Bueno me voy a presentar. Soy Javier, tengo 21 años, vivo en Madrid, estudio Administración y Dirección de Empresas. Os escribo para contaros lo que me sucedió en el metro de Madrid. A eso voy.
Yo todas las mañanas me monto en el metro para venir a la facultad, como he hecho hoy, aunque no he tenido tanta suerte. Ese dÃ*a al entrar en el metro que no estaba muy lleno todavÃ*a, me fijé en una señora de unos 40-45 años que estaba situada pegada a la pared y que estaba leyendo un libro. Iba vestida con un vestidito negro. TenÃ*a unos pechos grandes aunque no excesivamente, (era un tamaño perfecto) y llevaba una falda por encima de las rodillas. O sea que llevaba lo que más me gusta. No hay cosa que más me excite que una mujer con falda. (Me vuelvo loco cuando en el metro se sienta una mujer con falda enfrente mia, no puedo dejar de mirar sus piernas).
Bueno continuo que me estoy desviando. El metro poco a poco se fue cargando de gente. La mujer estaba situada a mi espalda, por lo que según se fue llenando el metro yo me iba acercando cada vez más, hasta que llegó un punto en que ya no tenÃ*a espacio para sujetar el libro y tuvo que dejar de leer.
Justo al llegar a una estación en la que entró más gente, ella quitó el libro y yo aproveché para pegar mi espalda a sus pechos y para aplastar mi culo en su entrepierna, simulando un empujón que me habÃ*an dado. Pude notar que no le molestó, bueno que le gustó porque soltó un gemidito, y pude notar un suspiro suyo en mi nuca, cosa que me excitó muchÃ*simo. Yo ya no abandoné esa posición y aprovechando los movimientos del tren empecé a moverme con mucho cuidado porque todavÃ*a no estaba muy seguro de que fuera a montar un escándalo. ( Imaginate que se pone a gritar como una loca, en plan ¡violador!, me muero de vergüenza). Entonces yo comencé a mover mi culo restregándome a veces, dando pequeños golpecitos otras y apretando con fuerza cuando ella se pegaba a mi apretando también. Me volvÃ*a loco sentir en mi espalda el calor que desprendÃ*an sus pechos, y sobre todo el que salÃ*a de su potorrito.
Estaba deseando darme la vuelta, pero habÃ*a tanta gente en el vagón que no podÃ*a ni moverme. AsÃ* que aprovechando una parada en la que salió algo de gente, conseguÃ* darme la vuelta antes de que entrara más gente. Al girarme pude ver lo tremendamente excitada que estaba. TenÃ*a la cara roja, no sé si porque le daba un poco de vergüenza o del sofoco. Estaba sudando un poco y tenÃ*a puestas las largas ( jejeje, sabes a lo que me refiero no? sus pezones estaban durÃ*simos y se la marcaban perfectamente sobre el vestidito ). Como mi erección en aquel momento ya era brutal, le estaba clavando todo mi pene en su chochito. Yo me quedé un poco cortado sin saber que decir. Me acerqué a su oido y al mismo tiempo que le daba un besito en la oreja le pregunté: " Te estoy molestando?". Ella sonrió y cerró los ojos. AsÃ* que le pedÃ* que me sujetara la carpeta para tener las manos libres. Ella la usaba para taparse un poco mientras yo la subÃ*a la falda. Cuando mis manos llegaron a sus braguitas, las separé un poco y pude comprobar lo tremendamente mojada que estaba. La empecé a acariciar y tuvo un orgasmo brutal. Pude notar como se estremecÃ*a todo su cuerpo mientras mojaba mi mano. Menos mal que se supo contener y no pegó ningún grito. Sacó un pañuelito me limpió la mano y me dijo: "Esta es mi parada bájate conmigo que esto no puede quedar asÃ*". Mi parada habÃ*a pasado ya hace rato, asÃ* que como ya no llegaba a clase me bajé con ella y comenzamos a hablar. El diálogo fue asÃ* más o menos.
-J: Bueno hola yo soy javier.
-R: Yo me llamo raquel. Estoy sorprendida de lo que acabamos de hacer pero quiero que sepas que llevo 15 años casada y nunca habÃ*a disfrutado tanto con mi marido. Yo le quiero mucho pero nunca habÃ*a hecho algo tan arriesgado. ImagÃ*nate que nos pillan.
-J: Lo siento, no sabÃ*a que estabas casada ( Aunque está claro que su marido me la comÃ*a en aquel momento.) -R: Nunca le he sido infiel, ni creÃ*a que fuera a serlo pero no me he podido controlar. Y ya que estoy tremendamente excitada y que por lo que he podido comprobar ( m
irándome a la entrepierna ) tú también porque no acabamos esto de una vez? -J: No hay cosa que más desee en este momento que estar a solas contigo.
Nos metimos en una cafeterÃ*a que estaba llena de gente desayunando.
Me dijo vamos a los baños, y yo como soy muy obediente la seguÃ* a los baños de mujeres que estaban en la planta de abajo. Entró y vio que habÃ*a una señora. Yo me quedé en el baño de caballeros y en cuanto salió la señora me metÃ* adentro a buscarla. Estaba en una taza de WC esperándome. Nada más entrar le quité el vestido. Llevaba braguitas y sujetador blancos bastante sexys. Comenzamos a besarnos con una pasión que soy incapaz de describir. Le quité el sujetador y comencé a chuparle las tetas. Ella se volvÃ*a loca mientras se acariciaba su chochito que por cierto lo tenÃ*a arregladito, cosa que me sorprendió por ser ella mujer casada. Me bajé los pantalones y me hizo un francés que no olvidaré en mi vida. ( Todo con condón por si las moscas, y para no mancharnos que luego ella tenÃ*a que ir a trabajar y yo a clase ) A continuación le hice una comida de su coñito deliciosa. Que rico estaba¡¡. Todo rosita y bien arregladito. ( Me encanta comer coños ). Para terminar ya estando los 2 desnudos hicimos el amor de forma muy dulce, como si nos conociéramos de hace mucho tiempo.
Al acabar me dio las gracias y me dijo que esperaba que comprendiera que esto no podÃ*a volver a suceder porque estaba casada y querÃ*a mucho a su marido pero que se acordarÃ*a de esa locura el resto de su vida.
Esto ocurrió hace 3 meses, y desde entonces no la he vuelto a ver.
Todas las mañanas cuando voy al metro me fijo a ver si la veo al entrar al vagón. De momento no nos hemos encontrado, pero no sé que pasarÃ*a si me vuelvo a encontrar con ella y el vagón está suficientemente lleno, aunque por respeto creo que no me acercarÃ*a a ella. Eso es lo que creo pero si nos encontramos, Dios dirá.
Yo todas las mañanas me monto en el metro para venir a la facultad, como he hecho hoy, aunque no he tenido tanta suerte. Ese dÃ*a al entrar en el metro que no estaba muy lleno todavÃ*a, me fijé en una señora de unos 40-45 años que estaba situada pegada a la pared y que estaba leyendo un libro. Iba vestida con un vestidito negro. TenÃ*a unos pechos grandes aunque no excesivamente, (era un tamaño perfecto) y llevaba una falda por encima de las rodillas. O sea que llevaba lo que más me gusta. No hay cosa que más me excite que una mujer con falda. (Me vuelvo loco cuando en el metro se sienta una mujer con falda enfrente mia, no puedo dejar de mirar sus piernas).
Bueno continuo que me estoy desviando. El metro poco a poco se fue cargando de gente. La mujer estaba situada a mi espalda, por lo que según se fue llenando el metro yo me iba acercando cada vez más, hasta que llegó un punto en que ya no tenÃ*a espacio para sujetar el libro y tuvo que dejar de leer.
Justo al llegar a una estación en la que entró más gente, ella quitó el libro y yo aproveché para pegar mi espalda a sus pechos y para aplastar mi culo en su entrepierna, simulando un empujón que me habÃ*an dado. Pude notar que no le molestó, bueno que le gustó porque soltó un gemidito, y pude notar un suspiro suyo en mi nuca, cosa que me excitó muchÃ*simo. Yo ya no abandoné esa posición y aprovechando los movimientos del tren empecé a moverme con mucho cuidado porque todavÃ*a no estaba muy seguro de que fuera a montar un escándalo. ( Imaginate que se pone a gritar como una loca, en plan ¡violador!, me muero de vergüenza). Entonces yo comencé a mover mi culo restregándome a veces, dando pequeños golpecitos otras y apretando con fuerza cuando ella se pegaba a mi apretando también. Me volvÃ*a loco sentir en mi espalda el calor que desprendÃ*an sus pechos, y sobre todo el que salÃ*a de su potorrito.
Estaba deseando darme la vuelta, pero habÃ*a tanta gente en el vagón que no podÃ*a ni moverme. AsÃ* que aprovechando una parada en la que salió algo de gente, conseguÃ* darme la vuelta antes de que entrara más gente. Al girarme pude ver lo tremendamente excitada que estaba. TenÃ*a la cara roja, no sé si porque le daba un poco de vergüenza o del sofoco. Estaba sudando un poco y tenÃ*a puestas las largas ( jejeje, sabes a lo que me refiero no? sus pezones estaban durÃ*simos y se la marcaban perfectamente sobre el vestidito ). Como mi erección en aquel momento ya era brutal, le estaba clavando todo mi pene en su chochito. Yo me quedé un poco cortado sin saber que decir. Me acerqué a su oido y al mismo tiempo que le daba un besito en la oreja le pregunté: " Te estoy molestando?". Ella sonrió y cerró los ojos. AsÃ* que le pedÃ* que me sujetara la carpeta para tener las manos libres. Ella la usaba para taparse un poco mientras yo la subÃ*a la falda. Cuando mis manos llegaron a sus braguitas, las separé un poco y pude comprobar lo tremendamente mojada que estaba. La empecé a acariciar y tuvo un orgasmo brutal. Pude notar como se estremecÃ*a todo su cuerpo mientras mojaba mi mano. Menos mal que se supo contener y no pegó ningún grito. Sacó un pañuelito me limpió la mano y me dijo: "Esta es mi parada bájate conmigo que esto no puede quedar asÃ*". Mi parada habÃ*a pasado ya hace rato, asÃ* que como ya no llegaba a clase me bajé con ella y comenzamos a hablar. El diálogo fue asÃ* más o menos.
-J: Bueno hola yo soy javier.
-R: Yo me llamo raquel. Estoy sorprendida de lo que acabamos de hacer pero quiero que sepas que llevo 15 años casada y nunca habÃ*a disfrutado tanto con mi marido. Yo le quiero mucho pero nunca habÃ*a hecho algo tan arriesgado. ImagÃ*nate que nos pillan.
-J: Lo siento, no sabÃ*a que estabas casada ( Aunque está claro que su marido me la comÃ*a en aquel momento.) -R: Nunca le he sido infiel, ni creÃ*a que fuera a serlo pero no me he podido controlar. Y ya que estoy tremendamente excitada y que por lo que he podido comprobar ( m
irándome a la entrepierna ) tú también porque no acabamos esto de una vez? -J: No hay cosa que más desee en este momento que estar a solas contigo.
Nos metimos en una cafeterÃ*a que estaba llena de gente desayunando.
Me dijo vamos a los baños, y yo como soy muy obediente la seguÃ* a los baños de mujeres que estaban en la planta de abajo. Entró y vio que habÃ*a una señora. Yo me quedé en el baño de caballeros y en cuanto salió la señora me metÃ* adentro a buscarla. Estaba en una taza de WC esperándome. Nada más entrar le quité el vestido. Llevaba braguitas y sujetador blancos bastante sexys. Comenzamos a besarnos con una pasión que soy incapaz de describir. Le quité el sujetador y comencé a chuparle las tetas. Ella se volvÃ*a loca mientras se acariciaba su chochito que por cierto lo tenÃ*a arregladito, cosa que me sorprendió por ser ella mujer casada. Me bajé los pantalones y me hizo un francés que no olvidaré en mi vida. ( Todo con condón por si las moscas, y para no mancharnos que luego ella tenÃ*a que ir a trabajar y yo a clase ) A continuación le hice una comida de su coñito deliciosa. Que rico estaba¡¡. Todo rosita y bien arregladito. ( Me encanta comer coños ). Para terminar ya estando los 2 desnudos hicimos el amor de forma muy dulce, como si nos conociéramos de hace mucho tiempo.
Al acabar me dio las gracias y me dijo que esperaba que comprendiera que esto no podÃ*a volver a suceder porque estaba casada y querÃ*a mucho a su marido pero que se acordarÃ*a de esa locura el resto de su vida.
Esto ocurrió hace 3 meses, y desde entonces no la he vuelto a ver.
Todas las mañanas cuando voy al metro me fijo a ver si la veo al entrar al vagón. De momento no nos hemos encontrado, pero no sé que pasarÃ*a si me vuelvo a encontrar con ella y el vagón está suficientemente lleno, aunque por respeto creo que no me acercarÃ*a a ella. Eso es lo que creo pero si nos encontramos, Dios dirá.