Mi inesperado regalo de navidad.

roman74

Pajillero
Registrado
Ene 9, 2008
Mensajes
2,925
Likes Recibidos
60
Puntos
48
 
Hola, me gustarÃ*a contaros lo que me sucedieron las navidades pasadas, ya que si no se lo cuento a alguien reviento. Me llamo Félix y tengo 24 años, y llevo viviendo con mi novia Rebeca de 23 años desde hace un año y medio. Bueno al grano, las navidades pasadas tuve un regalo que no me esperaba. Por motivo de la Navidad invitamos a unos amigos a cenar en Nochebuena, para ser más exactos 2 parejas más. Rafa y Ã�ngela que son amigos nuestros de hace muchos años, y Jaime y Diana que somos amigos desde pequeños.
Rebeca y yo estuvimos todo el dÃ*a preparando la casa adornándola, dejándolo todo bien limpio para nuestros invitados (eso no significas que seamos unos descuidados normalmente, pero ya se sabe que cuando hay visita se es mucho mas pulcro de lo normal). Estábamos adornando el árbol y eran las 7 de la tarde, y yo empezaba a tener unas ganas tremendas de hacer el amor, y me puse al lado de Rebeca y empecé a darle suaves besos en el cuello, ya que se que eso la excita de sobremanera. La tumbe encima de la alfombra y allÃ* mismo le hice el amor como un verdadero loco. Ya duchados y vestidos con todo bien arreglado a eso de las 22:00 de la noche llamaron al interfono, eran nuestros amigos eran puntuales como siempre, y mientras Rebeca acababa de preparar unas cosas en la cocina fui a recibirles. Al abrir la puerta me quede boquiabierto, iban todos guapÃ*simos, salude con un abrazo a Jaime y a Rafa, y con dos besos a Ã�ngela y Diana. Les hice pasar al salón y se sentaron. Salio Rebeca a saludarles con bebidas en una bandeja y les sirvió unas copas antes de cenar. Al cabo del rato nos sentamos a cenar los seis y todo estaba tranquilo, hablando entre nosotros riéndonos, y escuchando una música suave de fondo y una luz tenue, la verdad es que Rebeca y yo lo habÃ*amos dejado todo muy bien preparado. Durante la cena bebÃ*amos vino y eso se notaba porque cada vez estábamos mas a gusto y con más confianza (ya se sabe lo que hace el alcohol). Llegamos al Postre y como no al champagne, eran eso de las 01:.00 cuando acabamos de cenar y empezamos a hacer brindis, y a beber champagne, seguÃ*amos bebiendo y charlando entre risas, estábamos en el salón con las copas y varias botellas de Champagne vacÃ*as ya, y ambas parejas comenzaban a decir que se iban que ya era tarde, pero de ninguna podÃ*amos dejarles conducir tal y como iban, asÃ* que les dijimos que se quedaran la noche con nosotros que no habÃ*a problema. Diana y Jaime aceptaron enseguida ya que no era la primera vez que lo hacÃ*an, pero Ã�ngela y Rafa dudaron un poco y los logramos convencer. Estábamos todos que no podÃ*amos mas con nuestra alma, bastante bebidos y muy desinhibidos. Yo puse una música para bailar un poco y cada uno con su pareja bailando, cambiamos de pareja y me toco con Ã�ngela y empezamos a bailar pegados y yo empezaba a “desmadrarmeâ€� por el alcohol y al notar sus pechos contra mi empecé a excitarme, cambiamos de pareja de nuevo y esta vez era Diana la que bailaba conmigo, yo creo que ella noto mi excitación porque se pegaba mucho a mi, o eso o era el alcohol, dejamos de bailar y fuimos a sentarnos. Empezamos a charlar cosas sin sentido y nos Ã*bamos quedando dormidos, asÃ* que decidimos que Rafa y Ã�ngela durmiesen en nuestra cama, Diana y Jaime en la habitación de invitados y nosotros en el sofá cama.
Se negaron rotundamente todos, no querÃ*an que nosotros durmiésemos en el sofá, asÃ* que fueron Rafa y Ã�ngela los que durmieron en el sofá cama. Seguimos un rato mas con el cachondeo y rafa se nos quedo dormido, asÃ* que entre todos le quitamos los pantalones y la camisa y lo dejamos en ropa interior y metido en el sofá ya abierto con sus respectivas mantas y Ã�ngela dijo que se iba a dormir también, se acostó y nosotros nos fuimos a una pequeña salita que tenemos para ver las pelÃ*culas.
Nos sentamos allÃ* los cuatro y seguÃ*amos charlando y yo notaba como Rebeca se empezaba a dormirse y dijo:
-Disculpadme pero yo no puedo más, tu vienes o te quedas Félix?-añadió después.
-Me quedo si no te importa Diana empezó a decir que no, que me fuese con ella a la cama que no pasaba nada que ellos ya se irÃ*an a dormir mas tarde, y Rebeca dijo que no hacia falta, que ella se iba que yo me quedara el rato que quisiera.
Me quede con ellos dos bastante rato y hablando Diana y yo no nos dimos cuenta
de que Jaime se habÃ*a quedado frito en el sillón, y le dije que ya era hora de dormir pero me dijo:
-No te vayas por favor Félix quédate un rato estoy muy aburrida y no tengo sueño, que tal un ultimo baile?
-De acuerdo pero uno solo que es muy tarde.-Dije yo
Empecé a tararear una canción lenta y nos abrazamos y empezábamos a bailar lentamente muy pegados y ahÃ* volvió a surgir mi excitación, estaba muy pegada a mi y yo a ella y empezó a hablarme susurrándome al oÃ*do.
-Recuerdas cuando éramos novios? Bailábamos asÃ* continuamente recuerdas?
-Claro que lo recuero Diana
Seguidamente note como se pegaba más y más a mÃ*, y empezaba a notar como sus pechos se aplastaban contra el mÃ*o, y ahÃ* empecé a notar una pequeña erección bajo mi pantalón, y ella tan solo sonrió, y seguÃ*a moviéndose lentamente. Yo me separe ligeramente de ella para que no notara más mi erección, y no pude evitar mirarla y estaba guapÃ*sima. Llevaba un top con un generoso escote y atado a la espalda con una cuerda cruzando su espalda y unos pantalones muy ajustados marcando su figura aun más. Nos volvimos a abrazar y empezamos a bailar, restregando nuestros cuerpos, mi erección crecÃ*a y ella empezaba a suspirar agitadamente sobre mi cuello. Y asÃ* abrazados salimos de la mesita y pasamos a la habitación de al lado que es donde iban a dormir ellos, y cerrando la puerta sin hacer mucho ruido empecé a besarla lentamente por sus labios y luego introduciendo mi lengua en su boca, acariciándole su lengua, mis manos recorrÃ*an su cuerpo sin parar y empecé a desatar esa pequeña cuerda que ataba el pequeño top, y ella empezó a quitarme la camisa. Cuando logre quitarle el top, no pude resistirme a besar sus pechos, no podÃ*a parar y ella empezaba a gemir, a lo cual le metÃ* un dedito en la boca para que lo chupara y no hiciese ruido, me agarro suavemente del pelo y me estiro hacia arriba la cabeza, y cambiamos de turno, ella fue la que empezó a besar mi pecho ahora y empezaba a bajar besándome por el abdomen y por mi ombligo, y empezó a desabrocharme el pantalón, y estando ya de rodillas me los bajo junto con mis calzoncillos. Mi sexo salio como un resorte, todo tieso y duro. Me miro a los ojos y me empezó a besar el glande, y se me escapó un pequeño gemido que apague tapándome la boca. Empezó ha chupar mi sexo, a lamerlo, lo metÃ*a en su boca. Estuvo asÃ* largo rato hasta que no aguante más y la aparte de mi sexo. La tumbe en la cama y le quite los pantalones y el tanga rápidamente, y me lance sobre su sexo. Lamiendo entre los labios de su vagina, chupeteando su clÃ*toris con mi lengua y con mis labios, abriendo la boca y abarcando el máximo posible con ella mientras al mismo tiempo metÃ*a mi lengua en su ya húmedo y algo dilatado agujerito.
Mientras le lamÃ*a sin parar, no pude evitar meterle un dedito en su sexo y empezar a meterlo y a sacarlo, ella con pequeños gemidos me decia que le gustaba y que siguiera asÃ*.
Empezó a decirme susurrando y con voz entrecortada que se la metiera ya que no aguantaba mas, y asÃ* hice, me coloque entre sus piernas y con una mano me dirigÃ*a mi sexo hacia la entrada del suyo, y con la otra separaba sus piernas, empecé a entrárselo despacio, haciendo que notara cada centÃ*metro de mi sexo entrando dentro suyo, y cuando ya lo habÃ*a metido del todo lo deje reposar un segundo estando quieto, y seguidamente empecé a moverme despacio muy despacio entrando y saliendo de ella, ella empezaba a respirar algo fuerte y tuve que taparle la boca y decirle que se controlase, la situación no podÃ*a ser mas morbosa, mi novia en mi habitación, su novio en la habitación de al lado y Ã�ngela y Rafa durmiendo en el salón.
Mi ritmo cada vez aumentaba mas y mas y yo estaba apunto de acabar, y se lo advertÃ* a lo que ella me dijo que también estaba apunto, y que querÃ*a que acabase dentro de ella, aumente mi ritmo ahogando mis gemidos como pude y empecé a descargarme dentro suyo, y empecé a notar como su sexo aprisionaba el mÃ*o, y empezando a morder cojeen para apagar los gemidos acabo con un tremendo orgasmo. Nos quedamos asÃ* un buen rato, me dio un pequeño beso en los labios y me dijo:
-Este es tu regalo de navidad, espero que te haya gustado.
No me dejo decir ni una sola palabra tan solo se levanto se fue al baño, y yo me fui al otro baño
y me fui a la cama.
Cuando desperté vi. que ya se habÃ*an ido todos, eran las 17:00 y Rebeca estaba en la sala viendo una pelÃ*cula.
Al parecer nadie se dio cuenta de nada.
Entre Diana y yo no ha habido más encuentros, de momento.
 
Arriba Pie