Mi Mujer y los Vecinos

heroher

Virgen
Registrado
Jul 31, 2012
Mensajes
238
Likes Recibidos
50
Puntos
0
Era una calurosa tarde de julio. Mi mujer estaba cuidando y arreglando su pequeño jardín.
Llevaba puesto un pantalón corto y una camiseta de tirantes.
En uno de los edificios cuya parte trasera da a nuestro jardin, concretamente en el primero, vivian cuatro jóvenes de edades entre 22 y 28 años.

Uno de ellos se asomó a la ventana a echar un pitillo cuando vió algo que le llamo poderosamente la atención. Mi mujer estaba de rodillas, agachada y debido a que llevaba una camiseta floja y sin sujetador se le veía prácticamente la totalidad de sus pechos. Sintió una excitación y al instante llamo a sus tres compañeros.

Los cuatro observaron con precisión el cuerpo de mi mujer y empezaron a soltar comentarios del tipo de: - qué buena está - como me está poniendo- como me gustaría follarmela, etc..

Uno fue más directo y llamó la atención de ella, - eh guapa, aquí, mira para aquí – mi mujer levanto la vista y pudo observar a los cuatro jóvenes. - ¿ Qué haces? Le preguntó, - estoy trabajando un poco- contestó ella. – Con el calor que hace, por qué no subes y tomas algo fresco con nosotros- ella respondió ,- muchas gracias por la invitación pero mejor no -, ahora insistió otro de los muchachos, el cuál recibió las misma contestación.

No sé si fue por la insistencia de ellos o bien por el morbo que mi mujer estaba sintiendo pero el caso es que ella en un momento dado dijo, - está bien pero voy a casa a darme una ducha y cambiarme- rápidamente un joven dijo, - no hace falta, te puedes duchar aquí y nosotros te dejamos ropa limpia-, mi mujer quedó un tiempo pensando y al poco dijo, - vale, está bien-, empezó a caminar dirección al piso de los jóvenes.

Ellos estaban cada vez más excitados y mientras no se presentó en el piso comentaban lo que harían con ella si se dejase.
Llegó al piso, entro y se presentó a los cuatro jóvenes. Uno le ofreció una camiseta y le indicó donde estaba el baño para poder ducharse.

Se metió en el baño, cerro la puerta y se dispuso a ducharse, mientras los cuatro jóvenes seguían de pie sin decir palabra. – Joder me va a estallar la polla de lo excitado que estoy, como estais vosotros?, los demás respondieron que también estaban preparados para entrar en acción. – Venga entramos en el baño y la asaltamos- dijo uno, - y si no quiere – respondió otro, - anda que no, vamos que una tia se viene al piso se pone a ducharse y no se va a dejar hacer, que iluso eres-.

Los cuatro jóvenes se desnudaron y se dirigieron al baño, abrieron la puerta y pudieron ver una sombra detrás de la cortina del baño. La descorrieron bruscamente y al fin consiguieron ver el cuerpo desnudo y mojado de mi mujer, ella los observó y vio como los cuatro tenían sus pollas cargadas y listas para disparar.

- veo que no perdeis el tiempo- dijo ella y justo al acabar de decir esto los cuatro muchachos se metieron en la ducha y empezaron una sesión brutal de magreo y sexo.
Se abalanzaron como fieras sobre su presa, las ocho manos recorrían el cuerpo de mi mujer, tocaban todo el coño, los pechos, las nalgas, las cuatro bocas se iban turnando con la boca de ella, uno se arrodilló y comenzó a comer su vagina, mi mujer quería, necesitaba gritar de placer pero debido a la intensidad de la sesión no era capaz, parecía que los muchachos llevaban años sin tener sexo, estaban como poseidos. A duras penas podría hacer más que tocar alguna que otra polla, estaba siendo sometida con dureza.

De repente la cogen en el aire y la transportan hacia la habitación y la arrojan sobre la cama y al instante continua la avalancha de manos y bocas sobre su cuerpo.

Un de los muchachos dijo,- no aguanto más me la voy a follar- y dicho esto se colocó entre sus piernas acercó la polla al coñito y de un golpe fuerte y seco se la metió toda, ahora si que mi mujer soltó un grito de placer,- diossss, ahhhhhhh, que gustooooooo- el joven intensificaba poco a poco su velocidad de penetración mientras los otros seguían a lo suyo, dos le comían los pechos y un tercero le acercó la polla a la cara, polla que enseguida empezó a ser comida.

Que escena más brutal de sexo, mi mujer no daba echo con tanta polla aunque la verdad se estaba portando como una auténtica profesional del sexo. El joven enseguida se corrió, dentro porque así ella se lo había pedido, y enseguida ocupó su lugar otro de los jóvenes era el segundo y con el mi mujer tuvo un orgasmo bestial, chillaba como un perra en celo, como nunca lo había hecho.

Uno tras otro se la follaron los cuatro con una doble sesión pues cuando acabó el último el primero ya estaba listo para empezar otra vez, es decir ocho folladas en una tarde, ocho folladas y cuatro orgasmos que dejaron a los cinco totalmente extasiados y cansados encima de la cama, hasta el punto de que así se quedaron dormidos.
Cuando mi mujer se despertó estaba ya anocheciendo. Se incorporó y observo los cuerpos desnudos de los jóvenes. Que tranquilos y descansados estaban, y pensar que no hace mucho habían desplegado toda su fuerza sexual, para calmar sus instintos, contra su cuerpo de mujer.

Se puso en pie, estaba sudada y tenía restos de semen en las piernas y en los pechos, por que aunque casi todas las veces se corrieron dentro de su cueva, dos veces lo hicieron fuera, una sobre las piernas y otra sobre los pechos quedando estos impregnados del líquido masculino.

Lo más fácil para mi mujer hubiese sido, aprovechando que los jóvenes dormían, vestirse e irse para casa, pero en cambio tomó otra decisión. Se dirigió hacia la cocina, abrió la nevera y echo un vistazo dentro.

Se puso un delantal de peto y se dispuso a preparar la cena, tal vez como recompensa por haberla echo pasar tan buena tarde.

Una vez acabada su tarea de cocinar despertó a los jóvenes, - venga despertar que os tengo preparada la cena, - ah que bien, muchas gracias- dijeron ellos.

Se sentaron en la mesa y mi mujer quedó de pie apoyada en la cimera observando como devoraban la cena, - oye no vale, nosotros estamos desnudos y tu media tapada, venga sácate el delantal- ella obedeció y colgó la prenda de donde la había sacado.
Casi habían finalizado de cenar cuando mi mujer detectó que uno de ellos volvía a tener su aparato preparado para entrar en acción. – pero hombre ya estás así otra vez- dijo ella a lo que él respondió – es que no sabes como me pones- - ya lo sé, ya- ella se inclinó hacia delante y enseñándole su hermoso culo le dijo,- ven, anda disfruta y hazme disfrutar- el se levantó al instante la agarró fuertemente por las caderas y tomando impulso le ensartó toda su gran polla, - siiii, hasta el fondooooo, como me gusta, aaahhh- mi mujer no paraba de gritar, el se inclino hacia ella y le empezó a sobar de manera brutal los pechos, al tiempo que le decía al oído, - te gusta que te folle, verdad zorrita, te gusta sentir mi polla dentro verdad?- - si me gusta, la quiero toda, fóllame, fóllame- entonces esa unión de dos cuerpos se movió hasta que mi mujer apoyó sus manos en la mesa, siempre sin que la polla del joven entrase y saliese a su gusto.

Los tres de la mesa estaban ya excitados y con ganas de entrar en acción. Uno de ellos se levantó, abrió la nevera y sacó un bote de nata, puso en la punta de la polla de cada uno de sus compañeros y en la suya un pegote de nata. – Venga golfa cómete la nata- entonces y siempre mientras era penetrada se movió hacia uno de los postres y lo empezó a comer,- uhmmmmmmm como me gusta, que comidita- asi una tras otra se las fue comiendo y justo cuando acaba con la última sintió como su chocho se volvió a llenar de semen, - me corrrrrroooo, diossssss que polvo- gritaba el muchacho.
- Ahora nos toca a nosotros- y dicho esto tumbaron a mi mujer en la mesa de la cocina, la cubrieron de nata y los tres golosos empezaron a comerla, los pechos, la boca y sobre todo el chochito.

Estaba siendo devorado con devoción y pasión, - mira que eres golfa, menuda tarde llevas y aún lo que te queda, ahora su coño estaba siendo sobado por los dedos gordos y largos de un muchacho. Primero uno, luego otro y hasta otro dedo mas se acomodaron en el interior de su vagina y empezaron e moverse. La estaba masturbando y que placer sentía, se incorporó un poco para verse su sexo y como los dedos entraban y salían, - te gusta verdad?, te gusta esto puta- - si mucho, diosss, como me gusta-, - eres una perra en celo que no te das saciado, pero nosotros te saciaremos- y la velocidad de los dedos y de la pelvis de mi mujer cada vez aumentaban, - siiiiiii, siiiiiii- no paraba de gritar, hasta que – me corroo, joder me corrooooo- y al final sintió un orgasmo poderoso.

Se tumbó en la mesa descansando, pero pronto volvio al trabajo. Uno de los muchachos la acercó al borde de la mesa, le abrió las pierna y violentamente le metió todo su mástil, la miró fijamente y le dijo,- vas a ver lo que es un buen polvo- y empezo un movimiento frenético y durisimo- ahhh , aaah, exclamó ella. Le costó un poco coger el ritmo del joven pero al fin lo consiguió y cruzando sus piernas alrededor de su cuerpo acompasaba cada entrada y salida de la polla con un movimiento de cintura.

El joven le embestía con dureza, estaba cada vez más excitado y los viajes que le metía eran brutales. El ritmo del polvo seguía y seguía creciendo,- dios me perforas, me revientas, la noto toda, siiiiiii- gritaba ella, - diossssss como me gusta follarte, dioosss que polvo decía el-.

Ella agarró el culo con fuerza de él y lo atrajo hacia ella con gran presión- siiiiii, hasta el fondo, la quiero hasta el fondo- ese polvo era brutal, no tenía nada que ver con ninguno de los anteriores, el joven parecía poseído, le morreaba, le sobaba los pechos, la movía por la mesa y todo a un ritmo y una fuerza brutal. De repente levantó el cuerpo de mi mujer lo apoyó contra una pared y siguió con sus embestidas descomunales, - me voy a correr y no quiero, quiero follarte toda la noche-, exclamó, - siiiiiii, máaaaaaaas- mi mujer solamente podía ya gemir pero aún tuvo fuerzas para alargar un brazo y agarrar los huevos duros del joven – siiiiiii quiero tus huevos, quiero tu pollaaaa dentro toda, dame más fuerte, dame mássssssss- a cada comentario de mi mujer la excitación del joven crecía y cada vez la penetraba más salvajemente, los otros muchachos estaban asombrados casi asustados de lo que estaban viendo, del polvazo que estaban contemplando.- No aguanto más me voy a correr- dijo el joven, - yo tambien, nos corremos juntos- respondió mi mujer y al unísono comenzaron un orgasmo espectacular y extraordinario que duro un par de minutos.

Se mantuvieron unidos un buen rato y cuando por fin se soltaron, mi mujer se sentó en una silla toda abierta de piernas y el joven se tumbo boca arriba en el suelo, - que polvo, que polvo- repetía el, - estoy extasiada, agotada- decía ella. Ese descanso a mi mujer le duro muy poco tiempo pues aun quedaban dos muchachos con la polla dura y gorda. – Ahora me toca a mi, ponte de rodillas en el suelo como una perra- dijo uno. Ella obedeció, el se colocó detrás y al momento ya la estaba trabajando. Ella cerró las piernas y comenzó a mover el culo de una forma impetuosa proporcionándole un enorme placer al macho y por supuesto a ella. Tal era el placer que al poco el joven se corrió y lo más sorprendente ella también.

El ultimo de los muchachos que quedaba con la polla dura se tumbo en el suelo y le dijo a mi mujer que lo montase. Ella se colocó de pie encima de él y fue descendiendo poco a poco hasta que se introdujo toda su verga. Empezaron a moverse y debido a la excitación del joven poco después se corrió, poco tiempo se la estuvo follando pero el suficiente para que mi mujer se volviese a correr. Era increíble llevaba cuatro orgasmos seguidos y se la habían follado doce veces en menos de cuatro horas.
Mi mujer se levantó, se lavó un poco se vistió y se despidió de los muchachos no sin antes decir que esperaba repetir lo vivido esta tarde.
 

javivi1988

Virgen
Registrado
Feb 18, 2012
Mensajes
234
Likes Recibidos
0
Puntos
0
¿ Y tu como sabes que eso sucedio? Te lo cnto ella?
 
Arriba Pie