Mi caliente cuñada sevillana

heranlu

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Ago 31, 2007
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A mí, todo el goce sexual no me viene por las relaciones y aventuras de mi mujer, tiene una hermana algo mayor que ella, que durante años ha provocado en mi deseos inconfesables, pero nunca tenía la oportunidad de estar con ella a solas el tiempo suficiente como para que pudiera intentar alguna estratagema que me permitiera disfrutar de sus encantos.
Es una mujer corriente, algo llenita, ni guapa ni fea, hermoso culo, buenos muslos sin ser excesivos, pero su mayor atractivo son sus dos hermosísimas tetas, abundantes, redondas que cuando las miro me tengo que esforzar para no cogérselas, sobre todo en la playa con el bikini.
Ella veranea con su marido e hijo, ese que se acostaba con mi mujer, en una playa andaluza y nosotros nos compramos una casita en el mismo pueblo, lo que hizo que me calentara mucho más ya que todos los días tenía a la vista sus hermosas tetas sin poder comérselas, sobárselas…
Pero el tiempo hace que las cosas se vuelvan posibles y cuando la oportunidad se presenta hay que saber aprovecharla y eso hice yo, la cosa fue de la siguiente forma.
Al final de verano me quedé unos días solo en el piso de la playa y sabiendo que ella estaba allí y que todas las mañanas iba a desayunar sola a un bar del pueblo, la aceché y cuando iba para el bar me hice el encontradizo con ella, aprovechando para decirle que me invitara porque tenía que pedirle un favor, ella me dijo que por supuesto y que cual era ese favor, le dije que quería hacerle un reportaje fotográfico, ella accedió inmediatamente y le dije que se trajera pinturas y ropa mona, algún bikini y sobre todo un blusón que se ponía para ir a la playa atigrado y semitransparente que me pone mucho y que formaba parte de la estrategia para poder comerle las tetas y todo lo demás. Quedamos una hora y media después en mi casa y yo me fui para prepararlo todo.
Lo primero que hice fue instalar una web cam para poder ver como se desnudaba en mi dormitorio ocultándola en una caja con un agujero diminuto en un sitio adecuado, a continuación llevé el cable de la webcam hasta el salón donde iba a fotografiarla y conectarla a un ordenador y realicé las pruebas oportunas para que no fallara nada, luego me desnudé y me puse un pantalón de pijama muy pequeño y muy dado de sí por los perniles que dejaban fuera todos mis atributos en cuanto me empalmaba, luego preparé la habitación, las persianas, el asiento, el sofá, desplazando algunos muebles para dejar más espacio para cualquier eventualidad y me puse a esperar totalmente empalmado con la ilusión de lo que estaba por llegar.
Mi cuñada llegó monísima, con un bolsón de ropa y pintada como para ir a una fiesta, yo la esperaba enseñándole la cabeza de mi pene por el pernil del pantalón, ella ni se inmutó, entró le di dos besos, le dije lo guapa que estaba y le di las gracias por prestarse para posar para mí, la llevé al dormitorio y le enseñé algunos biquinis de mi mujer que tiene dos tallas menos que ella y le propuse que posara con alguno, ella dijo que no que gracias que ella traía sus propia ropa, dejo la ropa en el dormitorio y nos fuimos al salón donde iniciamos el trabajo de fotógrafo y su posado.
Comencé a fotografiarla tal como venía vestida, un pantalón vaquero y una blusa de cuadros, una, dos, tres en diversas posturas procurando que se relajara y tomara confianza piropeándola sobre lo bien que lo hacía, lo guapa que estaba, la cuarta fotografía fue el comienzo del ataque, fui hacía ella y comencé a desabrocharle la camisa, inmediatamente ella preguntó que qué hacía y yo le respondí que abrirle un poco la camisa para que se viera la canal que era de lo más bonito que tenía y que habría que resaltarlo y aprovecharlo de algún modo, a ella le dio una risilla nerviosa y me dejó hacer, le desabroché un par de botones le abrí el escote lo mas que pude y la fotografié varias veces desde distintos ángulos… Terminada esta fase le pedí que se cambiara, que se pusiera el blusón y que se quitara todo.
“¿Cómo?” Dijo ella, “¿todo?”.
“Si, le contesté, no se verá nada pero yo sabré que estas desnuda, tu sabrás que estás desnuda y eso se reflejara en las fotos dándole un erotismo que se transmite al que las vea”.
“ni pensarlo, me da vergüenza, que va a decir mi hermana.”
“Tu hermana no dirá nada porque te verá vestida y yo no pienso decirle nada”
“No, no, no…” y fue a cambiarse, yo activé la pantalla para ver lo que hacía, ahí me la jugaba, si se desnudaba podría hacer lo que yo quisiera, si por el contrario no se quitaba la ropa interior podría decir que había fracasado en mi intento.
Llegó a la habitación y se quitó el pantalón vaquero, se desabrochó totalmente la blusa y se la quito, quedándose en bragas y sujetador, mirándose al espejo cogió el blusón y se lo puso, cuando iba a comenzar a abotonárselo se lo quitó de nuevo despojándose inmediatamente del sujetador, todo ello sin dejar de mirarse intensamente al espejo, se quedó quieta y de pronto se quito las bragas y desnuda comenzó a mirarse por delante y por detrás en el espejo, cogió un toallita que llevaba y se limpió los labios vaginales oliendo después la toalla y guardándola en el bolso, se puso el blusón y respirando hondo y mirándose por última vez en el espejo salió del dormitorio. Yo la recibí empalmado como un mulo y le dije
“me permites que averigüe por mi mismo si has accedido a mis peticiones”,
Soltó una risita y se quedó quieta en mitad del salón, por detrás fui palpándole la espalda con las dos manos para averiguar lo que ya sabía, que no llevaba sujetador, seguí bajando hasta el culo y las caderas buscando unas inexistentes bragas y cuando llegue a los muslos le di la vuelta le di un beso en la comisura de los labios y le di las gracias.
Comenzamos la segunda parte de la sesión de fotografías sentada aquí, apoyada allí, de espaldas a contraluz que dibujaba su figura, cosa que le dije y le pedí que abriera las piernas en el contraluz, nueva risita y apertura de piernas, era el momento del ataque, era necesario dar el salto hacia delante, le desabroche los botones de abajo hasta la cintura y los de arriba igual, de forma que solo quedaba uno abrochado en el centro, le pedí que se apoyara en la pared sacando la rodilla por la abertura de los botones desabrochados, apoyara el pie en la pared, así lo hizo mientras yo la arreglaba poniéndole bien el escote, poniendo el filo del blusón al borde de los pezones aprovechando para tocárselos, le hice dos o tres fotos mas y le desabroche el botón que quedaba y le abrí un poco el vestido de forma que se veía la canal de las tetas, gran parte de ellas y el vientre y algunos pelos del coño que ella se había tapado con una mano, así le hice algunas fotos mas y la llevé al sofá sentándola erguida y le pedí que se quitara el blusón de cintura para arriba tapándose las tetas con las manos y se echara para atrás relajadamente; mientras yo, de rodillas entre sus dos pies, la fotografiaba, a continuación le pedí que acercara o resbalara por el sofá hasta poner el culo en el filo de forma que al incorporarme y estar entre sus piernas mi pene llegaba directamente a su coño y al estar con las piernas abiertas con la gruta preparada para recibir lo que yo quería meterle, y eso fue lo que hice, me incorporé acercando mi pene, libre de toda atadura, a su coño y comencé a acariciarle sus labios con mi pene, comenzó a suspirar y quitó las manos de sus tetas dejándolas al alcance de mis manos y lo mejor, de mi boca, le metí la polla y comencé a comerle las tetas como si nunca lo hubiera hecho en mi vida, que placer, que delicia, no pude mas, nos pusimos de pie, tiré los cojines del sofá al suelo y allí mismo follamos, le comí el coño, me mamó la verga, la penetré por detrás y por delante y sobre todo, le comí las tetas una y otra vez y la besé hasta el agotamiento.
Cuando terminamos me dijo “soy una mujer muy fácil aunque mi apariencia sea otra, lo que pasa es que me lo pide muy poca gente…, si mi marido fuera de otra forma y me diera mas marcha, me follara mas, y además, es que no se entera, no tiene ni idea o no quiere tenerla, yo en su caso sospecharía, porque se ha vuelto muy evidente, he pasado años sin sexo y con más ganas cada día y sin que nadie se me insinuara y lo único que podía hacer es darme con mi dedo, esos han sido mis orgasmos en los últimos años, afortunadamente todo cambió hace un tiempo en la oficina”.
Ella trabaja en una empresa de secretaría del Director y por ese motivo tiene mucha relación con los licenciados en prácticas a los que el Director le gusta encargarles trabajos y van con frecuencia al antedespacho donde ella está y charlan de diversos temas mientras que esperan que el director les haga los encargos o para llevarle los trabajos o para consultarle algo, el caso es que siempre hay dos o tres que acostumbran a ir por allí a charlar con ella, de esa forma tan tonta fue intimando con tres becarios con los que comentaba todo tipo de cuestiones, en concreto, los lunes a primera hora comentaban lo que habían hecho el fin de semana, con quien habían salido, que relación tenían con las mujeres, y fueron introduciendo el tema sexual, si se habían acostado con una, que se habían dado el lote con otra y así fueron perdiéndolos tabúes y la fueron haciendo participe de sus andanzas hasta que un día al preguntarle que habían hecho el fin de semana le dijeron que se habían acostado con unas veinteañeras, a lo que ella les contesto que “siempre estáis pensando en lo mismo, que habréis disfrutado mucho” y ellos le contestaron que bastante pero que ellos hubieran preferido a “una madura, una cuarentona, así como tú, las mujeres maduras tenéis mucha experiencia, sabéis lo que queréis y a lo que vais” ella se quedo muy cortada y muy nerviosa, siempre los había mirado con cariño y con lejanía, sin que los temas que planteaban le pudieran afecta, de pronto se dio cuenta que esa no era la realidad, que ellos la veían como un objeto sexual, que se le insinuaban, se puso muy nerviosa pero la halagó mucho, a partir de ese día las insinuaciones fueron a mas, un día los tres mientras que hablaban con ella le miraban las tetas y no a la cara, ella muy desconcertada se miraba el pecho buscando una mancha o algo extraño hasta que preguntó, “que miráis” y ellos le dijeron “tus tetas que son preciosas, quien pudiera verlas desnudas, quien pudiera tocarlas, quien pudiera morderlas” ella los echó de sus despacho por descarados y durante un par de días estuvo muy distante y fría con ellos, hasta que se presentaron con un ramo de rosas rojas y un sujetador negro transparente de su talla más o menos, no pudo por menos que reírse, llamarlos descarados y prometerles que se lo iba a probar, le pidieron que en ese momento, e insistieron hasta que se fue al cuarto de baño y se lo probó dejándoselo puesto, cuando volvió los tres le decían que le hacía unas tetas preciosas, que si podían mirar por el escote, que si podían tocar, ella se negaba en redondo pero ellos seguían insistiendo, hasta que uno dijo “podríamos hacer otra cosa, te invitamos a tomar café esta tarde en nuestra casa y de camino nos ayudas a redactar el trabajo que estamos haciendo”, ella de momento dijo que no, pero, nerviosa perdida, termino aceptando con la conciencia de que se metía en la boca del lobo. Quedaron para las 5 de la tarde en el piso que tenían los tres en común y ellos le dijeron “tienes que ponerte guapa y ponerte el sujetador para que puedas enseñárnoslo”. Ese día estuvo muy nerviosa en la oficina pensando en la tarde y la excusa que le pondría a su marido, que se pondría, intento asegurarse a sí misma que no pasaría nada que ella no quisiera, solo les dejaría ver el sujetador y como mucho que tocaran un poco, son tan lindos y yo les gusto y me hacen sentir unas cosquillas en…el interior.
Cuando llegó a su casa a mediodía antes de que llegara su marido se había rasurado el coño, se había duchado y limpiado cada recoveco y pliegue de su cuerpo sin saber para qué, bueno había que estar presentable. A su marido le dijo que tenía un trabajo urgente y que tardaría toda la tarde y hasta parte de la noche, se vistió con una falda estrecha que le acusaba su culo, unas medias negras de las que se ajustan y no se caen, unos zapatos de tacón alto, unas bragas mínimas, el sujetador transparente que sus chicos le habían regalado y una camisa también transparente con una chaqueta encima para no ir enseñando sus pezones por la calle, ya que se le veían perfectamente, para disimular con su marido no se pintó en su casa sino que se fue al servicio de una cafetería y se pintó y perfumó hasta el último detalle.
A casa de los becarios fue andando para echar nervios fuera, a las 5 menos cinco de la tarde estaba en la puerta del edificio donde ellos tenían el piso, entró, subió al piso, se puso frente a la puerta, respiró hondo, se desabrochó la chaqueta y llamó al timbre.
Ellos estaban esperando que ella llegara, le abrieron y la hicieron entrar para inmediatamente rodearla con mucho jolgorio, diciéndole que venía muy guapa y que dudaban que viniera pero que no solo había venido sino que venía como para hacerle un favor, se quitó la chaqueta y aquello fue la locura, “vaya par de tetas más bonitas” “mira que pezones” “ yo me las quiero comer” “viene así para calentarnos” “lo que quiere es follar y yo quiero ser el primero” todo eso mientras la rodearon mientras la achuchaban tocándole las tetas, el culo y los muslos, le daban besos mientras la abrazaban y refregaban sus penes por ella, hasta que ella dijo muy seria,
“¡ya está bien! ¡Mira como me habéis puesto!”
Le habían sacado la camisa de la falda, le habían desabrochado un botón de la camisa y le habían girado la falda,
“como sigáis así me voy,” siguió diciendo, “yo soy una mujer madura, tengo mucha experiencia y sé lo que quiero y a que he venido”
en cuanto lo dijo se dio cuenta de lo que había dicho y se puso muy nerviosa mientras que intentaba arreglarse la falda y las medias que se le habían bajado un poco para lo que tenía que subirse la falda hasta casi las bragas lo que de nuevo desato los gritos “mira nos enseña las bragas” “nos quiere enseñar el conejito” “pues yo ese conejito me lo como hoy” “yo le echo un polvo” “vaya muslos” y la cogieron casi en volandas y se la llevaron al salón para ver los temas del trabajo y la sentaron en un sofá de dos cuerpos y ellos uno a cada lado y otro en el suelo delante de ella que le acariciaba las piernas, los otros dos muy pegados a ella le acariciaban la espalda y de vez en cuando le rozaban el cuello con los labios e incluso le chupaban el lóbulo de la oreja. Habían preparado unos chupitos de vodka con un endulzante y le dieron uno diciendo que era un licor nuevo que habían comprado expresamente para ella y le dijeron que se lo tenían que beber de un trago, así lo hizo, aunque aquello olía muy fuerte, le dio la tos pero como le dio un calorcito muy agradable no rechazó un segundo chupito, mientras que ellos lo que bebían era agua azucarada, se bebió el segundo que ya no le dio tos, es una mujer de las que se marea con un par de cervezas, así que a los pocos minutos estaba bastante contenta, tanto que el que estaba sentado en el suelo comenzó a acariciarle los muslos y los que estaban a los lados le sacaron la blusa de la falda y comenzaron a acariciarle la espalda directamente y con la disculpa de ver los papeles que ella tenía encima de la falda, le rozaban las tetas sin que ella les riñera, más bien aceptaba todo con mucho placer así que decidieron seguir con el juego cada vez mas picante.
“Vamos a descansar un rato de trabajo y te vamos a enseñar la casa” le dijeron y se pusieron de pie, “pero como eres una reina para nosotros te llevaremos en la sillita de la reina”, que para el que no lo sepa es que dos se cogen por los brazos y sobre ellos se sienta la persona homenajeada, de forma que su pecho queda a la altura de la cara de los porteadores.
Así lo hicieron con muchas risas de ella, la izaron y comenzaron a pasearla mientras le daban bocaditos en las tetas y el tercero para defenderla se colocó detrás y la agarró por las tetas para que los otros no se la comieran, ella se reía y les decía que eran muy malos, así que lo siguiente que hicieron fue desabrocharle varios botones de la blusa y abrírsela para morderle las tetas sobre el sujetador, mientras se habían ido asomando a las diversas habitaciones hasta llegar a un dormitorio que tenía una cama grande y sobre ella la echaron y ellos encima cogiéndole de todo, le sacaron un pecho del sujetador, le subieron la falda y le tocaban la entrepierna, la besaban, hasta que ella entre risas se levanto y dijo ”mira como me ponéis”, era un espectáculo, la blusa abierta, un pecho fuera del sujetador, la falda subida, las bragas mal puestas, las medias caídas, mientras se metía el pecho en el sujetador ellos le propusieron rápidamente una apuesta, ver quién podía tenerla en brazos más tiempo, sin darle tiempo a nada el primero la cogió en brazos, pero para que no se arrugara la falda se la quitaron dejándola en bragas y con la blusa abierta, ya en brazos los otros lo primero que hicieron fue quitarle las medias y bajarle las bragas todo lo que pudieron mientras que el que la tenía en brazos intentaba besarla y la estrujaba contra él, terminó el primero y el segundo la cogió diciendo que se abrazara a su cuello y le rodeara la cintura con las piernas mientras que él la sostenía por el culo, ella así lo hizo con risa histérica, los otros dos lo primero que hicieron fue forzarla para poder quitarle la camisa, pero ella no puso demasiados impedimentos, mientras le habían dejado el culo al aire y se lo acariciaban, le besaban el cuello, la espalda, los muslos y el que la tenía en brazos le acariciaba la clítoris e intentaba y conseguía besarla en la boca, estaba como loca, la cabeza se le iba, es como si se mirara desde fuera, no podía parar y además no quería, por primera vez en muchos años se sentía deseada, muy deseada y su marido no le ponía una mano encima desde hacía años, siempre con sus depresiones, con sus rarezas, estaba acostumbrada, pero esto que le estaba pasando era un milagro, tres jóvenes guapos la deseaban y le hacían sentir como una belleza y no hablamos de su sexo y sus deseos, eso que la tarde estaba empezando…
Terminó el segundo y estaba con sus brevísimas bragas medio quitadas y el sujetador transparente y el tercero la tomó en brazos, él sentado y ella en postura flor de loto sobre sus rodillas mirando hacia afuera y el rodeándola por la cintura y el bajo vientre, su coño, vamos, los otros lo primero que hicieron es quitarle el sujetador sin que ella opusiera la mas mínima resistencia más bien ayudo a que se lo quitaran, mientras el otro le acariciaba el vientre y le metió la mano en la braguita y comenzó a acariciarle el coño y le metía un dedo en la vagina y le besaba el cuello y la espalda, y se lo chupaba, lo que le producía unos enormes repelucos, ella suspiraba y se dejaba hacer pero no contestaba a las caricias, lo que hizo que terminaran con la tercera prueba. La pusieran de pie medio desnuda solo con las braguitas y enormemente caliente y con una borrachera de sexo de la que no podía salir.
Le pidieron que les bailara ya que hasta ahora estaban muy aburridos, ella comenzó a contonearse, se quito las bragas que las tiro a ellos, se contoneaba acercándose a ellos moviendo las tetas, les ponía el culo, les refregaba las tetas por la cara, les cogía las manos para llevárselas a su conejito totalmente rasurado, los besaba, seguía bailando y ellos comenzaron a decirle “mira que puta es”, “ese coño tiene que estar muy follado”, “está deseando que se la metamos”, “pues a mí ya no me gusta, mira que si me pega algo”, ella había perdido su dignidad y lo único que quería era sexo, se fue para uno le bajó la portañuela y le sacó la polla para comenzar a chupársela, él se dejo un poco pero se retiró y le dijeron “te vamos a rifar para ver quién te folla el primero, tu lo único que tienes que hacer es aguantar todo lo que te queramos hacer sin la más mínima resistencia, ¿lo entiendes?” ella, desnuda, indefensa, con tres tíos mirándola, sin su ropa a mano y con una calentura sublime solo acertó a asentir con la cabeza.
Se la sortearon estableciendo el orden, el primero se fue para ella y le dijo “quiero que vengas conmigo tal como estás hasta el portal y allí me hagas una mamada” ella empezó a decir algo pero él la paró diciéndole ”tu solo obedece”, la cogió de la mano y se la llevó al portal ella se tapaba la cara pero cuando él se abrió la portañuela comenzó a chuparle la verga con fruición y le hizo correrse en pocos minutos echándoselo en las tetas, al subir la escalera se cruzaron con un hombre que se le quedo mirando y silbó, no le importaba un pito, entraron en el piso se fueron directamente a la cama donde comenzó a follar mientras los otros los jaleaban, tuvo un orgasmo, le comió el coño y tuvo otro y se levantó, inmediatamente tenía en la cama al segundo que lo primero que hizo fue ponerla de culo y sin miramientos se la metió entera por detrás, ella respingó mientras él la cogía por las tetas y le apretaba, metía y sacaba hasta que se corrió, se puso de pie la llevó al balcón y la dejó allí durante varios minutos, luego la volvió a acostar y le pidió que se la levantara chupándosela, ella lo hizo mientras él le decía todo tipo de guarradas, se la puso tiesa y se la metió en el coño y nada más entrar se corrió de lo caliente que estaba, era su tercer orgasmo, más que en varios años; él la besaba, le mordía los pezones, le metía un dedo en el culo, estaba en séptimo cielo a pesar de las humillaciones, tres orgasmos y un tercero al llegar, llegando, que llegaaaaa…, un nuevo orgasmo, el cuarto, él se corre se levanta y le cede el espacio al tercero que a pesar de que ella chorrea por sus boquetes se acuesta, se la mete, y comienza a follarla, ahora bocarriba, ahora a cuatro patas, ahora de pie, ahora cabalgándolo, así de todas las formas posibles, con tanto ajetreo se corrió de nuevo, cinco en una tarde cinco, que calentura, que agotamiento, que alegría, podían hacer con ella lo que quisieran, el se corrió, ahora ella se levanta y va a limpiarse un poco, pidiendo permiso para hacerlo, ellos le dicen “Esta bien, so guarra, ve y límpiate un poco que te vamos a preparar una sorpresa”, cuando volvió ellos estaban mirando por el balcón discutiendo que si ese que si aquel, ella pregunto “¿Qué hacéis?” ellos dijeron ahora veras, llamaron a un hombre con un mono de trabajo que iba por la calle y le dijeron que si “podía subir que querían proponerle que le hiciera un favor a esta” y la sacaron al balcón, el hombre de unos 45 años, medio calvo, algo gordito, se le pusieron los ojos como platos y subió corriendo, lo llevaron al dormitorio, a ella le dijeron que se acostara con las piernas abiertas y ella obedeció pensando que ya puestos uno mas no importa, el hombre se desnudó mientras ellos le hacían fotografía a los dos, se acostó sobre ella, la penetro, comenzó el bamboleo mientras la besaba y le cogía las tetas, ellos le seguían haciendo fotos, hasta que él se corrió, ellos le dieron las gracias por su colaboración y se fue.
¿Ya hemos terminado? Pregunto ella, “No, queda la traca final” contestaron, y la mandaron al cuarto de baño que se duchara y volviera limpia, cuando volvió la metieron en la cama y el primero con ella, que la penetro por delante, el segundo se acostó detrás y se la metió por ahí, y el tercero le puso la polla en la boca y comenzaron a sacar y meter, mientras la llenaban de improperios, zorra, puta, guarra, te acuestas con cualquiera, hasta que se corrieron casi simultáneamente y ella con ellos, trago semen y recibió semen por todas partes, ellos se levantaron y la dejaron agotada en la cama mientras pensaba seis orgasmos, seis orgasmos que delicia, no me quiero ir, seguiría aquí todo el tiempo que ellos quieran, no quiero que se acabe, aunque aquello se había acabado, se levantó, se vistió sin el sujetador ni las bragas, ni las medias que se la quedaron de recuerdo, cuando ella protestó le dijeron “calla que te vamos a castigar y te vas a tener que ir sin chaqueta” se asustó y no dijo nada mas, tenía que pensar cómo justificar con su marido la falta de ropa, pero tuvo suerte y cuando llegó a su casa el marido había salido a dar un paseo y pudo entrar sin tener que justificarle nada, aunque su hijo, que si estaba en su cuarto y que salió cuando ella se había quitado al chaqueta, le preguntó “¿Donde está la ropa que te falta?”, ella no sabía que decir mientras él le miraba las tetas, después del día que llevaba pasó de problemas con su hijo, se quitó la camisa y la falda y desnuda le dio un beso a su hijo, se fue a su cuarto y comenzó a vestirse mientras su hijo la había seguido la miraba desde la puerta y le preguntó “¿Te has pelado el coño? ¿Para qué?” “Ya te lo contaré algún día”, él se acercó y le dijo autoritariamente “¿Verdad que puedo?” cogiéndole las tetas, ella asintió con la cabeza con resignación, estaba en sus manos y él comenzó a acariciárselas y bajó la mano hasta el coño y también se lo acariciaba, luego la acostó en la cama de matrimonio, le metió un dedo en la clítoris, ella comenzó a suspirar, ya no le importaba que fuera su hijo ahora era un hombre, le comía las tetas, se quitó los pantalones, se puso sobre ella, se la metió y al rato tuvo el séptimo orgasmo y él también se corrió dentro de ella, se oyeron las llaves, era su marido que volvía del paseo, mientras los dos estaban en mitad del orgasmo, no se podían separar y su marido estaba en el piso y la llamaba, no le salía la voz y su hijo seguía bombeando, una nueva llamada desde la cocina, tiene la costumbre de beber un vaso de agua nada más llegar, su hijo termina, la ha dejado llena, rebosa, es mucho esperma para un día, su marido está en el pasillo, su hijo sale de la habitación abrochándose el pantalón, ella está de pie, de espalda, poniéndose un vestido mientras su marido entra en la habitación, le chorrea el esperma por las piernas, la cama está deshecha, él la mira y le dice “¿qué pasa?” , ella nerviosa contesta “¿con qué?”, y él le responde “con nada, con nada…”, que locura de día, había follado con los tres becarios, con un cualquiera que iba por la calle, la habían visto en pelota varias personas en el balcón y la escalera, su hijo la había masturbado y follado en su casa y en su cama, casi con su marido presente y había tenido siete orgasmos, el último con su hijo, una locura. Allí estaba, la cama deshecha, a medio vestir, con el esperma de su hijo corriéndole por las piernas, con su marido en una actitud incomprensible, con un hijo chantajista y lo fundamental, era una puta total, no sabía cómo evitarlo y le gustaba muchísimo, si alguien me llega al coño soy suya para lo que quiera.
Al día siguiente cuando despertó no podía creer lo que había hecho, estaba abochornada, no quería levantarse, no quería que nadie la viera, no quería enfrentarse a los becarios, estaba asustada de las consecuencias que podía tener todo aquello, con un esfuerzo se levanto y se fue a trabajar, cuando llegaron los becarios se comportaron de forma normal, no dijeron nada, solo dijeron, “ayer estuvimos con una madura como tú, y nos la follamos, que tía mas magnífica, queremos contactar con ella para seguir viéndonos”, a lo que ella contesto, “seguramente ella no querrá repetir esta experiencia, a lo mejor no le importa de uno en uno” y así fue, siguió follando de vez en cuando, pero de uno en uno.
Con respecto a su hijo, de vez en cuando él se le acercaba y le cogía y le coge, el culo y las tetas, un día estando en la ducha entró desnudo, se metió en la ducha con ella y le dijo que lo dejara enjabonarla, asintió y comenzó a enjabonarla con la mano deteniéndose en las tetas y en el coño, tuvo un orgasmo allí en la ducha, él le puso la polla en la mano y le dijo “Métetela”, ella lo miro y le contestó “confórmate con una paja” y le dijo “chúpamela” ella consintió y le hizo una mamada, cuando se corrió le dijo “ y ahora vamos a la cama”, ella dijo que ni pensarlo y él le contestó ”bueno luego hablamos con papá”, se fue al dormitorio, se acostó y se abrió de piernas y fue follada por su hijo de nuevo, todo ello al límite de la hora de llegada de su marido, su hijo aguantando lo más posible para poder hacer coincidir el orgasmo con la llegada de su padre y así ocurrió, cuando se oyó la llave el comenzó a verter su semen dentro de ella y se levantó cuando estaba a pocos metros del dormitorio, ella se está quieta sobre la cama resignada a lo que pasará, su hijo abre la puerta y sale desnudo al pasillo y le dice a su padre que ella está en el cuarto de baño, él le pregunta que él que hace así, le contesta que haciéndome una paja con las “cosas” de mamá, se mete en su cuarto, ella se levanta se limpia el semen, se pone un vestido y sale al pasillo, ya su marido se ha ido al salón, ella lo busca y él le dice “¿Tú no estabas en el cuarto de baño? Lo que yo he oído es la puerta del dormitorio”, “claro” dice ella “luego de salir del cuarto de baño” “Pero si la puerta del cuarto de baño suena mucho” le contesta a su vez, “Pues será así, será que he estado con tu hijo en el dormitorio “charlando” su marido se levanta y se va al dormitorio abre la puerta y ve la cama revuelta, se acerca y mira las sabanas y las huele, “aquí se ha hecho una paja tu hijo, tú estabas aquí?” “La verdad es que si, lo he estado acompañando mientras se satisfacía y se corría para ayudarlo en lo que necesitara, dejándole usar mis cosas”, él dice “a mí no me parece bien, si quiere hacerse una paja que se la haga, que ya es mayorcito, que incluso mientras mire ropa interior femenina, aunque sea de su madre, vale, pero que tu le ayudes, ni pensarlo, ni una vez mas.” y refunfuñando se va al salón. A partir de ese momento lo tenía complicado, su marido le había dado a su hijo el argumento adecuado para el chantaje, estaba en sus manos, podría follársela cada vez que quisiera, en eso estaba cuando su hijo sale de su dormitorio, aún desnudo, se acerca a ella, le quita el vestido, la acuesta, se pone sobre ella y se la mete de nuevo y comienza a follarla mirándola a los ojos, su marido la llama desde el salón y ella solo acierta a contestar con un quebrado “Ya voy”, de todas formas está disfrutando y piensa que su marido se lo tiene merecido, a partir de ese momento su hijo siempre se la folla a límite de la llegada de su marido, lo que incluso tiene mucho morbo.
 
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