mi mama y mi tia 2

lignardo

Virgen
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Mi mama y mi tÃ*a<br />
Parte 2<br />
Cenamos los tres tranquilamente manteniendo una conversación de la mas estúpida e insulsa, y luego mi hermana se retiró a dormir. Con mi tÃ*a decidimos mirar una pelÃ*cula en la tele y nos fuimos los dos hasta el ******. Cuando encendÃ* la tele mi tÃ*a me dijo que irÃ*a a preparar café y a ponerse algo mas liviano pues como dijo, le apretaba el pantalón luego de la abundante cena.<br />
Nunca imaginé que vendrÃ*a vestida con un delicado camisón, bastante corto y transparente, y debajo absolutamente nada. <br />
Me senté en el sillón de tres cuerpos, encendÃ* la tele con el control remoto y me puse a hacer zaping buscando algo entretenido. Al rato apareció mi tÃ*a con el café y el camisón que le llegaba hasta la mitad de los muslos, sin mencionar el amplio escote por donde asomaban buen parte de las generosas y sabrosas tetas.<br />
Cuando dejó la bandeja con el café en la mesita ratona las dos preciosas tetas quedaron ante mi vista, colgando y moviéndose en un erótico vaivén alucinante.<br />
Sin decir nada fue hasta la mesita del televisor y tomó la revista con la programación y se la puso a hojear frente a la pantalla, que gracias a su iluminación transparentaba totalmente el camisón de Silvana.<br />
Yo miraba totalmente absorto esa maravillosa concha peluda a la vez que mi pija comenzaba a ponerse dura como la roca.<br />
Estaba seguro que todo eso mi tÃ*a no lo hacÃ*a para calentarme, simplemente lo hacÃ*a de pura ignorancia, pues ella creÃ*a que yo aun era un niño sin ningún apetito sexual.<br />
Mientras miraba a esa maravillosa hembra se me ocurrió algo que podrÃ*a ayudarme.<br />
Me levanté diciendo que iba al baño. En realidad fui al baño pero a buscar un frasquito con unas gotas para dormir que solÃ*a utilizar mi padre, que guardé en el bolsillo de mi camisa. VolvÃ* al ****** y Silvana ya estaba sentada mirando un programa musical.<br />
Le pregunté si querÃ*a tomar un whisky, y para mi suerte respondió que si.<br />
ServÃ* la bebida, de espaldas a ella, agregándole una buena cantidad del liquido para dormir y se la entregué con una amplia sonrisa. Ella me lo agradeció y nos pusimos a mirar la tele y tomar el café. <br />
Yo esperaba que se duerma allÃ* mismo puesto que cuando se retiraba a su dormitorio siempre cerraba la puerta con llave y si esto sucedÃ*a mi plan fracasarÃ*a.<br />
Pasaron unos cuantos minutos; yo miraba de reojo para ver si el liquido y el alcohol surtÃ*an efecto a la vez que también miraba sus largas piernas y el contorno de sus opulentas tetas. Como a los 20 minutos comenzó a bostezar y a los 30 estaba completamente dormida.<br />
Me acomodé a su lado y le toqué el hombro como para despertarla y saber cuan profundamente dormida estaba. No respondió pese a que casi la sacudÃ* con un poco mas de fuerza.<br />
Me levanté y la recosté en el sillón, por unos segundos me detuve a observarla y me arrodille a su lado, desprendÃ* los botones que llegaban hasta su estómago dejando al aire las dos tetas, luego, temblando por los nervios o por la calentura le levanté el camisón hasta mas arriba del ombligo.<br />
Una hermosa concha peluda se me ofrecÃ*a ante mis ávidos ojos de imágenes eróticas. Me desabroche los pantalones y saqué la verga para que respirara y también viera aquel magnÃ*fico espectáculo <br />
Al principio no quise tocarla. Solo la contemplaba y me pajeaba lentamente para no acabar tan rápido.<br />
Tomé coraje y comencé a manosearle las tetas que respondieron haciendo que los pezones se pongan duros y en punta. Poco tardé en chupárselos y mordérselos, agarraba ambas tetas con las manos y las ponÃ*a juntas y las apretaba como habÃ*a visto alguna vez en una pelÃ*cula porno.<br />
Después de unos minutos entretenido con las tetas me dediqué a su peludo pubis. Pasé muy suavemente una mano sobre el, comprobando lo sedoso de sus pendejos negros. MetÃ* un dedo entre sus dos muslos apretados y sentÃ* su concha muy caliente y muy húmeda entre los carnosos labios.<br />
Dejé de pajearme y con la mano derecha seguÃ* tocándole bien la concha y acariciando los abundantes pendejos negros, con la otra sobaba las tetas opulentas como un desesperado mientras que refregaba mi verga contra los blancos muslos.<br />
De repente Silvana cambió de posición, colocándose de espaldas y ofreciéndome ese glorioso culo respingón. Yo no dudé un solo segundo y comencé a sobar mi pija contra sus nalgas pasando la cabeza de la verga por la raya del culo.<br />
Estaba en la gloria, disfrutando como un loco de esas sabrosas carnes maduras. Ahora habÃ*a retirado la pija del culo y le metÃ*a mano por todo el ojete y hasta llegué a chupárselo, sintiendo el hermoso aroma de venia de su concha llena de flujos. Creo que estos olores me terminaron de encender pues no aguanté mas y ahÃ*, arrodillado como estaba le comencé a meter la pija en la concha desde atrás y como esta estaba muy lubricada la verga entró sin ningún problema.<br />
Mientras bombeaba la tocaba las tetas y la concha por delante hasta que no pude mas y acabé, llenándole todo su interior de gran cantidad de leche caliente y espesa.<br />
Luego limpié cuidadosamente los restos de leche que quedaron, aproveché para sacarle unas cuantas fotos de primeros planos de las tetas, la concha peluda y muchas de cuerpo entero en diferentes poses eróticas. Después cubrÃ* a Silvana con una manta y yo me retiré a mi dormitorio a dormir. <br />
HabÃ*a perdido mi virginidad de una forma bastante curiosa. <br />
Al dÃ*a siguiente mi tÃ*a se mostró igual que siempre por lo que deduje que no se habÃ*a dado cuanta de nada. Solo me agradeció haberla cubierto con la manta. <br />
Yo no perdÃ*a oportunidad para espiarla desnuda y hacerme mis buenas pajas y cuando no podÃ*a recurrÃ*a a las fotos que le habÃ*a sacado la otra noche. Gracias a la tecnologÃ*a digital las tenÃ*a en mi PC, pues la cámara que habÃ*a utilizado era digital y de última generación.<br />
Cuando regresó mi mamá de su viaje nos contó que su hermano, que hacÃ*a 10 años que no veÃ*a y a quien odiaba, habÃ*a muerto de SIDA y lo mejor de todo era que le habÃ*a unos cuantos miles de dólares de herencia. Con algunos de esos billetes me compré una pequeña moto de baja cilindrada y tuve la mala o buena suerte de que me atropellara un auto al poco de tenerla.<br />
Como resultado del accidente quedé con fractura de las dos clavÃ*culas y del fémur derecho. Esto significó que tenÃ*a que quedarme en cama muchos dÃ*as sin poder mover los brazos, sin caminar y sin poderme hacer la paja. HacÃ*a calor y por momentos la pasaba realmente mal.<br />
Un dÃ*a a la mañana, mientras mi madre estaba en la empresa y mi hermana en el colegio, vino mi tÃ*a Silvana a ver si yo necesitaba algo. Le dije que querÃ*a orinar y ella me colocó el papagayo para que orinara. Cuando me tocó la verga sentÃ* unas cosquillas por todo el cuerpo y comencé a transpirar como si estuviera en el desierto. Terminé de mear y Silvana tiró la meada en el baño y me dijo que me iba a higienizar un poco. Tomó una esponja mojada, me destapó dejándome en pelotas y comenzó a lavarme todo el cuerpo.<br />
Ella estaba con una camisa muy amplia y se notaba que sin corpiño y cada vez que se agachaba un poco se le veÃ*an las enormes tetas moviéndose al compás del lavado. Luego de lavarme el pecho siguió con el abdomen para después seguir con mi verga y mis huevos. Esto hizo que mi pija despertara de un prolongado letargo, desarrollándose en todo su esplendor.<br />
Silvana se quedó mirándola con la boca abierta hasta que dijo: “vaya, vaya, con que esas tenemos�.<br />
Dicho eso se puso a sobarme los huevos y a apretarme la verga, mientras repetÃ*a lo muy desarrollado que estaba. Yo no entendÃ*a absolutamente nada de lo que estaba pasando.<br />
De pronto Silvana me preguntó cuanto tiempo hacÃ*a que no me pajeaba y al ver que yo no respondÃ*a y me ponÃ*a colorado continuó diciendo: “vanos, no me vas a decir que a tu edad no te hacés miles de pajas pensando en mujeres desnudas o mirando algún video porno’. Ahora estaba lavándome la cara interna de los muslos, bien cerca de los huevos y casi llegando al ojete. Yo le respondÃ* que de vez en cuando me hacia alguna paja, pero que desde el accidente no habÃ*a podido hacerlo, aunque estaba bastante caliente. Todo esto lo dije de un solo tirón y sin ningún tipo de vergúenza.<br />
“Bueno, para que veas lo buena que soy te voy a ayudar un poquito a que descargues las angustias contenidas por tantos dÃ*asâ€�. <br />
Dicho esto comenzó a hacerme una soberbia paja, mientras yo abrÃ*a los ojos sin poder creer lo que veÃ*a.<br />
“Te gusta la pajita que te estoy haciendo�. Dijo Silvana en tono muy sensual.<br />
“ Me gusta mucho tÃ*a, estoy gozando como un locoâ€�. Dije yo mientras ella seguÃ*a sobándome la pija.<br />
Traté de serenarme un poco y pensar tranquilamente para poder sacarle mejor partido a la situación. Era una pena que no podÃ*a utilizar mis manos, pues si hubiese podido usarlas inmediatamente le hubiera agarrado las tetas o el culo. Me daba cuenta que ella estaba tan caliente como yo, sus pezones se notaban claramente a través de la camisa y mientras me pajeaba hacÃ*a ciertos sonidos con su boca, inequÃ*vocos de la gran calentura que tenÃ*a.<br />
“ Sabes una cosa tÃ*a?, nunca e visto una mujer completamente desnuda en directo, solo las conozco por medio de las revistas y los videos, y pensé que vos podÃ*as satisfacer mi curiosidadâ€�.<br />
“ Pues claro que puedo y lo haré�.<br />
Dicho esto me besó la punta de la pija, se retiró un poco y comenzó a desnudarse.<br />
Cuando se quitó la camisa las dos enormes tetas quedaron ante mis ojos apuntándome con sus gruesos pezones. Luego se agarró las tetas con ambas manos y las apretaba mientras cerraba sus ojos y pasaba la lengua por sus labios. Después tomó una y teta y flexionando su cuello se puso a chupar su propio pezón, duro, muy parado y colorado a punto de reventar.
 

xabo21

Virgen
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me gusto esa buena la continuacion :thumbsup:
 

buendif57

Virgen
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[qMuy interesante :icon_cool:=lignardo;517552] Mi mama y mi t�*a<br />
Parte 2<br />
Cenamos los tres tranquilamente manteniendo una conversación de la mas estúpida e insulsa, y luego mi hermana se retiró a dormir. Con mi t�*a decidimos mirar una pel�*cula en la tele y nos fuimos los dos hasta el ******. Cuando encend�* la tele mi t�*a me dijo que ir�*a a preparar café y a ponerse algo mas liviano pues como dijo, le apretaba el pantalón luego de la abundante cena.<br />
Nunca imaginé que vendr�*a vestida con un delicado camisón, bastante corto y transparente, y debajo absolutamente nada. <br />
Me senté en el sillón de tres cuerpos, encend�* la tele con el control remoto y me puse a hacer zaping buscando algo entretenido. Al rato apareció mi t�*a con el café y el camisón que le llegaba hasta la mitad de los muslos, sin mencionar el amplio escote por donde asomaban buen parte de las generosas y sabrosas tetas.<br />
Cuando dejó la bandeja con el café en la mesita ratona las dos preciosas tetas quedaron ante mi vista, colgando y moviéndose en un erótico vaivén alucinante.<br />
Sin decir nada fue hasta la mesita del televisor y tomó la revista con la programación y se la puso a hojear frente a la pantalla, que gracias a su iluminación transparentaba totalmente el camisón de Silvana.<br />
Yo miraba totalmente absorto esa maravillosa concha peluda a la vez que mi pija comenzaba a ponerse dura como la roca.<br />
Estaba seguro que todo eso mi t�*a no lo hac�*a para calentarme, simplemente lo hac�*a de pura ignorancia, pues ella cre�*a que yo aun era un niño sin ningún apetito sexual.<br />
Mientras miraba a esa maravillosa hembra se me ocurrió algo que podr�*a ayudarme.<br />
Me levanté diciendo que iba al baño. En realidad fui al baño pero a buscar un frasquito con unas gotas para dormir que sol�*a utilizar mi padre, que guardé en el bolsillo de mi camisa. Volv�* al ****** y Silvana ya estaba sentada mirando un programa musical.<br />
Le pregunté si quer�*a tomar un whisky, y para mi suerte respondió que si.<br />
Serv�* la bebida, de espaldas a ella, agregándole una buena cantidad del liquido para dormir y se la entregué con una amplia sonrisa. Ella me lo agradeció y nos pusimos a mirar la tele y tomar el café. <br />
Yo esperaba que se duerma all�* mismo puesto que cuando se retiraba a su dormitorio siempre cerraba la puerta con llave y si esto suced�*a mi plan fracasar�*a.<br />
Pasaron unos cuantos minutos; yo miraba de reojo para ver si el liquido y el alcohol surt�*an efecto a la vez que también miraba sus largas piernas y el contorno de sus opulentas tetas. Como a los 20 minutos comenzó a bostezar y a los 30 estaba completamente dormida.<br />
Me acomodé a su lado y le toqué el hombro como para despertarla y saber cuan profundamente dormida estaba. No respondió pese a que casi la sacud�* con un poco mas de fuerza.<br />
Me levanté y la recosté en el sillón, por unos segundos me detuve a observarla y me arrodille a su lado, desprend�* los botones que llegaban hasta su estómago dejando al aire las dos tetas, luego, temblando por los nervios o por la calentura le levanté el camisón hasta mas arriba del ombligo.<br />
Una hermosa concha peluda se me ofrec�*a ante mis ávidos ojos de imágenes eróticas. Me desabroche los pantalones y saqué la verga para que respirara y también viera aquel magn�*fico espectáculo <br />
Al principio no quise tocarla. Solo la contemplaba y me pajeaba lentamente para no acabar tan rápido.<br />
Tomé coraje y comencé a manosearle las tetas que respondieron haciendo que los pezones se pongan duros y en punta. Poco tardé en chupárselos y mordérselos, agarraba ambas tetas con las manos y las pon�*a juntas y las apretaba como hab�*a visto alguna vez en una pel�*cula porno.<br />
Después de unos minutos entretenido con las tetas me dediqué a su peludo pubis. Pasé muy suavemente una mano sobre el, comprobando lo sedoso de sus pendejos negros. Met�* un dedo entre sus dos muslos apretados y sent�* su concha muy caliente y muy húmeda entre los carnosos labios.<br />
Dejé de pajearme y con la mano derecha segu�* tocándole bien la concha y acariciando los abundantes pendejos negros, con la otra sobaba las tetas opulentas como un desesperado mientras que refregaba mi verga contra los blancos muslos.<br />
De repente Silvana cambió de posición, colocándose de espaldas y ofreciéndome ese glorioso culo respingón. Yo no dudé un solo segundo y comencé a sobar mi pija contra sus nalgas pasando la cabeza de la verga por la raya del culo.<br />
Estaba en la gloria, disfrutando como un loco de esas sabrosas carnes maduras. Ahora hab�*a retirado la pija del culo y le met�*a mano por todo el ojete y hasta llegué a chupárselo, sintiendo el hermoso aroma de venia de su concha llena de flujos. Creo que estos olores me terminaron de encender pues no aguanté mas y ah�*, arrodillado como estaba le comencé a meter la pija en la concha desde atrás y como esta estaba muy lubricada la verga entró sin ningún problema.<br />
Mientras bombeaba la tocaba las tetas y la concha por delante hasta que no pude mas y acabé, llenándole todo su interior de gran cantidad de leche caliente y espesa.<br />
Luego limpié cuidadosamente los restos de leche que quedaron, aproveché para sacarle unas cuantas fotos de primeros planos de las tetas, la concha peluda y muchas de cuerpo entero en diferentes poses eróticas. Después cubr�* a Silvana con una manta y yo me retiré a mi dormitorio a dormir. <br />
Hab�*a perdido mi virginidad de una forma bastante curiosa. <br />
Al d�*a siguiente mi t�*a se mostró igual que siempre por lo que deduje que no se hab�*a dado cuanta de nada. Solo me agradeció haberla cubierto con la manta. <br />
Yo no perd�*a oportunidad para espiarla desnuda y hacerme mis buenas pajas y cuando no pod�*a recurr�*a a las fotos que le hab�*a sacado la otra noche. Gracias a la tecnolog�*a digital las ten�*a en mi PC, pues la cámara que hab�*a utilizado era digital y de última generación.<br />
Cuando regresó mi mamá de su viaje nos contó que su hermano, que hac�*a 10 años que no ve�*a y a quien odiaba, hab�*a muerto de SIDA y lo mejor de todo era que le hab�*a unos cuantos miles de dólares de herencia. Con algunos de esos billetes me compré una pequeña moto de baja cilindrada y tuve la mala o buena suerte de que me atropellara un auto al poco de tenerla.<br />
Como resultado del accidente quedé con fractura de las dos clav�*culas y del fémur derecho. Esto significó que ten�*a que quedarme en cama muchos d�*as sin poder mover los brazos, sin caminar y sin poderme hacer la paja. Hac�*a calor y por momentos la pasaba realmente mal.<br />
Un d�*a a la mañana, mientras mi madre estaba en la empresa y mi hermana en el colegio, vino mi t�*a Silvana a ver si yo necesitaba algo. Le dije que quer�*a orinar y ella me colocó el papagayo para que orinara. Cuando me tocó la verga sent�* unas cosquillas por todo el cuerpo y comencé a transpirar como si estuviera en el desierto. Terminé de mear y Silvana tiró la meada en el baño y me dijo que me iba a higienizar un poco. Tomó una esponja mojada, me destapó dejándome en pelotas y comenzó a lavarme todo el cuerpo.<br />
Ella estaba con una camisa muy amplia y se notaba que sin corpiño y cada vez que se agachaba un poco se le ve�*an las enormes tetas moviéndose al compás del lavado. Luego de lavarme el pecho siguió con el abdomen para después seguir con mi verga y mis huevos. Esto hizo que mi pija despertara de un prolongado letargo, desarrollándose en todo su esplendor.<br />
Silvana se quedó mirándola con la boca abierta hasta que dijo: “vaya, vaya, con que esas tenemos”.<br />
Dicho eso se puso a sobarme los huevos y a apretarme la verga, mientras repet�*a lo muy desarrollado que estaba. Yo no entend�*a absolutamente nada de lo que estaba pasando.<br />
De pronto Silvana me preguntó cuanto tiempo hac�*a que no me pajeaba y al ver que yo no respond�*a y me pon�*a colorado continuó diciendo: “vanos, no me vas a decir que a tu edad no te hacés miles de pajas pensando en mujeres desnudas o mirando algún video porno’. Ahora estaba lavándome la cara interna de los muslos, bien cerca de los huevos y casi llegando al ojete. Yo le respond�* que de vez en cuando me hacia alguna paja, pero que desde el accidente no hab�*a podido hacerlo, aunque estaba bastante caliente. Todo esto lo dije de un solo tirón y sin ningún tipo de vergúenza.<br />
“Bueno, para que veas lo buena que soy te voy a ayudar un poquito a que descargues las angustias contenidas por tantos d�*as”. <br />
Dicho esto comenzó a hacerme una soberbia paja, mientras yo abr�*a los ojos sin poder creer lo que ve�*a.<br />
“Te gusta la pajita que te estoy haciendo”. Dijo Silvana en tono muy sensual.<br />
“ Me gusta mucho t�*a, estoy gozando como un loco”. Dije yo mientras ella segu�*a sobándome la pija.<br />
Traté de serenarme un poco y pensar tranquilamente para poder sacarle mejor partido a la situación. Era una pena que no pod�*a utilizar mis manos, pues si hubiese podido usarlas inmediatamente le hubiera agarrado las tetas o el culo. Me daba cuenta que ella estaba tan caliente como yo, sus pezones se notaban claramente a través de la camisa y mientras me pajeaba hac�*a ciertos sonidos con su boca, inequ�*vocos de la gran calentura que ten�*a.<br />
“ Sabes una cosa t�*a?, nunca e visto una mujer completamente desnuda en directo, solo las conozco por medio de las revistas y los videos, y pensé que vos pod�*as satisfacer mi curiosidad”.<br />
“ Pues claro que puedo y lo haré”.<br />
Dicho esto me besó la punta de la pija, se retiró un poco y comenzó a desnudarse.<br />
Cuando se quitó la camisa las dos enormes tetas quedaron ante mis ojos apuntándome con sus gruesos pezones. Luego se agarró las tetas con ambas manos y las apretaba mientras cerraba sus ojos y pasaba la lengua por sus labios. Después tomó una y teta y flexionando su cuello se puso a chupar su propio pezón, duro, muy parado y colorado a punto de reventar.[/quote]
 

ricosuave

Pajillero
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Ene 10, 2007
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muy buena la historia leere la parte tres se agardece saludos
 
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