Mi Hija Pamela – Capítulos 01 Al 04

heranlu

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Mi Hija Pamela – Capítulo 01


Me llamo Javier, conocí a mi esposa en la universidad mientras estudiaba ingeniería, tuvimos un lindo noviazgo y después de acabar ambos nuestras respectivas carreras decidimos convivir en independizarnos de nuestros padres. Esperamos un tiempo y nos casamos, la boda aunque no fue espectacular hicimos que todos se llevaran un lindo recuerdo de nuestro compromiso y lo que ahorramos de dinero en la boda lo usamos en la luna de miel y terminamos procreando a nuestra primera y única hija en ese viaje, la niña salió hermosa y con los ojos cafés. Mi esposa tuvo la idea de llamarla Pamela, éramos padres primerizos y siempre buscábamos ayuda y pedíamos consejos a parejas ya experimentadas. Nuestra vida iba bien hasta que llegó el día que lo cambió todo, fue una mañana del martes y estaba en la empresa donde trabajo cuando recibo una llamada y me habla un policía que me dice que lo lamentaba mucho y que mi esposa había muerto en un accidente de auto de triple choque, mi reacción fue inmediatamente dirigirme al hospital y terminé de confirmar lo que ya me habían dicho, el vacío que eso me dejó fue inmenso, total que de la noche a la mañana termine quedándome yo solo con la custodia de mi hija. A mi esposa la velamos y enterramos junto a su padre que también había fallecido algunos años atrás.

Yo a esa edad no tenía ningún tipo de fetiches extraños ni nada por el estilo, total que ahora a mí me tocaba hacer los deberes de las que antes no tenía ni idea. Me tocaba hacer cosas como hacer la comida, limpiar la casa, llevarla a dormir a mi hija que todavía era muy pequeña de apenas un año. Como ya no quedaba nadie que se hiciera cargo de mi hija aparte de mi y puesto que yo no podía dejar mi trabajo menos ahora que era padre soltero, tuve que llevar a mi hija a una guardería. Mi vida era muy atareada pero siempre trataba de estar allí para mi hija, viví esas experiencias bonitas que todo padre pasa cuando tiene a su primer hij@, como cuando empezó a dar sus primeros pasos, como cuando dió sus primeras palabras. Mi vida se había vuelto monótona hasta que un día cuando fui a recoger a mi hija de la guardería conocí a la nueva chica que trabajaba allí, su nombre era Luz, una morena de 25 años de nariz respingada, con los pechos firmes y un culo redondo, inmediatamente me dirigí hacia ella y tuvimos química desde nuestra primera interacción, la invité a salir después de unas semanas y en nuestra primera cita la llevé a un restaurante chino, nuestro feeling fué incluso mayor aquella noche, parecía una mujer fácil tanto que terminó abalanzándose hacia mi y me pidió que la llevase a un motel para hacerla mía, yo que tenía que pensar siempre en la economía de mi hogar y más porque soy padre soltero le propuse que vayamos a mi casa porque para mi era lo más cómodo. Ella terminó aceptando y la llevé a casa.

Cuando la metí en mi cuarto la empecé a desvestir y meterle la mano en sus bragas y de repente ella recibe una llamada y la muy pendeja decide responder y terminó siendo su madre asmática que estaba teniendo un ataque y que en el hospital necesitaban su identificación para registrarla ya que por las prisas su hijo la había llevado rápido y no llevaron su cédula. Ella que estaba preocupada me cortó de golpe y me dijo que se tenía que ir, yo me ofrecí a llevarla pero ella se negó y me dió un beso, yo que estaba con la calentura la acompaño a la puerta y veo que se acerca mi vecina del lado, era una señorita de 19 años que estudiaba en la universidad y que por razones económicas aceptó cuidar a mi hija por esa noche. Yo no quería cuidar a mi hija en ese momento pero la vecina al ver mi auto llegar me devolvió a mi pequeña que en principio era parte del trato. Cuando llegó a mi puerta me saludó y me devolvío a mi princesa, yo le pedí que esperara porque iba a buscar su paga por el cuidado, después de pagarle me despedí amablemente. Dentro en la sala me fijé que mi hija tenía la ropita sucia por la comida, me enoje un poco con su cuidadora porque no fue capaz de alimentarla sin que se ensucie, inmediatamente le quité la ropa y la llevé a la ducha porque tengo la costumbre de bañarla antes de ponerla a dormir, aunque Pamelita era lo suficientemente grande como para bañarse ella sola, por las noches siempre tenía que bañarla yo porque ella no era buena lavándose en algunas partes, a veces se olvidaba de lavarse las patas, a veces no se enjabonaba bien las axilas etc, por eso siempre era yo él que tenía que bañarla por las noches. No era la primera vez que bañaba a mi hija pero en aquella ocasión fue diferente, yo aún traía la calentura que me había dejado Luz en mi cuarto, normalmente me baño desnudo junto a mi hija y jamás lo ví como algo raro, pero en ese momento fue extraño, mientras empezaba a enjabonarla llegué hasta su conchita, siempre que la bañaba le limpiaba esa parte con normalidad y como me había enseñado mi madre cuando se quedó en casa las primeras semanas después de la muerte de mi esposa, al tocar su conchita esa noche sentí como la sangre iba directo hacia mi verga e hizo que lentamente se me parara, en esta ocasión pasé mis dedos suavemente por la línea que separaba sus aún poco desarrollados labios vaginales y en un ataque de excitación llevé mis dedos a mi boca y probé por primera vez ese elixir prohibido que provenía directamente desde la parte más pura de mi retoño, aquel sabor tan intenso inundó mi mente de pensamientos lujuriosos y que jamás en mi vida habría imaginado sentir eso por mi pequeña princesita. Inmediatamente mi corazón se aceleró y empezé a sentir una sensación entre miedo y excitación, esa sensación que uno siente cuando sabes que estás haciendo algo prohibido pero hacerlo te hace sentir vivo.

No sabía que hacer o pensar o si debía seguir degustando de las delicias que tenía mi pequeña entre sus piernas, intenté controlar mis impulsos y continúe enjabonando a mi princesa, llegué a la parte de sus nalgas y ella que estaba absorta en sus pensamientos mirando hacia la pared y jugando con sus dedos, no notaba como su padre trataba de no disfrutar de su infantil cuerpo, le dije que tenía una pequeña mancha en sus nalgas que claramente no tenía, con la excusa ya dicha puse mi mano en una de sus nalgas, me excitó sentir como una sola nalga de mi angelita no era lo suficientemente grande como para llenar la anchura de mi mano, estuve manipulando cada centímetro de esa nalga que era tan suave y firme como una tierna almohada, sin despegar mi mano fuí directo a la otra nalga e hize el mismo procedimiento pero en esta ocasión puse mi pulgar a frotar una punto de su nalga como cuando estás limpiando alguna mancha que no existía, hacía todo esto porque sentía que tenía que aparentar para que mi hija no sospechara nada, algo completamente absurdo porque una niña tan pequeña no sabe ni lo que está pasando. Para hacer que el ambiente no esa tan raro le pregunté a mi hija.

_ Linda, ¿Cómo te trató la vecina?.

_ Bien papi, nos pusimos a ver la tele y después me dió de comer.

Continuando con mi mentira se me ocurrió algo más atrevido.

_ A ver hija, creo que tu mancha no quiere salir.

Puse una de mis manos en su abdomen y la otra en su cabeza para poder inclinarla hacia la pared, después le pedí que abriese sus piernas y para rematarla puse mi mano derecha en su espalda baja y le hice levantar las nalgas y ella no dijo nada.

_ hija creo que tú mancha estaba más abajo.

_ perdón por esuciarme papi.

Agarré un poco más de jabón y lo puse en mi dedo índice, me senté en el suelo y empecé a lavar solamente la entrada de su culito, pasé mi dedo de arriba a abajo mientras que con la otra mano tenía mi verga palpitando de la exitación. No me quedé mucho tiempo haciendo eso, aunque dentro de mí podría quedarme haciendo eso toda la noche.

_Ya limpié tu mancha linda.

_ Gracias papi.

Me levanté y empezé a enjuagarla, cosa que aproveché para pasarle la mano por todo su cuerpo y para terminar agarré su cepillo de dientes y ahí vino a mi una idea bastante perversa que en ese momento no tenía el valor de realizarla porque para mí tantas cosas en una sola noche era demasiado. Terminé de cepillarla y le di su toalla y le ordené que fuera a su cuarto. Yo terminé la paja cuando me quedé solo porque traía una calentura que nunca antes había sentido.

Salí de la ducha y me sequé, entré a su cuarto y estaba mi pequeña todavía desnuda esperando a que le diese la pijama para dormir, fuí a su ropero y saqué unas braguitas de Dora la exploradora y le pasé un pijama de corazones. Ella tomó su braguita y empezó a ponérsela, yo la detuve y le dije que yo la vestiría, le di la vuelta y le pedí que se inclinara hacia la cama y tuve un primer plano de ese hermoso culito, le puse la braguita y la pijama. La cargué en brazos y la acomodé en la cama, le di su cobija y me despedí con un beso en la frente. Aquella noche no pude dormir por el sentimiento de culpa y preocupación



Continuará
 

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Mi Hija Pamela – Capítulo 02

A la mañana siguiente sin haber dormido casi nada, me levanté a la misma hora de siempre y ya traía una erección a pesar de habérmela jalado varias veces durante la noche. Fui a asearme, preparé la comida y ya eran como las 7 am, entonces me dirigí al cuarto de mi Pamelita a levantarla. Abrí las cortinas para que el sol entrara en su habitación y la levanté con un beso en la mejilla.

_ Buenos días papi

_ Buenos días Pame, ya levántate que preparé el desayuno.

Ella hacia lo que podía para levantarse, yo la tomé de la mano y la llevé al baño, ahí le lavé su carita y le arreglé el cabello, cuando ella de la nada se quitó la blusita de su pijama. En ese momento como un flashback vino a mí los recuerdos de la anterior noche, durante todo ese tiempo por la mañana yo me había olvidado de aquella sensación inmoral que sentí la otra noche.

_ Papi ¿vas a lavarme los dientes?

Después de esa inocente pregunta recordé aquella idea que había tenido la última vez que le cepillé los dientes, en ese momento por la mañana no sentía tanta carga inmoral así que le pedí que se volteara y mire a la pared, ella sin chistar obedeció, para asegurarme yo también me voltee y me saqué la verga, en principio mi idea era frotar todo mi glande en su cepillo, la idea de que mi princesa tuviera el sabor y el aroma de mi verga en su pequeña boca me excitaba demasiado, pero al ver mi verga noté que sin querer había empezado a tener ese típico líquido preseminal, el morbo había hecho que me mojara inconcientemente, agarré la punta de mi glande y como cuando exprimes las últimas gotas de un limón, logré exprimir unas cuantas gotas de mi líquido preseminal en su cepillo, y para aumentarla agarré el cepillo por el mango y empecé a frotar las cerdas del cepillo por todo mi glande húmedo, de esa manera me aseguraba que el cepillo estuviese bien impregnado de mi esencia. Me guardé la verga y me di la vuelta, le dije lo mismo a mi pequeñita.

_ Haber Pame abre la boca

Ella haciendo el típico sonido que hacen los niños cuando se les pide eso.

_ ahhhhhhhhh

La tomé de la quijada y empecé a cepillarla diente por diente, quería que mi esencia se quedara bien puesta en su boca, mi corazón empezó a latir mucho y mi verga empezó a palpitar al mismo ritmo, estaba disfrutando de aquel acto que antes era tan cotidiano y aburrido pero que ahora era lo que más me estaba excitando.

_ Papi creo que te olvidaste de la pasta.

Salí de ese pequeño éxtasis y volví a la realidad, no sabía que decirle y solo opté por reírme un poco y le puse la pasta de dientes en el cepillo y terminé de cepillarla. Después desayunamos y la dejé en la guardería.

Estuve pensando en mi hazaña durante todo el día y no hacía más que desear que acabase la jornada y recoger a mi princesa para seguir disfrutándola. Acabé mi turno y la recogí de la guardería, en esta ocasión ví a Luz y se acercó a disculparse por lo de la otra noche, yo ni siquiera me acordaba del desplante que me había hecho, ella me propuso que esa noche si quería podíamos terminar lo que empezamos, yo me inventé una excusa rápida y le dije que no tenía con quién dejar a la niña, ella me miró con cara rara, como tratando de fingir que no había pillado mi excusa. Al llegar a casa, mi pequeña me pidió ver la televisión, yo accedí y fuí directamente a la cocina a servirle un vaso de jugo de naranja, fué lo primero que se ocurrió porque quería bañarla y verla desnuda, me acerqué dónde ella y le pasé el vaso con el jugo e hice probablemente la peor escena actuada de derramar accidentalmente el jugo sobre mi Pamelita. Mi número fue muy falso pero eso me bastaba para decirle que inmediatamente tenia que bañarla.

_ Perdón hija, no me fijé. Tienes toda la ropa manchada, quítatela voy a tener que bañarte
_ Está bien papi.

Se fué a u habitación y se quitó toda la ropa, salió desnuda directa a la ducha, yo fui a mi cuarto y me puse ropa mas suelta (como de estar por casa), entré a la ducha y otra vez le pedí que mirara a la pared, abrí el agua y empecé a toquetearla por todas partes, disfrutaba tocar su conchita, le tocaba sus partes y luego cambiaba a cualquier otro lugar, después volví a su conchita y de esa manera maximizaba mis toqueteos sin levantar sospechas, cuando de repente.

_ Papi quiero que hacer pis.

Otra idea vino a mi mente.

_ La luz del baño no enciende, después voy a arreglarlo, orina acá no pasa nada.

Ella se abrió de piernas y flexionó sus rodillas, yo me agaché si que se diera cuenta y tuve un primer plano de como salía ese chorro caliente de su conchita, cuando terminó se quedó abierta de piernas durante unos segundos hasta que reaccioné.

_ No hay papel higiénico, no te preocupes yo te limpio.

Puse mi mano con mucha más seguridad hacia su coñito y empecé a tocarla con un poco más de presión en su partecita, ya tenía su aprobación así que no iba a pensar nada raro, yo frotaba en círculos y me llevaba los dedos a la boca para degustar de ese intenso sabor, frotaba 3 veces y la saboreaba, 3 veces y la saboreaba, entonces dije.

_ A ver ábrete mas, no puedo ver en dónde limpiar.

Me senté en el piso y tomé su muslo derecho y lo apoyé contra la pared, haciendo así un ángulo de 90°, con la otra mano hice que levantara el culito y tuve así una de las mejores vistas que había tenido de mi criatura, en ese momento tuve que contener mis ganas de enterrar mi cara en sus preciosas nalgas, en lugar de eso seguí toqueteándola como más quería, frotaba en círculos y de arriba a abajo, hasta que el un impulso quise meter mi dedo anular dentro de su coñito, en ese momento todo su cuerpo dió un pequeño salto y soltó un quejido, yo inmediatamente me detuve.

_ Creo que ya estás limpia preciosa.

_ Gracias papi.

Terminé de bañarla y le mandé a su cuarto para que se vistiera, le dije que no se ponga la pijama todavía porque tenía pensado bañarla otra vez antes de dormir. Ella salió de la ducha y yo quise improvisar algo rápido, agarré la pasta dental y tiré todo su contenido la basura, luego regresé y dejé el envase vacío en el bañero.

Ordené comida por internet y nos pusimos a ver una película animada en la sala, yo la acerqué a mi cuerpo y la abrase por el hombro, mientras veíamos la televisión yo tocaba sus piernas y sus nalgas sin que se diera cuenta, tenía que calentarme todo lo posible para mí siguiente escena. Estuvimos así durante 2 horas y cuando acabó la película le dije que me esperara en el baño que iba a lavarle los dientes, quería bañarla de nuevo pero no se me ocurría ninguna excusa para hacerlo. Antes de ir a baño a cepillarla me saqué la verga y empezé a masturbarme, no quería correrme, tenía que guardar mi semen para mí siguiente número, me masturbé todo lo que pude hasta sentir que ya iba a terminar, inmediatamente me detuve y fuí al baño. Cuando estuve a solas con ella agarré su cepillo y busqué el envase de la pasta dental, entonces ella vió que estaba vacío.

_ Ya no queda pasta amor.

_ ¿Ahora? ¿ya no me vas a cepillar?

_ No, tengo un ingrediente secreto que sirve para todo, cierra tus ojos quiero que me digas a que sabe, pero no quiero que veas.

_ Está bien papi.

Yo que estaba nublado de excitación en ese momento me saqué la verga, no me voltee para asegurarme de que no me descubriera, me arriesgue a que si abriese los ojos ella iba a ver algo que yo iba a tener difícil de explicar, con una mano tenía su cepillo y con la otra mi verga masturbándola, cuando estaba por terminar, apunté mi verga al cepillo y me corrí mucho, como para la ocasión terminé eyaculando el semen más cremoso que nunca antes había eyaculado, las 2 horas de agarres y toqueteos a mi nena en la sala habían merecido la pena. Me guardé la verga y giré el cepillo sobre su propio eje como para que quedara la mayor parte de mi semen en el cepillo, la viscosidad de mi leche era casi como una miel virgen que cuando tomas un poco con una cuchara y dejas caer un poco esta tarda en derramarse por su textura. Teniendo esa idea en la cabeza le dije.

_ Ahora abre la boca

Ella haciendo el sonidito.

_ahhhhhhhhh

_ Saca la lengua y haz como que miras un poco hacia arriba.

Ella obedeció, y como miel de la buena, dejé caer una gota espesa en su lengua.

_ ¿A qué sabe?

Ella sin abrir los ojos empezó a saborear mi esperma si saberlo e hizo algunas muecas.

_ Sabe raro ¿qué es?

_ Es pasta de dientes casera

Al parecer cuando le dije eso ella empezó a relacionar el sabor con el de la pasta.

_ Si, sabe un poco a pasta.

Metí el cepillo en su boca y le dije que ya podía abrir los ojos, empecé a cepillarla con mi esperma y ella trataba de no hacer muecas pero no podía, el sabor para ella era demasiado, yo no hacía más que disfrutar de mi escena, de pronto un poco de semen salió de sus labios y yo inmediatamente lo volví a meter con el cepillo, cuando terminé le dije.

_ Amor, esto es pasta comestible, si quieres puedes tragarla.

Ella sin preguntarse nada dió un sorbo y tragó un poco e inmediatamente le dió una arcada. Me hizo un gesto como que lo iba a escupir, yo la autorizé y botó toda mi leche en el piso.

_ ¿Qué es eso?

_ Es un ingrediente secreto ya te dije, sirve para todo, para lavarse los dientes, también sirve como saborizante en la comida porque es multivitamínico y bueno para los niños. De repente te consigo más y te voy a empezar a dar una porción en tus comidas para que crezcas sana y fuerte.

_ mmmm, está bien.

Se enjuagó la boca y se fue a dormir.

Continuará
 

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Mi Hija Pamela – Capítulo 03

Haber hecho que mi princesa se trague un poco de mi semen cumplió lo que creía hasta ese momento que era la mayor de mis fantasías, esa noche tuve el sueño más plácido que había tenido en años. A la mañana siguiente me levanté de la cama pensando hasta donde era capaz de llegar sin lastimar a mi nenita, pensé en volver a cepillarla con mi semen, pero debido a que anoche escupió todo después de dar un sorbo, pensé en como haría para acostumbrarla al sabor de mi lefa, me había fijado un siguiente objetivo, estaba decido a correrme en la su boquita y quería que se tragara mi semen. Ya con la idea en mente hize el desayuno y fui a levantarla, la llevé al baño, le lavé la cara y le cepillé los dientes, todo era normal hasta ese momento. Le dije que esperara en la mesa de comer que yo le traería su desayuno, la mesa de comer y la cocina no están separadas por nada, solo están un poco alejadas una de la otra, mi nena toda inocente se puso a esperar en la mesa y yo dándole la espalda estaba en la cocina sirviendo mi especialidad, pollo frito con menestras, había tomado un curso de 3 meses de cocina después de la muerte de mi esposa, me saqué la verga y me empecé a masturbar, pensé en terminar directamente en su comida y dejar una línea de semen que atravesara todo el plato, pero me parecía muy poco profesional, opté por correrme en mi otra mano y como cuando vas a un restaurante de comida china dejé caer una mediana porción en su plato de la forma más elegante posible. Llevé ambos platos a la mesa, la mía y la de mi princesa que tenía ese regalito que estaba decidido a que se lo comiera.

_ Papi ¿qué es eso?

_ Es el ingrediente secreto de anoche, ayer hice de más y te sobré un poco para que empieces a agregarlo en todas tus comidas. Anoche leí que si consumes un poco con cada comida vas a crecer más rápido y ya no te vas a enfermar.

Ella tomó el tenedor y empezó a comer el arroz con las menestras, miró un poco la porción de semen y como no se animaba a comerla directamente tomó un pedazo de pollo y lo embarró con mi leche ( como cuando embarras con mayonesa una papa frita ), se llevó mi semen a la boca y como el sabor no era tan intenso no hizo ninguna mueca, yo comía y no dejaba de mirar sus gestos, estaba comiéndose mi semen directamente del plato, era una sensación tan satisfactoria que hace un momento me había corrido y ya tenía la verga dura de nuevo. Ella acabó toda su comida y dejó limpio el plato.

A la noche cuando la traje de la guardería, traía la verga caliente, tuve que contenerme durante todo el día para no masturbarme, había decido que a partir de ahora todo mi semen era directamente para mi nenita. Sabía que iba a darle de comer todos los días un poco de mi semen, pero esa noche tenía otra fantasía que quería cumplir. Terminamos cenando y viendo televisión con normalidad esa noche ( no le di de comer mi leche esa vez ), quería un recordatorio que mi nena tomándose mi leche, hice lo de la otra vez cuando le cepillé con mi esperma, esta vez también la estuve tocando mientras veíamos la televisión. Cuando estaba cepillándola con todo mi esperma cremosa en su boca le dije.

_ Pame tu abuelita quiere saber si has estado cepillándote los dientes todos los días.

_ Pero yo me cepillo los dientes a diario.

_ Eso le dije yo, para que te crea le voy a mandar una foto de ti con la boca abierta y la pasta en la boca.

_ Está bien.

Tomé mi teléfono y activé el flash.

_ No cierres los ojos.

La tomé de la quijada y tomé varias fotos con el mejor ángulo posible, algunas con el cepillo en la boca pero otras más con la boca llena de mi esperma.

_ Ahora amor haz como que quieres que la pasta se derrame de tu boca.

Ella obedeció y ahí tomé mi foto favorita.

_ Ahora nena trágatelo todo.

_ No puedo papi, no me gusta el sabor.

No quería forzarla a nada y le dije que lo escupiera, iba a acostumbrarse a mi semen pero poco a poco. Ella se enjuagó la boca y se fue a dormir.

Esa noche me masturbé solo una vez con las fotos de mi nena teniendo mi semen en la boca. A partir de ese día alimentaba a mi hija a base de todo tipo de comidas saludables que son beneficiosas para los niños y con una porción especial de mi esperma, con el tiempo dejé de tener cuidado y me corría directamente en su comida, le llevaba el plato con una línea de semen atravesando toda su comida, había días en que ella se quejaba de que le daba mucho de mi ingrediente secreto y yo siempre le decía que mientras más de mi ingrediente se comía, más sana y fuerte iba a crecer. Pasaron las semanas y cambié mi estrategia y en lugar de poner mi semen en su comida me corría en una taza y con una cuchara y le daba de comer directamente en la boca, como haciendo el avioncito le hacía reír cada vez antes de darle de mi escencia.

Un día antes de mi cumpleaños se me ocurrió una idea que debí haberlo pensado hace mucho tiempo, pedí permiso del trabajo para salir 2 horas antes de lo habitual y fui al médico a pedir cita, entré al consultorio y le expliqué al doctor que estaba sufriendo ataques de ansiedad junto con mucho insomnio, le conté parte de la verdad, mi historia verdadera, que había perdido hace mucho tiempo a mi esposa y yo era padre soltero que llevaba desempleado ya como 2 meses y no tenía como mantener a mi hijo (le dije que tenía un hijo varón por si acaso), que estaba ganando dinero de trabajos temporales pero que estaba muy estresado y que mi principal problema era el insomnio. El médico me recetó algunas pastillas para la ansiedad y lo principal y lo que buscaba, Doxepina para ayudarte a permanecer dormido. Busqué información en internet y en todas las páginas que encontraba su información decía que no generaban dependencia. Esa noche cuando llegue a casa después de recogerla nos pusimos a jugar todo tipo de juegos que la cansaran, como a las escondidas, brincábamos sobre el sofá. Pasé un momento lindo con mi pequeña, durante todo ese momento olvidé todos mis pensamientos lujuriosos que tenía sobre ella.

Cuando ella se cansó totalmente me dijo que ya no podía y que quería irse a dormir, esa vez la bañé yo de nuevo, quería que quedase lo más limpia posible para mí siguiente número, le lavé los dientes y la mandé a su habitación, después fui a la cocina y serví un vaso de té y puse un tercio de una de las pastillas que previamente había comprado con la receta del doctor, no puse una entera porque ella era aún muy pequeña y no quería lastimarla. Entré a su habitación y le di el vaso con la droga, ella solo agradeció y le di su beso de las buenas noches y me retiré. Esperé como media hora y volví a entrar a su habitación para confirmar mi hazaña, la llamé por su nombre varias veces y cada vez con la voz más alta y no despertaba, presioné sus mejillas y moví su rostro y no despertaba, metí mis manos en sus braguitas y metí mi dedo en su vaginita hasta sentir su himen y no despertaba, mi plan había funcionado y tenía a mi hija totalmente drogada y dispuesta para cumplir todas mis fantasías. Fuí con calma y primero prendí la luz, después le quité la pijama, la puse boca abajo y mordí la parte superior sus braguitas de unicornio y los quité lentamente con la boca, fue la vez que más cerca estuve de sus nalguitas, no pude contenerme y enterré mi cara en ellas y le di un lengüetazo de abajo a arriba muy lento, no pude probar mucho así que puse una mano en cada nalga y le abrí el culito. mis ojos vieron un tierno anito bien rosadito, me dispuse a probar esta vez directamente de su culito, la sensación fue increíble tenía un sabor saladito a pesar de haberla lavado muy bien momentos antes, estuve como diez minutos con mi cara enterrada en el paraíso, también intenté penetrarla con mi lengua pero no podía, ella la tenía bien cerradita y eso hacia que me excite aún más, recuperé la noción del tiempo y paré, aún había mucho que disfrutar.

Me eché de espaldas sobre la cama y levanté a mi muñeca y la puse encima de mi a la altura de mi boca, ahí empecé a besarla apasionadamente mientras con una mano sostenía su cara para poder besarla más cómodamente, con la otra mano tenía el pulgar frotando su culito y con otros dedos acariciaba su coñito, fué la cúspide del éxtasis, pero aun no debía correrme. Cambié de posición y la eché de espaldas sobre la cama, puse mi cara a la altura de su coñito, puse cada pierna encima de mis hombros y con mis dos manos agarraba sus pezoncitos, ahí empecé con el banquete, usé mi lengua de todas las maneras posibles, intenté penetrarla con mi lengua pero tenía el coño aún más cerradito que el culo, pasaron como 5 minutos y de la nada empiezo a saborear un líquido que parecía un agua de vida traída directamente desde el cielo, ¿mi pequeña se estaba excitando?, no había manera de saberlo pero si sabía que eso era el sabor del squirt, lo sabía porque era parecida al sabor que tenía el squirt de su madre, no era un chorro pero salía de poco a poco y constantemente, yo bebía directamente de su conchita con la lengua como hacen los perros cuando beben agua, noté que desperdiciaba mucho así que abrí grande la boca y esta vez sí bebí directamente del tarro, empecé a succionar como seguramente lo hacía del pecho de mi madre cuando era un bebé, ahora mi nena y yo habíamos intercambiado fluidos, ella se bebía mi semen a diario y yo ahora estaba probando del squirt de una niña que estaba a punto de ir al jardín.

Ya había llegado a mi límite y tenía muchas ganas de correrme, así que para terminar con mi obra maestra me senté sobre la cama y a ella la eché boca abajo con su boca a la altura de mi verga, iba a cojerme la boca de mi nena, ella traía el pelo suelto y como quería que saliese todo perfecto, me tomé la molestia de buscar unas ligas simples para el cabello que yo sabía que tenía, porque le compré un paquete como hace un mes, cuando los encontré volví a tomar la misma posición, me senté sobre la cama a 90° con las piernas abiertas y puse a mi nena entre mis piernas con su boca a la altura de mi verga, empecé a hacerle dos trenzas simples, tardé como seis minutos, con el tiempo que me llevó trenzarla mi verga se había marchitado, sin importarme eso empecé la faena, puse mi verga dentro de su boca en ese estado y la tomé de cada trenza, ahora era como mi marioneta, solo tenía que jalarla de las trenzas y dejarla caer para simular una mamada.

Después de darle como cinco metidas en su boca, mi verga empezó a crecer rápidamente, poco a poco me empecé a dar cuenta que mi falo no iba a caber en esa pequeña boca, tuve que retroceder un poco mi cadera para atrás para no ahogarla, mi corazón latía a mil y cuando estuve a punto de acabar solté sus trenzas y sujeté su cabeza con mis manos, esta vez iba cojerme su boca de verdad, había llegado a la locura, ya no me importaba si se despertaba o no, me encontraba en un punto de no retorno, cuando de repente no pude contener soltar un gemido y de mi verga salieron 3 chorros de semen a toda velocidad, a la vez sufrí de una especie de espasmo que hizo que mis piernas temblaran al ritmo que salía cada chorro. De la boca de mi nena no hacía mas que salir mucho de mi semen, definitivamente había tenido el mejor orgasmo de mi vida hasta ese momento, ella aún tenía mi verga en la boca así que decidí inmortalizar ese momento y tomé mi teléfono y saqué mil fotos con flash desde todos los ángulos posibles. Mire la hora y apenas eran las 00:03 am, probablemente me había corrido dentro de ella en el momento justo que empezó el día de mi cumpleaños. Esto no podía acabar tan temprano pero sin embargo ya no tenía fuerzas, me bajé de la cama y fui a darme una ducha.

Al volver ya no tenía la cabeza para imaginarme más cosas creativas, opté por ponerme lo más cómodo posible y volví a comerle el culito como por media hora, lo suficiente como para recargar más semen fresco, cuando estuve por acabar puse mi glande en la entraba de su culito y me corrí todo lo que pude, esa era mi última carga y yo lo sabía, sin embargo sabía que tendría pocos días como estos, le di la vuelta y me eché con mi boca en su coñito y empecé a comérsela, mi verga ya no reaccionaba pero mi boca aún podía disfrutar, estuve así demasiado tiempo hasta que perdí el conocimiento.

Era como las 6 de las mañana y un rayo de sol caía sobre mi cara, me desperté y lo primero que ví fue en coñito de mi nena justo delante de mi, me había desmayado mientras le hacia sexo oral durante la noche. Me levanté rápido y me vestí, me sentía muy mareado a pesar de que yo no estaba drogado. Tomé un pañuelo y limpié a mi tesoro lo mejor que pude y también le puse toda la ropa, tenía miedo de que despertara en cualquier momento, no sabía cuánto iba a durar el efecto. Era el día de mi cumpleaños pero ya no tenía ganas de nada, había recibido el mejor regalo de cumpleaños.

Al principio repetía mis sesiones por las noches interdiario, pero con el tiempo me fuí controlando y lo hacía con 3 días de descanso, no quería que las pastillas le hicieran daño a mi nena. Empecé a cumplir otro tipo de fantasías durante mis sesiones en las noches, un malandro del vecindario que no me conocía me dijo sin querer en dónde comprar lencería de niña y le pagaba a él para que la comprara cada vez que quería una juego de lencería. Había noches en la que degustaba de mi nena con lencería apretada, le ponía una tanguita de hilo y apartaba su braguita mientras le comía el coñito. La degusté de esa manera durante muchos meses y tampoco me olvidaba de darle su porción de semen a diario.


Continuará
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Mi Hija Pamela – Capítulo 04

Era su cumpleaños y mi nena estaba a punto de terminar el jardín e ir al colegio, yo le estaba organizando una pequeña fiesta en casa e invité a sus compañeritos del jardín, habíamos decorado toda la casa con temática de Peppa Pig, yo había decidido dar el siguiente paso aquel día, estábamos pegando algunos goblos en la pared y yo estaba encima de una silla, fingí una caída muy casual y actúe como que me dolía mucho la mano. Ella se preocupó mucho por mí yo le dije que me llevara al baño para limpiarme de la caída e hice como que estaba cojeando, ambos entramos al baño y cerré la puerta con seguro a pesar de que no había nadie en casa a parte de nosotros, empecé a lavarme las manos y después me senté en el WC con la taza cerrada.

_ Papi ¿te duele mucho?

Yo sostenía una mano con la otra.

_ Si amor, la caída fué fuerte

Ella empezó a acariciar mi mano supuestamente adolorida.
_ Oye ena, con lo centrados que estamos en tu cumpleaños me olvidé de darte las vitaminas.

_ Cierto papi, vamos a la cocina para que me lo des.

Yo la tomé de la mano.

_ Esa es la cosa amor, papi no puede prepararte tu porción de hoy con la mano lastimada.

_ ¿por qué?

Yo me saqué lentamente la verga y bajé mis pantalones hasta los talones.

_ La verdad es que siempre sacaba tus vitaminas de aquí.

_ ¿pero de ahí no es de donde haces pipí?

Acaricié su cabeza con una mano.

_ Si, pero si lo frotas de una manera especial sale las vitaminas que tanto te gustan.

Ella me miró con cara extraña.

_ Y como tengo la mano lastimada no puedo darte la porción de hoy, ¿quieres ayudarme a darte tu ración de hoy?

_ ¿Cómo?.

Tomé una de sus manos y lo puse en el tronco de mi verga.

_ Si lo frotas de arriba a abajo de esta manera, va a salir tus vitaminas de hoy.

_ ¿Así?

Ella empezó a masturbar mi verga, yo puse su otra mano en mis bolas.

_ Aquí es de donde salen tus vitaminas, masajea suavemente está parte y acabaremos rápido.

_ Ok.

Puse mi mano encima de la suya que estaba masturbando mi verga.

_ Agarrarlo fuerte cariño.

La tomé de la muñeca y aceleré sus movimientos y después de un buen ratito.

_ Amor ya van a salir tus vitaminas, ponte de rodillas.

Ella obedeció, y se puso de rodillas.

_ Ahora amor póntelo en la boca voy a darte tu porción.

Ella obedeció tímidamente, yo puse mis dos manos en su cabeza y empuje mi verga lo más profundo que pude sin lastimarla. Solté 3 chorros directamente en su boca, ella mantuvo la mayor parte dentro de su boca, yo quité mi verga con cuidado e hice que cerrará la boca rápidamente.

_ Ahora Pamelita trágatelo.

Ella lo hizo sin problema, todo este tiempo tomando mi semen a diario la habían acostumbrado a ese sabor. Cuando se lo tragó todo, hizo el sonido de los comerciales de Coca Cola cuando tomas una gaseosa bien helada.

_ ahhhhhhhhh

Ese sonidito en serio me había excitado mucho, yo traía un plancha de stickers de estrellitas en el pantalón que previamente había comprado. Saqué una estrellita y se la pegué en la frente.

_ A partir de ahora te compraré 20 pesos en juguetes por cada vez que te tomes tus vitaminas tú solita. Todo hasta que me cure la mano.

_ Pero 20 pesos es muy poco.

Yo pellizqué tiernamente sus mejillas.

_ Si, pero dependiendo de cuántas veces al día te tomes tus vitaminas puedes ganar mucho dinero. Al final del mes contaremos tus estrellitas y haremos cuentas, puedes tomar tus vitaminas la veces que quieras al día, yo no te pondré trabas.

_ Está bien, quiero que me compres una de esas muñecas que hablan.

_ De acuerdo amor, aún queda un poco de vitaminas aquí.

Le señalé mi verga y ella lo limpió con la lengua.

_ Ahora agarra un cuaderno vacío que tengas y pega la estrellita en una hoja antes que se quede sin pegamento, debajo solo ponle la fecha de hoy y la hora que fué.

Ella agarró mi muñeca y miró mi reloj.

_ ¿qué día es hoy papi?

_ Es 7 de diciembre del 2015 amor.

Ella se fué saltando de un pie a su habitación a guardar su estrellita como le había ordenado.

Yo me levanté del WC y le lavé la verga como pude, al salir del baño fui a su habitación y allí estaba ella sacándose la estrellita la frente y pegándolo en un cuadernito.

_ Pamela no te dije pero, es importante que no le cuentes a nadie de esto, tus amiguitas y amiguitos pueden sentir envidia de que tú ganes dinero tan fácil, será nuestro secreto.

_ Está bien papi.

Me acerqué y juntamos nuestros dedos meñiques.

_ Promételo.

_ Lo prometo.

La tarde continúo y sus compañeritos llegaron y comenzamos con la fiesta, después llegó un payaso que había contratado, soplaron la vela de la torta y compartimos entre todos. Ya se hacia tarde y la gente se empezó a ir, las madres en su mayoría se empezaron a despedir de mi pequeña y de mí. Cuando se fueron todos yo y mi nena empezamos a limpiar todo el desorden cuando de repente.

_ Papi ¿puedo tomarme otra porción antes de dormir?

Yo estaba maravillado con esa combinación de palabras y lo que estas insinuaban, mi nena había entendido el poder del dinero. La tomé de la mano y la llevé al sofá, mi nena traía un vestidito de princesa blanco escarchado, en la espalda tenía sujetas unas alas de mariposa y en cabeza tenía puesta una vincha en forma de aureola. Saqué mi celular y empecé a grabarla.

_ Nena quítame tú los pantalones.

Ella torpemente me desabrochaba la correa, tuvo un poco de dificultades para soltar el botón de mis pantalones asi que la ayudé un poco con una mano. Ella bajó mis pantalones hasta abajo y cuando se puso de pie yo tomé su cabeza y la acerqué a mi verga que aún estaba dentro del boxer.

_ ¿qué vas a hacer amor?

Ella lanzó una mirada directa a la cámara.

_ Voy a tomarme mis vitaminas.

_ ¿Cada cuánto te gusta tomar tus vitaminas linda?

Ella soltó una sonrisita tierna.

_ Todos los días papi.

Ella usó sus dos manos y me bajó todo el boxer, agarró mi verga con sus manos y empezó a frotar
_ Princesa, una manera de hacerlo mejor para papi es si lo haces solo con la boca y sin usar las manos. Métetelo en la boca y empieza a jugar con tu lengua.

Ella se puso de puntillas y se metió mi verga a la boca. Noté que le costaba trabajo así que decidí sentarme en el sofá, ella era muy torpe usando la lengua, definitivamente era una primeriza.

_ Agarra esto con la mano.

Le pasé su varita de hada y lo sujetó con la mano izquierda. Tomé su otra mano y me metí en la boca su dedo índice y el del medio.

_ Lo que sientas que hago con tu dedo, hazlo tu con mi varita (refiriéndome a mi verga).

Ella trataba de imitar mis juegos con la lengua lo mejor que podía, hize el movimiento de meterme sus dedos hasta el fondo de la garganta y ella intentó hacer lo mismo aunque le costaba meterse mi falo en su boquita. Soltó una arcada y tosió directamente en mi verga, tenía el reflejo del vómito en su garganta e íbamos a estar trabajando en eso las siguientes semanas. Me quité sus dedos de mi boca y puse mi mano izquierda en su cabeza.

_ Linda escupe en mi varita todo lo que puedas.

Ella se sacó la verga de la boca y le dió varios escupitajos. Yo la ayudé a metérsela de nuevo y empujé mi verga hasta el fondo de su garganta, ella soltó otra arcada y sus ojos empezaron a ponerse un poco rojos con un poco de llanto.

_ Vamos a tener que practicar mucho para que ya no te dé ganas de vomitar.

Ella sólo miró a la cámara con una cara con un poco de sufrimiento, le ordené que en todo momento mirase solo a la cámara. De vez en cuando iba metiendo mi verga hasta su campanilla y ella siempre soltaba un arcada acompañada con una tosida. Cuando estuve a punto de terminar metí mi verga lo más profundo que pude y me corrí directamente en su garganta, ella hacía gestos de auxilio tratando de quitarse mi verga de la boca, cuando lo consiguió tomó un bocanado grande de aire y se limpió los labios.

_ ¿ves amor?, de esta manera no se desperdicia nada de vitaminas.

_ No me gusta tan profundo papi.

Yo dejé de grabar y guardé el teléfono.

_ No te preocupes linda, con la práctica te vas a acostumbrar.

Saqué una estrellita de la plancha de stickers y se lo puse en la frente. Ella se fué a su habitación a guardar su premio. Esa noche cuando fuí a dormir ella me pidió una última porción antes de dormir, ahí me di cuenta que había creado un mounstro de las mamadas, así que tuve que ponerle algunas reglas.

✓El tiempo mínimo entre cada mamada debía ser de por lo menos de 2 horas.

✓Una mamada solo se podía dar antes de cada comida o después de lavarse los dientes.

✓Solo se permitían 8 mamadas al día (de otra manera esa niña iba a dejarme completamente seco)

✓Las mamadas fuera de casa solo las podía proponer yo, ella no debía insinuar nada fuera de estás paredes.

Ella insistió para que le dé una última porción antes de dormir, yo terminé accediendo y me eché sobre la cama y me dejé hacer lo que ella quisiera. Sin mi ayuda ella tardó un poco más que antes, pero cuando terminé ella solita se llevó mi verga a su campañilla y se tragó todo mi semen. Antes e irse le ordené que dejase bien limpia mi verga para que no se desperdicie nada, ella obedeció, le di su estrellita y se fué a dormir.

A la mañana siguiente estaba echado de lado cuando abrí los ojos encontré a mi nena comiéndose mi verga en posición fetal.

_ Buenos días papi.

Ella me miró directamente a los ojos con una sonrisita en la cara.

_ Buenos días linda.

_ Ya me lavé los dientes.

Yo acaricié su cabeza.

_ Bien hecho cariño.

Tomé su cabeza y empecé a cojerme su boca, ella se tragó todo mi semen una vez había acabado, no dejó caer ni una gota y dejó bien limpia mi verga.

Ella buscó y me pasó la plancha de stickers . Yo le puse una estrellita en su frente y se fué contenta, mi nena se había convertido en toda una emprendedora, estaba decidida a financiarse su propia navidad, seguramente quería comprarse todo lo que viera, la última vez que salimos en 24 la llevé al centro comercial y ella se enamoraba de cada juguete que veía, imagino que ese era su objetivo. A partir de ese día todos los días en cada lugar de la casa ella me daba una mamada, en la cama, en la cocina, en el jacuzzi, en el sofá mientras mirábamos televisión, en el patio cuando hacíamos un picnic, siempre estaba sedienta de mi esperma. Mi lugar favorito para que me la chupe era en las mañanas en la cama cuando se ponía a chupármela en posición fetal, y en el coche cuando la llevaba y recogía del jardín (al menos la primera semana, porque sus clases ya estaban terminando), las veces que íbamos en coche ella se ponía entre mis piernas y abría el cierre de mi pantalón, se ponía mi verga en su boca y se ponía a mamar duro.

Una vez mientras la traía de vuelta a casa saliendo del trabajo, tenía a mi princesa comiéndose mi verga cuando de repente un policía en moto me pide estacionarme al costado. Yo no sabía que hacer, lo más prudente era pedirle a Pamelita que se detenga hasta que el señor policía se vaya, pero en aquella ocasión me ganó el morbo. Tomé mi maletín de oficinista y cubrí a mi nena con el mismo, me senté erguido, puse mis pies de puntillas y me abrí un poco más de piernas para crear un buen espacio entre el maletín y mi princesa.

_ Buenos días caballero, documentos por favor.

Yo saqué mis documentos del maletín, sin hacer nada sospechoso, allí debajo mi nena seguía en cuatro patas y con mi verga en su boca , ya había perdido su reflejo del vómito y su garganta ya tenía la forma y el grosor de mi verga, entraba y salía sin hacer mucho ruido.

_ Ahí tiene jefe.

Este comparó mi licencia con mi cédula y mi seguro vehicular y vió que todo estaba correcto.

_ ¿Por qué iba tan lento?

_ Tuve un percance personal

El oficial me miró extrañado.

_ ¿Percance personal?

Señalé a mi maletín y le dijé.

_ Hoy quería sorprender a mi esposa por nuestro aniversario, así que me tomé una pastilla de viagra, pero parece que la dosis fue demasiada alta y se me subió todo muy rápido.

El oficial asomó la cabeza por la ventana y vió mi maletín negro y confirmó que estaba en una posición incómoda. Para mí suerte este no vió los piesitos de mi nena que se asomaban un poco entre mis piernas, para eso mi princesita había empezado a acelerar su mamada, sentí que mi verga iba a correrse una vez más directamente en su garganta, lo cual no era un problema ya que yo podía controlar mis orgasmos, pero mi nena siempre tosía un poco cada vez que terminaba en su garganta. El oficial le echó un ojo otra vez a mis documentos, cuando estuvo a punto de devolvérmelos yo sentía que me iba a correr, fingí lo mejor que pude y conté 1 …. y …. 2 y con un timing perfecto tosí a la misma vez que mi nena, el ruido de los demás coches en la autopista me ayudó a camuflar el sonido. Lo había hecho tantas veces con mi pequeña que la conocía hasta en ese aspecto.

El oficial me devolvió mis documentos y yo los guardé.

_ Puede continuar caballero, conduzca con precaución.

_ Gracias jefe.

El oficial se dirigió a su moto y yo quité el maletín de mis piernas y allí estaba mi nena mirándome a los ojos y riéndose aún con mi verga en la boca.

_ ¿Lfo hkize bhien pakpi?

_ Lo estás haciendo muy bien cariño.

Ella tenía un bono extra y es que cada vez que la recogía después del trabajo ya sea del jardín o de la guardería, le daba 2 estrellitas por cada vez que me hacía correr durante el camino de vuelta a casa y sin sacarse la verga de la boca en ningún momento.

_ Continúa amor ya vas 1 vez, aún falta mucho camino a casa.

Cerré la ventana y prendí el aire acondicionado para calmar el calor. Me encantaba hacerlo en el coche, la sensación de poder ser descubierto como me acababa de pasar hacía que me excite muchísimo más. Cada vez que llegaba a un semáforo en rojo, yo la ayudaba con ambas manos empujando su cabeza contra mi verga, ya no me importaba ser gentil con ella, se había convertido en mi puta personal y además me salía muy barata. Era una canterana de las mamadas, su récord de más corridas en su garganta durante el trayecto de vuelta a casa fue de 3 veces, eso solo lo consiguió en 2 ocasiones ya que de normal solo consigue hacerme correr 2 veces de media. Aquella vez llegó a casa con 8 estrellitas en la frente.

Continuará
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