Mi Historia Con Belinda

roman74

Pajillero
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esta historia la viv�* hace muy poco tiempo con una chica llamada Belinda, ella tiene 21 años de edad; yo como les he platicado tengo actualmente 26 años, sigo viviendo en la pequeña Ciudad en donde nac�*, soy arquitecto y trabajo para una constructora.
Empezaré diciéndoles que acá donde vivo, tengo una muy buena amiga llamada Naty, ella actualmente estudia en una Universidad de una Ciudad que está a mas o menos tres horas por carretera de donde vivo; viene a la casa de sus papas acá en mi Ciudad natal solo los fines de semana. Un viernes por la noche que nos reunimos junto con otros amigos Naty me comentó que recientemente hab�*a rentado una casa con otras dos amigas allá en la Ciudad en donde estudia, y que sus papas le hab�*an dado unos muebles los cuales se los quer�*a llevar pero que necesitaba alguien que le prestara una camioneta de carga, preguntándome si yo podr�*a conseguirle una, le mencioné que si, que se la conseguir�*a de la constructora en donde trabajo, y que la ayudar�*a a llevárselos, mencionándole que el d�*a siguiente lo ten�*a libre y que pod�*amos aprovechar para hacerlo.
Naty me dijo que s�*, que de hecho ten�*a que irse al otro d�*a temprano ya que ella y otros amigos hab�*an organizado una fiesta por la tarde para despedir a una de sus compañeras de la universidad que se iba de intercambio a estudiar a otro pa�*s; as�* que quedamos de vernos el sábado temprano, pasé por ella a su casa como a las nueve de la mañana, cargamos la camioneta con los muebles y partimos hacia la Ciudad en donde Naty estudia; en el camino entre muchas cosas que platicamos me contó sobre su amiga a la cual ese d�*a por la tarde le har�*an una fiesta de despedida, me mencionó que esta chica por sus altas calificaciones se hab�*a ganado un lugar en un programa de intercambio estudiantil que se iba a dar entre la universidad en donde estudiaban y una universidad de Francia, me platicó algunas otras cosas más de esa chica de las cuales en ese momento no le puse mucha atención.
Llegamos a la casa de Naty, eran como las dos de la tarde, sus amigas con las que ah�* viv�*a no estaban, bajamos los muebles, luego me invitó un refresco, pasados unos minutos le dije que ya me ten�*a que ir, Naty me invitó a la fiesta de su amiga, yo le mencioné que no, porque quer�*a regresarme antes de que se hiciera de noche, ella me insistió que la acompañara, diciéndome que solo fuéramos un rato, que ella también ten�*a pensado ir solamente por una o dos horas, después de ped�*rmelo durante algunos minutos terminé aceptando su invitación, nos subimos a la camioneta y nos fuimos, eran como las tres de la tarde, yo en ese momento ten�*a pensado solamente estar un rato y luego irme, ya que no me gusta manejar en carretera de noche; llegamos a la casa en donde hab�*an organizado esa fiesta, ah�* ya hab�*a varios chicos compañeros de Naty, ella me presentó a algunos de ellos, y por último me presentó a la chica por la cual ese d�*a se reun�*an, por primera vez supe su nombre, se llamaba Belinda, de hecho ella misma al presentarse conmigo me lo dijo.
Desde el primer momento que la vi me atrajo mucho, y lo principal que me llamó la atención de ella fue su aspecto asiático; debo de confesar que las chicas de rasgos asiáticos siempre me han llamado mucho la atención, se me hacen muy atractivas, aunque en mi pa�*s no es muy común verlas. De momento pensé que ella era extranjera, japonesa o algo as�*, aunque se me hac�*a raro que Naty no me hubiera platicado nada al respecto, y aparte si era asiática no pod�*a llamase Belinda, porque ese nombre no es común de algún pa�*s de esos; en fin, comencé a tomar cerveza con algunos de los chicos que hab�*a ah�*, y al cab
o de un rato me acerqué a Naty, le pregunté si su amiga Belinda era japonesa o de algún pa�*s asiático, Naty riendo me dijo: Claro que no, toda la gente que la conoce piensa igual que tú, lo que sucede es que su mama es de nuestro pa�*s, pero su papa es japonés y esa es la razón por la que tiene rasgos asiáticos. Después de lo que me dijo Naty comprend�* como estaban las cosas, y supuse que Belinda deb�*a parecerse mucho a su padre y muy poco a su madre ya que ella ten�*a todos los rasgos f�*sicos de una japonesa.
Seguimos tomando cerveza, después llevaron unas botanas, la fiesta estaba muy buena, todos los amigos de Naty eran de mucho ambiente, yo estaba muy a gusto, comenzaron a pasar las horas, cuando me di cuenta eran las siete de la tarde, para ese momento ya me hab�*a tomado varias cervezas, en ese instante pensé en irme, sin embargo, sin sentirlo, el ambiente de la fiesta me volvió a absorber, segu�* brindando con Naty y sus amigos. Todos los que hab�*amos ah�* en menos o más cantidad estábamos tomando cerveza, menos Belinda; al principio de la fiesta todos la abrazaban y dec�*an palabras donde le deseaban lo mejor en su viaje, pero, conforme pasó el tiempo se fue quedando sola, ya eran pocos los que se le acercaban, ella se mantuvo casi todo el tiempo en una mesa.
En una de las veces que fui al sanitario, al regresar pasé junto a la mesa en donde estaba Belinda, me detuve un momento junto a ella y le pregunté si apetec�*a por lo menos una cerveza, ella me contestó que no, que ella no acostumbraba tomar alcohol, luego le dije: Te notas algo aburrida. Ella me respondió que si, que ya se hab�*a aburrido un poco y que mejor ya se iba a ir a su casa, en ese momento Naty llegó junto a nosotros, se notaba ya muy tomada, se sentó junto a Belinda y la comenzó a abrazar diciéndole que la quer�*a mucho y cosas por el estilo, luego Naty me pidió que me sentara, ella quedó en medio de Belinda y de mi y nos abrazó, nos dec�*a que éramos sus mejores amigos y demás tonter�*as comunes de la gente que esta ebria, Belinda y yo solo la escuchábamos, hasta que de momento, recargo sus brazos en la mesa, se inclinó y acomodándose se quedó dormida.
Belinda y yo nos quedamos mirando y re�*mos por lo que hab�*a sucedido, luego comenzamos a platicar, hablamos un poco de su viaje, me preguntó algunas cosas sobre mi, y yo de ella, en la platica me atrev�* a preguntarle si alguno de los chicos que estaba ah�* era su novio, Belinda me dijo que no, que con su novio hab�*a discutido el d�*a antes porque él no quer�*a que se fuera a Francia y que como ella le hab�*a mencionado que su decisión de irse era definitiva, él se hab�*a molestado y que ese d�*a no hab�*a querido ir a esa fiesta.
Seguimos hablando por varios minutos, yo al igual que la mayor�*a de los que estábamos ah�* me sent�*a un tanto ebrio, aunque al estar platicando con Belinda traté de que eso no se me notara; en ese momento algunos de esos chicos se comenzaron a ir, al cobo de un rato de que Naty se hab�*a dormido despertó y empezó a vomitar ah�* a un lado de la mesa, Belinda la auxilió, Naty se ve�*a realmente mal, el dueño de la casa que era uno de los chicos que hab�*an organizado la fiesta, se acercó, diciéndonos que si quer�*amos pod�*amos meter a Naty a uno de los cuartos de la casa para que ah�* descansara y que incluso ah�* se pod�*a quedar a dormir, este chico igualmente estaba muy ebrio; noté en ese momento a Belinda un tanto desconfiada, y de inmediato dijo que no, me preguntó si yo pod�*a llevar a Naty a su casa, le contesté que si.
Belinda hizo reaccionar un poco a Naty, la levantó y casi cargándola la condujo a la puerta de salida, yo las iba siguiendo, ya estando afuera subimos a la camioneta a Naty y Belinda me preguntó si nos pod�*a acompañar, le contesté que s�*, llegamos a la casa de Naty y Belinda fue la que la bajó, tocó la puerta, observé desde la camioneta que una chica les abrió entraron a la casa, después de unos cuantos minutos Belinda salió, se acercó a la camioneta y sin subirse me dijo que tomar�*a un taxi para irse a su casa, le mencioné que yo la pod�*a llevar, ella no quer�*a, le insist�* varias veces hasta que terminó por aceptar, se subió a la camioneta, me fue indicando el camino para llegar a su
casa.
En el trayecto Belinda me preguntó si en ese momento mi iba a regresar a mi Ciudad, yo le contesté que si, que al siguiente d�*a ten�*a que trabajar; me preguntó si me sent�*a bien, le mencioné que estaba un poco mareado y con algo de sueño, y que lo mejor ser�*a que pasara yo a cenar algo y a tomar un café para que el alcohol dejara de hacer efecto en mi cuerpo, le pregunté si me quer�*a acompañar. Belinda me contestó: No gracias, en mi casa deben estarme esperando, ya es tarde. Yo le insist�*: Vamos, acompáñame, si voy a cenar solo seguramente me quedaré dormido en la mesa. Belinda se quedó callada por un momento y luego me dijo: Espera, déjame hacer una llamada. Sacó un teléfono celular de su bolsa de mano he hizo una llamada, a quien le contestó le dec�*a que la fiesta ya hab�*a terminado y que iba a pasar a cenar con una amiga, que en un rato ya llegaba.
Belinda me recomendó un restaurante que estaba cerca de su casa, llegamos ah�*; en el transcurso de esa cena volvimos a platicar de muchas cosas, me contó de su familia diciéndome que viv�*a con sus abuelos maternos, me ratificó lo que Naty ya me hab�*a dicho con respecto a que su papa era japonés, me platicó también que sus papas se hab�*an separado desde que ella era una bebe, y que desde entonces sus abuelos maternos se hab�*an hecho cargo de ella, que su mama se hab�*a vuelto a casar y que muy poco la ve�*a y que su papa hab�*a muerto en Japón cuando ella era una niña; luego en esa platica yo le pregunté: ¿Y estas contenta de irte a estudiar a Francia? Ella me contestó: Al principio no estaba segura, me hac�*a sentir mal el saber que voy a dejar a mis abuelos solos, en realidad es lo único que tengo en esta vida; pero luego lo medité bien y decid�* irme, creo que me hará bien un cambio de ambiente, a veces ya no me siento a gusto acá.
Le pregunté que porque dec�*a eso, ella me mencionó: Lo que pasa es que nunca he sido muy sociable que digamos, aparte siempre he tenido gustos muy diferentes a los demás chicos de mi edad, nunca me ha gustado salir, no tomo, no fumo, no me gusta bailar, etc, y creo que eso me he hecho muy estigmatizada, muy impopular, siempre termino aburriendo a la gente, todos me dicen que soy una matada en el estudio, casi nadie entiende una vida as�*, he tenido muy pocos amigos, de hecho esta fiesta que me organizaron me sorprendió, nunca me la esperaba porque realmente no hay mucha amistad entre mis compañeros y yo; cuando conoc�* a mi novio pensé que por fin hab�*a encontrado a una persona que me entend�*a, pero ayer que discutimos acaloradamente por la cuestión de mi viaje me di cuenta lo que verdaderamente piensa de mi, ya que terminó diciéndome que era una mujer aburrida y que eso ya le hab�*a artado de mi.
Le mencioné: Bueno, pero si tu te sientes a gusto vivir as�* y estas convencida de lo que haces, creo que eso es lo único que te debe importar, no te debe interesar lo que la gente pueda pensar de ti. Belinda me dijo: S�*, sin duda alguna as�* me gusta vivir, aunque Naty me dice algo que a veces le doy cierta razón con respecto a que la vida en ocasiones no hay que tomarla tan en serio y hay que divertirse un poco porque solo se vive una vez, creo que ahora que me vaya tomaré en cuenta ese consejo y trataré de divertirme un poco más de lo que lo he venido haciéndolo en mi vida, sin exagerar, claro está.
Belinda y yo en ese restaurante seguimos platicando de eso y otras cosas más, sin sentir pasaron como dos horas, ella vio su reloj y se dio cuenta que ya eran más de las once de la noche, y preocupada me dijo que ya nos fuéramos, pagamos la cuenta y abordamos la camioneta; ella me mencionó que su casa ya estaba a unas cuantas calles, en el momento de querer arrancar la camioneta esta no daba marcha, intenté encenderla varias veces y no quer�*a arrancar, hasta que por fin pude encenderla, pienso yo que debido a que estaba haciendo much�*simo fr�*o el motor no quer�*a responder.
Llegamos a la casa de Belinda, me estacioné afuera, ella me dijo: ¿Ya te sientes mejor? Le contesté: Me siento menos mareado, aunque todav�*a tengo sueño. Belinda me mencionó: ¿Y porque no mejor te quedas en un hotel y descansas un rato? Yo le contesté: No me gusta quedarme en hoteles, mejor me voy de una vez y llegó a descansar a mi casa. Ella me mencionó: Pero es que ya es muy tarde, es peli
groso que manejes con sueño, aparte por lo que vi tu camioneta esta fallando, que tal que te deje a medio camino, imag�*nate que te quedes a media carretera con este fr�*o que hace, si no te quieres quedar en un hotel le puedo hablar a Naty para que te deje quedar en su casa, para esta hora ya debe habérsele bajado un poco su borrachera
Yo le dije: No, me da pena, no conozco a las chicas con las que vive y ellas obviamente no me conocen a mi, entonces posiblemente les incomode que me quede ah�*, mejor lo que puedo hacer antes de irme es dormir un poco acá en la camioneta en cuanto me sienta con menos sueño me voy. Belinda se quedó callada por un momento y luego me dijo: Te debe parecer una groser�*a de m�* parte el no invitarte a quedar en mi casa, pero es que mis abuelos son muy especiales y pienso que no me lo permitir�*an. Yo le dije: No te preocupes, te entiendo, como te dije hace un rato, me dormiré un momento acá en la camioneta antes de irme. Belinda me mencionó: Esta bien, pero duérmete acá enfrente de la casa, es más seguro, te estaré viendo de mi ventana. Yo le dije que si.
Belinda me dio las gracias por haberla llevado a su casa, nos despedimos con un beso en la mejilla, ella se bajó de la camioneta, vi que se acercó a la puerta de entrada, pero de ah�* se regresó, abrió la portezuela de la camioneta y se volvió a subir diciéndome: Si te quedas acá te puede hacer mal, hace un fr�*o exagerado, estaba pensando, vamos ha hacer el intento de que te quedes en mi casa. Yo le mencioné: No Belinda, te lo agradezco mucho, pero no quiero causarte problemas, mejor ya me voy. Belinda me respondió: No, no, espera, hazme caso, ven, vamos a entrar y has lo que yo te diga.
Ya no me dio mucho tiempo para responderle, se bajó de la camioneta y yo también lo hice, la cerré y la segu�* a su casa, abrió la puerta de entrada, vi que ah�* hab�*a un patio grande y en él un auto estacionado, Belinda me dijo que ah�* me esperara un momento que iba a ver que hac�*an sus abuelos, me quedé parado ah�* junto al automóvil, Belinda me dijo que si alguno de sus abuelos me ve�*a, que ella iba a decirles que yo era uno de sus compañeros de la universidad y que la hab�*a acompañado porque me iba a prestar unas libretas para estudiar.
En ese momento s�* sent�* ya mucho fr�*o, aparte de que no me hab�*a tra�*do una chamarra ya que por la mañana hab�*a sol y algo de calor, nunca pensé que durante la noche bajara tanto la temperatura; Belinda regresó en unos cuantos minutos, llevaba consigo una chamarra muy abrigadora, me dijo que me la pusiera, me reconfortó mucho, me mencionó que sus abuelos ya estaban en su cuarto viendo la tv, y me indicó que la siguiera, entramos a la casa, pasamos por una sala, luego me dijo que me metiera a un cuarto, al entrar ella encendió la luz, era un cuarto tibio y acogedor, era obvio que se trataba de su cuarto por la forma en como estaba arreglado y decorado, me dijo que me recostara en la cama y tratara de dormir un rato, que ella iba a darle las buenas noches a sus abuelos, y en el momento en que me dec�*a eso quito varios muñecos de peluche que estaban en la cama y los acomodó en otro mueble, Belinda salió del cuarto, yo me recosté en la cama.
Ten�*a mucho sueño, sin embargo no me pod�*a dormir, Belinda estuvo fuera de ah�* por espacio de unos quince minutos, al regresar abrió silenciosamente la puerta y entró tratando de no hacer ruido, pero al verme que estaba despierto me dijo: Cre�* que ya estabas durmiendo ¿Te sientes mal? Yo le contesté: No, estoy bien, creo que en unos instantes estaré ya dormido, pero dime ¿Este es tu cuarto verdad? Ella me contestó: Si, hay otro cuarto para dormir extra del de mis abuelos y el m�*o, pero no te quise llevar allá porque como mis abuelos guardan cosas en ese cuarto pensé que posiblemente alguno de ellos durante la noche fuera a buscar algo ah�*, creo que aqu�* estas más seguro. Yo le pregunté: Pero, te estoy importunando mucho, porque me imagino que tú también debes tener sueño. Belinda me respondió: No te preocupes, faltan cinco d�*as para que me vaya, as�* que quiero irme acostumbrando al horario de Europa, tú duerme un rato en lo que yo organizo algo de mi equipaje porque hasta hoy no he preparado nada, te prometo no hacerte ruido.
Le di las gracias, me quedé callado tratando de dormir, lo intenté durante algunos minutos pero no pod&
iacute;a lograrlo hasta que me enderecé quedando sentado en la cama, Belinda andaba acomodando su ropa y me preguntó: ¿Por qué no duermes? ¿Te pasa algo? Yo le contesté: Tengo sueño, pero por alguna razón no me puedo dormir, as�* que lo mejor es que me vaya. Belinda me mencionó: Mmm, hubiera sido bueno que durmieras un rato para que descansaras, pero, como tú quieras, esperemos solo unos minutos en lo que mis abuelos se duermen por completo para que pueda salir a dejarte. Yo le mencioné que esperar�*a, me quedé sentado en la cama y le dije a Belinda: ¿Sabes? Lastima que te haya conocido ahora que ya te vas, me hubiera encantado volverte a ver en otra ocasión, eres una chica muy especial. Belinda me mencionó: ¿A si? ¿Y porque se te hace que soy especial? Yo le contesté: Hay muchas cosas que te hacen especial, eres de buen corazón, agradable, de platica muy interesante, aparte de lo linda y atractiva que estás.
Belinda me dijo: Te agradezco el cumplido, tú también eres un chico agradable, me gustar�*a que cuando me vaya por lo menos podamos estar en contacto por correo electrónico, en un momento te daré mi dirección. Sacó un papel y me la escribió, se acercó a la cama para darme el papel, al entregármelo se sentó también en la cama como a un metro de donde yo estaba y me dijo: Ojala tengas tiempo y me escribas, me gustar�*a seguir sabiendo de ti. Yo le contesté que si; nos quedamos mirando a la cara, aunque ella al cabo de unos cuantos segundos quitó su mirada de mi rostro y la dirigió hacia el piso.
Belinda permaneció sentada en la cama casi junto a m�*, yo le mencione: ¿Sabes? Nunca cre�* que una persona en tan poco tiempo de conocerla me encantara tanto. Belinda fue volteando lentamente su cabeza hacia m�* y en voz bajita me dijo: Tú también me has ca�*do muy bien. Nos quedamos viendo a la cara y sin preguntarle nada me arrimé ah�* en la cama junto a ella, mi rostro lo fui acercando al suyo, delicadamente puse mis labios sobre los suyos y comenzamos a besarnos, pasé mis manos a su cara acariciándosela suavemente, era un beso muy tierno, realmente esa chica algo hab�*a despertado en mi, as�* que al estarla besando me hac�*a sentir mariposas en el estomago, Belinda manten�*a sus manos abajo, no me tocaba, yo le segu�* acariciando su rostro y muy despacio sin dejar de besarnos nos fuimos recostando sobre la cama.
Tratando de describir a Belinda les diré que ella es de estatura media, más o menos debe medir como 1.65 mts. es como les dec�*a de rasgos completamente asiáticos, de piel blanca, parpados un tanto rasgados, de pelo lacio de color cobrizo oscuro el cual le llegaba un poco debajo de sus hombros, peinado con una ralla en medio, de nariz delgadita y pequeña, de boca también un tanto pequeñita, tiene una mirada de niña coqueta, sus ojos son de color café claro, de delgadas cejas depiladas y tiene unas pestañas rizadas cortas, su cuerpo es esbelto y estilizado, parece una muñequita, sus brazos son delgados, sus senos son de medianos a pequeños, de abdomen plano y de piernas delgadas aunque bien formadas y estilizadas. Belinda se d�*a llevaba puesta una falda corta de color café de tela de pana y un suéter grueso de color crema, las zapatillas que ten�*a puestas desde un rato antes se las hab�*a quitado y andaba descalza sobre la alfombra de su cuarto.
Nos seguimos besando recostados en la cama, con una de mis manos tomé una de las suya y mis labios fueron descendiendo sobre su rostro hasta llegar a su cuello, cuando comencé a besarle ah�* sent�* como Belinda apretó mi mano con la suya, sus parpados estaban cerrados y su boca la ten�*a un tanto abierta; luego solté mi mano de la suya y comencé a acariciarle su cuerpo por encima de su ropa, sin dejarle de besar y lamer suavemente su cuello, con mi mano le fui acariciando su costado y luego lo que pude de sus senos, eran caricias lentas y delicadas, Belinda no me dec�*a nada.
Le pregunté si le gustaba ser besada as�*, me respondió casi susurrando que s�*; mi boca la sub�* de su cuello a sus labios para continuar besándola ah�*, al mismo tiempo que una de mis manos la fui metiendo por debajo de su suéter, acariciándole la piel suavecita de su abdomen, mi mano fue subiendo hasta llegar a sus senos los cuales empecé a tocar por encima de sus sostén, se sent�*a un sostén delgado, con el tacto pod�*a percibir que ten�*a unos senos peque&nt
ilde;os, pensé en escuchar en ese momento algún reclamo, pero este no se dio, ella continuaba respondiendo a ese beso pasional que le estaba dando, mi lengua buscaba afanosamente la suya, ella abr�*a su boca para recibirla, aunque su lengua casi no la mov�*a.
Segu�* acariciando y apretando delicadamente sus senos por encima de su sostén, para ese momento mi miembro estaba con una erección a tope, recostado junto a ella sent�*a el roce de mi pito en sus piernas, aunque hab�*a de por medio la ropa que nos cubr�*a, Belinda no me tocaba, sus brazos y manos estaban en ese momento a los lados de sus costados; mi boca la fui alternando entre sus labios y su cuello con besos suaves y delicados, el olor de su perfume era exquisito, yo sent�*a como la pasión me comenzaba a embargar y la excitación iba tomando control en mi cuerpo; mi mano con la que estaba tocando sus senos la bajé ahora a sus piernas, le acaricié esas lindas y delicadas piernas en la parte donde terminaba su falda que era un poquito arriba de sus rodillas, mi mano la fui moviendo lentamente hacia arriba por esos dóciles muslos hasta tocar su entrepierna, sus muslos los manten�*a bien cerrados, con mis dedos toque sus pantaletas, se sent�*a que también eran de una tela delgada, mis dedos fueron moviéndose de tal forma que los pude meter en medio de sus muslos, empezándole a tallar suavemente su vagina con dos de mis dedos por encima de sus pantaletas, esto lo hac�*a sin dejarle de besar su cara, cuello y boca.
Ella en ese momento dio leves gemidos, segu�*a sin reclamarme nada, sent�* como fue abriendo un poquito más sus piernas lo cual permitió que mis dedos se movieran con más libertad en su panocha, por lo delgado de sus pantaletas pod�*a sentir sus labios vaginales y pod�*a darme cuenta como sus calzoncitos se iban humedeciendo, sus brazos y manos segu�*an a un lado de sus costados y noté como cerro sus puños en el edredón de la cama apretándolo muy fuerte; luego, saqué mi mano de entre sus piernas y comencé a subirle su suéter hacia arriba al mismo tiempo que mi cabeza la bajé a la altura de su abdomen y se lo fui besando, su cabeza lentamente la mov�*a sobre el colchón de un lado al otro, su boca la manten�*a abierta como si tuviera un grito retenido, sum�*a en momentos la parte de su abdomen como si mi lengua le diera toques eléctricos.
Mi boca la fui subiendo sobre su abdomen, su suéter se le fue haciendo hacia arriba, llegó el momento en que sus senos quedaron al descubierto solamente tapados por su sostén, pude ver que era un sostén de color rosa pálido de tela delgada, sus senos y pezones se transparentaban un poco, mi lengua siguió lamiendo su piel en esa zona y con una de mis manos en un movimiento rápido hice su sostén hacia arriba, no me costó mucho trabajo, sus senos ahora si quedaron completamente al descubierto, eran unos senos pequeños y lindos, de piel rosada, sus pezones eran chiquitos de color café oscuro y sus delicadas puntas estaban bien paraditas, sin darle tiempo a reclamaciones de inmediato plante mi boca en uno de sus pezones comenzándolo a lamer y chupar con mucha fogosidad, mientras que con mi mano le daba caricias y leves apretones al otro.
Sus jadeos y gemidos fueron mucho más perceptibles, aunque todav�*a eran en un tono leve, más bien eran como quejidos suaves, sus parpados estaban cerrados por completo, su boca la manten�*a abierta y sus brazos y manos estaban extendidos hacia los lados, comencé a pasar mi boca de un seno al otro al mismo tiempo que una de mis manos volvió a bajar a su vagina para acariciársela por encima de sus pantaletas, en su cara comenzó a tener un gesto entre gozo y sufrimiento, la delgada tela de sus pantaletas se sent�*a muy mojada, as�* estuve por un rato dándole besos y lamidas a sus senos y pezones y acariciándole su conchita, met�* uno de mis dedos en el borde de sus delgadas pantaletas y delicadamente le comencé a tocar su vagina de forma directa, Belinda en ese momento gimió de una forma más fuerte y prolongada: Huuuu, haaaaaa. Su vagina estaba empapada de sus propios jugos, con dos de mis dedos recorr�* suavemente de arriba abajo esa delicada conchita sin dejar de lamerle y chuparle sus pequeños pero deliciosos senos.
Sus puños segu�*an apretando el edredón de la cama, mi dedo encontró su cl�*toris y se lo comencé a acariciar de forma delicada pero rápida, Belinda en ese momento apretó sus piernas como tratando de imped
ir que siguiera tocándola, sin embargo no logró que sacara mi mano de entre sus piernas y segu�* moviendo mi dedo en su cl�*toris, sus gemidos ya eran fuertes, pasó uno de sus brazos a su boca y mordió la tela de su suéter, no paré de mover mi dedo, hasta que ella dejó de morder su suéter y entre jadeos y gemidos me dijo: Yaaaa, yaaa por favor, no lo hagas maaaas, para, paraaaaa. Al decirme esto se movió de una forma muy violenta hacia un lado, haciendo que mi mano ya no pudiera seguir ah�* en su vagina.
Belinda quedó de lado dándome la espalda, en esa posición le hice hacia arriba su suéter y le comencé a besar su blanca espalda, ella no me reclamó nada, mi lengua le iba recorriendo toda la piel de su lindo dorso, al mismo tiempo que con mi mano lentamente le fui subiendo su falda por detrás quedando casi de inmediato al descubierto sus pantaletas en la parte de sus nalgas, eran de color rosa bajito del mismo tipo de tela delgada que su sostén, se transparentaban un poco pudiéndose ver la carne de sus nalguitas, le di varios besitos en sus nalgas por encima de sus pantaletas y luego con mis dedos se las fui haciendo hacia abajo, con mi lengua le comenzó a recorrer la carne de su trasero que sus pantaletas iban dejando al descubierto conforme las iba bajando, Belinda se fue moviendo hasta quedar boca abajo, como pude le bajé más sus pantaletas hasta dejárselas a medios muslos y con mi lengua le recorr�* la piel de sus hermosas nalguitas dándole dulces besos ah�*; luego de forma cuidadosa la mov�* para ponerla boca arriba.
Una vez que estuvo boca arriba le acabé de subir su falda, quedándole enrollada en su abdomen, pude verle su hermosa panochita, ten�*a una linda mata de vellos que comenzaba desde su vientre y bajaba hacia su vagina, eran pelitos de color oscuro, muy chinitos y algo gruesos, Belinda se ve�*a preciosa boca arriba, con su suéter y sostén arremangados por arriba de sus senos, su falda enrollada en su estomago y sus delgadas pantaletas de color rosa pálido a la altura de sus rodillas, ella manten�*a sus ojos cerrados, su cabeza volteada hacia un lado y sus manitas con sus puños cerrados puestas a la altura de su pecho; me parec�*a incre�*ble que hasta ese momento nada me hubiera reclamado; me levanté de la cama, vi que mi pene casi romp�*a mi pantalón de lo erecto que estaba; Belinda se mantuvo recostada boca arriba en el colchón con sus piernas prácticamente colgando en la orilla de la cama, me hinqué en la alfombra ah�* junto a sus piernas y comencé a besárselas en la parte de sus espinillas y con mis manos le segu�* bajando sus pantaletas las cuales estaban ah�* atoradas en sus piernas a la altura de sus rodillas.
Al bajarle otro poco sus calzoncitos como sus piernas estaban colgando, prácticamente se resbalaron solas y cayeron al piso, hincado como estaba me met�* en medio de sus piernas, mis labios fueron recorriendo sus rodillas y luego la parte interna de sus muslos hasta que llegue a su entrepierna y a su linda vagina la cual estaba empapada, comencé a lamerle su panochita de forma delicada y lenta, de arriba hacia abajo, fui percibiendo en mi lengua el sabor de sus jugos vaginales, ten�*a una conchita hermosa, de un color rosado y de una textura muy suave, el olor que sal�*a de ah�* me excitó aún más de lo que ya de por si estaba, con mis manos le acariciaba su abdomen, comencé a escuchar como sus jadeos y gemidos aparecieron de nuevo, después de chuparle y besarle por un rato sus labios vaginales mi lengua se concreto a sólo lamerle su cl�*toris, al mismo tiempo que con uno de mis dedos le segu�*a recorriendo delicadamente su vagina.
A los pocos segundos de estarle chupando su cl�*toris Belinda gem�*a de una forma que parec�*a como si llorara, yo no sab�*a si el cuarto de sus abuelos estaba junto o retirado de donde nosotros estábamos, pero me parec�*a que el ruido que Belinda hacia era muy probable que ellos lo escucharan, sin embargo no dije nada y segu�* acariciándola de ese modo, ella se retorc�*a para todos lados, el edredón de la cama la jalaba con sus manos de una forma muy violenta; llegó el momento en que Belinda entre sus gemidos y jadeos me gritó: Yaaa, yaaaaa, no sigas más, paaara paaara. En ese instante ella se enderezó quedando sentada, haciendo con ello que yo ya no pudiera seguir con mi cabeza metida ah�* en medio de sus piernas; quedé hincado entre sus muslos, ella sentada en la orilla de la cama, respiraba muy
rápido; yo le pregunté: ¿Te gustó chiquita? Ella todav�*a agitada, con sus manos puestas en su pecho me contestó: Haaay, sent�* que explotaba.
Me puse de pie, quedé parado frente a ella, mi pene bien erecto hacia que mi pantalón pareciera una carpa de circo, Belinda se quedó mirando directamente sobre ese bulto que en mi pantalón hab�*a, yo entonces le dije: Mira como me dejaste, me excitaste mucho. Belinda sonrió nerviosamente, ella segu�*a sentada en el borde de la cama, yo parado frente a ella le pregunté: ¿Lo quieres tocar un momento? Refiriéndome a mi pene, al mismo tiempo que tomé una de sus manos y lentamente la fui acercando al bulto que mi miembro hacia en mi pantalón, ella se me quedó mirando un poco sorprendida, hice que la palma de su mano tocara ese bulto, ella manten�*a en su rostro esa sonrisa nerviosa, sin que yo soltara su mano hice que la moviera ah�* en mi pene por encima de mi pantalón, luego la solté, ella quedó con su mano puesta ah�*, comenzó a acariciarme suavemente, le pregunté: ¿Te gusta tocarlo? Ella dentro de su sonrisa nerviosa me dijo: Se siente bien. Pasados unos instantes le dije: ¿Te gustar�*a tocarlo directamente? Ella me respondió t�*midamente: Si tú quieres. Yo entonces desabroche mi cinturón y me bajé el pantalón, Belinda hab�*a retirado su mano y solo observaba, en seguida me bajé de un tirón mi bóxer y mi miembro saltó de inmediato, Belinda lo miró fijamente.
Volv�* a tomar su pequeña y suave mano y se la puse sobre mi pinga, comenzó a acariciármela, primero estuvo pasando sobre todo mi miembro la palma de su mano y luego sin que yo se lo pidiera cerro su puño delicadamente en el tronco de mi pito y de manera lenta me empezó a masturbar, no retiraba su mirada de mi erecto pene, su dócil mano me estuvo masturbando muy despacio durante un rato hasta que le dije: ¿Te gustar�*a besarlo como yo te bese hace un rato? Belinda volteó a verme, en su cara ten�*a de nueva cuenta dibujada esa sonrisita tensa, no me contesto nada, soltó mi pene, se puso de pie y luego se hincó en la alfombra ah�* junto a mi, yo segu�*a de pie junto a la cama, Belinda entonces hincada como estaba tomó mi pene cerro su puño en el y me masturbo de esa forma durante algunos segundos más, luego acercó su boca y con su lengua comenzó a lamerlo, al sentir su lengua en la cabeza de mi pito casi brincaba de placer, su lengua muy despacio me la estuvo pasando por toda la cabeza de mi pinga, luego sent�* como con sus manos delicadamente tomo mis test�*culos los cuales estaban ah�* colgando he hizo pasar también por ah�* su lengua durante algunos segundos, luego, volvió a poner su boca en la punta de mi pene y se lo comenzó a comer, hacia que entrara un poquito en su boca y luego lo sacaba, era una mamada pausada y delicada.
Belinda durante todo ese tiempo nunca volteó a verme, manten�*a sus papados cerrados, solo en momentos los entreabr�*a, me la estuvo chupando de esa forma durante algunos minutos, luego yo mismo me separé y le dije: Ven vamos a la cama, ambos quedamos recostados sobre el colchón, ella no me mencionó ni una sola palabra, la fui acomodando de tal forma que quedamos en un sesenta y nueve, Belinda no entend�*a muy bien como hacerlo pero le fui explicando hasta que lo logramos, ella solo re�*a muy nerviosamente, yo quedé boca arriba y ella encima de mi con sus nalguitas casi puestas en mi cara, su falda estaba completamente replegada hacia arriba en su cintura dejándome ver por completo su pequeño y lindo trasero, le comencé a lamer su panocha diciéndole que ella me chupara mi pene.
Belinda lo hizo sin replicar, con las lamidas que yo le daba en su conchita ella empezó a gemir nuevamente aunque lo hacia con mi pene dentro de su boca, esta vez el mete y saca de mi miembro en su boquita lo hizo más rápido, por lo pequeño de su boca el rece con sus labios era delirante, yo lam�*a y chupaba su rica panochita por todos lados y uno de mis dedos sobaba su inflamado cl�*toris, ella ah�* lanzó gemidos más fuertes, era excitante sentir las vibraciones de sus quejidos en mi miembro, hasta que después de un rato de estarle tocando su cl�*toris Belinda se hizo hacia un lado en el colchón quedando recostada boca arriba y me dijo: Haaaay, no aguanto más. Yo le pregunté: ¿No te gusta que te toque ah�*? Ella me respondió: Sii, pero no aguanto.
Me acomod&eacut
e; en la cama ah�* junto a ella, se notaba que alrededor de su boca ten�*a una buena cantidad de liquido seminal de mi pene, sus delgados labios se ve�*an completamente húmedos y brillosos, muy despacio y de manera delicada con uno de mis dedos le limpié un poco sus labios y alrededor de ellos para quitarle ese liquido, luego la besé tiernamente en su boca, me fui moviendo de tal manera que quedé sobre ella, mi pantalón y mi bóxer los ten�*a a medias piernas, con mis propios pies hice movimientos para quitarme los zapatos los cuales cayeron al piso alfombrado, estando encima de ella mi pene rozaba todo su abdomen, Belinda segu�*a besándome febrilmente, luego separé mi boca de la suya y viéndola a la cara le pregunté: ¿Quieres que te penetre? Ella mirándome me contestó con voz completamente temblorosa: ¡Es que nunca lo he hecho!
Yo me sorprend�* de su respuesta, me quedé inmóvil sobre ella sin decirle nada por algunos segundos, Belinda entonces me mencionó: ¿Te molesta eso? Yo le contesté: No, por su puesto que no, sólo que no se si quieras hacerlo en este momento. Ella sonrió, buscó mi boca y nos volvimos a besar, me abrazó por mi espalda suavemente, luego de unos segundos separó sus labios de los m�*os y en voz baja me dijo: Quiero sentirte dentro de m�*. Al decirme eso cerró los parpados de sus ojos, yo le di un suave beso en su frente y me enderecé quedando hincado en medio de sus piernas.
Belinda segu�*a con sus parpados cerrados, ten�*a su cara tensa, yo hincado en medio de sus piernas con una de mis manos le acaricié su rostro, ella en ese momento abrió sus ojos y me dijo: No me lastimes, solo mete un poquito.
No le contesté nada, tomé mi miembro y se lo empecé a frotar en su vagina, mi pene lo mov�*a lentamente de arriba hacia abajo en sus húmedos labios vaginales, Belinda manten�*a sus ojos abiertos aunque no me miraba ya que su cabeza la ten�*a un poco volteada hacia un lado, después de unos segundos de estarle untando mi pito en su panocha Belinda comenzó a mover su cabeza despacio de un lado a otro, de su boca sal�*an leves quejidos y en el colchón lenta y apenas perceptiblemente se notaba como sub�*a y bajaba su cintura, me di cuenta con esto que el roce de mi pene en su vagina la estaba excitando, la cabeza de mi miembro ya hab�*a quedado completamente embarrada de sus jugos vaginales; hincado como estaba en medio de sus piernas coloqué mi pinga en la entrada de su concha y empecé a empujar, mi miembro fue entrando dentro de ese reducido hoyito, observé en la cara de Belinda un gesto de dolor muy marcado, sus parpados los cerró y apretó fuertemente, uno de sus brazos lo puso a la altura de su boca y mord�*a la manga de su suéter y con los dedos de su otra mano me apretaba uno de mis muslos, yo me fui moviendo lentamente, mi pene poco a poco fue entrando en su orificio vaginal, ella segu�*a mordiendo muy fuerte la manga de su suéter, de su boca sal�*an sonidos agudos de dolor, en cuestión de segundos mi pene ya la hab�*a penetrado totalmente.
Me recosté por completo sobre ella abrazándola y me comencé a mover lentamente, sin que yo se lo pidiera ella abrió y elevó sus piernas, sus talones me golpeaban mi trasero, dejó de morder la manga de su suéter y me abrazo tiernamente por mi espalda, con sus manos suavemente me acariciaba toda mi espalda por encima de mi camisa, mientras que de su boca sal�*an gemidos suaves pero lastimeros: Haaay, hooo, haaaauu.
Los parpados de sus ojos las manten�*a cerrados y su cabeza hecha hacia un lado, yo aproveche para besarle su lindo cuello, en cada metida lenta que hacia con mi pene en su panocha pod�*a sentir como mis test�*culos pegaban con sus nalgas, cada vez me fui moviendo más rápido encima de Belinda, ella a su vez fue aumentando la intensidad de sus gemidos y jadeos, llegó el momento en que mi pito entraba y sal�*a a una buena velocidad de su apretada vagina, le pregunté en ese momento: ¿Te gusta chiquita? ¿Te gusta como te lo estoy haciendo? ella entre jadeos me contestó: Haay, sii, sii.
Segu�* moviéndome sobre ella, Belinda comenzó a dar gemidos fuertes, más bien ya eran gritos, a pesar de la excitación que yo ten�*a comprend�* que esos gritos ya eran muy riesgosos y que en cualquier momento iban a llegar sus abuelos, as�* que busqué su boca y planté mis labios en los suyos, con mi boca pegada en la suya ella solo balbuceaba, me abrazaba f
uertemente de mi espalda y percib�* como su cuerpo empezó a convulsionar debajo de mi, fueron varias las sacudidas que en ese momento dio su cuerpo, yo segu�*a moviéndome arriba de ella, sus piernas las apretó muy fuerte sobre mis nalgas, hasta que poco a poco dejo de sacudirse y sus gemidos y gritos que estaba ahogando en mi boca casi desaparecieron, yo igualmente diminu�* los movimientos que estaba haciendo sobre su cuerpo, sus brazos y piernas que estaban completamente apretados a mi se aflojaron un poco; luego, sin despegarme de Belinda me rodé sobre la cama quedando ahora yo boca arriba y Belinda encima de mi, le fui dando instrucciones para que quedara sentada sobre mi pene a horcajadas, ella obedeció lo que le estaba pidiendo, no me dec�*a ni replicaba nada, solo sonre�*a nerviosamente al estarse acomodando sobre mi pito.
Quedó hincadita sobre m�* deteniéndose con sus manos de mi pecho, mi miembro estaba completamente metido en su panocha, sent�*a como su linda conchita me ligaba mi pene, entonces le dije: Muñequita, muévete.
Ella sonriendo nerviosamente me contestó: ¿Pero como? Te voy a lastimar. Yo le mencioné: No mi reina, muévete con confianza, no me lastimas. Ella comenzó a mover sus nalguitas, muy despacio, no entraba y sal�*a, sino que levemente se mov�*a hacia atrás y hacia delante frotando suavemente sus pequeñas y redondas nalgas sobre mis muslos, se segu�*a deteniendo con sus manos de mi pecho, su suéter se le hab�*a hecho hacia abajo por lo que ya no le pod�*a ver sus senos y su falda también se hab�*a bajado cubriéndole su vientre y su trasero, poco a poco fue tomando mas velocidad en ese vaivén que ten�*a sobre mi pinga, aunque segu�*a sin entrar y salir, solo su panocha y nalgas las mov�*a de atrás hacia delante, pod�*a sentir como sus vellos púbicos rozaban contra mi vientre, todo mi pene estaba adentro de ella, su velocidad aumentó más, y en ese momento me preguntó con voz muy agitada: ¿As�* está bien bebe? Yo le contesté: Si muñequita.
Belinda siguió moviéndose arriba de mi, con mis manos le sub�* su suéter quedando otra vez al descubierto sus senos y al mismo tiempo que ella se mov�*a yo le apretaba y acariciaba sus pequeñas pechos, luego bajé mis manos a sus piernas alzándole otra vez su falda, acariciándole sus muslos, sus nalgas y todo lo que pod�*a, llegó el momento en que su cabeza la echó hacia atrás jadeando muy rápidamente, su pequeña boca la abrió por completo metiendo y sacando aire en ella como si se estuviera ahogando, arqueó notoriamente su cuerpo y con sus manos tomó cada uno de sus senos apretándoselos, al mismo tiempo que comenzó a estremecerse, se sacud�*a muy notoriamente, en ese mismo instante yo acostado boca arriba como estaba, la tomé con mis manos de la parte de abajo de sus nalgas elevando su trasero un poquito y comencé a moverme haciendo que mi pene entrara y saliera en una muy buena porción y a una rápida velocidad en su vagina.
Ella siguió sacudiéndose por espacio de algunos segundos más, de su boca sal�*an sonidos raros, llegó un momento en que jaló aire, aguantó la respiración por algunos instantes y luego lo dejó escapar con un fuerte gemido, sus manos las apretaba muy fuerte contra sus senos, yo segu�* moviéndome debajo de ella haciendo que mi pene entrara y saliera de su apretada conchita y de momento se inclinó hacia m�* y de forma brusca pegó su boca contra mis labios besándome arrebatadamente.
La segu�*a teniendo tomada de la parte de debajo de sus nalgas y al mismo tiempo de estarnos besando me mov�*a debajo de ella haciendo que mi pene continuara entrando y saliendo de su apretada y caliente panocha, Belinda me besaba muy ardientemente, luego separó sus labios de mi boca poniendo su cara a un lado de la m�*a, ya no convulsionaba solo respiraba de forma rápida y entre sus jadeos me dijo: Haaa, haaa, mi amor, haaaa, yaaa, yaaa, paraa.
Yo detuve mis movimientos ah�* debajo de ella, Belinda se enderezó quedando sentada sobre mi pito; los dos quedamos sin movernos, ella continuaba respirando de forma rápida, estiré una de mis manos y le acaricié muy despacio sus pequeños senos, al mismo tiempo que le dije: ¿Ya no te gustó mi amor? Belinda me respondió con voz agitada: Si, si, solo que, quiero recuperarme un poco. Luego yo le mencioné: Chiquita, hace un rat
o gritaste muy fuerte ¿No crees que tus abuelos puedan escuchar? Belinda con una sonrisa notoriamente nerviosa y aún agitada me contestó: ¿Yo grité? Haay, que pena, no me di cuenta.
Notaba a Belinda excitada, pero igualmente la ve�*a algo avergonzada, as�* que en ese momento ah�* sentada sobre mi pito como estaba, la jalé haciendo que se inclinara hacia m�*, ella recargó su cabeza en uno de mis hombros y yo le dije en ese instante: Mi vida, esto ha sido algo de lo más lindo que me ha pasado, eres hermosa y encantadora, gracias por compartir esto conmigo, yo encantado seguir�*a adelante, pero no se si tu quieras que continuemos. Belinda en voz bajita, ya mucho menos agitada me contestó: No se como pasó esto, pero bueno, creo que ya no puedo hacer nada, ya sucedió. Le pregunté: ¿Te hace sentir mal lo que hicimos? Ella me respondió: Mmm, no se, no estaba en mis planes, pero, creo que no fue tan malo. Luego sonriendo me mencionó: Aunque me dolió mucho. Yo le pregunté: ¿Te sigue doliendo? Belinda me contestó: No, creo que ya no tanto.
 
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