Mi Sibrina y la Fiesta

diego01

Virgen
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Abr 17, 2008
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El siguiente relato acaeció hace unos años, una de mis sobrinas, Sara, estaba a punto de terminar la diplomatura universitaria y estaba muy ilusionada con la fiesta que preparaban todos los compañeros para festejar que finalizaban, dicha celebración tendrÃ*a lugar en una discoteca de las afueras de Huelva. Sara era pelirroja, con la cara llena de pecas, con una cara linda, ojos marrones, alta, delgada, con unos senos medianos y un culito normalito.
DÃ*as antes de la fiesta, siendo por la tarde fue a casa de mi novia para consultar con ella que vestido podrÃ*a llevar esa noche, yo también estaba allÃ*, Sara querÃ*a estar impresionante, asÃ* que las dos se llevaron toda la tarde hablando de cómo debÃ*a ir. Cuando se hizo de noche, mi sobrina, me pidió que la llevase a su casa, cosa a la que accedÃ*.
Nos metimos en el coche y una vez allÃ*, el tema de conversación fue su fiesta, su ropa, que tipo de maquillaje llevarÃ*a, y todo eso. Yo le dije que habÃ*a algunas boutiques en el centro que tenia unos modelos muy lindos y que deberÃ*a ir para verlos, ella me dijo que irÃ*a y me preguntó si querÃ*a acompañarla, le dije que sÃ*, y quedamos de acuerdo en encontrarnos a la salida de clases unos dÃ*as después.
El dÃ*a indicado la recogÃ*, mi sobrina llevaba una minifalda vaquera y una blusa blanca, estaba preciosa, un poco provocativa, y muy sensual. Llegamos y empezamos a ver, en la primera boutique no encontró nada que le gustara, asÃ* que fuimos a otras, siendo negativo el resultado en todas, Sara estaba desilusionada, le dije de ir a tomar un refresco y asÃ* poder hablar sobre lo que querÃ*a llevar esa noche, asÃ* lo hicimos, nos lo tomamos y le dije que yo conocÃ*a otra boutique en donde tal vez podrÃ*a encontrar algo interesante, fuimos, entramos y la vendedora le mostró muchos modelos, hasta que uno encendió los ojos de ella, era un vestido verde oscuro ajustado con una raja en la pierna derecha y bastante escotado, Sara se lo probó, una vez hecho la vendedora le dijo que se quitara el sujetador, que no hacÃ*a falta con ese traje, ella lo hizo, le quedaba magnifico, la vendedora le dijo que el problema del traje era que se le notarÃ*a cualquier braga que se pusiera, que las costuras se marcarÃ*an dado lo ajustado del vestido y el tipo de material, Sara le dijo que no pasaba nada, que ya encontrarÃ*a una solución. Salimos de la boutique y me dijo que le faltaba la ropa interior, asÃ* que fuimos a la tienda a la que ella siempre iba, Sara eligió un tanga en seda negra, muy delicado, con unas costuras imperceptibles, una vez listo fuimos a una zapaterÃ*a y se compró los zapatos de tacón altÃ*simo, los cuales realzarÃ*an su figura.
Una vez que terminamos, le dije que deberÃ*a estar muy bien con lo comprado, ella me dijo de ir a casa de mi novia para probarse la ropa y enseñársela. Llegamos a casa, mi novia estaba en la ducha, nos pusimos en el salón a esperarla, y cuando ella salió me dijo que se iba, que la habÃ*an llamado urgentemente del trabajo y debÃ*a de ir a sustituir a una compañera que se puso mala, le informamos de que habÃ*amos comprado todo y respondió que ya lo verÃ*a mañana que se debÃ*a ir que era muy tarde, cosa que hizo al poco tiempo.
Le dije a mi sobrina que si querÃ*a la llevaba a su casa y que volviera al otro dÃ*a para que la viese mi novia, pero Sara me dijo que se morÃ*a de ganas por probarse todo completo, que la dejase cambiarse y asÃ* le decÃ*a lo que me parecÃ*a, sin darme tiempo a responder se fue hacia nuestro cuarto y cerro la puerta. Al cabo de un largo rato me llamó, la vi de pie delante del espejo, no podÃ*a creer que esa espectacular mujer era mi sobrina. Le dije que estaba maravillosa, me acerqué y le dije que estaba muy guapa, de cerca se podÃ*a contemplar como sus senos casi se escapaban de los tirantes del vestido, me puse detrás de ella y le dije que levantara un poco los hombros, ella lo hizo, y seguidamente instintivamente y sin darme cuenta le tomé los senos con las dos manos y se los levanté para que los tirantes realzaran su figura, al hacerlo, noté que sus pezones se empinaban, le toqué los pezones y le dije que podrÃ*a ser un problema que se le marcaran asÃ*, aún sin retirar las manos ella me respondió que no pasaba nada, que al revés asÃ* era más sexy.
No podÃ*a creer lo que habÃ*a hecho, le estaba tocando los senos a mi sobrina, pero lejos de retirar las manos bajé las manos por los laterales de su tronco y palpé sus caderas, apenas se le notaba su tanga, seguidamente le dije que se pusiera de espaldas al espejo, que querÃ*a ver si se marcaba el tanga, Sara lo hizo y pude comprobar que nada se veÃ*a, tan solo su culito hermoso y duro, una vez realizado esto le dije que estaba espectacular, después me alejé para que no pudiese observar la erección de mi pene.
Me salÃ* del cuarto, ella se quitó el vestido y salió con la ropa que portaba antes, acto seguido me dijo que tenÃ*a un pequeño problema, le pregunté por cual era y me respondió que debÃ*a depilarse, que es muy pequeño el tanga y los vellos se le salÃ*an por los lados, le repliqué diciéndole que fuera a un centro especializado, pero Sara me respondió que no le gustaba ir a esos sitios porque le daba vergüenza, no dije nada, permanecimos callados unos segundos, hasta que mi sobrina me pidió que la depilara yo, no podÃ*a creer lo que me estaba diciendo, no respondÃ*, pero ella insitito bastantes veces hasta que avergonzado accedÃ*.
Fui al baño a buscar la maquinilla, una toalla, la crema de afeitar y una bolsa, cuando volvÃ* a la habitación, estaba sentada en el borde de la cama con la minifalda subida hasta sus caderas, de sus bragas salÃ*a un poco de vello por los lados, pero obviamente con el tanga si se verÃ*an más. Me quedé enfrente de ella, Sara me dijo que empezara, le ordené que se acostase en la cama y abriese un poco las piernas, le puse la toalla debajo de sus caderas, ella se encogió sus bragas, tapándose únicamente su rajita, y empecé a echarle crema, cuando terminé comencé a rasurarla. Cuando termine, le dije que fuera a lavarse y que me dijera que tal le habÃ*a quedado, ella se fue al baño, mientras yo guardaba las cosas que habÃ*a utilizado.
Al tiempo Sara salió y me pregunto por lo que me parecÃ*a, yo estaba de espaldas, guardando las cosas, cuando me di la vuelta la pude ver desnuda en su parte baja, estaba sin nada y con la minifalda levantada, su coñito medio rasurado, solamente con vellos en los alrededores de su rajita, le respondÃ* que estaba bien y ella me replicó que para su gusto le deberÃ*a quitar un poco más, le dije que de acuerdo, le indiqué que se acostase de nuevo, me acerqué y comencé a darle con la crema y después a recortar, mis ojos no podÃ*an salirse de sus labios vaginales, de un color rosado y algo brillantes.
Mientras le iba quitando los vellos, rocé los labios con mis dedos, ella dio un salto, le dije que se quedase quieta, que la podÃ*a cortar, ella asÃ* lo hizo, y varias veces más mis dedos acariciaron fortuitamente su vagina. Me aproximé para ver mi obra de cerca y no pude resistir la tentación de sacar mi lengua y pasársela sobre esos labios, no dijo ni hizo nada, asÃ* que no me pude contener y continué, mi lengua empezó a introducirse entre sus labios vaginales, descubriendo su clÃ*toris, el cual metÃ* golosamente en mi boca, me olvidé de que era mi sobrina, le levanté las piernas sobre mis hombros y de rodillas al borde de la cama, le empecé a chupar la vagina como un desesperado, asÃ* durante un largo tiempo, arriba y abajo, introduciendo mi lengua en su vagina y absorbiendo su clÃ*toris.
Más tarde le fui metiendo un dedo en su coñito, ella lo aceptaba gustosa, con la otra mano, me quité el botón del pantalón, me bajé la cremallera, me saqué mi polla de mi slip y empecé a masturbarme, alcanzando mi verga un tamaño increÃ*ble. Por esos entonces las piernas de mi sobrina me tenÃ*an como una prensa y me empujó hacia arriba, le quité la blusa y después el sujetador, pudiendo contemplar sus hermosos senos redondos, le chupé los pezones rosados y duros, tras un rato asÃ* me quité la ropa y me quedé en slip, aunque estos los tenÃ*a por debajo de los testÃ*culos, dejando mi pene al descubierto.
Sara me tumbó en la cama, ella se puso a horcajadas en mis piernas, me quitó el slip, y mi pene erecto se quedó apuntando al techo, mi sobrina abrió sus labios y con la punta de la lengua, me acaricio el glande durante unos segundos para después de repente meterse mi polla hasta el fondo de su boca, me empezó a mamar mi verga de una manera exquisita, la miraba y sus ojos se clava

ban en los mÃ*os mientras me seguÃ*a chupando mi miembro, dándome mucho placer, era una experta, se introducÃ*a casi entera mi polla en su cavidad bucal, con cara de placer lo repetÃ*a una y otra vez. Después la terminé de desnudar, tenÃ*a a mi sobrina completamente desnuda, chupándome la verga inmejorablemente.
Al rato, la agarré y la tumbé en la cama boca arriba, le abrÃ* completamente sus piernas, me arrodillé ante su coñito y le di una nueva sesión de lamida de coñito, disfrutándolo en toda su extensión, incluso llegando a su ano. Hasta ese momento habÃ*a estado silenciosa, pero empezó a gemir y a decirme que la chupase entera, que no parase, que le metiera la lengua y los deditos, no me hice de rogar y lo hice, lamiéndole toda su raja, metiéndole la lengua en su vagina, titilándole el clÃ*toris y metiéndole un dedito en su coñito, ella empezó a levantar las caderas rÃ*tmicamente, mientras mi dedos de la mano se hundÃ*a en ella.
Poco después le empecé a frotar la cabeza de mi miembro en su rajita, ella se mordÃ*a los labios para no gritar, estuve asÃ* durante un poco de tiempo, esto la calentó mucho más, la tensa espera la estaba matando de placer, Sara no aguantó más y me atrajo hacia ella cerrando las piernas en mi cintura, la penetre poco a poco, centÃ*metro a centÃ*metro, sintiendo como su vagina se iba abriendo y se apretaba en mi verga, cuando la tuvo toda dentro, se la saqué y se la metÃ* de un golpe, sus ojos se pusieron en blanco, empezó a temblar.
Sara estaba recibiendo mi polla una y otra vez, le puse sus piernas en mis hombros y mi pene iba entrando y saliendo de su coñito a gran ritmo, ella gritaba de placer, gemÃ*a sonoramente, asÃ* durante un largo rato, para después ponerla a cuatro patas, e introducÃ*rsela de nuevo, ella gritó de placer, le encantaba esa posición, sentÃ*a mi polla en su interior, su vagina apresaba mi miembro, era delicioso. Poco después, me quedé tumbado en la cama, ella se puso a horcajadas dándome la espalda y fue bajando su culo hasta quedar mi pene dentro de su vagina de nuevo, luego comenzó a subir y bajar su culito, follándose su coñito, mi sobrina era una experta. Momentos después nos corrimos, gritando ambos de placer, le llené su coñito de mi semen, Sara estaba muy feliz, sentada sobre mi pene, estuvimos asÃ* un rato hasta que ella se soltó y quedamos los dos tirados en la cama agotados.
Cuando nos repusimos, decidimos no decirle a nadie nada de lo sucedido, asÃ* que continuamos nuestras vidas como si nada hubiese pasado. Al otro dÃ*a Sara fue a enseñarle el vestido a mi novia, a la cual le encantó.
 
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