diosaisis
Virgen
No es que lo hubiera planeado así pero la noche de San Juan del dos mil once creo que no la olvidaré jamás.
Eran las nueve de la noche y aun estaba en mi cam emitiendo un ratito, había quedado para ir a tomar algo con unos cuantos amigos a Castelldefells pero ya después de cenar .
Tranquilamente me duché con agua templada, recuerdo que esa noche hacía mucha calor.
Decidí ponerme un vestidito de color negro con un hombro al descubierto, me gusta mucho este vestido porque la tela tiene mucha caída y marca perfectamente mis curvas, es cortito cortito, llega por debajo del culete justo pero elegante y sensual a la vez. Mis zapatos esta vez eran unas sandalias de color negro con el tacón de aguja, con unos brillantes en la parte de delante, un bolso de mano de color negro con brillantes también a conjunto de las sandalias y estaba lista para tomar esas copichuelas con varios amigos. Algunos liberales, otros no.
La verdad es que esperaba que la noche fuera tranquila pero lo que pasó al llegar a Castelldefells cambió por completo mis planes.
Cuando llegamos al pueblo había bastantes niños de entre quince y dieciocho años borrachos perdidos ya allá a la una de la madrugrada, entremos en un garito que estaba muy bien, éramos seis personas, dos parejas y un amigo de una de las parejas.
La cosa no estaba muy animada, mis amigas y yo nos pusimos a bailar un poco pero la música no nos gustaba mucho, así que después de tomar la primera copa decidimos irnos a otro sitio.
Después de andar un buen rato nos sentamos en una terraza a comer un helado y allí fue donde empezó el temita.
Juan, el amigo de una de las parejas era un chaval muy majo, me calló bien desde el primer momento, tenía solamente veinticinco años, era amable, simpático y a la vez trababa cada tema con bastante seriedad, el pobre no sabía con quien se la estaba jugando, no sabía que una de las parejas eran liberales e iban a ir a por todas con él y yo por supuesto también quería pillar cacho, como de costumbre.
La conversación poco a poco fue tomando rumbo y para cuando el culo de nuestro helado empezó a derretirse la cuerda de mi tanga ya estaba empapado, no había vuelta atrás, era la hora de empezar a entrar en acción y animar al chico a probar cosas nuevas.
Levanté la voz entre la de ellos y les propuse que nos fuéramos un rato a la playa, que para eso era San Juan y que era una noche mágica.
-¿que dices? Dijo una de las chicas, llevo tacones y medias
-Pues te las quitas, jeje
Aunque en el fondo yo sabía que a mi amiga mis palabras le habían sabido a gloria.
Fuimos todos para la playa y cual fue mi decepción? Pues encontrarme como era lógico un buen trozo de playa lleno de hogueras y gente, así que caminemos un poco hasta llegar a un sitio que más o menos estaba tranquilito . Que gozada pisar la arena fresquita y sentir el murmullo de las olas, entre petardos y cohetes, eso si.
Allí mismo nos sentamos, yo puse en la arena una chaquetita muy fina que llevaba por si refrescaba .
Vi que Juan me miró claramente y me levante haciendo un poco el tonto, dándole con los piececitos a la arena y acercándome poco a poco al agua hasta que llegué a la orilla y me mojé los pies, tengo que reconocer que me da un miedo el mar por la noche que te cagas pero había que hacer un esfuerzo porque la cosa merecía la pena.
Alargué mi mano y toqué el agua: estaba buena, pero lo que yo realmente quería era que Juan se acercara al ver mi tanguita blanco entre mis piernas.
-¡Esta muy buena! Grite mirando hacia atrás . Cuando de repente y sin esperármelo note como por mi derecha dos manos me cogían de las caderas, buffffffffff era él. Creí que me iba a costar mucho mas, jeje.
Estuvimos bastante rato allí y como era de esperar a Marta no le hizo ninguna gracia tanta tontería( la pareja no liberal).
-Nosotros nos vamos ya Isis. Me dijo
Espera, nos vamos todos ya.
Sin hoguera pero con un calentón que para que, fuimos al pueblo de nuevo y acompañamos a Marta a su coche. Yo había traído a Juan y a la segunda pareja en el mío, así que volver nos teníamos que volver juntos también.
Una vez se fue Marta y su marido, nos subimos al coche. Este pueblo ya estaba mas que muerto y la noche prometía.
-¿A dónde vamos? Preguntó Juan
-¿Dónde te gustaría ir? Le contestó Nerea
-Puesss pues no sé, a tomar algo¿no?
-¿En mi casa o en la tuya?contestó
Víctor y yo nos miramos con mirada picarona y no pudimos evitar echarnos a reir. Juan al vernos hizo lo mismo y nos dijo:
-Pues podríamos tomar algo en mi casa, he comprado un cava bastante bueno y esta fresquito
-Perfecto . Dije yo, cava fresco y cuerpos calientes jeje.
¿Porque no conduces tú Víctor? Anda cielo que ya sabes que me da mucho palo.
Yo me senté con Juan y Nerea y poco a poco entre las dos fuimos calentándolo subiendo nuestra faldita hasta que Víctor miró por el retrovisor y nos vio el tanga. Yo creo que en ese momento los pantalones vaqueros de Juan le iban a estallar.
Empezó tocándonos las piernas, Nerea llevaba unas medias de liga transparentes porque su falda era un poquito mas larga, yo no llevaba nada, al sentir su mano y mirar a la vez como metía la otra entre las piernas de mi amiga me lo hubiera follado allí mismo, el pobre miraba a Víctor de vez en cuando por si se enfadaba, jeje que iluso ¿es que no veía que a él también le iban a explotar?
Nerea y yo nos empezamos a besar delante de sus narices , no tuvo mas remedio que desabrochar su pantalones y empezar a tocarse, no lo pudo evitar, nos lo dejó a huevo para que las dos como dos perritas hambrientas nos amorráramos a su polla y empezáramos a comérsela como dos buenas zorritas en celo que somos, entre la lengua de mi amiga y esa preciosa polla que tenía entre mis labios me estaba volviendo loca así que decidí parar un poco y dejar algo para luego.
Nerea hizo lo mismo y Juan más que conformado sin mediar palabra se abrochó el pantalón y nos morreo sin cesar a las dos.
-Es aquí Víctor, ya hemos llegado, ahí, aparca donde puedas.
Al llegar a su casa, me quedé flipada, era una casita de una planta muy chula y acogedora, perfecta para tener la noche que se había ido cociendo.
No le dio tiempo a Juan casi ni a abrir la puerta cuando Víctor me empujó contra la pared de espaldas y me dijo al oído: -Como me has puesto zorra, que ganas tenía ya de follarte , no sabes cuantas.
Joder joder al decirme eso, quise alargar la cosa, no quería que todo fuera tan rápido, pero con el pedazo calentón que llevábamos todos no podía ser de otra manera.
Nerea acabó con Juan en el sofá, él la puso sentada con las piernas abiertas colgando, le quitó las bragas y le empezó a comer el coño, ella gritaba, gritaba pero a saco. Yo me puse mala de verla y le dije a Víctor que quería estar al lado de ella también mientras me comía el coño a mi .
Que pasada, tumbados en ese pedazo sofá comiéndonos la boquita y ellos disfrutando de nuestro coñazo.
Víctor incluso no pudo aguantar al oírme y se pajeaba super rápido, mojaba una y otra vez su mano en mi coño y se lo untaba en la polla, me estaban dando muchas ganas de follármelo pero en realidad quería aguantar un poco más para que me follara Juan, a Víctor ya me lo había follado, aunque con lo bien que me estaba comiendo el coño no sabía si podría aguantar más.
-Cambiamos . Dijo Juan
Juan se puso el condón, Víctor no porque era su mujer, mientras Víctor se la follaba miraba como un descosido como me follaba a mí, cogiéndome las piernas, quitándome el vestido y sobándome las tetas, cuando me metió la polla fue como alcanzar el cielo, tan joven y guapo y con esa polla que entraba a la primera. Estaba tan excitada que Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii Diossssssssssssss grite mientras me corría lentamente con su enorme polla.
El muy cabrón lo quería todo, se puso encima de mí y se corrió en la carita de Nerea a la vez que Víctor le hacía correr a ella. Éste me pidió si por favor se podía correr dentro de mi coño, por supuesto le dije que si se ponía el condón sí .
Así que así fue, me folló tan fuerte que me volvió a poner cachonda. La juerga continuó hasta las seis de la mañana y he estado bastante hecha polvo durante los días siguientes, por eso no me habréis visto tanto. Aunque como siempre digo, si es así de hecha polvo quiero estar hecha polvo todos los días.
Besos húmedos y lascivos
ISIS
Eran las nueve de la noche y aun estaba en mi cam emitiendo un ratito, había quedado para ir a tomar algo con unos cuantos amigos a Castelldefells pero ya después de cenar .
Tranquilamente me duché con agua templada, recuerdo que esa noche hacía mucha calor.
Decidí ponerme un vestidito de color negro con un hombro al descubierto, me gusta mucho este vestido porque la tela tiene mucha caída y marca perfectamente mis curvas, es cortito cortito, llega por debajo del culete justo pero elegante y sensual a la vez. Mis zapatos esta vez eran unas sandalias de color negro con el tacón de aguja, con unos brillantes en la parte de delante, un bolso de mano de color negro con brillantes también a conjunto de las sandalias y estaba lista para tomar esas copichuelas con varios amigos. Algunos liberales, otros no.
La verdad es que esperaba que la noche fuera tranquila pero lo que pasó al llegar a Castelldefells cambió por completo mis planes.
Cuando llegamos al pueblo había bastantes niños de entre quince y dieciocho años borrachos perdidos ya allá a la una de la madrugrada, entremos en un garito que estaba muy bien, éramos seis personas, dos parejas y un amigo de una de las parejas.
La cosa no estaba muy animada, mis amigas y yo nos pusimos a bailar un poco pero la música no nos gustaba mucho, así que después de tomar la primera copa decidimos irnos a otro sitio.
Después de andar un buen rato nos sentamos en una terraza a comer un helado y allí fue donde empezó el temita.
Juan, el amigo de una de las parejas era un chaval muy majo, me calló bien desde el primer momento, tenía solamente veinticinco años, era amable, simpático y a la vez trababa cada tema con bastante seriedad, el pobre no sabía con quien se la estaba jugando, no sabía que una de las parejas eran liberales e iban a ir a por todas con él y yo por supuesto también quería pillar cacho, como de costumbre.
La conversación poco a poco fue tomando rumbo y para cuando el culo de nuestro helado empezó a derretirse la cuerda de mi tanga ya estaba empapado, no había vuelta atrás, era la hora de empezar a entrar en acción y animar al chico a probar cosas nuevas.
Levanté la voz entre la de ellos y les propuse que nos fuéramos un rato a la playa, que para eso era San Juan y que era una noche mágica.
-¿que dices? Dijo una de las chicas, llevo tacones y medias
-Pues te las quitas, jeje
Aunque en el fondo yo sabía que a mi amiga mis palabras le habían sabido a gloria.
Fuimos todos para la playa y cual fue mi decepción? Pues encontrarme como era lógico un buen trozo de playa lleno de hogueras y gente, así que caminemos un poco hasta llegar a un sitio que más o menos estaba tranquilito . Que gozada pisar la arena fresquita y sentir el murmullo de las olas, entre petardos y cohetes, eso si.
Allí mismo nos sentamos, yo puse en la arena una chaquetita muy fina que llevaba por si refrescaba .
Vi que Juan me miró claramente y me levante haciendo un poco el tonto, dándole con los piececitos a la arena y acercándome poco a poco al agua hasta que llegué a la orilla y me mojé los pies, tengo que reconocer que me da un miedo el mar por la noche que te cagas pero había que hacer un esfuerzo porque la cosa merecía la pena.
Alargué mi mano y toqué el agua: estaba buena, pero lo que yo realmente quería era que Juan se acercara al ver mi tanguita blanco entre mis piernas.
-¡Esta muy buena! Grite mirando hacia atrás . Cuando de repente y sin esperármelo note como por mi derecha dos manos me cogían de las caderas, buffffffffff era él. Creí que me iba a costar mucho mas, jeje.
Estuvimos bastante rato allí y como era de esperar a Marta no le hizo ninguna gracia tanta tontería( la pareja no liberal).
-Nosotros nos vamos ya Isis. Me dijo
Espera, nos vamos todos ya.
Sin hoguera pero con un calentón que para que, fuimos al pueblo de nuevo y acompañamos a Marta a su coche. Yo había traído a Juan y a la segunda pareja en el mío, así que volver nos teníamos que volver juntos también.
Una vez se fue Marta y su marido, nos subimos al coche. Este pueblo ya estaba mas que muerto y la noche prometía.
-¿A dónde vamos? Preguntó Juan
-¿Dónde te gustaría ir? Le contestó Nerea
-Puesss pues no sé, a tomar algo¿no?
-¿En mi casa o en la tuya?contestó
Víctor y yo nos miramos con mirada picarona y no pudimos evitar echarnos a reir. Juan al vernos hizo lo mismo y nos dijo:
-Pues podríamos tomar algo en mi casa, he comprado un cava bastante bueno y esta fresquito
-Perfecto . Dije yo, cava fresco y cuerpos calientes jeje.
¿Porque no conduces tú Víctor? Anda cielo que ya sabes que me da mucho palo.
Yo me senté con Juan y Nerea y poco a poco entre las dos fuimos calentándolo subiendo nuestra faldita hasta que Víctor miró por el retrovisor y nos vio el tanga. Yo creo que en ese momento los pantalones vaqueros de Juan le iban a estallar.
Empezó tocándonos las piernas, Nerea llevaba unas medias de liga transparentes porque su falda era un poquito mas larga, yo no llevaba nada, al sentir su mano y mirar a la vez como metía la otra entre las piernas de mi amiga me lo hubiera follado allí mismo, el pobre miraba a Víctor de vez en cuando por si se enfadaba, jeje que iluso ¿es que no veía que a él también le iban a explotar?
Nerea y yo nos empezamos a besar delante de sus narices , no tuvo mas remedio que desabrochar su pantalones y empezar a tocarse, no lo pudo evitar, nos lo dejó a huevo para que las dos como dos perritas hambrientas nos amorráramos a su polla y empezáramos a comérsela como dos buenas zorritas en celo que somos, entre la lengua de mi amiga y esa preciosa polla que tenía entre mis labios me estaba volviendo loca así que decidí parar un poco y dejar algo para luego.
Nerea hizo lo mismo y Juan más que conformado sin mediar palabra se abrochó el pantalón y nos morreo sin cesar a las dos.
-Es aquí Víctor, ya hemos llegado, ahí, aparca donde puedas.
Al llegar a su casa, me quedé flipada, era una casita de una planta muy chula y acogedora, perfecta para tener la noche que se había ido cociendo.
No le dio tiempo a Juan casi ni a abrir la puerta cuando Víctor me empujó contra la pared de espaldas y me dijo al oído: -Como me has puesto zorra, que ganas tenía ya de follarte , no sabes cuantas.
Joder joder al decirme eso, quise alargar la cosa, no quería que todo fuera tan rápido, pero con el pedazo calentón que llevábamos todos no podía ser de otra manera.
Nerea acabó con Juan en el sofá, él la puso sentada con las piernas abiertas colgando, le quitó las bragas y le empezó a comer el coño, ella gritaba, gritaba pero a saco. Yo me puse mala de verla y le dije a Víctor que quería estar al lado de ella también mientras me comía el coño a mi .
Que pasada, tumbados en ese pedazo sofá comiéndonos la boquita y ellos disfrutando de nuestro coñazo.
Víctor incluso no pudo aguantar al oírme y se pajeaba super rápido, mojaba una y otra vez su mano en mi coño y se lo untaba en la polla, me estaban dando muchas ganas de follármelo pero en realidad quería aguantar un poco más para que me follara Juan, a Víctor ya me lo había follado, aunque con lo bien que me estaba comiendo el coño no sabía si podría aguantar más.
-Cambiamos . Dijo Juan
Juan se puso el condón, Víctor no porque era su mujer, mientras Víctor se la follaba miraba como un descosido como me follaba a mí, cogiéndome las piernas, quitándome el vestido y sobándome las tetas, cuando me metió la polla fue como alcanzar el cielo, tan joven y guapo y con esa polla que entraba a la primera. Estaba tan excitada que Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii Diossssssssssssss grite mientras me corría lentamente con su enorme polla.
El muy cabrón lo quería todo, se puso encima de mí y se corrió en la carita de Nerea a la vez que Víctor le hacía correr a ella. Éste me pidió si por favor se podía correr dentro de mi coño, por supuesto le dije que si se ponía el condón sí .
Así que así fue, me folló tan fuerte que me volvió a poner cachonda. La juerga continuó hasta las seis de la mañana y he estado bastante hecha polvo durante los días siguientes, por eso no me habréis visto tanto. Aunque como siempre digo, si es así de hecha polvo quiero estar hecha polvo todos los días.
Besos húmedos y lascivos
ISIS