Mi Perverso Hijo

heranlu

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Mi Perverso Hijo


Después de mi divorcio me mude a las afueras de Madrid con mi hijo y alquilamos una casa en un pueblo que estaba muy bien conectado por tren con la capital y cada día nos desplazamos a Madrid mi hijo Mateo de 23 años estudia en la universidad y yo trabajo en una entidad aseguradora, aunque mucho tiempo de mi trabajo lo desarrollo desde casa y muchas veces ni me desplazo.

Me llamo Elena y tengo 41 años físicamente estoy muy bien, mido 1.60 tengo el pelo moreno, media melena un culo respingón y unas tetas de buen tamaño y me mantengo en un buen peso y me he divorciado de mi marido hace unos 6 meses, me case muy joven y enamorada pero todo se fue diluyendo con el paso de él tiempo y mi marido ha tenido muchos problemas de juego y nuestra economía quedo muy mermada hasta tal punto que he tenido que subalquilar una habitación a una chica que trabaja en una residencia de ancianos.

La vida cotidiana en mi casa fue bien aunque yo siempre he notado como mi hijo estaba muy pendiente de mi e incluso me espiaba cuando me duchaba o me cambiaba de ropa y muchas veces tuve la impresión que me miraba como una mujer y no como su madre.

La chica que vive con nosotros se llama Cora y tiene 27 años, es muy mona y atractiva es un poco rellenita y un poco más alta que yo y desde el primer día que la vi siempre he tenido la sensación de que era lesbiana y de ser ese el caso ella seria la dominante y por algún extraño motivo que yo desconocía su presencia me alteraba y me excitaba.

Un día llegue a casa y me quite los zapatos al entrar y pensé que no había nadie y escuche unos ruidos que venían de la habitación de mi hijo, cómo si se descorchara una botella de cava y al acercarme pude ver a través de la puerta medio abierta a mi hijo desnudo en la cama y a Cora haciéndole una mamada, Cora le agarraba la polla con una mano y se la metía en la boca y se la chupaba y le lamía la punta, yo quede pasmada y sin saber qué hacer pero mi curiosidad me hizo volver a mirar y nunca vi a mi hijo de otra manera pero verlo desnudo en aquella situación su torso corpulento y el tamaño de su pene, grande y grueso que volverá loca a muchas mujeres y Cora lo estaba lamiendo y chupando a conciencia y podía escuchar claramente cómo mi hijo jadeaba por un momento Cora levanto la cabeza y yo me eche hacía atrás pero creo que me vio y me quede fuera de su campo de visión y podía escuchar claramente todo.

– Voy a montarte – dijo Cora – que polla que tienes semental

Escuche claramente como se movían se hizo el silencio por un momento y Cora lanzo un suspiró y seguidamente escuche como temblaba la cama y los gemidos que ella emitía.

– Me encanta tu polla – jadeaba Cora – imagina que te éstas follando a tu madre

Mi hijo lanzo un suspiro y aumentaron los ruidos que hacía la cama al temblar

– Te crees que no me he dado cuenta cómo la miras – dijo Cora – que te la quieres pasar por la piedra

– Eres muy pícara tu – dijo mi hijo

– Piensa en ella y fóllame a mí – balbuceo Cora

Yo me fui silenciosamente y salí de casa y me fui a tomar algo a una cafetería cercana y dejar pasar el tiempo y mis pensamientos me dejaron confusa, no sabía si Cora me había visto y si era así lo que dijo era dirigido a mí o era tan solo fruto de una casualidad. Volví a casa pasada una hora, hice bastante ruido al entrar y Cora y mi hijo estaban en la cocina hablando tranquilamente, Cora tenía los ojos brillantes y una expresión igual que mi hijo de satisfacción.

– Hola chicos – los salude – que tal estáis

– Hola mama – contesto Mateo

Cora me hizo el gesto de un corazón y me dio un beso en la mejilla, yo pensé que no me había visto, pero no estaba segura del todo y cenamos y estuvimos hablando los tres animadamente y me fui a acostar y un cosquilleo me invadió mi cuerpo y me vino a la mente la imagen de Cora chupándosela a mi hijo y la conversación que tuvieron y estaba excitada y me lleve la mano a mi húmedo coño y me masturbe (hacía tiempo que no me masturbaba) y me corrí intensamente y me levante para ir al lavabo a limpiarme y beber un vaso de agua y escuche como temblaba otra vez la cama en la habitación de mi hijo, estaban follando otra vez y me volví a la cama excitada y me masturbe otra vez.

Aquella fría noche mi hijo llamo para decirme que no vendría a dormir y Cora y yo cenamos y recogimos la cocina y nos dispusimos a ver Netflix, antes yo fui a mi habitación y me desnude y me puse un pijama y me senté en el sofá, nos tapamos con una manta y empezamos a ver una serie, yo me encontraba muy cómoda y me acurruqué al lado de Cora que paso su brazo y me abrazo por la cintura, al cabo de un rato noté cómo la mano Cora se introducía por debajo de mi pijama y me acarició el estomago y su otra mano me acariciaba la cabeza, yo empecé a sentir un cosquilleo por mi cuerpo y las caricias de Cora me provocaron un ardor que nunca había experimentado.

Cora que demostró ser una experta en el arte de la excitación llevo su mano hacía mi pecho y me pellizco el pezón, yo solté un pequeño gemido y el pezón se me endureció y su otra mano me giro la cara y me dio un beso en los labios, yo quede paralizada ( nunca había estado con una mujer ) y encontré sus labios muy suaves y ella me volvió a besar y yo le devolví el beso incomprensiblemente

– Vi cómo mirabas cuando se la chupaba a tu hijo- dijo Cora – te pusiste cachonda

Yo quede aturdida y no supe que responderle, pero Cora me volvió a besar

– Me gustan las mujeres también y desde el primer día me llamaste la atención – dijo Cora – y me pellizco otra vez el pezón y me dio otro beso, esta vez me dio la lengua que se metió dentro de mi boca y estuvimos un buen rato dándonos la lengua lenta y apasionadamente mientras la mano de Cora se abrió paso por el pantalón de el pijama y estiro de mis pelos vaginales, yo solté un gritito de sorpresa

– Déjame ver como tienes el chochete

Yo la mire y ella me beso otra vez y me hizo un gesto con la cabeza, yo asentí y abrí mis piernas y los dedos de Cora recorrieron mi raja un par de veces y yo me estremecí y de mi boca salió un gemido placentero

-¡Estas muy mojadita – eres una mama muy putilla!

Cora tiro la manta a un lado y me hizo sentar encima de ella y me quito la parte alta del pijama, me agarró las tetas y empezó a lamerme los pezones lentamente, yo gemía muy suavemente y nos miramos lascivamente y ella me mordió el pezón y yo solté un grito.

– Te gusta que te haga esto guarra – y me mordió el otro pezón, yo la mire lascivamente dándole la aprobación y sus manos se metieron esta vez por debajo de él pijama y me abrió las nalgas y su dedo busco mi ano y lo masajeo

– ¿Qué me vas a hacer?- le pregunte excitada

Cora me beso y me dio la lengua y me metió el dedo en el culo y yo solté un grito de dolor y la mire desafiante.

– Te voy a follar guarra – me dijo – ¿eres virgen por el culito?

Yo le hice un gesto afirmativo con la cabeza y me deje caer y abrir más las piernas y el dedo de Cora se metió más profundamente y solté otro grito.

– Que putita que eres – me dijo sonriendo – voy a disfrutar mucho follándote

Esta vez fui yo la busco la boca de ella y la bese y le di la lengua, estaba excitada y caliente como una perra en celo, mi marido nunca me había hablado con aquellas palabras guarras y me estaban poniendo a cien.

Cora me hizo un gesto para que me levantara y nos fuimos a la habitación, Cora me empujo encima de la cama y me quito el pantalón de el pijama mientras yo la miraba morbosamente y me subió las piernas y me beso las plantas de los pies y me lamió los dedos, otra cosa que nunca me habían hecho y me gusto muchísimo.

– te huelen los pies – me dijo – eres un poco marrana… me gustan las mujeres marranas

Cora me abrió las piernas y me beso en las ingles y mordió mis pelitos de el coño y me miraba.

– te voy a comer el chochito marrana- me dijo mientras pasaba los dedos por la raja de mi húmedo coño y me arrancaba un grito de excitación

Cora me abrió los labios con los dedos y su lengua recorrió mi raja, mi cuerpo se estremeció placenteramente y me dio un beso en el clítoris y su lengua empezó a moverse de abajo hacia arriba.

– te huele el chocho – me dijo mientras dejo posar su lengua quieta dentro de mi coño – hueles a puta – y dejó otra vez la lengua quieta y de golpe le empezó a lamer el coño rápidamente y con la punta de la lengua me daba en mi clítoris y yo me sacudía en la cama y empecé a gemir fuertemente y a gritar de placer.

Mi marido me había comido el coño muchas veces y lo encontraba muy placentero, pero era la primera vez que me lo hacía una mujer y su lengua me estaba provocando una ola de placer inimaginable para mí antes de ahora.

– Mírame cómo te como el chochito – me ordeno ella – quiero ver tu cara cuando te corras guarra

Yo levante la cabeza y vi como su lengua lamia con fuerza mi clítoris y le agarre por la cabeza, mis piernas empezaron a temblar y me corrí salvajemente encima de su lengua y ella me lamio y bebió de mis fluidos.

– Todas las divorciadas se me corren como locas cuando les como el chocho por primera vez- me dijo Cora – mientras me besaba en las ingles

Ella se puso otra vez encima mío y me beso en los labios y nos dimos la lengua y me lamio las tetas.

– Vas a ser mi putilla esta noche – me dijo

– estoy muy cachonda – le dije – me has puesto muy puta

Cora cogió mi pierna y la puso encima de su hombro y me abrió bien la otra pierna y metió dos dedos en mi coño y yo la mire y le hice un gesto de aprobación.

– Te voy a follar guarra – me dijo mientras sus dedos empezaron a entrar y salir de mi coño suavemente – estas muy mojada y bien lubricada putita.

Los dedos de Cora empezaron a entrar y salir de mi coño con más intensidad y cada vez se deslizaban mejor y más profundamente, yo empecé a gemir fuertemente y mis manos se agarraban a las sabanas y cerraba los ojos y mi espalda se arqueaba y echaba la cabeza hacia atrás.

– Tienes el chochito muy apretado putita – dijo Cora – hace tiempo que no te follan

Yo chillaba de placer y le decía palabras disparatadas.

– Fóllame así – le chillaba – me vas a volver loca

Cora seguía metiéndome los dedos, pero esta vez al sacarlos los abría y eso ensanchaba mi coño y me producía un placer nunca experimentado.

– ¿ Té gusta que te folle guarra ? – preguntaba ella

– No pares de follarme – balbuceaba – me voy a derretir… me arde el coño

Cora sonreía y yo no paraba de chillar, suerte que vivíamos en una casa apartada y el vecino más cercano quedaba muy lejos, en un piso de la ciudad me habría escuchado todo el vecindario.

– Te voy a follar toda la noche putita – me gritaba Cora – eres una guarra

– Me voy a correr no te soportó – le grite – y mi cuerpo convulsiono y grite fuerte i secamente y me corrí de la manera más salvaje que había hecho nunca y me quede temblando y solté un chorro de liquido de mi coño y quede un rato temblando en la cama cuando recupere fuerzas me levante y me puse de rodillas y noté como me estaba meando encima de la cama.

– Te éstas meando de placer putita – me dijo Cora riéndose – nunca te han follado así

Yo la mire sonriendo pícaramente y le hice un gesto afirmativo y recogí las sabanas y las cambie mientras Cora había ido a buscar un par de toallas y un bote de lubricante y un preservativo, las puso en la cama y me beso y me hizo poner en pompa y me dio dos cachetes en las nalgas y lance sendos gritos.

– Te voy hacer lo cosas que no te han hecho nunca putita ábrete bien – me ordeno y yo lo hice – así me gusta eres una putita obediente.

Cora me lamio el ano con la lengua y mi cuerpo tembló como si me recorriera una descarga eléctrica y me metió un dedo en el culo, yo solté un grito de dolor y quise echarme para adelante y Cora me sujetó con las manos y su dedo profanaba cada vez más profundamente mí preciado y virgen culo.

– Ya empiezas a dilatar – me tranquilizo Cora – lo tienes muy estrecho putita

Cora abrió el bote de lubricante y me untó en el ano, yo sentí que estaba muy frio y se puso el preservativo en dos dedos y hundió la punta de los dedos en el bote de lubricante y con su mano hundió mi cara en las sabanas y me metió los dos dedos en el culo y empezó a meterlos profundamente y yo chillaba de dolor.

– Te lo suplico – le roge – ya basta me haces daño

– No voy a dejar de abrirte el culito guarra – me dijo tajantemente – muerde las sabanas

Yo me sentía humillada y dolorida, pero empecé a sentir que me estaba excitando en exceso que ella me tuviera en la cama sodomizándome con sus dedos y empecé a sentir placer y gemir tímidamente.

– Nunca me había sentido tan sucia y puta como ahora – le dije

Cora me acaricio con la otra mano la raja de mi coño y me metió un dedo y yo empecé a gemir y excitar enormemente y aquella situación me llevo a otro orgasmo. Cora saco sus dedos de mi culo y me giro y me empezó a comer el coño nuevamente, yo ya estaba extenuada, hacía tiempo que no tenía sexo y con mi marido era echar un polvo a lo sumo dos y dormir, pero la lengua de Cora empezó a hacer sentir una nueva oleada de placer y cerré los ojos y acepte que me llevase a otro orgasmo.

Cora se puso encima y me beso tiernamente y yo le respondí dándole la lengua y no pude comprender en lo puta que me estaba volviendo y le pedí: – Fóllame otra vez.

Habían pasado tres días de mi encuentro lésbico con Cora y aquella noche cenamos los tres y yo me quede a recoger la cocina y note como las manos de Cora me abrazaron por la cintura y me giro y me beso en los labios.

– Estás loca – le susurre – esta mi hijo

– Eso es lo que me pone – me contesto ella – llevarte a la cama con tu hijo en casa y comerte toda putita

Las manos de Cora se metieron por debajo de mi jersey y me masajearon las tetas y mis pezones se pusieron duros y ella me beso en el cuello.

– Por favor – le suplique – mi hijo puede vernos

– Está bien – me dijo Cora – te voy a dejar y te iré a visitar a tu habitación, espérame desnuda putita

Yo le asentí con la cabeza, estaba excitada y mi coño se humedeció, me recogí el jersey y le di un beso en los labios y acabe de recoger la cocina, me fume un cigarro y fui al comedor. Cora estaba en el sofá viendo un programa de televisión y mi hijo estaba en su cuarto con el ordenador, le dije que me iba a acostar y me fui a mi habitación y me acosté en la cama y espere que pasara el tiempo, mi coño estaba húmedo y me pase los dedos por la raja, pensar que Cora me iba a venir a hacer una visita con mi hijo en casa me puso cachonda al máximo.

Escuché como se abría la puerta de mi habitación y Cora entro sigilosamente a oscuras y se metió en la cama conmigo y nos besamos y me quito las bragas y me las puso en la boca y yo flexione mis rodillas y le abrí las piernas sin que ella me lo pidiese.

– Tienes el chochete muy mojado – me dijo Cora mientras me pasaba el dedo – eres muy putita.

Yo solté un sollozo seco y mi excitación iba en aumento.

– Quieres que te coma el chochito putita – me dijo Cora mientras me miraba morbosamente y yo le hice un gesto con la cabeza – y sus dedos me abrieron el coño y empezó a lamerlo con sabiduría, yo cerré los ojos y me deje llevar, mis manos se agarraron a la cabeza de Cora y empecé a respirar fuertemente y a soplar con fuerza, mis gemidos quedaban mitigados al llevar y morder las bragas en la boca

– Como me gusta comerte el chochito – me susurraba Cora – hueles a perra en celo

Yo me retorcía en la cama, la lengua de Cora me provocaba un placer inmenso y no tarde en tener un orgasmo y me quede temblando en la cama y Cora se puso a mi lado y me beso en los labios y me hizo un gesto para que estuviera en silencio y salió de la habitación.

Escuche los pasos de Cora al volver y abrió la puerta de la habitación y le dio al interruptor de la luz, venía con mi hijo, yo me tape y me quede sentada en la cama avergonzada al ver a mi hijo. Cora se sentó a mi lado y retiro las sabanas y yo solté un grito de exclamación, Cora me abrió las piernas y se puso entre ellas y me abrió el coño.

– Mira que chochito que tiene mama – le dijo a mi hijo y cada vez me abría más el coño – ¿la habías visto así?… tienes una mama muy mala

Yo tuve un gesto de pundonor e intente cerrar las piernas y taparme con las sabanas pero Cora me lo impidió.

– Por favor – le suplique – que me estás haciendo… no quiero… déjame

– Ahora no me vengas de mujer decente – le dijo Cora y le metió dos dedos en el coño – vamos a enseñarle a tu hijo lo putita que eres

Yo solté un grito pero los dedos de Cora entrando y saliendo de mi empezaron a provocarme placer y intente evitar que Cora me siguiese penetrando pero note como dos manos me agarraban fuertemente y vi cómo mi hijo me sujetaba por los brazos y me miraba de una manera muy especial.

– Mira como me deja que la folle la muy marrana – le dijo ella a mi hijo – tiene el chocho muy mojado… está muy caliente

Mi hijo se acerco y me puso la mano en el cuello y me atrajo hacia él y me puso la polla a la altura de mi boca.

– quiero metértela en la boca mama – me dijo mi hijo

Yo intente apartarlo pero él era muy fuerte y me puso su glande en la comisura de los labios y poco a poco me metió el glande en la boca.

– que boca más caliente que tienes mama – me dijo él – chúpamela un poquito

Yo le puse las manos en sus caderas y le hice un gesto de negación con la cabeza, pero él empezó a meter y sacar de su boca el glande que cada vez lo tenía más erecto y duro.

– Mira cómo me pones mama – le exclamo – me la estas poniendo dura, así me gusta

Yo hice un gesto para sacarla de la boca y él me penetró hasta la garganta y me dejó sin respiración y lo mire con los ojos bien abiertos como suplicándole que no lo volviera a hacer y el empezó a penetrarme la boca suavemente y yo le puse la mano en el tronco para que no volviese a penetrarme hasta el fondo de mi boca. Cora sacó sus dedos y me acariciaba el coño y con sus dedos me acariciaba el clítoris y eso me produjo algún espasmo de placer.

Así mama házmelo así – sin darme cuenta se la estaba chupando a mi propio hijo – y el sacaba la polla y me daba golpes en la cara con ella – te voy a follar mama, he soñado mucho con esto.

– Te la voy a poner bien caliente – dijo Cora y empezó a comerle el coño – para que te la folles

Sentía como la lengua de Cora me fundía el coño y yo agarraba el tronco de la polla de mi hijo y le pasaba la lengua por el glande y se la chupaba y empecé a sentir como me llegaba otro orgasmo.

– Córrete putita – me dijo Cora al notar que me iba a correr

Mis piernas empezaron a temblar, me corrí mi coño lanzo fluidos en exceso, Cora me giro y mi hijo apunto con la polla a la entrada mi coño.

– Te voy a follar mama

– Por favor hijo no me la metas – le suplique – soy tu madre

Mateo me penetro con el glande y yo lance un grito y lo saco y paso su glande por toda la raja de mi coño provocándome un placer indescriptible y que hizo que mi cuerpo sufriese un espasmo.

– Que coñito mas mojado que tienes mama – Me dijo mientras me volvió a penetrar con el glande

– fóllala bien follada – le dijo Cora

Mateo me penetró con su enorme polla en dos golpes, yo solté unos gritos de dolor y me la metió hasta el fondo de mi coño y yo solté un bufido enorme al sentirme empalada e incluso me falto el aire y Mateo empezó a moverse dentro de mi coño entrando y saliendo lentamente, yo le puse las manos en el pecho.

– Despacio por favor házmelo despacio – esas palabras salieron de mi boca inexplicablemente

La polla de mi hijo se deslizaba fluidamente entrando y saliendo de mi coño y yo gemía placenteramente.

– Como me gusta tu coño mama – me decía mi hijo mientras me follaba y Cora se puso de rodillas detrás de mí y me sujetaba la cabeza y sus dedos me pellizcaban los pezones – tienes el coño muy apretado te lo voy a abrir

Yo sentía un placer enorme, me retorcía en la cama y mi hijo empezó a follarme con intensidad y profundidad y empecé a gritar de placer.

– Fóllala así – le dijo Cora a mi hijo mientras me miraba morbosamente – como chilla la muy guarra

Mi hijo me levanto por las caderas y me follo profundamente, yo mordía los brazos de Cora y gritaba con fuerza.

– ¿te gusta que te folle así? – me preguntó

– Fóllame así – le grite – sígueme follando – le suplique

Mi cuerpo empezó a temblar y convulsionar y me llegó un orgasmo salvaje y estuve un buen rato temblando mientras de mi coño manaban una gran cantidad de flujos vaginales y Cora y mi hijo se besaban y ella le hacía una paja con la mano.

Mi hijo se sentó en la cama y Cora me puso encima suyo, yo sabía lo que quería y me deje caer encima de la polla de mi hijo y me la clave en mi coño y lo abrace por el cuello y empecé a montarlo.

– me gusta que seas tan guarra mama – me dijo mi hijo mientras me miraba fijamente – me encanta tu coño y como chillas y te corres

Las palabras de mi hijo me estaban poniendo muy cachonda y empecé a montarlo con fuerza y notaba como mi coño engullía toda su polla.

– ¿te gusta lo que te hace mama? – le pregunte – quieres que sea así de puta

Mi hijo me cogió fuerte por la cintura y ayudó a cabalgarlo con fuerza, Cora me acariciaba las nalgas y su dedo se abría paso hacía mi preciado culito y me penetró con su dedo y yo solté un grito de exclamación la sentirme penetrada por mis dos cavidades a la vez, mientras mi hijo me mordía los pezones.

– me vas a volver loca – le exclame

Mi hijo me giró y me puso mis pies en mis hombros y empezó a follarme con fuerza mientras Cora me besaba y me daba la lengua.

– Dame así – le grite – como te siento… ¡fóllate a mama!

– Tienes un coño muy calentito y mojado – me decía – voy a follarte cada día

Yo no pude contenerme y me volví a correr salvajemente, mi hijo me puso de rodillas y me metió la polla en la boca.

– quiero correrme – me pidió – quiero correrme en tu boca

Yo me negué y le hice un gesto negativo, pero Cora me agarraba las manos y mi hijo por el cuello y se corrió dentro de mi boca, su semen me bajaba por la comisura de los labios y Cora me beso y se trago el semen que no cabía en la boca mientras sus dedos me recorrían la raja de mi coño y me estiro en la cama, me abrió las piernas y empezó a comerme el coño y meterme un dedo por el culo.

– te gusta que te coma el chocho delante de tu hijo guarra – me humillaba Cora

– me vuelves loca con tu lengua – le conteste

– ven y cómele el chocho – le pidió Cora a mi hijo – que se puso entre Cora y yo y empezó a pasarme su áspera lengua por mi coño arrancándome gemidos de placer

– te das cuenta como le huele el chocho – le preguntó Cora a mi hijo – él le hizo un gesto afirmativo – ésta muy caliente la guarra quiere seguir follando

Cora me metió un dedo por el culo y lo sacaba y lo volvía a meter y eso me provoco una calentura que nunca antes había sentido y me paso la lengua por mi ano, Cora me puso de rodillas y mi hijo me volvió a poner delante su polla y yo la agarre sin que nadie me dijese nada y me la lleve a la boca y empecé a chupársela, sentí como Cora se había ido un momento y que volvía ( había ido a buscar un preservativo y el bote de lubricante ) y sentí un frio en mi ano cuando ella me metía el dedo y me untaba el lubricante y le dio el preservativo a mi hijo que se lo puso, yo al adivinar sus intenciones me negué e intenté levantarme pero entre los dos me sujetaron y me abrieron bien las piernas y me pusieron el culo en pompa.

– no me hagáis eso – les suplique – no quiero – les grite

Cora me sujeto la cabeza contra las sabanas y mi hijo me penetró con el glande y yo solté un grito de dolor desgarrador al sentir como mi propio hijo me estaba violando y rompiendo el culo.

– Te va a doler pero ya te acostumbraras – me decía Cora – te va gustar que te follen por ahí

Mi hijo me siguió penetrando con fuerza y yo podía notar como mi esfínter se doblegaba ante su majestuosa polla y seguía chillando y gritando de dolor.

– te voy a romper el culo mama – me humillaba él – a partir de ahora vas a ser mi putita

– ya esta putita ahora va a dejar de dolerte – me animaba Cora mientras me daba la lengua y mi hijo empezó a follarme el culo lentamente

– como me aprieta tu culito mama – me susurraba mi hijo – mientras a mi me caían las lágrimas por las mejillas, lloraba de dolor y por el hecho que mi propio hijo me estuviese sodomizando, pero a medida que me follaba empecé a sentir que el dolor se volvía más soportable e incluso placentero, Cora que era una experta lo notó y se lo hizo saber a mi hijo

– Ya ésta disfrutando – le dijo ella – y mi hijo aumento el ritmo de las penetraciones y yo empecé a gemir suavemente

– Te gusta que te folle por el culo mama – me susurraba él – que guarra que eres

– Tiene el chocho muy mojado – dijo Cora al meterme un dedo en el coño – y yo volví a sentir un placer enorme al sentirme otra vez penetrada por mis cavidades y empecé a temblar y me corrí salvajemente y me quede tirada en la cama temblando, Cora le quito el preservativo a mi hijo y le hizo una mamada y dejo que se corriera en su boca.

A partir de aquel día yo me convertí en la puta de mi hijo y su amante.

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