Mi Plan, Objetivo Follarme a mi Madre 001

heranlu

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Mi nombre es Diego, yo tengo 19 años estoy en la universidad, vivo con mis padres. Mi padre tiene 47 años, alto y gordo. Mi madre tiene 39 años, sonrisa amplia, piel muy clara, es delgada, con buenas tetas y culo, su pelo es de color negro; su trabajo es de secretaria, y es una persona a la que le cuesta pedir favores. Optimista, emocional y con cierta tendencia a preocuparse por los demás. Por lo hermosa que es y su personalidad cariñosa hacia mí, es que generé unos fuertes sentimientos de amor hacia mi madre, con los sentimientos que tenía y que no podía ignorar, decidí empezar actuar para hacerla mía.

Un día estaba pensado en un plan para conseguir que mi madre follara conmigo, para tener ideas para mi plan empecé a leer varios relatos de incesto, después de leer como 12 relatos se me ocurrieron varias ideas para que tuviera sexo conmigo, mi plan consistiría de 3 objetivos muy sencillos, pero tenía que aplicarlos muy bien, ya que, si hacia un movimiento en falso mi plan se arrumaría, terminaría regañado por mi padre y peor se arruinaría la relación que tengo con mi madre, pero tenía que arriesgarme ya no podía con esta excitación.

Al regresar de la uni empezaría a aplicar el primer objetivo, que era conseguir que mi madre y yo nos besáramos como amantes, para eso cambie completamente mi actitud dentro de la casa o cuando solo estaba con mis padres, la actitud que tome era de una persona triste, al parecer dio resultado porque reacción que buscaba llego al cuarto día, antes de ir a la uni, mi madre entro a mi cuarto y me dijo:

—Hijo me gustaría hablar contigo.

Yo ya sabía de qué íbamos hablar así que siguiendo la corriente y con mi actitud triste le contesto a mi madre:

—¿Que paso ma? ¿de qué quieres hablar conmigo?

—Ay hijo es que estado notando que tu actitud a estado cambiando drásticamente, de un día para otro te noto muy triste y eso me preocupa mucho, ¿dime tienes algún problema? sabes que yo estoy para ayudarte con lo que sea, entendido cariño —me dice mientras pasa su mano por mi cara.

—Si ma no te preocupes no me pasa nada, me voy a cambiar para ya irme a la uni.

Seguía con mi personalidad triste y con una actitud deprimida, mi madre lo noto, pero no seguía insistiendo y solo me dijo:

—Está bien cariño nos vemos al rato que tengo que ir a trabajar.

—Si ma, ve con cuidado.

Bien iba muy bien el plan, pero lo crucial iba venir después, la verdad estaba muy nervioso, pero no podía retroceder, más bien no quería hacerlo, así pasaron dos días y seguía con la actitud depresiva, hasta que, en el tercer día en la tarde, mi madre volvió de su trabajo y subió a mi cuarto para volver hablar conmigo, en eso cuando entra a mi habitación, yo estaba en la computadora escuchando música mientras hacia mi tarea, ella se acerca a mí y me dice:

—Hola cariño, ¿qué tal estuvo tu día?

—¡Puf! Pues bien, ma.

—Ay hijo, —me dijo mientras se sentaba en la esquina de mi cama—, por favor si algo te preocupa habla conmigo, sé que te pasa algo y no me voy a ir de aquí hasta me platiques que te pasa.

Me voltee de la silla para verla y la verdad me estaba empezando a excitar, al imaginarme lo que iba a proseguir y por cómo estaba vestida, hacia que me excitara más. Mi madre llevaba una camiseta tejida de canalé con botón delantero, una falda corta con unas medias negras y zapatos de tacón.

Tenía que tranquilizarme y seguir con la actitud depresiva, así bajando la cabeza le digo:

—Es que... no te vas a enojar conmigo si te digo, así dejémoslo así ma.

—No te prometo que no me enojo cariño, tienes mi palabra.

—En serio y tampoco le vas a decir a nadie.

—Te lo prometo, todo lo que hablemos hoy va a quedar en trenos otros, quiero que me veas como tu amiga.

—Está bien te platicaré lo que me pasa.

Le empecé a mentir acerca de por qué estaba triste, ya que había tenido malas experiencias con mujeres ya que al no saber besar me ponía nervioso y arruinaba todo y creía que no iba a encontrar una pareja, ella solo se rio y me dijo:

—No te preocupes cariño solo es cuestión de práctica veras que con el tiempo vas a prender a besar te paciencia.

—Entonces ¿me dejarías practicar contigo?

Ella sé que sorprendida por lo que la había dicho, me mira se pone de pie y me dice:

—Claro que no, eso no podemos hacerlo somos madre e hijo.

Bajé la cabeza con una expresión triste y le digo:

—Está bien ya vi que solo eres mi madre y no mi amiga como habías dicho, puedes irte de mi habitación quiero estar solo.

Ella se acerca a mí, se agacha, me garra del brazo y me dice:

—Entiende amor sabes que eso no lo podemos hacer.

—Si ma te entiendo por favor quiero estar solo, creí que me ayudarías y me comprenderías.

—Hijo.... por favor.

—Mamá sé qué piensas que es imposible besarnos por la relación que tenemos, pero yo quería que tú me ayudaras a practicar, además el besarnos no lo siento como algo malo sino lo veo de otra manera de expresarnos cariño, pero en fin voy a continuar haciendo mi tarea.

Mi madre seguía encuclillas perdida en sus pensamientos, cuando de pronto se pone de pie y me dice:

—Tienes razón amor, también puede ser otra manera de espesarnos el cariño que nos tenemos, y si eso te ayuda también a agarra confianza.... está bien amor vamos a besarnos.

Voltee a mirarla sorprendido y con una sonrisa le digo:

—¿En serio mamá?

—Si, pero tengo una condición.

—¿cuál es?

—Primero solo nos besaremos cuando estemos solos, y no se lo vas a contar a nadie ni a tu padre entendido, ya que ellos no en tenderían lo que vamos hacer.

—Si mamá este será nuestro secreto —dije mientras me levantaba de la silla y me acercaba a ella.

Me puse enfrente de ella; yo era un poco más alto que mi madre, nos miramos mutuamente eso hizo que latiera demasiado rápido, eso me ponía nervioso, baje mi mirada a sus labios; mi madre siempre se ponía un labial rojo intenso, yo solo pensaba que al fin iba a tener esos labios que tanto había fantasiado, sin perder el tiempo procedí a inclinar mi cabeza para besarla, ella también inclino su cara y nos comenzamos a besar.

Pasaron como 2 minutos hasta que nos separamos, y nos volvimos a mirar en eso sonreímos al mismo tiempo y le dije:

—¡Uff! Me gustó mucho y ¿a ti que te pareció mamá?

—Si también me gusto hijo —dijo mi madre mientras se acomoda su cabello suavemente detrás de la oreja—, pero... ¿no que no sabias besar? A mí me pareció no eres tan malo para besar.

—Es que estando contigo me siento completamente seguro, a lo mejor es por eso —dije mientras la garraba de la cintura.

Ella coloca sus manos en mi pecho, mi mira a los ojos y con una sonrisa me dice:

—Qué bueno que me tengas esa confianza.

El objetivo estaba cumplido, pero con eso no me iba a conformar, apenas venia lo bueno. Vuelvo a besar a mi madre esta ves fueron solo 2 minutos, después me separé de ella fui a mi muble para limpiar una parte, mi madre vio lo que estaba haciendo y me dijo:

—¿Qué haces?

Volví a ponerme enfrente de ella, la tomo de la cintura, la llevo al escritorio y la ciento, sonrió y le digo:

—Así vas a estar más cómoda.

Ella pasa sus manos por mis hombros y me dice:

—Que caballeroso eres.

Sin mas volvemos a besarnos yo quería garrarle la pierna, sus pechos, pero no tenia que aguantar, apenas estaba comenzado el plan y no lo tenia que arruinar, así que seguía con mis manos en su cintura, hasta que pasaron 5 minutos cunado mi madre me dijo:

—Mi amor tengo que ir a preparar la cena

Yo no la quería dejar, pero no tenia que ser pesado ya tenia lo que quería así que me separé de ella y le dije:

—Si ma también tengo que hacer mi tarea, me gusto mucho este momento que pasamos.

—a mi también me gusto hijo.

En ese día no paso nada más, los siguientes días fueron iguales, cabes que llegaba mi madre de su trabajo nos besábamos, cada día intentaba más cosas la besaba en las noches o en la cocina, no quería limitarme solo besarnos en esa hora, al cuarto día le pregunte a mi madre si podíamos intentar el beso francés al principio dudaba, pero la logre convencer y fue un beso fantástico que hiso que me excitara mucho.

Al siguiente día iba a intentar el objetivo 2 hacer que me masturbara, yo estaba en mi escritorio esperando a que llegara mi madre, cuando escucho la puerta principal abrirse, me empecé a emocionar ya que por fin avanzaría a unos simple besos, mi madre toca mi puerta del cuarto y le digo que pase, ella entra y ¡uff! Que sexi se veía, siempre me excitaban sus predas de secretaria, en esta ocasión ella tenía puesto una blusa blanca de cuello con solapa de botón delantero, una falda ajustada que le llagaba por las rodillas, unas medias grises y unos tacones rojos.

Mi madre se ha cerca a mí para darme un beso de pico y me dice:

—¿Como estuvo tu día amor?

—Bien ma hoy me dejaron poca tarea.

—Que bueno cariño, espero que no repruebes ninguna tarea —me dijo mientras se sentaba en mis piernas.

En estos días mi madre se ha comportado más cariñosa, pareciendo más una novia que una madre, la actitud que había obtenido de mi madre nunca los espere, pero esto era favorable para mí, porque sería más fácil que ella aceptara mi pedido.

—No claro que no reprobare, además cada día me siento más feliz y eso me motiva a echarle ganas la uni —dije mientras le acariciaba la pierna.

—Me alegra escuchar que te sientes más feliz cariño —dijo mientras se acercaba para besarme.

Estuvimos besándonos casi como 10 minutos, yo seguía acariciando su pierna intentada subir mi mano a su parte intima, ella me dejaba todo el camino libre, ya con esa excitación decidí empezar el objetivo.

—Oye ma de echo tengo un problema, al principio no quería decírtelo, pero decidí contártelo por que me demostraste que puedo confiar en ti y espero que lo que te cuente no arruine esta relación y que te alejes de mí.

—Gracias amor por confiar en mí y ten por seguro que no me alejare de ti, así que ¿cuál es tu problema?

—Es que eh tenido varios problemas para masturbarme.

—¿y eso? Por que no has podido masturbarte.

—lo que pasa es que cada vez que intentaba masturbarme al final... pensaba en ti.

Ella se sorprende, se separa de mí y se pone de pie dándome la espalda, y me dice:

—Entiendo que te llegue a excitar, pero no tiene que tener ese pensamiento, ya que solo somos madre e hijo a si que trata de verme así.

—Ya lo se mamá, pero no puedo evitarlo y como tu dices tengo que evitarlo, pero a consecuencia de ello me duele mucho el pene, ya que no me eh corrido, siento que este dolor y frustración que tengo va a crecer más, y no sé qué va a pasar.

Ella se volteo a verme y me dice:

—También lo comprendo, me imagino que también sientes culpa, y por eso te has estado conteniendo, pero al final eso va a afectar a tu vida —Ella se acerca y con su mano me hace una caricia en mi cara— nos tenemos tanta confianza mas que otras familias y eso me alegra cariño, así que no te contengas y mastúrbate pensado en mí, no lo tomare a mal hijo al contrario me siento a legada que me veas así a una vieja como yo.

—No eres una vieja, eres hermosa mamá, la mujer más hermosa que eh conocido, así que no digas eso.

—Gracias amor haces que me sonrojar, bueno te dejo solo para que puedas ocuparte de tu amigo.

La conversación iba de maravilla, pero ahí no iba a quedar, no tenía que dejar que se fuera hasta que completara mi plan así agarrando su mano le digo:

—Mamá se que te puedes ofender, pero me ayudaría mucho que mientras me masturbo me dejes verte en ropa interior.

—Pero hijo eso no podemos hacerlo, no podemos cruzar esa línea.

—Mamá no vamos hacer nada malo, solo me masturbare mientras te veo con tu ropa interior, solo es eso, en serio me ayudaría mucho por favor, por favor, por favor —dije mientras me hincaba.

Ella se quedo pensado, hasta que me dijo:

—Esta bien que niño tan consentido tengo, pero ya sabes esto nadie lo tiene que saber ¿entendido?

—Si mamá

Me puse de pie, me baje los pantalones con los calzones y me senté en la silla, observe a mi madre que se estaba quitando su blusa y bajándose la falda, que dándose con su ropa interior que era negra. Ella volteo su cabeza hacia un lado y me dijo:

—Puede comenzar cuando quieras.

—Si

Me puse a masturbarme, y durante ese tiempo note como mi madre volteaba a verme mi miembro de reojo, yo seguía concentrado hasta que acabe, ella me acerca el papel de baño para que me limpiara, yo me limpie y le dije a mi madre:

—Muchas gracias por entenderme mí y cumplir mi petición eres la mejor madre del mundo.

Ella se estaba poniendo de vuelta su ropa y me dice:

—De nada amor es pero que no tengas mas problemas

—No claro que no tendré tendiéndote a ti —dije mientras sonreía.

Una vez que se volvió a poner la ropa salió del cuarto para ir hacer la cena, yo sabia que ella ya no retrocedería en las peticiones que le pidiera.

Después de tres días, un sábado por la tarde mi madre volvió de se su trabajo y fue directo a mi habitación para la sesión de besos, mientras nos besábamos noto como empieza respirar fuete, sus manos me agarraban mi cabeza, como si estuviera excitada, en eso me separo de ella, le pido de vuelta que, si me puedo masturbar enfrente de ella, ella asiente y se empieza a quitar la ropa, en eso mientras me masturbaba le digo:

—Mamá te gustaría masturbarme.

Ella voltea a verme con los ojos muy abiertos y me dice:

—No ya te dije que podemos cruzar esa línea, solo puedo hacer esto por ti.

Sabía que ella quería hacerlo, pero no lo iba aceptar, así que decidí darle un empujón, me paro de la silla, me acercó a ella, ella solo se limita a decirme

—Hijo ¿que planeas hacer? No hagas ninguna locura.

Sin hacerle caso me pongo de frente de ella pongo mi mano en su cabeza y hago que se ponga de rodillas, para que tenga mi verga en frente de ella, en esa posición le digo:

—Vamos mamá sé que quieres hacerlo, eh notado que miras mi verga, hazlo ma hazme una chaqueta y no te preocupes nadie se va a enterar, ya sabes este será nuestro secreto.

Mi madre no decía nada solo estaba viendo mi verga, cuando le venta su mano y empieza a tocar mi verga, después de estarla tocando, empieza a hacerme una paja, al principio iba lento pero después acelero el ritmo haciendo que me corriera en su cara y su cuerpo, ella sin decir nada agarra su ropa y sale corriendo de la habitación, yo solo me recosté en mi cama, pensado que iba a decirle ya que ella de seguro iba a querer volver a la relación que teníamos sin besos y sin masturbarme en frente de ella, y eso no lo iba aceptar quería hacerla mi mujer y estaba a un paso.

Había pasado una hora y decidí hablar con ella, fui a la cocina, pero no estaba, fui al baño y tampoco, entonces fui a su cuarto tratando de abrir su puerta, pero le había puesto seguro, yo le dije:

—Mamá abre quiero hablar contigo, por favor abre.

Ella no decía respondía, iba a forzar la puerta para abrirla cuando escucho que llega mi padre, ella abre la puerta del cuarto y pasando de mi baja la escalera para saluda a mi padre, ella sabía que no intentaría nada estando mi padre, así el resto del día no volvió ha balarme, ya en la noche medio sed así que fui por agua a la cocina, cuando regresaba escuche ruidos en el cuarto de mis padres, pensé que mi madre le iba a contar a mi padre sobre lo que estábamos haciendo así con miedo me acercó a escuchar de que hablaban.

—No puedo hoy estoy muy cansado -dijo mi padre.

—Pero cariño llevamos 2 años sin hacerlo y hoy tengo muchas ganas.

—Sabes que ya no tengo las mismas energías que antes además hoy fue un día pesado déjame descansar.

—Siempre es lo mismo contigo, sabes que yo también tengo necesidades.

—Por favor mujer no quiero paliar, déjame descansar.

—Entonces duérmete infeliz.

—¿Adónde vas?

—Me voy a la sala no quiero estar contigo esta noche.

—Has lo que quieras.

Al escuchar que ella iba salir de la habitación me fui rápido a mi cuarto, abrí tantito la puerta y vi bajar a mi madre hacia la sala, sabia que esta era una buena oportunidad para completar mi último objetivo follarmela, y sin duda iba aprovechar este momento.

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Mi madre sale de su cuarto y se dirige a la sala para dormirse en el sofá ya que siempre que se pelea con mi padre ella se duerme ahí, esta era mi oportunidad para poner en marcha el objetivo final, cuando estaba pensado en mi plan sabía que había un momento de inflexión, donde la haría tomar una decisión que cambiaría nuestra relación y poder follarmela, pero para que tuviera más posibilidades fui provocándola poco a poco, primero que nos besáramos y después que me masturbara, mi idea era esperarme dos semanas para poner en marcha el ultimo objetivo pero la manera en que me evitaba sabía que se iba a negar en hacerlo, así que tenía que apresurar el ultimo objetivo o sino todo el avance que tenía seria desperdiciado.

Bajo las escaleras y me dirijo a la sala donde estaba sentada mi madre, al verla me sorprendió ver como estaba vestida, ella tenía puesto un camisón de tirantes con encaje color blanco. Noto que mi madre estaba llorando, me imaginaba por que lloraba, pero para que progresara la conversación y no me evitara, tenía que hacer como si no supiera nada así me acerco y le digo:

—Mamá que tienes ¿porque estas llorando?

Cuando me ve, agarra su cobija para cubrir su cuerpo y me dice:

—Nada hijo, no me pasa nada y tú que haces despierto a esta hora ¿por qué no te has dormido?

—Bueno pues no me podía dormir pensado en lo que paso en la tarde y me dio sed así que bajé para tomar un vaso de agua y te vi llorando ¿acaso es mi culpa?

—No hijo, no es tu culpa, es que me pelee con tu papá, son problemas de matrimonio cuando te cases lo entenderás.

Me acerco a ella y me siento alado de ella y le digo.

—Entonces ¿porque me has estado evitando?

—Eso es por otra cosa, la verdad me siento culpable hijo.

—¿Culpable de qué?

—Ay hijo, es que estuvo mal lo que hicimos, como tu madre no debí masturbarte, pero me siento más culpable por que no me desagrado haberlo hecho, disfrute hacerlo y eso está mal ninguna madre debe de sentir eso, así que te pido olvidemos lo que hemos hecho y regresemos a la relación normal que teníamos, lo siento hijo ya no te puedo ayudar con los besos y con el otro problema que tienes.

—No te sientas culpable a mí tampoco me desagrado lo que hicimos, no sé por qué está mal que tengamos esta relación.

—No hijo esta mal así que por favor olvídalo

—Entiendo madre mañana me voy de la casa, ya no me volverás a ver —le digo mientras me levanto del sofá.

Sabía que mi madre me pediría volver a la relación que teníamos, pero obvio yo no iba aceptar, era el momento de hacerla que tomara una decisión, ese era mi objetivo principal ponerla entre la espada y la pared, y este era un buen momento para hacerlo. Primero tenía los sentimientos revueltos, ella se encontraba entre excitada, triste y enojada. Segundo a los padres les cuesta separarse de sus hijos, sobre todo a las madres, sabia que si le decía que me iría de la casa y no la volvería a ver la dejaría en shock y trataría de evitarlo. Tercero todas estas semanas la fui pervirtiendo, hacerla saber que podíamos tener una relación más profunda sin que pasara nada malo y que disfrutara de lo que hacíamos. Todos estos factores influenciarían en su decisión, de forma que me beneficiara.

—Que estás diciendo ¿cómo que te vas de la casa? —ella me dijo mientras me sujetaba del brazo.

—Así es madre yo no puedo regresar a la relación que teníamos, la verdad disfrute todas estas semanas que pasamos juntos, la forma en que nos besábamos y cuando me masturbaba viéndote semi desnuda hizo que tuviera unos sentimientos por ti, deje de verte como madre, ahora te veo como una mujer.

—Hijo.... —ella se para del sofá, mirando al suelo— la verdad yo también disfrute estas semanas, cada vez que nos besábamos hacia que me sintiera mas una mujer, cada día que despertaba me arreglaba para lucir muy linda para ti, hacia mucho que no me arreglaba para un hombre, eso me hacía sentir culpable pero no lo podía evitar, deseaba tanto llegar a casa y besarte pero ya no podemos seguir así, a mi también me duele volver a la relación que teníamos pero eso es lo correcto, así que por favor comprende y no te alejes de mi por favor —me da un abrazo por la espalda.

—Te comprendo mamá, pero no puedo volver a la relación madre e hijo, la única solución es separarme de ti, ya que si no lo hago no voy a poder aguantar estando cerca de ti, así que tu compréndeme, llegamos a un punto sin retorno, lo siento —me separo de sus manos y sigo caminado hacia mi habitación.

Ella me vuelve abrazar por la espalda con más fuerza, evitando que me separara de ella.

—Por favor hijo no te vayas de mi lado, si te vas me sentiré muy sola en esta casa.

—No estarías sola tienes a papá a tu lado.

—Tu padre ya ni se preocupa por mí, y lo sabes muy bien que nuestra relación no es la misma, en estos dos años a cambiado de mesiado, el ya no me toca, no platicamos, ni siquiera nos hemos besado, ya ni se si soy su mujer, el solo se preocupa por el mismo, me tiene toda abandonada y la única razón por la que estoy con él, es por ti para que tuvieras un padre.

—Ya estoy bastante grande madre para comprender la situación, y si quieres separarte de él no me opondré y tampoco es que necesite una figura paterna mamá, puedes conseguir otra pareja que te de todo lo que necesitas, yo me voy alejar de ti y así tú serás feliz mamá.

—Como crees que voy hacer feliz sin que estes a mi lado, si tu eres todo para mí.

—Lo sé, pero esa sería la única opción, porque si quieres que darte a mi lado —me volteo para mirarla a los ojos— seria como mi mujer.

—Pero hijo te has vuelto loco, no podemos tener esa relación eso es algo prohibido, por favor volvamos a la normalidad, no me importaría seguir con tu padre si con eso somos otra vez una familia normal, así que ¿volvemos a como éramos antes?

—Ya te expliqué por que no podemos volver a la normalidad y ya no quiero discutir, ya te dije que para que estes a mi lado tienes que ser mi mujer y como sé que no vas aceptar mejor me marcho de la casa y te dejo vivir tu vida normal que tanto quieres, me voy a mi cuarto a preparar mis cosas y no te preocupes por mi estaré bien, me las arreglare para vivir solo.

Me vuelvo a dirigir a mi habitación y esta ves mi madre no me detiene ella se queda en el sillón sentada, al subir las escaleras veo que mi padre sale de su cuarto y me dice:

—Hijo que paso, estaba escuchando a tu mama y a ti platicar ¿paso algo?

—Ah nada papá solo me estaba platicando que se pelearon.

—Si hijo ya sabes cómo es tu mamá, debería hablar con ella.

El iba a bajar a la sala cuando lo den tengo y le digo:

—No papá no creo que deberías ir, ella estaba muy enojada y solo empeorarías las cosas mejor deja que se calme ¿no crees?

No quería que arruinara mis planes, sabía que si baja a hablar con mi madre ella no subiría a mi cuarto aceptando ser mi mujer.

—Tienes razón, será mejor dejarla que se calme al rato se le pasara, para que ya estas preparado para casarte hijo —dijo mi padre mientras se iba a su cuarto.

—Si de hecho ya estoy conquistado a una mujer.

—Enserio pues prepárate por que solo van a venir peleas, así como las que tengo con tu madre.

—Pues si padre voy a intentar hacerla feliz lo más que pueda.

—No será fácil, bueno te dejo que me voy a dormir, descansa.

—Si igual descansa.

La verdad no sentía nada al quitarle la mujer a mi padre, sabia que yo haría mas feliz a mi madre de lo que el lo hace, y es su culpa por no cuidar a semejante mujer que tenía, si no era yo alguien más se la robaría.

Llegue a mi habitación y empecé a meter mi ropa en mi mochila sabia que mi madre subiría en cualquier momento y aceptaría ser mi mujer, si ella no aceptara hoy, ya tenía un lugar donde irme a vivir, encaso de que fuera a buscarme ahí aplicaría otro plan que tenía pensado, estaba dispuesto a todo para convencerla, pero solo sería en caso de que no subiera a mi cuarto.

Había pasado una hora y mi madre no subía, parece que su moral es muy fuerte y no aceptaría ser mi mujer, resignado me iba a dormir ya que mañana tenia que irme de la casa temprano, pero al acostarme veo que se empieza abrir la puerta de mi cuarto y entra mi mamá vistiendo su camisón sexy, pone el seguro de mi cuarto y me dice:

—Eh tomado una decisión cariño, sé que lo que vamos hacer esta mal, pero si con eso te quedas a mi lado no me importaría, si quieres que sea tu mujer lo seré.

Ella comienza a quitarse su dona del cabello de manera muy sexy haciendo que su cabello largo y negro quede suelto por la parte de atrás, después prosigue a quitarse su camisón lentamente quedándose completamente desnuda.

A pesar que la única luz que entraba a mi cuarto era la de la luna, eso no evitaba que contemplara el cuerpo desnudo mi madre, la escena que tenía enfrente de mi era algo que nunca imagine pero sin duda nunca olvidaría, noto que mi corazón empieza a latir demasiado rápido, lo que tanto había deseado lo tenía enfrente de mí, me levanto de la cama para dirigirme hacia mi madre, estando enfrente de ella puedo ver mejor su hermoso rostro, ella se había puesto maquillaje que la hacía ver más atractiva, se había arreglado para mi lo que hacia que me excitara más de lo que me encontraba, le doy un fuerte abrazo y susurrándole en su oído le digo:

—Me haces el hombre más feliz del mundo, te prometo que estaré a tú lado todo el resto de mi vida, no te dejare abandonada como lo hizo mi padre y no te preocupes, nadie se enterara de la relación que vamos a tener, por fuera seremos madre e hijo, pero en la intimidad seremos amantes.

—Si amor confió en ti, por eso decidí ser tu mujer, estoy preparada para ser solo tuya y de nadie más.

Nos comenzamos a besar muy apasionadamente, estabas no me contuve y fui tacando por todas esas partes que antes quería tocar, con una mano acariciaba sus pechos de forma suave y con el otra le tocaba su culo, ella solo se limitaba a pasarme sus manos por mi espalda, después de estar como tres minutos en esa posición, ella comienza a desvestirme, primero me quita mi camisa después me baja el pantalón y el bóxer, agarra mi verga que estaba muy erecta, levanta su cara para mirarme a los ojos y con una risa coqueta me dice:

—Voy hacer algo mejor de lo que hicimos en la tarde.

Ella se mete mi verga a su boca y comienza a chuparla, la sensación que tenía era maravillosa, notar como pasaba su lengua por mi verga y con sus manos acariciaba mis bolas estaba llegando a mi limite, agarre su pelo con una de mis manos y ella siguió con el ritmo hasta que me corrí en su boca.

—Uf eso fue grandioso Isabel —le dije a mi madre mientras le pasa papel para que se limpiara.

—Me alegra que te gustara Diego, ahora me ocupare de lo que necesite mi hombre.

—Pero yo también tengo que hacer feliz a mi mujer.

Llevo a mi madre a mi cama, ella se acuesta boca arriba, yo me acerco y comienzo a besar su cuerpo comenzando con su cuello bajando lentamente hacia su cintura, cuando llego alrededor de su área vaginal coloco una mano en cada pierna y las separo gradualmente, saco mi legua para comenzar a lamer y chupar suavemente, después de dos minutos deslizo un dedo dentro de la vagina mientras continuaba con el oral.

—Ah ah así ah ah si ah ah sigue cariño —dijo mi madre mientras me agarraba la cabeza con sus manos.

Yo seguía dándole placer a mi madre, escucho que empieza a acelerarse la respiración y le empiezan a generar una serie de espasmos intensos hasta que finalmente se corre. Ella seguía respirando fuerte, me acerco a su cara le doy un beso y le digo:

—Esta lista para ser mía, ¿segura que no te vas a repentir?

—No amor no me arrepentiré, estoy completamente preparada para ser tu mujer.

Comienzo a penetrarla lentamente, era fantástico esperé mucho por este momento por fin era mi mujer, seguía sacando y metiendo mi verga cada vez acelerando más.

—Ah si haa ah más duro dame más duro.

—Mamá baja la voz que nos escuchara mi padre.

—ah ah es que ah no puedo contenerme cariño, haaa ah hacía mucho que necesitaba esto, me estoy volviendo loca, sigue no pares ah ah.

Comienzo a besarla para evitar que mi padre escuche sus gemidos, mientras que con mis manos sigo tocando todo su cuerpo quería sentir cada parte de ella, mi madre pasaba sus manos por mi espalda, yo sigo penetrándola cada vez más fuerte acelerando el ritmo, seguimos con ese ritmo como cinco minutos, estaba llegando a mi limite cuando le digo a mi madre:

—Isabel me voy a venir

—Ah si amor, haaa yo también me voy a correr, quiero que te vengas dentro de mí.

—¿segura?

—Si no te preocupes ah ah tu hazlo dentro de mi amor.

Comienzo a penetrarla más fuerte, moviéndome más rápido hasta venirme dentro de ella, al eyacular dentro de mi madre eso hizo que ella tuviera un orgasmo. Estuvimos recostados por un minuto, solo podía escuchar la respiración de ambos, cuando escucho la voz de mi madre diciendo:

—Me gusto entregarme a ti Daniel, ahora que somos pareja puedes tenerme cuando quiera así que a partir de ahora no te contengas cuando quieras hacerlo.

Me acerco para besarla en su cuello y le digo:

—por su puesto que no me contendré, pero no creas que esto ha terminado Isabel pienso disfrutarte lo más que pueda, así que ponte en cuatro.

Ella me hace caso y se pone en cuatro separando sus piernas, yo me incorporo atrás de ella la agarro de las caderas y comienzo a follarmela.

—Ah ah ah si más ah ah haa ah.

Mi madre seguía gimiendo cada vez más fuerte y con el sonido que hacia la cama me preocupa que escuchara mi padre, pero a la vez me daba más excitación escuchar la voz de mi madre gimiendo lo que hacía que no parara y siguiera follarmela más fuerte, ella para cubrir sus gemidos se tapó la boca con una almohada, al ver que se había cubierto con una almohada, decidí acelerar más el ritmo siguiendo así hasta que pasaron como cuatro minutos cuando me corrí. Me acuesto en la cama para descansar en eso mi madre pone su cabeza en mi pecho.

—¿Paso algo amor? —le digo a mi madre mientras le acariciaba su cabeza

—Me preguntaba como es que eres tan bueno en esto, si no sabias besar.

—Ah bueno es que eh estado investigando en internet por la curiosidad y también mis movimientos fueron más instintivos, tú eres mi primera mujer.

—Me alegra que tu primera vez fuera conmigo.

—¿Estas lista para la siguiente ronda? —le dije mientras le sonreía.

—¿Eh no estas cansado?

—Algo, pero todavía puedo seguir.

—Esta bien amor ven vamos hacerlo otra ves hasta que estes satisfecho.

Terminamos haciéndolo 2 veces más, hasta que quedamos completamente dormidos, a la mañana siguiente, al despertarme no te que mi madre no estaba acostada, no me preocupaba de seguro estaría en la sala, me levanto para ir al baño, después de darme un baño decido bajar a la sala para ver a mi mujer, cuando llegue a la sala no se encontraba ahí, así que me dirijo a la cocina y cuando llego veo a mi mujer vistiendo su bata kimono de seda, preparando el desayuno, me acerco a ella, la abrazo y le digo:

—Buenos días amor, que tal dormiste.

—Muy bien cariño y ¿tu?

—De maravilla.

—Que bueno amor, ya va a estar listo el desayuno vete a lavar las manos.

—Si amor —le digo a mi madre mientras le doy un beso.

Mientras desayunábamos le pregunte a mi madre sobre mi padre, ella me dijo que se fue a ver el futbol con sus amigos, cada vez que mi padre salía con sus amigos el llegaba muy noche, ya que mi padre no iba a estar en todo el día en casa, lo aprovecharía muy bien este día para probar algunas cosas nuevas con mi mujer, seguimos platicando hasta que terminamos de desayunar.
 
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