Mi tia culona y tetona

roman74

Pajillero
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Ene 9, 2008
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En una salida, como muchas, me encontré un sábado cualquiera a las 2 de la mañana, con uno de mis tÃ*os, hermano de mi madre, en un concurrido bar de la ciudad. Por una serie de motivos, la cercanÃ*a con este tÃ*o siempre fue distinta a los otros hermanos y hermanas de mi madre. TenÃ*amos una especial relación de amigos, en base a las mujeres. Ambos éramos muy adictos al sexo, incluso la primera vez que fui a un prostÃ*bulo fui con el. Bueno, creo que la herencia sexual venia de mi abuelo, que tubo, nada mas ni nada menos que 11 hijos.
El tema es que cerca de las 3 de la mañana, ambos con algunas copas de mas. Mi tÃ*o me regaló una pastilla de viagra, que según me dijo la utilizaba cuando la contrincante era demasiado caliente. Yo entre bromas le dije que lo reconociera que a sus 52 años, ya la cosa no se le paraba y que debÃ*a recurrir a esas pastillas mágicas, pero que a mis 33 años yo no las necesitaba.
Sin embargo era algo nuevo, estaba separado, buena situación económica, buena pinta y mujeres me sobraban, por lo que a veces, después de cumplir con tantas solicitudes, mi cuerpo no rendÃ*a lo mismo y la acepté para probar.
Como anécdota, me contó que el, hace tiempo, luego de una intensa conversación con una de sus tantas hermanas casada (una tÃ*a mÃ*a) , mayor que el, ( 54 años) , donde ella le contó que su vida matrimonial estaba en demasiada decadencia, donde mi tÃ*a quedaba siempre insatisfecha ya que su marido, bordeando los 60, ya no lograba que su verga se le parara, le habÃ*a regalado una de esas pastilla y que habÃ*a logrado en parte que el fuego se reanimara.
Yo entre risas y alcohol me reÃ* y acepte la pastilla diciendo que la probarÃ*a. Sin embargo la imagen de mi tÃ*a cincuentona insatisfecha de sexo, separada, me quedó dando vueltas en la cabeza, básicamente por que de todas mis tÃ*as, mi tÃ*a Silvia era la que tenia las tetas mas grandes, que siempre fueron mi fantasÃ*a sexual de niño, sin mencionar el tremendo culo que se gastaba.
Bueno, pasó una semana y probé la famosa pastilla, dejando a mi compañera casi muerta. Realmente era algo de otro mundo, mi verga se endurecÃ*a y crecÃ*a a niveles nunca antes vistos, y eso que solo probé la mitad de la pastilla, tal cual como mi tÃ*o me habÃ*a señalado, considerando mi edad.
No pasaron más de unas cuantas semanas, cuando una sorpresiva llamada de mi tÃ*a me sorprende. Según me contó, a mi tÃ*o (su marido) , le habÃ*a llegado un bono muy bueno de su trabajo, el que estaban pensando en utilizar para ampliar su casa.
Le dije que no tenÃ*a problema en hacer los planos de la ampliación, ( mi trabajo) y esa misma tarde fui a su casa, donde ella (que hacia muchos meses no veÃ*a) y su marido, me indicaron lo que querÃ*an hacer.
Esa tarde mi tÃ*a usaba un vestido largo, de color azul, floreado que se notaba era de uso diario, pero que a la vez le asentaba muy bien. Sus grandes tetas se mostraban imponentes a través de un generoso escote y el volumen de se enorme trasero casi rompÃ*a la tela. Por más que trataba de concentrarme en las cosas qué me decÃ*an, recordaba la conversación con mi tÃ*o en ese bar, su insatisfacción sexual con su marido, miraba el maduro y deseable cuerpo de mi tÃ*a.
A las finales, tome algunas medidas, ( aunque me hubiese gustado tomarle las medidas a mi tÃ*a ) , y les dije que en un par de dÃ*a les tendrÃ*a un par de diseños, y que después verÃ*amos los materiales y forma de pago.
Al otro dÃ*a, haciendo el plano, me di cuenta que me faltaban unas medidas y como vivo cerca de la casa de ellos, partÃ* en mi auto a tomar las medidas que me faltaban. Sorpresivamente llegue a eso de las 10 de la mañana, mi tÃ*a me abre la puerta aun con camisa de dormir y una bata. Casi se me salen los ojos al notar las tremendas tetas de mi tÃ*a sin brasier. Tomé las medidas y me quedé a tomar desayuno con ella.
Sin vestirse, en la pequeña mesa de la cocina, mi tÃ*a me daba un espectáculo con su maduro y potente cuerpo preparado el desayuno y conversando cosas de familia, mientras yo admiraba su robusto cuerpo imaginándola deseosa de sexo como su hermano me habÃ*a confidenciado. ¡Con que ganas le chuparÃ*a esas tremendas tetas tÃ*a ¡
Todo el desayuno fue un suplicio. Con gran esfuerzo me concentraba para no mirarle las tetas a mi tÃ*a, pero era imposible. Eran demasiado tentadoras, aparte que mi tÃ*a tiene unos ojos verdes preciosos y una cara de caliente que no se la puede.
A las finales me marché, con el compromiso que terminarÃ*a en un par de dias los planos.
Al cabo de un par de dÃ*as, terminé los plano y partÃ* rumbo a la casa de mis tÃ*os. No encontré a nadie y cuando la llame, me dijo que andaba en el gimnasio, pero que de vuelta, pasarÃ*a por mi casa.
Eran las cinco de la tarde, cuando suena mi teléfono. Era mi tÃ*a que decÃ*a que estaba cerca de mi casa, pero que no sabÃ*a bien la dirección. SalÃ* a buscarla, ella aparcó su jeep afuera de mi casa y al bajarse, casi meda un infarto. Venia con unas lycras apegadas a su voluminoso cuerpo, que acentuaban su tremendo culo y sus labios vaginales extremadamente marcados, grandes, grueso, sin mencionar sus tremendas tetas bajo una polera ajustada. Entramos a la casa, alabó el orden de esta, para ser un hombre soltero y luego pasamos a ver los planos.
Le mostré los diseños, le gusto uno, me hizo algunos alcances y luego me pidió que le mostrara la casa, la que no conocÃ*a. La dejé ir adelante para ver descaradamente el tremendo culo que se gastaba mi tÃ*a. Luego de todo el recorrido, llegamos al cuarto, donde en broma me dijo que quizás cuantas mujeres habÃ*an muerto en mi cama. Yo solo me reÃ*, diciéndole que más de una, pero pensando para mi interior como me gustarÃ*a mostrarle como me comporto en la cama con una hembra como tú.
Salimos al patio, ella saco un cigarro, mientras admiraba las plantas, el paso, etc, fumaba.. Me hizo preguntas sobre mi vida, si estaba con alguna pareja etc y le respondÃ* que no, que no habÃ*a encontrado mi alma gemela y que aprovechando que aun estaba joven, solo me dedicaba a pasarlo bien. Me envidió mi edad, diciéndome que no me casara, que me quedara solo, que a sÃ* se pasaba mejor. Nos fuimos por ese lado, le hice preguntas por su matrimonio y dentro de todo, me dejo en claro que a su matrimonio, "algo faltaba".
Yo sabÃ*a muy bien a que se referÃ*a, y le dije que me imaginaba que era. Ella se rió y me pregunto que era lo que yo pensaba. Le dije que habÃ*a tenido la suerte de estar con algunas mujeres de su edad, donde siempre el tema era la insatisfacción en la cama, y que por eso buscaban a jóvenes de mi edad que eran capaces de suplir esas carencias.
Ella rió y me dijo que no pensaba que yo fuera tan osado, pero que en cierta forma estaba acertado en mi juicio. Le dije que ella era una mujer muy atractiva, que su cuerpo era un imán para hombre de mi edad. Ella comenzó a cambiar, su tono de voz, sus gestos. Quizás empezó a notar que yo indirectamente le estaba diciendo que ella me interesaba.
Casi sin mirarme, me preguntó si efectivamente, a mi, como hombre, me gustarÃ*a estar con alguien como ella y de inmediato le respondÃ*a que si.
Que mala suerte que eres el hijo de mi hermana
¿ por que?
Por que si no lo fueras … ya hubiese intentado seducirte
¿Cree ud tÃ*a que alguien como yo, tendrÃ*a una oportunidad con alguien como UD?
Yo creo que todas …
Que lastima … por que con una mujer como ud …
AsÃ* ¿ como yo?
Si .. un sueño
Ja ja ja , que mentiroso que eres .. como te va a gustar una gorda y vieja como yo
Perdoneme tÃ*a .. con mucho respeto .. pero su fÃ*sico … da mucho que pensar
Si¿ que piensas ¿
Malos pensamientos
No puedo creer que te guste mi fÃ*sico
Pero tia .. no me diga que no sabe lo que causa en los hombres con esas .. cosas
Te refieres a estas … ¿ te gustan tetonas?
Me encantan
Mire que pÃ*caro mi sobrino … en todo caso, muchas gracias , me elevaste el ego
Pero es verdad
Aun no creo que yo pudiese conseguir un joven tan atractivo como tu
De seguro le sobran
Voy a venir mas seguido para que me subas el animo
Cuando guste …
¿Cuándo guste que? ( con tono de picarona)
Viene a mi casa
¿Y si vengo en busca de otra cosa, que no sean planos?
Por mi .. encantado
¿Lo dices enserio?
¿Se lo demuestro?
Ella me queda mirando y me acerco, la abrazo y le trato de dar un beso, pero ella me aleja con sus manos.
¡hey . tranquilo!
disculpe tÃ*a
Me llene de vergüenza, debo haberme puesto rojo, recién ahÃ* me di cuenta lo que habÃ*a tratado de hacer, besar a la hermana de madre
Le di mil disculpas, diciéndole que no sabÃ*a que me habÃ*a pasado. Ella no decÃ*a nada, pero me miraba y sonreÃ*a. Le dije que mejor entráramos a terminar el tema de los planos y que por favor me disculpara.
Entre a la casa, con ella siguiéndome de atrás. Me fui derecho a los planos y me coloque hablar de ellos, mientras mi tÃ*a no dejaba de mirarme y sonreÃ*r. Estaba rojo de vergüenza y cuando le pregunte que opinaba, me preguntó si tenÃ*a una cerveza. La deje al lado de mi mesa de trabajo, y entre a la cocina a buscar dos latas. Le pasé una y me pidió un vaso ( se me olvidaba su edad ), ya de vuelta con el vaso, le sirvo y le sigo explicando de lo que pensaba hacer en su casa, mientras ella después de beber su vaso, no dejaba de mirarme ni un minuto.
Me sentÃ*a muy incomodo y trate de cortar lo mas rápido el tema de los arreglos de su casa. Ella tomando las riendas de la situación, me pregunta si la estaba echando
No tÃ*a, como se le ocurre
¿Y por que estas tan nervioso?
Bueno .. la verdad .. me siento incomodo
¿Por qué?
Por lo que pasó
Nada pasó
Bueno .. tiene razón .. pero trate de entenderme
Eso estoy tratando de hacer …
¿ Y que opina?
¿De que?
De su ampliación
Ahh .. no me interesa
¿Y entonces?
Me interesa mas el tema que dejamos pendiente
Ya le dije que me disculpara
¿ Por que te voy a disculpar? .. ¿ por decirme que te gusto?
Por lo que trate de hacer ..creo que no fue correcto .. por favor disculpeme
¿Te digo algo?
DÃ*game
Me muero de ganas de que lo vuelvas a intentar
Me levante y nos quedamos de pie mirándonos. Me acerco suavemente a su cara y ella no se corrió. La besé y ella respondió mi beso. Era algo que ni en sueños me lo hubiese imaginado, besando a la madre de mis primos, solos en el ****** de mi casa.
Mi verga, dura como una roca, se apoyo contra su robusto cuerpo y como respuesta sentÃ* toda la concha de mi tÃ*a apoyada contra esta. TÃ*midamente, sin cortarle el beso, me atrevÃ* a bajar una mano hasta el comienzo de sus nalgas, y de ahÃ*, mi tÃ*a , igual que un volcán , exploto en calentura. Me metió su lengua hasta el fondo de mi boca mas apasionadamente aun, y tomando mi mano , la coloca directamente sobre sus nalgas.
Ya los dados estaba tirados, de pié besando a mi tÃ*a, agarrándole el poto fuertemente , sintiendo a través de sus lycras el calzón y apegándola contra mi cuerpo para que sintiera como me tenÃ*a. Por harto rato nos besamos hasta que ella se separa y dándose vuelta, se coloca de espaldas a mi y me apoya su tremendo culo contra mi, restregándose y tomándome las manos las lleva hasta sus tetas, sin parar de gemir. Yo besaba su cuello y acariciaba todo su cuerpo.
Sus manos fueron atrás y me apretaba la verga fuertemente, mientras yo, ya habÃ*a metido las manos bajo su ropa y le tocaba las tetas por sobre su brasier. Un nuevo movimiento de ella, me toma las manos y levantándose su pantalón, las mete por delante dejándomelas en su peludo sexo.
Ya tenÃ*a todo lo que querÃ*a y tomando las riendas de la situación, comencé a masturbarla, jugando con sus pelos, llevándola sin soltarla hasta el sofá.
Ella me suelta los pantalones, me baja todo y me empuja al sofá. Quedo sentado con mi verga apuntando al techo. En segundos mi tÃ*a se habÃ*a arrodillado ante mi y con su mano gorda me masturbaba acomodándose el pelo, para luego darme una chupada espectacular.
Deje que se atragantara con mi verga un buen rato, apoyando mis manos en su cabeza, siguiendo el movimiento de esta. La separé un poco para quitarle su franela deportiva, la que costo que saliera por el tamaño de sus tetas. Por solo unos segundos pude ver sus enormes tetas aprisionadas por un gran brasier que parecÃ*a estar apunto de romperse al sostener semejantes pechos. Sin perder tiempo, mi tÃ*a vuelve a chuparme la verga , ahora con mas intensidad aun.
Se notaba que mi tÃ*a era una amante de las mamadas, ya que cuando querÃ*a separarla, no me hacia caso y continuaba con lo suyo. Le desabroche el sostén por la parte de atrás y ella misma se termino de sacar la prenda. Las tetas mas grandes que en mi vida he tenido quedaron expuestas ante mis ojos. Sin nada que las contuviera su tamaño se duplico. Ella viendo mi rostro de sorpresa al ver semejantes ubres, las toma con sus manos y me las coloca en mi pelvis. Las aprieta contra mi verga y comienza a masturbarme con ellas, preguntándome si me gustaban.
Ya no aguante mas, lo único que querÃ*a era chuparle las tetas, por lo que la hice ponerse de pie , y sentado, con las tetas de mi tÃ*a a la altura de mi cara, me las lleve a la boca chupándolas fuertemente, apretándoselas, sintiendo el aroma de su piel, sus grandes pezones negros en mi boca, con unas aureolas tremendas ,que iban de acuerdo al tamaño de sus tetas. Mi tÃ*a se las tomaba y me las restregaba por la cara , haciéndolas chocar contra mis mejillas.
Ella misma termino por sacarse el resto de ropa que le quedaba, quedando completamente desnuda. La acosté en el sofá y yo a su lado, ya también completamente desnudo, para continuar chupándole las tetas mientras ella me masturbaba. Cuando al fin logre dejar una de sus tetas en mi cara , sin que esta se cayera por su volumen , comencé a masturbarla también , sacándole gemidos de placer que deben haberse escuchado por toda la casa. No se cuanto rato estuvimos a si, pero fue mucho, acostados uno al lado del otro, desnudos, acariciando nuestros sexos. Mis dedos se metÃ*an en su gran concha peluda, que estilaba de jugos
Me dio la espalda y en clara señal de que querÃ*a ser penetrada, me acomode tras ese tremendo culo, separándole las nalgas, buscando la entrada de su sexo. MI verga sin equivocarse encontró la mojada cavidad, que de un solo golpe, fue rellenada por completo por toda mi virilidad. Mi tÃ*a acusó el recibo de semejante pedazo de carne con un gran gemido, echando su culo hacia atrás restregándomelo contra mi pelvis.
Por un rato estuvimos a si, pero las grandes dimensiones del culón de mi tÃ*a no me dejaba llegar muy adentro, por lo que me levante y la hice colocarse en 90º apoyada en brazo del sillón.
Mis ojos no daban crédito a lo que veÃ*an. LA culona de mi tÃ*a desnuda, con su cola levantada a la espera de recibir mi verga. Realmente su culo era tremendo, gordo , gigante, con algunos pelos en su parte interior que se asomaban . La tome de sus anchas caderas y se la enterré sin compasión. Ella lanzo un grito de placer y echo el culo mas atrás, casi empujándome para que mi verga se enterrara por completa. Una y otra vez la perfore con fuerza,, como a ella le gustaba, ya que, aunque mis bolas se golpeaban contra semejante culo, ella me pedÃ*a que se la metiera mas adentro y mas fuerte.
NO pare de penetrarla por mucho rato, viendo como ese gordo culo se movÃ*a como gelatina a cada penetrada que le daba. NO se como describirlo, pero cuando apoyaba todo mi cuerpo contra este, sobraban como 20 CMS para cada lado en relación a mi cuerpo.
LA levante un poco para poder tocarle las tetas mientras me la follaba, pero mi verga se salio de su concha y por las dimensione de su trasero no fue posible volver a meterla en ese lugar, ya que no llegaba.
LA tiré al sofá, quedando con su cara en el asiento y su culo levantado. Con un pie sobre el sofá y el otro en el piso le separé las nalgas y se la volvÃ* a meter. En esta posición llegue mas adentro aun, y aun asÃ* ella me pedÃ*a mas y mas.
Ese enorme culo me tenÃ*a loco, y me salÃ* de ella para separarle las nalgas y probarlo directamente con mi boca. Ella no podÃ*a creer que su sobrino le comiera el culo de esa forma , me decÃ*a entre gemidos que nunca le habÃ*an comido el culo tan rico como lo hacia yo, mientras con mi lengua le hurgueteaba toda su intimidad , desde su mojada concha hasta su ojete peludo.
Ella misma , con su cara apoyada contra los cojines del sofá , se llevó las manos atrás y se separó sus grandes nalgas dejándome mas espacio para chuparle todo. Con esta ayuda, me fue mas fácil llegar hasta su concha y se la chupe lo mas que pude, metiéndole mi lengua lo mas adentro que podÃ*a. No basto mucho tiempo para sentir sobre mi boca la emanación de un espeso jugo tibio que me inundo y que no dude en saborear. Sus gritos acallados por los cojines y su culo chocando fuertemente contra mi cara en clara evidencia que mi madura tÃ*a alcanzaba un monstruoso orgasmo.
Cuando sus lÃ*quidos dejaron de emanar, rápidamente cambia de posición y me dice "ahora échame tus moquitos en la boca"
De pie con mi tÃ*a sentada en el sillón , chupándome la verga como poseÃ*da tampoco pude aguantar mucho y avisándole que ya no aguantaba mas , comencé de descargarme en su boca , llenándosela de leche, que no dudo en tragar, restregándose mi verga por todo su rostro, como si fuese un delicioso trofeo.
Me senté a su lado, todo traspirado, mientras ella echaba a mi lado muerta de cansancio, con sus tetas desparramadas hacia los lados, mientras recuperaba la respiración luego de tan fogoso encuentro

Pasó un rato, mi tÃ*a se reÃ*a y me decÃ*a lo rico que habÃ*a estado ese encuentro. Me pidió otra cerveza, claro que esta vez, ya con más confianza, la bebió directamente de la lata. Completamente desnuda, sin ninguna vergüenza de su cuerpo hablamos de las relaciones con su marido, que era muy esporádicamente y que casi siempre no pasaban más allá de unos cuantos minutos.
A ratos me acariciaba mi verga, alabando mi buen tamaño y mi forma de utilizarla. Yo también a ratos le chupaba las tetas confesándole lo mucho que siempre me habÃ*an gustado desde niño y que realmente las tenÃ*a exquisitas.
Se acostó en mis piernas y comenzó a jugar con mi verga contra su cara, rozándola y chupándomela muy suavemente, mientras me hacia preguntas sobre si nos volverÃ*amos a ver , que de más esta decirme que esto solo tenia que quedar entre nosotros etc. Al cabo de un buen rato de estármela chupando me dice que ya era muy tarde y que tenÃ*a que irse.
Le dije que no se podÃ*a ir y dejarme asÃ*, a lo que ella riéndose , me dijo que no estaba en condiciones de otro encuentro, pero que si querÃ*a , estaba su boca dispuesta para que me descargase en ella.
Con arte y maestrÃ*a continuó chupándomela, mientras yo le manoseaba descaradamente el culo, hasta que consiguió hacerme acabar nuevamente en su boca. Me confesó que no habÃ*a cosa que le gustara más que el hombre acabara en su boca.
Luego de eso, se vistió rápidamente y llevándose los planos, se marcho de mi casa , diciéndome que se los mostrarÃ*a a mi tÃ*o y que al otro dÃ*a vendrÃ*a a devolvérmelos para que charláramos un rato mas.
Al otro dÃ*a suena mi teléfono, Era ella preguntándome a que hora estarÃ*a en la casa para llevarme los planos. Le dije que a las 5 de la tarde y me dijo que puntualmente estarÃ*a ahÃ*.
Llego la hora y puntualmente escucho el jeep de mi tÃ*a estacionándose afuera.
Esta vez venÃ*a con un vestido de una sola pieza apegado al cuerpo que la hacia ver mas tetona y mas culona.
Me saluda con un beso en la boca ( ya dentro de mi casa) , extiende los planos sobre la mesa, me habla de las ultimas modificaciones que querÃ*a mi tÃ*o, y agarrándome la verga, me dice que pasáramos a lo otro.
A los 10 minutos ya estábamos en mi cuarto, ambos desnudos , besándonos y acariciándonos por todos lados.
La acosté de espaldas en la cama y le chupe las tetas hasta que me cansé. Después me coloque sobre ella y mientras se las apretaba y metÃ*a mi verga entre ellas, mi tÃ*a recibÃ*a la punta de mi verga con su boca.
Después le separe las piernas y costado sobre ella, me la comencé a follar muy fuertemente, agarrándole el culo, viendo como sus enormes tetas se desparramaban para cada lado. Le tome las piernas y me las puse sobre los hombros. Mi tÃ*a se dejaba llevar por su sobrino sin decir que no a nada. Con su culo abierto en esta pose la folle por otro rato haciéndola transpirar.
Si bien es cierto su peso y su edad eran considerables, sus constantes idas al gimnasio la mantenÃ*an en buen estado fÃ*sico, pudiendo durar mucho en cada relación. Aparte que no era fácil hacerla acabar.
Esta vez hicimos de todo en la cama. Me acosté de espaldas y ella se subió arriba mÃ*o, con una pierna a cada lado, sentándose sobre mi y enterrándose hasta el fondo mi verga. Luego comenzó a cabalgarme , mientras sus tetas se movÃ*an sin dirección en cada subida y bajada de su cuerpo.
MI cama crujÃ*a con los movimientos de mi gorda tÃ*a. Luego se echa hacia delante y me dejas sus grandes tetas a la altura de mi cara, mientras yo me deleitaba agarrándole el culo.
Hicimos de todo en la cama, un bestial 69 con mi tÃ*a sobre mi, restregándome el culo por toda la cara, a veces hasta dejarme sin respiración. Le gustaba que la tratara fuertemente, brusco, como un pedazo de carne, eso la excitaba. Me pedÃ*a que la tratara mal, que la tratara de zorra , de puta, que le pidiera lo que yo quisiera , hasta que obviamente le pedÃ* que me entregara el culo.
No tubo problemas en colocarse en cuatro patas, mientras yo, parado al borde de la cama, le separaba sus cachetes buscando la entrada de su ojete. Le apoye la punta de mi verga en este y comencé a tratar de metérselo, mas mi tÃ*a, aunque lo deseaba, no se pudo relajar y le dolÃ*a mucho cada vez que se lo aprisionaba. Me dijo que no aguantaba el dolor, pero que más a delante de alguna forma, me lo entregarÃ*a.
No me quedó mas remedio que follármela en esa posición por la concha hasta hacerla acabar , para luego acabar yo en su boca, como a ambos nos fascinaba.
La sed de sexo de mi tÃ*a, en vez de disminuir , aumento. Ya eran casi todas las tardes en que ella estacionaba su gran 4x4 afuera de mi casa y entraba para que su sobrino le diera su dosis diaria de sexo.
Una tarde, cuando estábamos follando, me sorprendió al levantarse de la cama , sacar una crema especial y pedirme que se la unte en el culo. La muy descarada habÃ*a comparado este producto para regalarme lo que tanto querÃ*a, su enorme y gordo culo. Separándole bien las nalgas, luego de darle unos cuantas chupadas a su culo, le metÃ* la punta plástica que traÃ*a la crema y eche una abundante cantidad de crema en el interior de su culo. Luego de eso, me unté un poco en mi verga y suavemente se la fui metiendo. Ella me indicaba cuando parr, cosa que obedecÃ*a , para luego continuar metiéndosela.
La divina crema cumplió su función y conseguÃ* metérsela por completo. Al principio nos movÃ*amos suavemente, hasta que su culo se acostumbro al tamaño de mi verga para terminar follando analmente a mi tÃ*a como un animal. Sus gritos de dolor en un principio rápidamente se transformaron en gritos de placer , pidiéndome como siempre que llegara mas adentro y mas fuerte. Por mucho, mucho rato me la folle de esta forma hasta que ambos alcanzamos el orgasmo dejándole el culo rebalsado de semen.
Nuestros encuentros clandestinos continuaron y mi tÃ*a además del semen en su boca, se hizo una adicta al sexo anal. Me confesaba que en las noches a veces sentÃ*a arder su concha necesitada de mÃ* y no podÃ*a aguantarse las ganas de masturbarse. Incluso me confesó que habÃ*a comprado un juguete para esas ocasiones, el cual llevó e introducimos en nuestros encuentros.
No habÃ*a lÃ*mite en nuestros encuentros. Mi tÃ*a se habÃ*a convertido en una enferma del sexo. Cada vez me pedÃ*a más y más, sin ponerme ninguna traba a ninguna de mis peticiones. Me dejó fotografiarla en todas las poses imaginables, incluso me conseguÃ* una filmadora para documentar nuestros encuentros. Videos que veÃ*amos cuando estábamos follándo , cosa que la calentaba aun más. Para mi, mi máximo placer era que se sentara sobre mi, con su concha peluda levantada sobre mi cara y que se masturbara hasta acabar, mojándome la cara, mientras que para ella, era que me la follara por el culo, mientras que a ella le gustaba ser penetrada por ambos agujeros al mismo tiempo, con ayuda de su amigo de plástico.
Fue esto último, lo que llevo nuestros encuentros a un siguiente nivel, donde me confesó que su sueño era estar con dos hombres al mismo tiempo. Sueño que al poco tiempo hicimos realidad.
 
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