Mi Vecina y Familia 01

heranlu

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Todo comenzó cuando la vecina de arriba Doña Eugenia quedo viuda, era una buena hembra y siempre me había llamado la atención, unos pechos abundantes y un buen culo, sus 60 años los llevaba muy bien, alguna paja ya me había dado pensando en ella, pero nuestra relación era solamente de buenos vecinos. A los pocos meses de la muerte de su marido, tuvo un problema con con las cañerías de su casa y el agua pasaba hasta mi casa, así que subí para ver cuál era el problema, la señora está nerviosa porque no sabía que hacer y se lamentaba de los problemas que me estaba causando, iba con una bata con un buen escote y enseguida mis ojos se fueron a semejantes monumentos, casi no escuchaba sus lamentos solo me imaginaba en comerme esas tetazas una y otra vez, cuando volví en si la abrace tiernamente y le dije que no se preocupara que yo me encargaba de todo, desde allí mismo llame al seguro de la casa y ellos se encargarían de todo. Me lo agradeció mucho y ya más tranquilos me invito a tomar un refresco y comenzó a contarme su vida, que si sus hijas no la visitaban, que se encontraba muy sola que ya era muy vieja. a lo que le conteste que de vieja nada que estaba muy bien y siempre que me necesitara que solo tenía que llamarme, cosa que le hizo que se le iluminara la cara y que me diera un buen abrazo, y note como sus pezones de habían puesto duros y mi pija de comenzaba a empinar, pero por ese día ya tuvimos bastante.

Nada más bajar a casa ya comencé a idear que esa hembra tenía que ser mía, comencé por hacer el encontradizo con ella, y cada día la notaba más contenta, me llamaba con frecuencia con cualquier excusa y cada vez con más familiaridad nos tuteamos y yo más efusivo, le encantaba que le dijera lo bonita que estaba. Llego su cumpleaños que me había anunciado con antelación y me invito a subir allí estaban sus hijas y sus nietas, ellas me agradecieron las atenciones que tenía con su madre, Eugenia estaba preciosa con vestido ajustado que le resaltaba sus lindas tetas y su hermoso culo, yo todo contenido porque estaba para comérsela aguante como pude. Cuando ya se hizo tarde me baje para mi casa más caliente que un mono, con sus hijas las que de nuevo me agradecieron y me pidieron que cuidara de su madre, cosa que en mi mente lo tenía muy claro. Desde mi ventana vi que se iban, puse en marcha todo mi plan. Le había comprado un ramo de rosas rojas que sabían que le gustaban y subí de nuevo. Eugenia se llevó una sorpresa cuando me vio de nuevo y más aún cuando vio el ramo de rosas, no sabía qué hacer ni que decir, yo aproveche para abrazarla bien fuerte e intentar darle un beso en la boca, cosa que rechazo nerviosa, lo siento me dijo suavemente ya sabes que soy muy religiosa y el sexo es casi todo pecado, a lo que le conteste que era una mujer bien linda y que se estaba perdiendo lo mejor de la vida que tenía el derecho de disfrutar de la vida plena, así quedo la cosa, le di un beso en la mejilla y me fui para casa con calentura y enfadado, cosa que ella noto.

Para aliviarme un poco me puse una peli porno de mujeres maduras cuando suena el timbre, abro y allí estaba Eugenia ahora el sorprendido era yo, casi no me salían las palabras, hasta que la invite a entrar, la peli seguía corriendo así que los gemidos se oían desde la puerta y me pregunto que si estaba con alguien no, no balbucee es solo una peli, la hice pasar, seguía con el vestido que tanto me excitaba, nos sentamos en el sofá y quite la peli. Comenzó por pedirme perdón por la brusca que había sido, que así la habían educado, que solo había tenido sexo con su marido y de vez en cuando, le pregunte que si había tenido algún orgasmo en su vida, se puso colorada pero moviendo la cabeza él no era la respuesta. La abrace cariñosamente y hablar de sexo de sus placeres y lo bueno que es para la salud, ella me confeso que no sabía nada solo abrir las piernas y que su marido se la metiera y cuando se corría se quitaba y a dormir, además que ya era vieja para esas cosas, pero que conmigo se sentía que algo le pasaba por su cuerpo, que había notado que su vagina se humedecía cuando yo la tocaba y que ahora estaba así. Puse de nuevo la peli para que viera como mujeres mayores que ella se lo montaban mientras le acariciaba el cuello, ella no perdía detalle de la peli mientras comenzaban unos suaves gemidos , no sabía que se hacían esas cosas me susurro y más le conteste, el sexo es bello, mientras esta vez si que le pude besar los labios suavecito a principio y respondió mientras mis manos ya acariciaban su tetas por encima del vestido y enseguida note como los pezones se le ponían duros, baje mi lengua por su cuello y los gemidos fueron a mas, le puse sus mano en la bragueta para que notara como se había puesto mi pija al principio con miedo pero ya no la soltaba, nos levantamos del sofá y a apreté bien sujeta para que su coñito nota mi polla mientras que nuestras bocas se fundían cada vez más, mis manos en sus nalgas y ella bien abrazada casi ni me dejaba respirar. Le fui bajando el vestido y allí estaba mi diosa con la bragas mojadas y sujetador a punto de estallar, no hablaba solo gemía, me intento quitar la camisa cosa que le tuve que ayudar y me quite los pantalones y mi boca fue directa a sus tetas y mi mano a su coño que estaba empapado ella torpemente busca mi polla hasta que la encontró bien caliente.

La lleve para la habitación y la tumbe cuando me quite el calzoncillo exclamo que nunca había visto una cosa así, le baje sus bragas y tuvo intención de taparse su rajita le sonreí y le quite el sujetador, allí estaba Eugenia desnuda, era como si fuera la primera vez así que actué con mucha delicadeza, primero lamiendo sus tetazas y sus pezones que como me imagine eran tremendos, duros y color café, mientras acariciaba su coño peludo, solo gemía y gemía, ahora vas a saber lo que siente una mujer mientras le abría sus labios vaginales y comencé a darle una buena lamida, tenía un clítoris grueso así que ataque sin piedad los gemidos ya eran gritos ¡ me gusta me gustaaaaa ¡ sigue cabron sigue así, sin dejar de acariciar las tetas note como le venía un flujo delicioso y su cuerpo se arqueaba, follame gritaba como una loca métemela toda yo seguí trabajando el clítoris hasta que saco el ultimo jugo, cayo como desmayada . Me acosté a su lado y me miro complacida, lo que me he perdido dijo y le conteste esto solo acaba de empezar, cogió mi polla y comenzó a pajearla como me imagine no había chupado una polla en su vida, así que se la ofrecí, al principio la rechazaba porque decía que le daba asco, pero la comenzó a besar, luego a pasar la lengua y así hasta se metió el capullo y poco a poco le fue cogiendo gusto, me gusta dijo la muy zorra esta rica mientras volvía a tragársela toda, cuando ya estaba bien armada de nuevo se la saque de la boca y apunte a ese coño tan rico, y de un solo golpe se la metí hasta los huevos, y como se puso se movía, subía su culo para que entrara mejor. dale fuerte cabron dale fuerte y un mete y saca cada vez con más fuerza hasta que de nuevo sentí como se corría y le di una buena ración de mi leche y así nos quedamos un buen rato, Eugenia tenía una cara maravillosa y de sus ojos salieron unas lágrimas de felicidad y yo feliz de darle una gran follada. Estuvimos toda la noche hasta que caímos rendidos de tanto follar.

Desde aquel día, siempre que subía a su casa ya me esperaba solamente con la bata y con una buena mamada es como me recibía, poco a poco la fui introduciendo en más prácticas sexuales hasta convertirla en mi puta, , probo mi leche y le encanta así llevamos varios años.

Un día cuando estábamos en unos de nuestros encuentros sin avisar apareció una de sus hijas.
Eugenia eran una maravilla y un día cuando le estaba perforando su hermoso culo apareció su hija mayor de 40 años, tenía un cuerpo semejante al de su madre , la situación fue impactante, ella en la puerta de la habitación viendo como su madre follaba como una loca, ninguno de los dos supimos cómo reaccionar, Eugenia ni se había dado cuenta, se echó las manos a la cara y se marchó, como podéis imaginar mi polla sufrió un bajón, cosa que molesto a mi puta, pero enseguida lo arreglo dándome una buena mamada y así termine descargando toda mi leche dentro de su culo.

Estuve unos días pensativo puesto que ya nuestro secreto se había descubierto y le preguntaba a Eugenia si sabía algo de sus hijas, ella al principio se extrañó de ese interés pero nuestras vidas y nuestra relación siguieron siendo esplendidas pues mi alumna era muy aplicada.

Una buena tarde estaba en casa leyendo relatos eróticos que me encantan cuando llamaron al timbre, sabía que no era Eugenia pues se había marchado de viaje a ver unos familiares, cuando abro era Isabel, la hija que nos había sorprendido mientras culeaba a su madre, me pregunto que si podía pasar para hablar conmigo, la verdad que no quedaba otra que afrontar la situación. La hice pasar y le prepare un café para intentar romper el hielo. Cuando estuvimos sentados comenzó a llorar y no sabía por dónde empezar, después de una café y unas copitas de orujo de hierbas se tranquilizó un poco, me dejo muy sorprendido al darme las gracias por lo mucho que cuidada de su madre, que había cambiado mucho, se arreglaba todos los días, salía más de casa, se mostraba cariñosa y la veía feliz y que ahora se explicaba ese cambio, tan apenas sabía que decirle pero también estaba muy bien con las atenciones que recibía.

De nuevo comenzó a llorar y me comenzó a contar su vida, que era ella quien ahora lo estaba pasando muy mal, su marido se había ido con una jovencita, su hija se había ido de casa con mala gente y también ella se sentía muy sola que casi tenía envidia de su madre, me recordó la escena que presenció y al principio se enfadó, pero que después por la noche en su cama se imaginaba que era ella y no su madre la que estaba siendo culeada y se hizo una buena paja como nunca.

La mire a los ojos y la bese en la frente, pero ella busco mis labios, nos fundimos en un enorme beso y su lengua sí que sabía actuar y uno con más de una semana sin sexo, estaba bien caliente. Continuamos acariciándonos como locos, que hambre tenía Isabel, quiero que me comas toda, que me folles bien follada que hace mucho que nada entran en mis bajos, así que se quitó la blusa y aparecieron sus tetas al aire con unos pezones desafiantes, los cuales ataque con toda mi ansiedad, los pezones duros me vuelven loco, ella apretaba su cabeza contra sus tetas mientras mis manos entraban entre sus bragas para encontrar una vagina bien mojada

Nos desnudamos mutuamente y la cara la tenía como una fiera en celo, la tumbe en el sofá y fue directamente a mi polla, no hubo que darle indicaciones, cómo la comía la muy zorra se la tragaba toda, en unos instantes estábamos haciendo un 69 brutal. Después de mamarnos mutuamente un buen rato tumbados para coger un poco de aire, se puso encima y se clavó mi polla en su coño comenzando a cabalgar moviendo su culo y yo amamantando sus tetas con ansiedad, hasta que tuvimos un orgasmo descomunal, que manera de sacar fluidos, hasta que comenzó a besarme mis tetas y nuestras lenguas se fundieron de nuevo.

Estuvimos en rato en silencio recreándonos con el polvo que nos habíamos dado, cuando al oído me dice, “quiero que me rompas el culo como a mi madre”, la bese y nos fuimos para la cama, sin decirle nada se puso a lo perrito, le metí mis dedos en su rajita para mojarlos y le introduje un dedo por su culo , estaba muy estrecho y me dijo que suavecito que era virgen de ese agujerito, así que comencé a acariciar su clítoris mientras lamia su espalda, poco a poco fue entrando un dedo, ella decía que le dolía un poco, le respondí con un buen pollazo en su coño, cosa que agradeció, así que la follaba mientras ya entraba el segundo dedo mojado con sus jugos y los míos, ya tenía huequecito para entrara el capullo, ahí lo apunte, lo comencé a meter y gritó que le dolía mucho, esperé a que se acomodara y poco a poco fue entrando, paré para que lo sintiera y que se fuera relajando, cuando note que era ella quien apretaba, que ya no le dolía y que estaba sintiendo un gusto especial, eso me animo para seguir bombeando ya entraba con más suavidad, cosa que le encanto, comenzó a gemir a gritar,” sigue métela toda hasta los huevos”, así que continúe a buen ritmo, mis huevos chocaban en su nalgas y agarrado a su cintura le di bien duro hasta que estuve a punto de venirme, quiero tu leche ahí dentro dámela toda, no pares que yo también me estoy viniendo y note como corrían sus fluidos y explote dentro y así hasta que se desplomo en la cama.

La saque de su culo y me la limpio sin dejar rastro de nada , tenía la misma cara que su madre relajada satisfecha y llena de lujuria, me dijo que no le dijera nada a nadie y menos a su madre, que a partir de ahora vendría a visitarla más, pero que antes pasaría a recoger su regalito.

Así que ahora me tenía que planificar para poder atenderlas a las dos y no sabría decir con cuál de las dos disfrutaba más.
No sabría decir cuál de las dos hembras me daba más placer si la madre o la hija, las dos cada día eran más putas y atendían todos mis deseos, después de unos cuantos meses de relaciones, me preocupaba que se convirtiera ya en rutina, unos días con una otros días con la otra.

Un buen día después de una gran follada con Eugenia le propuse hacer un trio con otra mujer, como me imaginaba se sorprendió mucho y por la cara que puso para nada estaba convencida pues solo había tenido sexo intenso conmigo y nunca ni se le paso por la cabeza el tenerlo con una mujer, así que comencé a mentalizarla, siempre que podía ponía películas porno donde había tríos y la tranquilizaba, que sería de una forma natural

A su hija le hice la misma proposición y esta lo acogió de mejor manera, pero tenía cierto reparo con la “otra” mujer, por supuesto que ninguna de las dos se imaginaban que serían ellas.

La ocasión llego el día de mi cumpleaños, las invite a cenar a las dos llegaron bien elegantes y un poco sorprendidas al encontrarse pero unas copas de vino bastaron para que la buena armonía volviera, después de la cena y con unas copitas de cava el ambiente ya era otro y las dos con ganas con darme su regalo particular, entre risas y cava les pedí que me sorprendieran, la primera fue Eugenia que se fue despojando de su vestido para quedarse con su ropa interior que se había puesto para la ocasión, un sujetador transparente y un tanguita minúsculo que apenas tapaba su vagina, mi pija comenzó a ponerse contenta, Isabel se dio cuenta enseguida de mi empalme y de la situación, comenzó a sobármela por encima del pantalón, se acercó Eugenia y comenzamos a besarnos mientras que Isabel saco mi polla y comenzó a mamarla suavemente, le quite el sujetador a Eugenia y comencé a lamer tus tetas y mordisquear tus pezones, y mis manos a frotar su chocho que enseguida se puso húmedo, los primeros gemidos brotaron, mientras Isabel seguía mamando cada vez con más intensidad, hasta le dije:

- Ahora te toca a ti Isabel

Se levantó del sofá y comenzó a quitarse poco a poco la ropa mientras no dejaba de jugar con el clítoris de su madre, cuando se quedó desnuda se acercó y nuestras lenguas se juntaron con furia, mientras Eugenia se pellizcaba los pezones. Entre las dos me desnudaron y ataque las tetas de Isabel, su madre le tomaba el relevo con mi polla que estaba como un mástil de dura, se levantó Isabel y puso su coño en mi boca, el cual ataque metiendo mi lengua por todos sus rincones, así es como las quería mis dos hembras bien calientes, las dos bien calientes nos fuimos para la cama, ya se habían olvidado que era madre e hija, era mis zorras a cuál de las dos con más ganas de follar.

Ya en la cama el espectáculo era maravilloso dos mujeres divinas esperando desnudas que las follara, comenzó Eugenia que enseguida se clavo mi polla de un solo golpe mientras Isabel de nuevo me puso su chocho para que se lo volviera a comer después de un rato Isabel le dijo a su madre:

- No seas abusona que yo también quiero esa polla en mi coño

- No sabía que mi hija era tan puta

Contesto Eugenia, sacando de mala gana su coño de mi polla

- Tranquilas mis zorritas que habrá para las dos

Así que mientras Isabel se iba metiendo mi mástil poquito a poco Eugenia me pasaba sus tetas la cara para que me comiera sus pezones cosa que sabe que me encanta y a ella más.

Cuando ya estuve a punto de vaciarme, les avise y sentí las dos lenguas como se enfrentaban en mi polla para dejarme bien limpia.

Después de unos un rato de relajo yo en medio acariciando sus tetas suavemente y sus chochos chorreantes, comenzaron a pajearme de nuevo, hasta que la polla comenzó a recobrar sus fuerzas, cuando ya la noto dura Isabel se puso a lo perrito

- Este culo quiere su ración

- Tu qué opinas Eugenia

- Y el mío también

- Uno de tras de otro mis puticas

Así que Eugenia me ensalivó la polla y en un par de embestidas ya estaba toda dentro del culo de Isabel, su madre mientras se masturbaba y se estrujaba las tetas

- Anda Isabel échale una ayudita a tu madre

Se acercó al coño de su madre le comenzó a lamérselo, al principio un poco sorprendida pero enseguida comenzó a gemir Eugenia, la hija comiéndole el coño a su madre, cosa que me excitaba cada vez más, hasta que note las contracciones de Isabel estaba a punto de correrse así que acelere hasta que comenzó a soltar sus fluidos y gritar como una posesa y cayo desplomada en la cama relamiéndose de placer

No hizo falta decirle nada que Eugenia ocupo su lugar, metí mi polla en el coño de Isabel para tenerla mi mojadita y acudí al agujerito de Eugenia

- Espera que habrá que engrasar un poco ese agujero

Dijo Isabel y metió su lengua por el culo de su madre para dejármelo bien preparado, así que cuando enfile mi polla solita se metió sin grandes esfuerzos, mientras ofrecía el coño a su madre

- Anda Eugenia prueba los juguitos de tu hija que son muy ricos

No estaba muy convencida pero después de varias embestidas mías Isabel le acercó su coño y comenzó a lamerlo al principio con cierto miramiento, pero se fue acompasando con mis sacudidas en su culo, allí estábamos los tres con gemidos y gritos dándonos todo el placer del que éramos capaces, enculando a la madre y la madre comiéndose el coño de la hija, después del coño vinieron las tetas, la hija respondía pajeando a la madre, así que enseguida vinieron las sacudidas preludio de un buen orgasmo, Isabel puso su boca en el coño de su madre para beber sus fluidos que como ella eran abundantes, yo le daba cada vez más duro hasta que

- Me corrooooo, dame tu leche por el culoooo

Después de chocar una y otra vez mis huevos contra sus nalgas le di una buena ración que le llego hasta las entrañas, enseguida Isabel después de beber los jugos de su madre vino a por los míos, le limpio el culo a su madre y me dejo mi polla reluciente.

Ya tumbados de nuevo, Eugenia e Isabel compartieron el resto de los fluidos dándose un morreo fenomenal. De nuevo en medio de las dos abrace y les dije:

- El mejor cumpleaños que he tenido en la vida sois divinas

A lo Eugenia respondió:

- En lugar de cumpleaños habrá que celebrar más cumple meses o lo que sea

- Siiiiiiiiiiii

Contestó Isabel y los tres nos fundimos en un enorme beso
 
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