Maria es mi madre, una mujer mayor de 42 años…, ella es una belleza madura, alta, con una hermosa piel blanca con algunas cuantas arrugas, que solo demuestran que el tiempo no ha hecho más que embellecerla, con una larga y negra melena, adornada con unos cuantos mechones plateados, negándose a teñirlos.
Su cuerpo mellado mismamente con el tiempo, sus pezones empezando a caerse y con algunas cuantas estrías productos del tiempo y el embarazo, pero aun así con un cuerpo lleno de gracias, con grandes tetas y culo simplemente más que apetecible, su abdomen abultado con algo de grasa, debido a que dejo de asistir al gimnasio, ya no sintiéndose atractiva para nadie.
Tristemente esto paso, después de que mi “querido” padre decidiera meterse con una chica que apenas había cumplido los 18 años, al principio mi madre actuó con ira y resentimiento, dañando la imagen no solo publica de él, si no laboral, cosa que hizo que papá saliera corriendo para evitar más castigos de mi madre.
Pero cuando su ira la dejo, solo dio paso a la depresión, mi madre dejo de salir, dejo de arreglarse y simplemente se sumergió en el hecho de que su marido la cambio por alguien más joven.
Sin saber qué hacer, más que acompañarla y hablar con ella, pedí ayuda a mi Tía Bárbara, hermana mayor de mi padre, ella era divorciada, después de que su marido muriera en un accidente.
Imagine que, si alguien podría ayudarla, tendría que ser ella… y me arrepentí automáticamente de pedir su ayuda.
-¡¿Que?!-, Le grite a mi Tía, después de escuchar su plan del como sacaría a mi madre de su depresión.
-Baja la voz niño-, Me respondió mi Tía, -Este restaurante me gusta mucho y quiero mantener mi buen estatus aquí-, Dijo esto a la par que le daba un trago a su bebida.
Mi tía Bárbara era una mujer madura, mayor que mi madre solo por 3 años, esbelta con un cuerpo tonificado por el ejercicio y de piel bronceada, además de haber pasado por el quirófano un par de veces, para agrandar sus tetas y darle una linda forma a su trasero.
-Tía… me acabas de decir que… follemos a mi madre-, Le dije en susurro, dándole un trago a mi bebida, ahora entendía el porque me había pedido un whisky, siendo medio día.
-Escucha sé que tu madre no ha salido con nadie, desde que mi hermano le puso los cuernos, ha estado encerrada, solo saliendo para salir a trabajar y hacer las compras necesarias para la casa-, Me dijo Tía tomando mi mano, -Tu eres el único hombre que se quedó a su lado, eres el único hombre en el que confía, no puedo llegar a tu casa, sacarla y presentársela a un hombre X, ella no lo aceptaría, así que tú eres su única y mejor opción-, Declaro soltando mi mano, para tomar otro trago.
-Pronto será navidad-, Dije dándole también un trago a mi bebida, -Ella no quiere hacer nada-.
-Bien, es hora de hacer algo y esto es lo que haremos-, Y así empezó a contarme su plan.
…
24 de diciembre.
Mamá estaba sentada en sofá leyendo un pequeño libro, -¿Mamá no tienes algún plan para el día de hoy?-, Le pregunte al verla.
Ella levanto la mirada de su libro, -No querido, sal a divertirte, yo me quedare aquí con mi libro-, Respondió ella con una pequeña sonrisa.
-¿Te gustaría salir conmigo?-, Lance mi pregunta, el primer paso del plan de mi tía.
-Gracias querido, pero no, no quiero amargarte la noche, sal a divertirte con tus amigos, yo estaré bien aquí sola-, Volvió a decirme con la misma sonrisa.
-Mamá por favor, no vas a pasar esta navidad, sola, no vale la pena que te estés martirizando por papá, ponte un lindo vestido y saldremos a celebrar navidad como dios manda-, Dije tendiéndole la mano, a lo que ella hizo un gesto como de querer llorar, antes de tomar mi mano y salir corriendo a arreglarse.
Rápidamente mande un mensaje a mi tía, que me respondió mandándome la dirección de un hotel donde se llevaría a cabo una “fiesta navideña”, aunque según mi tía, la fiesta solo es una tapadera, es más que nada para que parejas puedan beber y follar sin preocupaciones.
Llegamos al hotel, cosa que extraño mi madre, pero no lo suficiente, como para que hiciera algunas preguntas, ella se había vestido con un lindo y pegado vestido de noche de color azul oscuro, llevaba su bello maquillaje puesto y se había colocado una buena cantidad de perfume.
Por primera vez en mi vida, miraba de forma distinta a mi madre, no como una madre, si no como una mujer.
Entramos y en la estancia nos encontramos por “casualidad” a mi tía Bárbara, quien iba vestida con un vestido de noche mucho más corto de color negro y pegando a su cuerpo, no dejando nada a la imaginación, casi dejando visible sus bragas, con un gran escote por delante.
-¡Que sorpresa María! ¡Me alegro de verte!-, Casi grito, corriendo a abrazar a mi madre, -Sobrinito también me alegro de verte-, Dijo dándome la mano, el plan estaba en marcha.
Mi madre se mantenía un poco a la defensiva de mi tía, era la hermana de su ex marido, pero fue cordial, para no amargar la fiesta a nadie, entonces note como mi tía, poco a poco seguía dándole tragos a mi madre, cada bebida era más fuerte.
Si no supiera de los planes de mi tía, no hubiera notado, los toques, las caricias, la manera de estar cerca de ella.
Sus manos acariciando su espalda, se colocaban en un muslo al descubierto y en 2 ocasiones, la mire olfateando su cabello.
El alcohol estaba haciendo su magia, mi madre reía y había hablado con varias personas, no solo conmigo o mi Tía, incluso había estado bailando y las bebidas nunca se detuvieron, mi Tía se ocupó de ello.
Cuando mi madre comenzaba a tropezar con sus pies, fue la señal de que era hora de pasar a la siguiente parte del plan.
Apoyándose en mí, caminos no a la salida, si no al elevador, mi tía había rentado una habitación, en donde nadie podría vernos o escucharnos, mi tía entonces sin ninguna preocupación o vergüenza, empezó a meter mano a mi madre.
La mire con incredibilidad, mientras acariciaba sus pechos y con su otra mano libre, su trasero, pronto ella guio una de mis manos, a uno de sus senos, -Cuando eras un bebe, te pegabas a una de estas por horas, ¿No te gustaría probarlas de nuevo?-, Me pregunto con una maquiavélica sonrisa.
Y me avergüenzo de decir que así lo hice, en cuanto mi tía le bajo un poco el Top, y me pegue al izquierdo, así como mi tía al derecho, mi madre lanzo un suspiro no de sorpresa, más bien de alivio.
Pronto mi mano se deslizo para acariciar por encima de su ropa interior su vagina, mientras que mi tía seguía acariciando su trasero, joder en algún momento, mi tía comenzó a acariciar mi miembro por encima de mi pantalón, pero rápidamente se detuvo.
-¿Porque?-, Le pregunte con sorpresa, acomodándose el vestido y el de mi madre.
-Porque sería más cómodo, en una cama-, Me respondió sonriendo, caminamos apurados hasta que llegamos a la habitación.
Depositamos a mi madre con calma en la cama y rápidamente la desvestimos, al igual que nosotros, empezamos besándola, cada uno se tomó un momento, para besarla, el deseo, la excitación, el morbo, me nublo el sentido.
Me concentre en sus pechos y mi Tía Bárbara en su vagina, cosa que empezó a hacer gemir a mi madre, pronto cambio a mi erecto pene, saboreándolo y metiéndoselo todo a la boca, para después volver a la vagina de mi madre.
Pronto cambiamos ahora yo saboreaba la vagina húmeda de mi madre y alternaba entre ella y la vagina de mi Tía.
Sorprendí a mi Tía metiéndole un dedo en la vagina, ganándome un gemido de ella, saqué el dedo cubierto de su esencia y lo puse en la boca de mamá, -Que guarro eres-, Me dijo ella, tomado un preservativo, para luego colocármelo.
Mi Tía, se acomodó de tal manera para agarrar y separar las piernas de mi madre, dándome la comodidad para penetrarla, mire a mi Tía, buscando un permiso, para mi enferma lujuria, ella asintió y sin más la penetre.
Mi madre en respuesta soltó un grito, cuanto tiempo había pasado sin sexo, fui brusco, intenté golpear su matrix y tal vez lo hice, pero no lo sé, lo que sé es que mi madre me miraba, medio borracha, medio asustada.
-¡Nooooo!-, Grito mi madre al sentirme dentro de ella.
Pero mi tía la mantenía en su lugar, con sus piernas abiertas y una sonrisa en el rostro, mientras empezaba el movimiento de vaivén, ganándome gemidos y suplicas de mi madre.
Pronto mi Tía soltó a mi madre, se alejó y me dijo; -Daté la vuelta con ella encima y agárrala bien-, Y así lo hice, mi madre estaba asustada, visiblemente, pero cambiando la posición ella quedo encima de mí, su mirada se encontró con la mía por un momento, entonces sonreí;
-Eres hermosa-, Dije abrazándola y besándola, aferrándome fuertemente a ella evitando que se moviera.
-¡No, no, no por favor, esperen!-, Grito mi madre al presenciar a mi tía, preparando el consolador con más arnes, mientras la mantenía quieta en su lugar.
-Tranquila querida, si no te relajas solo te voy a lastimar más-, Le dijo dándole un fuerte beso negro y tronado que solo hizo llorar a mi madre de miedo y debo admitir que esto me éxito aún más.
-Tía… daté prisa… está apretando más-, Dije mientras besaba el hombro de mi madre, tratando calmarla en un vano intento.
-Escucha no me digas “Tía”, llámame Bárbara o dime Puta si quieres, pero en este momento no somos familia-, Me respondió molesta, casi levantándose.
-Perdón… Bárbara, lo siento-, Dije apenado, mierda estaba arruinando el momento, pero mierda ya no podía más, Mamá era pesada y su vagina estaba apretando mi pene fuertemente, ni siquiera sabía que eso era posible.
Mi Tía seguía preparando el culo de mi Madre, así que deje de moverme y cerró los ojos, centrándome en escuchar los gemidos de mi madre quien estaba fuertemente agarrada mi cuello, sollozando y gimiendo, ante lo que imagino que era la lengua y dedos de mi Tía.
-¡AHHHH! ¡Sácalo me duele!-, Grito repentinamente mi Madre, ante lo que abrí los ojos y me encontré cara a cara con Tía, quien sin avisar y sin decir nada, la penetro fuerte y profundamente (al menos eso supongo yo), empezando ahora si un nuevo movimiento, penetrando vaginal y analmente a mi madre, provocando una ola de placer y dolor.
Eran movimientos rápidos y fuertes, profundos y lujuriosos, esto era según su Tía Bárbara la única manera de salvar a su madre, aunque a día de hoy, sé que solo era una puta fantasía de ella.
-¡Me vengo! ¡Me vengo! -, Grite apretándola fuertemente con una última estocada, liberando mi carga y dando gracias de haber usado el condón, Mamá solo gimió de placer, creo que a pesar de tener el condón sintió la calidez de mi semen y eso la reconforto.
-¡Demonios!-, Gruño mi Tía Bárbara, rápido ponla en la cama, quiero terminar yo también.
-¡¿Que?!-, Grito Mamá cuando hice exactamente lo que dijo mi Tía, depositándola en la cama matrimonial de la habitación y dejando a mi tía encima de ella, quien la penetraba sin piedad, ante sus gemidos y suplicas de que parara.
Yo entre al baño, necesitaba ducharme y procesar el hecho de que acaba de follar con mi madre y mi tía, las cuales ahora solo podía escuchar gemir… bueno mi tía gimiendo de placer y mi madre gimiendo por piedad.
Me bañe tratando de ignorar los gemidos de mi tía y mi madre, ¿Cómo demonios deje que me convenciera a esto? reí para mis adentros, no podía tratar justificar el hecho de que me había cogido a mi madre.
Ahora solo me queda estar, debajo del chorro de agua, escuchando a mi madre gemir buscando piedad y a mi Tía Bárbara gimiendo de placer, excitándome queriendo volver a penetrar a mi madre, tal vez mi tia me dejo penetrar su culo, joder no se que quiero.
Su cuerpo mellado mismamente con el tiempo, sus pezones empezando a caerse y con algunas cuantas estrías productos del tiempo y el embarazo, pero aun así con un cuerpo lleno de gracias, con grandes tetas y culo simplemente más que apetecible, su abdomen abultado con algo de grasa, debido a que dejo de asistir al gimnasio, ya no sintiéndose atractiva para nadie.
Tristemente esto paso, después de que mi “querido” padre decidiera meterse con una chica que apenas había cumplido los 18 años, al principio mi madre actuó con ira y resentimiento, dañando la imagen no solo publica de él, si no laboral, cosa que hizo que papá saliera corriendo para evitar más castigos de mi madre.
Pero cuando su ira la dejo, solo dio paso a la depresión, mi madre dejo de salir, dejo de arreglarse y simplemente se sumergió en el hecho de que su marido la cambio por alguien más joven.
Sin saber qué hacer, más que acompañarla y hablar con ella, pedí ayuda a mi Tía Bárbara, hermana mayor de mi padre, ella era divorciada, después de que su marido muriera en un accidente.
Imagine que, si alguien podría ayudarla, tendría que ser ella… y me arrepentí automáticamente de pedir su ayuda.
-¡¿Que?!-, Le grite a mi Tía, después de escuchar su plan del como sacaría a mi madre de su depresión.
-Baja la voz niño-, Me respondió mi Tía, -Este restaurante me gusta mucho y quiero mantener mi buen estatus aquí-, Dijo esto a la par que le daba un trago a su bebida.
Mi tía Bárbara era una mujer madura, mayor que mi madre solo por 3 años, esbelta con un cuerpo tonificado por el ejercicio y de piel bronceada, además de haber pasado por el quirófano un par de veces, para agrandar sus tetas y darle una linda forma a su trasero.
-Tía… me acabas de decir que… follemos a mi madre-, Le dije en susurro, dándole un trago a mi bebida, ahora entendía el porque me había pedido un whisky, siendo medio día.
-Escucha sé que tu madre no ha salido con nadie, desde que mi hermano le puso los cuernos, ha estado encerrada, solo saliendo para salir a trabajar y hacer las compras necesarias para la casa-, Me dijo Tía tomando mi mano, -Tu eres el único hombre que se quedó a su lado, eres el único hombre en el que confía, no puedo llegar a tu casa, sacarla y presentársela a un hombre X, ella no lo aceptaría, así que tú eres su única y mejor opción-, Declaro soltando mi mano, para tomar otro trago.
-Pronto será navidad-, Dije dándole también un trago a mi bebida, -Ella no quiere hacer nada-.
-Bien, es hora de hacer algo y esto es lo que haremos-, Y así empezó a contarme su plan.
…
24 de diciembre.
Mamá estaba sentada en sofá leyendo un pequeño libro, -¿Mamá no tienes algún plan para el día de hoy?-, Le pregunte al verla.
Ella levanto la mirada de su libro, -No querido, sal a divertirte, yo me quedare aquí con mi libro-, Respondió ella con una pequeña sonrisa.
-¿Te gustaría salir conmigo?-, Lance mi pregunta, el primer paso del plan de mi tía.
-Gracias querido, pero no, no quiero amargarte la noche, sal a divertirte con tus amigos, yo estaré bien aquí sola-, Volvió a decirme con la misma sonrisa.
-Mamá por favor, no vas a pasar esta navidad, sola, no vale la pena que te estés martirizando por papá, ponte un lindo vestido y saldremos a celebrar navidad como dios manda-, Dije tendiéndole la mano, a lo que ella hizo un gesto como de querer llorar, antes de tomar mi mano y salir corriendo a arreglarse.
Rápidamente mande un mensaje a mi tía, que me respondió mandándome la dirección de un hotel donde se llevaría a cabo una “fiesta navideña”, aunque según mi tía, la fiesta solo es una tapadera, es más que nada para que parejas puedan beber y follar sin preocupaciones.
Llegamos al hotel, cosa que extraño mi madre, pero no lo suficiente, como para que hiciera algunas preguntas, ella se había vestido con un lindo y pegado vestido de noche de color azul oscuro, llevaba su bello maquillaje puesto y se había colocado una buena cantidad de perfume.
Por primera vez en mi vida, miraba de forma distinta a mi madre, no como una madre, si no como una mujer.
Entramos y en la estancia nos encontramos por “casualidad” a mi tía Bárbara, quien iba vestida con un vestido de noche mucho más corto de color negro y pegando a su cuerpo, no dejando nada a la imaginación, casi dejando visible sus bragas, con un gran escote por delante.
-¡Que sorpresa María! ¡Me alegro de verte!-, Casi grito, corriendo a abrazar a mi madre, -Sobrinito también me alegro de verte-, Dijo dándome la mano, el plan estaba en marcha.
Mi madre se mantenía un poco a la defensiva de mi tía, era la hermana de su ex marido, pero fue cordial, para no amargar la fiesta a nadie, entonces note como mi tía, poco a poco seguía dándole tragos a mi madre, cada bebida era más fuerte.
Si no supiera de los planes de mi tía, no hubiera notado, los toques, las caricias, la manera de estar cerca de ella.
Sus manos acariciando su espalda, se colocaban en un muslo al descubierto y en 2 ocasiones, la mire olfateando su cabello.
El alcohol estaba haciendo su magia, mi madre reía y había hablado con varias personas, no solo conmigo o mi Tía, incluso había estado bailando y las bebidas nunca se detuvieron, mi Tía se ocupó de ello.
Cuando mi madre comenzaba a tropezar con sus pies, fue la señal de que era hora de pasar a la siguiente parte del plan.
Apoyándose en mí, caminos no a la salida, si no al elevador, mi tía había rentado una habitación, en donde nadie podría vernos o escucharnos, mi tía entonces sin ninguna preocupación o vergüenza, empezó a meter mano a mi madre.
La mire con incredibilidad, mientras acariciaba sus pechos y con su otra mano libre, su trasero, pronto ella guio una de mis manos, a uno de sus senos, -Cuando eras un bebe, te pegabas a una de estas por horas, ¿No te gustaría probarlas de nuevo?-, Me pregunto con una maquiavélica sonrisa.
Y me avergüenzo de decir que así lo hice, en cuanto mi tía le bajo un poco el Top, y me pegue al izquierdo, así como mi tía al derecho, mi madre lanzo un suspiro no de sorpresa, más bien de alivio.
Pronto mi mano se deslizo para acariciar por encima de su ropa interior su vagina, mientras que mi tía seguía acariciando su trasero, joder en algún momento, mi tía comenzó a acariciar mi miembro por encima de mi pantalón, pero rápidamente se detuvo.
-¿Porque?-, Le pregunte con sorpresa, acomodándose el vestido y el de mi madre.
-Porque sería más cómodo, en una cama-, Me respondió sonriendo, caminamos apurados hasta que llegamos a la habitación.
Depositamos a mi madre con calma en la cama y rápidamente la desvestimos, al igual que nosotros, empezamos besándola, cada uno se tomó un momento, para besarla, el deseo, la excitación, el morbo, me nublo el sentido.
Me concentre en sus pechos y mi Tía Bárbara en su vagina, cosa que empezó a hacer gemir a mi madre, pronto cambio a mi erecto pene, saboreándolo y metiéndoselo todo a la boca, para después volver a la vagina de mi madre.
Pronto cambiamos ahora yo saboreaba la vagina húmeda de mi madre y alternaba entre ella y la vagina de mi Tía.
Sorprendí a mi Tía metiéndole un dedo en la vagina, ganándome un gemido de ella, saqué el dedo cubierto de su esencia y lo puse en la boca de mamá, -Que guarro eres-, Me dijo ella, tomado un preservativo, para luego colocármelo.
Mi Tía, se acomodó de tal manera para agarrar y separar las piernas de mi madre, dándome la comodidad para penetrarla, mire a mi Tía, buscando un permiso, para mi enferma lujuria, ella asintió y sin más la penetre.
Mi madre en respuesta soltó un grito, cuanto tiempo había pasado sin sexo, fui brusco, intenté golpear su matrix y tal vez lo hice, pero no lo sé, lo que sé es que mi madre me miraba, medio borracha, medio asustada.
-¡Nooooo!-, Grito mi madre al sentirme dentro de ella.
Pero mi tía la mantenía en su lugar, con sus piernas abiertas y una sonrisa en el rostro, mientras empezaba el movimiento de vaivén, ganándome gemidos y suplicas de mi madre.
Pronto mi Tía soltó a mi madre, se alejó y me dijo; -Daté la vuelta con ella encima y agárrala bien-, Y así lo hice, mi madre estaba asustada, visiblemente, pero cambiando la posición ella quedo encima de mí, su mirada se encontró con la mía por un momento, entonces sonreí;
-Eres hermosa-, Dije abrazándola y besándola, aferrándome fuertemente a ella evitando que se moviera.
-¡No, no, no por favor, esperen!-, Grito mi madre al presenciar a mi tía, preparando el consolador con más arnes, mientras la mantenía quieta en su lugar.
-Tranquila querida, si no te relajas solo te voy a lastimar más-, Le dijo dándole un fuerte beso negro y tronado que solo hizo llorar a mi madre de miedo y debo admitir que esto me éxito aún más.
-Tía… daté prisa… está apretando más-, Dije mientras besaba el hombro de mi madre, tratando calmarla en un vano intento.
-Escucha no me digas “Tía”, llámame Bárbara o dime Puta si quieres, pero en este momento no somos familia-, Me respondió molesta, casi levantándose.
-Perdón… Bárbara, lo siento-, Dije apenado, mierda estaba arruinando el momento, pero mierda ya no podía más, Mamá era pesada y su vagina estaba apretando mi pene fuertemente, ni siquiera sabía que eso era posible.
Mi Tía seguía preparando el culo de mi Madre, así que deje de moverme y cerró los ojos, centrándome en escuchar los gemidos de mi madre quien estaba fuertemente agarrada mi cuello, sollozando y gimiendo, ante lo que imagino que era la lengua y dedos de mi Tía.
-¡AHHHH! ¡Sácalo me duele!-, Grito repentinamente mi Madre, ante lo que abrí los ojos y me encontré cara a cara con Tía, quien sin avisar y sin decir nada, la penetro fuerte y profundamente (al menos eso supongo yo), empezando ahora si un nuevo movimiento, penetrando vaginal y analmente a mi madre, provocando una ola de placer y dolor.
Eran movimientos rápidos y fuertes, profundos y lujuriosos, esto era según su Tía Bárbara la única manera de salvar a su madre, aunque a día de hoy, sé que solo era una puta fantasía de ella.
-¡Me vengo! ¡Me vengo! -, Grite apretándola fuertemente con una última estocada, liberando mi carga y dando gracias de haber usado el condón, Mamá solo gimió de placer, creo que a pesar de tener el condón sintió la calidez de mi semen y eso la reconforto.
-¡Demonios!-, Gruño mi Tía Bárbara, rápido ponla en la cama, quiero terminar yo también.
-¡¿Que?!-, Grito Mamá cuando hice exactamente lo que dijo mi Tía, depositándola en la cama matrimonial de la habitación y dejando a mi tía encima de ella, quien la penetraba sin piedad, ante sus gemidos y suplicas de que parara.
Yo entre al baño, necesitaba ducharme y procesar el hecho de que acaba de follar con mi madre y mi tía, las cuales ahora solo podía escuchar gemir… bueno mi tía gimiendo de placer y mi madre gimiendo por piedad.
Me bañe tratando de ignorar los gemidos de mi tía y mi madre, ¿Cómo demonios deje que me convenciera a esto? reí para mis adentros, no podía tratar justificar el hecho de que me había cogido a mi madre.
Ahora solo me queda estar, debajo del chorro de agua, escuchando a mi madre gemir buscando piedad y a mi Tía Bárbara gimiendo de placer, excitándome queriendo volver a penetrar a mi madre, tal vez mi tia me dejo penetrar su culo, joder no se que quiero.