Mi Nueva Familia 0003

heranlu

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Me encontraba sentado en el autobús viendo por la ventana como pasaban las personas y demás vehículos y no dejaba de pensar en Flavia y lo mucho que había disfrutado este último encuentro que aunque rápido fue de lo más placentero, creo que para ambos, sacudí mi cabeza con fuerza para poder enfocarme en el ahora y dejar de fantasear ya que estaba a punto de pasarme la parada del Mall. Finalmente llegue al punto de encuentro y empecé a buscar un poco impaciente donde se encontraba Glenda, tome mi celular dispuesto a llamarla cuando sentí que dos pequeñas manos me tapaban los ojos.

- ¿Quién soy? -Me dijo Glenda forzando su voz para que sea lo más gruesa posible... no tuvo mucho éxito.

- jajaja Ya basta Glen... -Glenda no me dejo completar mi frase se puso delante mío y poniéndose en las puntas de sus pies se elevó para darme un suave y tierno beso en los labios.

- Te extrañe... ¿A dónde vamos primero?

- Tengo algo de hambre y creo que tú también no?

- No sé de qué hablas, yo tomé un buen desayuno. - Me dijo mientras me abrazaba por el cuello y me daba una pícara sonrisa.

- Jajaja, ya enserio, qué te parece si vamos por una pizza y mientras escogemos qué película vemos. -mientras le decía esto sentía como mi verga se ponía dura nuevamente.

- Está bien, vamos por una pizza.

Me tomó del brazo y empezamos a caminar por el centro comercial paramos en una que otra tienda para curiosear que es lo que había, pero en realidad no teníamos la intención de comprar nada, llegamos al restaurante y pedimos una pizza hawaiana, era su favorita, yo por mi parte prefiero las pizzas sin frutas, pero bueno ese día la estaba consintiendo así que no se la iba a negar, mientras almorzamos nos pusimos a elegir una película, y como imaginaran terminamos escogiendo la típica comedia romántica de esas que le encantan a las chicas de su edad, no son de mis preferidas pero de nuevo, mi idea era engreír a lo más que pueda.

Entramos a la sala con un poco de pop corn y unas sodas, y nos sentamos en las butacas que están agrupadas de 3 en 3 en los extremos de la sala y nos fuimos lo más al fondo posible, al parecer por el horario de la película no había mucha gente en la sala, la mayoría parejas y cada una lejos de la otra habríamos sido en total 14 personas como máximo, hasta la mitad de la película la pasamos muy bien riendo y jugando un poco con el pop corn, una cosa llevó a la otra y empezamos a besarnos, sentir sus dulces labios era lo mejor del mundo, Glenda siempre empezaba besándome muy torpemente pero al pasar los segundos se acoplaba perfectamente al movimiento de mis labios, sentir su lengua moverse dentro de mi boca buscando la mía siempre lo hacía de forma rápida hasta que la encontraba para luego enlazarla dulcemente y pareciera que no quería dejarla ir, pase mi brazo por detrás de su cintura para acercarla más a mi y ella puso una de sus manos en mi rostro, de pronto llevo dos de sus dedos a mis labios y me los metió en la boca, me estaba haciendo probar la humedad de su rajita y yo la devore con gusto, sentir ese sabor en mi boca me saco fuera de mis cabales, me agache en el piso de la sala tome el borde de sus shorts negros ya desabotonados y los tire suavemente hacia abajo con todo y sus panties que ya estaban empapadas luego de la sesión de besos que acabábamos de tener, tome sus rodillas y abrí lo mas que pude sus delicadas piernas la mire hacia arriba buscando su rostro y la vi mirándome fijamente mordiéndose el labio, le sonreí y ella asintió con su cabeza como diciéndome que empiece de una vez, no la deje esperar mas y metí mi rostro entre sus piernas con mi lengua por delante, le di unas fuertes lamidas a su clítoris mientras mi nariz se hundía en la pequeña mata de bellos que tenia en su monte de venus, el sabor de su rajita me tenia hecho un loco sentía que en cualquier momento me iba a sacar la verga y la haría mía en esa sala de cine a la vista de todos los presente, mientras oía a Glenda ahogar sus gemidos lo mejor que podía al mirar hacia arriba nuevamente la vi con una cara de placer total.

- Mmmmm. -La escuche gemir mientras con una mano tomaba el reposabrazos y con la otra presionaba mi cabeza contra su rajita.

Al sentir este accionar sabía que estaba a punto de venirse así que empecé con un movimiento circular con la lengua frotando suave pero rápido su clítoris, no se pudo contener más y estallo tomando con su mano un puñado de mis cabellos y frotando su pelvis contra mis rostro, yo sentía sus piernas temblando y al levantar la mirada la vi tapándose la boca con la mano que tenía libre mientras se arqueaba contra su asiento, cuando al fin empezó a relajarse aproveche para darle dos lamidas más a su rajita lo que hizo que se tapara con una mano su clítoris indicando que ya era suficiente y que estaba muy sensible, yo terco y aun a mil le hice la mano a un lado y le di una larga lamida desde la parte más baja de su vagina hasta toparme con los vellos de su monte de venus.

- Ahhh mmm… -Dijo fuertemente por mi accionar, menos mal que justo fue en una escena musical durante la película y nadie notó su fuerte gemido.

Tome unas servilletas que teníamos y me limpie el rostro de los rastros de su humedad, mientras ella subía disimuladamente sus shorts y pantie, me senté en mi asiento y le susurre al oído:

- No sabes lo mucho que me gusta tu sabor. - Mientras lamia el lóbulo de su oreja.

Glenda me tomó de la cara y me dio un dulce beso en los labios y me dijo.

- Puedes comerme cuando quieras las veces que quieras, pero debes de ser más consciente del lugar no crees? jajaja.- Me dijo mientras reía y me guiñaba el ojo sugerentemente.

Le respondí con una sonrisa cuando de pronto ella tomó con firmeza mi verga por encima de mi pantalón y me dijo:

- Ahora es mi turno.

Tomó el zipper de mi pantalón con dos dedos y cuando lo iba a empezar a bajar las luces de la sala se encendieron, la película había acabado y empezamos a ver a las demás parejas ir hacia la salida, yo suspire mientras tome su mano para evitar que siga con su accionar, le di una sonrisa, un beso en la mejilla y mientras le guiñé un ojo le dije:

- Me la debes.

Me respondió con una gran sonrisa y me dio otro beso en los labios, esperamos unos minutos a que mi erección deje de ser tan notoria y caminamos de la mano hacia la salida, Salimos del cine y caminamos nuevamente por el centro comercial parábamos cada cierto tiempo para darnos un beso y luego seguíamos caminando hacia ningún lugar en específico, para serles sinceros recuerdo ese día a la perfección, fue una salida increíble y Glenda se portó como una perfecta señorita todo el tiempo, siempre con una alegre sonrisa y perfectamente educada con todo el mundo desde el mesero del restaurante hasta el vendedor de golosinas en el cine, a todos los trataba con respeto y con el mejor ánimo posible y por este comportamiento todos la trataban muy bien, no puedo negarles que me sentí un poco celoso con las sonrisas y las miradas que mi primita recibía y que asombrosamente no eran solo por su físico si no por su forma de ser, pero al mismo tiempo me inflaba el pecho por que la persona que ella escogió como acompañante ese día fui yo, me preguntaba que habría ocurrido entre ella y Flavia para que siempre que estaban en casa ella se encerrara en su habitación sin querer tener contacto con nadie, como es posible que Glenda teniendo la personalidad que tiene no tenga prácticamente amigos, todo me parecía muy raro pero sentía que no era el momento indicado para hacerle este tipo de preguntas.

Caminamos un poco más mientras me di cuenta que el sol se estaba ocultando, eran las 6:00 pm aproximadamente y tenía que volver a casa porque Flavia me estaba esperando, revise mi celular y justo vi un mensaje de ella con una foto suya frente al espejo que decía, "esperándote primito", le respondí con una emoji con ojos de corazones y le dije que nos veíamos en un rato.

- Glenda, creo que es hora de ir a casa he quedado con uno de mis grupos de estudio y no puedo faltar.

- ¿Tienes grupos de estudio durante vacaciones? .- Me respondió mientras me levantaba una ceja, como dije antes Glenda es muy inteligente y no sería fácil de engañar.

- Si, claro que si, no sé si lo sabes pero yo soy estudiante becado y no puedo darme el lujo de comenzar un semestre mal preparado, lo que hacemos es ir adelantando temas para sacarle el mayor provecho posible a las vacaciones y entrar con más conocimientos que el promedio de estudiantes .- Le contestes mientras la abrazaba por la cintura y le daba una sonrisa de confianza, de hecho esto último sí es cierto y durante las vacaciones tenía varias sesiones de estudio con no uno, sino 3 grupos de estudio.

- Si recuerdo que mi papá nos comentó que eras muy inteligente y que no hiciéramos mucha bulla cuando estés en casa porque probablemente estarías estudiando.

- Es correcto, que bueno que sepas entender, sabía que eras más madura de lo que aparentas.

Me dio otro beso en los labios a modo de respuesta y caminamos hacia la parada de autobús, tal cual como habíamos venido ella tomó un bus primero yo la seguí en el siguiente que paso, me envió un mensaje diciéndome que tomaría una ducha al llegar y que nos veríamos en la noche en "Nuestro Balcón", ya que no quería interrumpir mi sesión de estudio. Al llegar a la casa fui directamente a mi habitación y al pasar por el segundo piso escuche un sonido a regadera y vi la puerta de Flavia cerrada con la luz apagada, esto último me sorprendió un poco y me disponía a llamarla por teléfono al llegar a mi habitación cuando al llegar al tercer piso la encontré parada delante del mesón del kitchenet dándome la espalda.

- Te estaba esperando "Primito".

Me dijo Flavia mientras giraba, estaba completamente hermosa, tenía puesto unos zapatos de tacón de esos que son prácticamente unas sandalias dejando ver lo mas posible de sus delicados pies, sus tacones no eran muy altos pero servían para marcar aún mas sus perfectas piernas y su redondo culo, unos shorts de mezclilla claros que llegaban hasta la mitad de sus mulos con una correa café muy delgada alrededor de su cintura, una blusa de color Blanco pegada al cuerpo con un escote perfecto sin mostrar de mas pero lo suficiente como para sacarte un suspiro las mangas recogidas hasta debajo de los codos dejando ver su suave y blanca piel, el cabello suelto y perfectamente alisado que con su color castaño claro pareciera que tenía brillo propio, tenía un maquillaje muy sobrio y un labial color rojo que hacía ver incluso mas apetecibles sus hermosos labios, todo esto acompañados con sus pendientes pulseras y collar dorados le daban un toque subli, definitivamente era totalmente opuesta a su hermana sin embargo a su manera era igual o mas hermosa que ella.

- Creo que deberías limpiarte la baba de la boca e irte a cambiar, o si no no llegaremos ir a ningún lado. -Me dijo estas palabras con su típico tono burlón y desafiante y me trajo de vuelta a la tierra.

- Tienes razón me daré una ducha rápida y me cambio, qué te parece si vas adelantando y escoges el lugar? Glenda ya está en casa y no quiero que tenga una mala idea de nosotros si nos ve salir juntos.- Le dije esperando que accediera, no quería ni imaginarme del lío que se podría armar si estas hermanas que por nada pelean se enterasen de que su primo se las anda comiendo a ambas, ni hablar si mis tíos se enteran me quedaré en la calle.

- Si claro, me parece perfecto, no quiero que esa niñata se meta en mis asuntos... pero apúrate si, me puse linda solo para ti. -Me guiño el ojo y salió de la pequeña sala pasando por mi lado y dejándome ebrio con el olor de su perfume.

Me metí rápido al baño y me di fugas ducha de agua caliente me vestí lo mejor que pude para ir acorde a como Flavia iba vestida, ya que desconocía el lugar que iba a escoger y no quería verme mal al lado de una belleza como ella. Antes de salir de la casa le escribí para que me diga a donde iríamos, me paso la dirección y no estaba muy lejos pero como quería llegar rápido tome un taxi ni bien salí de la casa, llegue a la dirección y era un restaurante Italiano muy bonito por fuera y me llamo mucho la atención la decoración que tenía por fuera, tenía como unas columnas y un arco en la entrada de madera con plantas enredaderas, me parecía muy curioso porque no estaba acostumbrado a ir a restaurantes de ese tipo, me acerque a la entrada y me recibió una anfitriona que me pregunto si tenía una reservación, le dije que me estaban esperando y que si estaba la señorita Flavia ya en el lugar, me dijo que aún no llegaba pero si tenía una mesa reservada para nosotros y me guio a una mesa ubicada en la segunda planta del restaurante, estaba en el banco tenía un mantel de color blanco encima y una vela encendida en el medio, me senté a esperar a Flavia y apenas unos minutos después llego con un pequeño paquete envuelto con un lazo azul encima, me pare a saludarla y al tiempo que me daba un beso en los labios me entregaba el presente diciéndome:

- Esto es para ti Luis, es mi forma de pedirte perdón por mi actitud y para darte las gracias por llegar a mi vida, no sabes lo bien que me has hecho estos últimos días.- Yo no sabía que decirle solo le sonreía mientras pensaba en que lo que le hice no estaba nada bien y no entendía cómo era que ella se sentía agradecida por esto.

- No debiste molestarte Flavia, yo no creo merecer ningún regalo.

- Cállate, claro que lo mereces, eres la única persona que se supo plantar delante mío y hacer frente a mis coqueteos estúpidos, y de verdad no sabes lo mucho que me alegra tenerte cerca.

Me dio un abrazo y otro beso en los labios nos sentamos uno frente al otro y me hizo una seña como de que habrá el regalo, yo simplemente no podia dejar de verla a la cara, para mi estar con ella compartiendo una cena era el mejor regalo que podía tener, empecé abriendo el regalo quitando el lazo azul y rompiendo la envoltura café que lo cubría, dentro había una caja negra de terciopelo y dentro de esta un hermoso anillo de acero pulido que en la parte de encima tenía un dragón alrededor de una piedra de ónix negro.

Sé que no me he descrito con anterioridad y no lo quería hacer para que ustedes dejen a su imaginación la parte masculina en la narración, pero al ver que varios correos me piden que me describa o me preguntan como soy aprovecho este espacio para describirme: Mido 1.80 m en el momento en que pasan los relatos pesaba 92 kg, era bastante fornido con unos hombros anchos al igual que mis piernas y brazos ya que hacia ejercicio cada vez que podía incluso tenía un juego de pesas con el que me ejercitaba, siempre llevaba el cabello corto con un low fade a 2, si son de ir a la barbería sabrán a que me refiero, en esa época llevaba una barba no tan larga, de hecho, para nada larga pero fue justo ahí cuando me la deje crecer hasta llegar a mi manzana de Adam algo que recuerdo muy bien porque fue una semana antes de mudarme la última vez que me afeite totalmente el rostro, no tengo tatuajes ni pircing y la mayoría de ropa que usaba la combinada con tonos negros, grises verdes y blancos que son mis colores preferidos, tenía una pulsera de plata que me regalo mi padre al ingresar a la universidad que nunca me la quitaba y varios anillos de acero con diseños que iba cambiando según lo que me provocaba usar ese día, ahh y para terminar y que ya no me dejen correos al respecto, no no usaba lentes ni mucho menos me vestía como nerd o era desaliñado tampoco me considero un adonis, pero se sorprenderían la cantidad de comentarios que me llegan de por no describirme antes no creen posible que mis dos primas se fijaran en mí, sé que seguiré recibiendo comentarios al respecto por correo pero espero que esta aclaración los calme un poco y recuerden el contexto en el que relato las cosas), me encanto el regalo y mi cara lo reflejaba totalmente.

- te gusto verdad? .- Me pregunto Flavia al ver mi cara iluminada de alegría.

- Me encanta, está increíble hace tiempo que buscaba uno así.

- Que bueno que te guste, te tengo otro regalo llegando a casa, espero que te guste tanto como este.- Mientras me decía esto último me guiño un ojo de forma provocativa, no les voy a negar que me emocione al instante y hasta mi verga dio un tirón de la emoción.

- Te había visto con algunos y supuse que te gustaban, además mira te queda perfecto y va con tu outfit.- Me dijo mientras veía que me lo probaba en el dedo anular izquierdo, la verdad es que me quedaba perfecto parecía hecho a mi medida.

- Oye de verdad gracias, me gusta mas de lo que crees.- Tome su mano con la mía y la acaricie suavemente.

Después de esto llegó la mesera a tomar nuestra orden, Flavia pidió por ambos, para ella una ensalada caprese y para mi unos fetuccini a la carbonara, pidió también una botella de vino la cual luego se convirtió en dos y luego en tres mientras avanzaba la velada entre anécdotas de cuando éramos pequeños y las pocas veces que nos veíamos hacíamos travesuras en la casa de mis abuelos, también hablamos de mi vida universitaria y cómo hacía para trabajar y estudiar al mismo tiempo estando tan joven porque ella no se imaginaba haciéndolo, incluso hablamos del hecho de que mi familia estaba lejos y como esto me estaba afectando, de verdad sentía que ella trataba de entender mi posición, me contó también de sus ex novios y de cómo uno hasta ahora la acosaba constantemente apareciendo en la casa y como su mamá siempre lo dejaba pasar porque pensaba que era un buen partido para ella, y claro con lo hermosa que es era obvio que tuviera a más de un pretendiente o ex novio loco tras de ella, en un momento quise hablar de su relación con Glenda y porque se llevaban tan pesado, pero cambio rápido de tema como si le fastidiara tan solo mencionarla.

Luego de las 3 botellas ya estábamos un poco ebrios así que decidimos regresar a casa en el mismo taxi, ya eran casi las 11:30 pm cuando entramos a la sala del primer piso y sin hacer ruido subimos las escaleras hasta el tercer piso, era como si no hubiéramos, nadie se había dado cuenta de nuestra llegada, nos sentamos en el sofá de la salita y empezamos a besarnos con desesperación, yo sentía que toda mi ropa me estorbaba y solo quería sentir su piel sobre la mía, bese sus labios y me dirigí hacia su cuello suspirando fuertemente como si quisiera consumir todo su perfume con mi respiración.

- shhh Luis no hagas tanto ruido, mis papás ya están en la casa ahhmmm.- Me decía mientras ahogaba un gemido mordiendo su mano izquierda.

Asentí con mi cabeza mientras que pare un momento para ver sus hermosos ojos color caramelo le di otro largo beso en los labios y con fuerza abrí su blusa haciendo que varios botones salgan disparados por el piso de la sala dejando a mi vista sus hermosos senos cubiertos por un bra de color blanco, metí mi cara entre sus senos y empecé a besarlos con locura mientras Flavia se terminada de quitar su blusa y desabrochaba su bra, al verlos libres no dude un segundo y me devoré como un desquiciado sus rosados pezones haciendo que su rostro se ponga rojo de la excitación y como siempre adoptaba su actitud tímida tapándose la cara y disimilando lo mejor que podía sus gemidos, de pronto tomo mi cabeza con sus manos para parar mi accionar y me dijo:

- Listo para tu segundo regalo? Me dijo susurrando y poniéndose muy muy roja.

- Claro que sí.- Le respondí sonriéndole todo el tiempo

se paró del sofá y se arrodillo delante mío con una actitud muy sumisa me desabotono los pantalones y bajó el zipper yo solo la miraba a la cara y le sonreía mientras veía como sacaba mi verga de dentro de mis boxers y tímidamente la masajeaba de arriba para abajo casi parecía que tenía miedo de romperla, luego acercó sus labios y le dio un tímido beso en la cabeza para luego pasar su lengua desde la base hasta la cabeza nuevamente, no se sentía nada mal pero definitivamente no lo hacía como su hermana, note en Flavia más inocencia ya que era evidente que era la primera vez que hacía algo como esto tome su bella cara con mi mano izquierda y empecé a guiar sus movimientos, ya lo hacía un poco mejor cuando de pronto se metió la cabeza de mi verga por completo en su boca y empezó a juguetear con su lengua mientras no paraba la suave paja con su mano, con la otra tapaba sus pezones pero al ver bien me di cuenta que lo que hacía era frotarse los, Flavia era de las mujeres que disfrutaba mucho el tacto en sus senos y yo al notar esto estire la mano derecha y le empecé acariciar sus senos como podía lo que le hizo soltar un gemido que ahogo esta ves sobre mi verga, me encantaba tocarlos eran tan suaves y hermosos a la vista, sin lugar a dudas las mejores tetas que había visto hasta ese momento , solté su bello rostro y estruje con ambas manos sus senos y los coloque cobre mi verga para empezar a hacerme una deliciosa cubana, Flavia se asustó por mi accionar y trato de que soltara sus senos, pero no se lo permití, con una mano la tome del cuello y la acerque a mi verga para que continuara con su felación, y así lo hizo mientras yo movía sus senos de arriba para abajo con mis manos ella acompañaba el movimiento con su boca sobre mi verga, yo estaba en la gloria y me sorprendió el momento en que Flavia logro quitar mis manos de sus senos y ella misma los apretaba con las suyas sobre mi verga, baje la miraba para ver lo que hacía y me sorprendí al verla con el ceño fruncido como enojada por no dejar que ella misma haga las cosas, cerró los ojos y continuo su labor, yo no podía aguantar mucho mas y estaba listo para venirme en su dulce boca cuando de pronto escuchamos una puerta cerrarse con mucha fuerza y una voz que decía "En donde se metió esta muchachita", al instante escuchamos el celular de Flavia vibrar dentro de su bolso se puso de pie y quiso ponerse su blusa, yo estaba demasiado excitado y no iba a dejar que se vaya y me deje así, aproveche que me dio la espalda para recoger alguno de los botones de su blusa y la abrace por la cintura susurrándole al oído:

- No pienses que te vas a ir y dejarme a medio terminar, me tienes que dar mi regalo completo.

Mientras le susurraba esto ya había desabrochado su pequeña correa y estaba desabotonando sus shorts y como siempre que me pongo dominante ella no dijo palabra alguna, baje con fuerza sus shorts y panties que estaban ya muy mojados y la jale de la cintura hacia a mi, me senté en el sofá y colocando mis manos en su cadera hice que se siente suavemente sobre mi verga, yo disfrutaba centímetro a centímetro penetrar esa apretada y húmeda rajita mientras sentía sus piernas temblar al sentir un intruso entre ellas, finalmente sus nalgas chocaron con mis piernas y yo empecé a penetrarla cada vez más rápido, Flavia arqueo su espalda hacia atrás prácticamente echándose sobre mi pecho, por mi parte tome sus muslos con mis manos y los levanté dejando sus piernas en el aire y a ella a la merced de mis embestidas las cuales recibía a gusto.

- Conmigo no tienes que contenerte... - Le susurre al oído.

En ese instante ella empezó a tocar y pellizcar sus pezones y senos con mucha fuerza mientras abría la boca tomando mucho aire para no empezar a gemir como loca, yo no podía aguantar más, solté una de sus piernas y empecé a frotar fuertemente su clítoris mientras la embestía con todas mis fuerzas, sus nalgas rebotaban sobre mis piernas haciendo un sonido de aplauso al tiempo en que empecé a correrme como un loco dentro de ella, al tiempo que Flavia aceleró sus movimientos indicándose que ella también estaba teniendo un fuerte orgasmo que ahogó con su mano derecha mientras con la izquierda aun frotaba sus pechos. Los dos estábamos bañados en sudor yo tirado en el sofá y ella tirada sobre mi con mi verga adentro y mi leche corriendo por nuestras piernas, se echó en mi hombro y giró su rostro para darme un largo beso mientras recuperaba el aliento luego se paró y tomo su celular, le escribió un mensaje a su papá disculpándose por la hora y que ya estaba llegando a la casa, se vistió rápidamente mientras yo aún la miraba sentado en el sofá, tomó los botones de su blusa, me beso despidiéndose y salió caminando rápidamente hacia mi habitación.

Abrí los ojos como desesperado tratando de decirle que no baje por las escaleras del balcón ya que Glenda seguro estaba esperándome ahí, me levanté y tropecé con mis pantalones que tenía aun abajo intentando llegar hasta ella pero fue imposible abrió la puerta y la vi desaparecer por el balcón...
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Me subí los pantalones rápidamente y corrí lo más rápido que pude abriendo la puerta con violencia pero sin hacer ruido, me asomé a las escaleras y vi que Flavia ya estaba a la mitad miro para verme hacia arriba y me hizo un gesto como ¿diciéndome qué haces?, al ver que Glenda no se encontraba en la escalera me calme y le conteste con un gesto diciéndole que le escribía a su celular, cerré la puerta suavemente tratando de no hacer ruido tome mi ropa que se quedó en la sala una botella de agua y me fui a dar una larga y bien merecida ducha, era mi día de descanso y en realidad no había descansado nada, salí prácticamente todo el día y la noche anterior fue bastante agitada.

Mientras que me banana escuche mucho alboroto en el piso de abajo, y me pregunte que rayos estaba pasando, le deje un mensaje a Flavia preguntando si todo estaba bien y le escribí a Glenda para saber por que no estaba en el Balcón a lo que me respondió "La estúpida de Flavia recién llega y cuando ella no está mis papas se ponen intensos y vienen a preguntarme a cada rato si se algo, por eso no pude subir, yo que voy a saber de la vida de esa, la verdad ni me importa, pero ahora si se la gano", al parecer Flavia antes se la pasaba llegando tarde todo el tiempo y mis tíos casi no la castigan pero ya le habían dado un ultimátum, uno que rompió esta noche.

Le pregunté a Glenda si me acompañaría esta noche aunque sea unos minutos, pero me dijo que sería mejor dejarlo para el día siguiente ya que sus papas se quedarían despiertos por toda la discusión y no quería meterse en problemas, entendí totalmente la situación y me dije a mi mismo que sería mejor, ya que así podría descansar al menos un poco ya que al día siguiente me tocaba trabajar en el horario de apertura, me despedí de ella cariñosamente tome un cigarro de mi mochila y salí al balcón.

Me fue dos cigarrillos tranquilamente mientras leía unos apuntes de mis cursos, los últimos días me había alejado totalmente de mis estudios, y bueno los constantes encuentros sexuales con mis primas me había hecho olvidar un poco la delicada situación por la que pasaba mi familia, era difícil concentrarme, mientras leía mi mente se iba divagaba entre el hermoso cuerpo de Flavia y su bello rostro y la actitud traviesa y delicioso culo de Glenda, las dos monumentos de mujer pero totalmente distintas tanto físicamente como su actitud y comportamiento, sin embargo hasta ese momento todo lo que sentía por ellas era carnal, supongo que mi mente y corazón y estaban en un momento en el que se enamoren por alguien en específico, me acosté al rato y con una terrible erección que no se me iba me fui quedando dormido.

Me desperté temprano esa mañana tomé una ducha rápida desayune un poco de cereal con leche y salí al café donde trabajaba, al doblar la esquina donde se encontraba la casa me crucé con una cara familiar que me saludaba, yo venía escuchando música muy alta como siempre que iba, me quite los audífonos y preste atención.

- Hola Luis, ¿Cómo estás?.- Yo la mire con una cara de incógnita y me dijo.- Soy Karla tu vecina de al frente nos conocimos la otra noche.

- Si claro, lo siento no te reconocí, todo bien ¿Tu Como estas?.- Le respondí amablemente.

- Todo bien, oye esa camisa es del Café de aquí cerca, ¿trabajas ahí?

- Si trabajo ahí, ya estoy algo tarde.- Le dije, no quería alargar mucho la conversación.

- Oh, entiendo, bueno yo vengo de correr, de repente pasó por allí más tarde a tomarme un café y decirte hola, nos vemos.

- ok, Bai.- Le conteste.

Me dio una amistosa sonrisa y se alejó trotando de mi, la noche que la conocí estaba oscuro y no la había visto bien, Karla era una chica de unos 18 años era bastante alta media 1.72 m de tez canela, cabello rizado largo y tiene las pestañas naturales más largas que he visto en mi vida que resaltan aún más sus hermosos ojos verdes tenía algunas pecas color café en la nariz y mejillas, tenía un cuerpo no hermoso pero definido por donde lo veas sabía que esa chica hacía ejercicio, esa mañana tenia puesto unos leggings deportivos de color negro muy pegados que dejaban ver sus tonificadas piernas, tenía un top blanco deportivo que dejaba ver su ombligo y parte de su abdomen marcado que como se imaginan estaban marcados, esa chica no parecía tener grasa en el cuerpo, recuerdo fijarme en sus brazos musculosos se notaba que levantaba pesas, la mayoría de mujeres no lo hacen por miedo a quedar muy anchas, pero Karla tenia las proporciones perfectas, recuerdo quedarme viendo como rebotaban sus perfectas nalgas al doblar por la esquina mientras se alejaba de mi, llegue a mi trabajo con la visión del increíble cuerpo de Karla en mi mente y me puse a trabajar.

La mañana pasó sin nada por destacar, la mayoría de clientes del café eran profesores y uno que otro alumno de mi universidad, y como estábamos de vacaciones no había mucha gente que digamos, eran como las 2:00 pm y salí en mi hora de refrigerio, ya que estaba cerca a la casa de mis tíos, decidí regresar a almorzar algo allá y así ahorrarme el comer fuera, llegue a la casa a los 10 minutos y no encontré el carro de mi tío en el garaje, supuse que había salido, pase por el segundo piso y no vi ni escuche a nadie, "supongo que todos han salido" me dije a mi mismo, termine de subir las escaleras hasta mi piso, tome de la refri un envase con comida de otro día y la puse a calentar en el microondas, mientras me tomaba unos cubiertos y una botella de agua escuche un murmullo que venía de la azotea, me pareció muy raro ya que no era día de lavandería según los días que me dio mi tío, deje las cosas y subí silenciosamente las escaleras.

Llegue a la azotea la cual tenía una puerta blanca con una pequeña ventana, me asome por esta y no podía creer lo que estaba viendo, bajo el pequeño toldo al lado de la lavadora estaba mi primita Glenda arrodillada devorando con desesperación la conchita de Karla mientras esta tenía una pierna sobre la lavadora y se sujetaba de la pared con una mano y con la otra acariciaba la cabeza de Glenda con ternura, la cara de Karla estaba llena de puro vicio y se notaba que disfrutaba de las lamidas de Glenda en su clítoris, los pantalones de Karla estaban a un lado sobre la lavadora y había unos pantis en el suelo que sospechaba eran de Glenda, que por su parte, se frotaba con la mano izquierda su hermosa rajita por debajo de la mini falda a cuadros que tenía puesto, yo baje rápidamente mi zipper para liberar mi palpitante verga y me empecé a hacer una paja con el espectáculo que tenía al frente, Karla gemía levemente mientras Glenda se la comía cuando de pronto Glenda llevo dos de sus dedos directo a la conchita de Karla metiéndoselos lo más que podía, Karla tiro su cabeza hacia atrás y dejo salir un fuerte suspiro mientras tomo el top que tenía puesto y se lo quito por encima de la cabeza liberando ella misma sus hermosas tetas morenas con sus pezones café, casi inmediatamente empezó a acariciarlos y pellizcarlos con fuerza para aumentar mas su placer, cuando de pronto escuche detrás mio un sonido muy fuerte, era el microondas el cual debido a que lo olvide había reventado el envase que había puesto adentro, Karla y Glenda voltearon a verme totalmente rojas mientras yo me metía la verga en el pantalón y bajaba a ver que no se queme la casa.

Llegué al kitchenette y pude verificar que todo estaba bien, bueno mi almuerzo se había quemado, pero por lo menos el microondas no explotó, detrás mío bajo Glenda corriendo primero preguntándome si todo estaba bien y luego tratando de explicar cómo podía lo que yo acababa de ver.

- Mira Luis, no es lo que crees Karla...- Le levanté la mano haciendo un gesto de que parara.

- Glenda no tienes que darme ninguna explicación, recuerda lo que te dije, yo siempre voy a estar ahí para ti sea la situación que sea, ahora déjame adivinar, no soy la primera persona que las descubre teniendo sexo verdad?.- Le pregunté mientras la tomaba por los hombres y le daba un fuerte abrazo, Glenda no me respondió solo asintió con la cabeza.- Me imagino que la otra persona fue Flavia, por eso es que Karla y ella ya no son amigas verdad?

- Flavia es una idiota no sabe lo que vio y desde ese día se alejó de Karla y me obligo a mi también a alejarme de ella, Karla y yo somos amigas y bueno de vez en cuando hacíamos lo que nos viste hacer... .- Se puso muy roja al decir esto último.- Es la primera vez en casi un año que nos vemos y solo nos vimos porque Flavia se fue castigada con mi mama a la casa de una de mis tías (esas personas no eran familia mía, eran familiares de la esposa de mi tío).

Era obvio que Glenda estaba muy apenada, y la verdad era que desde el primer día que llegue no la había visto así. La aleje un poco de mi ya que después de ver lo que vi tenía una gran erección y quería ser el adulto en esta situación.

Llegó Karla ya con sus pantalones y sus zapatillas en una mano.

- Hola de nuevo Luis, de verdad perdón por lo que viste mira... .- le hice el mismo gesto que le hice a Glenda.

- No me tienen que dar explicaciones, yo no me voy a tomar para nada a mal lo que estaban haciendo, pero si les agradecería que tuvieran cuidado, ¿por qué rayos estaban haciendo eso en la azotea si la casa estaba vacía? .- a Glenda se le dibujó una sonrisa en la cara sabiendo que yo iba a ser cómplice de cualquier cosa que ella haga.

- Es que Karla no quiso hacerlo en tu habitación, y como ya estábamos aquí arriba decidimos subir a la azotea.

- ¡Glenda!, ¿por qué le dices eso? .- Le gritó Karla poniéndose totalmente roja.

Glenda y yo nos miramos con complicidad y nos echamos a reír un rato, al momento Karla también estaba riendo con nosotros. Me senté en el sofá y me dije a mi mismo, "Mierda me quedé sin almuerzo", creo que Glenda me leyó la mente porque se acercó a Karla tomándola del brazo me dijo.

- Bueno primito, ya que te quedaste sin almuerzo no prefieres comer algo de chocolate. - Mientras jalaba a Karla del brazo acercándose las dos hacia mi.

- Glenda no juegues.- Le dije mientras le daba una firme mirada a Glenda ya que no quería que nadie más sepa que ella y yo teníamos algo.

- Glenda que estás haciendo?, ya deja de jugar.- Le dijo Karla poniéndose roja nuevamente.

- No te preocupes Karla, mi primo y yo tenemos un trato especial.

Glenda se acero a mi, me tomo del cuello mientras jalaba con la otra mano a Karla y me dijo un beso muy pero muy erótico, su boca sabia a sexo y fue suficiente para poner a mil, la tome por la cintura e hice que se siente en mis piernas, Glenda por su pequeño tamaño podía sentarse en una de mis piernas sin ningún problema, Karla nos miraba sorprendida, pare de besar a Glenda tome la mano de Karla y la senté al lado mío, acomode su cabello sobre su oreja y le di un dulce beso en los labios.

- Luis besa de maravilla, vas a ver como te mojas toda.- Dijo Glenda mientras tomaba mi verga por encima de mi pantalón y se iba quitando la ropa.

- Mmmm… si, pero no creo que necesite mojarme más.- Le respondió Karla mientras dejaba de besarme y me quitaba la camisa.

Por mi parte yo estaba alucinando por la situación, nunca había estado ni siquiera cerca de hacer un trio y estaba besándome con una hermosa chica que apenas conocía mientras mi primita me estaba desabotonando los pantalones, liberó mi verga y se la metió toda en la boca, empecé a besar el cuello de Karla y ella se quitó el top para dejarme besar ese hermoso par de tetas, estuve bastante rato lamiendo y chupando esos pezones de chocolate.

- Mmmm, que rico sigue... -Empezó a gemir Karla mientras yo le acariciaba con mi mano izquierda sus piernas y con la mano derecha le apretaba el culo a Glenda que se había echado sobre mi regazo para chuparme la verga a gusto. Karla tenía unas piernas larguísimas las tome como pude con mis dos manos y la eche sobre lo que quedaba de sofá, jale los leggings que tenía puestos los cuales estaban muy mojados, y me lleve la sorpresa de que no traía pantis, Karla había venido única y exclusivamente para coger con Glenda, La mire a los ojos y le sonreí con malicia al tiempo que moví a Glenda con una mano y me arrodille en el piso para empezar a devorarme la conchita de Karla, y dios mío con razón Glenda la comía con pasión.

Karla tenía la conchita mas deliciosa que he probado, su aroma era delicioso y nunca paraba de mojarse simplemente podría comerla todo el día, Glenda se sentó a su lado y empezó a frotarse su rajita con desesperación mientras me veía pasar mi lengua por toda la conchita de Karla, de pronto sus miradas se cruzaron y se acercaron rápidamente para enredarse en un largo beso, Karla había empezado a frotar ella misma la rajita de Glenda con su mano, mientras que Glenda empezó a comerse las tetas de Karla, Yo pare un segundo en mi labor y me termine de quitar los pantalones, mientras observaba aquel hermoso espectáculo me empecé a hacer una paja, Karla me miro con sus hermosos ojos verdes y me dijo.

- No creas que nos olvidamos de ti .-Acto seguido tomó con una mano mi verga y me jalo hacia ellas para que entre las dos me empezaran a dar la mejor de las mamadas, mientras Karla me chupaba la cabeza Glenda pasaba su verga por todo mi tronco y huevos, Tome un puñado del rizado cabello de Karla y la empuje para que se coma mi verga completa, era alucinante la forma en la que Karla no tenía arcadas y estuvo varios segundos con mi verga atracada en su garganta, al ver esto Glenda exclamó.

- Woow, ¿Karla a qué hora respiras?.-No les puedo mentir eso hizo que tanto Karla como yo nos riéramos mucho, tanto que Karla paro su felación.- En serio como haces eso, enséñame.

- Jajaja… Te enseño en otra oportunidad Glendita.- Le dijo Karla mientras reía aún y la miraba con ojos de amor.- Ahora date la vuelta.

Glenda giro y quedo arrodillada sobre el sofá tirando su culo para atrás apoyando sus manos en el espaldar, esa visión me volvió loco, Glenda tenía un culo hermoso y ver su rosada rajita empapada delante mío me ponía como en un trance, deje los besos en mi verga de Karla a un lado y enterré mi cara en ese delicioso culo lo hice con tal vehemencia que empuje a Glenda y casi hago que se caiga del sofá.

- Cuidado Luis, aah... -Me dijo Glenda reclamando lo agresivo de mi accionar pero al instante ya estaba callando sus gemidos mordiéndose los labios.

Karla por su parte empezó a acariciar mi cabeza mientras se frotaba la conchita con una mano, la parecer esto no fue suficiente ya que empezó a jalarme por los hombros haciendo que sacara mi cara del culo de Glenda y la besara a ella mientras se echaba en el sofá con su mano dirigió mi verga a la entrada de su conchita, me di cuenta que ella necesitaba más que su manos para terminar y le seguí el juego enterrando toda mi verga de un solo empujón lo que hizo que soltara un fuerte gemido.

- Ahhhh mmm ahh -Empece a embestir a Karla lo más fuerte que pude y ella gemía al ritmo de mis arremetidas Glenda al darse cuenta de todo el ruido que hacía Karla paso una de sus piernas por encima de ella y se sentó en su cara restregando su rajita a su gusto en la boca de Karla que sacaba su lengua para probar la humedad de mi primita. Glenda estaba delante mío disfrutando de la lengua de Karla cuando se quedó mirándome fijamente a los ojos, se mordió los labios y me jalo la cara para darme un largo y húmedo beso.

-Ahhhh ya no mas mmm... -Nos gritó Karla como pudo mientras tenía a Glenda sentada sobre su bello rostro.

Glenda y yo nos despegamos de nuestro beso al escuchar a Karla pedir que paráramos, se estaba corriendo y mi verga dentro de ella ya la estaba empezando a hacer daño, al parecer Karla era súper sensible y una vez que se corría sentía mucho fastidio allí abajo, saque mi verga de Karla mientras Glenda se bajaba de su cara. La habíamos dejado exhausta y satisfecha, yo por mi parte estaba a punto de estallar y no faltaría mucho más para venirme, me levanté de mi sitio en el sofá y jale a Glenda del brazo.

Ella me entendió y se arrodillo nuevamente sobre el sofá dándome la espalda y dejando ese hermoso culo a mi merced, acerque mi cara para darle otra lamida desde el clítoris hasta pasar por su delicioso anito, tome mi verga con mi mano derecha y la coloque en la entrada de su rajita, dios mío ha sido la rajita más estrecha en la que estado, las paredes de su vagina me apretaba la verga mientras que entraba, intente sacarla un poco para hacer menos violenta mi intromisión pero sentí como una especie de succión o vació, su rajita se aferraba a la punta de mi verga como si fuera una ventosa, seguí empujando lentamente hasta que pude enterrarle toda mi verga.

-Ahhhh.- Soltó un fuerte gemido Glenda mientras volteaba a verme con una mirada lasciva mordiéndose los labios.

- No sabes cuanto deseaba esto Glenda.

Empecé un suave mete y saca mientras la tomaba de su pequeña cintura, sentía sus nalgas rebotar en mi y un sonido de aplauso cada vez más fuerte sonaba en toda la sala.

- No aguanto más Glenda, me voy a correr. -Le dije mientras sentía mi leche salir de mis huevos.

- Ahhh mmm… Dámela todaaa...

Glenda se estaba corriendo pegando su culo contra mi, mientras yo sentía los espasmos de su rajita alrededor de mi verga, sentía como me exprimió hasta la última gota de leche, pero era demasiado para esa pequeña rajita, casi al instante mi leche empezó a escurrirse entre mi verga y su conchita corriendo por sus piernas un río de la mezcla de nuestros fluidos, saque mi verga de esa deliciosa rajita, me senté al lado de Glenda en el sofá y ella se subió rápidamente sobre mi dándome un beso delicioso, nos despegamos nuevamente al sentir que Karla se acercaba a nuestro lado abrazándonos a los dos con sus fuertes brazos.

- Bueno me alegra mucho haber venido el día de hoy a verte Glendita, nunca pensé que sería testigo de tu primera vez

- ¿Fue tu primera vez Glenda? -Le pregunté incrédulo, ya que a pesar de que había sentido cierta resistencia al meter mi verga no sentí lo mismo que cuando me cogí a Flavia o a otra ex novia que también había sido virgen, es más al instante que le entró toda mi verga y vi que no había rastro de sangre lo di por hecho... Estaba muy equivocado.

- Si, fue mi primera vez con un hombre. -Me dijo mientras me miraba un poco sonrojada.

Habían muchas más preguntas que quería hacerle en ese momento pero no lo creí adecuado, solo la tomé por la barbilla con mi mano y le di un dulce beso en los labios.

- Oye, yo también estuve involucrada. -Dijo Karla en forma de reclamo y poniendo una infantil cara de enojo.

Glenda y yo nos reímos de esto y procedimos cada uno a darle un beso a ella también para luego unirnos los tres en un solo beso que empezó a calentarme nuevamente, mi verga se levantó como si hubiera acabado de correrse hace unos minutos, Glenda fue la primera en darse cuenta de esto ya que me tomo de la verga con una mano y dijo.

- Vaya si que tienes hambre hoy primito. -Este comentario me hizo recordar.

- Mierda mi trabajo. -Grite mientras buscaba mi celular en el bolsillo de mis pantalones, me había pasado 40 min de mi hora de refrigerio, tenía varias llamadas perdidas de mi Jefe y un mensaje que decía, "Luis ¿se puede saber en donde te has metido?".

Yo dependía de ese trabajo y no podía darme el lujo de perderlo y pasar 1 mes buscando otro, además este me quedaba cerca de la universidad y mi jefe era flexible con mis horarios cuando estaba en exámenes, le respondí en ese momento con un "Disculpa Alan, tengo una emergencia familiar", casi al instante mi jefe me respondía diciendo que entendía perfectamente y que por favor me tomara el día libre, Alan era una persona muy consciente de lo que pasaba a su alrededor, el sabia por lo que yo estaba pasando y fue muy amable al darme el resto del día libre, aunque Yo en realidad no lo necesitaba. Recuerdo como en más de una oportunidad Alan me enviaba café gratis cuando yo llevaba a mis grupos de estudio a una sesión al Café, claro mis acompañantes si pagaban lo que pedían.

-¿Que pasó Luis todo bien? -Me pregunto Glenda mientras me miraba con un semblante claramente preocupado por lo que pasaba.

- Si, todo está bien Glenda, tuve que mentirle a mi jefe pero todo bien, hasta me dio el día libre.- Me encogí de hombros mientras decía esto último, Karla miro a Glenda y los tres nos reímos por toda la situación.

- Bueno chicos, yo si me tengo que ir, tengo entrenamiento en 2 horas y ya estoy bastante cansada, creo que me saltaré el calentamiento Jajaja.- Luego me enteré que Karla era un jugadora semi-profesional de Voleibol, y que tenía entrenamientos varios días de la semana, eso explicaba su condición física.

Karla se fue al baño de mi cuarto a limpiarse y a ponerse su ropa mientras que Glenda bajo al suyo para hacer lo mismo, por mi parte me limpie la verga en el lavado del kitchenette y me seque un poco con unas servilletas que tenía por ahí, me termine de vestir y Karla salió del baño.

- Perdón por no quedarme a ayudar a limpiar, pero de verdad me tengo que ir.- Me dijo Karla mientras miraba la salita, la cual estaba muy desordenada y tenía rastros de nuestros fluidos por todas partes, sobre todo en el sofá.

- No te preocupes, ya tengo la tarde libre así que ya ordeno yo.- Le respondí mientras le guiñaba un ojo en señal de que todo estaba bien.

- Esta bien, gracias por todo.- Me dio un sonoro beso en los labios dio media vuelta y se alejó caminando lentamente meneando su hermoso culo.

-¡Mierda! .-Dije en voz alta sin pensar, ya que sentía debí haberla puesto en cuatro patas cuando tuve la oportunidad.

- Ya será para otra ocasión.- Me dijo Karla mientras volteaba la cara para verme me guiñaba un ojo y se apretaba una nalga con una mano.

Escuche como se despedía de Glenda al terminar de bajar las escaleras, Glenda subió y me vio limpiando la salita.

- Luis, por que no mejor te das un baño, yo termino de limpiar.

Asentí con la cabeza y me acerque a ella para darle un tierno beso en la frente.

- Gracias.

Me fui a darme un baño, lo necesitaba, entre mi trabajo agitado por la mañana y esta sesión de sexo desenfrenado estaba muy sudado y oliendo a dios sabe que, mientras estaba en la ducha escuche que Glenda me decía.

- Luis, mi mama está llegando con Flavia, voy a ir a mi habitación, nos vemos mas tarde si.

- Ok Glenda nos vemos... -No termine mi frase, escuche como Glenda bajaba corriendo por la escalera del balcón, seguramente quería hacerle creer a su mama que estaba en la cocina o algo así, ya les he dicho esto antes, pero Glenda es muy muy inteligente.

Al salir del baño me puse un short deportivo y un polo suelto, para aprovechar que tenía la tarde libre me senté en mi escritorio y me puse a repasar mis apuntes del ciclo pasado, esta vez si pude concentrarme como debía y pase el resto de la tarde en eso. Al dar las 8:00 pm aproximadamente, recibí una videollamada de parte de mi Familia, me puse muy contento al verlos a todos, ellos estaban cenando en familia y pues se sintieron un poco mal al yo no estar con ellos, pasamos un buen rato conversando como habían pasado sus primeros días allá, y en un momento mi hermana me pregunto.

- y tu hermanito? Como la estás pasando, cuidado con faltarle el respeto a mis primas, yo me acuerdo muy bien como Flavia y tu se escondían debajo de la mesa en las reuniones familiares jajajaja.

Mis padres y yo nos reímos de este comentario, ya que en realidad y hasta esos últimos días Flavia y yo no habíamos tenido absolutamente nada, en ese entonces lo hacíamos para comer dulces o probar cosas de adultos como cerveza o algún otro licor, pero este comentario me hizo recordar a Flavia, y después de la noche maravillosa que tuvimos ayer no habíamos hablado mas, yo tenía miedo de que mi tío tenga su celular por lo que no le escribí absolutamente nada y claro, por mi trabajo no la vi en la mañana y en la tarde menos aún, hasta donde sabia estaba castigada en su habitación. Termine la videollamada con mi familia y como siempre mi madre me dijo "aféitate esa barba", me despedí cariñosamente de todos y deje mis estudios por ese día, me levante de mi escritorio y me estire para mover un poco mis músculos ya que había estado varias horas sentado, me tire a mi cama a revisar mis redes sociales y sin darme cuenta me quede dormido.

Me desperté a la mañana siguiente con el sonido de la alarma de mi celular, al parecer tenia cansancio acumulado lo que me hizo dormir de corrido toda la noche, revise mi celular y vi un mensaje de Glenda que decía "Estuve en nuestro balcón, pero te escuche roncar desde el otro lado de la puerta jijiji… no quise despertarte dulce sueños" termino el mensaje con un emoji lanzando un beso, que considerada de mi primita al dejarme dormir, me bañe y me comí unas tostadas con mermelada de fresa de desayuno, tome mi billetera mi celular mi mochila y mis llaves y me dirigí hacia mi trabajo, mientras pasaba por la sala escuche un leve psss, voltee extrañado y vi a Flavia en el patio de atrás vestida con ropa deportiva, unos yoga pants blancos y un top de color rosa, zapatillas deportivas y una cola de caballo para completar su atuendo, había una pelota enorme a un lado de ella, al parecer no era la persona mas madrugadora en la casa, Flavia estaba a la mitad de su rutina de ejercicios, me acerque a ella y le dije en susurros.

- Hola Flavia, ¿Como estas?, ayer no te vi por ningún lado.

Flavia se estiro tomándome por el cuello y me dio un beso, no tierno, si no lascivo, me fue empujando lentamente hasta que quedamos debajo del balcón de mi habitación entre unas matas ornamentales que mi tía cuidaba con mucho amor y en las cuales yo siempre tenía cuidado de no tirar la ceniza de mis cigarros.

- Flavia, tus papas nos pueden ver.

No recibí respuesta alguna, Flavia me tomo de los pantalones y empezó a liberar mi verga, que obviamente se puso erecta enseguida y estaba lista para cualquier faena, se la emitió todo lo que pudo en la boca y empezó una felación un poco torpe pero yo la sentía divina, la tome por la cola de caballo y empecé a guiar sus movimientos, yo estaba en la gloria, y Flavia aunque no lo hacía tan bien como Glenda, me tenía al borde de explotar en cualquier segundo, se quitó sus zapatillas deportivas mientras no se sacaba mi verga de la boca, yo me apoye como pude contra la pared tratando de no golpear las matas de mi tía.

Flavia bajo sus yoga pants con todo y pantis hasta las tobillos, me tomo por la verga con una mano, se dio la vuelta y apunto mi verga directamente a su rosada rajita, hizo un poco de presión y mi verga empezó a entrar lentamente en su conchita, como siempre estaba muy apretada, y casi de inmediato empezó ella misma a cogerse con mi verga, se dejaba caer hacia atrás y luego se impulsaba hacia adelante, cada vez más rápido con una cadencia deliciosa, trate de tomarla por sus caderas pero estaba tan mal apoyado que si quitaba mis manos de la pared seguramente caeríamos al suelo los dos, así que no me quedo otra opción que seguir sus movimientos lo mejor que pude.

- Mmmm… ahh ya casiii… -La escuche susurrar hacia el suelo.

Sentí que pego su culo fuerte contra mi verga mientras sentía las contracciones de su rajita apretar mi verga, lentamente fue parando sus movimientos hasta levantar su espalda y apoyarse en mi pecho, me dio un dulce beso en los labios y me dijo:

- Ayy primito, como te extrañe ayer.

Al parecer luego de lo ocurrido hace dos días la había dejado muy caliente, y ella necesitaba liberar esa tención por así decirlo, lo malo es que yo estaba a medio hacer y no podía irme a trabajar en esas condiciones.

- Yo también te extrañe primita, pero tengo que terminar antes de irme a trabajar.- Le susurre al oído mientras le besaba lentamente la oreja.

Le di vuelta e hice que quitara una de las piernas del yoga pants, tome esta pierna con mi brazo derecho y levante lo más que pude, con mi espalda apoyada en la pared tome mi verga y la encamine a su rajita, solo basto que Flavia se ponga con en puntas con su pierna de apoyo y mi verga entro toda en ella, mientras nos miramos fijamente a los ojos la empecé a bombear sin piedad, con mi mano izquierda la abrace por la cintura y ella me abrazo al rededor del cuello, no pude aguantar mas y libere a chorros mi leche dentro de su delicada conchita, la mire con ojos de deseo y ella me devolvió la mirada con la boca abierta sintiendo como mi corrida la inundaba.

- Que rico. - Me susurro antes de darme otro beso en los labios.- Creo que ya no necesito hacer mas ejercicio.

Me termino de decir para subirse rápido los yoga pants ponerse sus zapatillas deportivas, yo me acomode mis pantalones como pude y Flavia me acomodo amorosamente el peinado, me miro de arriba abajo y me dijo.

- Listo aquí no pasó nada primito.- Me guiño el ojo con su forma coqueta que siempre traía me dio un beso en la mejilla y prácticamente me saco a empujones de la casa.

Yo reclame un poco por su accionar, pero la verdad es que tenía que irme o llegaría tarde a mi trabajo, suspire mirando la puerta cerrada detrás de mi y camine rumbo a el café.
 
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