Mi Madre, se Rebela 0004

heranlu

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Luego de una sesión psicológica con Andrea, la amiga de mi madre, terminamos dejando pasar lo que ocurrió la semana anterior como algo que no volvería a pasar y que sería parte de un recuerdo que no afectaría nuestra relación.

Pero ese mismo día termino poniéndole crema de sol a mi madre al costado de la pileta y masturbándola terminando comiendole la vulva con mi boca, logrando que tenga un orgasmo que la deja temblando boca abajo.

No dice nada, solo respira con los ojos cerrados recuperando aire, y yo me alejo de la zona, de la casa y me voy a mi departamento sin despedirme.

Poco duró la terapia porque habíamos tenido una recaída unas horas más tarde.

Al siguiente día todo parece transcurrir normal hasta que suena el timbre de mi departamento.

Es Andrea, me resulta extraño que venga un domingo, me dice que tiene que hablar conmigo.

Cuando entra a mi departamento, cierra la puerta y se abalanza sobre mí besándome y agarrándome la pija.

"ayer me calentó todo lo que contaron que hicieron con tu madre"

Y mientras se desnuda y me empuja hacia mi cuarto se las ingenia para desabrocharme el pantalón y la camisa.

Terminamos cogiendo como bestias mientras me pide que le diga mamita.

Era tanta mi excitación acumulada que exploté dentro de ella y los chorros salieron por el costado de su vagina al sacar mi pene palpitante.

Solo un rato descansamos porque Andrea se viste para volver a su casa, me pide que sigamos manteniendo el secreto.

La semana siguiente, volvemos a encontrarnos los tres en casa de mi madre, esta vez mi madre está más cubierta, no tiene escote. El día es caluroso pero ella usa un pantalón ancho negro.

Andrea le pregunta porqué está tan tapada, mi madre le cuenta lo que hicimos el sábado anterior después de la terapia.

Andrea me mira cómplice, sabiendo lo que hicimos el domingo anterior y también preguntándose porqué no le conté esto.

Mi madre se quiebra y llora, dice que se siente sucia, no por no frenar la situación, sino porque ella admite que ella lo provocó, ella ideó todo lo de quedarnos a comer, lo de la pileta, lo de la crema solar y pensó hasta en la bikini ideal para lograr su cometido.

Andrea se muerde los labios, ella sabe que de toda esa situación ellá se queda con el sexo, mientras mi madre solo calienta la pija que ella se come.

A Andrea parece gustarle la idea de estimularnos sin llegar a concretar, está usando las terapias para su beneficio sexual.

Tal es así que le dice a mi madre que se cambie y se vaya a poner la bikini que usó.

Mientras mi madre obedece entre sollozos cambiándose en su cuarto, Andrea me interpela por no haberle contado tan morbosa situación.

Vuelve mi madre con la bikini del sábado anterior, Andrea la felicita por su figura y por cómo le queda.

Me dice a mí que le diga que me parece el cuerpo de mi madre con esa diminuta prenda.

Habló de sus bondades, de sus enormes tetas, de su generosa cadera, esa cola abundante, sus piernas torneadas.

Andrea me interrumpe y nos pide salir a la pileta y que traigamos la crema solar.

Nos dice que usar la pileta, tomar sol y poner crema no tiene ninguna connotación sexual, debemos hacerlo sin dobles intenciones.

Así que mi madre se pone boca abajo y yo me pongo a untarle crema como el sábado anterior.

Andrea que ya tiene todos los detalles le dice a mi madre que se desate la bikini de arriba, dejando la espalda desnuda.

También cuando tengo las manos llenas de crema, pregunta si yo estaba vestido en tal ocasión.

Al saber la respuesta, le dice a mi madre que me ayude a sacarme la ropa para que no la manche con la crema.

Mi madre se reincorpora, cubriéndose con un brazo los pechos y con la otra mano desabrocha los botones de mi camisa.

Una vez desabrochada su mano se desliza por el interior sacando manga por manga, dejando caer al piso la prenda.

Luego mira a Andrea, porque venía la parte del pantalón. Su amiga no se inmuta, solo indica que prosiga.

La mano de mi madre se esfuerza por liberar el cinturón, el botón y luego el cierre del pantalón.

Su esfuerzo con una sola mano hace que su otro brazo se corra de lugar y liberé un pezón, un gran pezón maduro.

Su mano se escabulle en mi pantalón forzandolo a caer al suelo, un boxer negro sale a la luz.

"era turquesa" dice mi madre sobre el boxer mostrando su buena memoria.

Andrea remarca acerca de lo que decidió memorizar.

Volvemos a la posición inicial, mi madre boca abajo y yo encremándola.

Luego cuando llego a la cola, lo hago con naturalidad, esta vez mi madre no toca las cintas de su parte inferior del bikini.

Al terminar Andrea nos felicita por hacerlo de forma natural sin connotación sexual.

Le recomienda a mi madre que hoy no nos quedemos solos, y que me vaya.

Era obvio lo que ocurrió luego.

Al volver a mi departamento por detrás aparece Andrea a sacarme la calentura que me había provocado la situación.

Así ocurre durante un par de semanas más, Andrea genera situaciones para calentarnos y luego termina la sesión para cogerme a solas.

Pasa el tiempo y las amigas de mi madre, Andrea y Maribel junto a ella inauguran al fín su café.

Todo es fiesta, y luego de la apertura se van a festejar solas en la noche como tres adolescentes.

El negocio comienza a funcionar bien, dejamos las sesiones, ya no ocurre nada con mi madre, Andrea sigue apareciendo en mi departamento de improviso para coger.

En una de esas oportunidades que estamos cogiendo alguien toca el timbre de la puerta de mi departamento.

Lo hace de forma insistente, tal vez alguna vecina indignada por los ruidos con la cama, por los gritos de Andrea.

Suena mi teléfono también, es mi madre, atiendo el teléfono mientras Andrea se ríe mientras me cabalga.

"estoy afuera, me abrió el portero, necesito pasar al baño hijo"

Me visto como puedo y escondo a Andrea en el ropero.

Mi madre pasa y va directo al baño casi sin saludarme. Yo tiemblo de nervios.

Al salir del baño aliviada se sienta en el sofá y me pregunta cosas del trabajo, me cuenta como va el café etc.

En eso se percata de la cartera de Andrea, que estaba en un rincón.

Me dice que esa es la cartera de ella, me pregunta que hago con esa cartera, y se pone de pie, empieza a preguntarme acorralándome.

Tengo que admitirle lo que hago con su amiga, ella se enoja y la putea al aire, mientras pregunta si está en el departamento.

Le digo que es mejor que se retire, pero entra furiosa a mi cuarto, como si supiera abre la puerta del placard.

Allí está Andrea desnuda.

La agarra de los pelos y la tira al suelo, mientras Andrea pide perdón llorando.

Logro separarla y mi madre se va furiosa, diciendole de todo a su ahora ex amiga.

Andrea, se viste llorando y se retira sin decirme nada.

Llamo a mi madre y no contesta.

Veo sus redes sociales y publica fotos en ropa interior mostrando sus tetas y su culo, diciendo que esta noche se libera.

Un montón de hombres le responden la foto y tambien jovenes, avisándole que le envían mensajes privados, le dicen mama, mamita, y hasta alguno le dice "que rica puta".

Activo mi aplicación de citas y allí está ella, activando también la suya, inmediatamente al estar online me manda un video de sus tetas y me pregunta si me gustan.

Me dice que hoy estará en cierto bar, si quiero conocerla.

Evidentemente lo de Andrea la hizo enojar mucho, no está en sus cabales.

Esa noche nuevamente voy al rescate de mi madre.

Esta vez está sola, no está con ninguna de sus amigas.

Está con una mini muy cortita, debe ser vestido nuevo, un escote pronunciadísimo, se cambió el color del pelo y el peinado.

Se puso tacos altísimos a tono con el color de sus uñas rojas.

Baila sola en forma sensual, se le acercan muchos hombres y parece querer provocarlos.

Cuando veo que un jovén se le acerca y se le pega, manoseando su culo y besándole el cuello me acerco.

Ella se deja manosear y cuando está por besarlo, los interrumpo.

Me preguntá qué hago ahí y porque la estoy siguiendo.

El joven quiere empujarme y me pregunta quién soy, al responderle que soy el hijo, se va solo.

"yo también quiero divertirme, no solo vos podes, todos cogén menos yo que tengo que andar con culpa por lo que hago"

Los de al lado comienzan a mirar extrañados por los gritos de mi madre.

Incluso un patovica se acerca y mi madre dice que está todo bien que soy su hijo. Más extraño nos miran.

Quiero hacer las paces, que se calme, que no haga cosas por despecho, así que le invito unos tragos.

Nos perdonamos por lo vivido y por lo de Andrea y pasamos a la pista a bailar un poco.

Allí bailamos juntos, pegados, hace calor, hay transpiración en la piel de ambos.

En medio de la oscuridad el baile se torna mas sensual, mas lento, mas pegado.

Su mini se sube un poco más, mis manos controlan su cadera. Sus manos se apoyan en mis brazos y en mi abdomen.

Se pone de espaldas y se frota en mí, su cola se apega a mi bulto mientras la rodeo de la cintura con mis brazos.

Al girarla y ponerla frente a mi lo hago con mis manos en la cadera baja, tocando sus nalgas de forma descarada.

Me apoya las tetas mientras me besa el cuello ofreciéndome el suyo.

Nos apoyamos contra la pared y mi mano se pierde por debajo de su falda, tiene pleno contacto con su culo, mi lengua pasa por su cuello y ella aprieta su panza contra mi pene.

Nos besamos en la oscuridad, nuestras lenguas se funden en una sola, mientras me resfriega sus tetas sobre mi camisa.

Una mano suya va a mi miembro por arriba del pantalón, juega aprovechando la escasa luz. Por mi parte corro su tanga y mis dedos hurgan en esos labios que ya conocía.

Su manó se pone inquieta y se mete por dentro de mi pantalón.

Vuelve a experimentar la mano de mi madre el tacto de mi miembro caliente y duro.

Estamos ambos masturbándonos al mismo tiempo contra una pared en la oscuridad del boliche.

Algunos pasan y se dan cuenta de la situación. Se ríen pero no nos importa, estamos poseídos por la calentura.

Mis dedos tienen toda la humedad del interior de mi madre, la mano de mi madre se topa con el líquido preseminal de mi glande. Nuestras lenguas están llenas de la saliva del otro, nuestros labios se muerden entre sí.
-------

Mi madre llega a mi departamento de improviso y descubre que Andrea, su amiga psicóloga quien nos estaba ayudando a superar nuestros actos perversos, estaba cogiendo conmigo regularmente.

Esto la hace enojar, se pelea con su amiga a los gritos en mi cuarto y se va gritando de mi departamento.

El fin de semana descubro que va a ir despechada a buscar salir con hombres, por lo que decido ir a buscarla para frenar su locura.

Esa noche terminamos arreglando nuestras diferencias en el bar boliche, con la música fuerte sonando, los tragos yendo y viniendo y la oscuridad de la noche.

Bailamos y disfrutamos, hasta que en cierto momento terminamos apoyados en una pared con mi mano dentro de su tanga por debajo de su mini y su mano por dentro de mi pantalón, masturbándonos mutuamente con la complicidad de la oscuridad y la cantidad de personas.

Algunos se dieron cuenta de lo que hacíamos pero nos dejaban seguir cómplices también. Para ellos éramos dos amantes, un joven y una mujer madura deseosos de sexo.

En cierto momento nuestras bocas se separan y nos miramos intensamente, sin hablar nos preguntamos si íbamos a dar un paso mas.

Sin palabras sabemos que el otro lo desea, así que decidimos salir del boliche.

Ambos habíamos ido con nuestros autos, así que debíamos ir cada uno en el suyo.

Mi madre va por delante, yo siento nervios, las manos me sudan, siento erotismo en el aire.

Al llegar a una esquina nos encontramos con un control policial. Hacen parar a mi madre y a mi no.

Sigo una cuadra más y me detengo a mirar por el retrovisor.

Es un test de alcoholemia.

Es obvio que no pasaríamos con lo que tomamos.

Veo a mi madre gesticular, mover las manos, evidentemente le retendrían el auto.

Me bajo para dirigirme hacia ella sin que me vean que bajo de mi vehículo, tampoco estoy para pasar ese test.

Camino por la cuadra lentamente.

Mi madre está gritando, se niega a bajar, los policías se amontonan, llegan efectivos femeninos para forzarla a bajar del automóvil.

Los gritos de las oficiales desafían a mi madre e intentan abrirle la puerta, ella acelera y se escapa del retén policial, atropellando a una oficial.

Veo a la oficial salir despedida por encima del capó y caer de forma horrible contra el asfalto.

No puedo creer lo que acaba de hacer mi madre, la policía sale a perseguirla, autos, camionetas, motos.

Otros piden que venga la ambulancia a socorrer a la mujer policía que está inconsciente.

Yo doy media vuelta y apuro el paso hacia mi auto, mientras veo como en el fondo mi madre sigue acelerando y la policía esta con las sirenas persiguiéndola.

Al llegar a mi auto, acelero en busca de la huella de mi madre, la llamo por teléfono pero no me atiende.

Trato de seguir a las luces azules que giran en cierta esquina, se que mi madre ira hacia su casa, así que allí voy también.

Voy rápido para tratar de encontrarlos, pero no llego, han pasado suficientes minutos como para perderles el rastro.

Veo un móvil pasar a toda velocidad en una calle y lo sigo, es evidentemente que mi madre está atrayendo a los móviles de toda la ciudad.

Al llegar a cierto punto veo todas las luces azules, móviles bloqueando el paso, me estaciono, y voy hacia un quiosco 24 horas, pidiendo un café, chicles, y un desodorante barato, para sacarme el olor a alcohol.

En una estación de servicio donde están todos mirando que es lo que sucede, voy a orinar a la fuerza para sacar lo mas posible el alcohol en mi cuerpo.

Camino por la vereda, escucho a los vecinos hablar de una loca que está encerrada en su auto y choco a varios autos en la vereda.

Me acerco hasta donde puedo, y allí veo a oficiales arrestando a mi madre, tapándole la cara, caminando hacia un móvil policial.

Allí salgo de mi anonimato y digo que me permitan pasar, que es mi madre, me indican que debo ir a la comisaria, que está detenida por salir del control, atropellar y daños en la vía pública.

Las noticias parecen escasear porque llegan los noticieros a hacer el relato de una noche de furia.

Mi madre es tomada como chivo expiatorio de todos los males de la sociedad.

Está arrestada, hay marchas para que la castiguen severamente por la oficial atropellada que está en coma.

Los grandes noticieros piden condenas ejemplares. Los políticos se enganchan para ganar adeptos a su partido condenándola y pidiendo que la justicia no sea blanda.

Ella está incomunicada.

Con mi padre que se digna a aparecer por la repercusión decidimos pagar a uno de los mejores abogados de Buenos Aires.

Nos permiten ver unos minutos a cada uno, pero el mayor tiempo se lo llevará el abogado.

No hablamos de nada de lo sucedido en esa noche previo a su ataque de locura.

Solo le damos ánimo, porque sabemos que esta complicada su situación, ella está ojerosa, con ojos hinchados, ha llorado mucho en esa celda.

Pasan varias semanas, y solo la vemos unos minutos, la noticia es nacional, y solo le llevamos comida y ropa.

Nuestro abogado pelea en la televisión tratando de mostrar las bondades de mi madre, de lo accidental, de la emoción violenta, del terror por el accionar policial, pero no es suficiente.

Llega un juicio express que calme a la sociedad, mi madre es condenada a 3 años de prisión.

Al menos la recuperación de la oficial atropellada morigeró su pena que hubiera sido catastrófica de haber muerto.

Pero ella era invitada a todos los programas, lloraba y con cada lagrima le daba un día mas de condena a mi madre en prisión.

Mi padre una vez finalizado el juicio decide desaparecer una vez más, dejándome el total cuidado de mi madre.

Todas las semanas la visito y llevo comida y ropa, libros, lo que permitan para que pase el tiempo.

Maribel su amiga apenas se enteró de la noticia esa noche de viernes del atropello, disolvió la sociedad, mientras mi madre estaba en la comisaría, su amiga y socia estaba con abogados buscando la manera de disolver el negocio conjunto y no quedar pegada.

Andrea, intentó visitar a mi madre, pero ella no la perdonó aún.

El resto de familiares y amigos ni apareció, era mucha la carga negativa de estar del lado de mi madre.

Solo quedé yo.

En mi trabajo me cambiaron de puesto, me degradaron y me mandaron a un lugar periférico de la empresa para que mi nombre no este relacionado con la empresa, y habían rumores de que los abogados estaban buscando una manera de echarme sin tener que pagar lo que corresponde.

Llegamos al año de condena, y la empresa me llama para arreglar una salida consensuada.

Terminamos arreglando mi desvinculación no sin antes pelear una buena indemnización.

Con eso decido reabrir el café de mi madre, y también dejo el departamento para ir a la casa vacía de mi madre.

Al visitar a mi madre, ella me dice que hay una forma de poder tener mas horas y mas intimidad que la visita tradicional en el espacio común.

Las visitas higiénicas.

Era claro que lo que habíamos vivido había quedado en el olvido, mi madre solo quería estar más tiempo fuera de su celda y acompañada, sin los ruidos de la cárcel.

Es imposible que nos lo den porque somos familiares, pero con un soborno nos permiten ir al cuarto especial.

Tenemos 3 horas para distendernos. Mi madre habla, cuenta lo que pasa, lo que siente, sus culpas. Se desahoga.

Pasa muy rápido esas horas, salimos como entramos, y esperamos para la siguiente semana.

Cada semana son 3 horas de intimidad hablando, a veces llorando y otras riendo.

Mi madre hace ejercicio en el penal, tiene que estar en forma para intimidar y que no la hagan mucama de la cárcel.

Su carácter se endurece, cada vez su rostro se pone mas rígido, ahí dentro no debe mostrar debilidad ni sumisión.

Dice que es respetada por atropellar a una policía, eso da cierto rango en el lugar. Lo que antes era lagrima ahora es motivo de risa.

Ya ha transcurrido un año y medio de su condena, seis meses de las visitas íntimas.

Mi madre me pregunta sobre alguna novia, le digo que nada, no tengo tiempo ni la cabeza para una relación.

Ella se ríe diciéndome que allí en la cárcel solo se masturba, y lo hace seguido.

Nunca me había hablado de esa forma.

Lo hace seguido, dice que es tanto el encierro que las horas se pasan lento, y tiene que pasar el tiempo imaginando cosas para masturbarse y matar las largas horas.

Me dice que lo último que recuerda es lo que vivimos esa noche de viernes en el boliche.

También que hace memoria de cuando me masturbó y de cuando yo le metí los dedos cuando le ponía crema de sol.

Mientras me lo cuenta, ronronea, está distinta. Evidentemente el encierro la está afectando en su sexualidad.

"te puedo pedir un favor" me dice mientras se lleva un dedo a la boca

"solo necesito algo mas de material... solo verla" me sugiere mi madre.

Me quiero negar, pero se que mi madre está en una situación de sufrimiento en la cárcel como para ponerme a debatir de la conveniencia o no de eso.

"solo mirarla, nada mas, la quiero ver"

Así es que procedo a sacarme el pantalón. Y bajarme los boxers.

"la remera sacátela también" me ordena mi madre.

obedezco y quedo totalmente desnudo a la vista de ella.

Ella solo mira, no hace nada más, quiere tocarse pero se contiene, no tiene nada sexy, tiene un jogging negro suelto una remera grande y un rodete de peinado.

mi pene está dormido, está caído. A mi madre no parece molestarle, lo mira, como si estuviera guardando en su memoria cada detalle.

En eso suena la puerta, nos avisan que en 5 minutos debemos desalojar el cuarto.

Rompe con la tensión, me visto y nos despedimos hasta la próxima semana.

En esta nueva semana hablamos muy poco de lo vivido, mi madre nuevamente me dice que quiere ver, que no quiere perder mas tiempo.

Tengo una sorpresa, llevo puesto el bóxer blanco.

Cuando quedo en bóxer y estaba por sacármelo ella me detiene.

Busca la botella de agua, se acerca y me lo tira despacio sobre la prenda.

Lo moja todo, hasta que se trasluce lo que hay debajo, eso me erotiza y hace que comience una erección.

Me pide que me mueva, que camine, que quiere ver como mi pija se acomoda al bóxer blanco, se ve que le gusta ver a través de la tela.

Finalmente me pide que me lo saque. Eso hago.

Ahora mi pija esta dura, grande, parada. La sonrisa de mi madre es notoria.

Sigue con su vestimenta poco sexy, pantalones anchos, una remera, un buzo grandes, sin peinarse, sin maquillaje.

aún así logró calentarme y erectar mi miembro.

sigue contemplando hasta que me dice "te puedo pedir otro favor?"

Comienzo a temblar antes de que me diga algo

"¿te masturbarías?"

Mi mano baja a la base de mi miembro que esta enorme, comienza a bajar y subir a la vista de ella.

Ella no se toca, solo observa, subo y bajo con delicadeza con todo el tiempo del mundo. Le muestro el largo y ancho de mi miembro caliente.

Sigo masturbándome, ella se acerca hasta mi, pero es para llegar donde están mis pies. Allí toma del suelo el bóxer blanco.

Se lo lleva a la cama y sigue mirando mientras se lo pasa por la cara, por la nariz, por la boca.

me pide que me acerque, que quiere sentir el calor de mi pija.

Al subirme a la cama la tengo a mi madre a escasos centímetros mirando embobada mi masturbación.

Cada tanto mira mis bolas, las ve bambolearse y parece hipnotizarla.

Tras largos minutos en esa posición le aviso que estoy por acabar.

Ella no dice nada, solo levanta la mirada y me mira con lascivia.

Sigo subiendo y bajando, el glande esta rojo, grande y caliente.

Mis huevos se contraen y expulsan grandes chorros de leche caliente a la cara de mi madre.

Caen en su pelo, en sus frente, parpados, cachetes, boca y barbilla.

Estoy agitado, mis piernas tiemblan y quieren recostarse, pero ella no me ha dado permiso, así que trato de seguir de rodillas en la cama con mi pene apuntando a su cara.

Ella esta agitada también, su pecho se infla y se desinfla con rapidez.

abre su boca y parte de mi leche entra a su boca, su lengua hace su aparición tratando de recoger lo que hay en los labios y metiéndolo en su interior.

el resto de lo que tiene en la cara se lo limpia con mi bóxer blanco.

queda algo goteando en el glande que sigue palpitando.

Un dedo de ella se acerca y recoge esa ultima gota, el contacto de su yema con mi glande me electrifica.

No le importó, porque siguió hasta secar esa gota completamente.

Ese dedo se lo lleva lentamente a su boca mirándome a los ojos.

Mi pija se vuelve a poner dura, ella disfruta esa gota como si fuera la ultima gota de agua en el desierto.

Mira como se me puso el miembro y sonríe.

"gracias hijo, hasta la próxima semana"

Al salir del cuarto, la guardia que sabe que somos madre e hijo y no sospecha nada, se da con que al llevar a mi madre a la celda, esta tiene un liquido blanco en el cabello.

Es obvio que es semen, al percatarse de eso mira a mi madre y me mira a mí con disgusto.

Mi madre se va sonriendo a su calabozo, y yo cansado, con las piernas temblando me voy esperando saber que ocurrirá la próxima semana.
------

Mi madre está en prisión por atropellar a un agente de tránsito, escapándose de un test de alcoholemia.

Luego de mucho tiempo usamos el tiempo de "visita sanitaria" para poder hablar y sacarla del ámbito de la cárcel unas horas.

Pero de a poco mi madre recuerda lo vivido y me pide que me masturbe enfrente de ella, termino acabando en su cara y en el pelo.

Nos despedimos solo con eso, y la guardiacárcel nota que le quedó semen en el pelo, y nos mira con cara de asco a los dos.

Pasa la semana y un día antes me llama mi mama y me pide que le traiga cierta ropa que tenía en su casa.

Entro a revisar su ropa por primera vez.

Está lleno de ropa diferente a la que usaba antes cuando estaba casada con mi padre.

El cajón de ropa interior está lleno de tangas, encajes, de varios colores, sexys.

Ya no tiene vestidos de mujer recatada, sino muchos vestidos con vuelo, cortos, al cuerpo, escotados, algunos con transparencias.

Ahora tiene zapatos con tacos, de varios colores y tamaños.

Selecciono la ropa que mi madre me pide y la preparo para llevarla ese sábado.

El dia llega

Llegamos a la requisa, y la guardia mira lo que traigo.

Al abrir la bolsa me mira a los ojos como buscando una explicación.

Al no decir nada sigue revisando, me separa los collares, me indica que están prohibidos, con los tacos me indica que solo están permitidos si los usa en la habitación pero no puede quedárselos. Tampoco me permite las medias.

La ropa interior solo me deja pasar la bombacha roja de encaje, el corpiño tiene aros que están prohibidos.

Cuando me da la bolsa con la ropa permitida me dice que espere, busca de un cajón una caja de preservativos.

"disculpame, no sé qué perversidad hacen pero te lo tengo que dar por protocolo" me dice la guardia.

Tartamudeo y le digo que no hacemos nada, que es solo para que ella se pruebe la ropa.

Me encamino hacia el espacio de visitas higiénicas, allí me espera mi madre. Me pide la ropa y que me de vuelta.

Luego de unos minutos me permite girar.

Se puso un vestido rojo al cuerpo, con escote y la bombacha roja de encaje.

Es lo único que permitieron que use.

Ya lleva más de un año y medio de condena, y ella no se ha descuidado, sino que ha usado ese tiempo para hacer ejercicio dentro del penal.

Está más fibrosa, sus piernas no necesitan medias para simular firmeza. El vestido al cuerpo muestra que sus abdominales están duros, y su cola grande está rígida.

Me dijo que no me preocupe, que no estaba enferma como para que hagamos algo más que lo que hicimos hasta ahora, me dice que estuvo pensando que todo lo que está viviendo es por haber dejado lugar a la lascivia y la perversión.

Dice que solo quiere verme masturbarme, solo para tener material para masturbarse ella sola en la semana, que no pasaría nada más.

Me siento aliviado, ya que no quiero que se produzcan más problemas.

Estamos en verano, y en el cuarto solo hay un ventilador, el calor comienza a generar ese brillo de sudor en la piel.

Me alivia algo sacarme la remera y el pantalón.

Mi madre repite la rutina de tirarme agua en el boxer blanco.

Su vestido rojo al cuerpo con cada movimiento se sube dejando sus nalgas al aire y cuando se acuesta en la cama también deja ver su bombacha roja.

Me pide que me acerque y cuando me subo a la cama me detiene con su pie en mi pecho.

Desciende con su pie por mis pectorales y abdominales mientras mira atentamente su descenso mordiéndose el labio inferior.

Se desliza con facilidad por la humedad de mi cuerpo y llega hasta el boxer blanco húmedo.

Allí juega con el relieve de mi miembro por encima de la tela mojada y su otro pie entra a ayudar.

Esa vista me permite ver completamente la bombacha roja de mi madre y la redondez de su culo apoyado en la cama.

Con maestría sus dedos enganchan el elástico del boxer y lo tiran hacia abajo. Mi pene salta como un resorte a la vista de mi madre.

Sus dos pies llevan el boxer hasta mis rodillas, el límite primario al estar arrodillado en la cama.

Me dice que me acerque y al gatear aprovecha el movimiento y me saca el boxer totalmente.

Estoy desnudo a centímetros de mi madre con mi pene erecto.

Ella me pide que me masturbe, y eso es lo que hago.

Ella tiene sus manos al costado de la cama mientras mira como me masturbo a escasa distancia de su cara.

Me pide que lo haga lento, que quiere disfrutar de cada minuto en las 2 horas que nos quedan.

No me di cuenta y de repente sus manos están en sus piernas, y mientras sigo masturbando ve como abre sus piernas y sus manos acarician su propia piel y suben peligrosamente hasta donde está su bombacha roja.

Yo sigo en mi tarea y ella se sube el vestido escandalosamente, y corre su bombacha de costado.

"perdon hijo, pero no aguanto" susurra mi madre

Al correr la bombacha sus dedos empiezan a recorrer sus labios vaginales.

Es la primera vez que tengo a mi madre mostrando su concha madura.

Tiene algo de vello púbico, sus labios maduros están mojados como una veinteañera y sus dedos tiemblan cuando rosa cada labio y toca su clítoris.

Un olor fuerte de sus jugos inunda la habitación, está excitada.

Sigue tocándose y jadea, cada tanto deja de mirar mi miembro y me mira a los ojos, como controlando si miro lo que hace.

Y me sorprende mirando como sus dos dedos se meten en su interior.

Esto no la detiene sino que la anima a seguir, sigue metiendo y se escucha el chapoteo de sus dedos y los líquidos que emana.

El líquido preseminal hace su presencia, buscando lubricar el glande.

En ese momento mi madre saca los dedos de su vulva y los dirige hacia mi pija.

Sus dedos están mojados y emanan ese olor característico de la vagina caliente.

La yema de sus dos dedos tocan el líquido preseminal como un trofeo y lo untan por todo el glande.

Ahora mi glande está con líquido preseminal y con los líquidos de mi madre.

La otra mano de mi madre toma la base del tronco y lo usa como un timón para manejarme.

Me da a entender que quiere que me agache un poco.

Ella comienza a masturbarme y eleva sus dedos mojados a mi boca.

Quiere que chupe sus jugos y el líquido preseminal mientras me masturba.

Chupo sus dedos con delicadeza y ella lanza gemidos disfrutando el momento.

Todo ese movimiento hace caer los breteles de su vestido y sus pechos quedan casi al descubierto.

Mi madre acerca mi pija a esas tetas y las resfriega en cada teta, se baja el vestido de tal manera que queda en su cintura y las maduras tetas quedan al aire.

Sus pezones juegan con mi glande, y se acomoda esperando que me masturbe con sus tetas.

Estoy por explotar y ella se da cuenta así que lo hace lento, me está matando a fuego lento.

"quiero que tomes la teta de mamá" me dice ronroneando

No se que parte de "solo quiero verte masturbar" es esto pero obedezco a mi madre.

Me salgo de encima y por primera vez con conciencia me acerco a sus grandes tetas y las succiono como si tuvieran leche.

Ella me pide que la mire a los ojos mientras lo hago.

Lo hago, succiono una mientras acaricio con la mano la otra.

Mi pija esta chorreando mas líquido preseminal que cae en su pierna ya que hago un esfuerzo de alejarla de su vagina.

Mi otra mano está apoyada en la cama haciendo equilibrio, pero mi madre la toma forzándome a apoyarme en mis rodillas acercandome a su cuerpo.

Guía mi mano hacia donde está su vulva. No me dice nada solo me mira y lleva mi mano a sus labios vaginales.

Toco esos labios por primera vez y una electricidad me pasa por el cuerpo, las gotas de líquido preseminal salen a chorros y manchan todo lo que toca.

Está mojada mi madre, mis dedos juegan con su clítoris y grita, Ella trata de no retorcerse pero es difícil, su otra mano me agarra del pelo y aprieta mi cabeza contra sus tetas.

Mis dedos empiezan a masturbar a mi madre y siento todo el líquido en mis dedos.

Luego de estar soportando esa tensión de la masturbación me separa de sus tetas y me hace acostar boca arriba.

Sin preguntarme se sienta en mi cara corriendo su tanga.

Mira mis ojos mientras me hace probar su madura vagina por donde yo salí.

Como la vagina de mi madre con delicadeza pero agarrando sus nalgas con fuerza.

"chupa pendejo, chupa la concha de mamá" me dice con los dientes apretados.

Sus piernas tonificadas se cierran y aprietan mi cabeza, se siente fuerte dominando mientras me sujeta del pelo.

Me cuesta respirar, cada tanto trato de sacar mi nariz y boca para tomar aire pero ella inmediatamente ejerce presión para que siga comiendo y metiendo lengua.

Cuando estoy a punto de decirle que no aguanto más, se levanta y se da vuelta, me sigue poniendo su vagina en la boca pero esta vez ella, se abalanza sobre mi miembro que está duro y caliente con el glande que va a explotar.

No me pregunta, solo se lo mete y comienza a chuparmela, mientras me restrega su vulva en mi cara.

Chupa como desesperada, succiona y con sus dedos araña mis huevos haciéndome calentar mas.

Estamos en esa tarea y tocan a la puerta, se habían terminado las 3 horas.

Yo dejo de chupar y trato de alejar mi cara de la vagina de mi madre, pero ella hace presión y sus piernas vuelven a sujetar mi cabeza.

Me inmoviliza y ella mientras sigue chupando mi pija.

Yo trato de sacar mi nariz por encima de su vagina para poder respirar pero es difícil con toda su fuerza. Le toco el culo como avísandole que están tocando la puerta.

Parece no escuchar o no querer escuchar. Le doy una cachetada fuerte en el culo para que se de cuenta que se termino el tiempo y que me cuesta respirar.

Solo provoca un gemido sonoro mientras pasa su lengua por mis bolas.

Tengo la cara llena de líquido de mi madre, y quiero sacar a mi madre de encima mío pero ella sigue apretando sus piernas tonificadas.

Decido darle mordisquitos en los labios para que se salga, pero parece calentarla más porque se mueve mucho más contra mi cara.

De repente siento que abren la puerta de manera violenta.

Mi madre larga chorros de líquidos en mi cara, acaba de tener un orgasmo que la hace sacudirse y temblar completamente.

Tiene mi pija en su boca completamente y su grito ahogado hace que también me venga.

Chorros y chorros de leche saltan en la boca de mi madre.

Siento que levantan a mi madre de encima mio.

Son 3 guardias que miran con asco lo que ven. Mientras una dice que ya se termino el tiempo y que por no responder se perderá este beneficio de las visitas.

Mi madre parece no importarle, tiene leche cayendo de su boca hacia sus tetas.

Le dicen que se vista y ella se acomoda el vestido y se pone mi boxer blanco, mientras se la llevan con poca paciencia.

Me piden que me retire del cuarto, mientras me avisan que van a tener que dejar asentado en el libro de actas lo que vieron.

En la semana me notifican que ha perdido por tiempo indeterminado el beneficio de las visitas higiénicas y las visitas comunes por un mes.
 
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