Mi Nueva Familia 0002

heranlu

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Ago 31, 2007
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Esa tarde en el trabajo me salió todo bien, comencé atendiendo a unos clientes que dejaron una muy buena propina e incluso llegue coquetear con un par de chicas que frecuentaban el Café, serví todas las bebidas exactas e incluso un cliente nuevo me felicito por el café y dijo que seguirá viniendo más seguido y traería a sus amigos, fue una muy buena tarde para cerrar el maravilloso día que acababa de tener.

Salí a eso de las 8:30 pm de mi turno y me fui directo a casa de mis tíos, a el camino intercambie por whatsapp saludos de mi familia en Estados unidos, habían llegado bien y se pudieron instalar sin ningún problema, mi padre me recalcó varias veces que sea muy respetuoso con mis tíos y sobre todo con mis primas ya que eran el tesoro de esa familia, al leer esto último no pude evitar sonreír de forma maliciosa ya que mi padre no se imaginaba de lo que había estado haciendo las últimas horas, tome un cigarro de mi mochila lo prendí y camine lentamente las última cuadra antes de llegar a la casa, apague mi cigarro en el suelo y sentí una voz que me llamó desde en frente.

- Hola, mi nombre es Karla, te mudaste recién verdad.- Dijo mientras cruzaba la desierta calle para hablarme sin tener que gritar.- El otro día vi que llegabas con varias maletas, ¿cómo te llamas?

- hola Karla mucho gusto, me llamo Luis y soy el sobrino del Sr. Mario, así que por un tiempo viviré aquí.

- Mucho gusto Luis, así que eres el primo de Glenda y Flavia, Flavia y yo íbamos al mismo colegio sabes? éramos muy amigas en ese entonces, pero nos hemos separado mucho y eso que vivimos una al frente de la otra, me imagino algunas cosas cambian con el tiempo...- Esto último lo dijo como con un aire de melancolía lo que me hizo preguntarme qué había pasado entre las dos como para que su amistad terminara.

- La verdad, acabo de llegar y no he tenido mucho tiempo para compartir con ellas.- le respondí mientras recordaba rápidamente lo sucedido hace ni siquiera 24 horas.- Estoy viviendo aquí pero casi todo el día me la pasaré trabajando disculpa si no puedo quedarme a conversar más tiempo, pero estoy bastante cansado.

- Si claro te entiendo, igual espero verte seguido, buenas noches.- Se despidió levantando la mano derecha de forma cómica y dándome una sonrisa muy infantil.

Entre a la casa me encontré con mi tía leyendo un libro en la sala, me acerqué para saludarla con un beso en la mejilla mientras aproveche para deleitarme con una rápida vista de cerca a esos bellos senos, me quizo preparar algo de cenar, pero me negué ya que sentía que ellos estaban haciendo mucho por mi ya con darme alojamiento sin pago alguno, trato de convencerme diciéndome que no era ninguna molestia y que lo hacen con gusto, pero no podía aceptar, le agradecí nuevamente por el gesto y subí por las escaleras hacia mi piso, cuando llegué al segundo piso vi al fondo del pasillo una luz que era claramente de la TV de mi tío quien renegaba por un partido de fútbol, el cuarto de Glenda estaba con la puerta cerrada pero se podía ver un destello de luz por abajo y el cuarto de Flavia también tenía la puerta cerrada pero tenía la música con el volumen alto y se escuchaban golpes como si alguien estuviera golpeando el piso, me pareció muy curioso ya que por lo que ella misma me dijo, a su mamá no le gustaban los ruidos fuertes, así que supongo que habían tenido una discusión o algo así durante la cena, seguí subiendo hasta llegar a mi mini departamento tome una manzana y una botella de agua de la refri en el kitchenet y fui a mi habitación, deje mi mochila a un lado de mi velador y me recosté en la cama a comerme mi manzana mientras pensaba del buen día que acababa de tener, termine mi "cena" tome mi toalla y me dirigí al baño a tomar una larga y bien merecida ducha, salí del baño y recordé lo que ocurrió la noche pasada tome un cigarrillo de mi mochila y salí al balcón, esta vez Glenda no estaba allí, incluso me asome por las escaleras a ver si estaba más abajo pero no era el caso, me empecé a imaginar cosas como si se había enterado de lo que paso entre Flavia y yo o simplemente entro en sus cabales y piensa que abuse de su vulnerabilidad el día de ayer, termine mi cigarro y entre a mi habitación, estaba entre excitado y preocupado por lo de Glenda y que prácticamente no habíamos intercambiado palabra alguna el día de hoy, y entre esas ideas me quede dormido.

Me desperté a las 4:00 am y no pude volver a dormirme, supongo que estaba acostumbrado a dormir como máximo 6 horas y esa noche me había dormido muy temprano, me levanté de mi cama fui al baño y luego tome un poco de agua, regrese a mi habitación tomé un cigarro de mi mochila y me dirigí a mi balcón, fume lentamente y sin ningún apuro mi cigarro pensando en cualquier cosa, mi vida se había desmoronado pero por algún motivo me sentía más seguro desde que llegué a esta casa, mientras estaba envuelto en recuerdos con mi familia lejana solté una sonrisa de melancolía.

- Espero que sonrías por mi... - se me helo la sangre al escuchar a Glenda que me hablaba en susurros acobijada en la oscuridad.

- En serio no vuelvas a hacer eso nunca más.- le respondí levemente mientras me tomaba el pecho con la mano derecha por el susto que me acababa de sacar.

- Lo siento Luis, no era mi intención asustarte.- se disculpó mientras miraba hacia abajo de las escaleras.

- Descuida Glenda, solo no lo hagas de nuevo.

- Te extrañe durante la cena. Pensé que llegarías antes.

- Si, lo siento, pero me tocaba el turno largo en el café, esperaba verte aquí durante la noche, pero no viniste.

Le extendí la mano para hacer que se levante de su escondite sentada en las escaleras, automáticamente mi verga dio un salto como de alegría al sentir el contacto con su suave piel, Ella se levantó lentamente, tenía puesto un camisón de color negro largo a modo de pijama que la cubría desde el cuello hasta por debajo de las rodillas y encima una chaqueta de color verde para cubrirse del leve frio de la noche, me miro con sus hermosos ojos café y me dio un dulce beso en la mejilla.

- ¿No quieres pasar a mi habitación?, aquí hace algo de frío.- Le dije mientras la abrazaba fuertemente para darle un poco de mi calor y como no sentir ese hermoso cuerpo entre mis brazos.

Ella entro a la habitación y yo le hice un gesto como diciéndole que terminaba mi cigarrillo y entraba con ella, le di unas cuantas caladas más y lo apague en la baranda del balcón, me di la vuelta y gire la perilla de la puerta, al entrar nuevamente se me paró el corazón, Glenda se encontraba echada en el medio de mi cama totalmente desnuda con las piernas abiertas tocando con la mano derecha sus hermosos senos y con la mano izquierda frotaba fuertemente su clítoris, era una visión totalmente llena de erotismo, su monte de venus tenía una pequeña capa de vello que hacían ver incluso más deseable su rosada rajita la cual ya se veía muy húmeda, yo solté la colilla de cigarro que tenía en la mano y de un solo movimiento me subí a la cama, al tratar de acercarme a mi hermosa primita me puso el pie en el pecho mientras me decía.- No primito, comencé sola y terminare sola.- me empujó firmemente con su pierna al tiempo que soltó un gemido arqueando su espalda y cerrando los ojos.

- ahhh mmmm...

- Shhh.- Le dije al notar que sus gemidos se hacían más fuertes.- Glenda por favor, no hagas tanto ruido.

- si mmmm...- Me respondió ahogando su gemido mientras mordía su labio.

Yo estaba a mil, me baje el bóxer y tome mi verga con la mano derecha para empezar a hacerme una deliciosa paja con aquel show que me estaba regalando mi prima, se me estaba haciendo muy difícil el no correrme con aquella visión, pero estaba aguantando como un campeón, de pronto Glenda giró rápidamente para darme la espalda dejándome ese hermoso culo directo en mi cara, ese culo que me moría por ver estaba delante mío, no me pude aguantar lo tome con las manos lo abrí lo mas que pude y le di unas buenas lamidas en su pequeño anito. Glenda soltó un fuerte gemido que apenas pude callar enterrando con una mano su cara en la cama, se soltó de mi mano y giró a verme por un instante para luego hundir ella misma su hermoso rostro entre las sábanas de mi cama, yo volví a enterrar mi cara para seguir saboreando ese delicioso culo, no se cuánto tiempo paso pero sentí que Glenda gemía fuertemente contra el colchón mientras sentí una pequeña mano que me tomo de la cabeza jalándome el cabello hacia ese culo como si quisiera que me lo comiera a mordiscos, Glenda termino de venirse y me soltó el cabello, me despegué de ella con la cara empapada y cayó de lado en la cama, Glenda respiraba muy agitada como si acabara de correr un maratón mientras me miraba y se reía entre sus respiraciones.

- Nunca me había corrido tan fuerte, de verdad sabes complacer a una chica.- Mientras me decía esto se mordía el labio mientras recuperaba el aliento y bajo la mirada directamente a mi verga.

- Gracias primita, cuando quieras estoy aquí.- Le dije mientras tomaba con mi mano derecha mi verga y empezaba nuevamente a frotarla.

Glenda me sonrió girando sobre su espalda, se levantó tomando mi mano y me jalo hacia la cama, me subí arrodillándome y ella se acomodó delante de mí, abrió sus bellas piernas y me dijo:

- ¿Te gusta lo que ves ? .- Asentí torpemente con la cabeza mientras pase saliva.- Pues esto te va a gustar más.- al terminar de decir esto tomó dos almohadas y se las puso debajo del culo lo que dejaba a su hermosa rajita a la altura de mi verga, yo tome mi pene con la mano y ella me hizo quitar la mano con un firme movimiento.- Déjame a mi.- Me dijo mientras tomaba mi verga con la mano y la ponía sobre esa hermosa rajita rosada, la lubrico con su propia humedad y empezó a mover su pelvis y mano dándome un delicioso masaje en la verga, no les tengo que decir que estaba totalmente en la gloria, hice mi cabeza hacia atrás y me dedique a disfrutar del roce de su rajita y manos sobre mi verga, empecé a acariciar sus piernas, vientre y senos mientras dirigía mis manos a su cuello y boca, puse mi dedo pulgar en sus labios y lo devoro como si de mi pene se tratase llevándome nuevamente al punto de no poder aguantar más, puse mis manos al lado de mi cuerpo y deje que ella sola me haga correr, solo basto mirarla a esos ojos una última vez más y al ver ese rostro lleno de lujuria sacar la lengua como si pudiera saborear el aire fue suficiente para hacerme correr como un loco, me vine entre sus manos sobre su hermoso monte de venus, sobre su vientre y un potente chorro de leche llego a caer en su frente justo entre su cejas. Me miró con la boca abierta esbozando una sonrisa como si hubiera logrado lo que quería, nos limpiamos como pudimos y nos echamos en mi cama aun desnudos.

- Luis, sé que lo que estamos haciendo no está bien, pero me gustas mucho y disfruto mucho de estar contigo, nunca me había pasado esto con nadie, ayer me la pase todo el día pensando en lo que hicimos la otra noche, y en lo que me dijiste, quisiera que podamos pasar más tiempo juntos durante el día, no quiero que esto solo se trate de liberar nuestros deseos en la noche cuando nadie nos ve, ¿si me entiendes?

Entendía perfectamente lo que decía.

- Glenda, tu y yo somos primos y me deja tranquilo que entiendas la situación, no es mi intención que pienses que te estoy usando porque de verdad me caes bien y me gusta tu personalidad, es más, mañana tengo el día libre en mi trabajo, pensaba encontrarme con unos amigos, ¿qué te parece si los cancelo y mañana pasamos el día juntos tu y yo?

A Glenda se le iluminaron los ojos al escuchar esto, se echó sobre mí al tiempo que me abrazaba por el cuello y me daba un dulce beso en los labios.

- Claro que si Luis.

Me dio otro largo, mi verga empezaba a levantarse nuevamente pero al darse cuenta que el sol estaba saliendo Glenda se puso su camisón se despidió rápidamente con un beso y salió apurada por la puerta del balcón mientras me susurraba.- Mis papas se levantan súper temprano si no me ven en la cama pueden pensar cualquier cosa.

Me quede tirado sobre mi cama y al verla salir mire al techo, solté un suspiro y me fui quedando dormido.
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Me desperté un poco desorientado con el sonido repitente de la alarma de mi celular, entre abrí mis ojos buscándolo y desactive ese desagradable sonido, me frote los ojos y los abrí para encontrarme totalmente desnudo como me había dejado Glenda hace unas horas, me tome la cabeza recordando lo ocurrido y vi nuevamente mi celular para ver la hora, eran las 10:30 am, por lo general mis días libres mi alarma suena a las 9:30 am para así dormir un poco más y recuperar energía, significa que había dormido durante 1 hora de alarma.

Glenda me había dejado exhausto en la madrugada y la verdad estaba muy feliz con esto, me levante tome mi toalla y me dirigí a darme un baño, salí de la ducha me vestí rápidamente me serví un poco de cereal con leche a modo de desayuno y me puse a revisar mis mensajes, lo primero que hice fue escribirles a mis amigos diciéndoles que tenía asuntos pendientes y que no podría ir con ellos ese día, a lo que ellos sin falta empezaron a fastidiarme diciéndome que seguro los dejaba por un culo, y efectivamente eso hacía y vaya que culo, respondí un mensaje de mi grupo de mi familia y algunos mas de mis grupos de estudio, luego tenía un mensaje de mi tío diciéndome que iba a salir con mi tía a un compromiso durante el día así que mis primas se quedarían solas, luego tuve dos mensajes de números que no tenía registrados uno era de Flavia saludándome y pidiéndome que cuando pueda vaya a hablar con ella, el otro era de Glenda quien me preguntaba a donde iríamos y que debería ponerse, decidí no contestar ninguno de los mensajes y bajar para hablar con ellas en persona.

Al bajar pude ver por una de las ventanas de las escaleras que tenía vista hacia la calle y la cochera, que efectivamente mis tíos habían salido ya que no se encontraba el auto en la cochera, llegue al segundo piso y me quedé parado frente a las puertas de las habitaciones de mis primas, dude por un segundo cual tocar primero pero finalmente toque a la puerta de Flavia, aun me sentía un poco culpable de lo ocurrido el otro día con ella así que de esta forma trate de compensarla.

Toqué su puerta y espere un momento que me abriera.

- Hola primito.- Me saludo con su habitual sonrisa coqueta.- ¿A dónde vas tan guapo? jajajaja.- Rio mientras ponía una mano en mi pecho.

- Hola Flavia?.- La salude con un tono de pregunta ya que me sorprendió mucha la forma en que su actitud regreso a como antes, como si lo que pasó hace unos días nunca hubiera sucedido, la mire de pies a cabeza, estaba bellísima y verla parada en el umbral de su habitación con la luz de sus ventanas detrás de ella le daba un toque como celestial, tenía puesto un short deportivo de color negro muy pegado que apenas tapaba sus muslos, un polo suelto de color blanco en el cual se disimulaban las deliciosas curvas de su torso, estaba descalza y tenía el cabello amarrado con 2 colitas.- ¿Cómo estas ? ¿Para qué me hablaste? -le dije mientras no dejaba de admirar su bello rostro.

- Quería saber que ibas a hacer hoy, de repente podíamos salir a algún lado.- Me respondió dándome una mirada coqueta y jugando con su cabello.- No te creas, sé que vas a salir con tus amigos, solo quería decirte que te vi hablando con Karla anoche, por favor trata de no relacionarte con esa Perra, de verdad es muy mala persona.- Me dijo mirándome con una sonrisa que la verdad me dejo un poco preocupado, lo otro era que ella no sabía que iba a salir con su hermana, lo de mis amigos lo debe de saber por su papa ya que yo les había dicho eso y no les dije que cambiara de planes, creo que me conviene que siga creyendo eso.

- La verdad no creo que me cruce muy seguido con Karla ni con nadie del barrio la verdad, es que paro muy ocupado, y como dijiste voy a salir con mis amigos que es una de las formas en las que me relajo...

- Si creo que ya sé de qué otras formas te gusta relajarte jajaja. -Me interrumpió Flavia en voz baja y no terminó de reírse bajo la mirada y se puso muy roja, esta actitud me calentó demasiado y ya estaba a punto de empujarla a su habitación para quitarle esos aires de superioridad de nuevo, pero me tuve que contener ya que Glenda estaba en la habitación de enfrente y podría escuchar.

- Jajaja, muy graciosa.- Le respondí mientras daba un paso adelante para acercarme lo suficiente a ella como para que mi verga semi erecta toque su vientre, Flavia me miró hacia arriba al mismo tiempo que se llevaba los dedos a la boca como asustada por mi comportamiento, definitivamente era una belleza y me ponía a mil la actitud sumisa que tomaba cuando yo no caía en su juego.- Bueno me tengo que ir nos vemos más tarde Primita.- me despedí de ella con un firme beso en sus labios y cerré su puerta.

Me gire y me acerque a la puerta de Glenda, toque dos veces y escuche una Dulce voz que me dijo:

- Pasa.

Abrí la puerta y me encontré con Glenda, vestía unos shorts cortos de color negro medio rasgados por adelante y con unas cadenas de metal que iban al costado de este, tenía unas zapatillas converse negras y unas medias negras largas con unas franjas blancas en la punta que llegaban hasta por encima de sus rodillas, tenía un top de color Negro sin mangas que le quedaba súper pegado y dejaba ver a la perfección su hermoso cuerpo, se había maquillado los ojos con una sombra y delineador negro, definitivamente estaba hermosa, suspire fuertemente mientras la miraba de pies a cabeza y le dije:

- Buenos días Glenda, wow estás bellísima.

- Buenos días Primo, gracias, voy a salir con unas amigas en un rato.- Me respondió mientras me guiñaba un ojo, había escuchado mi conversación con Flavia y me estaba siguiendo el juego.- Bajaré a comer algo de desayuno, me acompañas?

Asentí con la cabeza y salimos de su habitación, la dejé pasar delante mío para poder deleitarme con ese bello culo, dios me estaba poniendo a mil sobre todo que al pasar sentí el aroma a su perfume que olía como a flores, me sentía el hombre más afortunado del mundo, pasamos por la puerta de la cocina que era de esas que se abren al empujarlas y se cierran solas, lo primero que hizo fue girarse abrazarme por el cuello y darme un largo y dulce beso, por mi parte la tome de la cintura jalándola hacia mi, tenía una clara erección y ella lo noto rápidamente ya que puso una de sus manos encima de mi verga y empezó a frotarla de arriba hacia abajo.

- Te debo algo de esta mañana.- Me susurro mientras me desabrochaba los shorts y los dejaba caer al suelo, se arrodilló me bajó los boxers y se metió toda mi verga a la boca, se la tragó completa de la cabeza a la base mientras sentía como le daban arcadas por lo violento de su accionar, yo solo atine a dar una exclamación de placer y tomarla del cabello con una mano para guiar sus movimientos, yo estaba en la gloria y no paraba de disfrutar de la boca de mi primita.

- Que bien que la chupas Glenda... -Le dije en voz baja mientras ella se sacaba mi verga de la boca para empezar a hacerme una paja con la mano derecha. - Nunca pensé que fueras tan sexual.

- Mmm… jajaja y aun no sabes nada de mi primito. -Me respondió en susurros mientras sorbía un poco de saliva que caía por su barbilla, levantó mi verga hacia arriba y paso su lengua por mis huevos antes de meterlos uno a uno a la boca esto sin parar la paja que me hacía, dios mío yo estaba a punto de correrme en cualquier momento y recordando la última vez que me vine en su boca le dije:

- Estoy a punto de correrme.

Glenda me sonrió mientras me miraba con esos hermosos ojos marrones y se metió la cabeza de mi verga nuevamente en la boca, mientras con la mano derecha me hacía una paja con la izquierda masajeaba mis huevos, la condenada me estaba ordeñando, no pude aguantar mas y me vine a chorros dentro de su boca, a diferencia de la vez pasada ahora Glenda recibió mi descarga con gusto tragándose toda la leche que podía, pero era demasiada por lo que un poco de mi corrida llegó a escurrirse por la comisura de sus labios, recogió hasta la última gota con sus dedos y se los trago para a continuación limpiar mi verga con su boca hasta dejarla sin rastros de mi corrida.

- Wow, eso estuvo increíble.- Le dije en forma de halago mientras me subía y abotonaba mis shorts.

- Te dije que te la debía primito, ahora que tome desayuno a dónde vamos? -Me dijo mientras se terminaba de limpiar y me dio una sonrisa como de niña consentida.

- Qué te parece si vamos al Jockey Plaza, vamos a almorzar y luego vamos al cine a ver una película? -El Jockey Plaza es un mall conocido y uno de los más grandes en mi ciudad, quedaba relativamente cerca a la casa de mis tíos.

- Si claro me encanta la idea, que te parece si salgo yo primero y nos vemos allá, así Flavia no sospecha que nos vamos a ir juntos.

- Perfecto. -Le dije.- Eres muy inteligente. - Le dije mientras le daba un amoroso abrazo.

- ¡Flavia ya me voy! -Grito para avisar a su hermana que iba saliendo, espero unos segundos pero no recibió respuesta alguna.

Tomo sus llaves y salió por la puerta mientras me lanzaba un beso con la mano, por mi parte había sudado un poco por lo que acababa de ocurrir así que aproveche el que no iríamos juntos para ir a mi habitación, lavarme un poco y cambiarme la ropa, me encontraba subiendo las escaleras cuando recordé lo ocurrido con Flavia hace unos minutos y lo mucho que me prendía la actitud sumisa que tomaba cada vez que yo me ponía fuerte con ella, me quede en el segundo piso camine hacia la habitación de Flavia y abrí la puerta con violencia sin tocar la primero, Flavia no estaba en su habitación pero escuchaba el ruido de agua caer, Flavia estaba en el baño que estaba dentro de su cuarto, estaba tomando una ducha, por eso es que no respondió cuando Glenda se despidió, abrí lentamente la puerta de su baño y me empecé a quitar la ropa, al quitarme la camisa la tire con fuerza al suelo para llamar su atención, Flavia cerró la llave del agua y corrió la cortina para ver que sucedía, se quedó mirándome con la boca abierta mientras soltó un grito por el susto que le saque.

- ¿Luis qué haces?, ¿estás loco?

- Perdón primita no quise asustarte, pero necesitaba una ducha rápida y bueno como esta me quedaba cerca. - Le respondí mientras me acercaba a ella. - No te importa compartir un baño conmigo no?

- N no no. -Me respondió con un tono nervioso, me fascina el cambio drástico de personalidad que tenía conmigo.

Me metí a la ducha con ella mientras Flavia me miraba fijamente a la cara, con sus brazos tapaba sus rosados pezones, yo pase una de mis manos por su costado y ella se acercó a mí para sentirme cerca, abrí el agua y la puse en una temperatura que le guste, la empecé a acariciar mientras Flavia no dejaba de verme a los ojos, se puso en las puntas de sus pies y me dio un beso yo la tome por la cintura y empecé a acariciar ese delicioso culo, metía mi lengua dentro de su boca y ella me respondía haciendo lo mismo con la suya, se fue soltando dejando sus pezones al aire y tomándome por mi cuello, ni bien hizo esto yo baje mi cara para empezar a besar ese perfecto par de tetas, las lamia y succionaba sus pezones mientras Flavia soltaba esta vez sin ningún reparo sus agitados gemidos.

-Mmmm… Ahhh asiii que ricooo! -Me decía mientras yo me daba un banquete comiendo sus senos.

Flavia tomo mi verga con su mano izquierda y empezó a hacerme una paja deliciosa, yo la tenía agarrada por la espalda con una mano y con la otra jugaba con el seno que no tenía en la boca, me arrodille frente a ella y le empecé a besarle su rosada panochita, lengüeteaba su delicado clítoris mientras ella se retorcía y entrando en conciencia del ruido que ella estaba haciendo se tapó con ambas manos la boca, yo seguí varios minutos dándole placer a esa perfecta rajita cuando de pronto sentí que ella no podía aguantar más, sus piernas empezaron a temblar y dejó escapar unos suaves gemidos que solo podían indicar una cosa, se estaba corriendo y muy fuerte de pronto en pleno orgasmo soltó su boca y me tomo de la cabeza como si quisiera hundir mi cara en su rajita y empezó a gemir con aún más fuerza.

- Ahh mmm.- La escucha gritar mientras yo animado por esto movía mi lengua aún más rápido y fuerte contra su clítoris cuando sentí algo caliente correr por mi barbilla y en mi pecho, Flavia no había podido aguantar más del placer y se estaba orinando sobre mí, si dije orinando no fue squirt como muchos sabrán eso es una cosa totalmente diferente.- Perdón Luis no me pude aguantar.

Yo no estaba molesto, esto y el sonoro orgasmo que acababa de regalarme me tenía a mil y a punto de explotar.

- Pues adivina que, no te perdono. -Le dije mientras la tomaba de la cintura y la giraba poniéndola de espaldas a mí y empujándola para que ponga ese hermoso culo hacia arriba, pase mi lengua por toda su raja y culo antes de parar, tome mi verga con la mano derecha y se la metí hasta el fondo de un solo movimiento y sin piedad.

- Ahhh. - Grito Flavia mientras apoyaba sus manos en la pared de la ducha.

Yo empecé un mete y saca muy rápido, no podía contenerme mas el cuerpo de Flavia me parecía delicioso y su rajita se sentía tan apretada que no sabía como era posible no haberme corrido ya.

- Esto es por orinarte encima mío.- Le dije mientras le daba dos fuertes nalgadas en su hermoso culo, mi prima guardaba silencio solo se escuchaban sus gemidos silenciados mientras ella se mordía los labios.

Ya no pude aguantar mas, la tome de la cadera y con dos fuertes embestidas me vine dentro de ella, sentía mis chorros de leche llenar su pequeña rajita mientras empujaba mi verga lo más profundo que podía, Flavia levantó su torso hacia mí dejándome abrazar la por su vientre y acariciar sus suaves senos, tiró su cabeza para atrás apoyándola en mi hombro mientras ponía sus manos sobre las mías acompañando mis caricias.

- Flavia, ahora si estas perdonada. - Le dije mientras cerraba el agua la gira para tenerla delante mío le levante la barbilla con una mano y le di un largo beso en los labios, Flavia había tomado nuevamente su actitud tímida y no era capaz de pronunciar una sola palabra solo me sonrió y me respondió con otro largo beso. - Flavia me tengo que ir, por cierto Glenda ya salió se despidió de ti y no le respondiste nada.

- No la oí seguro ya estaba en la ducha, ¿A qué hora vuelves? podemos salir en la noche a tomar un café o cenar? yo invito.- Me dijo esta vez con la sonrisa coqueta y desafiante de siempre, no podía negarme.

- Claro que sí Flavia, regreso como a eso de las 7:00 pm me esperas lista y salimos a cenar algo.

- Genial. -Me sonrió nuevamente y se despidió de mí con otro beso en los labios.

Salí prácticamente corriendo aun mojado y me fui a mi habitación, me puse ropa decente y salí a la parada de autobús, recibí un mensaje de Glenda diciéndome que acababa de llegar y que me esperaba cerca de una conocida tienda de departamentos, me envió una foto mandándome un beso, le respondí diciéndole que ya estaba en camino y que no podía esperar para pasar el día con ella. Seleccione una playlist con musa de los 80's subí al bus y fui a su encuentro.
 
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