Mi Sobrina Sometida y su Amiga - Capítulos 01 al 06

heranlu

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Mi Sobrina y su Amiga - Capítulo 01

Para empezar, diré que fui yo,que fue intencionado y fue culpa mia.Pero los que me entendaissabreis que hay conejitas que se buscan ser sometidas y chuscadas sin piedad.
Es la sobrina de mi mujer.osea que no es nada mio,salbo políticamente. Estaba muy desarrollada. Ya sabeis,latipica que va a ser una gordaca,que a los 15 esta cañon,pero a los 25 es una foca.
Yo ya sabía que se pondría cañon,Vicomo se fue formando a traves de los años de ir quedando cada dos semanas o por fiestas.Y ya te digo que se desarrollo....Tenia el “full equip” Buen culo y buenas tetazas.Cara de viciosa y unos labios gordos.Muy parecida a Rosalia,pero rubia y de ojos azul intenso. Puro vicio, ya hos podéis imaginar. Solo verla ya no podías apartar la vista. Debía tener a los chavales de clase y al profesor dedicándole pajas cada día.
Desde entonces, ya soñé con xuscarmela sin piedad. Todo empezó una tarde de cena en familia, que me las ingenie para sentarla a mi lado. Porqué siempre le digo que si quiere ser mi novia, desde que vi que iba a estar cañon,aproveche el cachondeo y siempre se lo decía provocando risas y poniéndola roja de vergüenza.
Cenemos y le empecé a rozar la pierna a lo descarado cada vez que cogía algo de la mesa.Al principio la aparto un par de veces, pero luego ya se dejaba y le recorría el muslo caliente, porque iba con pantaloncitos cortos, y yo en bermudas.Luego,aprovechando el barullo de las conversaciones me levantaba para coger algo lejos de la mesa y le ponía la mano en el muslo cerca del coñito.A la tercera vez le puse la mano ya en el coñito y le empujé con dos dedos, desde el monte de venus a la entrada de su conejito. Ella se retraia un poco y yo seguí a lo mio.Se hacia la indignada, por la cara que ponia.Pero se dejaba, como buena sumisa en iniciación.Yo lo pase bomba tocando su conejo ardiendo y viéndole la cara cada vez más roja. Hay quedo todo
La siguiente vez ya vi que la podría someter y fui a saco. Estábamos en su casa, que solíamos quedar todos, porqué es grande y antes de comer y ponernos al dia ya crucemos las miradas unas cuantas veces. La pille mirándome comiendose las uñas y muy pensativa.Melance y al acercarme a su oido le dije:
-Ponte algo más fresco, y quítate el sujetador. Ella asintió y se fue a cambiar.
Yo salía a fumar a la cocina,porque casi nadie fuma en esta familia, salvo yo, su otro tio y su madre, pero yo fumo mucho masseguido,ymas viendo a esta niña que me tare loco.Y sin esperármelo apareció...No me lo esperaba,no la crei tan valiente o caliente,aunque la vi un poco nerviosa. Sé asomo a la ventana de la cocina,ya que siempre se veiaalgun vecino fumando porros en su propia ventana y nos reiamos. Le mire de reojo el perfil de su espalda y su culazo de hierro.No pude aguantar,le puse la mano en la espalda y bajando asta la raja de su culo con dos dedos le dije:
-Cuidado que te vas a caer¡¡
Se giro con una sonrisa, sabiendo que era imposible,dada la altura de la ventana. Mientras yo ya le ponía dos dedos en su coñito desde atrás, apretando...
Se quedo como helada, y fue una mezcla entre suspiro y gemido. Y aprete desde abajo arriba, casi hasta levantarla. Me cogió un brazo fuerte y cerró los ojos.
Fue un vicio verla así .Yo afloje un poco, pero le movía los dedos hacia a delante y atrás fuerte, pero sin ser brusco.Ella no me soltaba el brazo, y como yo ya estaba trempadisimo,le cogí la mano libre y me saqué la polla y se la puse en la mano a ver que hacía. Siempre con el miedo a saliera alguien a fumar, pero eso era también aliciente y nos ponía mas cachondos. Al principio como le saque de su goce, la aparto, luego se dio cuenta y la cogió como con rabia, Apretándola fuerte, pero no la movía mucho, y le tuve que enseñar el movimiento. Ella lo pillo rápido y gocemos juntos un rato.
Hay estábamos los dos, cada uno a lo suyo, pero ella más descarada gemía y se removía buscado su goce. Le seguía frotando el conejo y apretando el culo de piedra con la otra mano, le soltaba el culo y le tiraba del pelo hacia atrás mordiéndole el cuello y besandoselo.Sus jadeos salían ardientes del aliento de su boca y me acompañaba en los movimientos con su cadera.Yo con el rabo como una piedra, pero aguantaba bien. Ya que estaba más pendiente de que su madre también podía salir a fumar. Me fije en sus pechotes,que botaban cada vez que yo empujaba los dedos arriba y abajo.Tenia ya el pantaloncito tejano empapado en flujos y le hacía ventosa. Sonaba un pequeño “chof,chof” a cada movimiento,y ella ya se retorcía cada vez más, buscando su orgasmo. Le levante la camiseta, le baje el sujetador y vi dos puntas de misil apuntando al cielo.
-Joder quie ganas les tenia cabrona¡¡
-Si chupamelos¡¡.Me dijo
Flipe...Tenia los pezones como dos puntas de dedos y me agache cogiéndole uno con la boca chupando ansioso de pillarlos por fin.Y se corrió..
-mmmmh ¡¡ ooojj ¡¡ joder¡¡ mmmmhh¡¡ retorciendose.
Le pudo lo placentero he inesperado de chuparle el pezón casi sin avisarla.Empujo hacia abajo buscando que le apretara más con la mano y así hice, y otra vez casi la levante. Ella corriéndose y yo abriendo la boca para meterme todo lo que podía de su pechote en la boca succionando. Fue cayendo al suelo como escapando de tanto goce y la deje caer.
Luego se incorporó y ya le cogí los dos pechotes y se los sobé a placer. Tenia los pezones como piedras y gemía a cada lameton.Nohabia soltado mi rabo, así que le cogí del cuello y la bajéhasta la polla.
No hizo falta mucho mas. Yo ya estaba a mil y en cuanto se la metió en la boca torpemente y la empezo a chupar con la boca ardiendo del calentonquetenia,le aprete la cabeza y me corrí como un cosaco después de 7 años de guerra. Escupía y tragaba como podía y me miraba sabiendo que yo también me había corrido bien,sonrriendo con una cara de vicio increible.( No esperaba que fuesa tan puta y viciosa con su edad)Los ojos brillosos y su imagen desde arriba de su cara de vicio y sus tetas brillantes y puntiagudas por mis lametones y mordiscos.
No nos pillaron por poco.Ya que su madre entro justo cuando ya estabamos mirando otra vez por la ventana.Se fue y yo me quede charlando con su madre mientras le decia por mensaje de mobil que la proxima vez olvidara llevar sujetador y bragas.Ella me repondio con un “Vale” y un emoticono de guiño.


Continuará



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heranlu

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Mi Sobrina y su Amiga - Capítulo 02


Después de aquella noche en su cocina todo fue fluyendo como esperaba.Ella sabía qué hacía tiempo que la deseaba y parece que ella tenía curiosidad por un hombre maduro. Me mandó un wassap con el enlace a su página de tik tok.Algo a lo que se había negado siempre.Ya que le daba vergüenza.Lo abrí y lo que vi me puso el rabo duro enseguida. Salía en algunos sola,en la mayoría,y en otros con amigas,pero casi siempre una que parecía 5 años más pequeña.Luego había otra que si estaba para mojar pan.Pero salia menos y en tiempos distanciados. Le contesté que gracias,que ya era hora y le puse un emoticono con los ojos con corazones. Ella me preguntó si había visto la dedicatoria.Pero yo le contesté que no,que como había tantos,los vería por antigüedad.Y tenía para rato.Parece que sube videos casi a diario.Pero claro,solo vería los de menos ropa,jeje. Me dijo que viera el de hacía dos días,es decir,el del día después de lo de la cocina.Y eso hice.Lo puse y al principio salía con unos carteles y con la misma ropa de aquel día. En los carteles explicaba que desde ahora todos los bailes iban dedicados a alguien que la sostuvo para que no cayera.Yo alucine y sentí la alegría del éxito y como mis pelotas se remobian calentándose,después de tanto ir detrás de ella,pero siempre con tacto claro. El baile era una canción lenta al principio que había grabado en la cocina.Se movía de vicio,y sus tetones y su culo botaban al compas.La verdad es que sabe cómo moverse la zorrita.Me puso el cimbrel a tope. El problema estaba en que sabía que su madre le miraba el móvil.Y claro,no sabía de qué podía hablar con ella sin que la cagaramos.Así que se lo dije.Le pregunté a qué hora salía del instituto y que borrara la conversación al acabar y quedemos. Salía a las 3 por el horario de verano,y como volvía sola no había problema.Quedemos dos calles más abajo y le espere con la moto. Al verla venir se me abrieron los ojos como platos.Venía corriendo,con unos pantaloncitos de malla cortos y una camiseta a media barriga y la visión fue de escándalo.Los coches aminoraba al verla y me miraba riéndose porque lo sabía.Le botaban los cocos y los cachetes del culo al compás del trote que llevaba.Que puta es…buuff¡¡ Al llegar resoplando me dijo:

-No me he podido quitar el sujetador,estaba el baño lleno del instituto.Pero las bragas sí.

-Ya me imagino cariño.No te preocupes-le conteste

Y salimos camino a mi antiguo picadero.La verdad es que hacía años que no subía a la sierra de Collserola a un rincón que tenía para Xuscarme a las tías. Se subió a la moto y se agarró fuerte a mi cintura, aplastando sus pechotes en mi espalda. Llegamos y vi que el sitio seguía como siempre. Salvaje y escondido, pero yo sabía por dónde meter las ruedas de la moto. Habían sido muchas visitas a ese pequeño oasis escondido estratégicamente…

La hice bajar ayudándole cogiéndole de la cintura y aguantando las ganas de disfrutar de ese cuerpazo, subí la moto al caballete y la hice sentar donde venía sentada. Al ser un scooter grande yo me puse de frente sentado también y le atusé el pelo. Ella miraba alrededor viendo lo bonito del sitio. Un pequeño llano al lado de la carretera, pero desde donde no te podía ver nadie. Tiene un trozo de suelo plano con hierba y lo de alrededor es todo vegetación tupida. Para entrar haces un giro, por eso no se ve desde la carretera a no ser que sepas que esta hay.

-Que chulo el sitio,aquí te puedes hacer una cabaña-soltó ella

-Tenemos que hablar cariño-le dije

-claro-contestó con cara de listilla. Siempre ha tenido mucho carácter.Algo que me ponia tambien,claro.

-Ya sabes que me llevas loco desde hace un tiempo,vamos desde que te convertiste en mujer.Y te tengo que explicar lo que quiero de nosotros,pero antes quiero saber que quieres tú de mí.

Se tomó un momento para pensar, suspiró hondo y me dijo:

-Quiero ser tuya, quiero que me enseñes y que me hagas lo que quieras, sé lo que le haces a la tita y que mi madre alucina cada vez que habla con ella tomando café-Me dijo poniéndose roja como un tomate, pero mirándome a los ojos.

-Pero que cotilla eres ¡ -le dije pellizcándole un pechote.

-jajaja, que quieres? Estoy en mi habitación estudiando y se oye todo lo que dicen.Y encima veo como me miras cada vez que nos vemos y claro…-me contestó.

-Veras, yo quiero ser tu amo y eso conlleva unas reglas que hay que seguir-le dije

-Claro,ya lo sé,ya sé de qué va el tema amo-sumisa.Y es lo que te he dicho antes tito,no te preocupes,que sé lo que quiero y a que te refieres y se que jamás me harías algo que no quisiera-me dijo toda seria.

No podía creer cómo saben las adolescentes de hoy en día,Creía que iba a ser más complicado de explicar, o que no me iba a entender. En mis tiempos se hubiera meado en las bragas cualquiera al oirme.

-Pues lo único que te pido es que estudies y busques un buen futuro para ti.Ese será tu cometido hasta que saques una carrera o un título decente.No dejare que seas una “Charo” o una “Jenny” y desperdicies tu vida.Seras mia y lo pasaremos muy bien, pero respetare tu virginidad.Porque te enamoraras,seguro que lo harás y la podrás dar.Aunque se que sera un mal rato para ti a veces por la calentura.Pero hay muchas formas de gozar,que no implican follarte el conejito- Y nos echamos a reír por como sonaba la palabra después de unas frases tan serias.

-Pero porque no me vas a desvirgar? quiero que me desvirgues tu tito, tú me lo harás bien.La mayoría de mis amigas hablan de lo mal que lo pasaron y de la decepción la primera vez-me dijo

-Porque el día de mañana igual no ves igual de bien lo nuestro, igual te da trauma o te harán ver que fue un abuso. Y por lo menos no quiero quitarte eso.Se que los chicos de tu edad no te desvirgaran como es debido,pero si estas enamorada del chico,y el de ti.Será algo que recordarás siempre,aunque fuese un desastre.

-Buuff ¡ pero si de mi clase quedamos 4 vírgenes y casi todas lo hicieron loquitas de amor y luego se arrepintieron-me dijo.

-jajaja no veas como vais -le conteste.

Ya estaba el ambiente entre nuestros cuerpos muy caliente.Se nos empezaban a pegar las camisetas.Y podía oler el aroma de su coñito subiendo entre los dos.

-Claro tito,follame va,lo estoy deseando-me dijo cogiéndome el paquete pillandome desprevenido. Porqué no la miraba, la admiraba. Ese cuerpo perfecto,duro, todo curvas y sudoroso.

-mh,mmh-le dije cogiéndole la mano negando.

-Veo que se te olvida quien manda-le dije

Y la empuje hacia atrás,apoyándola en la caja de la moto y le subí la camiseta quitandosela.Le pase la mano por la espalda buscando el cierre del sujetador y se lo solte y le quite.Me quite mi camiseta y pare un segundo diciendole:

-Madre mia que pechotes¡¡

-Jajaja- rio ella

Empecé a comérselos.

-mmmmh si,si tito ¡¡ -gimió

Me di un atracón de sus pechos grandes y duros,le puse los pezones como escarpias.Mientras mis manos acariciaban su cuello y sus nalgas. La miré y le vi la cara roja de zorra caliente.Ella me acariciaba tambien la espalda y el cabello gimiendo.

-Sii mmmh come,come tito¡¡

-Quítate los pantalones-le dije

Se levantó en la moto y se los quito.Era una visión bellísima,verla de pie desde donde estaba con los pechos mojados bamboleantes y el conejo brillante todo mojado de lo cachonda que estaba. La cogi de los muslos para que se abriera de piernas y le empecé a besar y lamer desde los tobillos subiendo a su entrepierna.

-Mmmh si tito si ooojj ¡-me dijo

Y llegue a su coñito.Es una chica grandota,pero tiene un conejito pequeño para su tamaño y lo tenía muy mojado.Lo chupe y le lamí desde el clítoris hasta la entrada.Le metia la lengua y sorbia sin piedad.Tenía el sabor de la juventud que me rememoraba épocas en ese mismo sitio,pero sin la experiencia de ahora.Y me sacaban una sonrisa por el recuerdo y por el premio que estaba degustando ahora. Ella gemía agarrandome la cabeza y empujándome con la cadera buscando más placer aun por instinto.

-Siii oojj cabron ¡¡ como me comes tito ¡¡ siii ¡¡ sigue,sigue¡¡ come¡¡ que ganas tenia de esto¡¡-me decía

Y le empecé a meter dos dedos hasta donde vi que tenía el himen.Pero no aguanto más.Cuando los metí retorciéndolos, se empezó a correr como una perra.

-Sigue¡sigue¡ sii tito sii¡¡ ooojj me corro cabrón,si,siiii ¡¡ ooojj ¡¡ aaaagh¡¡ mmmmhh ¡¡

Se retorcia empujando mi cabeza a su coño empapado y se corría como una perra.

-Mmmh que gustazo¡¡ joder tito ¡¡ mmmmh¡ para,para¡¡ ooojjj-me dijo temblando como un flan.

Pero no pare.Sabía que aguantaría otro orgasmo y continúe poco a poco con los dedos mientras subía con mi lengua de su coñito,a su monte de Venus, su ombligo, su barriguita dura como el acero, hasta sus pechos otra vez. Ella gemía y resoplaba recuperándose del orgasmo y recibiendo mis dedos y mi boca en sus pechos.

-Mmmalo ¡ mmmmh mmmh joder como sabes tito¡¡ ooooj ¡¡ -me decia

Empezó a mover la cadera buscando meterse más los dedos,pero no entraban más.Allí estaba su himen y viendo que no paraba de empujar,le puse un dedo en el ojal.Lo empujé y ella paró de golpe de buscar que le metiera más adentro los dedos. Y le dije al oido:

-No te voy a desvirgar, pero este culo…-Y empujé un poco mas

-Me lo voy a follar cada vez que nos veamos. Ella me miro con los ojos azules que tiene,y la cara y los pechotes brillando del sudor y mi saliba y me dijo:

-Pues menos mal¡¡-Y empujo su cadera para meterse más el dedo en el culo. Y eso hice.Le empujé más fuerte, pero con cuidado el dedo hasta el fondo.

-Aaaah ¡¡ jooooder¡¡ joooder¡¡¡duele ¡¡ mmmh¡¡ -grito

-Mmmmh¡ ooojj¡ ooojj¡¡-gemia mientras lo empezaba a sacar y meter poco a poco,pero aumentando la velocidad.

-Vale,vale sii ¡¡ asi tito,asi ¡¡ -me decia cogiéndome la cabeza.

Y yo seguía comiendole los pechotes,follandole el culo con mi dedo,y el dedo gordo en su clítoris,que ayudaba bastante con el dolor.Ya que empezó a moverse al compás acariciándome la cabeza y apretandomela hacia ella con rabia cuando le dolía. Cuando ya vi que el dedo se movía en libertad,iba a meterle otro, pero no aguanto,se lo empecé a meter, pero se empezó a estremecer otra vez corriendose.

-ooooj ¡¡ aaagghh¡ -tragaba saliva y la escupía al hablar.

-Mmmmhh ¡¡ joder¡¡ joder tito para,para¡¡ mmmmh¡¡ oojj¡¡ que me meo cabron¡¡

Y la solté,pero no aguanto el pis con ese orgasmo. Me aparte y le salió un chorro mientras mantenía el equilibrio en la moto,se corria y se meaba como una perra.Me meo todo el manillar de la moto,los mandos y el asiento.Pero la visión de verla así.Retorciéndose y temblando de placer con los pechotes y el coñito empapados era inigualable. Cuando acabó de mearse le empecé a comer el coñito y me cogió la cabeza.Se lo chupé un poco pero me dijo que parara,que lo tenía muy sensible. Le mire sonriendo y le enseñe mi rabo brillante por todo el líquido preseminal que había soltado. Me miró sonriendo con cara de puta viciosa y se bajó de la moto.Me subí yo y se metió toda la polla que pudo en la boca.

-Mmmmh siii jodeeeer¡¡-grite

Y empezó a mamar como la puta que era. No sabía,pero había visto las suficientes películas para saber cómo se hacía bien hecho. Y así lo hacía..Tragaba lo que podía subiendo y bajando rápido.Y la soltaba para meterse los huevos en la boca y luego lamerlos y subir con su lengua jugando y apretandomela fuerte con las dos manos hasta arriba y volver a tragarla más rápido.

-Mmmh ¡¡ si,asi muy bien putita-le dije

Pero yo ya tenía su culo en mi mente.Y quería hacerla gritar de placer mientras se lo follaba.Pero sabía que aún no podía,sin hacerle daño de verdad.Así que mientras me la chupaba le sobé las tetas,le acaricié la espalda,y fui bajando a su ojete hasta su coño ya irritado.

-Mmmmh no porfa¡¡ -grito

Pero yo quería su jugo para el ojete.Me mojé dos dedos poco a poco sin hacerle mucho daño y subí hasta él.

-Mmmmmh ooojjj que cabron tito¡¡-me gritó

Y empecé a empujarle los dos dedos poco a poco hasta la mitad solo.

-Aaaah ooojj duele,duele tito¡¡-grito

-Calla puta que bastante tacto he tenido ya-le dije

-Este culo es mio y cuanto antes esté listo,antes disfrutamos. Ya entraban y salian los dos dedos sin problemas,y ella me dijo:

-Vale tito si mmmhh aaaaah joooder¡¡ Me gusta¡¡

Los sacaba y los metia facilmente.Y yo no aguante más. La separé y le di la vuelta.

-Tranquila que hoy solo es la puntita-le dije

Y le metí con cuidado todo el capullo.Entro con dificultad y me habria encantado empujar mas.Pero me limite a darle empujitos mientras le pellizcaba los pezones.Le notaba el culo ardiendo.Segui asi unos minutos.

-Metela toda tito¡¡ mmmmh toda venga¡¡ ooooh-me dijo empujando hacia atras.

Pero no era el momento y no sabía ella lo que le habria dolido.No aguante más,y menos despues de pedirme más rabo.Eso me puso mas cachondo si podoa ser.Porque estaba como una moto.

Me empece a correr...

-Oooojj ¡¡ mmmh ¡¡ joder me corro cariño¡¡-le grite

-Aaah,Aaah,si tito si.lo noto,lo noto ¡¡ mmmhh¡¡- me dijo.

Nos quedamos quietos.Ella por miedo a que se la metiera más, ya que corriéndome se la había empujado un poco más adentro y se dio cuenta porque no quería yo meterla toda. H

abía soltado lefa para pintar un piso entero de blanco de las ganas que le tenía a mi sobrina. Nos incorporamos y nos vestimos cruzando las miradas y sonriendo.Nos dimos unos cuantos besos apasionados,nos abrazabamos fuerte.Nos dimos otro beso apasionado y le dije:

-Mmmmh ¡mejor nos vamos.

-Sssii dijo ella suspirando.

Emprendimos el camino de vuelta a su barrio.

Por el camino en un stop que no había nadie ella me agarro el paquete y me dijo:

-Esta es mía y de la tita no?¡ -Asegurandose que no habia más mujeres

-Jajaja ¡¡ Claro cariño.Mas tuya que de la tita.Que ya no le interesa tanto el sexo como antes. -le dije

-Pues mejor para mi -me dijo-Y los dos reímos.

Llegamos a su barrio y ella al darme el casco me dijo:

-Cómo nos mensajeamos?

-Si no olvidas borrar las conversaciones, no hay problema. Pero hay que ir con cuidado. Recuerda la palabra “Tramposa” en mayúsculas, y tú contesta “vale”,esa sera la forma de saber que hablo contigo- le explique.

-Vale-me dijo dándome un beso en los labios. Y se alejó otra vez corriendo

-Continuará
 

heranlu

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Mi Sobrina y su Amiga - Capítulo 03


Lo mío con mi sobrina iba muy bien, y lo mejor es que mejoro mucho sus notas, y su madre la veía más tranquila y cariñosa. Había pasado una racha típica de adolescente y siempre discutían. La madre la ataba en corto. Sabía lo que los hombres pensaban al verla, y más los compañeros de su edad, con las hormonas locas.

Quedábamos y nos dábamos un paseo en moto, tomábamos algo, y me explicaba cómo le había ido esos días. Tenía mucha confianza conmigo y me lo contaba todo, incluso los chicos que le gustaban, y como le tiraban los trastos, y ella los rechazaba pasándolo mal, pero sabiendo que tiene un cometido, que es, sacarse una buena carrera y salir de ese barrio. No teníamos un trato pegajoso de adolescentes. Sabia contenerse, y cuando podía besarme, o meterme mano. Íbamos a nuestro rincón del bosque y follábamos cada vez mejor. Ya le entraba toda mi polla en su culo perfecto, y sabia cuando estaba dilatada, para follar a gusto.

Paso un tiempo, y un día me llamo su madre, que tenía turno de noche y si me podía quedar con su hija un par de noches. Yo encantado, había soñado follármela en su cama mil veces. Era una litera y la cama de abajo se plegaba, quedando mucho espacio en la habitación. Me había aguantado muchas veces las ganas de abrirla de piernas y comerle el coñito cada vez que íbamos de visita a su casa y la veía sentada en la cama.

Por supuesto le dije que sí, que no había problema. Mi polla salto al colgar el teléfono.

Llego la tarde y pique a su puerta. Me abrió su amiga, una chica menos desarrollada que mi sobrina, más delgadita, pero con sus curvas y un pecho pequeño, como dos naranjas de grandes. Morena de pelo corto y sonrisa tímida.

- ¡Hola guapa! -salude repasándola de arriba abajo sin ningún pudor.

Ella hizo lo mismo, pero más cohibida y me devolvió el saludo. Llego mi sobrina corriendo y dándome dos fuertes besos en las mejillas, apretando sus pechos contra mí.

-Esta es mi amiga Sonia-me dijo

Me agaché y cogiéndola de su pequeña cintura le di dos besos.

-Pasa que te explico lo que me ha dicho mi madre-me dijo mi sobrina poniendo una mano en mi culo mientras entraba.

Pasemos y me explico que había que pedir pizza para cenar y que se podían quedar hasta la una de la noche, si hacían los ejercicios que le había marcado en el libro con subrayador rosa. Y acabo diciéndome que su amiga se quedaba a dormir y que si quería podía dormir en la cama de su madre, o en el sofá. Cuando decía esto último me miraba con los ojos brillantes, la muy zorrita.

Fui al baño y me puse cómodo, me cambie y me quede con pantalón de deporte sin nada debajo, y camiseta. Las iba distraer bien con mi polla dando botes libremente.

Ellas cuchicheaban algo sentadas en el sofá cuando Sali, y les pregunte en tono de coña:

- ¿Qué tramáis brujas?

Y se echaron a reír.

-Nada, qué hemos pedido la pizza y nos queremos reír un poco con el repartidor. - me explico mi sobrina.

-Pobre chaval, lo vais a poner cachondo y luego se la va a pegar con la moto-les dije y volvieron a reír.

-Vamos a cambiarnos Tito, pero luego ya nos ponemos esto- me explico.

Iban con dos pijamas finos y mi sobrina sin sujetador, pero con braguitas, y su amiga si llevaba sujetador. Tenía la intriga de cuanto había de pecho, y cuanto, de relleno, en ese sujetador. Se le transparentaba un buen escote, y se dio cuenta un par de veces, que se las miraba. Pero no ponía mala cara. Seguía a lo suyo un poco colorada.

-Vale, vale. Me voy a la cocina a fumar- le conteste.

Al rato abrieron la puerta corredera y entraron las dos.

- ¿Qué te parece tito? - me pregunto mi sobrina, sabiendo que se pasaban con el pobre repartidor.

Se habían quitado la ropa interior y se habían puesto unos camisones bastante transparentes, dos tallas más pequeñas. Abrí los ojos y ya sabía las tetitas que gastaba su amiga, como dos puntas de misil, y las dos rasuradas con un triángulo de pelo arriba. Mi polla empezaba a querer verlas también. Y solo atine a soltar un bufido:

- ¡Buuuf!

Rieron las dos.

- ¡¿cómo le hacéis esto al pobre chaval?! ¡que se os va a tirar encima locas! -les decía riendo y mirándolas descaradamente.

- ¡Jajaja! Este se lo merece-dijo su amiga

-Es verdad Tito, se enrolló con una de nuestra clase, y cuando consiguió tirársela, pasó de ella y ni le dio una explicación.

-A bueno entonces que se joda y se haga una paja a vuestra salud-les solté y volvieron a reír.

Estuvimos un rato en la cocina, mientras yo me acababa el cigarro charlando, estaba sentado en un taburete y mi sobrina se apoyó en una pierna mía con todo descaro. Mi polla ya se notaba mucho, Mi sobrina no la miraba mucho, porque sabía cómo la tengo, y que a la noche seria toda para ella. Pero su amiga cada vez afinaba más la vista, intentando creer lo que veía. Lo hacía muy bien disimulado, pero la pille un par de veces y yo le miraba de arriba abajo lo buena que esta la canija. Me la podía follar cogida en vilo con un brazo, y un café en la otra.

Picaron, y riendo las dos, salieron corriendo a abrir. Vaya dos culitos se les veía. Fui tras ellas, pero me quedé escondido, no fuera a pasarse el chaval de verdad.

Pero le dieron puerta rápido entre risas. El chaval lo intento, les dio charla mientras las comía con los ojos, y al final les pidió su Facebook, pero le dieron largas y se despidieron dejándolo con la palabra en la boca.

Las dos reían como gallinas cuando entraron al salón, y les botaban las tetas alegremente libres. Mi sobrina se sentó en mi lado, aun riendo, diciéndome que le tenía que haber visto la cara al muy pardillo. Su amiga seguía de pie, riendo también y comentaban la jugada riendo sin parar.

-Bueno tía, ¿vamos a cambiarnos no? - le dijo su amiga.

-Yo me quedo así, me pongo unas braguitas y ya estoy. Son cómodos estos camisones -le dijo descarada.

Su amiga no sabía que hacer, estaba en el dilema de taparse más y parecer una estrecha, o seguir así.

-Vale, si, son cómodos-dijo y se fue a la habitación a ponerse la braguita.

Mi sobrina aprovecho, y me dio un gran beso mientras sobaba mi polla, y yo le acariciaba los pechos, poniéndole los pezones duros.

Se levanto sonriendo y se los señale. Se le marcaban muchísimo, y exclamo en silencio, amenazándome mientras se iba a la habitación.

-Tito ven porfa-me pidió mi sobrina desde la habitación.

Sabía que estaba medio trempado, por eso lo hacía. No podía aparecer así, y le contesté:

-Espera que estoy hablando por wasap-le mentí.

-Bueno, cuándo puedas-me dijo maliciosa.

Fui al rato ya menos trempado y estaban las dos en su cama de arriba de la litera, viendo la tele sentadas como dos indias, con las piernas cruzadas.

-Dime cariño-le pregunte

-Baja la cama, qué esta dura y no podemos-me pidió mirando mi polla cuando dijo “dura”.

Trasteé un poco, y al final conseguí bajar la cama de abajo. Ya me iba a levantar y mi sobrina me salto encima como si fuera un caballo y me atrapo con los brazos y las piernas, riendo.

Le cogí del culo con una mano y le empecé a dar vueltas como hacia siempre cuando me salta encima. No era la primera vez, pero ya hacía tiempo que no se lo hacía.

- ¡Jajaja! ¡que mareo! -decía riendo.

- ¡Para, para que me mareo! – me pedía como siempre.

- ¡Sonia ayúdame, tía! ¡Paralo! ¡jajaja! - le dijo a Sonia que estaba riendo también.

- ¡Salta tú también! - le dijo mi sobrina.

Pero se refería a que saltara encima de ella, y así me tirarían al suelo, no lo que hizo.

Salto y se pegó a mi agarrada también a mi cuello y atrapándome con sus piernas. Pare de dar vueltas, intentando mantener el equilibrio con tanto peso, y le cogí a ella también de su culito sin pudor, agarrándole los cachetes firmemente. La tenía bien pegada con sus tetitas duras en mi pecho y notaba el calor de su conejito en mi barriga y su respiración en la cara.

- ¡Ahora vais a ver! - les dije, dando vueltas en sentido contrario.

Reían como locas pidiéndome que parara, mi sobrina sabia el truco para escapar, pero seguía divirtiéndose y no lo hacía.

- ¡Agarraros fuerte que pesáis mucho! – les dije apretando sus culos.

Sonia dio un impulso arriba con sus brazos, cuando sintió mi mano ya soltando un cachete, sabiendo que le pondría la mano en su coñito si dejaba más peso. Mi sobrina, más pesada, pero más fuerte se agarraba bien y me frotaba su coñito en mi espalda. Lo notaba ardiendo y mi mano sobaba su cachete del culo. Reíamos y daba vueltas. Paraba poco a poco, y empezaba en la dirección contraria. Mi sobrina tiro la cabeza hacia atrás riendo como hacia siempre. Sonia la empezó a imitar y sin querer aflojo sus brazos y dejo más peso en mi mano, lo que hizo que le soltara un cachete y la cogiera ahora de uno, con mis dedos en su coñito. Aprete un poco sus labios y al notarlos como la violaban, empezó a hacer más fuerza con los brazos, intentando subir, yo me hacia el tonto y reíamos. Ella también reía, pero la note incomoda. Me di cuenta, y le aflojé un poco los dedos, pero ya estaban en todo su coñito. Fui parando hasta que abrió sus piernas y salto al suelo cayéndose algo mareada y riendo. Mi sobrina siempre metía una pierna entre las mías y se ponía en mi costado haciéndome caer.

Caímos al suelo, con ella encima de mi polla atrapándome las manos riendo me dijo:

- ¿Ya hacía tiempo que no te lo hacía eh? Ya casi no puedes conmigo.

Yo reía también exhausto por el esfuerzo, y le dije:

- ¡¿Cómo que no puedo!?

Y le cogí de los muslos, le pase las piernas a mi alrededor, dejando ahora su conejito ardiendo, bien pegado a mi polla, medio morcillona ya, y me levante con ella cogida como un mono riéndonos, le cogí de los sobacos, y la lance a la cama de arriba como una muñeca.

Se meaban de risa.

Sonia ahora miraba mi paquete hipnotizada y roja de tanto reír, y tanto esfuerzo, parando de reír mirando mi polla fijamente. La mire a los ojos y luego le mire el conejito, para que supiera que lo había hecho queriendo. Abrió los ojos al darse cuenta y puso cara como de reproche, pero no la note disgustada.

Hice que me quitaba el polvo de un hombro y me fui.

Volvieron a reír diciéndome chulo y cosas así.

Las deje descansar y me fui a por algo fresco. Había gozado estando “empanado” por dos gacelas sudorosas y calientes.

Al poco rato vino mi sobrina y se volvió a tirar encima mío como un mono, empujándome a un lado besándome.

-Como me habéis puesto cabronas- le dije sobándole el culo aguantando su peso otra vez.

Nos besábamos y se frotaba con mi polla suavemente.

-Para loca, qué no voy a poder ir a cenar-le dije- contrólate un poco.

-Se ha fijado en tu paquete- me dijo riendo maliciosa -dice que no puede ser tan grande- me dijo.

Se soltó y se puso de pie, girándose a por el rollo de servilletas. Me miro viciosa riendo, y se fue dejándome otra vez medio morcillón.

Las muy “pájaras” habían pedido cerveza para un regimiento, y ya bebían y brindaban cuando entraba, haciendo que charlaba por el móvil, para disimular mi tardanza.

- ¡Uy que peligro tenéis! -les dije cogiendo la cerveza que me ofrecía Sonia con una sonrisa.

- ¿Dónde están escondidas? No las había visto-les pregunte.

- ¡Ah! Es mi escondite-me dijo mi sobrina.

Volvieron a reír.

Cenemos viendo video clips de música y me iban haciendo los bailes que se sabían. Me quitaban el hambre con esos camisones sudados y esa manera de moverse. Lo hacían genial y al compás.

-Se nota que ensayáis-les dije embobado.

-Claro, sino no sale bien- dijo Sonia.

Estaba más suelta y menos cohibida desde lo de su coñito. Y las cervezas ayudaban también.

Comíamos los helados, y a mi sobrina le cayó una gota justo en un pezón. Y reímos. Ella puso cara de enfado, pero de coña, y me tiro una cucharada que me dio en la cara. Volvimos a reír.

-Deja que te lo limpio Tito-me dijo cogiendo una servilleta.

Se sentó en mi pierna y levanto la servilleta, pero me lo limpio con un lametón riéndose las dos. Mire su pezón manchado de helado y empezaron a decir las dos a la vez:

- ¡No! ¡No! ¡No! ¡Jajaja!

Y agarrándola de los brazos me metí su teta en la boca y sorbí.

Se meaban de risa.

Mi sobrina parecía que tenía un plan, la muy pilla. Cogió otro poco de helado con la cucharilla y se lo lanzo a Sonia, que le dio en la barriga. Me miro y me dijo riendo:

- ¡Ataca!

¡No! ¡No! ¡Jajaja! decía Sonia, cuando vio que iba por ella lentamente. Se cayo para atrás en el sofá e intentando impedirlo, le cogí los brazos y se los subí acercándome a sorberle el helado de su barriguita, pasando mi boca casi tocando sus pechitos, que botaban por la risa y mirándola con ganas de comérselos.

-Te vas a enterar ¡jajaja! - le dijo a mi sobrina

Y cogió ella esta vez helado y le lanzo dándole en el cuello. Y me dijo:

- ¡Ataca! Riendo como loca.

Cogí una servilleta y le dije:

-Espera que te lo limpio- y saque la lengua como un perro, mientras iba en su busca.

Le agarre, haciendo el amago con la servilleta, y le lamí el cuello más de lo que lo tenía manchado.

Se partían de risa las “pájaras”. Y yo gozaba con el juego. Pero paremos y nos tranquilizamos un poco de tanta risa.

Pusieron una peli y bajaron la luz casi a oscuras. Yo volví a salir a la cocina a fumar con el café y mi sobrina se contuvo, y esta vez no vino.

Al volver, vi que era de terror, y estaban las dos a cada lado del sofá con un cojín, escondiéndose de la pantalla, supongo.

Me senté, y enseguida se me pego mi sobrina, cogiéndome un brazo y tapándose con el cojín. Ya sabía que quería la guarrilla. Le empecé a acariciar la barriguita y ella miraba la peli. No tenía prisa, así que estuve así un rato, dedicado a su barriguita de acero y su ombligo. Al rato ya con los monstruos ganando, Sonia también se me pego cogiéndome el otro brazo y haciendo lo mismo. Pero por ahora solo le deje la mano muerta en su muslo y ella me agarraba y gritaban las dos por la peli.

Mi sobrina tenía miedo por la película, pero quería más, y movía el brazo llamando mi atención. Me apiade de su calentura y le empecé a meter la mano, subiendo su camisón y sobando sus muslos, poco a poco, que no se notara el movimiento del brazo.

Sonia me sorprendió, y en uno de los gritos que pegaban las dos, me movió el brazo y lo subió levantando el camisón encima del muslo. Noté el encaje de la braguita y metí dos dedos debajo poco a poco. Levante los dedos y la braguita le apretaba el conejito. Pego un saltito y no dijo nada, seguía mirando la película.

¿Sera posible la gacela canija que me pide guerra? Pensé para mí. Bueno jugaría un poco a ver que hacía.

Le movía y tiraba de la goma de la braguita, y removía el culo buscando que le entrara más en el coñito, mirando la peli como si nada. Al rato ya le tiraba sin miramientos, empezó a poner cara de gozo, mordiéndose los labios y moviéndose disimuladamente.

Mi sobrina ya me había llevado la mano a su chochito y se lo acariciaba de arriba abajo. También tenía ya cara no pasar nada de miedo. Levantó una pierna y la puso encima de la mía dejando su coñito a mi merced debajo del cojín. Le pasaba la mano ahora ya hasta su culito, empapándolo todo.

Mi rabo ya estaba a tope, y suerte que no lo veían por los cojines.

Sonia resulto no ser tan tímida, y me cogió la mano sacándola de su muslo, poco a poco, para que no se notara, y me la puso entre sus piernas muy disimuladamente. Bajo la que tenia en mi brazo, mientras yo le apartaba la braguita a un lado, y le empezaba a hacer lo mismo que a mi sobrina sobándole el coñito también empapado, y la metió en mi pantalón buscando mi polla. La encontró enseguida y la empezó a recorrer poco a poco. Llego a mis huevos y los acaricio con la punta de los dedos con suavidad, mientras le pajeaba poco a poco también.

Ya no tenían miedo de los monstruos de la película, ni se asustaban, simplemente miraban la pantalla aguantando los gemidos y mordiéndose los labios. Sonia se sobaba un pechito con la mano libre y movía las caderas recibiendo mis dedos buscando que le entrara alguno, me pajeaba lentamente y se paraba en mi capullo, volviendo a bajar.

Temía que mi sobrina también quisiera cogerme la polla, y se encontrara con la mano de Sonia. Pero no podía impedirlo, no me soltaba la mano en su coño y me indicaba el ritmo e iba cambiando de su coñito a su culo. Y claro, también metió la mano en el pantalón. Toco la de Sonia y las dos las retiraron disimuladamente.

Me empecé a reír, y les metí a las dos de golpe dos dedos en sus coñitos.

Las dos disimularon como pudieron sus gemidos. Me agarraban las manos, y las empecé a follar poco a poco más rápido.

Ya iba siendo hora de su primer trio, pensé. Y mire a mi sobrina, y la bese. Ella se sorprendió, pero me beso también buscando mi polla otra vez. Las dos lo sabían, quizá la más escandalizada era Sonia, por ser su tío. Pero no creo que le importara mucho en este momento, mientras le follaba con dos dedos, que eran más grandes que cualquier polla que la hubiera follado.

Mi sobrina aparto el cojín y me bajo el pantalón con mi ayuda, y libero mi polla. Sonia la miro con los ojos como platos, mientras gemía, y alucino más cuando mi sobrina se la empezó a meter en la boca tragando como una experta que ya era. Levanto el culo y se puso de rodillas follándose la boca, como sabe que me gusta, le saque los dedos y le pase la mano por sus tetas apretándolas y sobándoselas, se dio cuenta, se incorporó y se quitó el camisón. Se giro a mí, me beso y me las puso en la cara, pajéandome.

Sonia gemía ya más descarada, y no tardaría en correrse, así que le saque los dedos y le tire del camisón para arriba, indicando que se lo quitara. Agarre a mi sobrina del cuello y la lleve a mi polla. Acerqué a Sonia, y me metí una tetita entera en la boca, mientras le sobaba su culito duro y redondo sorbiéndola y jugando con su pezón con mi lengua. Me agarro la cabeza y me la apretaba contra ella, aflojaba y me llevaba a la otra tetita moviendo su culito contento.

Mi sobrina seguía follándose la boca y yo la sobaba todo el cuerpo. Pasaba por sus tetas, las magreaba, subía por su cuello y bajaba por su espalda hasta su culo. Paraba en su coñito, le follaba rápidamente con dos dedos, y se los sacaba de golpe buscando su culito, que me esperaba ansioso, apretaba sin piedad y entraban hasta el fondo. Ella gemía con mi polla en la boca sin parar, mientras le follaba el culo cada vez más rápido.

Sonia estaba en estasis, ya tenía dos dedos en su coñito follandola. Los saque, y se los pasé por su culito, mojando su entrada, volví a follarle el coñito y repetí la operación, esta vez empujando uno por su pequeño culo. Salto cuando vio lo que intentaba. Alcé la vista con su tetita en mi boca, y le sonreí. Ella suspiro y bajo buscando mi dedo. Mientras entraba le metía otros dos en el coñito moviéndolos desbocados y ella ya olvido el dedo que entraba poco a poco, mientras se movía follándose ella sola mi mano.

Mi sobrina no podía más, y quería mi polla dentro, para correrse y que le llenara de lefa su culo perfecto. Soltó mi polla y besándonos apasionados, se sentó encima y se la fue metiendo por el culo, soltando un buen gemido:

- ¡Aaaaaaj! ¡mmmmh! ¡Aaaaaj! ¡me encanta que me llenes tito! ¡Mmmmmh! - empezando a follarse sola también.

Gozaba con su culo y sorbiendo las tetitas de Sonia que, agarrada a mi brazo, se follaba con ganas sus dos agujeros. Ahora gemíamos todos sin contenernos.

La primera fue Sonia, que me agarro más fuerte el brazo y apretaba mi cabeza a su pechito, empezando a correrse:

- ¡Ah! ¡Ah! ¡Mmmmmh! ¡Aaaaaaj! ¡Aaaaaaj! ¡Joder tito que gustazo! ¡Aaaaaaj! ¡Mmmmmh! - gemía y se corría. Y desde ese momento ya sería su “tito” también.

Mi sobrina fue la siguiente, metiéndose ya toda la polla y botando más desbocada agarrada a mis hombros:

- ¡Mmmmh! ¡Aaaaaj! ¡Me corro! ¡Aaaaaj! ¡oooooj! ¡buuuff! ¡mmmmh! - gritaba retorciéndose y buscando mi boca para besarme.

Sonia me besaba el cuello y me lamia, y le fui sacando los dedos, subiendo a sus cachetes del culo y apretándola contra mí, sobándoselo con ganas, se lo quería follar y hacerla gritar. Nos estuvimos besando un rato y mi sobrina se fue sacando la polla de su culo agradecido. Se restregaban contra mí, como dos gatitas aun cachondas. Y las tenía que contentar.

Mi sobrina alargo un brazo y cogió un paquete de cervezas y se sentaron cada una en una pierna acariciándome. Bebimos una lata cada uno para refrescarnos y al rato, Sonia fue bajando sus caricias asta mi polla, que enseguida la recibió contenta. Me pajeaba y mi sobrina y yo la mirábamos como lo hacía.

- ¿Cómo te metes tanta en la boca? -le pregunto a mi sobrina.

-Es práctica, ya lo veras-le dijo.

Y Sonia, ansiosa desde que la vio por primera vez, se puso de rodillas y la empezó a lamer sin prisas. Abrió la boca y se la metió poco a poco, y mi sobrina le agarro la cabeza y apretando le dijo:

- ¡Traga, traga más puta!

Se la saco tosiendo y empecemos a reír.

-Tienes que hacer hueco en la garganta-le explico.

Y Sonia obediente volvió a tragar, se paró y trago un poco más. Subió y volvió a bajar.

Mi sobrina le agarraba la cabeza y le empujaba un poco cada vez. A veces le entraba, y otras la soltaba tosiendo y con pequeñas arcadas. Pero volvía a la carga con mi mano ya pellizcándole sus tetitas y retorciéndole los pezoncitos. Le gustaba, porque le ponía más empeño y movía el culito.

-Dame tu coñito cariño-le dije a mi sobrina.

Se puso de pie en el sofá y se sentó en mis hombros poniéndome su coñito en la boca agarrada a mis pelos. Le sorbia y le lamia lentamente, mientras Sonia seguía chupando, moviendo su culito. Parece que me reclamaba y eso hice. Le solté sus tetitas y fui acariciando su cuerpo hasta su espalda bajando a su coñito mojado. Se lo empecé a frotar y recordé que no tenía ya el himen, pero lo fui a comprobar. Le puse dos dedos en su entrada, y ella sola empujo atrás y se los metió gimiendo y chupando con más ganas. Se los saque y le busque el culito. Le empuje los dos y empezó a refunfuñar, estire el dedo gordo y le frotaba el clítoris mientras empujaba.

- ¡Aaaj! ¡Duele tito! ¡Aaaj! -me decía.

-Aguanta Sonia, ¡Mmmmh! ya verás que gustazo ¡Aaaaaah! cuando te lo folle ¡Mmmmh! - le dijo mi sobrina como pudo entre gemidos.

Seguí empujando y poco a poco entraron hasta la mitad. Pare y le frote con más fuerza el clítoris. Empezó a gemir y se los empecé a sacar y meter poco a poco. Cada vez le entraban más y se quejaba menos. Bajo una mano y aparto mi dedo masturbándose ella a su gusto mientras recibía mis dedos en su culito.

Mi sobrina ya gemía y se movía más rápido, y le dijo a Sonia:

-Follate el coño, ya probaras por detrás.

Sonia paro en seco y se sacó mi polla de la boca, se incorporó sentándose encima de mí, y colocándose mi polla empezó a bajar, me agarraba los pectorales y los empezó a apretar con fuerza gimiendo:

-¡Mmmmmh! Esto si es una polla ¡Mmmmmh! ¡Ooooooj!

Mi sobrina se giró y se miraron sonriendo cómplices, y le dijo:

-No te acostumbres que es mía.

Empecemos a reír todos.

- ¡Chupa mi amo! ¡Chupa! ¡Aaaaah! ¡Mmmmh! ¡Me corro! ¡Aaaaaj! - me decía mi sobrina agarrada a mis pelos corriéndose.

Le sorbía y le lamia sus deliciosos jugos, mientras le apretaba sus pechos, y Sonia me empezaba a cabalgar más animada hincándome las uñas en mi pecho.

- ¡Mmmmh! ¡ah! ¡ah! ¡ah! No puedo ¡Ah! ¡Ah! Mas adentro ¡Ooooj! ¡Que pollón joder! ¡Ah! ¡Ah! -decía cabalgando y gozando como nunca.

Yo dejaba reluciente el coñito de mi sobrina y se movía despacio entre espasmos, gozando de su orgasmo entre gemidos apagados. Sonia ya no podía más, y empezó a gemir más fuerte y a botar desbocada.

Me hubiera gustado ver sus tetitas botando, pensé.

- ¡Aaaaj! ¡Aaaaj! ¡ya viene! ¡ya viene! ¡Mmmmmh! -gritaba Sonia

Mi sobrina se apartó, y la pude ver con la cabeza levantada, los ojos en blanco, brillando de sudor y sus dos tetitas botando alegremente.

Acabo se correrse y les dije:

- ¡Ya casi estoy! ¡Mmmmh! ¡ya viene! ¡Ooooj!

Sonia se levantó y poniéndose de rodillas en el suelo, se la metió en la boca y empezó a chupar.

- ¡Si así, así joder chupa! ¡Ya viene! ¡Oooooj! ¡Trágala toda cariño! ¡Mmmmh! ¡oooooj! -Le decía acompañándola con mis manos, cogido a sus hombros.

Trago y chupo como una experta, se le notaba que no era la primera vez. Me corría y mi sobrina me lamia un pezón y me pellizcaba el otro muy traviesa, mirando a Sonia, asombrada por como tragaba toda mi lefa.

Se volvieron a sentar una en cada pierna apoyadas en mi pecho y nos íbamos besando y acariciando. El salón olía a sexo, sudor y cerveza. Y recordé que no nos podíamos quedar dormidos ay.

-Vamos a ventilar y a recoger todo esto chicas- Les dije.

- ¡Si es verdad!, hay que esconder las latas también -dijo mi sobrina.

Me liberaron de sus cuerpos sudados y me fui a fumarme un cigarro a la cocina, algo dolorido por las posturas que había tenido que hacer, para hacer gozar a las dos jóvenes gacelas.

Continuará.

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heranlu

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Mi Sobrina y su Amiga - Capítulo 04


Ya faltaba poco más de una hora para que llegara mi cuñada y no había rastro de lo sucedido. Lo limpiemos y recogimos todo y las chicas esparcieron sus perfumes por el salón y el pasillo de entrada. Se fueron a sus camas tentándome a ir con ellas con mil posturas y me pude contener. Siguieron charlando y riendo hasta que me dormí y me despertó mi cuñada al llegar, diciéndome que me podía ir a casa a hasta la tarde. Me incorporé y me senté mirando la hora y la pobre de mi cuñada me miraba la trempada mañanera que tenía con la boca abierta.

No sé qué tiene, es del montón, no está gorda, y tiene un culo bonito, con pocas tetas, y tampoco es fea. Pero no me pone. Me hice el tonto y me levanté a la cocina con ella detrás. Entremos y me sirvió un café. Mi polla no bajaba, y haciéndome el tonto le dije:

-Descansa tranquila que me las llevo a pasar el día fuera y luego a mi casa, ya te las traigo mañana por la tarde.

- ¡En serio! ¡Gracias, tío!, no se puede dormir con estas dos en casa. Y no las dejo salir que están con las hormonas revolucionadas. - me explico.

-Ya lo sé ya, menudo par de gallinas- le dije y reímos los dos.

- ¿se han portado bien? - me pregunto preocupada.

-Si, si, a su rollo con sus deberes, y yo tranquilo, no te preocupes- le dije con mi polla diciendo que sí, muerta de risa, mientras bajaba el empalme.

-Tú te quedas de Rodríguez, duermes tranquila y a la tarde llamas a tu “colega con derecho” y te quitas el estrés. - le dije.

Reímos los dos y me dijo:

-Si, eso quisiera yo. Pero si no tengo tiempo de conocer a nadie tío. Curro casa y niña, y vuelta a empezar- me confeso apenada viendo que mi polla ya descansaba.

-Pues bájate una aplicación de esas y en 15 minutos tienes cola en la puerta mujer, le dije mirándola de arriba abajo.

Es la verdad, casi cualquier tía lo tiene muy fácil para follar hoy en día con esas aplicaciones del móvil.

-Que va, que va. Que a casa no los puedo traer y si es en el coche es un rollo, y pagar pensión ya es otro gasto. - me explico agobiada.

-Joder tía, pues sí que lo tienes mal. ¿Y alguna amiga que te pase el número de algún “follamigo”?

-Que va, ya lo intenté y me salieron rana- me dijo.

-Yo es qué no puedo, que tu suegra me mata- le dije.

Y empecemos a reír los dos.

- ¡Jajaja! Estas colgado Pender- me dijo suplicándome que lo hiciera con los ojos.

Pero no me pone, y ya tenía a su hija y su amiga para mi todo el día, y toda la noche. Pero la tendría en cuenta para un polvo de consolación a la pobre, si se seguía quejando de falta de polla.

- ¿Y qué pinta mi suegra en tu vida sexual? ¿no sabe que Noemi te da carta blanca? - me pregunto intrigada.

-No sé, será por no mezclar la sangre- le dije riendo a carcajadas para salir del paso.

- ¡jajaja! Será por eso- me dijo riendo.

Yo seguía con mi café y mi cigarro, y vi que no se quería ir de la cocina, sin gastar todos sus cartuchos. Y era culpa mía por comentarle lo de que aprovechara para follar, y dejarla ver mi empalme sin hacer algún comentario o irme al baño.

-Bueno, si no encuentro algún tonto para follarme, te digo algo ¿vale morenazo? -me dijo acercándose y acariciándome las abdominales.

La miré a los ojos y me miraba suplicante, la cogí de un brazo, la giré y le empecé a sobar el culo y una teta diciéndole al oído:

-Ya veremos, pero no quiero enganches, ni tonterías de quinceañera- le solté el cachete del culo y le cogí el otro e hice lo mismo con sus tetas, como comprobando la mercancía.

-Claro, si, si Pender. Que no soy ninguna cría- me dijo girándose a besarme y abrazarme.

La aparte, y fui yo el que me fui a despertar a las chicas.

Por lo menos ya tiene material para paja, pensé al escapar.

Llegue a la habitación y estaban las muy dormidas, se las veía cansadas. Y más que se iban a cansar.

Encendí la luz dando un fuerte “buenos días, chicas”, y les dije que, si quería ir de compras y pasar hasta mañana en mi casa, tenían 20 minutos para estar en mi coche.

Saltaron como resortes gritando contentas y buscando sus cosas tropezando entre ellas. Casi llegan antes que yo al parking. No sé si se despidieron de mi cuñada.

Entraron al coche y me besaron dándome los buenos días sonrientes y antes de arrancar y apartando la mano de mi sobrina que ya trasteaba con la radio les dije:

-Conduciendo nada de meter mano, portaros bien y no la lieis con la gente, que tenéis mucho peligro.

Rieron las dos y me dijeron que serían buenas.

Iban vestidas prácticamente igual, pantaloncito corto tejano medio cachete del culo al aire y tops sin sujetador. Esta vez Sonia tampoco lo llevaba y se apreciaban sus tetitas de punta y sus pezones claramente.

-Mucho mejor con las gemelas libres, ¿verdad Sonia?

Me miro sin saber a qué me refería y mi sobrina riendo y pellizcándole una teta le dijo:

-Estas so puta ¡jajaja!

- ¡Ah vale! jajaja! – rio al entenderme.

Se las miro y cogiéndoselas, me miro por el retrovisor y dijo:

-Pues sí, pero mi madre cuando me vea me va a matar.

Reímos todos y salimos camino al odioso centro de Barcelona.

Llegamos a un parking, y ellas ya me preguntaban que cuanto podían gastar, Sonia le decía a mi sobrina que guardaría la ropa nueva en su casa, y yo las miraba sonriendo. Vaya par de jovenzuelas, pensé.

-No sé, un conjunto de ropa a la moda y algún vestido bonito. Que vais todas igual- les dije señalando alrededor y confirmándolo.

Se rieron y se metieron en la primera tienda. Entre, y empezaron a llamarme las dos, para que viera tal o cual prenda:

- ¡Tito mira esto! Decía una, ¡Tito esta me la quedo! Decía la otra.

La dependienta se apiado de mí, y les dijo que fueran cogiendo y se las probarán. Me acompaño delante de los cambiadores y mes senté dándole las gracias.

Por su puesto me tentaban y me llamaban haciendo gestos desde sus cambiadores, solo con las braguitas puestas. Solo las veía yo, ya que no había apenas gente. Me negaba con la cabeza y resoplaba. ¿Quién no ha tenido un sueño erótico en unos cambiadores? Pero era imposible.

Se probaron tres o cuatro prendas y al final les dije:

-Cogedlas todas y dejáis la mayoría en mi casa. Pero por favor, vámonos ya- suplique.

Y riendo, fueron a la caja con sus nuevos trapitos.

La cajera alegre por tal venta pregunto:

- ¿De quién es el cumpleaños?

-De las dos-dijo mi sobrina.

-Bueno fue ayer, pero lo celebramos hoy- dijo Sonia y las dos rieron cómplices.

-Muy bien -contesto la cajera mientras pasaba las prendas y les quitaba la alarma.

Salimos y les dije:

-Y ahora a por unos vestidos como el de esa chica- les dije mirando a una belleza que paso mirándome, agradecida por el cumplido.

- Vale, es bonito- dijo Sonia.

Y aceleraron el paso y se metieron en otra tienda.

-Me quedo fuera brujas, cuando estéis me mandáis un mensaje- les dije.

Me senté fuera y me encendí un cigarro, las veía por el cristal dando vueltas y llamándose una a la otra. Revise el móvil y al rato me hizo una perdida mi sobrina.

Entre, pagué y me despedí de otra dependienta contenta.

Almorcemos entre risas y fuimos al parking. Una vez en el ascensor, se me echaron encima como lobas. Sonia me beso en la boca, y mi sobrina me besaba el cuello. Las dos con sus manos debajo de mi camiseta, y yo con un culo en cada mano. Paro el ascensor y esperaban fuera dos matrimonios mayores que se escandalizaron. Bueno las mujeres, los hombres no perdían detalle de las jóvenes gacelas. Les dimos los buenos días y salimos riendo en busca del coche.

Una vez dentro, me salto encima mi sobrina, y me dijo cogiendo mi paquete:

- ¿Te podemos dar las gracias rapidito?

Sobaba mi polla y restregaba sus tetas en mi pecho. Sonia apareció por detrás y me beso el cuello diciendo:

-Claro, así vas más relajado.

Miraba alrededor y ya llegaba mas gente, y con mucha pena les dije:

-Tranquilas que tenemos mucho tiempo.

Bese a mi sobrina, apretando su culo contra mi polla y me gire besando a Sonia. Se portaron bien, se sentaron y salimos de allí.

Legamos a mi bloque y ya en el ascensor repitieron el asalto. Esta vez se adelanto Sonia y me salto delante besándome, mi sobrina salto detrás y me lamia el cuello y me lo besaba.

Lleguemos a mi piso y la ropa volaba, Íbamos entrando camino a mi habitación y ya en el pasillo con Sonia otra vez encima, mi sobrina me bajo los pantalones y los calzoncillos y le aparto la braguita a Sonia, poniendo mi polla en su coñito. Sonia cerrando los ojos se la empezó a meter y enseguida me empezó a cabalgar. Mi sobrina me sobaba el culo y nos empujaba a la habitación. Yo caminaba con Sonia, ya gimiendo y follándome.

- ¡Aaaah! ¡Aaaaah! Que ganas tenía joder ¡Mmmmh! – decía.

La tumbé en mi cama y quedándome al borde, le cogí con una mano y la empecé a follar, con el otro brazo hice subirse a la cama a mi Sobrina y le dije:

-Ponte encima de ella.

Se tumbo sobre Sonia, pero no se hacían nada. No iba a verlas montándoselo, pensé apenado.

Seguí follándome a Sonia que gemía y agarraba mi mano en su cadera y le empecé a sobar el coñito a mi sobrina que enseguida se movía buscando que apretara. Le metí dos dedos en su coñito y se empezó a follar ella sola. Saqué la polla de Sonia y se la metí poco a poco a mi sobrina, que la recibió ansiosa también. Ahora Sonia acariciaba a mi sobrina por la espalda y sus pezones se frotaban entre ellos, duros al compás de las embestidas que le daba a mi sobrina. Al rato se la saque, y me eche en la cama tirando de mi sobrina que me siguió, se me hecho encima y se la metió en el culito, soltando un gran gemido. Sonia se subió y se sentó en mi boca. La empecé a lamer y sorber cogido a las tetas de mi sobrina que no me dejaba soltárselas. Saltaba en mi polla y me apretaba las manos para que apretara más sus pechos, y Sonia me agarraba los pelos follándose mi boca.

La primera volvió a ser Sonia, se le notaba con menos experiencia, y empezó a apretar más mi cabeza ahogándome son su coñito gimiendo:

- ¡Mmmmh! ¡Aaaajj! ¡Mmmmh! Ya viene ¡Aaaaj! ¡Chupa tito!, ¡chupa fuerte! ¡Aaaaaj! ¡Me corro joder! ¡Mmmmh! - gritaba gozando.

Se fue calmando, guiando mi cabeza cada vez mas lentamente por su coñito, mientras mi sobrina empezó también a botar más rápido, soltó mis manos apoyándose en mi vientre, y empezó a gemir más fuerte:

- ¡Mmmmh! ¡ah! ¡Aaah! ¡Jodeerr! ¡me corro! ¡Aaaaj! ¡siiii! ¡que gustazo joder! ¡mmmmh! -gemía aminorando la follada, pellizcándome los pezones con rabia. Se dejo caer en mi pecho moviendo las caderas lentamente y lamiéndome los pezones doloridos.

Sonia me besaba, me acerco sus tetitas a la boca para que se las sorbiera y me las metiera enteras dentro. sonreía gozando y acariciaba mi cabeza y la de mi sobrina.

Mi sobrina hizo salir mi polla de su culo ya entrenado, con un pequeño gemido, y siguió con mis pezones.

Faltaba yo, pero estaban las dos entretenidas, así que empecé a sobar el culo y el coñito de Sonia y ella me apretaba contra sus pechitos en mi boca. Le esparcía sus nuevos jugos por su culito y empecé a meterle dos dedos.

- ¡Mmmmh! Me va a doler, es muy grande para mi pobre culo -dijo sabiendo lo que le esperaba.

-Da gracias de que no voy a aguantar mucho- le dije con mi sobrina pajéandome mientras seguía con mis pezones.

Seguí comiendo sus tetitas y ya tenia la mitad de los dedos en su culito, dos enteros en su coñito, y el dedo gordo sobando su clítoris. Aumente el ritmo poco a poco y empezó a gemir otra vez:

- ¡Mmmmh! ¡Mmmh! ¡¿qué me haces tito?! ¡Mmmmh! ¡Joder que pasada! ¡siii! ¡Aaaaaah! - decía esperando a mi mano y empujando más cada vez.

Entraron los dos asta el fondo y se lo follaba sin tanto impedimento, le saqué la mano y le dije:

-Monta putita.

Me sonrió resignada y se subió encima mío. Me cogí la polla y se la empecé a restregar por su coñito empapado, mientras esta vez comía los tetones de mi sobrina. Ella se hecho en mi pecho abrazándome y empecé a empujar en su culito redondo:

- ¡Uuuooo! ¡Joder! ¡Aaaaaj! ¡Duele tito! – me dijo.

Pare, y aún no había entrado el capullo. Miré a mi sobrina y le dije:

-Ayúdame con este culito juguetón que tiene Sonia.

Reímos y mi sobrina se puso detrás de Sonia y le dijo al oído:

-Te dejo a mi amo para que le complazcas, no para que nos cortes el rollo tía.

-Ya lo sé, pero no veas como duele- le dijo.

Mi sobrina la abrazo, le cogió sus tetitas y se las empezó a sobar besándola en la boca. Esto me puso mas cachondo y agarrado a su pequeña cintura, empecé a empujar con los gritos de Sonia apagados en la boca de mi sobrina. Entro mi capullo, me detuve y mi sobrina empezó a frotar con rabia el coñito de Sonia, y a apretar sus pechos sin miramientos. Sonia respiraba agitada por el dolor y el placer y se empezó a mover poco a poco. Mi sobrina le frotaba el coñito con rabia y Sonia cada vez se follaba mi capullo más rápido gozando:

- ¡Mmmmh! ¡Aaaaaj! Vale, si, así si ¡Aaaaaj! ¡Mmmmh! -gozaba la putita.

Fue poco a poco aumentando el ritmo y le fue entrando mas polla. De vez en cuando paraba y le cogía la mano a mi sobrina de su chochito apretando y metiéndose mas polla entre gemidos y gritos. Ya no aguantaba mucho más, y me encantaba ver a mi sobrina como la hacia gozar. La pare y le empecé a follar yo.

- ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Aaaaah! ¡siiii! ¡Sigue tito, sigue! ¡aaajj me partes! ¡Ah! ¡Ah! ¡Mmmmh!

-Ya casi estoy putita ¡Mmmh! ¡que culito juguetón! ¡Aaaaaj! - le decía follandola con media polla, cada vez más rápido.

Mi sobrina estaba siendo de gran ayuda y parece que se lo pasaba bien también con las tetitas de Sonia que ahora chupaba mientras le frotaba el coñito.

Llegamos al orgasmo juntos, soltó la mano de mi sobrina y mientras se corría intentaba escapar, y cuando empezó a notar mi lefa en su culo, paro de resistirse entre espasmos y se metió mas polla buscando ese calorcito en sus entrañas. La follaba lentamente mientras soltaba mi lefa, y al final cayo en mi pecho sudando, resoplando y moviendo su culo al compas de mi polla que iba sacando poco a poco.

-Ves como merece la pena- le dijo mi sobrina.

-Mmmmh si joder que gustazo tía - le contesto Sonia con los pelos alborotados y resoplando.

Salió mi polla y mi sobrina se fue al baño dándome un largo beso, Sonia seguía retomando el aliento, y acariciando mis brazos, la gire y la tumbe en la cama. Nos besemos y le dije:

-Te lo estabas buscando con tanto moverlo delante mío.

-Ya me he dado cuenta mmmmh que gozada, si lo llego a saber antes me lo follo y ya hubiera estado listo para tu pollón- me dijo agarrándolo con rabia.

Le empecé a lamer sus tetitas mientras me sobaba la polla y los huevos y me dijo estrañada:

-No se te baja del todo.

-Que quieres, me habéis puesto a mil las dos enrollándoos. - le contesté y seguí lamiendo y mordisqueando sus pezoncitos.

-Es verdad que tenemos peligro juntas, no me lo esperaba, pero la quiero tanto que ¿Por qué no follármela? - me confeso.

Y empecemos a reír.

Volvió mi sobrina y salto Sonia diciendo:

- ¡Mi turno, que me meo!

Y salió corriendo al baño.

Mi sobrina se tumbo a mi lado y me dijo:

- ¿Echamos otro o comemos algo?

-Yo te como a ti- le dije saltando encima de ella y mientras le hacía cosquillas, le daba pequeños mordiscos a sus hermosos tetones.

Ella reía y me hacía cosquillas también, mi polla asomaba en su barriga y al verla, la cogió y dijo:

-Esta es la culpable, ¡la voy a romper!

Y Agarrándola fuerte con las dos manos intento partirla, la libere de sus manos y reímos.

Volvió Sonia y pregunto:

- ¿Seguimos o comemos algo?

Reímos Mi sobrina y yo, y levantándome les dije:

-Tal para cual.

Volvimos a reír todos y fuimos al salón pegándonos en los culos bofetones y escapando unos de otros.

Decidimos hacer una tregua sexual para ir a la ducha, uno a uno, mientras llegaba la comida. Y mientras esperábamos nuestro turno escuchábamos música acariciándonos y jugando. Aún quedaban horas hasta el día siguiente por la tarde.

Continuara.




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heranlu

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Mi Sobrina y su Amiga - Capítulo 05


Esta vez mi sobrina me pide ayuda para chantajear y someter a Jenny, una pija de su clase, que veía como mi sobrina ganaba popularidad en el instituto al rechazar a los tíos, y tener un trato más “cariñoso” con Olivia, su mejor amiga. Y algo hace mal mi sobrina, que la tengo que castigar.

Recibí un video de Verónica, mi sobrina, en él se veía a Sonia comiéndole el coñito y sobándole sus tetazas, en los baños del instituto. Yo estaba en Madrid, por unas maniobras y ese era su juego para fastidiarme, mandarme videos montándoselo juntas. Mi polla salto protestando, y aun me quedaban tres días.

La última noche, me mando un video, en el que se veía a una chica rubia chupándosela a un tío de unos cuarenta, en un coche. El tío la tenía agarrada de los pelos y le follaba la boca sin piedad. Se corrió rápido y la chica mirando alrededor salió del coche recogiendo un folio que le entregaba el tío.

- ¿Qué es esto? ¿Quién es? - le pregunte a mi sobrina.

-Es la puta de Jenny, la pija de mi clase. Me jode cada vez que puede, pero la hemos pillado sin querer cerca de tu casa, con el profe de química, seguro que así aprueba los exámenes o los consigue para hacer negocio, y ahora la vamos a joder.

- ¿Y porque no le das un puñetazo cuando te jode? - le pregunte.

-Porque me expulsarían, y me jode siempre a mis espaldas inventándose cosas, y malmetiendo. Esta celosa de que paso de los chicos del insti, y de que me lleve tan bien con Sonia - me conto.

- ¿Y qué quieres que haga yo cariño? - le pregunte, temiendo la mente loca de mi sobrina.

-La quiero joder bien, y he pensado que me puedes ayudar. - me respondió.

- Miedo me das- le dije

Seguimos hablando y me conto su plan. La quería chantajear, ayudada por mí y grabarla mientras la sometíamos. Me parecía descabellado, y le dije que ya veríamos al volver a Barcelona.

Al salir del avión las vi a las dos con un cartel que ponía "TiTO” con corazones y colorines. Iban preciosas con sendos vestidos estampados de falda corta, sin sujetadores y con braguitas de medio tanga. Me vieron y se me echaron las dos encima besándome contentas.

- ¡Jajaja que locas estáis!- les dije.

Me cogieron el macuto y la mochila y fuimos a coger un taxi.

El taxista mientras conducía no perdía vista de las dos gacelas sobándome y besándome todo el camino. Tubo que acabar empalmado el pobre. Y yo salí del coche empalmado, tapándome como podía.

- ¿Dejo las cosas y vamos a comer no? -les pregunte.

-Yo me tengo que ir, que me espera mi madre para ir a casa de mi tía- me dijo Sonia apenada.

-Pero dormimos aquí hoy las dos- añadió mirándome picarona.

-Espera que te llevamos y así muevo el coche- le dije yendo hacia el parking.

- ¡Vale! Mejor, que así me van a violar de camino- me dijo mirándose, y reímos todos.

-Me encanta como vais, ya no parecéis niñatas de barrio joder- les dije admirándolas.

Se cogieron de la mano y se giraron la una a la otra mostrándose. Mi polla ya refunfuñaba, pero contenta. Algún que otro vejete y no tan vejete también las admiraron. Que vicio tienen las dos gacelas, pensé.

Metí los bártulos en el maletero y tras un par de intentos arranco furioso mi “Land cruiser del 92”. Las chicas lo celebraron y mi sobrina puso música mientras subíamos la rampa. Me miraba con cariño y acariciando mi pierna, me dijo:

-Estas más cañón, digo más moreno.

Rieron las dos.

-Gracias bombón, vosotras cada vez más macizas, y se os ve muy relajadas- le conteste.

- ¡Jajaja! Claro, ¿Qué no te gustaron los videos? - me pregunto Sonia picarona.

- ¿Fue idea tuya? -le pregunte sorprendido.

Y asintió con cara de vicio.

-Mira la canija como se espabila- les dije, provocando nuevas risas.

Lleguemos al portal de Sonia, y mirando alrededor, me dio un largo beso y me dijo:

-Bienvenido, a la noche nos vemos. Y tú, puta, no me lo dejes muy seco- le dijo a mi sobrina.

Reímos y salimos de vuelta a casa.

- ¿Vamos a comer por ahí, o tienes algo que hacer?

-Si, pero puedes venir a casa a comer y cojo la muda para esta noche.

Mi sobrina no sabía que su madre iba loca porque me la follara, pero igual me serviría para vaciarme los huevos y así disfrutar mejor de ella.

-Espera un momento. Creo que me falta algo tuyo – le dije al recordarlo.

- ¡Joder! – exclamo entre dientes, buscando en su bolsa. Saco una pequeña cartilla del instituto y me la dio con la cabeza gacha.

La abrí mirándola seriamente y vi sus notas del trimestre, y supe porque Olivia había desaparecido. Eran buenas notas, casi todo notables y sobresalientes, pero en dos asignaturas había dos aprobados. Y nuestro trato era no menos de notable.

-Parece que el culito de Sonia te ha despistado -le dije enfadado.

-Que no tito, que han sido exámenes más difíciles, y alguno por sorpresa. -se excusó.

-Por eso hay que estudiar, para estar preparado- le dije en tono despectivo.

Ella no contesto, sabía que sería peor, y que no tenía excusa.

- ¡Joder! Menudo recibimiento – dije en voz alta, para mí mismo.

Enseguida supe cuál sería su castigo, y seguro que no se lo esperaba.

Lleguemos en silencio a su casa y se fue a su habitación. Había incumplido nuestro trato, y no sabía cómo lo pagaría.

-Hola Pender ¿Cómo estás? ¿Cansado no? Tomate algo, sírvete lo que quieras- me dijo mi cuñada dándome dos besos muy efusivos.

- ¿Qué le pasa a la niña que ni saluda? -me pregunto.

-Malas notas -le dije secamente.

-Pero si lo aprobó todo- me dijo extrañada.

-Un bien, no es aprobar, es dejadez y después se acaba suspendiendo. - le conteste serio.

Mi cuñada se quedó viuda muy joven, y con mi sobrina con ocho años, y siempre me ha tenido como sustituto de su padre. Sabía que le exigía mucho siempre, pero últimamente veía que había mejorado mucho con las notas, y ahora sabía que era por mí, que de alguna manera había logrado que estudiara más. Así que antes de decir nada más cambio de tema.

- ¿Te quedas a comer? Hay comida de sobras -me pregunto.

-Vale- le conteste con una sonrisa.

Sali a la cocina y me serví el resto de café que quedaba de la mañana y me encendí un cigarro. Mi cuñada fue a hablar con Verónica y esboce una sonrisa pensando en el castigo que le tenía preparado. Pero no podía hacerlo si no veía a mi cuñada “dispuesta a ayudarme” sin saberlo.

-Nada, que esta cabreada, que va a estudiar, y que no va, ni a comer- me dijo mi cuñada entrando en la cocina.

Yo no dije nada, no iba a discutir, me acabé el cigarro y me puse a fregar los cacharros grandes de la pica. Mi cuñada me miraba de reojo y al poco tiempo me dijo:

-Estas más moreno tío, que envidia.

-Bueno, no te gustaría coger este moreno como lo he cogido yo- conteste, y reímos los dos.

- ¡Jajaja! No, no, para nada- dijo ella.

Acabe, me sequé las manos y fui a hablar con Verónica. La encontré en el escritorio con un libro tomando apuntes, muy aplicada. Me puse detrás y estuve un rato observándola. Estaba cabreada, y respiraba furiosa haciendo subir y bajar sus grandes pechos, libres sin sujetador, haciendo dos rayas en la camiseta con sus pezones.

-Espérate 15 minutos y ven a comer- le ordene.

-Si, amo- me contesto sumisa.

Ya estaba más cabreada por no saber su castigo, que por estarlo.

Comíamos ya melón de postre, mi cuñada y yo, cuando apareció su hija y fue a la cocina a servirse un plato. Paso como un fantasma sin decirnos nada. Mi cuñada me miro y me dio las gracias en voz baja.

Volvió con el plato y se sentó muy cerca de mí. Quería pegar su pierna con la mía, y yo lo sabía. Cuando la note, me levante y recogí los platos preguntando a mi cuñada:

- ¿Quieres el café ya, o más tarde?

-En un rato, gracias Pender -me contesto.

Y me fui a la cocina dejándola con su búsqueda de mi calor. Hice café y me fumé mi cigarro mientras madre e hija discutían susurrando.

Verónica se fue a su habitación a seguir hincando codos y su madre trajo lo que quedaba en la mesa a la cocina. Trasteaba con los cacharros y puso el lavavajillas, con posturas, lo más sexy que pudo, no había estado nunca buena, pero se sabía del montón, y después del repaso que le di la última vez, tenía esperanzas de que la empotrara. Yo la miraba y mi polla me confirmaba que no me ponía, pero me hacía falta para castigar a mi sobrina. Cerro el lavavajillas resoplando, se apoyó en él y se encendió un cigarro mirándome.

-Si te quieres echar un rato, ve a mi cama. He puesto sabanas limpias- me dijo desesperada.

-No, si he dormido en el avión, no estoy cansado. Y tengo un porrón de trabajo pendiente. Pero gracias. -le conteste sonriéndole.

-Como quieras. Yo iré a hacer la compra y unos recados. - me explico.

Cogí mi móvil y le escribí a Verónica. Le ordene que se acercara a la cocina en 20 minutos, sin hacer ruido. Levante la vista y le dije a mi cuñada:

- ¿Y tú estrés cómo va?

Se quedo en blanco unos segundos al no entender mi pregunta, y reacciono.

- ¡A vale, ese estrés! ¡jajaja! No lo pillaba- me dijo riendo.

-Pues igual. No tengo tiempo, ni oportunidades. Bueno, un padre del insti, parece que me miraba, pero no se lanzó, y hay quedo todo- me explico algo nerviosa.

-Igual hay videos para aprender a zorrear en YouTube- le dije de coña.

-Ya he mirado, pero son cosas básicas- me contesto dejándome a cuadros.

-Pues explota tus atributos. Enseña más la mercancía- le dije.

Se agarro sus pequeños pechos, los levanto y me dijo:

-Es que no hay mucho que enseñar.

-Pues sin sujetador- le dije.

-Osti, no sé, ¿ya no tengo edad no? - me pregunto.

-A ver quítatelo- le dije.

Sin pensárselo dos veces, se quitó la camiseta, y se sacó el sujetador. Me miro sonriendo, y se puso la camiseta. Eran dos Naranjas grandes, algo caídas. Pero estaban bien.

Se arreglo la camiseta y me pregunto:

- ¿Qué tal? Lo que igual con fresco, va a ser un espectáculo. - me dijo riendo.

-Muévelas un poco a ver que tal- le dije con mi polla también expectante.

Se movió y sus tetas se mecieron libres bajo la camiseta. Ya se le notaban más los pezones erectos. Me cogí el rabo con descaro y lo acomodé diciéndole:

-Mucho mejor tía, ya verás lo que tardan en entrarte.

Ya veo, ya. Parece que a tu amiguito también le gusta lo que ves- me contesto riendo y acercándose. Se volvió a mover para mecer sus tetas y girándose, enseñando su culo, me dijo:

- ¿Así que os gustan libres?

-Antes era como de guarrillas, pero hoy día es, hasta moderno, de feminista loca. -le dije riendo y posando mi mano en su culo apretándole un cachete.

-Y si de vez en cuando las animas, mejor- le dije agarrando un pezón y retorciéndolo con suavidad.

- ¡Mmmh! Oye que no soy de piedra. Como nos vea la niña veras. - me dijo pegándose a mí.

Yo seguía retorciendo sus pezones, ahora con uno en cada mano, y ella pegada a mi sin atreverse a más. Y le dije:

-No sí, me tengo que ir, no tengo mucho tiempo. La niña no te preocupes que va a estar un par de días hincando codos. - le dije sobando ya sus tetas con fuerza.

Al final con el calentón, se decidió y agarro mi cremallera y la bajo buscando mi polla ya morcillona. La saco y abrió los ojos diciendo:

- ¡Madre mía Pender! ¡Que hermosura!

-Venga va, ya que me has puesto así, vacíame las pelotas, que llevo tres semanas sin ordeñarlas. Yo vigilo, por si acaso- le dije.

Esbozo una sonrisa pícara y agachándose, me dijo:

-Claro cuñadito, yo te ordeño cuando quieras. Sera que no lo sabes ya cabrón.

Y se metió lo que pudo en la boca, que note ardiendo por el calentón que tenía la pobre, me la empezó a mamar con ganas. Me puse cómodo, me encendí otro cigarro y bebi un sorbo de café, mientras mi cuñada ya a dos manos me la mamaba con saña. Aun recordaba cómo se hacía y estaba gozando.

- ¡Mmmh! ¡Muy bien cuñadita! ¡Oooj! ¡Así, sigue, sigue! ¡Mmmh! -le dije.

Mi sobrina fue lista, y se colocó donde solo veía a su madre de rodillas muy aplicada con mi polla y los ojos cerrados. Pero yo la veía por el reflejo del marco de un cuadro. No podía creer lo que veía, nos tenía como dos hermanos o algo así. Jamás hubiera pensado que nos pudiéramos enrollar. Estaba furiosa y se prometió a sí misma sacar mejores notas, con tal de tenerme contento y disfrutar de la polla que tenía ahora su madre en la boca.

Después de un rato, y la falta de práctica, mi cuñada ya la chupaba menos y me pajeaba más por su boca cansada. La cogí por los sobacos, la hice levantar y le subí la camiseta chupando una teta mientras le desabrochaba el pantalón y se lo bajaba debajo del culo. Ella me agarraba la cabeza agradecida, y me seguía pajeando. Le chupe el otro pecho con fuerza y gimió de placer:

- ¡Mmmh! ¡Joder cuanto tiempo! ¡Mmmh! Sigue, sigue un poco más porfa, ¡Mmmmh! - me pidió.

Le hice caso, y mientras se las comía, le empecé a frotar el chochito empapado. Dio un saltito al notar mi mano, y enseguida abrió un poco las piernas.

- ¡Aaaah! ¡Madre mía que gustazo! ¡Mmmmh! ¡Joder! ¡Mmmmh! ¡Si, así, sigue! ¡Mmmh!

Se arqueo mientras seguía mordiendo sus pezones, metiéndome en la boca casi toda su teta, y pude ver a Verónica. Abrió los ojos al verme, y tenía una expresión de pena y de rabia en su rostro. Le sonreí y giré a su madre, dándole la vuelta, y poniéndole un trapo de cocina en la boca, que mordió enseguida. Le frote la polla un par de veces y empuje en su coño empapado poco a poco haciéndola gritar con el trapo en la boca. Le metí lo que pude y empezó a gritar más. Pare y la empecé a follar.

- ¡Mmh! ¡Mmh! ¡Mmh! ¡Aaj! ¡Aaj! ¡Mmmmh! ¡Mmmmh! - gemía con fuerza.

Le aprete un pezón agarrándola de la cadera y le dije:

- ¡Sssshh! Calla escandalosa.

Me agarro la mano de su pecho y dejo de gemir tan fuerte. Pero mi intención era la contraria, quería hacerla gritar, para joder a su hija. Y como también tenía prisa, aumente el ritmo cada vez más.

- ¡Mmmh! ¡Mmmh! ¡Aaaaaaaj! ¡Aaaaj! ¡Mmmmh! ¡Aaaaj! - gemía otra vez fuerte sin poder evitarlo. Era demasiado para ella después de tanto tiempo. Se empezó a correr empujándome para separarse y cayo de rodillas. Yo seguía a lo mío mirando a Verónica y follandola sin compasión. Empezaba a estar algo roja y sus pezones me apuntaban suplicantes. Miraba mi polla como entraba y salía con rapidez, y a su madre como una muñeca entre mis brazos.

- ¡Ya casi! ¡Aguanta perra que ya casi estoy! ¡Mmmh! ¡Aaaaj! ¡Si, así, aguanta, aguanta! ¡Aaaajj! - le decía a mi pobre cuñada que se agarraba al suelo con los ojos en blanco con el segundo orgasmo ya, y babeando de placer.

- ¡Ahora! ¡Ahora! ¡Ven chupa! ¡Trágatelo Puta! - le dije a mi cuñada sacándole el rabo y girándola a mí.

Reacciono, y sacándose el trapo de cocina de la boca se lanzó a mi polla y la empezó a ordeñar justo a tiempo.

- ¡Aaaaj! ¡Mmmmh! ¡Así, traga, trágatelo perra! ¡Mmmmh! ¡Qué bien lo haces! ¡Aaaaj! -le decía acompañándola con mi mano en su cabeza.

Chupo y sorbio con ganas, levanto la vista sonriéndome. Le devolví la sonrisa y cuando ya estaba bien seco, cerré del todo la puerta corredera de la cocina, y le dije separándola:

- ¡Me parece que viene!

Le dio el ultimo sorbo a mi polla apenada y se levantó poniéndose bien la ropa. Yo me la guarde en la bragueta, me gire, cogí el café, me encendí un cigarro y entro Verónica justo a tiempo de no pillar a su madre.

Me miro cómplice conteniendo una risa y pregunto:

- ¿A que huele? Huele raro.

Su madre nerviosa le respondió:

-Los vecinos, que estarán cocinando algo raro.

Yo aguantando la risa, ya que creo que su madre pensaba que su hija no sabía que olor tiene el sexo en un sitio cerrado, dije:

-Es verdad, entra por aquí. - refiriéndome a la ventana.

Mi cuñada la pobre empezó a manchar su pantalón de sangre y le hice señas con la mirada. Se miro y se fue a su cuarto disimulando.

Verónica volvió a cerrar la puerta y acercándose a mi cabizbaja, me dijo:

- ¿Ya he sido castigada, o hay más?

Quería sexo, aunque fuera del duro, pero se iba a aguantar hasta el día antes de su próximo examen. Y le respondí:

- ¿Cuándo tienes algún examen? -le pregunte retirando su pelo de la cara.

-El jueves -me respondió.

-Bueno, son dos días. El miércoles por la noche acabara tu castigo. -le dije.

- ¡¿Joder dos días?! -se quejó tirando de mi pantalón hacia ella.

- ¿Quieres que venga mañana y le folle el culo? Oirás sus gritos asta con los cascos de música -le amenace.

-No amo, no quiero. Acepto mi castigo- me respondió pegando su cabeza a mi pecho.

Con ella si me pongo cachondo en segundos. Y la tenía pegada a mí con sus pechos duros en mi barriga y mi polla empezó a despertar de nuevo. Ella la noto al instante y se empezó a reír.

-Pobre Sonia, jajaja – me dijo riendo y separándose para ver mi polla.

Me reí también y le dije:

-Te mandare video, no sufras.

-Ja, ja, que gracia- me contesto con sorna otra vez tirando de mi pantalón hacia ella, pero con rabia.

-Me voy a ir ya, que esta no entiende de castigos y tengo mucho trabajo.

No la iba a llevar conmigo, era parte del castigo. Pero su madre no sabía nada de eso, y apareció diciendo:

-Niña, ¿ya lo tienes todo? Venga que tu tío tiene trabajo.

Verónica sonriéndome maliciosa le contesto:

-Si mama, ya estoy.

Y salió a buscar sus cosas, moviendo para mí, su culo de vicio, triunfante.

Por el camino no hablemos apenas, y ella todavía intentaba asimilar como la había castigado usando a su madre. Tenía una duda, y sin poder evitarlo, me pregunto:

- ¿Te la habías follado ya antes, o ha sido improvisado?

Sonreí y parando en un semáforo, le miré y le dije:

-Cariño, tu madre ya buscaba que me la follara desde el primer día que nos presentó Noemi.

-Joder, pues nunca lo hubiera pensado, os veía como hermanos. Ha sido asqueroso veros follar.

Y me heche a reír diciéndole:

-Pues tus gemelas aún están contentas desde que nos viste- y le pellizque un pecho.

- ¡Buuf! Calla, que tengo un calentón. Menudo polvazo se ha llevado mi madre la pobre- me dijo apenada.

- ¡jajaja! La pobre últimamente estaba muy descarada. Creo que olía nuestro sexo en tu ropa, o algo de eso, y me estaba acosando cada vez más.

-Joder, pues como se te cuelgue, veras que follón. - pensó mi sobrina en voz alta. Y volví a reír.

Lleguemos a casa, se puso cómoda, con una camiseta y en braguitas, y se puso a estudiar. Yo hice lo mismo y pasemos la tarde hasta que me escribió Sonia para que la fuera a recoger.

-Voy a por Sonia. Pide la cena y descansa un poco. -le dije a mi sobrina besándola al despedirme.

Fui en moto, es más rápido, y me encanta tener unas tetas en mi espalda. Me hizo señas al verme llegar y hay estaba mi canija, con un top ajustado, sin sujetador que no dejaba nada a la imaginación, y unas mallas piratas bien ceñidas.

-Hola bombón, ¿te llevo?

-Hola morenazo, llévame donde quieras- me contesto besándome por el hueco del casco.

Guarde su mochila y saque su casco. Se subió y se pegó bien a mí, sabiendo que me encanta.

- ¿Ya la has castigado? – me pregunto de camino.

-A medias, pero va a tener que mirar o hacerlo contigo hasta el miércoles noche.

- ¡Jajaja! Pobreta, lo va a pasar mal- contesto.

Estábamos llegando y me grito Sonia:

- ¡Para, para! Espera un momento, que ese es el coche del profe de química.

- ¿El de la mamada? - le pregunte.

-Si, síguelo. Seguro que aparca detrás.

Lo seguí, y así fue. Se paro detrás de mi bloque, que es una calle de servicio, bastante oscura.

Nos quedemos tres coches por detrás y esperemos. Sonia había cogido frio y le dije:

-Baja, que te dejo una chaqueta que tengo aquí.

Se bajo y justo paso Jenny con paso firme sin reconocer a Sonia con el casco. Le di la chaqueta, se la puso y me abrazo apoyándome en la moto.

-Vamos a esperar un poco y la vuelvo a grabar- me dijo.

Me senté en la moto y se metió entre mis piernas de pie en el suelo. No nos podíamos quitar los cacos, pero ella me metió las manos heladas bajo la chaqueta y le dije:

- ¡Joder estas helada! Ya sabes, la próxima vez ponte una chaqueta- le dije mientras me acariciaba el cuerpo riendo.

Empezó a jugar con mis pezones duros por el frio de sus manos y yo le sobaba su culito de piedra. Esperemos un rato y me dijo:

-Ahora vengo. - y se dirigió a su coche trasteando el móvil.

Estuvo un rato grabando y volvió a paso ligero. Arranque la moto y subió rápida.

-Este examen le ha salido más caro, se la estaba follando a cuatro patas- me dijo riendo.

-Joder con las chicas del instituto, que peligro tenéis. -exclame.

Reímos los dos y doblando la esquina llegue frente a mi portal y aparquemos. Se bajo y me dio el casco arreglándose el pelo en el espejo tocándome el culo. Entremos al portal y me dijo empujándome contra la pared:

-Follame aquí.

La miré y le dije:

-Se me un sitio mejor, vamos ven.

La llevé al cuarto de la limpieza, se subió el top y me metí una tetita entera en la boca mientras le bajaba las mayas y la braguita buscando su coñito. Ella me saco la polla y la empezó a pajear rápidamente. Cambie de tetita y ya la tenía a tono, y su conejo empapado. Le di un beso mientras la ponía de espaldas, y le busqué la entrada ardiente. Empuje y fue entrando, ella se empezó a follar con ansia diciéndome:

- ¡Aaaaah! ¡tres semanas! ¡Aaaaah! Ya estaba harta de dedos ¡Mmmmh! ¡Que rico! ¡Si, Follame!

Follábamos en la oscuridad del cuartito y gemíamos susurrando y gozando.

- ¡Mmmh! Pues si ¡Mmmh! Yo también echaba de menos este cuerpecito de diosa ¡Aaaaj! ¡Que coñito ardiente! ¡Mmmmh! ¡que gustazo cariño! - le decía.

Rápido llego Olivia al orgasmo, y la deje follarse a su gusto mientras se corría con mis manos sobándole el cuerpo.

- ¡Aaaah! ¡Mmmh! ¡Me corro! ¡Mmmh! ¡Aaaj! ¡Qué ganas tenía joder! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Mmmmh! ¡siiii! ¡Aaaaaj! -me decía aflojando el ritmo.

La agarraba para que no cayera al suelo y le fui sacando la polla. Se puso de pie besándome y le subí las mayas y las braguitas. La alce y me le empecé a lamer sus tetitas de piedra, mientras ella me rodeaba con sus piernas. Lamia y mordía a placer con ella agarrada a mi cuello con la cabeza echada para atrás gozando. Al rato me dijo:

-Vamos para casa que voy a chinchar a Verónica.

Reímos los dos y la solté yéndonos para el ascensor. Entremos y agachándose, me la volvió a sacar y la empezó a chupar sonriéndome. La Chupaba muy rápido y yo gozaba:

- ¡Mmmmh! ¡Joder, siii! ¡Mmmh! ¡Aaaaj! ¡Muy bien, siii! ¡Mmmh! -le decía agradecido.

Paro el ascensor y se tragó casi toda la polla con fuerza, se la saco sonriéndome, volviendo a meterla en el pantalón como podía. Entremos y mi sobrina seguía estudiando. Sonia le dio un beso, le acerco su móvil, y vimos el video. Sonia me frotaba la polla con descaro y yo su culito hasta su coño empapado. Verónica se dio cuenta y resoplo.

-Pobre putita, cada vez le sale más caro el examen- dijo Verónica.

-Hay que pensar como joderla, y como te la vas a follar con toda esa polla dentro, que grite y llore, para hacerle sufrir por puta. - dijo Sonia agarrando mi polla con fuerza.

-Mmmmh, es que yo ahora no estoy para pensar, bueno en meter toda mi polla y hacer gritar si- les dije cachondo perdido, con el culito de piedra de Sonia en mi mano y su coño empapado.

Rieron las dos.

Me empujo a mi asiento y me bajo los pantalones y los calzoncillos. Se quito las mayas y las braguitas con mi polla ya en la boca. Se iba a subir y le di la vuelta levantándola diciéndole:

-Tu si puedes calmar a mi sobrinita, que ya ha visto bastante sexo hoy sin participar.

Mi sobrina me oyó, sonrió picara, se quitó la camiseta y las braguitas mientras Sonia se metía mi polla otra vez por su coñito ya más dilatado. Se acerco a Sonia y esta le echo mano a su conejito mientras se metía lo que podía de una teta en su boca. Cabalgaba mi polla y pajeaba a mi sobrina, que me miraba cachonda perdida. Le metía dos dedos y le frotaba la palma por su coñito empapado gimiendo los tres. Yo aguantaba a Sonia de su culo sobándolo y lamiéndole el cuello, mi sobrina guiaba la cabeza de Sonia de una teta a otra, moviendo sus caderas con ritmo con los dedos ya empapados. Se los saco y se los lamio enseñándole esta vez tres dedos. Mi sobrina con ansias le cogió la mano y se la guio a su coñito. Aumento la cabalgada y le fui bajando el culo poco a poco metiéndole más polla. Ella gemía con dolor, pero seguía a lo suyo. Mi sobrina se follaba sus dedos con rabia y Sonia le mordía las tetas.

La primera fue mi Sobrina, agarro la cabeza de Sonia y la mano en su coño y se empezó a correr agradecida:

- ¡Mmmmh! ¡Aaaah! ¡Como sabes cabrona! ¡mmmmh! ¡Que deditos tienes! ¡Aaaaj! ¡Me corro joder! ¡Aaaaaj! – le decía dando saltitos porque Sonia le movía los dedos dentro de su coñito, y mi sobrina los sacaba y metía a su gusto, corriéndose.

Luego Sonia al ver lo que había conseguido con su amiga, y lo que le entraba ya de polla, ya no aguanto mucho. Botaba en mi polla con su culo cogido por mí, y mi sobrina le pasaba la lengua por sus pezones, mientras le sobaba el clítoris con saña. Se paro agarrada a mis rodillas, y yo seguí follandola sin piedad. Su coñito ya no era tan pequeño, ni tan estrecho, pero ardía como el de una virgen cachonda. Alzo la cabeza y se empezó a correr como una perra:

- ¡Aaaaj! ¡me partes tito! ¡Aaaaj! ¡me corro! ¡Sácamela un poco que me partes tito! ¡Mmmmmh! ¡Joder que gustazo! ¡mmmmh! ¡Si, así está bien! ¡sigue, sigue! ¡Mmmmh! ¡Aaaaj! ¡siiii! - me decía entre espasmos. Hincando sus uñas en mis rodillas.

Me apiade de ella y se la saque un poco, pero ya casi estaba yo también, no sé qué me pasaba, pero verlas montárselo me ponía a mil. Y con Sonia ya bien corrida, besándose con mi sobrina y sobándose las tetas mutuamente, me empecé a correr:

- ¡Joder como me poneis cabronas! ¡Mmmh! ¡Me corro! ¡Aaaaaaj! ¡Mmmmh! ¡Que vicio tenéis! ¡Aaaaj! -les decía viéndolas, montándoselo y riendo.

Sonia gemía al notar mi lefa entrarle hasta el fondo de su chochito y se empezó a mover ella suavemente mientras me corría. Se volvió a meter lo que pudo de polla y se echó encima de mi pecho de espaldas abrazada a mi sobrina. Se giro y me beso metiéndose más polla y me dijo:

-Hasta que no me entre toda no estaré desvirgada.

Y reímos todos.

-Pues mejor por el culo cariño, por aquí te puedes hacer daño- le dije acariciando sus muslos.

Ella se movía despacio y sentía mi polla violándola, le dolía, pero le encantaba la sensación. Me miro y sonriéndome, se la empezó a sacar a regañadientes. Sobaba el culo de mi sobrina y le dio unos azotes diciendo:

-Pues por el culo será, como este, que ya se la traga entera.

Volvimos a reír otra vez.

-Se te están pegando las locuras del tito – le dijo mi sobrina riendo.

-Claro, tanto polvo.

Después de tanta risa y sexo, teníamos sed. Se fueron quitando de encima, y me pude levantar e ir a la cocina a por una cerveza y un cigarro. Me serví, y me quedé sentado en el taburete mientras las oía reír en el baño.

Continuará


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heranlu

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Mi Sobrina y su Amiga - Capítulo 06


Continúo bregando con las dos gacelas viciosas y su plan para someter a una rival del instituto.

Salieron de la ducha riendo con las toallas liadas al cuerpo pegándose en el culo, una a la otra. Yo sonreí al verlas y les dije:

-Bueno guarrillas, pedir la cena y a ver qué hacemos con vuestra gran amiga Jenny.

-Ja, ja, que gracioso- contesto Sonia.

- ¿Tu qué harías? Tú sabes más, y controlas de informática- me dijo mi sobrina.

-Bueno, vamos a tantearla y mañana al dejaros en el insti, me cuelo en su móvil. Para empezar, digo- les aclare viendo que abrían los ojos las dos.

- ¿te puedes colar en su móvil? - preguntaron a la vez.

-Si, seguro que cae y me deja entrar sin darse cuenta- les dije.

- ¡Joder, pues sería una pasada! – dijo Sonia.

- ¡La de cosas interesantes que tiene que haber en su móvil! – exclamo mi sobrina pensativa.

Me eché a reír, y yendo a la ducha, le dije a Sonia:

-Ni vengas, ni os lieis.

Se echaron a reír y me fui a duchar tranquilamente.

Sali de la ducha y ya había llegado la cena. Parece que se peleaban los repartidores por traerme los pedidos, y no era para menos. Tenían la mesa montada y me senté a cenar. Estaban calladas y tranquilas, ahora sabia a que se refería mi cuñada al darme las gracias por llevármelas. Las primeras veces se comportaban, pero ahora ya eran las mismas gallinas que en casa de mi cuñada. Sonia, la más picarona, levanto la vista del plato y me pregunto:

- ¿Cómo lo haces lo de colarte en su móvil?

-Es fácil, pero tiene que aceptar cuando le pida permiso, haciéndome pasar por sus cascos de música o su reloj inteligente. Creerá que se han desconectado y aceptara la conexión.

- ¡Joder que yuyu, ¿tan fácil es? - pregunto mi sobrina.

-Bueno, lo fácil es eso. Luego ya hay que saber que hacer.

- ¡A vale! Me había asustado- contesto aliviada.

Acabemos de cenar y se acomodaron como siempre en el sofá, dejándome el hueco en medio. Estaba fumando en la cocina con mi café y las veía con sus móviles jugando con sus pies una con la otra. Sus toallas poco les tapaba, se les veían las curvas de sus cuerpos jóvenes, duros y perfectos en su medida. Mi sobrina es mucho más grande, y tiene mejores curvas, pero Sonia teniendo menos cuerpo y medidas, despide un sex-appeal que invitaba a lamerla de arriba abajo. Mi polla empezó a tirar hacia ellas y me acabe el cigarro preguntándoles:

- ¿Que queréis hacer brujas? ¿habéis mirado alguna peli, o algo?

-Si, ya está. He dejado una peli preparada- me dijo mi sobrina.

Me senté entre las dos y la puso. Claro está, era de terror. Cogieron cada una un cojín y se arrimaron a mí. Yo sonreí y les dije:

-Pero la vemos eh.

Y reímos todos.

Fueron buenas y vimos la peli sin manos debajo de los cojines. Me levante a hacerme otro descafeinado y fumar. Me siguió mi sobrina y se sirvió un vaso de agua colocándose entre mis piernas, de espaldas. Yo le pasé un brazo por su barriguita y acariciándola seguí fumando.

-El miércoles quiero que me desvirgues- me pidió acariciando mi pierna.

- ¿Y este cambio? ¿no quieres esperar a un chico decente?

Me di cuenta, que, con los dedos mágicos de Sonia, se habría imaginado lo que sería una polla. Y tendría que claudicar.

-Paso de esperar, según mis planes, hasta el final de la carrera no querre nada serio, y tampoco voy a estar siempre con el culo ardiendo. Por mucho que me guste- me aclaro apretando mi pierna.

-Bueno, lo haremos. Debe ser buena con sus dedos la canija- le dije riendo bajito.

- ¡Mmmh! No lo sabes bien- me contesto ya subiendo las manos por mis muslos.

Rei y le aparte las manos diciéndole:

-Para que estas castigada.

Refunfuño y volvió al sofá moviendo el culo para mí. Esta vez se sentó al lado de Sonia encima del reposabrazos. Ella la recibió poniendo un brazo encima de su pierna y mi sobrina la abrazaba.

- ¡Buuff! Como empiecen me van a poner a mil, pensé para mí.

Volví al sofá y seguimos viendo la peli.

Al rato ya tenía mi sobrina una teta de Sonia en la mano y la acariciaba y sobaba mirando la peli. Sonia le acariciaba la pierna y le arañaba suavemente con las uñas. Me hice el tonto y me dejé caer al lado contrario, poniéndome cómodo. Al rato ya hacía que dormía escuchando sus cuchicheos claramente.

-Míralo pobrete, parece un niño bueno- dijo Sonia.

-Tócasela, a ver cómo le crece -le dijo mi sobrina.

-Espera que este mas dormido- contesto Sonia.

-Pues cómeme puta- le dijo mi sobrina abriendo su toalla.

Sonia le cogió los pechos y se los empezó a besar. Y mi sobrina le sobaba los suyos con cariño. Mi sobrina se dejó caer encima de Sonia y se aguantaba con los brazos pasándole sus grandes pechos por su boca. Sonia se los comía y lamia dulcemente sobándole el culo y acariciando su espalda.

Nuevamente la película ya no daba nada de miedo, por mucho que gritaran los protagonistas y se escucharan ruidos aterradores. Las chicas se frotaban sus coñitos con el muslo de la otra mientras se besaban y se sobaban todo el cuerpo.

-Vamos a la cama mejor- dijo mi sobrina jadeando cachonda.

Se levantaron con cuidado y entre risas apagadas se fueron a la cama.

Debía haberlas seguido, ya que al final me quede dormido de verdad. Habían sido tres semanas de maniobras bastante duras, y arrastraba cansancio.

Al día siguiente me levante, y aproveche para tomar café tranquilo, y leer la prensa sin tetas y culos alrededor.

Acabé mi cigarro, y fui a ver a las chicas. Estaban desnudas abrazadas, y la habitación olía a sexo femenino. Estaban preciosas con los pelos revueltos. Mi polla tiraba hacia ellas, pero tenía mucho trabajo. Así que refunfuñando me giré y me fui a mi mesa a empezar la jornada.

La primera en despertar fue mi sobrina, apareció desnuda, con el pelo revuelto y aun dormida. Se sentó en mi pierna, me beso dándome los buenos días, y se dejó caer en mi pecho. Notaba el calorcito de su conejo en mi pierna. Estuvo un rato dormida en mi pecho, mientras yo seguía a lo mío intentado mover el ratón con la mano izquierda, y su culo en la otra. Al rato se espabiló con mi mano cada vez más "cariñosa” con su cachete del culo, me beso en el cuello y se fue a la cocina.

Apareció Sonia, igual de desnuda, y más dormida. También se me sentó en la pierna y después de besarme y darme los buenos días, también se dejó caer en mi pecho un rato. Mi pierna estaba supercontenta, y mi mano más. Ahora con el culito de Sonia, volvía a estar entretenida.

Vino mi sobrina de la cocina con un tazón, y un paquete de cereales, se sentó en el sofá, y al ver a Sonia exclamo:

-Puta, suelta a mi amo y espabila que llegamos tarde a clase.

Rei, y Sonia esbozo una sonrisa aun con los ojos cerrados. Me mordió un pezón, se levantó y fue a la cocina también. Miraba su culito pequeño, pero perfecto, contonearse y el hueco entre sus muslos con el perfil de su coñito. Mi polla empezó a despertar otra vez.

Mi sobrina acabo y volvió a mi pierna. Pero me abrazo frotando su conejito diciéndome:

-Esta noche, es mi gran noche, ¿me das el biberón antes de clase, mi amo?

Mi polla salto como un resorte, la besé cogiendo su culo y parándola, y le dije:

-Os lo voy a dar a las dos como no os vistais en 15 minutos, y salgamos.

Sonrió maliciosa y agarrando mi polla, abrió los ojos y vio que lo decía de verdad. Empezó a reír y salió corriendo a vestirse gritándole a Sonia:

- ¡Sonia a vestirnos que está despertando la serpiente!

Reímos todos.

Sonia vino de la cocina con leche en las tetas y el pecho y dijo:

- ¡joder!, ¿qué hora es? Yo quería biberón.

Volvimos a reír otra vez.

Aunque parezca imposible, estuvieron vestidas y listas en 12 minutos. Las llevé a clase y de vuelta recibí una foto de mi cuñada cachonda perdida enseñándome las tetas en su cama. No me apetecía nada, me excusé con una mentira piadosa para mi polla, y fui al cuartel a por el trabajo de hoy.

Ya dispuesto a volver a casa y trabajar, me llamo mi cuñada al móvil y conteste:

-Dime corazón

-Buenos días morenazo, ¿me puedes hacer un favor? -me pregunto.

-Tengo lio tía, sino si iba y te lo hacía- le mentí.

-No ¡jajaja! Ese favor no, ya me lo harás cuando puedas. Me refiero a si te puedes quedar a mi sobrina en tu casa, que va a estudiar en la universidad y se lleva fatal con Verónica, y mejor que no se quede aquí. Sera hasta que encuentre algo con sus amigas.

-Bueno, no hay problema, pero Vero también se queda con Sonia. Solo me queda el sofá- mentí, ya que siempre duermen conmigo. La metería en la habitación de invitados y a ver qué pasaba cuando descubriera nuestro trio.

-Si, no creo que quiera estar mucho tiempo, seguro que encuentra hueco con alguna amiga- me dijo.

-Vale, mándale mi dirección, y mi número. Ya me dirá algo. - le pedí.

-Gracias bombón, te debo una buena mamada cabrón- me soltó mi cuñada.

-Claro, ya está apuntada so guarra- le conteste.

- ¿Y cuándo va a ser? Porque no me gusta tener deudas- pregunto desesperada.

-Deja que me ponga al día con el trabajo y te digo algo. O te vuelvo a follar en la cocina mientras la niña se ducha- le dije poniéndola más cachonda.

- ¡Mmmh! Calla puto, que cojo y me presento en tu casa ahora- me amenazo tocándose el coño con rabia.

-No estoy, sino ya te habría hecho venir, yo te digo algo. Pero no te cuelgues, que te veo- le dije.

-No, jajaja, que no, tranquilo. Solo que me gustó mucho y quiero repetir. - se excusó.

-Bueno, porque eres tú y te quiero mucho. Te aviso después de comer, así duermes más. - le dije piadoso.

-Vale, me mandas un wasap y voy. Un besote morenazo- me dijo y nos despedimos.

Joder con la cuñada cachonda, me endosa a la sobrina, después de hacer de canguro de su hija y su amiga, y encima quiere que me la folle. Soy el pelele de la familia. Pero que bien me lo paso.

Llegué a casa mirando que no estuviera mi cuñada escondida y cerré la puerta resoplando. Me puse cómodo, con mi camiseta y mis pantalones sin calzoncillos, me puse música y empecé a trabajar.

Picaron al timbre de abajo, pero desde que no vivo en una finca con portero me he artado de abrir a los de la propaganda, así que lo ignore. Volvieron a picar, y pase de abrir. Al rato recibí una llamada desconocida. Y recordé a la sobrina de mi cuñada. Descolgué y sonó una vocecilla con miedo o mucha vergüenza:

- ¿Hola? ¿Eres Pendergast, el tío de Verónica?

- Hola, si ¿eres su prima verdad?

- Si, soy Claudia, estoy en tu portal. ¿a qué hora llegas?

-Estoy en casa, pensé que eran los de la propaganda, sube- le dije abriendo abajo.

Sonó la puerta abrirse y ella decir que ya había abierto.

Tenía que avisar a mi sobrina y a Sonia. Y no les iba a hacer mucha gracia.

La espere con la puerta abierta y una sonrisa, intrigado por como seria la universitaria. Con los genes de mi cuñada, podía esperar las dos vertientes. Y deseaba que fuera un adefesio de tía y que se fuera pronto.

Se abrió el ascensor y salió una maleta grande rodando, otra pequeña y ella con una mochila grande. Es regordeta, pero no demasiado, de estatura media/alta y con la ropa ceñida se le notaban buenas tetas y buen culo, pero ancho. Rubia y de ojos azules como su prima. Gafitas de empollona y cara de tímida.

La ayudé, y quitándole la mochila, le di dos besos y me correspondió dándolos al aire. No entiendo la gente que hace eso. Mejor que no los den, creo yo. Ella cogió las maletas y le indique que entrara, le quería mirar el culo. Era grande y redondo, pero lo justo para no darme asco. Y tenía cinturita, que siempre ayuda.

Entro y se quedó en el salón de pie.

-Ven que te enseño tu habitación y luego ya te pones cómoda- le dije.

Me miro al pasar con la mochila de arriba abajo con timidez y me siguió.

- ¿Y vero donde duerme? - me pregunto.

-Tranquila, ella se queda siempre en el sofá con Sonia, su mejor amiga. - le mentí, saliendo del paso.

-Y aquí tienes los baños, este con bañera y ducha, esa del fondo es mi habitación, y estas en tu casa. Si quieres traer tíos o tías, me da igual, pero con respeto, quien no respete lo tiro por la ventana. Nada de drogas y por los gastos no te preocupes. Somos familia y también fui universitario- le expliqué con ella mirándome, se había fijado en mi polla libre y en mis músculos, y parecía embobada.

-Claudia ¿me has escuchado?

-Si, si perdona. No tendrás que tirar a nadie por la ventana y no tomo drogas- me contesto riendo.

-Bueno, siempre va bien tener donde estar con las amigas, y no me importa. El piso es grande- le explique.

-Si, vendrá una amiga de toda la vida, de un pueblo cerca del mío. No conozco a nadie más. – me explico.

-Y te llamara mi madre para lo del dinero, de todas formas, viene el sábado a verme- añadió.

Madre mía el piso lleno de conejos, pensé.

-Claro, querra ver donde duermes y conocerme. Lo entiendo- le dije.

-Ponte cómoda, dúchate y pediré la comida. - le dije.

-Vale, muchas gracias Pendergast -contesto cerrando la puerta de su habitación.

Me fui a la cocina por café y tabaco y le conté a las chicas lo de su prima.

- ¡¿La Pegui ya va a la universidad!? Pero si es más tonta que un botijo-me pregunto mi sobrina.

No se tía, yo he tenido que aceptar. Y a mí nadie me ayudo cuando estaba en la universidad- le dije.

-Ya, ya, te entiendo. Pero no me lo puedo creer. La imaginaba en el pueblo casada y con 4 críos- me conto.

-Bueno, vosotras portaros bien y no la tratéis mal, que te veo venir. Tu madre me ha dicho que no estará mucho tiempo.

Llego la hora de comer y pique a su puerta avisándola.

Me excuse con mi cuñada, gracias a su sobrina, que por lo visto había llegado antes a Barcelona. Y apareció con una camiseta de “los ramones” y unos pantalones cortos tejanos. Se le notaban más tetas que al llegar, pero llevaba sujetador. Me pillo mirándoselas y le dije:

-Y a mí que no me gustan “los ramones”, no entiendo tanta fama- le explique.

-A gustos colores- me contesto riendo. Sabía que le miraba las tetas.

Comimos charlando sobre sus estudios y su pueblo. Recogió la mesa y se volvió a su habitación. Paso la tarde y le grite tras la puerta que iba a buscar a su prima, y si quería venir. Me dijo que no, que estudiaba, y ahí se quedó.

Las chicas como siempre alborotadas, Sonia discutía con su madre que no la dejaba quedarse, porque ya eran muchos días, y Mi sobrina muy arrimada a mí, con falta de mi polla desde hacía casi tres días. Y deseando que la desvirgara.

-Pender déjame en casa, que no me deja mi madre. El fin de semana sí, pero entre semana solo si hay exámenes, que no quiere abusar- me explico apenada Sonia.

-Vaya, ¿quieres que hable con ella? – me ofrecí.

-No, si ella cree que estoy en casa de Verónica – confeso con una risa maliciosa.

-Que cabrona, ¿y si te pasa algo como lo explicamos? Me puedes buscar un buen problema tía- le dije sorprendido y enfadado.

-Perdón- dijo apenada.

-Me va a dar algo con vosotras. Ya hablaremos de esto. Y tú no te hagas la desentendida, que seguro que lo sabias- le dije a mi sobrina.

-Perdón- dijo ella también.

Resople y cambie la ruta para dejar a Sonia. No dijeron nada en todo el camino.

Lleguemos y dándome un fuerte beso me dijo:

-Hablare con mi madre y la próxima vez lo sabrá.

-Si, porque si no, no puedes quedarte, ya sabes que follón me buscas. - le conteste.

Me dio otro beso y asintió alejándose.

Lleguemos a casa y Claudia seguía en su habitación, no me importaba, pero me sabia mal que estuviera enclaustrada. Se saludaron fríamente las primas, se preguntaron por las familias y mi sobrina se vino al salón, tirándose en el sofá.

-Ponte en mi mesa si quieres, estarás más espaciosa y en compañía -le dije a Claudia.

-Vale, ahora me cambio. Es que ese escritorio es pequeño, me dijo.

Me asome y era verdad, solo cabía el portátil y un libro.

-Ahora te pido uno más grande, es qué esta habitación venia con el piso- le explique.

Fui por el metro y medí como podía ser de ancho y profundo y me senté en mi mesa para pedirlo. Ella ya se acomodaba frente a mí, y claro, mi sobrina dijo:

- ¿Y yo donde me pongo ahora?

La mire, mire a un lado, mire al otro y le hice entender que aún había sitio de sobras. Me sonrió y volvió a lo suyo.

- ¿Y cuando te vas a poner? -le pregunte con sorna.

-Ya estoy, me estoy enviando los deberes al portátil “profe”- me respondió.

Vino a la mesa mi sobrina, y repartió sus cosas alrededor de su portátil, me paso el cable y lo enchufe, y me gire mirando la entrepierna de Claudia y sus muslos. Tiene para agarrarla y que no se escape, pensé.

Claudia se había dado cuenta de que mi sobrina no llevaba sujetador bajo la camiseta y de cómo le bamboleaban las tetas al moverse. Se debió escandalizar por verla así delante mío. Pero se iría escandalizando más a lo largo de los días.

Mi sobrina acababa un tema, lo imprimía y se sentaba en mi pierna recostada en mi pecho con su espalda, mientras lo repasaba y me repasaba las piernas sin tocarme el rabo, porque estaba castigada. Yo su culo y su espalda los acariciaba y apretaba a placer. Claudia se asombraba del cariño que me tenía su prima. Pero sabía que la había criado yo prácticamente. La segunda vez mi sobrina se dio cuenta de cómo nos miraba disimulada, y le dijo:

-Cuidado con tus amigas, no le vayan a zorrear a mi tito que está casado.

Yo me aguante la risa apretando su culo y Claudia contesto:

-No, tranquila primita, que solo vendrá mi amiga Esther. Y es muy responsable.

-A si, la mosquita muerta. - dijo mi sobrina sabiendo de quien hablaba.

Aprete más el culo de mi sobrina y Claudia la ignoro. Mi sobrina apretó mi pierna, haciéndome saber que me había entendido el aviso. Se levanto pasando la mano por mi polla y volvió a su asiento sonriendo picara.

Así paso la tarde, ya cada una en su lugar y yo con la polla ya rabiosa por pillar los agujeros de mi sobrina, que no paraba de rozarla cada vez que se levantaba. Me estire con los brazos en alto, gire la cintura y dije:

-Por hoy ya está bien- y fui cerrando los ordenadores.

Claudia se había vuelto a quedar, como en pausa mirándome, y salió de ella cuando me levante y vio el bulto de mi polla morcillona por culpa de su prima. La vio, abrió los ojos y aparto la mirada rápidamente. Yo no me di ni cuenta, pero mi sobrina si, y se empezó a reír disimulando con su pantalla. Le revolví los pelos a mi sobrina y le dije:

-Acabalo.

-Si “profe” me dijo dándome un cachete en el culo, que hizo saltar mi polla bajo el pantalón, y que Claudia no se perdió con los ojos como platos.

Me fui a la cocina y me fumé un cigarro.

Al rato apareció mi sobrina sonriendo maliciosa y metiéndose entre mis piernas me dijo:

-Pobrecita, tapate que le va a dar algo. - me dijo dándole un golpecito a mi polla.

-Que mala eres, pues de estas también se han dado cuenta- le conteste cogiéndole las tetas.

-Estas están deseando tener a esta en medio- me dijo dándole otro golpecito a mi polla con los ojos encendidos.

A mi polla con ella tan cerca, solo le hacía falta que la tocara. Y empezó a reaccionar mientras le explicaba que le había dicho que dormía en el sofá, y se reía. Al final sucumbí y la deje hacer son su juego de golpecitos, que pasaron a apretones, y al final me la empezó a pajear con cariño. Yo le acariciaba los pezones y subia por sus tetas hasta su boca. Se metía dos dedos y me los empezaba a chupar mirándome viciosa. Podía venir su prima, pero iba muy necesitada y al final me bajo el pantalón y asomo la punta de mi polla que se llevó a la boca apartándose y sacándola toda. La empezó tragar hasta más de la mitad y me arañaba la espalda con rabia. Yo le pellizcaba los pezones y ella aumento el ritmo.

- ¡Mmmh! ¡capulla! Al final te has salido con la tuya ¡Mmmh! ¡sigue así! ¡Mmmh! ¡que pollazo te voy a pegar puta! ¡Mmmh! ¡Sigue, sigue! - le decía gozando con su boca ya experta.

Podía hacer que me corriera, ella ya sabía cómo hacerlo. Pero quería mi leche primero en su coñito, y luego en los demás agujeros. Así que aminoro el ritmo chupando con rabia y al final se la saco y me tapo. Me miro y dijo:

-Puedo esperar.

Y se fue al salón dejándome con la polla protestando.

De repente apareció Claudia y yo estaba girado buscando mi tabaco. Vio mi empalme debajo del pantalón, y se paró en seco sin decir lo que me iba a decir. Cogí el tabaco y al volverme la vi, me la puse para un lado con ella mirandola asombrada y le dije:

- ¿Comes de todo? - Lo preguntaba para pedir la cena, pero en ese momento no quedaba bien. Me aguanté la risa y le dije:

-Voy a pedir la cena, ¿comes de todo? ¿te apetece algo en especial?

Salió de su trance y me dijo:

-Si, me da igual, pide lo que quieras.

-Menuda tele tienes, no me había dado cuenta. Es gigante- añadió.

Ya no sabía de qué me estaba hablando, pero apelé por su inocencia, y le dije:

-Ahora pondremos una peli. O elígela tú, ya verás que es como un móvil.

-Vale, sí. Me encanta el cine- me dijo volviendo al salón con su coñito empezando a despertar.

Llego la cena y mi sobrina se rio del repartidor, como siempre, y cenemos pizza en el sofá. Claudia miraba la tele asombrada y mi sobrina la miraba con odio por haberse sentado en medio de los dos. Yo le sacaba la lengua y ella me tiraba trozos de masa de Pizza, sin que Claudia se diera cuenta de nada. Era extraño, lo fácil que se quedaba en éxtasis con las cosas nuevas. O igual tenía algún tipo de autismo.

- ¿Ya sabes que peli quieres ver? -le pregunte a Claudia.

-Si, tengo esta- me mostro hábilmente con el mando.

Mi sobrina dio un salto al ver cuál era y cogiendo un cojín se me hecho encima.

-Está claro que sois la familia de las pelis de miedo- dije riendo.

-Esta no la he visto, calla tito- me dijo contenta mi sobrina.

-No, yo tampoco -le dije con mi mano ya debajo de su pantalón y su cachete bien cogido.

-Yo tampoco, tiene muy buena critica- añadió Claudia inocente.

-Lo vas a asfixiar de calor, pobrecito- le dijo Claudia a su prima al verla encima de mi pierna apoyada a mi pecho y con el cojín tapada.

-Yo tengo mucho miedo, y siempre las vemos así. - le explico como la niña consentida que es.

-Coje un cojín si pasas miedo Claudia, no tengas vergüenza- le dije de coña.

Pero lo cogió y se echó para atrás encogiendo las piernas.

Mi sobrina me acariciaba la polla otra vez, y yo cada vez estaba más cerca del agujero de su culito. Me lo tomaba con calma. Ella tenía más prisa, y cuando noté como tiraba de mi pantalón para abajo con disimulo dije:

-Voy al baño, que luego te quejas si voy a media peli.

Me libero echándose a un lado y me dijo:

-No te pongas la mascarilla ni la redecilla que tardas mucho.

Y rieron las dos.

Claudia vio mi polla dar saltos libre bajo el pantalón mientras pasaba delante de ella y volvió a abrir los ojos. Mi sobrina se dio cuenta y cuando cerré la puerta del baño le dijo:

- ¿Esta bueno eh?

Ella la miro sorprendida y le dijo:

-Oye que es tu tío, estas loca.

-Si, sí, pero no le quitas ojo a su cacho de rabo ¿eh? guarrilla- y se echó a reír.

Avergonzada al ser descubierta le dijo:

-Es que no lleva calzoncillos, y le va botando. – contesto turbada.

-Pues normal, está en su casa. ¿y tu porque llevas sujetador? Si no vas a salir- le pregunto.

-Bueno, esta él. Hay que tener respeto- le respondió digna.

-Que va tía, estas en Barcelona, ya verás que ya pocas chicas lo llevan- y gritando “libertad” movió sus pechos libres riendo.

-Bueno déjame, yo haré lo que quiera- le dijo enfadada por el descaro de su prima.

-No tienes coño, de ir sin sujetador. ¿Qué te crees, que te va a violar o algo? - le dijo retándola.

-Pues no. Tengo vergüenza, eso es todo- le respondió.

-kiki kiki kiki -se empezó a burlar.

Volví y les pregunté:

- ¿Que os pasa chicas?

-Esta que quiere un camisón victoriano, que si tienes alguno- dijo mi sobrina.

-Tengo un toldo de lona, te vale- le pregunte a Claudia y reímos todos.

-Dile que se quite el sujetador, que la veo y me da pena la pobre pueblerina.

-Déjala que vaya como quiera, ya se adaptara a la moda, o no. ¿Qué más da? Va, pon la peli, que se me sequé la mascarilla- dije de coña para calmar los ánimos.

Reímos todos y Claudia le dio al Play.

Mi sobrina se volvió a poner cómoda y volvimos a lo nuestro, debajo del cojín. Claudia tapada se quitó el sujetador y se lo tiro a su prima, pero me dio a mí. Volvimos a reír y mi sobrina volvió a gritar “libertad” y a volver a mover sus pechos libres. Ya estaba deseando ver esas tetas libres bajo la camiseta.

A la media hora de película ya me tenía la polla y los huevos fuera, y se las ingeniaba para salivármela y pajearme suavemente, con cariño. Yo le había bajado el pantalón lo suficiente para pajearla también suavemente con mi mano por detrás. Estábamos encendidos, pero también se disfruta de esta manera. Claudia, tan metida en la película, no se daba ni cuenta, y tampoco nos delataba nada, salvo las caras de goce. Se giro a nosotros y nos dijo:

-La paro un momento que voy al baño.

-Claro, no te preocupes- le dije.

Giro la esquina del pasillo y nos besemos con pasión aumentando el ritmo de nuestras pajas. Mi sobrina se bajó el pantalón más, se giró dándome su culito y se froto con rabia mi polla por sus agujeros. Yo le sobaba una teta, le solté el coñito apartando su pelo, besándole el cuello, mordiéndole y lamiéndola. Al final se decidió por el coñito y se metió media polla mordiéndome el brazo en su teta para no gemir. Resoplo, se puso cómoda y tapándose con el cojín se empezó a follar lentamente moviendo sus caderas. Me fije y no se movía el cojín, ni se notaba nada. Pero ella se movía como una lagartija metiéndose media polla, sacándola casi toda y volviendo a empezar. Estábamos en la gloria. Ya tenía ganas de sentir el coñito de mi sobrina, que ardía y me atrapaba la polla con cariño.

Volvió Claudia y se sentó dándole al pley. Y pregunto:

- ¿A que huele?

Fui rápido y dije:

-A palomitas, es la hora de las palomitas en este bloque.

Y siguió viendo la película.

Olía a sexo, ya hacia un rato que olía. Mi sobrina me agarraba el culo y se seguía follando lentamente. Me acerqué a su oído y le dije:

-Vaya forma más original de desvirgarte.

Abrió un poco más los ojos y me dijo:

Me desvirgo Sonia con tu máquina del pelo. Me la metió hasta el fondo mientras me comía el culo. Pensé que me desangraba. Y volvió a entrecerrar los ojos a lo suyo gozando.

Esa visión me puso a mil, y soltándole el pecho que tenía en la mano, le agarre de su brazo y empujaba más, metiéndole más polla. Mi sobrina soltó un pequeño gemido, que hubiera sido un grito. Y Claudia se giró a ver que le pasaba. Bostezo apretando su coñito para que parara de empujar y le dijo:

-Me estoy quedando dormida.

-Ya casi acaba- le contesto expectante de la película.

-Si, tranquila. Aun aguanto- dijo moviéndose un poco más rápido.

Ahora si se podía ver el cojín moverse sospechoso, pero no le quitaba ojo de encima mientras me follaba ahora más rápido. Me apretaba el cachete del culo con rabia y empezaba a brillar del sudor.

-Aminora loca, que se va a dar cuenta- le dije al oído mordiendo su lóbulo de la oreja.

Me hizo caso y volvió al ritmo discreto. Pero con tres cuartos de polla ya entrando y saliendo, que la tenían con los ojos en blanco, gozando como nunca, vio venir el orgasmo. Paro en seco y me mordió el brazo mientras se corría sin poder evitarlo. Notaba sus espasmos en mi polla, y su coñito intentando expulsarme, resoplaba con cuidado por la nariz y me mordía con rabia intentando no moverse. Pero no podía parar de follarse hasta que se corriera del todo, y no se podía mover lo rápido que necesitaba. Prefirió dejar que pasara gozando conmigo dentro y acariciándome el culo y la pierna. Yo le acariciaba los pechos y le lamia el cuello. Le costó no girarse a besarme, pero no podía tampoco despegar la boca de mi brazo.

La verdad es que se estuvo corriendo un buen rato, o tuvo varios orgasmos. Yo disfrutaba de sus pechos duros y sus pezones de punta, acariciándolos con suavidad y apretándolos con cariño. Ella seguía mordiéndome y moviéndose lentamente. Yo notaba aun sus espasmos en mi polla, pero eran menos. Al fin soltó mi brazo y lamio los mordiscos disculpándose. Se la empezó a sacar y a subirse el pantalón lentamente, cuando lo logro, sin levantar sospechas. Se incorporo dejándome con la polla tapada por el cojín, se fue al baño. Mi cara debía ser un poema, cachondo perdido y sudando como un pollo. Me guardé la polla con disimulo, y me fui a la cocina a fumar dándole la espalda, por suerte para ella, ya que a mí en ese momento me daban ganas de hacerme una cubana y ver por fin sus también grandes tetazas.

Mi sobrina fue lista y no vino a la cocina, me hubiera vaciado en su culo haciéndola gritar, y ella lo sabía. Ya me conocía, y sabía que en este momento me daba igual que estuviera su prima. Se sentó en el sofá y se puso cómoda, con su coñito follado y refrescado en el baño. Tenía cara de diosa triunfante, después de lo que debieron ser tres orgasmos seguidos. Jamás le había pasado, ni con los dedos mágicos de Sonia. Debió ser la circunstancia tan excitante de no ser pillados.

Volví al salón y Claudia estaba en el filo de sofá, viendo el final de la película muy atenta. Mi sobrina me miro medio dormida y me sonrió picara. Sabía que era como un toro de miura muy cachondo. Cogió el cojín y me indico que me sentara a su lado. Yo con las manitas me pondría peor y me las follaría a las dos. Me senté separado de ella y esperé que acabara la película.

Miraba a Claudia al borde del sofá, con los codos en las rodillas, y le vi las tetas definidas bajo la camiseta con dos pezones gruesos empujando la tela. Me di cuenta de que prometían esas dos brevas gordas. Alargué la mano que no podía ver y cogí el brazo de mi sobrina, llevándolo a mi polla. La cogió y apretándola, me busco la goma del pantalón y la bajo sacándola tras el cojín. Me empezó a pajear otra vez lentamente. Sabía que era peligroso, y con mucha traza, se acercó más y se tumbó con su cabeza ya tras el cojín. Su prima debió pensar que quería dormir, y le dijo:

-Ya acaba prima, perdona.

Mi sobrina ni caso, estaba lamiéndome la polla por un lado como podía y amasaba mis pelotas llenas. Me la mordisqueaba y besaba entre lametones. Separo un poco la cabeza y logro torcérmela hasta tenerla lista para metérsela en la boca golosa y con ganas. Su prima inocente, pensaba que se tapaba con el cojín por el resplandor de la tele y que intentaba dormir. Y volvió a decir:

-Ya está casi prima.

Mi sobrina sorbia y lamia sin hacerle ni caso. Se metía ya media polla en la boca y se la follaba sola sin compasión. Yo gozaba de su boca caliente, y su mano en mis pelotas masajeándolas.

Por fin acabo la puta película, creo que duro más de dos horas y llevaba un rato mirándole las tetas a Claudia que tenía unos buenos pezones gruesos, empujando su camiseta, deseando ser mordidos. Estaba a mil.

-Bueno chicos, me voy a la cama-dijo despidiéndose.

Mi sobrina la ignoro y yo le dije:

-Vale guapa, me alegro de tenerte aquí, ya te he dejado unas llaves en tu mesa y mañana te traen la nueva.

-Gracias tío Pender, buenas noches. Tapa a Vero, que va a coger frio.

Mi sobrina sorbia con rabia mi polla deseando que se fuera ya y la follara. Y yo también, claro.

-Si, ahora la pongo mejor y le saco sus sabanas- le dije.

Doblo la esquina, pero se metió en el baño. Mi sobrina refunfuño, pero se incorporó y me la empezó a chupar con muchas ganas, sabía que me tenía que vaciar los huevos, ya que llevaba mucho rato aguantando. Me cogió la mano y me la llevo a su cabeza, indicando que se la follara a mi gusto. Y así hice. Le empecé a follar la boca sobándole las tetas, ahora colgantes por su postura. Se empezó a poner cachonda, y no creía que volviera a aparecer su prima. Pensaba que se iría a la cama después del baño. Se incorporo y me dijo:

- ¿Me follas el coñito otra vez mi amo?

Y le respondí:

-No voy a aguatar mucho, follate tú a tú gusto, que yo sigo con tus tetazas.

Sonrió maliciosa y se subió encima, metiéndose mi polla en su conejo, poco a poco, mientras le cogía sus pechos a placer y se los comía sintiendo su conejo tragón con mi polla, poco a poco más adentro.

Claudia había ido al baño, y no había cerrado la puerta porque llevaba casi una hora meandose, y claro, al salir no la oímos. Lo primero que vio fue a su prima desnuda, se paró en seco extrañada y avanzo un poco más. La vio subirse encima de mí, y coger mi polla, para empezar a bajar y metérsela. Y al fin comprendió el cariño que nos teníamos. Se empezó a acalora al ver a su prima con semejante polla casi toda dentro, me vio a mi cogido a sus tetas y comiéndoselas, y su chochito empezó a protestar. Sabía que no la veíamos, y se empezó a sobar sus pechos, ya acostumbrados a sus propios achuchones y a frotarse el coñito.

No se atrevió nunca a meterse un dedo, no se fuera a desvirgar, pensaba ella. Tenía un novio con tierras y ganado, esperando el visto bueno de sus padres para casarse cuando acabara la carrera. Se lo frotaba con más rabia de la habitual, y se sobaba sus tetas y sus pezones con mucha más rabia. Le jodia que su prima disfrutara antes que ella de una polla, y una polla gigante. Porque la de su novio, la había pajeado y era como la de su perro pastor.

Mi sobrina me cabalgaba volviendo a gozar mirándome con los ojos entrecerrados y sonriéndome. Me besaba o me mordía el cuello, según le daba placer, o dolor. Yo le mordía sus pechos viendo venir ya mi orgasmo. Mi sobrina también notaba que le faltaba poco, tenía el conejo muy dilatado y algo dolorido, y eso la ponía más cachonda. Nos costaba no hacer ruido a estas alturas, y eso también influía en la falta de oxígeno y sentir más placer.

Claudia no sabía que la veía por el reflejo de la televisión, cada vez que mi sobrina bajaba y tenía casi toda mi polla metida. La vi apoyada en la pared, agarrada a uno de sus pechos y apretándose el conejo con cara de enfado.

-Ya viene cariño- le dije al oído a mi sobrina.

Se la saco y se la empezó a follar con la boca mientras yo le buscaba su conejo y la follaba rápido con tres dedos.

- ¡Mmmh! ¡Ya viene! ¡Mmmmh! ¡Aaaj! ¡sí, así cariño! ¡Traga, traga puta! ¡Mmmmh! ¡Joder! ¡Cada vez lo haces mejor cabrona! ¡Aaaaaj! ¡Mmmh! ¡Siiii! - le decía susurrando mientras la violaba con los tres dedos en su conejo ya ardiendo.

Tiro el brazo atrás, me agarro la mano y se empezó a correr sorbiendo, mordiendo y tragando mi polla con rabia. Nos marcábamos el ritmo mutuamente y al final le levante la cabeza y subió aun corriéndose a besarme, aplastando sus pechos contra el mío. Nos comíamos nuestras lenguas con rabia y pasión, y mi sobrina iba bajando el ritmo de mi mano, hasta que la saco y la puso entre nuestras bocas. Lamimos y sorbimos sus jugos de mi mano mirándonos a los ojos.

Claudia había metido la mano en su pantalón y había roto las bragas sin darse cuenta, de tanto apretar con su dedo, se corría con medio dedo en su conejito virgen, apretando con más rabia sus pechos. No asimilaba tal espectáculo, y ella también quería, iba a violar a su novio y le iba a hacer lo que me hacia mi sobrina. Nunca había estado tan caliente, ni en la intimidad de los prados de su pueblo, con su novio comiéndole las tetas torpemente. Vio cómo se las comía yo a mi sobrina, y creyó sentir el mismo placer al sobárselas ella misma.

Mi sobrina me servía sus pechos a su gusto, le encantaba que se las comiera después de correrse, se frotaba mi polla en su conejo y vigilaba que no me volviera a empalmar. El próximo lo quería en mi cama, y así dormir como un bebe.

Claudia cuando acabo de correrse, ya tenía casi todo el dedo dentro de su coñito, lo noto al sacar la mano y sintió mucho placer, lo volvió a meter y le encantaba. Ya no le importaba si se había desvirgado, quería follar, y no pensaba esperar a la noche de bodas. Alzo la vista y me vio mirandola por el reflejo de la televisión. Soltó su pecho, saco su mano y se fue corriendo a su habitación, cerrando la puerta y roja como un tomate.

Continuará.



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