Mi madre mi inició

heranlu

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Hola gente, mi nombre es Marco, tengo 21 años y gustaría de compartir con ustedes una cosa maravillosa que me aconteció el mes pasado. Vivo en Cancún, Méx., con mi madre (41 años) y mi hermana (18 años), mi papá nos dejó, se fue con otra mujer cuando yo era niño, más nos dejó una bella pensión, mi madre es una morena sensacional con más de 1.75 altura, 68kg, cabello negro y una piel bastante blanquita y maciza, unas nalgas redonditas y una rajita cerradita y rosadita, y ni parece tener la edad que tiene.
Todo comenzó cuando yo tuve un accidente de moto, y me quebré el pie en tres partes, por lo cual tenía que estar en cama con un aparato ortopédico por tres meses, mi vida sexual era activa, no pasaba la semana sin aventarme un palito con alguna niña del colegio, ya que no tenía una novia estable, todas eran aventuras sin compromiso, por eso comencé por deserción a ser streeper en un bar solo para mujeres. Entonces tenía que pasar en cama, y para mayor comodidad dormía desnudo, y me tapaba con solo una sábana, a los quince días de mi accidente sin tener relaciones tenía mi fierro (21cm) haciendo tienda de campaña constantemente, una noche olvidé decirle a mi hermana que cerrara mi puerta, porque de noche de alguna manera calmaba mi ser.
El hecho fue que en la mañana desperté con la mayor calentura y comencé a darme una puñeta en mi cama para tranquilizar mi verga que quería reventar, con los ojos cerrados recordando los ricos polvos que he tenido. Cuando estaba disfrutando escuché el ruido de la puerta que la habían abierto rápidamente, era mi madre porque mi hermana tendría mucho tiempo de haberse ido a la escuela. Me agarró literalmente con mi mano en palo, ella quedó con los ojos en mi palo, me dijo en broma, pero su voz entre cortada, -Parece que has de extrañar a tus compañeras que te hacen disfrutar o esas pinches viejas que pagan por coger cabrón, verdad. –Mamá,-si hijo, disculpa, salió y cerró la puerta. Yo me quedé con la mayor vergüenza, después las necesidades de ir al baño hizo que me levantara y después pedir disculpas por trabajar y ganarme el dinero de esa manera a mi madre, me dijo que no me preocupara, pero que no hiciera eso delante de la niña, que tuviera más cuidado.
Otro día, mi mamá me dio unas pastillas para que el dolor me dejara dormir, pero no me las tomé, pensando que no estaba mamá me paré para ir a tomarme unas cervezas que están en el refrigerador, cuando escuché gemidos que venían del cuarto de mi mamá, fui a ver que pasaba y por la puerta entreabierta pude ver una cosa que para mi era increíble, fue ahí que pude ver realmente a mi madre con otros hoyos. Ella estaba sentada en la cama con un consolados negro en la mano se dejaba ver que ella ya esta mojada, en la posición en la que yo estaba podía tener una visión privilegiada de aquel botón sabroso y lindo. Ella con las piernas abiertas me metía aquel consolador en su puchita, y después se lo llevaba a la boca. Yo me encendí con aquello y decidí ver hasta donde iba a llegar todo aquello, ella comenzó a gemir alto y a acariciarse los pechos..
Se metía todo el consolador en la puchita. Yo tenía voluntad de ir y tomar la función de aquel consolador, más me contuve y comencé a tocarme mi verga al mismo tiempo. Fue cuando aconteció una cosa que me dejó completamente fuera de mi, mi madre comenzó a decir mi nombre, al comienzo creí que me había confundido más ella continuó y yo me acuerdo cada palabra: -Ven hijo, méteme ese palo cabrón, en mi puchita (vientre, raja), en tu madre que lo necesita, como aquellas perras que haces disfrutar, ven pequeño hazme gozar, hazme ser feliz, Oh hijo que verga tan sabrosa tienes, parece una piedra, hijo si tu supieras como tu madre está carente de lo que a ti te sobra.
¡Madre mía!, era para que yo hubiese entrado en aquel momento en el cuarto, más alguna cosa me detuvo. Creo que fue una crisis de conciencia… entonces ella anunció otro orgasmo y se acostó todavía dentro con el consolador en su puchita… entonces yo regresé a mi cuarto e hice ruido, dejé caer las muletas, para ver si mi madre venía a verme, pero como no llegó salí de nuevo pasé por su cuarto ya estaba cerrado, me fui a la cocina y me tomé una cerveza recordando todo y aún no lo creía, entonces llegó mi mamá a la cocina ya vestida me dijo que por que me había parado, y por que me estaba tomando las cervezas, le dije que no había problema ya que no me había tomado las pastillas…
Se sorprendió, se imaginó que la estaba escuchando, ya que sus gemidos eran para oírse en toda la casa, entonces le dije que no hubo necesidad de tomarme las pastillas por que me dormí sin tener que tomármelas, ella comenzó a preparar la comida, y yo ahí viéndola y me atormentaban aquellas imágenes y me daba coraje ya que había dejado pasar la situación, no se porque, pero me acerqué a ella, donde estaba, y ella me dio una sonrisa como nunca y me dijo: -Mi amor, llamó Sandra que vendría a verte.
-¿Pero no te pone alegre eso?, se pueden encerrar en tu cuarto, a mi no me dio gracia ese comentario, y le dije que tenía algo que decirle, -Mamá, oí y miré como te masturbabas, ella me miró con una cara de pánico, y yo no dejé que ella hablara nada, continué hablando y le dije que también yo sentía ganas de tener relaciones con ella, como tú la tenías conmigo, ma, eres muy hermosa y muy sabrosa, perdón, pero no puedo ver la hora de hacerlo contigo, pude ver que aquella mirada de pánico se fue convirtiendo en una expresión tranquila, y ella comenzó a decir que no era bueno así, que iba a venir mi amiga para que yo tirará cualquier calentura, ya que nosotros no podemos hijo, somos eso, madre e hijo, y yo ya tomado por la calentura, le dije: -No se vale como me dejas así de tenso por la situación, sabes que yo no tengo relaciones con esa chica y ni la voy a tener, ella es “mormona”, ella no acepta, en cambio tú tienes igual voluntad de hacerlo como yo, te escuché llamarme hijo gustoso, que querías mi verga (me levanté y le mostré mi palo totalmente duro), y mira pensando en ti como quedo.
Ella me dijo, mira lo que va acontecer entre nosotros nadie debe saberlo, fue ella que vino en dirección de mi palo y lo comenzó acariciar, chupaba la cabeza después recorría con su lengua todo mi tronco hasta mis testículos se los metía, era una locura, decía desde que estaba en esa situación después de que tomaba mis medicamento y me dormía, mira siempre mi palo como piedra, y comenzó a desearlo más y más, decía que era más grande que el de mi papá y más grueso, me pidió que fuéramos para mi cuarto para continuar y no lastimarme. Ya en el cuarto nos comenzamos a besar y yo iba pasando mi mano en aquellas nalgas sabrosas, y en aquellas rajita maravillosa, en aquellos pechitos que parecían unas ricas peras, la comencé a comer.
Ella se paró y se quitó el vestido de franela que usaba y tiró la tanguita brasileña, fue ahí que pude ver su rajita rasurada con aquello labios rosados ya todos mojados y ella me dice que ahora era su turno y abrió más sus piernas acercando su rajita a mi boca, esa rajita era sabrosa, y gustoso comencé a chupar y pasar mi lengua por aquel orificio, mientras coordinaba metiendo mis dedos y mi lengua por aquel agujerito sabroso, ella gemía intentando contener sus gritos para que no nos escuchara nadie: -Que bien hijo dame un baño gustoso de lengua, métela en esta rajita de tu madre, que esto va a ser desde hoy para siempre… satisface el deseo de tu mamita, hijo mío, así, así, que sabroso, ahhhhaahhaahahahah… me quedé chupando como diez minutos y en este tiempo creo que ella gozó pues la sentí estremecerse toda, y apretaba mi cabeza con su ricas entrepiernas.
Así ella mi dijo: -Ahora quiero esta rica verga hijo dentro de toda mi conchita. Me acosté retirando lo más posible una pierna de la otra para que no me lastimara mi madre al montarme, por que no había de otra manera de hacerlo, una vez así, ella comenzó a meterse mi verga, despacio hasta que mis bolas chocaban con su culito, comenzó a subir y bajar lentamente porque decía que me quería disfrutar al máximo, y después aceleró el ritmo del bombeo hasta que comenzó a contonearse y decía unas palabras que yo no entendía, pero ella se movía sabroso en mi palo, era una sensación diferente de las otras señoras, que te pagaban por comértelas, mi madre me está comiendo a mi, ella disfrutaba cada vez más, y decía; -Mira hijito como gozamos por tus loqueras, me has hecho gozar como nunca, no te da vergüenza, comiéndote a tu propia madre, te aprovechas solo porque estoy carente, quiero ver si tú te vas a puñetear de nuevo sin invitarme…
Entonces sentí que ya no iba a aguantar más y le dije que si quería toda mi lechita dentro de su conchita, le ayudé a subir y bajar con mayor ritmo, y se lo metí hasta dentro de su conchita, y me vine sobre ella, cuando ella comenzaba a gemir, pues terminamos juntos. Entonces ella me dijo que si yo creía que ya se había acabado el placer, no hay descanso, vas a hacerme el servicio completo, todavía mi culito está loco por sentir ese palote dentro, ella se salió de mi se recostó junto a mi y nos comenzamos a acariciar, después ella comenzó a chuparme de nuevo mi palo, y como chupaba de bien, ella pasaba su lengua alrededor de mi cabezón y se lo metía, yo sentía mi palo golpear en el fondo de su garganta… que delicia solo de recordar quedo con el palo duro de nuevo.
Después ella sola comenzó a lubricar su ano, y a prepararlo para poderla penetrar, se puso crema y después que le cabía dos, tres, cuatro dedos, se preparó para montarme, dirán por que solo esa posición por mi situación no había de otra, cuando ella se aproximó y vi aquel hoyito rosado que se ofrecía para mi, de nuevo mi palo quedó como piedra.
Ella comenzó a meterse mi pija dándome la espalda, cuando todavía ella no se comía todo mi palo la tomé de la cintura por lo excitado de más, y la obligué que cabalgara más rápido, ella gritó de dolor, pues lo grueso de mi verga le molestaba, y me dijo que era para gozar no para provocarle dolor, que intentara ir más lento a fin de disfrutar aquel momento lo más largo posible, y decía:
“Eso hijo rómpele el culo a tu madre, eso mete, meteeee, hace tiempo que tu madre no disfrutaba tanto, ay ayyyyy, ahaaaa que sabroso, si yo hubiera sabido que con mi hijo iba a disfrutar no hubiera tardado tanto en gozar, ehhh, ahaaaa… entonces mientras ella ya controlaba el ritmo le metía un dedo en su rajita, y le acariciaba, pellizcaba su pezones, ella aún más se movía sabroso y hacía sentir mis bolas en su culo, mientras ella no para de gemir cada vez más alto-, ahaaaa, Aaaaaaaahhhhh que delicia sigue, sigue hijo, no te vayas a venir ahora por favor, ven que rico, que sabroso, ahaaaa, que dedos tan sabrosos, así que me voy a ver obligada a venirme en tu mano.
Los movimientos comenzaron a aumentar, sentí que mi madre estaba gozando por su culito, y comenzó a bombear bastante rápido, sentí que yo estaba por venirme y le avisé a mi mamá. Ella me dijo que quería que yo gozara, va hijo goza todo en este culo de tu madre, da la lechita para tu mamá, ay que delicia… quiero sentir todo escurriendo por mis nalgas, esa lechita tuya calentita, sigue hijo goza dentro de tu mamá que está hecha una putita…
Entonces comencé a lanzar una cantidad increíble de leche, más no paraba mi mamá de seguirse bombeando dentro de mi palo, hasta que me vine todo dentro de ella, se detuvo, se volteó con mi palo dentro de ella, y viéndole a la cara me dio las gracias, se salió me besó en la boca y después limpió todo mi palo, nos acostamos y compartimos el placer que nos dimos, y después en la mañana desperté solo en mi cuarto. Después de aquel día seguimos haciéndolo a diario, y lo disfrutamos al máximo, ahora yo soy quien toma la iniciativa, y cogemos en todas las maneras…
 
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