Mi Presentación de Desnudista 002

heranlu

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tras un almuerzo familiar, una ducha me permite mostrarme casi desnudo frente a mi hermana quien se había bañado antes y ambos desnudos nos encontramos jugando al gato y al ratón, ella tratando de ver más de la cuenta y yo intentando que se caliente.

Termina ella masturbándose con mi slip, y yo luego al irme a mi departamento hago lo mismo con la tanga blanca que ella me dio en un boliche donde soy stripper con un antifaz.

Transcurrieron los días y no volvimos a tener contacto con mi hermana.

Una noche de miércoles, cuando no hay mucho público me dispongo a hacer mi show. Casi al terminar cuando quedo con un hilo dental y me lo desato haciendo que la gravedad lo empuje hasta el suelo, termino girando tapado con mi sombrero del zorro y allí veo que esta mi hermana en el lugar.

La veo llamar al seguridad, pide por mí.

Pedir un show privado costaba bastante dinero y por lo general lo pedían varias mujeres en grupo, ahora ella sola estaba desembolsando todo el costo.

Termino mi show, el seguridad me indica que tenía un show privado en un salón vip.

Allí Esta mi hermanita sentada un poco temblorosa.

-porque no me llamaste? No te gusto? Sos puto? -arremetió mi hermana

Estaba con un infartante vestido negro con dorado, escote en V que casi no dejaba nada a la imaginación.

-hoy no traje tanga, porque la última vez me moje tanto que te la tuve que dejar -decía mi hermana mientras yo aún enmascarado hacia todo mi show.

-quiero aclararte que el show privado no incluye sexo -le digo para evitar desastre

-no vas a hacer nada que no quieras -retruca ella.

Llego casi al final del baile, solo el hilo dental de espaldas a ella. De repente siento sus manos en mis piernas.

Ella arrodillada detrás de mí siento que su lengua va hacia el costado del hilo dental en mi cadera. Lo toma entre sus dientes, y comienza a bajarlo

De una manera tan sensual veo como con sus dientes me saca el hilo dental hasta el suelo que tengo otra erección incontenible.

Se recompone y toma el sombrero que cubría mis genitales y lo lanza lejos.

Toma con sus manos todo el tronco de mi pene y lo masajea pajeándolo suavemente.

Mira mi pija deseándola, pasa su lengua desde la base del tronco hasta el glande.

Se pone de pie, da media vuelta y mientras camina hacia su cartera se saca el vestido, se baja las tiras de los hombros una a una dejando que caiga hasta el suelo.

Estaba completamente desnuda frente a mí.

De su cartera toma algo, y vuelve hacia mí sin vergüenza.

Veía sus pechos bambolearse de una manera hipnótica, su conchita totalmente depilada reflejaba un brillo producto de su humedad y de la excitación.

Al llegar hasta mí, me entrega mi slip. Mi sangre se heló, me había descubierto?

-es una fantasía por favor ponétela, no preguntes -me dijo mi hermana.

No sabía que era yo, pero ahora todo se daba vuelta. No era yo como su hermano que le recordaba al stripper, sino yo como stripper que le recordaba a su hermano.

Me puse mi slip, ella inmediatamente se sentó en el suelo abriendo sus piernas y metió sus dedos en su concha, separaba sus labios, se refregaba el clítoris, estaba en llamas.

Bailaba mirando ese espectáculo, no podía creerlo.

Estaba por sacarme el antifaz y ella grita

-no, no te lo saques por favor, te necesito con el antifaz para imaginarme que estoy con un imposible.

Sus dedos entraban y salían de su vagina con más rapidez, cada vez más húmedos sus dedos, gotas caían y quedaban en el suelo de parqué.

Me acerque hacia ella y ella se recostó en el suelo, con sus manos me guio hacia su cara, con el slip puesto saco mi pija de costado y comenzó a mamármela de una manera espectacular.

Unos minutos así y yo decidí darle placer también, girando sobre el eje de mi chota me puse en 69.

Probé su húmeda vagina, mi lengua recorrió sus labios vaginales, ese aroma a sexo me embriagó.

En cada lengüetazo mío al interior de su vulva ella se contorsionaba y sus labios oprimían mi pija.

Me empujo de esa posición y me dijo que me recostará.

Ella se puso a horcajadas y con la pija por el costado del slip se ubicó con la entrada de su vagina.

Ya de tanta humedad apenas entro la punta, se deslizo completamente, era todo lubricación.

Centímetro a centímetro parecía disfrutarlo. No quería perderse detalle de la geografía venosa de mi miembro.

Comenzó a cabalgarme, lentamente, muy suave. Entraba y salía con facilidad, ella se retorcía de placer, me miraba a los ojos con sus manos apoyadas en mi pecho.

Se dejó caer hasta mí, sus labios tocaron los míos, sus pechos los míos. Su lengua busco la mía

Estuvimos moviéndonos cadenciosamente, a fuego lento nos estábamos cociendo.

Solo en esa posición, sin muchos cambios,

Luego de un rato yo me siento y ella sigue allí, no se quiere salir.

Sube y baja. Solo movimientos pélvicos, nada de saltos.

Me pierdo en sus pechos, los mordisqueo, ella me come la lengua. Mi cuello las orejas.

Mis manos agarran su culo, le doy un par de nalgadas para sentir como suenan.

Así cadenciosamente, a fuego lento, solo moviéndonos lentamente estamos en el momento más caliente.

Yo tiemblo de placer, ella también. Hasta que sucede lo inevitable. Termino acabando dentro de ella.

Siento como chorros y chorros de leche saltan en el interior de ella, como nunca siento que fluyen chorros, el palpitar de mi glande es violento, nunca había sentido tal placer.

Mi hermana al sentir ese golpeteo del palpitar de mi pija se pierde en un orgasmo que la hace contraer las piernas y a vagina contra mi miembro.

Una mezcla de mi semen con sus jugos se desliza de su vagina cayendo por el tronco hasta mis bolas manchando el slip.

Unos minutos desplomados en el suelo aun con mi pija adentro de ella nos permite tomar aire y recuperarnos.

Se sale y en su salida cae más leche y fluidos que empapan su pierna y mi slip.

Allí en el suelo donde estoy, ella me saca el slip, como si me estuviera robando.

Con el mismo slip, limpia lo que quedo en mi pija y bolas. Y lo que quedo en su vagina y piernas.

Se coloca el vestido, y sin mirarme se va.

Yo busco mis cosas me visto y salgo.

El seguridad me guiña cómplice sabiendo de que algo paso. Yo sigo de largo sin dar respuesta.

Esa misma noche presente mi renuncia, había cometido una perversión aprovechándome de una fantasía de mi hermana y esto no podría volver a pasar.
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Pasaron los días y semanas y trate de evitar las reuniones familiares, pero se acercaba el día de mi cumpleaños y obligatoriamente debería ver a mi familia.

Al llegar el día, me espera un almuerzo en casa de mis padres, a la noche sería la fiesta en mi casa con amigos.

Luego de las felicitaciones y abrazos y el almuerzo llega el momento en que mis padres se van a dormir la siesta, mi hermana me pregunta si estaba invitada a la fiesta de la noche.

La verdad es que yo quería tenerla lo más lejos posible, pero no podía decirle que no.

"estas todo transpirado, deberías darte una ducha antes de salir..." me sugiere mi hermanita.

"anda a bañarte, yo te alcanzo la toalla" propuso asumiendo que obedecería.

Me dirigí al baño, me desvestí, y comencé a ducharme, Unos minutos después se abre la puerta, era mi hermana, yo no podía verla con claridad por la opacidad de esa cortina semitransparente.

"acá te dejo la toalla, acordate de lavarte bien la pija, no la dejes pegoteada a la toalla" dijo mi hermana burlándose yéndose y cerrando la puerta.

Al terminar mi ducha me doy con que mi ropa no estaba, se la había llevado mi hermana, y la toalla que me dejó era una de manos.

Sin secarme me la ate a la cintura, apenas logre sujetarla, el largo llegaba unos centímetros abajo de mi pija.

Salí al cuarto de mi hermana en busca de mi ropa, Al entrar ella estaba en tanga solamente y con varios vestidos sobre su cama.

"ay porque entras así sin avisar" dijo inocentemente mi hermana, cubriéndose solo los pezones.

Explicándole que me dejo sin ropa y con esa minúscula toalla me acerco hacia ella.

"ah bueno, estaba acá probándome ropa para esta noche" me responde sin dar ni un paso atrás.

Solo su tanga cubría su desnudez, y solo esta toalla de manos cubría la mía y estábamos a un par de metros de distancia. La ideal para ver el cuerpo del otro sin mover la cabeza.

Le pregunté dónde estaba mi slip, y ella me dijo que lo había escondido, que debía buscarlo.

Sensualmente ella camina hacia su cama y se recuesta sonriéndome de forma picara,

Evidentemente estaba bajo sus sábanas. Me acerco hacia esa cama. Ella pone su pie en mi pecho y el otro en mi muslo, como indicándome que no me dejaría acercarme.

Comienzo a hacer fuerza, el pie que estaba en el muslo se hace lugar por debajo de la toalla, el que estaba en mi pecho solo se deja vencer, mis manos se ubican en sus pantorrillas delicadas.

El pie que sigue metiéndose por debajo de la toalla escala como sin querer hasta llegar a la altura de mi ingle. Mi pija comienza a elevarse, a crecer en altura y en anchura.

Por la erección se mueve caprichosamente desde abajo hacia arriba pero recorriendo el costado como la aguja de un reloj.

En ese recorrido de vida propia tiene contacto con el pie de mi hermana, que solo me mira a los ojos, ya sin sonrisa, sino con un rostro de temor y de lujuria.

Ella está sintiendo como mi pija va recorriendo su pie y no lo mueve.

Su otro pie comienza a deslizarse hacia abajo, por la presión que ejerzo hacia ella, llega hasta mi abdomen marcado, y sigue su recorrida, hasta que su planta queda apoyada totalmente sobre mi pija protegida solo por la toalla.

Un pequeño paso hacia la cama y el pie que está tocando mi piel se desliza hacia afuera desatando el débil nudo de mi cintura.

Ya desnudo con una pierna a cada lado de mi hermanita sigo avanzando, ella fija su mirada en mi pija, sus manos con hipocresía llegan a mi pecho para detenerme.

Sigo en mi camino pasa mi rostro muy cerca de sus pechos desnudos, sus manos ya están en mi costado acompañando solamente mi recorrido.

Una vez que mi cara estuvo al frente de ella y mi miembro rozo la tela de su húmeda tanga lanzo junto con un suspiro

"ay hermanito... Esta atrás de la cama tu slip"

Allí mismo quería arrancarle la tanga y metérsela, pero decidí mi recorrida hacia arriba.

Sus manos se ubicaron en mis caderas guiándome hacia arriba, mi pija hizo contacto con sus tetas, ya tenía liquido preseminal babeándolo todo, y así dejó también su marca en las tetas de mi hermana

Cada tanto se escuchaban quejidos y suspiros de ella, sigo en mi avanzada, sus manos ya están en mi cola de forma descarada. Su mirada ya está atenta a mi miembro incestuoso que se acerca.

Llego hasta su carita dulce, la punta comienza a recorrer su mentón, sus cachetes toca su nariz y sus labios.

Mi hermanita no dice nada, yo simulo buscar y no encontrar mi slip, que intencionalmente ella puso ahí detrás de su respaldar.

Veo que abre su boca, y su lengua sale de su interior hasta hacer contacto con la punta de mi glande.

Sentí que iba a explotar en ese momento como nunca, ya inmóvil siento y veo como su boca aprisiona la cabeza, y exige que se meta mi pija cada vez más dentro de su boquita.

Así estuvo mamándome la pija en esa situación como 10 minutos, ninguno decía nada, teníamos miedo de romper el momento con nuestras palabras. Algo prohibido estaba pasando y no podía terminar.

Luego lo inevitable, exploto dentro de la boca de mi hermanita, la leche sale por todos lados, como nunca mi pija late dentro de su boca, al sacarla de la misma, siguen saliendo chorros que caen en la cara y en el pelo.

Yo bufo como un toro en celo con sonidos guturales.

En ese momento se escuchan ruidos en la casa, mis padres se habían despertado.

Rápidamente saco mi slip que hacia decenas de minutos había encontrado, me visto a una velocidad increíble, ella se mete debajo de las sabanas y se seca con la toalla que saco son sus pies la leche que tenía por todos lados.

Ninguno dijo nada, yo salí lo más rápido que pude de su cuarto, salude a mis papas que estaban con cara de dormidos y me fui.
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en el día de mi cumpleaños luego del almuerzo familiar en el cuarto de mi hermana un juego termina con ella boca arriba y yo con mi pija en su boca logrando una mamada de antología que termina explotando en su boca, llenado de leche su cara y su pelo.

El despertar de mis padres de su siesta corta el momento y vistiéndome rápido me retiro del cuarto de mi hermana sin que nadie diga nada.

Todo el día estuve pensando en lo que pasó, podríamos completar el sexo incestuoso o deberíamos parar?

Ninguno se escribió hasta la noche, cuando en mi casa comenzaron a llegar los primeros invitados. Los primeras bebidas, las primeras picadas.

Llegan más personas, amigas y amigos, con regalos y ánimo de pasar una buena noche de fiesta. Las anécdotas y charlas de risas clásicas están en auge.

Mi hermana no viene, ya casi parece que no va a aparecer, tengo un par de amigas que cuando hay onda tenemos sexo. La calentura que me quedo me llevó a comenzar la tarea de seducción para por lo menos lograr tener una de esas amigas para coger cuando todos se fueran.

Trago va, trago viene logré convencer a una amiga, de esas bien putitas, con minishort que cuando camina se le ven las nalgas. Y hasta se le transparenta la ropa interior.

Aprovechaba cuando pasaba para tocarle el culo y ella me guiñaba el ojo aprobando ese juego de acoso.

En eso estaba cuando tocan el timbre, era mi hermana.

Estaba infartante, un vestido rojo apretado al cuerpo, escote pronunciado, sus piernas se podían apreciar desde sus tobillos hasta unos centímetros de sus nalgas.

Me dio un regalo y dándome un beso me dijo que lo abriera cuando todos se fueran.

El quilombo que me había metido por no esperar un poco más, ahora tendría que buscar la manera de decirle a mi amiga que no pasaría nada esa noche.

Ya bailando varios querían hacerlo con mi hermanita de veinte años, se acercaban demasiado, sus manos iban a la cadera, rozaban su cola, la acompañaban a apretarse a su cuerpo.

Mientras tenía a mi amiga bailando conmigo, buscando tocar mi paquete cuando tenía oportunidad.

Ya entrada la madrugada, varios empezaron a irse, quedamos pocos. Algunos ayudaban a acomodar un poco el desastre que quedó. En un momento solo quedamos los tres, mi amiga y mi hermana.

Ambas tiraban indirectas de lo tarde que era, ninguna sospechaba que la otra buscaba tener algo más esa noche.

Finalmente tomando valor le digo a mi amiga que mi hermana no podría irse a casa sola porque mis padres la matarían si llega con lo que tomó.

Era una mentira, mi amiga me mira como incrédula por la excusa estúpida que busque, y se retira dando un portazo.

Cuando regreso al ******, ya no estaba mi hermanita, me dirijo a mi cuarto y estaba ella sentada en la punta de la cama, con mi regalo al lado.

Cuando abro esa caja era un disfraz del zorro (ver parte I y III)

Me quedé helado, y la miré a los ojos.

"es una fantasía que tengo hermanito, ponételo" dijo ella.

Fui al baño y salí vestido con esa tanga para hombres, una capa y el antifaz.

"bailame hermanito" ordeno ella.

Y una vez más comencé a moverme, haciendo mi show despertando sus más bajos instintos.

Ya sacándome la diminuta prenda que contenía mi pija, ella se pone de pie, y también se mueve sensualmente como queriendo mostrar que el serpenteo de su cuerpo provoca que sus curvas se vean más sensuales.

Solo vestido con el antifaz me ubico detrás de ella apoyándola descaradamente. Ella solo se refriega con mi cuerpo.

Mi pija esta al palo, parada como nunca, no aguanto más y le rompo el vestido rojo, ella pareció no importarle, estaba más pensando en lo candente del momento.

Su tanga roja se la arranque de un tirón. Mi lengua se encontró con su lengua y nos hicimos uno con nuestras manos tocando todo el cuerpo del otro, nos revolcamos en la cama matándonos a besos apasionados.

Baje luego besando sus tetas, cada una de ellas, mientras ella jadeaba de placer.

Seguí bajando hasta su conchita rosita. Sus labios vaginales me dieron la bienvenida y mi lengua las recorrió sin dejar espacio sin humedecer.

Mi lengua se introdujo en su interior y ella por reflejo cerró las piernas, sus manos empujaron mi cara hacia ella, gritó de placer y arqueo su espalda.

Me separé dándole tiempo para que recupere aire. Me dirijo a un cajón y saco la tanga blanca que me había dado en el club.

"es una fantasía que siempre tuve" le digo.

Ella se queda helada, no dice nada, me mira aterrorizada.

Voy poniéndole la tanga entre sus piernas y ella se pone temblorosa, tiene un reflejo de querer cubrir su vagina y sus tetas.

Se ve el número de teléfono y su nombre y el corazón.

Una vez encajada la tanga la doy vuelta buscando que levante la cola, corro esa usada tanga blanda al costado y me ubico en la entrada de su conchita.

Ella gira su cabeza como arrepintiéndose de todo lo que está pasando.

Mi pija de más de 20 centímetros está ya en la entrada de su cueva.

Cuando entra la cabeza en su húmeda vagina, ella exhala un "nooo"

Sigo empujando y ella dice

"esto está mal, no debemos seguir"

Sigo entrando y ella exhala nuevamente diciendo:

"aaaah, aaaay por favor no sigas"

Llegué hasta el final, entre y comencé a bombear mientras agarraba sus tetas.

"por favor no sigas, esto está todo mal, y vos ya me habías cogido y lo sabías" dijo mi hermana suplicando.

Seguí bombeando y ella jadeaba en cuatro.

Ya cada vez menos se quejaba, ya no decía que no siga.

Me salí de ella y me tumbe boca arriba, ella dudaba de seguir,

Me dice que esto no estaba nada bien, que habíamos ido demasiado lejos, pero mientras una pierna va cruzando al otro lado de mi cuerpo.

Se ubica en posición de cabalgue y me sigue diciendo que debemos parar.

Se deja caer y entra con facilidad mi miembro.

Comienza a cabalgar diciendo que pare, que no siga, yo no me muevo en absoluto.

Sus uñas se clavan en mi pecho mientras se mueve con furia en círculos buscando que mi pija toque todo su interior.

Estamos en ese vaivén, y ella se recuesta sobre mi cuerpo y me muerde el cuello. Y el hombro.

No para, y sigue pidiendo que deje de penetrarla.

Nuestros cuerpos ya sudan, y se deslizan perfectamente, sigue mordiéndome y arañándome hasta que sucede lo inevitable.

Acabo adentro de ella, siento como una cantidad enorme de leche estalla dentro de ella,

Seguimos moviéndonos unos minutos más como buscando recuperar fuerzas, pero terminamos exhaustos.

Cuando saco mi verga de su conchita la leche se desparrama por sus piernas y por mis huevos y por su tanga blanca.

Dormimos abrazados esa noche hasta el mediodía del otro día, ninguno fue a trabajar. Nos tomamos el día.

Por dejarnos llevar por la lujuria ahora estábamos preocupados por haber acabado adentro y la posibilidad de dejarla embarazada.

Seguimos cogiendo igual ya con profilácticos, pero un par de veces más termine adentro sin protección.

Ya paso un mes de la primera vez que lo hicimos, y ya lleva una semana con retraso menstrual.
 
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