Mi Cuerpo su Recompensa 002

heranlu

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Poco a poco iba haciendo la mi hijo fuese interesándose más en mí, sabía que él iba cayendo en mi trampa, pero lo que no conté era con su fuerza de voluntad ya que a pesar de mis esfuerzo no había caso de que el diera el primer paso y yo ya me estaba desesperando, hasta que un día paso algo que me ayudo.

Estaba masturbándome con mis bragas puestas como lo venía haciendo hace tiempo cuando de pronto mi puerta se abrió, era Andrés quien había llegado temprano y dado que yo estaba concentrada en tocarme no sentí ni cuando llego ni cuando me llamaba, él se quedó viendo mi cuerpo casi desnudo observando con atención cada centímetro de mi cuerpo, su erección fue más que notoria, por lo que me quede observando como su miembro ganaba fuerza. El al darse cuenta se disculpó y se fue a su pieza, yo estaba caliente algo dentro de mi quería seguir tocándome pero decidí parar.

Prendí la cámara oculta que tengo en su habitación y lo vi sentado en la cama, su miembro estaba fuera de su pantalón sin embargo él no se estaba tocando, pensé que había generado algún tipo de shock en el por lo que me disponía a salir y ver como estaba cuando en la cámara mi hijo se puso de pie y vino a mi habitación, apague rápidamente la cámara espía y me puse una blusa. Sentí golpear la puerta tímidamente, por lo que le pedí que me diera unos minutos, cuando me vestí, lo hice pasar.

-mamá perdona por haber entrado sin golpear a la habitación- note la cara de desilusión al verme vestida

-no pasa nada cariño, no estoy enojada

-ya pero aun así lo siento, te vi desnuda y masturbándote

-hey tranquilo, fue un accidente, no creo que hagas querido ver a tu madre desnuda- su erección lo delato, pero hice como que no me daba cuenta

-aun así, me siento mal

-ya hombre si al final tú también lo haces, o crees que no lo se

-eee, no yo no lo hago

-Andrés cariño, no puedes mentirme, más de una vez he descubierto semen en tus boxes o en mis… bragas- sus ojos se abrieron como queriendo salirse de su cara

-lo siento, no quise…

-está bien, ven siéntate debemos hablar los dos

Cuando se sentó a mi lado lo notaba nervioso, era obvio lo había pillado, me había visto y no sabía en que se estaba metiendo, hábilmente hice una telaraña para atrapar a mi presa, hoy no la iba a dejar escapar.

-Andres ya eres un adulto, es normal como uno que te masturbes de vez en cuando, como podrás ver yo misma lo hago, hay veces que lo hago por ocio, otras estoy aburrida o simplemente es porque necesito botar tenciones.

-si entiendo y debí golpear antes, lo siento

-no me molesta la verdad, solo hay algo que si me molesta y es el uso de mis bragas

-perdón mamá

-déjate de disculparte me molesta esa actitud, quiero que me digas porque y como las usabas- el miro al suelo como un cachorro

-no se mamá por que las tomaba y es difícil describirlo

-a ver Andrés hablemos las cosas claras, no me voy a enojar, tú te masturbabas con la tela por la sensación o que hacías dímelo ahora

- la verdad es que me las llevaba a la nariz y me imaginaba que estabas sentada en mi cara.

Tuve que poner mi mejor cara de asombro, asco y molestia, sin embargo por dentro era todo lo contrario, quería que lo hiciera me gustaba escucharlo y me generaba un morbo enorme.

-(suspire) hijo esas cosas deberías hacerlo con tu pareja, o con esa mujer mayor que me comentaste

-la verdad mamá hay algo que debo confesarte- mi corazón latía a mil- la verdad olía tu ropa porque eres tú la que me gustas, me encanta tu cuerpo y sé que somos madre e hijo por lo mismo me conformaba con solo oler tu ropa porque no quiero que te enojes conmigo y que nuestra relación seria imposible.

Mi hijo estaba dando el primer paso, estaba tan feliz que quería abrazarlo y besarlo, sin embargo debía mantener mi imagen, más que nada para que el no sospechara que yo había planeado todo hasta la fecha.

-ay cariño sabes que somos madre e hijo, no es posible algo así, no sé qué decir… ¿puedes dejarme sola por favor?

-¿estas enojada?

-no, pero ahora me gustaría estar sola

-entiendo- se levantó y salió de mi habitación.

Espere un rato y volví a prender la cámara, lo vi llorando totalmente destrozado, sé que sonara sádico de mi parte pero ya había planeado que se dieran las cosas así, ya que ahora yo iba a mostrar mi lado comprensivo, dándole a él una pequeña recompensa, como quien dice tire el anzuelo y estoy esperando que mi pez pique. Me quite mis bragas y fui a su habitación, golpee su puerta y espere, cuando me permitió pasar, solo abrí un poco la puerta lo suficiente para que pasara mi mano.

-aún estoy pensando en lo que dijiste, pero no quiero que te sientas mal contigo mismo, no debería hacer esto pero prefiero pasártelas yo a que las estés sacando del cesto de la ropa sucia, solo te pido que las limpies antes de echarlas a la lavadora y no las rompas.

Deje caer mis bragas en su pieza, cerca de la puerta y me fui a mi cuarto, esta vez puse seguro en mi puerta aunque no me gustaba pero quería privacidad, prendí la cámara y observe como trataba de procesar lo que había ocurrido, cuando al fin lo hizo fue hacia la puerta recogió mis bragas y se las llevo directo a la nariz. Pude ver como respiraba profundamente con la tela en su cara, mi excitación estaba a tope y chorreaba mientras veía la escena, él se asomó tímidamente al pasillo y vino a mi habitación, trato de entrar pero al encontrarse con la puerta cerrada volvió a su pieza, cuando volvió a aparecer en mi pantalla pude ver como se acostaba y sacaba su miembro para proceder a tocarse mientras aun olía mi ropa. El pequeño pervertido disfrutaba a tal punto que estaba como poseído y en más de una vez me pareció que se lo iba a arrancar por la fuerza que usaba, yo no estaba lejos de hacer lo mismo, mis dedos entraban y salían de mi húmedo coño a una velocidad asombrosa y tenía que morderme el labio fuerte para no gemir y ser descubierta.

Aun no, debía seguir con mi plan pero en ese momento quería derribar su puerta y violarlo si era necesario. Cuando mi hijo termino se limpió con la tela y salió de su pieza, sentí el grifo correr así que supuse que estaba limpiando la prenda, yo aún no lograba mi tan querido orgasmo así que me di vuelta en la cama y me acosté boca abajo, puse mi cara en la almohada y me masturbe frenéticamente hasta que por fin pude llegar al clímax.

El paso uno al fin estaba listo, pero mi pequeña polilla aun podía zafarse así que cuidadosamente pensé en lo siguiente que haría, para que el siguiera avanzando donde su madre lo esperaba con ansias.

Ese día lo evite a propósito, haciéndole ver que no quería verle la cara pero era al contrario no quería que me viera ya que temía ser descubierta, cuando llego la hora de cenar le lleve comida a su pieza y yo hice lo mismo, mientras observaba mi pequeño reality show iba barajando opciones, escenarios y detalles. Por el momento iba a dejar que las aguas se calmaran mientras recogía el sedal solo para lanzar otro anzuelo más suculento que ya tenía en mente.

Deje pasar unos días y volví a comportarme de manera como una madre “normal” por así decirlo, se acercaba el cumpleaños de una compañera de trabajo por lo que era momento del plan dos, por lo que fui a comprarme algo de ropa, estuve toda la tarde hasta que encontré un vestido que resaltaba mi figura, luego me fui a casa a prepararme. Me duche de espalda a la puerta, sabía que estaba espiándome, lo hacía desde hace un tiempo, por lo que me enfoque en tocarme un poco para que alegrara su vista.

Luego fui a vestirme a mi pieza, cuando ya estuve lista me faltaba solo subirme el cierre de la espalda por lo que lo llame, al entrar y verme en el vestido su boca quedo abierta, podía sentir su mirada devorándome.

-ayúdame con esto

-¿vas a salir?

-si iré a el cumpleaños de una amiga, voy a llegar tarde ¿quieres que te deje dinero para pedir algo?

-no gracias no hace falta, te ves muy hermosa

-gracias cariño

Me gire para darle un beso en la mejilla, mientras me ponía los aros, sin que se diera cuenta deje caer uno, al agacharme a recogerlo levante bien mi trasero, su mirada quedo fija pero la aparto cuando me enderece.

-Andres antes que salga, quiero preguntarte algo

-dime mamá

-¿no te has vuelto a masturbar con mis bragas cierto?- sabía que lo había hecho solo quería ver que me decía

-no mamá deje de hacerlo

-mmm está bien, te creo, pero por si acaso se cómo quedaron las que deje ahora en el cesto, pobre de ti si lo haces.

Sabía que no iba a aguantar la tentación y que iría a buscarlas apenas saliera, lo que no espere fuera que el mismo me lo pidiera.

-sé que no está bien hacerlo, que no debería porque eres mi madre y no es correcto, pero como tú dices es mejor ser sincero, ¿así que puedo usar esas hoy?, prometo dejarlas limpias

-¿Qué carajos pasa contigo? ¿Cómo se te ocurre pedirme algo así?

-mamá sé que esto te va a molestar, pero ya no aguanto más, tú me gustas como mujer, y sueño mucho contigo.

-¿y por eso usabas mis bragas?

-si como te dije la otra noche tengo sentimientos por ti, pero no hare nada que tú no quieras. Por eso prefiero pedirte permiso.

-a ver Andres, entiendo tu punto pero soy tu madre, no puedo decir que te voy a dar permiso para hacer algo así cuando sé que te la jalas por mí.

-¡pero el otro día tu misma me las diste!, ¿por qué ahora no puedo?- me quede un rato en silencio no sabía que pensar

-el otro día no debí pasártelas, fue mi error, y la verdad no me siento cómoda, pero se cómo eres, de alguna forma te las arreglaras para robarme la ropa usada. Tampoco quiero que haya esta tensión entre los dos, prefiero que lo veamos cuando vuelva porque la verdad hoy quiero salir y no voy a dejar que me arruines la noche.

-está bien mamá, que te vaya bien y que la pases bien.

Me dio un beso en la mejilla y se fue a su habitación, cerró la puerta y puso seguro, prendí la cámara y vi que estaba sentado en su cama con las manos cruzadas, esperando algo. Mire el reloj y maldije por que no podía hacer mucho, también porque mi plan se había ido al carajo, tome mis cosas y salí de mala gana. En la fiesta a pesar de que me estaba divirtiendo debía pensar en algo, de pronto una idea se me cruzo por la cabeza cuando una de las presentes me llenaba la copa con vino.

Si ya había podido estar con mi hijo gracias al alcohol, porque no darle un empujoncito a este caso con otro poco de embriaguez, sin embargo no quería llegar borracha por lo que deje de beber, mi mente empezó a trabajar en que debía hacer hoy. Consulte mi reloj, pasaba de las dos de la madrugada por lo que era buen momento, me despedí de las comensales y me fui a casa, cuando llegue desordene un poco mi cabello, deje caer un tirante de mi vestido y me saque los tacones.

Cuando toque el timbre espere a que abrieran, obviamente no hubo respuesta por lo que empecé a tocar de manera desenfrenada, de pronto las luces se prendieron y de golpe salió la cara de mi hijo para ver quien tocaba, al verme abrió la puerta por completo.

-¡mamá! ¿Qué haces afuera tu sola?

-¿estoy en casa, me dejaras entrar o no?

Cuando entre me plantee firme y le di un beso en la boca, no supo reaccionar ya que lo pille por sorpresa, cuando nos separamos me lance a sus brazos fingiendo que estaba más ebria de lo que aparentaba. Lleve mi mano a su entrepierna lo que lo hizo retroceder yo por mi parte fingí una risa y un estado de humor alegre.

-¿qué pasa? ¿Estás sensible de tanto masturbarte con mi ropa?

-¿estas ebria?

-nah solo tome un poco, unas 8 o 9 copas de vino nada mas

-¿eso consideras poco?

-no importa cariño, no me dijiste, ¿te masturbaste o no?

-no lo hice

-mejor así lo puedes hacer ahora

-¿Qué?

-¿no quieres?- acto seguido me quite mis bragas quedando solo con el vestido- y yo que te iba a dar estas

Su expresión estaba congelada, no entendía que pasaba pero su erección lo delato, él quería hacerlo pero al parecer luchaba internamente.

-eres mi hijo querido por lo que quiero complacerte, por eso no quiero que te quedes con las ganas- lleve mis bragas a su cara, su erección solo se hizo más grande.

-esto no está bien, estas ebria no puedo hacerlo- lo mire fijamente de una manera seria

-ya veo no son tan buenas para ti, pensé que eras más honesto como tu amigo de aquí abajo

Al agarrar su entrepierna pude sentir el calor que emanaba, hábilmente metí la mano debajo de su bóxer y empecé a tocarlo, no hubo resistencia de su parte por lo que procedí a aumentar el ritmo. De pronto una mano se aferró a la mía, pensé que la iba a quitar pero solo me estaba guiando como le gustaba hacérselo. Empecé a masturbarme también y tomando su mano lo guie a mi entrepierna que estaba mojadisima.

-quiero ver cómo te masturbas con mi ropa y si eres un buen chico te dejare verme como me lo hago o ¿prefieres hacérmelo tú?

Ya era mío o eso pensaba, ya que subidamente me aparto de él, arreglo sus bóxer e hizo lo mismo con mi vestido, me tomo de la mano y me llevo a mi pieza, cuando me dejo ahí y me di vuelta para confrontarlo él ya iba saliendo hacia su dormitorio, lo seguí porque no quería perder la oportunidad de hacer algo pervertido con él, sin embargo me encontré con un portazo en la cara, trate de abrir la puerta pero estaba el seguro. Le llame pero no tuve respuesta, me fui a mi pieza cabreada y maldije nuevamente ya que otra vez mi plan se había frustrado.

Me dormí con rabia y desperté con rabia, está muy enojada por los sucesos de la noche y más que nada porque todo el esfuerzo de mi plan se había ido a la basura, cuando fui a desayunar vi a mi hijo preparando café, recordar lo de la noche me puso de mal humor, pero debía actuar como una madre, lo salude y le pregunte si faltaba algo, lo que me indico que nada y que esperara.

Cuando terminamos de comer Andres empezó su discurso.

-mamá anoche paso algo entre tú y yo

-¿Qué cosa?

-anoche me ofrecías tus bragas para que me masturbara mientras tu veías, obviamente la rechace pero aun así estabas muy salida, eras como otra persona.

-bueno en mi defensa estaba ebria, no era consciente de lo que hacía.

-lo sé, por lo mismo hoy quiero preguntártelo, me dejarías verte

-¿pero te has vuelto loco?

-solo te pido esta vez, nada más, solo quiero ver cómo te masturbas- quería mostrarme frente a mi hijo pero no pensé que él lo iba a pedir.

-¿solo esta vez?

-si lo prometo

-con una condición

-¿Cuál?

-esto no puede salir de aquí, si alguien se entera se acaba

-ee claro, no se lo diré a nadie.

Planteamos las bases, el me vería masturbarme con las bragas, cuando estuvieran húmedas yo se las daría y el también se tocaría. No era como había planeado desde el principio, pero sabía bien que la delgada línea entre la masturbación y el sexo no duraría mucho. Nos fuimos a mi habitación donde le pedí que se acostara a mi lado, el antes de acostarse se desnudó quedando solo en bóxer, yo hice lo mismo solo que mi quede en bragas mostrándole mis tetas. Su miembro empezó a ganar volumen por lo que eso fue mi señal que debía empezar, me empecé a tocar sobre las bragas mientras veía como el pene de mi hijo se iba haciendo cada vez más duro.

Cuando ya tenía una buena humedad, levante mis caderas y me quite las bragas y se las pase, automáticamente Andres al tomarla se las llevó a la nariz donde aspiro fuerte mis olores, empezó a tocarse de una forma lenta disfrutando lo que veía, yo por mi parte también hice lo mismo introduciendo lentamente mis dedos. El calor del momento me era casi imposible de aguantar por mucho tiempo, pero quería que él se calentara al punto de que en mi siguiente movimiento no pudiera resistirse.

Lleve mi mano libre a su abdomen y fui bajando lentamente hasta llegar a su erecto pene, él lo soltó y me dejo masturbarlo a mi gusto, por su parte su mano acariciaba mi pecho y jugaba con mi pezón. Ya era hora y no iba a dar marcha atrás, así que enderezándome un poco acerque mi cara a su entrepierna, lamí lentamente desde la base hasta el glande, levante la vista y pude ver como cerraba los ojos y se dejaba mamar, seguí lamiendo cada centímetro de esa carne y cuando finalmente lo metí en mi boca pude escuchar su primer gemido.

Jugaba con mi lengua atacando puntos sensibles mientras masajeaba sus huevos con mi mano, llego un punto donde mi mandíbula se estaba cansando así que cambie de objetivo y fui por sus testículos mientras mi mano masturbaba su herramienta. Luego de un rato volví al inicio hasta que de pronto sus manos tomaron mi nuca y me empujaban hacia abajo, las primeras descargas fueron directo a mi garganta, las ultimas sin embargo fueron a para a mis labios y mentón dado la cantidad obscena que disparo y que no era capaz de tragar.

Limpie mi cara llevando su semen a mi boca y después limpie su entrepierna, cuando levante la vista para verlo podía ver la lujuria en su rostro, sin darle tiempo a reaccionar me subí arriba de el hasta poner mi vagina cerca de su cara.

-esto es lo que siempre has soñado, bueno aquí me tienes sentada en tu cara, puedes hacer lo que quieras.

Apenas termine de decirlo su lengua se disparó hacia mis labios, la manera que lo hacía era torpe pero eso no significaba que no le pusiera empeño, ayude en su cometido mostrándole donde debía lamer, besar y chupar. Fue corrigiendo sus movimientos hasta que me llevo al orgasmo en su cara.

Se dedicó a recoger cada gota que bote, cuando mire hacia atrás pude ver que había recuperado su erección, iba por todo hoy pero me acordaba que era la primera vez de él (estando consciente ya que hace tiempo que le había quitado la primera vez) por lo que no quise apurar las cosas y mostré una faceta de madre y no de una pervertida.

-fue grandioso hijo, no salió como estaba planeado pero no importa, ahora quiero preguntarte algo, ¿hasta dónde quieres llegar?

-si te lo digo prometes no enojarte

-lo prometo

-quiero tener sexo contigo, que seas mi primera vez

-¿estas seguro? No prefieres que tu primera vez sea con alguien a quien amas?

Me tomo de la cintura y me hizo girar, por lo quede acostada en la cama y el sobre mí.

-no sé cuántas veces debo decirlo mamá yo te amo como madre y como mujer y nada me gustaría más que tu tomes mi virginidad.

Sus palabras me llenaron de orgullo y amor, por lo que lo abrace y le di un beso de amantes, estaba solo a un paso de cumplir mi deseo más profundo y ya nada lo iba a impedir, por lo que una vez que lo deje de besar le di las indicaciones de cómo debía proceder, al principio le costó encontrar la entrada pero cuando lo hizo entro de golpe, se quedó un rato inmóvil hasta que de pronto empezó a mover sus caderas, me lo estaba haciendo de tal forma que podía sentir mi útero besando su pene directamente, los gemidos de ambos se mesclaban y se callaban cuando nos fundíamos en un beso. De pronto sentí el palpitar en su miembro y supe que se iba a correr, cruce mis piernas detrás de su espalda para que no escapara y lo atraje hacia mí, mi hijo me beso mientras descargaba en lo profundo de mi interior llenándome con cada gota mi ser.

Cuando termino se salió de mí y quedo contemplando mi vagina que dejaba escapar un poco de su semen, me miro preocupado pero con un dedo lo llame a mi lado, nos volvimos a fusionar en un beso y estuvimos descansando un rato. Esa tarde le fui enseñando diferentes poses y los puntos que debía aprenderse para darme placer, al fin mi pequeña comida había sido servida después de mucho tiempo.
 
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