el instante que puse las porciones en los platos, escuché el suave sonido de los pasos de Sandra que bajaba las escaleras. Vestía una falda corta que resaltaba sus tonificadas piernas y unas sandalias, su cabello caía en cascadas suaves por sus hombros, su rostro reflejando aun la inocencia que escondía detrás de sus deseos recientemente descubiertos. “¿Que hay para cenar mis amados, divertidos y aventureros padres?” Pregunto con un tono ligero, haciéndome sonreír.

Myriam se volvió a verla y su sonrisa se ensancho. “tenemos pechugas con salsa de tomate, ensalada y espagueti, querida” Le respondió terminando de acomodar los cubiertos sobre la mesa. Le pedí llamara a su hermano para unirse. Sandra asintió y desapareció brevemente, para volver con Enrique, que parecía apenado. Nos saludó y se disculpó por haberse emborrachado la noche anterior y confeso que no recordaba si nos había ofendido o dicho algo fuera de lugar.

Nos sentamos a la mesa, Myriam sirviendo las ensaladas. El aroma del sencillo y delicioso plato inundo el comedor, y por un instante, la tensión parecía disiparse. Ella me sirvió primero, su toque suave y cuidadoso al rozar mi piel y el aroma de su pelo tan cerca de mí era un recordatorio de la pasión que habíamos compartido la noche anterior, mirarla vestir como una ama de casa atendiendo a su familia con tanta dedicación y esmero me hizo sentirme seguro, ella era mi refugio y mi paz.

De pronto de la nada llegaron a mi cabeza imágenes de ella misma en orgias, con otros hombres, con más de un miembro en su boca a la vez, aunado a como la sentí la noche anterior entregada y con palabras vulgares rogándome que la penetrara fue un choque eléctrico que me erizo. Tenía ante mí a nuestros hijos no podía evitar pensar en la confesión que les hicimos, así como la invitación que nos hizo Juan. Myriam se sentó a mi izquierda acariciando mi entrepierna, Enfrente de mi como era habitual estaba Sandra, la iluminación tenue de la lampara de mesa acentuaban la pureza de piel joven de mi hija. Enrique frente a Myriam tomaba agua mineral sin levantar la cabeza.

Comenzamos a cenar, hablando de temas triviales, evitando cuidadosamente el tema de las confesiones. El sonido de los cubiertos chocando contra los platos y las risas inundaron el ambiente. Sandra hablaba de su día en la universidad, sus clases, sus amigos, nos confesó que estaba saliendo con un chico nuevo, no había nada serio aun y que le gustaría invitarlo a casa, y mi mente divagaba imaginando a mi hija en una reunión swinger con jóvenes de su edad. Enrique, por su parte, se limitó a responder de manera monosilábica, claramente afectado aun por la resaca y apenado por su comportamiento y quizá asimilando la “información ilimitada” que le habíamos compartido.

Myriam sin perder la compostura de madre y esposa se unió a la conversación de Sandra, compartiendo anécdotas de su paso por la universidad y se quejó que desde el primer semestre “la secuestré” y fui el único novio que tuvo y no hubo la oportunidad de convivir o llevar a más amigos a casa. La mesa se llenó de recuerdos, risas y calidez.

Mis ojos se cruzaron con los de Sandra de reojo, la sentí vibrando de alegría, sus ojos tenían algunas lágrimas causadas por la hilaridad de la charla, me guiño el ojo en complicidad y apoyo, compartíamos un secreto con ella.

-¿Qué tal el día en la oficina papa? –Pregunto mi hija, intentando mantener la conversación en tono ligero.

-Fue un día normal –Mentí– Trabajando duro, atendiendo reuniones, visita al juzgado, cosas del a día a día.

-¿Y la noche como la pasaron? –Me miró fijamente con cara de picardía.

Myriam se detuvo por un instante, su cuchara a mitad de camino a llevar un bocadillo a su boca, “Ah, la noche… solo un poco de diversión con mama”. Respondí, intentando sonar despreocupado y retomando de alguna forma con naturalidad que entre nosotros ya no había secretos familiares.

Sus ojos se iluminaron. “Fue divertido?, ¿especial?, ¿diferente? Cuéntanos papa” Insistió mi hija con un brillo juguetón en sus ojos.

Mi corazón se detuvo por un instante, me sentí expuesto. “De verdad quieren saber?”. Le respondí, probando terreno.

“Si” dijo Sandra, “me parece que ya nos han contado como son sus reuniones con amigos. ¿Qué tiene de malo que nos cuenten como es entre ustedes?”

Enrique, que parecía aun desorientado, se rio a carcajadas de repente “Pues si hablamos de anoche, tienen que saber que a pesar que estaba borracho y todo me daba vueltas me despertaron con sus gemidos y suplicas”

Sentí que me derretía en la silla, la comida se volvía sabor a ceniza en mi boca. Myriam se puso tensa, su sonrisa se desvaneció. “Que escuchaste?” Pregunto mi hija.

“Escuche que tuvieron una noche loca. No tiene nada de malo realmente, son una pareja casada…”. Enrique se detuvo, su cara se sonrojo. Sentí un nudo en la garganta, mi comida se paralizo en mi boca.

Sandra, sin inmutarse, se reclino en su silla, cruzando sus hermosas piernas. “Enrique, cuéntanos. ¿Qué escuchaste?” dijo, su tono era suave con un brillo algo perverso en sus ojos.

Enrique, se aclaró la garganta. “Bueno, pues… escuche a mama… gemir. Realmente fuerte. Nunca la había escuchado de esa manera, alguna vez escuche rechinidos de cama, gemidos pero su voz con palabras tan claras y tan fuertes… nunca”

Myriam se sonrojo ofreciendo postre, con una risa nerviosa buscando a Sandra “De verdad?” Le pregunto tratando de mantener la compostura.

Sandra asintió con una hermosa sonrisa, “Si, mama. Nunca te había escuchado así, sabía que tenían sexo por el rechinido de la cama, lo de anoche fue de escándalo”.

Myriam se ruborizo aún más, y pude ver una chispa de deseo en sus ojos al buscar los míos, me acaricio nuevamente la pierna y sin decir nada juntos recordamos lo que hicimos. “Lo siento chicos, fue una noche especial” Les dijo a ambos ofreciéndoles una mano a cada uno.

“Por mí no te preocupes, no soy un niño” respondió Enrique, tomando un trago de su gaseosa. “Es solo que… la idea y saber que mis padres sean swingers me resulta… interesante y escuchar anoche a mama me parecido también excitante”.

Hubo un momento incomodo y de silencio, Myriam sirvió los postres y tuve “la brillante” e inexplicable idea de contarles sobre la próxima reunión, me sentía realmente excitado. “Saben? Recibimos un correo invitación de la pareja con la que nos reunimos la última vez, nos invitan a otra reunión”.

Sandra que sabía exactamente de quien se trataba decidió llevarme contra las cuerdas.

-Cual, de las dos parejas, ¿la experimentada o la que iniciaron? –Preguntó saboreando un flan y jugando con la cuchara en su boca.

-La experimenta hija –respondí– La reunión será el próximo sábado y será en un nuevo formato para nosotros.

Sus ojos se abrieron de par en par, la sorpresa era palpable. “Nuevo?”. Preguntó.

“Si” respondí, “Sera un quinteto, es decir; dos parejas y un hombre”.

Sus ojos se abrieron aún más, mi hija mordió su labio inferior y Enrique se atraganto con su bebida. “Un chico solo? ¿Quien? si se puede saber. ¿Ya lo conocían?” Pregunto Sandra con ojos sonrientes como si le emocionara saberlo.

Myriam intervino retirando platos de la mesa “El mismo chico de la vez anterior, en esta ocasión no va a asistir la chica… su pareja” Sandra podía suponer que era Mario el hijo de la pareja.

-¿Nos contaran de esa reunión? –Preguntó Enrique. Myriam y yo intercambiamos una mirada.

-Si ustedes quieren saber, se los contaremos. –Respondí.

-A mí me gustaría saber como fue su experiencia en ese nuevo formato –Expresó mi hija mirándome coqueta y directamente a los ojos.

Mi esposa se apresuró a levantar el resto de los cubiertos dirigiéndose a la cocina seguida por Sandra. Enrique se fue a la sala a jugar con su consola. Me quede un momento cavilando y analizando los acontecimientos de los últimos días cuando Myriam interrumpió mis pensamientos.

-Puedes venir un momento, Sandra desea comentarnos algo.

Instintivamente me asomé a ver a Enrique y lo vi sumergido en su video juego sabía que no había poder humano que lo movieran de ahí en un par de horas y me dirigí a la cocina.

-No he dejado de pensar desde anoche en su confesión y estoy mas que decidida en experimentarlo, y quisiera involucrarme en sus preparativos para la próxima reunión –Nos dijo a boca de jarro.

-Tu madre y yo hemos platicado con respecto a ello y seguimos en la línea de apoyarte y guiarte por supuesto, de hecho, hoy platique con Juan el esposo de la pareja con la que nos reunimos y nos reuniremos en dos semanas.

-¿El papa del chico que será parte de la reunión?

-Si. –En ese momento acepté como verídica la confesión sin en realidad meditarlo– Le tenemos mucha confianza por todo lo que hemos compartido y el conoce parejas jóvenes que podrían interesarte, le conté tu inquietud de probar con otra chica.

-Recuerdo que me sugeriste que quizá sus hijos eran una buena opción con quienes podría tener esa “primera vez”

Me parecía increíble que fuese mi hija la que ahora hablaba por un momento me pareció alguien ajeno o desconocido, incluso sus facciones me parecían diferentes, más mujer, más madura.

-Lo consulte con Juan y no le parece una buena idea ya que… bueno es complicado explicarlo pero Mario no es la mejor opción y su hija aún no tiene la apertura para incluir a más personas, y debo agregar que está casada y no es tan sencillo arreglar otra reunión con ella, quizá con el tiempo si tú decides continuar después de tu primera experiencia se podría organizar algo con ella, y coincido con Juan que todo sea totalmente anónimo con una nueva pareja, en un ambiente discreto y con jóvenes de tu edad.

-Es lo mejor para tu primera vez cariño, deseamos que lo disfrutes y decidas si realmente solo lo quieres hacer como una experiencia o continuar, en ambos casos te apoyamos –Agregó mi esposa acariciando sus hombros.

-Entiendo, y que mejor que ustedes para guiarme. ¿Están de acuerdo que me involucre en los preparativos para su próxima reunión? No saben cómo me encantaría.

-Emm… en qué sentido cariño? –Preguntó Myriam mientras le acariciaba y acomodaba el cabello como lo hacía desde que era pequeña antes de dormir.

-En lo que ustedes me quieran involucrar, si están de acuerdo que sea en todo mejor para mí, ya saben mi opinión acerca de la ropa, la decoración, conozco de maquillaje. Quisiera aprender de ustedes, ser su ayudante, aprender del maestro y la maestra –Su sonrisa era pura inocencia, o al menos eso creía.– Me gustaría tener más detalles, como son sus amigos, sus hijos, como ellos se involucraron como familia, me parece interesante y sobra decir que excitante… ustedes saben más que yo, ¿que los prende a ustedes?

-Tengo una idea hija, quizá no debamos ser tan explícitos, poco a poco, después de tu primera experiencia te prometo que seremos aún más abiertos y también nos interesa que nos cuentes como fue esa primera vez. –Sugerí.

-¿Y la idea es? –Pregunto

-Igual que la reunión anterior, que nos ayudes a elegir una ropa sexy para tu mama, todo el atuendo, desde zapatillas, que nos acompañes a la tienda a donde lo adquirimos, que de hecho es una sex shop –Le sugerí.

-Eso es algo que me pareció excitante de su confesión, los preparativos y las emociones que sienten antes de cada encuentro –Nos dijo mirándonos a ambos con ojos vibrantes.

-Es parte de la excitación Sandy –Le informo Myriam.

-¡Me gusta la idea! Los acompañaré a elegir la ropa y quizá me sugieran que ropa usar en mi caso para mi primera reunión.

-Si y que tu papá nos ayude con la elección.

-¿Qué les parece una sesión de modelaje? Podría estar presente el bobo de Enrique, finalmente ya vio a mama salir muy sugerente para una fiesta. –Sugirió con frescura Sandy.

-No me parece mala idea –Acerté a decir, la excitación de nuevo me ahogaba este era un escenario que jamás imagine, podría ser la gran oportunidad para ver a mi hija con ropa sexy y ver la reacción de Enrique.

-¡Trato hecho! ¿Cuándo iniciamos? –Pregunto Sandy.

-Aún quedan dos semanas, hoy confirmare la asistencia a nuestra reunión y tendré más información sobre la temática, te lo informaremos hija, y de paso le pediré a Juan que organice tu reunión. –Concluí dándole un beso en la frente en señal de despedida– Me iré a descansar ha sido un día pesado.

Deje a mi hija con su madre, pase a despedirme de Enrique en realidad necesitaba estar solo y relajarme, me di una refrescante ducha, me puse mi pijama para esperar a mi mujer y me quede profundamente dormido.

En algún momento pasadas quizá un par de horas sentí a mi mujer a un lado mío recostada y masturbándose, sin abrir completamente los ojos me pareció excitante mirarla como se chupaba los dedos y los metía entre las cobijas hacia su vulva, no quise interrumpirla, fingí seguir dormido, sentí claramente sus estremecimientos sordos, no sabía a ciencia cierta cuanto tiempo tenía masturbándose, pero le conté al menos dos orgasmos desde que la descubrí.

Durante la semana que siguió, la vida en casa se mantuvo en su ritmo acostumbrado, sin embargo, la atmósfera tenía una tensión erótica. Cada noche, Myriam y yo no pudimos evitar la tentación de hablar en la cama acerca de la revelación de Sandra y su anhelo de experimentar nuestro estilo de vida. Nuestras fantasías se expandían, imaginando a nuestra hija inmersa en la escena que una vez pensamos que era solo para nosotros.

El sábado por la tarde habíamos acordado ir a la sex shop, Sandra en pocos días elevo su libido, de ser una universitaria deportista e hija de familia, vestir con pants deportivos, shorts y calzado cómodos, a salir ese día de su habitación con un short extremadamente corto que apenas le cubrían las nalgas y una blusa suelta que hacían notar sus generosos senos y dejando además a la vista su ombligo y su vientre plano, con su figura atlética se veía espectacular con ese atuendo.

Jamás imagine que mi hija iría a una sex shop y menos en compañía de nosotros, y la idea de que lo hiciera con esa ropa que la hacía lucir tan tentadora, era una combinación que a mi esposa y a mi nos ponía nerviosos. Aunado a eso Myriam le sugirió que usara unas zapatillas casuales con plataforma en lugar de sus zapatillas deportivas, mi hija acepto sin dudarlo.

Salimos de casa. En el coche, la conversación fue tensa, los tres estábamos ansiosos. El sex shop está dentro de un concurrido centro comercial discretamente ubicado al final de un pasillo, era necesario pasar por tiendas de ropa y quioscos de venta en los pasillos del mall, Sandra se movía con la gracia de una gacela, atrayendo miradas de algunos hombres e incluso mujeres que se cruzaron en su camino. Entramos a la elegante tienda, que olía a cuero, seda y perfume exótico, afortunadamente por la hora, no había clientes en la sala principal, lo que me permitió sentir un alivio temporal. Había 3 empleados a la vista, una chica y dos chicos.

Los ojos de Sandra se abrieron de par en par al ver la gran variedad de artículos que ofrecía la tienda. Había juguetes eróticos en todos los tamaños y formas imaginables, lencería provocativa colgando de perchas, y estanterías repletas de DVD y revistas que en la actualidad inexplicablemente aún existían.

Sandra caminó por el pasillo central, examinando todo con curiosidad, a veces deteniéndose a leer la descripción de un producto. A medida que caminamos por la tienda, Sandra se movía con gracia, su short resaltando cada movimiento de su cadera, y su blusa se abría levemente con cada paso. La chica del mostrador, cuyo uniforme sugerente no pasó desapercibido, se acercó a nosotros y, con una sonrisa en los labios, nos ofreció su ayuda. “¿Es su primera visita?” Preguntó. Mi esposa y yo con la boca seca le contestamos que ya habíamos venido antes. “¿Tienen alguna idea de lo que buscan?” Nos consultó, y Sandra respondió sin rubor: “Queremos ver ropa sexy para una despedida de soltera”.

La chica asintió y, tomando a Sandra por el brazo, la guio a el área de lencería en la que colgaban centenares de conjuntos.

Mi esposa y yo la seguimos con cierta timidez, aún sin creer que nuestra hija estuviera allí, en una tienda para adultos, eligiendo ropa atrevida para su mama y quizá para ella misma. De repente, Sandra detuvo su marcha ante un maniquí que portaba un liguero de cuero y un corset ajustado que dejaría a la vista los pezones. Nos miró a los dos, y su rostro se tornó entre tímido y aventurero. “¿Qué les parece?” preguntó, con sus mejillas sonrojadas. La dependienta, con un tacto experto, empezó a mostrarle opciones: “Este sería ideal, se adhiere perfecto al cuerpo y resalta tus curvas”, decía, o “mira este color, te quedaría genial. ¿Las dos necesitan atuendos?” Preguntó.

Sandra respondió con tono seguro: “Sí, primero mi amiga Myriam, que es la que se va a casar soy su Wedding Planner (Organizadora de Bodas). Y él es Miguel el afortunado novio, me gustaría para ella algo que la haga sentir sexy y divertida en su despedida de soltera”. La chica del mostrador asintió, entendiendo la situación, y continuó mostrando opciones de lencería cada vez más atrevida.

Mientras mi esposa y yo observábamos, intentando no mostrar nuestro asombro y sorprendidos de como nuestra hija manejaba la situación y la volvía divertida, por dentro moria de risa por su ocurrencia de presentarse como la organizadora de nuestra boda. La conversación con la vendedora se centró en cuáles serían las mejores opciones para que Myriam deslumbrara en su fiesta.

“Me gustaría algo más sexual para mi clienta” Pidió Sandra, me estaba excitando mirarla con su diminuto short, caminaba al lado de la vendedora sus hermosas piernas me volvían loco.

Sentí que mi corazón latía más rápido al escuchar la petición de Sandra. La vendedora le guiño un ojo y asintió, conduciéndola a un rincón exclusivo de la tienda. La sección de lencería se tornaba aún más provocativa, con encajes que se adherirían a la piel y diseños que dejarían al descubierto la imaginación. La chica cogió un par de conjuntos “¿Qué tal este?” dijo, mostrando un body transparente con detalles en terciopelo rojo que resaltarían la piel de mi esposa. “Sí, este sería perfecto. Myriam ama el rojo, y estoy segura de que le encantará”. La conversación siguió, y la tensión sexual en la tienda se volvía aún más densa, con cada prenda que la chica presentaba. La confianza de mi hija en este entorno me sorprendía, y no pude evitar sentir un extraño cosquilleo en el estómago al verla tan segura.

La vendedora les mostró la sección de probadores y las tres desaparecieron detrás de la cortina.

Sali y me senté en una silla afuera en la parte principal de la tienda, intentando mantener la compostura. Mirando a mi alrededor, me di cuenta que entraron nuevos clientes, algunas venían en parejas y otros eran hombres solos, los empleados estaban atrás de un mostrador de cristal en cuyo interior había todo tipo de artilugios y accesorios sexuales. En el pasado mi esposa y yo habíamos ido exclusivamente por ropa, de hecho, era una tienda recurrente de nuestros amigos del ambiente.

No era la única sex shop de la ciudad, pero si la más exclusiva sabía que incluso tenía unas secciones privadas que en el pasado eran para trasmitir películas clasificación xxx, en la actualidad me habían informado que tenían otras funciones. Era como si fuesen dos tiendas o escenarios.

A la otra sección jamás tuve curiosidad por entrar ya que mi cuota de perversión la tenía cubierta en el ambiente swinger. Vi que entraron algunos chicos, pero no vi que entrase alguna mujer. Decidí regresar para estar más cerca de mi familia, no podía evitar escuchar sus risas suaves detrás de la cortina que conducía a los probadores. Finalmente, la cortina se abrió, Sandra salió y me pidió entrara para que mirara los atuendos que mi esposa había elegido, Myriam salió del probador luciendo un liguero que resaltaba su figura y unas bragas transparentes que me dejaron sin aliento. Sandra la miraba con una sonrisa orgullosa y dijo: “¿Ves? Le queda de maravilla”.

“¿Te gusta, amor?” Preguntó Myriam.

“¡Me encanta!”, le respondí.

“¿Que me sugieres para acompañar a mi clienta en su despedida de soltera? Me gustaría algo sexy de acuerdo a mi edad”, Pregunto mi hija a la empleada. “Si me permites Sandy te puedo ayudar a elegir” le sugirió mi esposa siguiendo el juego a nuestra hija. Decidí darles intimidad y salí nuevamente a la sala principal de la tienda, paseando por entre las estanterías, examinando los juguetes eróticos que brillaban con las luces tenues.

Pensando en mi hija probando ropa sexy y mi esposa guiando sus elecciones, mi imaginación empezó a volar, y no pude evitar sentir un calor que se extendía por mi miembro, que ya empezaba a endurecerse en mi pantalón. Dejando que mi mente se llenara de imágenes vividas de lo que podrían estar pasando detrás de aquella cortina, me dediqué a explorar la tienda.

Aproveché para platicar con uno de los vendedores y le pregunte si aun funcionaban los privados o era solo otra sección de la tienda en donde había otros artículos ya que vi que otro grupo de 3 chicos entraron.

“Si, es privado para asociados con membresía” me contesto.

“De que se trata?” Pregunte realmente intrigado

“Son dos salas para Glory Hole y un cuarto oscuro. ¿Sabe a qué me refiero?”

“Bueno, Glory Hole si conozco el termino, son orificios en la pared en donde hombres introducen sus miembros para recibir sexo oral, y el cuarto oscuro no tengo la menor idea, pero me lo puedo imaginar” Respondí, en algún club swinger que visitamos existen las salas de Glory Hole.

“Bien, el cuarto oscuro funciona después de las 8 de la noche y es exclusivo para Gays, y las dos salas para Glory Hole una es gay y otra es para heteros” Me respondió de forma profesional el vendedor.

“¿Esas dos salas están ahora abiertas?” Pregunte

“Si, desde las 2 de la tarde”

“Disculpa, no quiero ser indiscreto, solo he visto que entren hombres, ¿entiendo que realmente el tema es gay?

“Mayormente señor, aunque algunas parejas vienen más tarde, entre los asociados se ponen de acuerdo, ¿le interesa una membresía?” Me ofreció

“¡Ho no! Solo curiosidad. ¿Puedo echar ahora un vistazo?” Pregunte

“Es exclusivo, lo siento, de hecho, la entrada es digital no tenemos acceso o control solo los asociados lo pueden hacer y el personal de limpieza al abrir y al cerrar la tienda, todo es anónimo una vez ingresando. ¿Le activo una membresía? solo son 300.00 dólares anuales para hombres y $ 200.00 dólares para parejas, es decir los dos pueden entrar se les asignan dos códigos y las chicas solas la membresía es gratuita… y perdone mi atrevimiento. ¿Las dos chicas que le acompañan son algo de usted?” Pregunto tratando de ser cuidadoso.

“Es mi… futura esposa y una amiga de mi esposa que está organizando nuestra boda” Seguí mintiendo con el juego creado por mi hija

“Bueno, por $ 200.00 dólares podrían tener acceso las tres personas a partir de hoy ¿que le parece?”

“Cuál es tu nombre chico?”

“Brian, señor”

“Brian, eres un excelente vendedor, créeme que lo tomare en cuenta”

“Disfrute la tienda señor, si necesita algo no dude en contactarme” Me extendió su tarjeta.

La vendedora, salió de la sección de ropa y me pidió la acompañar a petición de mi esposa.

Cuando entré a la sala de probadores, Sandra se encontraba parada delante del espejo, luciendo un atuendo que la hacía ver simplemente espectacular. Había escogido un liguero y bragas de cuero brillante, que ceñían su figura con un encanto irresistible, y un par de zapatillas altas con tacón que la hacían ver más alta y le daban un aire dominante y sensual. “¿Qué piensas, Miguel?, quería saber tu opinión” Me miró con ojos brillando de emoción y curiosidad. “¿Crees que este sería un buen look para la despedida de soltera de Myriam?” Su tono sugerente y su postura me dejaron sin aliento por un instante.

Cuando mi hija se dio la media vuelta, pude apreciar que el atuendo se metía audazmente entre sus nalgas, resaltando cada curva de su figura esbelta. Su piel brillaba a la luz tenue de la tienda, y cada movimiento que hacía con sus caderas hacía que la tela se ajustara aún más a su redondo culo. La prenda se deslizaba de una manera que acentuaba cada contorno, mostrando la separación perfecta de sus nalgas y la suave piel que se escondía debajo de la tira delantera.

Sus senos, ya de por si voluminosos, parecían querer escaparse de la diminuta prenda que los sostenía, a cada respiración que daba, se notaba el esfuerzo del encaje por contener la carne que amenazaba con salir. Su rostro se iluminó al ver mi reacción, su sonrisa sugería que sabía el impacto que causaba en mí.

Traté de reaccionar, evitando que notara mi turbación. “¡Mierda!, Sandra, vas a causar estragos en la fiesta de Myriam, ya debes saber que eres hermosa y te ves espectacular”, respondí, sin poderme contener. El espejo reflejaba su silueta, la tela del liguero y las bragas se ajustaban a su piel, resaltando cada contorno de su figura atlética. La habitación se llenó de un silencio cargado, en el que solo se escuchaba el suave sonido de sus pasos al andar y la respiración agitada de mi esposa y la mía. La intimidación que sentí en la tienda se transformó en una extraña combinación de orgullo y nerviosismo al ver a mi hija tan segura de sí, jugando con su sexualidad de una manera que jamás hubiera imaginado.

Agradecimos a la chica por sus atenciones, mi esposa y mi hija se pusieron deprisa la ropa con la que habíamos entrado. Con un paso ligero, cruzamos la tienda, pasando por delante de los clientes que miraban a mi hija con disimulado interés. Llegamos a la caja, atendida por el joven vendedor, Brian. Él sonrió al vernos y dijo: “¿Todo listo para la fiesta? la tensión en el aire se intensificó a medida que Brian escaneaba los artículos sin dejar de ver a mi hija y a mi esposa con cierto morbo.

Finalmente, el total fue calculado y mi esposa pagó con su tarjeta de crédito. A medida que salíamos, la vendedora nos deseó suerte en la despedida de soltera otorgándonos un guiño sutil. “Gracias, lo pasaremos de maravilla”, le dijo mi esposa con una sonrisa, y la puerta de la tienda se cerró detrás de nosotros, sellando la experiencia y el secreto que ahora compartíamos los tres.

Caminando por el bullicioso centro comercial, mi hija, se movía sensual y despreocupada, su corto short ajustado se movía con cada paso que daba, provocando que sus nalgas se contonearan de una forma que era imposible de ignorar, se movía con una sensualidad descarada, era difícil pasar desapercibida. Su actitud era evidente, disfrutaba ser el foco de atención y que los desconocidos la admiraran. Con cada paso que daba, sus caderas se balanceaban de un lado a otro moviendo su respingado culo.

Nunca me hubiera imaginado que mi hija tuviera una libido tan parecida al nuestro, que le gustara exhibirse y sentir los ojos de los demás encima. La miraba caminar y no podía evitar sentirme orgulloso de la persona que se había convertido. La confianza con la que se exhibía era en cierto sentido familiar, ya que mi esposa y yo solíamos disfrutar de ese tipo de atención en las fiestas swingers a las que asistíamos.

De repente, Sandra se detiene y me mira con ojos desafiantes, “¿Papá, en serio te gustó la ropa que elegí, no está muy atrevida?” Me acerque a ella, tomando su cintura, “Me encantó, bebe, te ves espectacular. Deberíamos celebrar que ya eres una adulta que se atreve a disfrutar de la vida”. Las invito a tomar un aperitivo antes de ir a casa.

“Buena idea, un aperitivo suena fantástico”, dijo Sandra, regalándome una hermosa sonrisa.

Decidimos ir a un bar cercano que solíamos frecuentar con nuestros amigos del ambiente. Al entrar, la atmósfera sensual me recordó nuestros juegos del pasado y mi imaginación se disparó con la idea de que mi hija de alguna forma ahora formara parte de este mundillo. Nos sentamos en un rincón discreto, y pedimos unas bebidas. Sandra y mi esposa reían divertidas sobre la actuación que tuvieron en la sex shop y el estar ahí con nuestra “Organizadora de Bodas” tomando una copa.

Mi hija nos preguntó si íbamos frecuentemente a esa tienda “¿Sabes? No la hemos visitado en un buen rato” Le contesto Myriam. “De hecho fue una de las primeras tiendas a las acudimos a comprar ropa o algún juguetito”, agregue sonriendo ante su inocente curiosidad.

Myriam le pregunto a mi hija que como había adquirido el consolador que nos confesó usaba

“¿De dónde lo sacaste?” Pregunté también intrigado.

“Oh, una amiga me lo dio cuando cumplí 20. Me dijo que era perfecto para probar cosas… sin compromisos”, dijo Sandra, bajando la mirada a su vaso y sonrojándose ligeramente.

Mi esposa se río suavemente, “¿Y qué tal la experiencia?”

“Ha sido interesante, la verdad. Aprendí bastante”, respondió con una media sonrisa, levantando la mirada y desafiando nuestros ojos.

Mi hija tomó un trago de su bebida, aclarando su garganta con un susurro y dijo: “¿Saben? Estuve a un paso de pedirles otro regalo allí en la sex shop, un consolador que vi. Pero me dio pena”. Nosotros intercambiamos miradas divertidos. “¿Y qué te detuvo?” Pregunté, intrigado por saber cuáles podrían ser las limitaciones que mi propia hija se autoimponía ya que todo el día se había mostrado abierta a cualquier situación. Ella se río un poco y respondió: “Creo que la gente que estaba en la caja me cohibió”.

Mi esposa, que ya se estaba relajando y disfrutando de la conversación, le dijo: “Sandy, si quieres un consolador o lo que sea, solo dilo. No hay nada de que avergonzarse.

Sandra se sonrojó aún más, “Bueno, no es que quiera que la gente sepa que lo use, mamá”, dijo en un tono tímido.

“Por supuesto, cariño, tu intimidad es sagrada. Pero si alguna vez quieres hablar de ello o de… cosas similares, no dudes en acercarte. Eso es lo que somos, una familia que se apoya”, le dijo mi esposa.

Sentando la base para que mi hija se sienta segura y apoyada en su exploración sexual, mi esposa sugirió: “Si hay alguna otra oportunidad, cariño, te lo compro yo, o si tienes pena, lo pido por Amazon, no hay de qué preocuparse”. Sandra sonrió, apreciando la oferta, “Gracias mamá, tal vez lo hagamos la próxima vez que vayamos a la sex shop”. La conversación continuó con un tono ahora más ligero y divertido, hablando de los consoladores y la variedad que hay en el mercado, las risas y comentarios subidos de tono llenaron el aire.

“Tenemos que ir pronto a la tienda de nuevo, mamá”, dijo Sandra

“Claro que iremos”, respondió mi esposa.

“En la actualidad hay mucha apertura, no hay de que sentirnos apenados le dije a mi hija, ahí mismo en la sex-shop hay un mundo oculto, platiqué con uno de los vendedores y me conto que hay unas salas especiales en donde hay algún tipo de actividad sexual”. Les confese

Mi esposa y yo intercambiamos una mirada que decía “¿estamos realmente teniendo esta conversación?” Sin embargo, la emoción en la cara de Sandra era evidente. Ella se ajustó el asiento en el banco, cruzando y descruzando las piernas, lo que solo sirvió para resaltar aún más su atractivo. “¿De verdad, papá? Hay lugares en la tienda para…”, se detuvo, buscando las palabras adecuadas. “Sí, cariño, hay salas privadas en la que la gente se reúne para… divertirse”, le expliqué, evitando ser demasiado explícito. Ella asintió, sus ojos brillaron de curiosidad

“Es como un club, pagas una membresía en la sex shop y tienes acceso a esas áreas, en algún sentido tiene que ver con el ambiente swinger, aunque está encaminado a otras variantes, como el sexo en general o las relaciones gays”

“¿De verdad?”, exclamó Sandra, intrigada por la revelación. “¿Y cuáles son esas variantes?”

Mi esposa y yo intercambiamos una mirada de duda, no sabíamos si debíamos continuar con el tema o si ya habíamos ido demasiado lejos. “Bueno hay cabinas temáticas”.

“Que son las cabinas temáticas en una sex shop?

“Son lugares privados en la tienda, que las personas alquilan para disfrutar de experiencias sexuales específicas” Trate de explicar.

Sandra me miraba con ojos que no se podía negar que ya no era la inocente adolescente que creíamos. Estaba creyendo en su sexualidad y la curiosidad que sentía por la escena swinger era evidente. “¿Y tienes que ser swinger para ir a esas salas?”

“No, cariño, no son propiamente swingers son personas que van en busca de sexo en general”, dijo Myriam

“Bueno, al fin y al cabo, es solo sexo, y si la gente quiere divertirse de maneras un poquito loca, es su decisión”, respondió Sandra con una sabiduría que me sorprendió.

“En clubs swingers hay cabinas temáticas y se llaman Glory Hole, a algunas parejas les gustan esas prácticas, nosotros jamás hemos participado, pero son especificas en club swingers. En el caso de la Sex Shop venden membresías para ingresar a esas cabinas, de hecho, me informaron los precios para hombres solos, parejas y las chicas o mujeres solas entran gratis.”. Le informe.

“Y que sucede en los Glory Hole”. Pregunto mi hija con los ojos muy abiertos.

“En esas salas, la idea es que haya orificios en la pared, por el que uno o varios miembros masculinos introducen anónimamente sus penes y la persona del otro lado, que tampoco se ve, les brinda sexo oral. Es un concepto discreto y anónimo que a mucha gente les gusta probar, por ello hay cabinas para gays y otra para heterosexuales, para las parejas hay un descuento y las chicas solas, bueno, no pagan, es gratuito para ellas”, Le expliqué, intentando ser lo más franco y sincero.

Su curiosidad se intensificó aún más, “¿Por qué no pagan las chicas?”

“Por la misma razón que en los club swinger no pagan derecho de membresía o acceso hija, es muy reducido el número de mujeres que participan o tienen esa fantasía como singles, comúnmente son parejas en el ambiente las que gustan de ese tipo de salas aun así son un número reducido en el caso de sex shops por ello pagan una cuota menor, y en el caso de hombres se les cobra una cuota mayor ya que son la inmensa mayoría, además están las salas gay en el mismo concepto con la variante que son hombres con hombres, el que está al interior de la cabina como los del exterior.” respondí

“¡Wow!, estoy en shock todas las opciones y posibilidades es un mundo que no sabía que existía, les agradezco que me lo estén mostrando, confieso que es excitante, muy hardcore en el caso de las cabinas para mí, aun así, algún día me gustaría mirarlo como espectadora solo por curiosidad. ¿Podemos en alguna futura visita… verlo?” Me sorprendió con su respuesta.

“Solo si pagamos la cuota de asociados”, Le recordé.

“Quizá en un futuro, después de tu fiesta de iniciación” Comento mi esposa

“En nuestra próxima visita a la sex shop pagare la membresía anual que me ofrecieron y nos registraremos los 3, quizá sea buena idea echar un vistazo” Les sugerí.

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