Mi Madre se Masturba todos los Días.

heranlu

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Mi Madre se Masturba todos los Días.



Oye, mami. ¿De verdad te haces pajas todos los días?

MI madre escuchó mi pregunta y se quedó mirándome fijamente. Cuando pensé que iba a responder, se rió con ganas sin darme ninguna repuesta.

- Joder, mamá. ¡Contesta! – pedí casi enfadado –

- ¿De verdad quieres saberlo?

- Si. – respondí secamente –

- Bueno, pues sí, me hago muchas pajas.

- ¿A pesar de follar con papá y conmigo?

- Jo, Marco. ¿Qué quieres que te diga? Me gusta mucho el sexo, no puedo evitarlo.

Me quedé meditando pero su respuesta no me valía, necesitaba tener más información de cómo y cuando lo hacía.

- Y cuando te las haces. ¿De verdad piensas que estás con varios tíos?

- ¡Coño! Marco. ¿Otra vez lo mismo?

- Cuéntamelo, porfa. – dije juntando las manos en señal de ruego –

- Jajaja. Mira que si te lo cuento vas a tener que follarme otra vez.

- No importa, tu cuenta y luego follamos.

Resopló llamándome cansino y movió la cabeza negativamente pero al final aceptó mi propuesta.

- Cuando me hago una paja suelo recordar algo que me ocurrió en una ocasión y me excita muchísimo.

- ¿Y qué fue para que te excite recordarlo?

- Bufff. Joder, hijo, al final te vas a enterar de toda mi vida.

- Venga, mamá, por favor.

- Bueno, te lo cuento. Un día me llamó Dragos y dijo que enviaba un coche a buscarme. No sé si te acordarás, pero era un sábado que os dije que una amiga mía había tenido un accidente.

Intenté hacer memoria y recordé que mi madre había salido de casa casi corriendo.

- ¿Ese día no fuiste a ver a tu amiga?

- No. – dijo aguantando la risa – Me fui a ver a Dragos.

- ¡Qué cabrona eres!

- Oye, chaval. – dijo riendo – Si vas a insultarme no sigo.

- Sigue, sigue.

- Bueno. Me vestí con lo primero que pillé y salí corriendo de casa, creo recordar que llevaba un pantalón vaquero y una camiseta blanca.

Cuando bajé a la calle di la vuelta a la esquina y el coche ya estaba esperándome.

Me monté e inmediatamente me quité le sujetador. Tenías que haber visto como me miraba el chofer cuando vio por el retrovisor que me lo quitaba y me quedaba enseñando las tetas. Jajaja. Casi le da un infarto.

- ¿No me jodas que te cambiaste de ropa en un taxi?

- No, no era un taxi, era un coche de la empresa de Dragos o de Francisco, no sé de cuál de ellos. Y tampoco me cambié de ropa, solo me quité un momento la camiseta para sacarme el sujetador. A Dragos le gustaba que llevase las tetas al aire para que se marcasen bien los pezones, decía que llamaba más la atención.

- Joder. No me extraña, cuando se te ponen de punta no hay quien mire a otro lado, al menos yo no puedo.

- Jajaja. Ya sé que te gustan mis tetas, mi vida. Total, que me llevó hasta un chalet a las afueras y allí me esperaba Dragos, me besó como solo él sabía hacerlo y entramos en la casa.

Ufff. Cada vez que me daba un beso me ponía como una moto y me entraban unas ganas enormes de echar un polvo. Le pedí que me follara, pero me dijo que teníamos que esperar a sus amigos, entonces me sirvió una copa y nos sentamos a charlar para hacer tiempo hasta que llegaran ellos.

- ¿Te dijo que iban sus amigos?

- Claro.

- ¿Y a ti no te importaba?

- No. ¿Por qué? Casi siempre que quedaba con él, traía a alguien más, era lo normal.

- Bufff. Sigue, sigue.

Me miró un poco extrañada pero siguió contándome la historia.

- Nos tomamos una copa y después otra, yo no estaba muy acostumbrada a beber y el alcohol me venía muy bien, porque me desinhibía y perdía la vergüenza.

- Así hacías luego lo que hacías.

- ¡Joder! Marco. Si te molesta tanto no sigo.

Vi que se estaba enfadando y decidí no hacer más comentarios.

- ¿Quieres que te lo cuente o no?

- Si, mami. Perdona.

- Vale, pues cállate. Llegaron sus amigos y entraron en la casa, cuando los vi me quedé muy sorprendida, eran dos moteros grandes y fuertes que tenían una pinta un poco rara, para mí que eran delincuentes.

Dragos se levantó a recibirles y yo me quedé sentada, cuando entraron al salón me levanté a darles un beso y cuando me vieron de pie se miraron sonriendo.

Fiuuuu. Silbó el más alto” y mirando a Dragos dijo “¿De dónde has sacado un bombón como éste?”.

Dragos respondió que yo era su chica y eso me alegró la vida, no sabes cómo me gustaba que dijese esas cosas de mí, me encantaba oír que era suya.

Mi madre me contaba esos detalles y a mí me ponía de los nervios, “me besó como solo él sabía” y “me encantaba oír que era suya”. ¿De verdad una mujer casada y con dos hijos podía pensar eso? Y por otro lado ¿Es que yo no besaba bien? ¡Coño! Que le pongo mucho empeño.

Bufff. Estaba tan celoso que me daban ganas de…..

- Les sirvió una copa y les dijo que sentaran a mi lado, charlamos un rato y ellos no dejaban de decirme piropos.

Me encantaba escuchar lo que me decían, que tenía un pelo muy bonito, que les gustaban mucho mis ojos, que vaya curvas más estupendas, en fin, un montón de cumplidos. Hasta que uno fue más atrevido y dijo que bajo la camiseta debía tener unas tetas preciosas.

Dragos le miró sonriendo y respondió que eran las mejores que había visto en su vida, y el otro contestó que entonces le gustaría verlas.

Como Dragos había dicho que era su chica pensé que el comentario estaba fuera de sitio y me hice la loca. Dragos me había hecho acostarme con otros hombres, pero eran más, digamos normales, siempre solían ser hombres trajeados o al menos muy bien vestidos, no con una pinta tan rara.

- ¿Tan mala pinta tenían?

- Ufff. Si, hijo. Al ver su apariencia estaba segura que Dragos no iba a compartirme con ellos. Pero para mi sorpresa, me dijo que me levantase la camiseta y se las enseñara. Hice lo que me pidió y levanté la camiseta por encima del pecho mostrando a los dos moteros las tetas.

El que tenía a mi derecha dio un silbido nada más verlas y dijo “Vaya tetazas más grandes. ¿Puedo tocarlas?” Y Dragos respondió “Haz con ellas lo que quieras, son todo tuyas”.

Allí se acabó mi confianza, el más alto se lanzó sobre mí y comenzó a tocarme las tetas. Miré a Dragos pidiendo que no les dejara, pero en vez de eso, me hizo una seña con la cabeza indicándome que fuera buena con ellos.

Sentada como estaba, y como buena chica obediente, alargué las dos manos y acaricié sus dos vergas por encima de los pantalones. Cuando las toqué me quedé acojonada, tenían dos bultos enormes.

Bufff. Pensé en ese momento, estos dos cabrones van a destrozarme. La verdad es que sentí miedo.

- ¿No le dijiste nada a Dragos?

- ¿Decir? ¿Qué iba a decir? Siempre que me llamaba era para eso, me llevaba a algún sitio discreto y allí me follaba él con sus amigos. Bueno, siempre no. – dijo sonriendo – A veces quedábamos los dos a solas y esos días valían por todos, era la mujer más feliz del mundo.

- Joder, mamá. ¿Cuántas veces quedabas con él y cuantas con otros tíos?

- Ufff. No sé. Seguramente una de cada diez, la mayor parte era para que me follasen sus amigos.

Mi madre había sido un juguete en manos de Dragos y aún no se daba cuenta, daba por sentado que era obligación suya follarse a los amigos de él siempre que se lo pidiera.

Joder. Hablaba de Dragos como si fuese su amo y el amor de su vida.

- Bueno, sigo. El primero subió más mi camiseta y el otro separó mis piernas para poder meter la mano dentro de mis pantalones. Tenias que ver que manazas tenían, uno me estrujaba las tetas con fuerza y el otro rompió los botones del vaquero e introdujo la mano para meterla bajo la braga.

Al principio tuve miedo, pero cuando el de las tetas comenzó a besarme en el cuello y a retorcer y morderme los pezones. Ufff. Se me humedeció el chichi de tal forma, que me recliné en el sofá y les dejé hacer todo lo que quisieran.

Cerré los ojos y me abandoné en sus manos, lo único que quería era disfrutar con ellos.

Recuerdo las palabras de uno de ellos, más que nada porque era algo que acostumbraba a oír muy a menudo.

  • “Vaya tetas tiene esta Puta, cuando acabe de follármela va a tener que hacerme una paja con ellas.
  • Lo que tú quieras. – fue la respuesta de Dragos – Hoy tenéis barra libre.
Lo que dijo Dragos me asustó un poco. ¿De verdad iba a dejarles hacer lo que les viniera en gana conmigo? ¿Y si tenían gustos raros? Le miré y me guiñó un ojo diciendo que no me preocupara.

  • ¿Vas a hacerme una turca con las tetas? – me preguntó aquel tipo al oído –
Los dedos de su amigo llevaban un rato metidos en mi sexo dándome mucho gustito y ya estaba dispuesta a todo, además, que me follara las tetas tampoco me molestaba.

  • Ummm. Siiii. – respondí con un largo gemido –
  • ¿Has oído? – preguntó a su amigo – Nos va a dejar voluntariamente las tetas para que se las follemos luego. Jajaja.
  • Pues yo primero me voy a follar su coño. – respondió el otro riendo – No veas como lo tiene. En cuanto la he tocado un poco se ha mojado tanto que parece que se ha meado encima. Jajaja.
Dragos se inclinó hacia delante en el asiento y me acarició dulcemente la pierna.

  • Ya os dije que era una chica muy buena, podéis hacer todo lo que queráis con ella. ¿A que si? Cariño.
  • Ummm. Siii. Todo lo que quieran. – respondí abriendo un momento los ojos –
  • Joder que obediente. – dijo uno mordiéndome las tetas –
Quise gritar de dolor pero me contuve, sabía que si lo hacía, Dragos iba a enfadarse mucho conmigo. Aguanté sin protestar que mordiera y apretara como un salvaje mis pechos, era un degenerado al que importaba poco hacer daño a las mujeres.

- ¡Joder! Mamá. ¿Y aguantaste todo eso?

Oír lo que me contaba estaba haciéndome daño, no quería saber que alguien había maltratado a mi madre. A punto estuve de decirle que parara y no me diera más detalles, pero el morbo era muy grande y dejé que continuara.

- El otro hizo que levantara las piernas y me quitó los pantalones, me tiró sobre el sofá y sin esperar ni un minuto, se metió entre mis piernas y comenzó a follarme como un salvaje.

Pedí por favor que parasen para intentar recuperar el aliento, pero ninguno de los dos quiso escucharme, Dragos me miraba sonriendo y el otro no dejaba de apretarme las tetas como si fueran su juguete.

  • ¡Joder! Dragos. Que buenas tías nos traes siempre. – dijo el que me follaba –
  • Ya sabes que tengo buen gusto para las mujeres – respondió riendo éste –
El animal me penetraba con fuerza y aproximó su boca para besarme. Me giré para que no lo hiciera, pero su amigo sujetó mis mejillas y el cabrón metió su lengua en mi boca y me obligó a besarle.

Su aliento sabía a tabaco y a güisqui, pero pasados unos segundos, sus besos dejaron de darme asco y empezaron a ponerme más caliente, así que cedí y fundí mi lengua con la suya devorando su boca con ganas.

Joder, el tío debió excitarse mucho y comenzó a darme estocadas metiéndome la polla cada vez más fuerte.

Uffff. Cuando se impulsaba podía notar como la verga entraba por completo en mi sexo. ¡Joder! El cabrón la tenía gorda y larga.

  • Siiiii. – dije comiendo su boca- ¡Fóllame! ¡Fóllame!
Entonces Dragos se arrodilló a mi lado y empezó a acariciarme el clítoris, lo masajeó muy despacio con las yemas de los dedos y eso ya me hizo perder la razón. Comencé a gemir con tanta fuerza que los dos moteros me miraron riendo.

  • Joder que perra se pone. – dijo el que me estrujaba las tetas - Fóllala más fuerte que la gusta.
  • Ummmm. Siiii. – dije sin ser capaz de controlarme - ¡Fóllame fuerte!
  • Veis. – dijo Dragos encantado – Mi chica os va a dar un día que no vais a olvidar en la vida, podéis hacer con ella lo que queráis. ¿No es cierto? Cariño. – preguntó de nuevo besándome en los labios –
  • Siii, siiii. – respondí gimiendo como loca – Todo lo que queráis.
El que apretaba y mordía mis tetas acercó la verga a mi cara y rozó mis labios con el glande. Al verlo, abrí la boca muy grande y lo rodeé con los labios para comenzar a chuparlo.

  • Chúpalo bien. ¡Puta! Que luego voy a metértelo por el culo. – dijo estrujando mis tetas –
  • Ummm. Siiii. – respondí metiéndome la polla entera en la boca -
Dragos bajó la mano y acarició mi esfínter con el dedo, como lo tenía lleno de flujos, empujó suavemente y éste se metió en mi culo sin ninguna resistencia.

  • Ummmm. – solté un largo gemido - Me gusta.
Estaba disfrutando como nunca lo había hecho, una enorme polla me estaba follando la boca y otra igual o más grande penetraba mi coño, y encima, Dragos metía el dedo en mi culo enterrándolo casi entero.

  • ¿Quieres que te follen los dos a la vez? – preguntó Dragos muy bajito –
Abrí los ojos dudando porque sabía que aquellos dos animales podían destrozarme el coño y el culo si me penetraban simultáneamente, y le pedí a Dragos que no lo hicieran.

Éste, me miró enfadado y les pidió que nos dejaran a solas. Los dos moteros salieron al jardín a fumar un pitillo y el que me estaba follando protestó porque aún no había terminado y se había quedado a medias.

Me incorporé en el sofá para dar a mi chico las gracias, pero me cogió las mejillas y las apretó con fuerza con sus dedos.

  • ¿No vas a dejar que mis amigos se diviertan? – preguntó apretando las mandíbulas en señal de enfado –
  • Es que son un poco bestias y me da miedo. – respondí titubeando –
  • Tú no te preocupes, cariño, ya estoy yo aquí para cuidarte. – contestó soltando mi cara - ¿A que vas a dejar que te follen los dos a la vez el coño y el culito?
Al ver cómo me miraba Dragos casi suplicante, moví la cabeza afirmativamente.

  • ¡Esa es mi chica! – dijo con una enorme sonrisa –
Devolví su sonrisa y me preparé para lo que venía.

  • Vámonos fuera. – dijo cogiéndome de la mano – Que mi chica se lo va a pasar muy bien follando con mis dos amigos.
Salimos al jardín y el que me estaba follando se tumbó encima del césped.

  • Siéntate encima de él. – ordenó Dragos inmediatamente –
Hice lo que me pedía y me puse a horcajadas sobre aquel hombre, él colocó la verga hacia arriba y yo me dejé caer muy despacio hasta notar como la punta rozaba mis labios vaginales y los abría por completo para meterse bien adentro.

Moví un poco las caderas para encajarlo y me dejé caer de golpe hasta notar que la verga entraba entera en mi coño.

  • Uffff. – dije al notar que tocaba fondo - La tienes enorme.
  • Jajaja. – rio él al oírme – Pero a ti te va a gustar que te folle con ella, al final a todas les gusta.
Dragos hizo una señal al otro y éste se colocó detrás pegado a mi culo.

  • Prepara el culazo, Puta. – dijo tirándome del pelo y susurrándome al oído – Que te voy a meter la polla por el culo hasta que los huevos topen con el ojete.
  • Siiii. Hazlo. – dije muy excitada –
Oír sus palabras me ponía muy caliente y deseaba enormemente que me metiesen las dos pollas, no me importaba el dolor ni verme en una situación tan obscena, en ese momento solo quería que me follasen los dos a la vez y disfrutar como fuera.

Noté las manos del cabrón que tenía detrás separando mis nalgas, y al instante un enorme dolor al sentir como su polla abría mi esfínter y se metía con fuerza en mi ano.

  • Auuuuu. Duele, duele. – grite apretando los labios –
Ya me habían follado antes dos tíos a la vez, pero habían sido más cuidadosos o al menos sus pollas eran más normales. Pero esos cabrones las tenían muy grandes y encima se peleaban para ver cuál de ellos la metía más adentro.

  • Toma ¡Joder! – decía el que me la metía por detrás -
Separaba mis nalgas con los dedos para ver como su polla entraba y salía una y otra vez de mi culo. El cabrón estaba disfrutando viendo como mi esfínter se abría y cerraba cada vez que me la metía.

Yo aguantaba como podía los empujones que me daba, se notaba que cada vez se impulsaba con más fuerza para metérmela más adentro.

  • ¡Joder! Vaya culazo tienes, puta. – decía respirando muy rápido - Te gusta que te la metan por el culo. ¿Eh?
  • Siiii. – respondí sabiendo que esa era la respuesta que esperaba – Me encanta que me follen el culo.
En ese momento vi a Dragos ponerse junto a mi cara sacudiéndose la verga con la mano, me golpeó con ella en los labios y me lancé como una loba metiéndomela entera en la boca.

¡Ahora si! Ya lo tenía todo completo, Me estaban follando el culo y el coño y yo chupaba con ahínco la polla de mi hombre.

  • Así, así. ¡Folladme los tres a la vez! – pedí tomando aire –
  • ¡Joder! – dijo el que tenía debajo – Vaya pedazo de jaca, hay que ver como se mueve.
  • Ya os lo dije. – respondió Dragos riendo – Mi chica puede con todos y no dice que no a nada. ¿Verdad? Cariño.
  • Siiii. Me gusta que me follen. – respondí excitadísima –
  • ¡Que pedazo de puta! Puede con las tres vergas. Jajaja. – dijo el que me enculaba –
  • ¡Dios! Me encanta que me metáis vuestras pollas. - dije yo casi sin aliento - Seguid follándome.
Tenía el culo dolorido pero no me importaba, estaba disfrutando de una cogida tan salvaje que solo quería vivir el momento y conseguir que los tres se corrieran cuanto antes.

El que tenía debajo me follaba con más calma, a pesar de sus apariencias era el más educado y respetuoso conmigo, pero el que me empotraba el culo era una autentico animal, se notaba que me follaba a golpes de cadera para que su verga ganara terreno y se metiera entera en mi recto.

  • Venga, Puta. – dijo dándome una nalgada – Abre bien el culo para que pueda meterte la polla entera.
Me incliné pegando el pecho al de abajo para que mis nalgas se abrieran dándole más espacio. Al verlo, dio tal empujón que caí arrastrando mis tetas sobre el de abajo. El escozor en mi esfínter fue enorme y pensé que el cabrón me lo había roto al empotrarme.

  • Auuuu. ¡Joder como duele! – chillé sin poder contenerme –
Pero eso a él no le importó y siguió penetrándome con la misma fuerza de antes. Era un auténtico hijo de puta.

Seguí chupando la verga de Dragos y en pocos segundos noté como me llenaba la boca de leche.

Me sujetó por el pelo hasta que terminó de correrse y después se retiró para sentarse en el suelo y ver como los moteros continuaban follándome.

Nos miraba extasiado, la forma que en que me penetraban los dos era tan intensa, que a pesar de tener el culo destrozado, yo no paraba de gemir y pedir que me follaran más fuerte.

- Asíiii. Cabrones. – les pedía para provocarles - ¡Metedme las pollas bien fuerte!

El que tenía debajo soltó un aullido y supe que se estaba corriendo, al instante noté como su semen salía por mi coño y resbalaba en un hilillo por mis piernas.

El de atrás no terminaba, seguía martilleando mi culo sin parar y para mí comenzaba a ser un suplicio, así que empecé a provocarle para excitarle y adelantar su orgasmo.

  • ¡Venga! Cabrón. Córrete ya de una vez. – le dije con tono obsceno –
  • Ufff. ¿La puta quiere que me corra en su culo? – preguntó penetrándome más rápido –
  • Siiiii. – dije girándome para mirarle con cara viciosa – ¡Venga! Lléname el culo de leche.
La provocación tuvo su efecto, y dándome una cachetada en el culo, se agarró con fuerza a mis caderas y comenzó a penétrame más rápido.

  • Asíiii. – le incentive gimiendo – Ummm. Que bueno eres, me encanta como me follas. Córrete, cariño, córrete ya en mi culo.
No tardó ni un minuto en metérmela profundamente y dejarse caer sobre mi espalda, noté como mi recto se llenaba de semen y el hijo de puta se retiraba y la sacaba dejándome por fin tranquila.

- ¡Joder! Mamá. Vaya polvazo.

- Jajaja. Siiii. Tenias que haber visto la cara que se les quedó a ellos. Cuando me levanté del suelo, la leche me escurría por el interior de los muslos y no sabía si me salía del coño o del culo. Jajaja.

- ¡Que guarra eres!

- Jajaja. Es broma, hijo.

- ¿Y cuando te masturbas piensas en esos dos cabrones?

- Uffff. Si. Es que me excita muchísimo recordarlo.

- Pero antes ya te habían follado dos tíos a la vez, los primeros fueron Rafa y Sergio.

- Si, cariño, pero no fue lo mismo. Además, esa tarde no se acabó ahí, follamos más veces.

- ¿Más?

- Jajaja. Si mi vida, llegaron otros dos moteros y tuvimos una fiesta.

- ¿Me lo vas a contar?

- Si, pero ahora no.

Me dio un beso en los labios y llevó mi mano a su sexo.

- Ves. Ahora estoy empapada y vas a tener que volver a follarme.

Echamos un polvazo de puta madre y después dormimos a pierna suelta
-
 
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