Mi Nueva Experiencia 001

heranlu

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Tengo sesenta y dos años, y vivo en Zamora. Tengo dos hijos, una chica de cuarenta y dos y un chico de cuarenta años.Estoy viuda desde hace ya más de diez años.

La culpa de estar contando esto es de mi hijo pequeño Luis Javier, un buen chico que ha hecho que vuelva a ver la vida de otra manera e incluso ha despertado en mi sensaciones que ya estaban muerta hace varios años. Soy una jubilada de banca por lo que llevo más de diez años jubilada. Tengo una pensión que da para vivir sin ningún tipo de apuros e incluso para darme los caprichos que yo quiera.

Vivo yo sola en el piso, en el que he visto crecer a mis dos hijos, o vi morir a mi marido. Nunca me faltan la visita de alguno de mis hijos.

A diferencia de muchas mujeres de mi edad, yo lo de estar en casa como que no lo veo. Me gusta salir con mis amigas, ir a bailar, a cenar los fines de semana, me gusta irme de vacaciones..

Incluso dos amigas y yo, nos hemos apuntado a un gimnasio y vamos todos los días a pasar un rato por la mañana.

Si a mis sesenta y dos años, voy a un gimnasio, me gusta verme bien y sentirme ágil a mi edad.

Bueno, no os aburro más, voy a contaros como, comenzó la historia y como he llegado hasta donde he llegado con mi hijo Luisja.

El caso que era un día cualquiera en mi vida. Me levanté, desayuné, mire mis redes sociales... A mi teléfono llegó un mensaje al grupo de Gym, de una de mis dos amigas, con las que suelo ir al gimnasio.

# Chicas hoy no voy a ir al gimnasio, me encuentro mal. No he pegado ojo en toda la noche, menudo dolor de tripa. Mañana nos vemos.

+ Vale, contesté yo. Mejorate un beso.

* Si, que te mejores Lourdes, dijo mi amiga Merche.

Me puse mis mallas, y cogí ropa de cambio para después de la ducha. Todo era como un día normal.

Hasta que una vez en el gimnasio, estábamos andado/corriendo en la cinta Merche y yo.

Pero habia algo raro en ella.

Merche que estaba en la cinta de al lado tenía la mente ida, la mirada perdida....

No era la Merche de otros días. Le pregunté

+ Merche estás bien? hoy no hablas nada.. Has reñido con tu marido?

* No, tranquila Mariajo estoy bien. No se estaré cansada.. Dijo mi buena amiga.

Pero nos conocemos hace más de treinta años, habíamos sido compañeras de trabajo. Y sabía que lo me había dicho era una escusa barata. Algún problema tenía..

Pasamos las mañana, con nuestras rutinas, un poco de bici, un poco de eleptica, un poco de remo y unas abdominales, unas pesitas....

Pero Merche seguía con su cabeza en otro lado. Fíjate si sabía que tenía algún problema que en toda la mañana, me había dicho lo bueno que estaba el monitor. Y es que de normal es capaz de repertirmelo más de 5 veces, pero hoy nada. Ni tan siquiera lo nombre, cuando vino a a darnos los buenos días y a marcar nuestro entrenamiento.

Nos dimos una ducha y salimos como todos los días, a tomar un café.

Sentadas en la mesa Merche miraba el café y le daba vueltas sin abrir la boca.

+ Mira Merche me podrás decir misa, pero sé de sobra que te pasa algo. Te conozco desde hace muchos años, te veo casi todos los días, y sé que algo te pasa.

Somos amigas, y tenemos confianza de sobra para contarnos las cosas. Si me dices que te pasa igual te puedo ayudar..

Le dije a mi amiga.

Merche miró para ver si teníamos gente cerca, suspirando dijo

* Esto, no tiene solución. No te lo puedo contar, me muero de vergüenza. Dijo Merche sin levantar la vista de la taza.

+ Bueno, tranquila no creo que sea para tanto. A ver qué pasa, que has caído en la tentación y te has liado con algún yogurcin, y ahora te puede la conciencia por ponerle los cuernos a tu marido? Le pregunté a Merche

* Ojala fuese eso, Mariajo. Pero es algo mucho peor. Dijo sin querer hablar del tema Merche.

+ De verdad, que no contaré nada puedes confirmar en mi. Seguro que si me lo cuentas entre las dos podemos buscar la mejor solución. Intenté ayudar a mi amiga. Le dije mientras cogía mi mano con la suya.

Merche miró a nuestro alrededor y me dijo.

* Vamos a tu casa, y lo hablamos. Este no es el sitio de contarlo.

Fuimos andando hacia mí casa, pero Merche no decía ni mu. Tenía los labios sellados.

La verdad que pesaba que algo había pasado con sus hijo. Estaba pensado que había tenido algún problema con las drogas..

Y es que Meche tiene un hijo, de la misma edad que Luisja. Pero es un poco raro. No tiene muchos amigos, vive todavía con sus padres. Del trabajo a casa y de casa al trabajo... No sé es un poco raro el chaval...

Llegamos a mi casa y pasamos al salón, deje mi mochila en la entrada y le ofrecí algo de beber a mi amiga.

+ Merche, quieres algo una tila, un café.. No sé lo que sea.

* Agua porfavor Mariajo. Tengo la boca seca. Diciendo esto Merche se echó a llorar..

No sabia que pensar después de este drama me esperaba alguna noticia muy muy mala.....

Me senté a su lado en el sofá, y le di el vaso de agua. Bebió dos sorbos y lo dejo en la mesa.

Esperé que la noticia sería algo muy muy malo...

* Madre mía Maria José que problemon tengo en casa..Dijo Merche.

+ Bueno tranquila, todo tiene solución cuéntame qué te pasa. Le dije con voz tranquilizadora....

* Es Paco mi hijo. Dijo Merche rompiendo a llorar...

+ Qué le ha pasado? Esta enfermo? Le pregunté inquieta..

* Si, está enfermo pero no de salud. Dijo Merche subiendo sus mocos para arriba.

+ No, te entiendo. Las drogas igual... Me lo imaginaba, no le dije nada, solo lo pensé.

* No, Marijose peor aún. Esta mañana, está mañana, me he ido de casa como todos los días para el gimnasio, pero con la cosa de que Lourdes estaba mala, se me había olvidado coger ropa de cambio, por lo después de haber salido de casa y estar cerca del gimnasio, me he dado la vuelta y he vuelto a casa a por ella.

He entrado a mi habitación, para coger la ropa y allí estaba mi hijo. Rompió de nuevo a llorar...

+ Qué estaba como? venga tranquila le dije intentado tranquilizarla..

* Pues lo he pillado, lo he pillado haciéndose una paja con mi ropa interior, y además se había puesto mis medias, mis bragas mis sujetador.... No me ha oído entrar, tenía la polla en la mano....

+ Jaja, no me jodas Merche. Ese es el problema que tienes? Eso te pasa? le pregunté riendo...

* No te rías Mariajo que la cosa es muy seria... Me ha dicho que se pone muy cachondo y que no es la primera vez... Dijo Merche llorando como una magdalena.

+ Pero bueno mujer, a ver no está bien lo que hace, pero bueno no creo que sea la cosa como para que te lo tomes así. Y mucho menos que te pegues la llorera que te estás pegando. Le dije tranquila después de saber cuál era el problema..

* Tú crees que no es para tanto? Mi hijo mi propio hijo se pone cachondo ....Dijo Merche sin dejar de llorar.

+ Bueno, pero él a ti te ha dicho que tú le pones? y que se siente atraído hacia ti?

Hombre Merche que estás haciendo un drama... Le dije

* No, no me ha dicho eso. No he hablado casi con él. Me ha dado mucho apuro. Me he sentido hasta mal. Mariajo verás cuando se entere su padre... Dijo ya un poco más calmada...

+ Bueno, a ver lo primero se lo has dicho a a tu marido Merche?

* No, todavía no he estado con él. Dijo Merche ya sin llorar.

+ Pues de momento, no le digas nada a tu marido. Habla con tu hijo a solas y con tranquilidad. Preguntarle porque hace esas cosas y luego sacas las conclusiones. Qué estás haciendo un mar de un charco hija Merche. Me llevas toda la mañana atacada por esa mierda. Yo pensando que había pasado algo muy malo..

* Pero y tu Mariajo no crees que lo que hace mi Paquito es normal? eh dime la verdad por favor.

+ A ver normal normal no es. Pero tampoco es para el drama que has montado. Tu Merche tienes confianza con él? Le pregunté

* Si, claro. Dijo Merche.

+ Pues habla con él, y que te cuente. A ver porque lo hace...

* Vale así lo haré. La verdad que me siento mejor ahora que te lo he contado. Dijo Merche.

+ Mira ahora está tu hijo en casa? Le pregunté a Merche.

* Si, esta semana trabaja de noche.

+ Y está tu marido? le pregunté.

* No hasta la tarde no viene. Dijo la buena de Merche.

+ Pues ahora vete a casa, te sientas con él, y lo habláis tranquilamente. Vale?

* Vale Mariajo, haré lo que me dices, tienes razón. Igual todo tiene una explicación. Dijo Merche calmada del todo.

Despedí a mi amiga, y me puse ha hacer la comida, era miércoles y todos los miércoles desde que mi hijo Luisja se fue de casa viene a comer conmigo.

No dejaba de dar vueltas en mi cabeza, a lo del hijo de Merche. Joder con Paquito se pone cachondo con su madre. Mira que es rarito el chaval. Claro ahora me explico porque todavía estaba en casa... En fin.

Seguí con mis quehaceres culinarios.

A las 14:30 puntual como un reloj, abrió la puerta de casa mi hijo Luisja.

- Hola mamá, Qué hay hoy de comer? Grito mientras iba por el pasillo..

+ Luisja hijo, lávate las manos, y vamos a comer que ya está el arroz en la mesa.

Mi hijo, se lavo la manos y vino a la cocina, me agarró como siempre de la cintura y me dió un beso en la mejilla.

- Olé mi madre guapa que me ha puesto mi comida favorita, arroz y pollito asado... Eres un sol y diciendo eso me dio otro beso en la mejilla...

Nos sentamos en la mesa, y mientras comíamos, yo miraba a mi hijo.

Por un momento, llegué a pensar. Le pondré yo también a mi hijo?

Pero estoy tonta... qué coño hago pensando yo esa tontería. Madre mía lo que hace el aburrimiento..

Me sacó de mis pensamientos mi hijo.

+ Ehh perdona Luisja estaba pensando en una tontería. Que decías? Le dije a mi hijo.

- Que digo, que el arroz está de muerte. Y que este fin de semana, igual vengo el sábado a comer.

+ Vale cariño, sin problema. Pero avisa con tiempo.. Le dije.

Terminamos de comer, mi hijo volvió a su trabajo, y yo me puse a recoger todo.

Me tumbé en el sofá, y me puse a investigar sobre aquello que me había contado mi amiga.

Cogí mi tablet y busque " Hijo se siente atraído por su madre".

Ante mi aparecieron miles de páginas, vídeos, había de todo.

Países en lo que era delito el incesto, relatos de hijos que estaban enamorados de madres..

Había una infinidad de resultados sobre este tema.

Encontré una página, de relatos, en cual el amor filial entre madre e hijos tenía varios relatos. Estaba claro que alguno sería ficción, pero seguro que había alguno que sería real.

El primero que leí hasta el final, me resultó obsceno, de mal gusto. Apagué la tablet avergonzada de haber leído aquello.

Me puse a ver la tele, pasaba los canales sin ver nada, mi mente estaba en otro lado.

Tenía un gusanillo dentro por saber algo más, del tema. Volví a coger mi tablet y abrí de nuevo la página de relatos. El segundo ya parece que me gustó algo más. Por lo menos no me pareció obsceno. Leí alguno más.

Llamó mi atención, uno de una mujer que relataba como ella a los cincuenta años, se sentía atraída por su hijo, que lo espiaba cuando se duchaba, e incluso se masturba pensado él...

Madre mía, pero como pude hacer eso con su propio hijo. Llegué a pensar que era una aberración.

Era la hora de cenar, fui a la cocina cuando sonó mi teléfono. Era Merche.

+ Hola Merche qué tal? Le pregunté.

* Hola Mariajo, estás sola?

+ Si, tranquila estoy sola dime. Le dije esperando que me contaste algo...

* Pues resulta, que ya he hablado con Paquito y me ha contado todo. Tenías razón, no era para tanto. Tenía que haber hablado con él, en vez de salir corriendo. Dijo Merche muy tranquila ya.

+ Qué te ha dicho? Se siente atraído hacia ti? Quiere ya sabes?..interrogue a Merche.



* No, que va. Mira te cuento. He llegado a casa y le he dicho Paco tenemos que hablar lo de esta mañana no está bien.

Él me ha dicho, que estaba muy arrepentido, y que me iba a contar la verdad.

Me ha dicho que tiene novio, y que es gay, que no se atrevía a decirnos nada. Me ha pedido por favor que no le diga nada a su padre. También me ha dicho que se había vestido de mujer porque les pone mucho, que como estaba solo en casa le había dicho a su novio que viniese para.... bueno ya sabes. Y que he vuelto y por ello que lo he pillado como lo había pillado. Dijo Merche casi contenta.

+ Ves como no era para tanto. Ahora sí llegas a llegar media hora más tarde Merche.....

* Si llego a llegar media hora más tarde Mariajo, me encuentro el pastel. Bueno por lo menos ya se lo que pensaba.

La verdad que nunca lo había pensado, pero no me importa lo más mínimo sus gustos sexuales. Lo importante es que sea feliz. Incluso le he dicho que me tiene que presentar a su novio. Y que a mí marido ya se lo diremos con tiempo....

+ Ves como todo tiene solución Merche.

* Si, tienes razón. Pero me he puesto muy nerviosa. Dijo Merche.

Nos despedimos, yo cené y fui a la cama a ver la tele.

No sé cuando, pero mis ojos se cerraron. Me dormí como un tronco. Pero lo que no sabia era lo que mi subconsciente me tenía preparado ese noche.

Estaba soñando, era esa misma mañana, mi hijo venía de trabajar a comer conmigo, entró en la cocina y cogiéndome de la cintura, se frotó sus partes contra mi culo, a mi lejos de desagradarme, me gustaba. De hecho le dije que

+ Qué dura la tienes, cariño.

- Eres tú mamá, que me la pones así. dijo mientras me daba la vuelta y sacaba mis tetas y empezaba a chuparlas... Metía su manos en mis pantalones y buscaba mi coño dentro de mis bragas.

Yo me dejaba hacer, mi coño volvía a tener vida. Estaba cachonda a más no poder...

+ Hijo, soy tu madre. Esto no está bien.

- Lo que no está bien, es que dejes con dolor de huevos mamá.

Me puse de rodilla, iba a sacar su polla del pantalón para chuparsela, cuando me desperté.

Respiraba agitada, mi corazón iba a mil. La televisión alumbraba mi habitación. Todavía estaba encendida.

Joder todo había sido un sueño. Se puede saber que me estaba pasando?

No me conocía. Joder con la mierda de estar todo el día pensando en el incesto mi subconsciente, me la había jugado...

Me tranquilicé un poco, y intenté pensar en otro cosa.

Fui al baño, Al bajar mis bragas vi como estaba algo manchadas de flujo vaginal.

No puede ser. Si no lubrico desde ni me acuerdo.

La verdad que después de la muerte de mi marido sólo había tenido 4 o 5 relaciones sexuales, pero tuve que poner bien de lubricante porque yo no Lubricaba nada.

La menopausia me había dejado seca.

Pensé que igual empezaba a tener incontinencia, pero no. Metí mi dedo dentro de mi raja y estaba mojado pero no de pis, era pastoso, no líquido. Estaba claro era flujo vaginal. Madre mía pero que me estaba pasando.

Volví a la cama, y me costó conciliar el sueño mucho, en mi mente había mil ideas, mil cosas.... Al final me dormí.

Me sonó el despertador del teléfono, pero al levantarme me sentía diferente a otros días, me sentía como más joven. Como más alegre..

No sé, como explicar esa sensación, diferente a otros días....

Hice la rutina diaria desayuno, redes sociales...

Me preparé para irme al gimnasio. Cuando llegue Merche estaba ya en el vestuario y Lourdes ya se había cambiado.

+ Buenos días, chicas. Preparadas? Les pregunté a mis dos amigas.

* Uy, que vitalidad traes hoy hija. Dijo Merche.

# Ya te digo. Yo tengo el cuerpo regular.. casi mejor ir directamente al café. Dijo Lourdes.

+ Venga vamos, déjate de café tenemos toda la mañana. Ahora vamos a sudar un poco.

* Esta se ha dopado, dijo Merche en broma. No la recuerdo con tanta energía....

Salimos a la sala de máquinas, estábamos solas.

Nos sentamos en la bici. Yo estaba en medio de mis dos amigas.

Vino, como todos los días el monitor. Nos dio los buenos días y nos puso un entrenamiento para el día. Cuando se fue, no pude por menos que decir.

+ Si te llegó a pillar yo hace 25 años.... Dije mientras lo veía desapecer...

# Ves, algo le pasa hoy a esta. Siempre es Merche la que dice la barbarie, y hoy no le has dado ni tiempo. Te has adelantado. Dijo Lourdes sin dejar de pedalear.

* Me parece a mí, que esta. Tiene por ahí algún amigo y ayer...

+ Jaja, reí que va. Qué más quisiera yo que darle una alegría al cuerpo.. Les dije a mis dos amigas...

Seguimos a lo nuestro, pero no sé que me había pasado esa noche, que se habia despertado en mi, pero no podía dejar de mirar a los chicos, que estaban entrenando en el gimnasio.

Muchos podían ser hijos míos, incluso había más jóvenes que mis hijos, pero ver esos cuerpos jóvenes, fuertes atléticos, no podía dejar de mirarlos...

Terminamos los ejercicios, y nos fuimos a las duchas. Después de más de 3 años en el gimnasio, y más de 3 años duchándome con chicas jóvenes, de mediana edad. Guapas, feas, gordas delgadas...

Después de 3 años observe sus cuerpos, la verdad que distan mucho del mío, observe que todas o casi todas tenían los vellos púbicos o bien depilados, o bien con muy poco vello. Tanto yo como mis dos amigas, teníamos buena mata.

Estaba claro que solo nos quitamos los de las ingles para que no se nos salieran por el bañador...

La ropa interior, también era muy diferente a la nuestra. Llevaban ropa interior transparente, con encajes, tangas. La ropa era ajustada. La verdad que eramos muy diferentes....

Nos vestimos, y dejé mis indagaciones. Salimos al bar como cada día a tomar nuestro café. Hablamos de cosas banales, sin nada de interés y nos despedimos hasta el día siguiente.

Yo de camino a mi casa, no paraba de dar vueltas a mi cabeza, no paraba de pensar lo que me había pasado la noche anterior. Es verdad algo era diferente en mi. Era diferente que los otros días que había ido al gimnasio, nunca habían llamado tanto mi atención los jóvenes del gimnasio. Y mucho menos me había importado una mierda como podría tener el chichi una chavalita de veinte años.

Pero ese día en mi cabeza todo daba vueltas.

Entré en mi casa, dejé mi ropa sucia en el cesto y fui a mi habitación a ponerme cómoda. Me paré frente a la cosa que nunca miente. Me puse frente al espejo. Hacia mucho tiempo que no me miraba a uno.

Mis ropa, nada tenía que ver con las chicas jóvenes que vienen al gimnasio. Las suyas son más ajustadas, me quite la chaqueta, y la camiseta. Mi sujetador blanco seguía dando datos de mi edad. Me baje las mallas, y las bragas blancas a juego de algodón, pusieron la puntilla.

Me quedé totalmente desnuda. Estaba claro que era una mujer mayor, que tenía mis sesenta y dos años, pero mi cuerpo decía lo contrario. Mis piernas estaban todavía de muy buen ver, si que tenía algo de celulitis en mi culo, pero creo que era más que normal.

No tenía nada de tripa, la verdad que la dieta mediterránea que llevo y el ejercicio diario, hace que no tenga tripita.

Mis tetas, están caídas, pero todavía guardan ese redondeo, que tan loco volvía a mi marido. La cara no tengo casi arrugas, alguna pata de gallo pero poca cosa.

El pelo alguna cana, pero no es nada que con la vez que voy al mes a la peluquería, no se solucione.

La verdad, que no me vía tal mal para la edad que tengo.

El no haber realizado trabajo físico ha ayudado a que me conserve tan bien.

Tuve una idea. Llamé a la peluquería me quería poner guapa....

Esa misma tarde me dieron vez. Comi, descanse un rato y a media tarde me fui a la peluquería.

Les dije que quería algo distinto, algo que haría que me viese más joven, pero sin hacer el ridículo.

Me hicieron unas mechas y cortaron mi pelo hasta el cuello. Un tono castaño, con alguna pequeña mecha tirando a rubio.

La verdad que me veía muy guapa.

Me sentaba muy bien aquel cambio de pelo.

Salí de lo más contenta de la peluquería, de camino a casa hice una cosa que había muchos años que tampoco había hecho y no era otra que ver escaparates de ropa.

Y es que desde hace unos años aquí lo único que me preocupaba de la ropa es que fuese cómoda. No me preocupa que me sentase mejor o peor. Veía que había ropa para gente como yo, que hacía que no pareciesemos tan mayores. Y también me di cuenta dentro de una tienda, que te puedes poner la ropa que tú quieras siempre sea de tu talla, aunque sean unos pantalones para una chica de veinte años...

No pude por menos, que entrar en una tienda, me compré un vestido nuevo corto hasta la rodilla, y un par de pantalones ajustados.

Al pasar por una conocida tienda de lencería femenina, no dude en entrar, compré un par de conjuntos, muy cómodos y a la vez sugerentes. Me compré hasta un par de tangas.

Llegué a mi casa, sin saber muy bien porque me había comprado esa ropa, pero la verdad que no me arrepentía.

Cené y me senté en el sofá. En la televisión no daban nada interesante.

Encendí mi tablet, menos mal que vivo sola pensé al ver lo que salía al encenderla.

No había cerrado internet y volví a la página de relatos. Comprobé que todos los días subían nuevos.

Me puse a leer uno que decía " Mi madre me la pone dura".

Comencé a leer aquel relato, está vez lo leía entero, sin saltarme párrafos.

Leía como el hijo miraba a su propia madre con ojos de deseo. Como la espiaba, como se hacía pajas pensado en ella..

Un calorcito empezé a sentir por mis partes que me recorría hasta la columna.

Mi coño, se estaba empezando a humedecer mientras que el chico del relato le chupaba el coño a su madre. Como se la follaba en la cocina, había pasado en mi sueño y como le hacía tener a su madre un orgasmo muy muy grande.

Mi coño, estaba mojado. Había vuelto a lubricar después de tantos años. Entonces no lo pensé e hice lo que no me acuerdo cuando fue la última vez que había hecho.

Mi mano, se metió dentro del pantalón de mi pijama y de mis bragas, busqué mi clítoris, lo comencé a frotar rápido, hacia círculos lo más rápido posible.

Mis dedos pasaron de arriba a bajo por mi raja que estaba mojada, metí dentro dos de ellos.. Entraban y salían a toda velocidad. Con mi mano izquierda busqué de nuevo mi clítoris, y empecé a frotarlo mientras que mis dedos de la mano derecha entraban y salían a toda velocidad.

Duró poco más de 5 minutos, mi furiosa masturbación.

Desde que era adolescente no recordaba haberme vuelto a masturbar.

Pero una cosa estaba más que clara y era que me había gustado mucho.

Desde la muerte de mi marido, los deseos sexuales, se me había apagado. No tenía el más mínimo.

Pero sin saber muy bien el porqué desde ayer, estaba otra vez como cuando tenía veinticinco años.

Volvía a mirar a los hombres, me quería volver a sentir deseada.

Busqué vídeos de maduras follando con jovencitos. Había muchos que ellas no eran más jóvenes yo. Se veían atractivas con aquellos vestido y esa lencería que llevaban. Esos coños totalmente depilados...

Tras ver varios vídeos de maduras con jovencitos, descubrí algo, y era que aunque aquello me gustaba, no desataba el morbo que hacía, cuando en el título ponía madre e hijo follan juntos.

Sabía que el video podía ser el mismo, lo único que le cambiaba era el nombre, pero el de incesto despertaba algo en mi.

Apagué de nuevo la tablet está vez me asegure de salir de internet y de borrar el historial. He trabajado veinte años en un banco me manejo bastante bien con la tecnología.

Pensé que me atraía hacia mí el incesto. Y por fin vi lo que era.

Estaba claro, era la atracción hacia lo prohibido.

Me puse a pensar, cuando era una cría mis padres me decían que no fumase, que no debiese alcohol, pero entonces a mi me atraía más. Empecé a fumar porque me lo prohibieron, y a beber lo mismo.

Luego me di cuenta que me estaba destrozado la vida y lo deje.

Pero vino a mi mente mi marido. Era diabético y no podía comer dulces, nunca los comía, pero desde que se los prohibio el médico, se ponía doblado de ellos a escondidas. Le pillé mil veces comiendo a escondidas.

Siempre decía que no sabia porque lo hacía si nunca le habían llamado la atención, pero que ahora que se los habían prohibido no podía de pensar en ellos todo el día.

Y algo así, era lo que me pasaba a mí. El incesto no es algo prohibido en España, pero no está bien visto, y eso despertaba en mi algo, aunque no podía entender el porqué.

Al final me dormí.

Sonó de nuevo mi teléfono, tenía que ir al gimnasio, pero ese día no tenía ganas de ir. Tenía pendiente ir al banco a firmar unos papeles.

Así que les mandé un mensaje a mis compañeras.

+ Hoy no puedo ir al gimnasio no me acordaba tengo que ir de papeleo chao.

* Ok, acuérdate que está noche tenemos cena. A las 21h No se te olvide.

+ Si, tranquila luego nos vemos.

Joder lo había olvidado por completo, Con la tontería de estos días, no me acordaba...

Me di una ducha, me puse uno de los pantalones, que me había comprado el día anterior, me arregle el pelo y busqué unos zapatos con tacón. No tenía ninguno todos eran planos. Claro al final la comodidad...

Fui al banco, estaba uno que fue compañero mío.

" Hola María José, qué tal estás? te veo muy guapa, me dijo.

+ Ay chico, pues como siempre. Le dije.

Pero era verdad, estaba diferente. Termine todos los papeleos. Paré en una zapatería donde compré unos botines con tacón y unos zapatos negros.

Esa noche, me quería poner guapa, me gusto que mi ex compañero, se daría cuenta de que estaba cambiada.

Comi y descansé en el sofá. Mi cuerpo me lo pedía, mi mente me decía que No.

Pero al final pudo mi cuerpo, encendí mi tablet y volví a leer algún relato de madre e hijo, me metí en páginas a ver videos, y acabé al final masturbándome como una loca en el sofá de casa....

Si, a mis sesenta y dos años, estaba cachonda como una veinteañera, y volvía a mojar mis bragas.

Descansé y me fui a preparar para la cena. Fui a la ducha y abrí el grifo.

Me miré en el espejo del baño, vi mi peludo coño.

No lo pensé más, busqué por todos los cajones del armario del baño, hasta que encontré una cuchilla de afeitar, no sé si de mi marido, o de mi hijo.

Me metí dentro de la ducha, y me deje el chichi, totalmente depilado.

Podía ver mis labios, no sé me veía más joven...

Salí de la ducha, y me arregle el pelo, fui a a mi armario, y busqué el vestido que había comprado, saqué unos pantis y uno de los conjuntos de lencería que había comprado..

Me puse la ropa, no me había dado cuenta o no me había parecido tanto, pero el vestido tenía un gran escote.

El sujetador que era push Up, hacia que mis redondas tetas estuvieran tiesas y juntas como cuando tenía veinticinco años.. Me veía guapa, joven.

Me puse los botines, y cogí la chaqueta que mejor me iba con el abrigo. Fui en busca de mis amigas.

Estaban esperando, en un bar. Casi todas se dieron cuenta que mi ropa y mi forma de arreglarme era diferente..

# Pero Mariajo, no pareces tú. Madre mía qué vestido dijo Lourdes.

* Os lo dije dijo Merche. Esta tiene un lío. Lo sabía...

" Bueno si tiene un lío mejor para ella, dijo Marisa, hay que disfrutar de la vida. No es malo darle una alegría al cuerpo....

+ Yo me veo igual, les dije a todas mis amigas. Además para eso pasamos todos los días dos horas de sufrimiento.. Dije sentándome en una mesa.

Cenamos en un restaurante, y después salimos a bailar. Fuimos a bares de gente madura como nosotras.

Ese día no faltaban babosos, de mi edad y algo más jóvenes, pero vamos nada de nada..

Estábamos hablando en un grupo, Lourdes, Merche y yo, cuando se acercó un joven que no sé muy bien que hacía en ese bar.

' Hola, yo os conozco, vosotras tres vais al mismo gimnasio, que voy yo. Sois la chicas de oro. Rió.

Estaba claro que nos habían puesto mote. Eso significa algo, que no pasábamos desapercibidas.

+ Si, somos nosotras dije yo

* Es verdad dijo Merche. Ahora que lo dices se quien eres...

# Que haces aquí, en un sitio como éste, le pregunto Lourdes.

' Ah, he salido a cenar con unos compañeros del trabajo, y son mayores que yo. Así que me han traído a este bar.

+ Pues pásalo bien. Nos vemos por el gimnasio, le dije pero sin querer echarlo.

' Vale, chao guapas a pasarlo bien.

Yo seguía hablando con mis amigas y no me había, fijado hasta que Merche dijo.

# El chico del gimnasio, y sus compañeros de trabajo no nos quitan ojo.

+ Si, seguro le dije yo. Para nuestros morritos está ese chico.

* Pues es verdad, están todo el rato mirando. Dijo Merche.

Nos tomamos un par de copas, y yo ya más deshinibida por la bebida me fijé en el grupo. Era verdad nos estaban mirado.

Mi mirada se cruzó , con la del chico del gimnasio, y vi como me guiño un ojo y me lanzó un beso.

+ Chicas, es mi imaginación o el del gimnasio me ha guiñado un ojo y me ha lanzado un beso? Les pregunté a mis amigas.

# Pues chica hoy es posible todo, sólo hay que verte, estás rompedora y joven. Dijo Lourdes. Dale un gusto al cuerpo chica. Si me hace a mi eso. Ya lo tengo en mi cama hace dos horas....

* En eso tiene razón, Lourdes si no estaría casada y me guiña un ojo, está noche no pegamos ojo. Dijo Merche. Vete hablar con él

+ Pero, no sé cómo le va a gustar una vieja como yo. Dije a mis amigas.

* Pues si no le gustase no te hubiera lanzado besitos... Dijo Merche.

+ Esta bien, iré a hablar con él. Dije a mis amigas.

No sé que me pasaba esa noche. Pero si hubiera sido hace una semana no me abría atrevido a ir a hablar con él.

+ Hola le dije, la verdad que no sé cuál es tu nombre.

' Me llamo Javi, y tú? Preguntó el joven chico.

+ María José, pero todo el mundo me conoce como Mariajo. Encanta y le di dos vemos al apuesto joven.

' Sabes, en el gimnasio nunca habías llamado tanto mi antencion, pero hoy estás radiante.. Dijo Javi.

+ Muchas gracias, es un alago. Qué un chico tan joven y guapo como tú se fijé en una vieja como yo. Le dije.

' De vieja nada, madurita. Dijo el Atlético joven.

+ Jaja, rei. Me estaba poniendo un poco nerviosa.

' Estás casada? preguntó el joven.

+ No, viuda. Le respondí con rapidez.

' Pues porque no nos dejamos de tanta tontería, y vamos algún sitio donde podamos... Me volvéis loco, las mujeres maduritas como tú.

+ Vale, vamos a mi casa. Le dije. Me voy a despedir de mis amigas..

Acepté sin pensarlo, la verdad que no sé porque, pero me había gustado que un chico joven dijese que quería venir conmigo a la cama..

Me despedí de todas mi amigas, Merche y Lourdes de sobra sabían lo que pasaba las otras ni sé enteraron. Salimos del bar por separado, pero nos encontramos en la esquina.

Llevé al joven apuesto, a mi casa, por el camino no dejaba de meterme mano, y de comerme la boca. Estaba claro que estaba más que cachondo.

Abrí la puerta de casa, y sin pensarlo se abalanzó sobre mi, me quito la chaqueta mientras comía mi boca, y me tocaba el coño sobre mis pantis y mis bragas.

Toqué el bulto del chico. La tenía bien dura, y parecía grande.

Yo estaba cachonda pero no terminaba de estar a 100.

Lo lleve a mi habitación, se sentó en mi cama.

' Las mujeres maduras, me ponéis mucho mucho, quiero verte como te desnudas dijo Javi.

Me quité el vestido, por mí cabeza. Saqué mis botines lo más sugerentemente que pude. Me quité los pantis, y puse mi culo en pompa cerca de su cara, el joven no quitaba ojo. Tocaba su polla sobre sus pantalones..

Cuando me quedé con las bragas y el sujetador. Dijo el chico.

' Joder que bien te sienta ese conjunto, que buen gusto tienes.. Madre mía qué noche me espera dijo el caliente joven.

Me quité el sujetador, y baje mi bragas de espaldas, quería ver qué cara ponía cuando me viera el coño depilado. Me di la vuelta no tardó un segundo en poner los ojos como platos y decir.

' Madre mía, encima tienes el coño, depilado, Buff ni en el mejor vídeo había visto una mujer así. Tengo que estar soñando dijo el chico sin dejar de mirame.

+ Te gusto? Le pregunté yo. No me ves mayor? le dije al joven con voz sugerentemente.

' Lo que te veo es muy buena.. Joder ven aquí dijo el chico cogiendome de la cintura y llevando mis tetas a su boca.

Tocaba mi coño, mientras mordía mis pezones, la verdad que me gustaba, estaba cachonda pero no llevaba a estar como cuando leía o veía cosas de madre e hijos.

El joven, se desnudó tenía un buen aparato, y si cuerpo era perfecto...

Mientras jugaba con mi coño, yo empecé a cascarle una buena paja.

La tenía muy dura, como una piedra.

Me tumbó en la cama y chupo mi coño, me gustaba lo hacía bien. Siguió un rato y comenzó a meter sus dedos en mi coño.

' Quiero follarte. Quiero meterla hasta el fondo de ti me dijo el joven.

+ Vale pero tienes condones, le dije mientras seguía haciendole una paja.

' Si, pero porque no lo hacemos a pelo, ya no te puedes quedar embarazada. Dijo el joven.

+ Ni hablar, le dije yo rotunda, se pueden transmitir muchas enfermedades.

El chaval accedió, se puso el condón y un poco de lubricante. Estaba claro que no era la primera menopausia que se follaba. Tenía todo fríamente calculado.

Se puso encima mío y metió su polla en mi coño.

Me daba embestidas mientras apretaba mis tetas, me comía la boca.

Cambiamos un par de veces de posición hasta que yo tuve mi orgasmo.

El tampoco tardó mucho más en correrse.

Había estado bien, me había gustado más que los últimos polvos que había echado, pero no había disfrutado tanto como cuando me había masturbado, en el salón de mi casa...

Estábamos, los dos tumbados en la cama veía que el joven tenía intención de quedarse a dormir, así que le dije.

+ Me ha gustado mucho, pero te tiene que ir mi hijo viene de trabajar a las 6 am. Le mentí.

' Ah, vives con tu hijo, que cabron seguro que se pone cachondo contigo. Joder eres la mejor mujer madura que me he follado. Dijo el joven empezando a meterme mano.

+ Gracias, hice como que no había oído lo de mi hijo. Y le dije que otro día si quería podríamos repetir.

' Y porqué no ahora? dijo el joven. Su polla ya estaba más que preparada. Eso sí a pelo, sino me voy. Me amenazó el joven.

+ Pues, adiós, le dije levantadome de la cama. Sin preservativo a mí no me metes tú nada. Venga vístete y vete. Lo siento le dije.

' Está bien, pues me voy. Tampoco creo que te puedas follar todo los días a un joven como yo. Dijo el chulo joven.

+ Bueno, eso es lo que tú piensas. Yo me puedo follar a quien quiera guapo. Dije mientras acompañaba al joven a la puerta de la calle.

Nos despedimos cordialmente, aunque el chico estaba enfado por no salirse con la suya...

Volví a mi habitación, me puse ropa interior cómoda y un pijama. Me metí en la cama apagué la luz ya era de madrugada.

A mi cabeza venía las palabras del joven, seguro que tu hijo se pone cachondo contigo.

No me podía sacar esa frase de mi cabeza..

Estaba desatada, enferma, cachonda.. bueno ni yo lo sabía como estaba.

Caí en los brazos de morfeo. Me despertó el sol entrando por la ventana, con lo del polvo de la noche anterior no me había acordado de bajar la persiana.

Mire mi móvil, eran las 10.

Tenía varios mensajes.

Unos cuantos de mis amigas, preguntándome, por el joven..

Otro era de mi hijo, Luisja decía que me acordase que venía a comer...

Otro de mi hija, diciendo que el domingo venía con su marido a comer.

Contesté a todos, y dejé el móvil, en la mesilla. Me levanté y me fui a la ducha.

Me puse unas mallas viejas que tenía y una camiseta, me miré en el espejo. No me veía tan llamativa, como la noche anterior.

Me veía como siempre, pero claro no me iba a poner el vestido para esta en casa..

Tuve una idea. Me cambié de ropa y me fui a una gran tienda deportiva.

Me compré unos mallas nuevas, una talla más pequeña que las que siempre llevaba. Me veía muy bien con ellas. Me quedaban muy ajustadas.

Pude ver que si me las subía por la parte delantera se notaba hasta mis labios
 
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