Mi madura gordita

roman74

Pajillero
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No se como habÃ*a comenzado, pero allÃ* me encontraba lamiendo su inmenso culo, el sudor recorrÃ*a el interior de sus nalgas y su olor era poderoso, envolvente.................ya me entendéis; llevaba todo el dÃ*a de limpieza en su casa y la verdad es que toda ella estaba completamente sudada, aunque esto no es nada de extraño dado su volumen. TenÃ*a tantas ganas de poseerla, de lamerla por entero, que me parecÃ*a increÃ*ble encontrarme allÃ*, entre sus nalgas.................
Todo empezó cuando la conocÃ*. Por aquel entonces era novia de un amigo mÃ*o y la verdad es que siempre me habÃ*an excitado sus ampulosas formas: michelines marcados, escotes provocadores, cometarios cargados de segundas intenciones, en el fondo creo que siempre fue un poco guarra.
Siempre pensé en follármela pero si he de seros sincero solamente eran pensamientos, nunca creÃ* que realmente se iba a presentar la ocasión,; aquel dÃ*a fue distinto; llevaba casada ya algún tiempo y realmente creo que su marido no alcanzaba a entender que se habÃ*a casado con un volcán de vicio.
Llegué a su casa por la tarde, a dejar unas cosas que me habÃ*an encargado comprar en la ciudad y como me caÃ*a de paso me ofrecÃ* a llevárselas, en aquel momento os confieso que no pensaba en nada más; al llegar a su casa llamé a la puerta pero nadie contestó, pensé que no estarÃ*an en casa, insistÃ* y al no obtener contestación me dirigÃ* hacia la calle cuando de repente se abrió la puerta principal.
AllÃ* apareció la musa de mis noches solitarias. He de deciros que la mujer de la que os hablo era un tanto gruesa, pero prieta; y dado el calor que hacÃ*a, corrÃ*a el mes de agosto, su ropa consistÃ*a en una camiseta tipo baloncesto, por el que sin ningún pudor se desparramaba todo su cuerpo, junto con unos pantaloncitos que no acertaba a imaginar como habÃ*a sido capaz de entrar en ellos.
El sudor recorrÃ*a su piel y la hacÃ*a brillar de una forma que me produjo inmediatamente una erección imposible de contener. Hola!! Me dijo, vaya calor eh? Llevo todo el dÃ*a limpiando y ordenando un poco la casa por que mi marido está de viaje y no volverá hasta mañana, y he decidido aprovechar la ocasión, ya sabes que cuando está él solamente le gusta estar tumbado en el sofá y no puedo hacer nada, todos los hombres sois iguales, ja ja ja.
Yo, la verdad no le prestaba atención a lo que me decÃ*a, solamente estaba concentrado en las marcas que el sudor dejaba en sus axilas, las cuales por cierto no tenÃ*a depiladas, no podéis imaginar la pelambrera que tenÃ*a; en el canalillo que formaba sus dos pechos el sudor era más evidente, y cuando se dio la vuelta para invitarme a entrar, el sudor que tenÃ*a acumulado entre sus nalgas habÃ*a mojado completamente la trasera de su pantalón; estaba a punto de volverme loco, su marido fuera de la ciudad y yo allÃ* , era increÃ*ble, nunca se presentarÃ*a una oportunidad como aquella, y estaba decidido a aprovecharla.
Al entrar en la casa, todo estaba revuelto, la verdad es que estaba llevando a cabo una limpieza general a fondo. Me ofreció algo de beber, pero le dije que si querÃ*a mejor podÃ*a ayudarle a ordenar un poco la casa y después tomarÃ*a algo, se negó rotundamente, dijo que ya hacÃ*a bastante con llevarle lo que me habÃ*an encargado en la ciudad, asÃ* que me servirÃ*a algo de beber mientras ella se ponÃ*a una ropa más cómoda, “es que llevo todo el dÃ*a con la misma ropa y estoy empapada de sudorâ€� mi corazón se desbocaba por momentos pensando en limpiarle ese sudor como a mi me gustarÃ*a, y mi polla al mismo tiempo pugnaba por romper la bragueta del pantalón.
Salió del salón y subió a cambiarse de ropa; le dije que se duchara si querÃ*a que yo no tenÃ*a prisa pero me contestó que ya lo harÃ*a más tarde, que solamente se querÃ*a poner cómoda. Al bajar de su habitación se habÃ*a puesto una sudadera que apenas le cubrÃ*a su enorme culo pero la verdad es que toda su ropa era asÃ*, yo ya no sabÃ*a que hacer, estaba completamente descontrolado pero ella actuaba con una naturalidad que me desconcertaba y realmente no sabÃ*a muy bien como actuar.
Se sentó a mi lado y se puso una copa de vino, al dejar la botella sobre la mesa, se vertió un poco y rápidamente se puso a limpiarlo. Aquello fue alucinante, al agacharse delante de mi pude comprobar que no llevaba puestas las diminutas braguitas que acostumbraba a ponerse, y ante mi apareció en todo su esplendor su culo y parte se su coño, cubierto por un enorme bosque de vello como nunca hubiera imaginado. No pude más, aquel olor que desprendÃ*a fue superior a mi pudor y sin dame cuenta de lo que estaba haciendo acerqué mi cara a su culo y comencé a olerla y a lamerla.
Fue increible, no solamente no me rechazó sino que empezó a restregarse por mi cara al tiempo que emitÃ*a ronroneos de placer: uuuuuuuuuummmmmmmmmmmm!!!!!!111 aaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhh!!! Que lengüita mas juguetona tienes, me decÃ*a. Y seguÃ*a diciendo: lámeme todo el cuerpo y seré tu esclava.
No tenÃ*amos ninguna prisa asÃ* que empecé a limpiarla como a ella le gustaba: lamÃ* primero sus pies, también sudorosos como toda ella, chupé cada uno de sus dedos lentamente mientras ella ronroneaba como un gatito, todo su olor era poderoso, recorrÃ* sus piernas lamiendo cada gota de sudor hasta llegar a ese lugar donde se encuentran esos agujeritos tan preciados, allÃ* me detuve más tiempo entre otras cosas por que ella sujetaba mi cabeza con su mano saboreando aquél momento; mientras tanto le introduje un dedo en su ano sin apenas dificultad dado lo lubricado que se encontraba por lo que estaba sudando, ella al tiempo empezó a lamer con fruición mi pene, saqué mi dedo de allÃ* e introduje mi lengua, el olor y sabor de aquello me excitó aún más, no solamente era su sudor, es que como me dijo después, a primera hora de la mañana habÃ*a estado en el servicio haciendo sus necesidades y no se habÃ*a limpiado bien con lo cual le habián quedado restos de esa suciedad que de sobra conocéis.
Aquello no hizo otra cos que excitarme aún más y empezar una limpieza a fondo, a todo esto ella se habÃ*a subido encima de mi en la posición del 69 y lamÃ*a mis huevos, aunque más bien los succionaba como una aspiradora, yo después de limpiar bien el interior de sus nalgas, le introduje totalmente la lengua en su ano lo que provocó unos gritos de placer que aún hoy me aturden, y por supuesto me excitan, en aquel momento me pidió que la penetrara analmente algo que yo hice con sumo placer pero no puede evitar preguntarle si su marido se o hacÃ*a asÃ* a lo que ella contesto que nuca dado que ere un poco tÃ*mido y este tipo de cosas ni siquiera se las planteaba. En fin el se lo perdÃ*a por que cabalgar sobre aquella especie de ballenita insaciable era una experiencia que recomiendo a cualquiera.
En aquellos momentos ella ya habÃ*a tenido varios orgasmos y yo estaba a punto de tener el primero, no podÃ*a aguantar más y me vacié completamente dentro de su ano, recuerdo que estabamos ya tan sudados que a veces su inmenso culo se me resbalaba entre las manos, después de llenarlo bien saqué mi pene aún en forma pero un tanto sucio, esos si, aunque ella se encargó de limpiarlo perfectamente con su lengua, saboreando el momento y provocando una renovada erección de mi pene. En aquel momento me dijo que iba un momento al servicio para hacer un pis y que volvÃ*a rápidamente, se levantó y salió de la habitación, yo me quedé tumbado pensando que esa era otra oportunidad para hacer con ella alguna de mis fantasÃ*as y que habÃ*a que aprovechar el momento, quien sabe cuando se volverÃ*a a presentar otra ocasión como aquella, asÃ* que me levante y me dirigÃ* hacia el servicio, pero esa es otra parte de la historia que dejaré para el próximo capÃ*tulo en el que os contaré lo que sucedió dentro del servicio y alguna situación nueva con mi ballenita, hay que tener en cuenta que está sola en contadas ocasiones y aún asÃ* tenemos que coincidir los dos, en fin amigos ¡¡harto complicado esto del vicio!!
 
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