Yo había terminado mis estudios y me la pasaba en casa todo el día, la mayor parte del tiempo jugando en la computadora, refugiado en mi habitación, vivía con mis padres, pero la relación entre ellos era pésima.
Mis padres se la pasaban casi todo el día discutiendo, mi padre siempre fue muy celoso de mi madre, al decir la verdad era algo natural sentir celos si vieran a mi madre, ella fue no hacía mucho tiempo Reina de belleza y modelo, después de casarse con él no trabajo más y se convirtió en madre las 24 horas del día. Era una situación de mierda, ella no podía ir a ningún lado sin que la cuestione o acuse de estar saliendo con otro.
Todo empezó a empeorar cuando la empezó a acusar de que yo no era hijo suyo, las discusiones eran interminables, peleaban y ya no dormían juntos, mi padre muchas veces se iba y desaparecía por unos días, cuando volvía venía más violento, yo sospechaba que estaba saliendo con otra mujer, pero no lo podría afirmar porque nunca lo vi.
Por eso mi habitación era mi santuario. Con mi madre me llevaba espectacular, ella es joven me tuvo de muy chica, casi compartimos las mismas cosas, con mi padre es diferente casi no podía hablar, se me hacía imposible sin empezar a discutir, mi madre siempre solía defenderme, me metía en mi habitación para que las cosas no pasen a mayores, pero los escucha discutir.
Un día después de esas discusiones fuertes, mi padre se va de casa, como siempre lo haría por unos días. En ese momento, mi madre, con una de las pocas amigas que tiene, decide ir con ella a una subir una montaña cercana, a modo de ejercicio y esparcimiento, me alegre por ella, hacia tiempo que no la veía tan entusiasmada, hasta se sentía culpable de dejarme solo en casa ese día. Mi madre se llama Lucía, todos le dicen Lucy, yo Martín y su amiga Lisa, pasó al otro día a buscarla.
Lisa: ¿Está tu mamá?
Martín: Sí ahora la llamo. Me dijo que van a subir la montaña.
Lisa: si vamos en bici, por unos senderos me contaron que son divertidos y a Lucy siempre le gusto el senderismo. Serán unas horas nada más, por lo menos se va a olvidar de sus problemas por un rato.
Lucy: Ya estoy preparada, vamos antes que se haga tarde, si viene tu padre no se peleen
Martín: Pásenla bien
Sé fueron en sus bicicletas, era un día soleado, el día anterior había llovido y el sendero estaría un poco embarrado, ese sería un dato fundamental en lo que sucedió.
Habían pasado seis horas desde que se habían ido y recibo un llamado de Lisa, me dice que mi madre se había accidentado y estaba internada en el hospital local, me dijo si le podía avisar a mi padre para que vaya al hospital. Lo llamó a mi padre y le aviso, después de insultar a mi madre me dijo que iba para allá. Me quedo preocupado en casa por me dijo Lisa que no era grave y le darían el alta, pero no podía volver sola, ni en bicicleta.
Después de tres horas regresan, mi padre las insultaba y mi madre venia con las manos hasta el antebrazo enyesadas, se había caído con la bicicleta de un sendero y se había quebrado las dos manos cuando cayó sobre las piedras.
Mi padre insultaba a Lisa, le echaba la culpa del accidente de mi madre y mi madre insultaba a mi padre.
Padre: es culpa tuya Lisa, te vas a tener que hacer cargo ella, yo no le voy a limpiar el culo, es tu culpa, te pasa por ser una irresponsable hija de puta.
Lucy: ¡No la insultes, hijo de puta!, ahora te vas y no vulvas más.
Padre: Me voy de esta familia de mierda y mierda es la que vas a limpiar de tu amiga
Lisa: con tal de no volverte a ver puedo hacer cualquier cosa.
Mi madre estuvo llorando un rato con su amiga y luego la llevo al baño para ayudarla a bañar. Cuando termina la acompaña a la habitación para que descanse. Después Lisa se acerca para hablar conmigo.
Lisa: Estamos en un problema, Lucy necesita atención, yo me puedo quedar hoy pero mañana vuelvo a mi ciudad a trabajar. Acá no conozco a nadie, voy a llamar al hospital si pueden mandar a alguien para que la ayude por lo menos unas horas. Espero tener suerte y sé que los parientes cercanos son los de tu viejo y son una mierda como él.
Martín: yo la puedo cuidar, sé cocinar.
Lisa: gracias Martín, sé que puedo contar con vos, pero es mucho trabajo, espero tener suerte.
Estuvo como dos horas hablando por teléfono, pero parecía que no tenía suerte. Mi madre ya estaba despierta y la llama desde la habitación, voy yo porque Lisa no la escucha mientras hablaba por teléfono.
Entro a la habitación y estaba sentad en la cama, envuelta con la toalla con la que había salido del baño.
Martín: ¿Cómo estás? Lisa está hablando con el móvil, quiere conseguir a alguien que venga a ayudarte
Lucy: Me duelen las manos y así no puedo hacer nada, es horrible. Me dijeron que tengo para 20 días así, no sé que voy a hacer, tampoco la quiero complicar a Lisa, no fue culpa de ella, al contrario, si no era por ella hubiera sido peor. Le podés avisar que me quiero vestir.
Fui a ****** y le digo a Lisa que necesitaba ayuda, deja de hablar por teléfono y va a la habitación, la acompaño hasta la puerta y quedo en el pasillo. Lisa deja la puerta abierta y por el reflejo en un espejo puedo ver cuando se acerca a mi madre para ayudarla a vestirse. Me tendría que haber ido, pero la tentación fue muy grande, no lo pude evitar, la oscuridad del pasillo era el mejor camuflaje, gracias al espejo puedo ver todo.
Lisa la ayuda a levantarse de la cama, cuando queda de pie la toalla que la cubría queda sobre la cama, así con los brazos en altos queda completamente desnuda, mi madre tiene un cuerpo increíble, unas tetas hermosas un culo de película. Se me para la verga al instante, Lisa la empieza a vestir, la ayuda con unas calzas y luego con una remera. No le pone ropa interior, era como vestir una muñeca. Casi terminamos al mismo tiempo, ella de vestirla y yo de eyacular. Me apuro en ir al baño para limpiarme y volver al ******.
Cuando regreso al ******, estaban las dos hablando sore que iba a suceder.
Lisa: Me pasaron varios números, pero nadie está disponible en la zona, solo un enfermero, pero me dijeron que llame mañana para saber si puede. No sé que hacer, sino llamo al trabajo y le digo que voy otro día.
Lucy: No Lisa, no es tu culpa, sabes que no puedes dejar de ir a ese trabajo, yo me encargo de llamar a alguien, mañana pruebo con el enfermero y si no conozco a una señora que tal vez pueda venir. Martín se puede encargar de las cosas de la casa. No te hagas problema.
Ese día fui comprar algo para comer mientras Lisa se encargaba de mi madre. Cuando terminamos de comer, nos quedamos un rato mirando televisión hasta que van al baño, después de un rato van a la habitación, yo voy a la mía, no podía dejar de pensar en el cuerpo desnudo de mi madre.
Me quedo dormido muy tarde, a la mañana temprano me despiertan unos ruidos en el ******, me visto y voy hacia allá. Encuentro a las dos cambiadas, Lisa preparada para irse a la casa de su madre que vive en la zona para después volver a la ciudad. Note en su cara tranquilidad, sonreían, no tenían el pánico del día anterior, me llamó la atención, supuse que habían conseguido a alguien para que la cuide. Lisa me saluda.
Lisa: Bueno Martín, me voy cuida bien de tu madre, ahora eres el hombre de la casa.
Entre risas se despidieron parece que habían encontrado una solución a los problemas.
Cuando ya no estaba su amiga se sienta en el ******, me acerco y le pregunto si necesitaba algo, comenzamos a hablar.
Martín: ¿Cómo te sientes? ¿Necesitas algo?
Lucy: Estoy bien, me duele menos que ayer, me puedes alcanzar un vaso de agua tengo sed.
Vuelvo con el agua y le pregunto.
Martín: ¿Encontraron a alguien?
Lucy: En realidad no, le dije a Lisa que iba llamar al enfermero, pero antes te iba a preguntar a vos si te animas, ya sé que vas a tener que hacer algunas cosas que no son muy agradables, pero prefiero que lo hagas vos y no alguien que no conozco.
Quedo mudo por unos segundos, sabía que si hablaba me iba a temblar la voz. Tomo coraje y contesto con seguridad, era una oportunidad que no podía perder. Estaba como en un sueño.
Martín: si no hay problema, como me voy a negar, pero no sé si puedo hacer un buen trabajo
Lucy: Claro que sí, tenía miedo que me digas que no. Creo que en un ratito vas a tener que empezar con el trabajo, tomé mucha agua, jaja
Martín: estoy a disposición
Lucy: Lisa tenía razón
Martín: ¿En qué?
Lucy: No en nada, fue un comentario. Voy al baño, me hago pis. Vamos
Se levanta y sale caminado hacia el baño, la sigo, no podía sacar la mirada del culo. Le abro la puerta y prendo la luz, se para delante del inodoro.
Lucy: Bueno, empieza tu desagradable trabajo, bájame las calzas
Le hago caso de inmediato, se la bajo y la dejo con el culo al aire, se sienta.
Martín: ¿Salgo?
Lucy: ¿ya me vas a abandonar?, ya sé ¿te doy asco?
Martín: no, no, no es eso, no te quiero molestar mientras haces pis.
Lucy: Bueno, no quería hacer solo pis, también caca. Me parece bien que te de asco.
Martín: ya te dije que no me da asco, es porque no quiero que te de vergüenza que te vea como cagas.
Lucy: jajaja no, hasta sería mejor, entre mujeres es común que caguemos mientras otra se maquilla, te acostumbras al olor, me tenes que limpiar así que es peor entrar después, jajaja mira de que estamos hablando. Mejor cago y meo rápido y te enseño como me vas a limpiar. Mmmm, bueno, ya estoy cagando. Mmmm ahhh ahh
Cuando deja de hablar se escucha con una claridad increíble como cae cada gota de meo, primero unos cortos chorritos y luego un chorro muy fuerte cuando empieza a gemir que hace para cagar, empuja y empuja hasta que se escucha como golpea Enel fondo del inodoro lo que parecía un gran sorete.
Lucy: ¡Ufff! Termine, parecía que el no terminaba de salir, ufff que alivio.
Se levanta y mira hacia atrás, mejor dicho, mira lo que había salido de su culo, yo casi lo vi al mismo tiempo que ella. Al igual que ella, quedo sorprendido del tamaño que tenía ese sorete.
Lucy: jajaja ufff fue todo un parto, ahhh que alivio
Rompí mi silencio para que fue todo más natural.
Martín: ¿me comparas con un sorete?
Lucy: jajaja sí, eres mi lindo soretito, jajaja. Bueno, dale, no me hagas reír, ahora límpiame el culo
Se inclina y me ofrece el culo para que lo limpie, tomo una hoja del rollo de papel y antes de pasarle la hoja por el culo no puedo evitar verlo con detenimiento, ver su hermoso agujero, su hermoso ano con un brillo dorado por la mierda. Pero no puedo tardar más tiempo, al fin y al cabo, tenía un trabajo que hacer.
Paso la primera hoja la paso sin hacer mucha presión, tal vez fue por vergüenza o miedo, sale sucia como es lógico, no puedo evitar mirar. Con la segunda hoja hago un poco más de presión, puedo sentir con las yemas de mis dedos cuando paso por el ano, no me atrevía a más presión.
Lucy: Dale, no tengas miedo, limpia como si fuera tu culo, no tengas vergüenza, por un mes mi cuerpo va a ser tuyo, si te da asco puedo llamar al enfermero.
Tomo otra hoja de papel y ahora raspo con fuerza, quería mostrar seguridad, pero en unos segundos y sin darme cuenta, no tenía papel en la mano, le estaba limpiando el culo con los dedos. Sin decir nada la miro con cara de decepción y le muestro mis dedos sucios, se echa a reír.
Lucy: jajaja ¿No me digas que ahora te da asco como a tu padre?
Martín: No, porque me puedo limpiar
Le paso los dedos por la mejilla, sin querer le rozo los labios.
Martín: No me digas que te da asco, jajaja
Lucy: A mí, no. Mmmm que rico
Sé paso la lengua por donde le había rozado con mierda la boca y lo chupo con la lengua, quería desafiarme. Pensaría que yo no iría más allá, pero no.
Martín: Ahhh ¿Te gusta?
Sin pensarlo tomo el dedo índice y se lo entierro en el culo lo más profundo que puedo. Cuando saco el dedo se lo arrimo a la boca. Ella reía cuando más le acercaba el dedo y me sorprende abriendo bien la boca como pidiendo que se lo meta, no dudo un instante se lo meto en la boca, da una pequeña arcada, pero luego lo empieza a chupar hasta dejarlo bien limpio.
Lucy: Ves que no tengo asco, ahora por tu culpa me vas a tener que bañar. Así que agarra unas bolsas de plástico y me las pones en las manos así no mojo el yeso y me terminas de desnudar.
Ya era toda mía, la termino de desnudar y cubro las manos y la llevo a la ducha, le limpio cada agujero, le manoseo las tetas, le meto bien adentro los dedos en el culo, realmente la hice acabar en un fuerte orgasmo, mi pija ya hacía más de media hora que estaba dura como una roca.
Cuando paro un poco de gemir, me dijo:
Lucy: Cogeme
Apenas me dio permiso me desnude y le puse la pija en su vagina con mucha facilidad, luego me pidió que haga la mismo con su culo. En el culo estuve un largo tiempo metiendo y sacando mi durísimo pene. Nunca vi a mi madre tan feliz. Durante su recuperación mi madre era insaciable quería sexo todo el día de todas las formas posibles, se sentía indefensa, sumisa y le encantaba.
Después de su recuperación seguimos teniendo sexo, aunque prefiere que le ate las manos, que la domine mientras la cojo por todos los agujeros.
Mis padres se la pasaban casi todo el día discutiendo, mi padre siempre fue muy celoso de mi madre, al decir la verdad era algo natural sentir celos si vieran a mi madre, ella fue no hacía mucho tiempo Reina de belleza y modelo, después de casarse con él no trabajo más y se convirtió en madre las 24 horas del día. Era una situación de mierda, ella no podía ir a ningún lado sin que la cuestione o acuse de estar saliendo con otro.
Todo empezó a empeorar cuando la empezó a acusar de que yo no era hijo suyo, las discusiones eran interminables, peleaban y ya no dormían juntos, mi padre muchas veces se iba y desaparecía por unos días, cuando volvía venía más violento, yo sospechaba que estaba saliendo con otra mujer, pero no lo podría afirmar porque nunca lo vi.
Por eso mi habitación era mi santuario. Con mi madre me llevaba espectacular, ella es joven me tuvo de muy chica, casi compartimos las mismas cosas, con mi padre es diferente casi no podía hablar, se me hacía imposible sin empezar a discutir, mi madre siempre solía defenderme, me metía en mi habitación para que las cosas no pasen a mayores, pero los escucha discutir.
Un día después de esas discusiones fuertes, mi padre se va de casa, como siempre lo haría por unos días. En ese momento, mi madre, con una de las pocas amigas que tiene, decide ir con ella a una subir una montaña cercana, a modo de ejercicio y esparcimiento, me alegre por ella, hacia tiempo que no la veía tan entusiasmada, hasta se sentía culpable de dejarme solo en casa ese día. Mi madre se llama Lucía, todos le dicen Lucy, yo Martín y su amiga Lisa, pasó al otro día a buscarla.
Lisa: ¿Está tu mamá?
Martín: Sí ahora la llamo. Me dijo que van a subir la montaña.
Lisa: si vamos en bici, por unos senderos me contaron que son divertidos y a Lucy siempre le gusto el senderismo. Serán unas horas nada más, por lo menos se va a olvidar de sus problemas por un rato.
Lucy: Ya estoy preparada, vamos antes que se haga tarde, si viene tu padre no se peleen
Martín: Pásenla bien
Sé fueron en sus bicicletas, era un día soleado, el día anterior había llovido y el sendero estaría un poco embarrado, ese sería un dato fundamental en lo que sucedió.
Habían pasado seis horas desde que se habían ido y recibo un llamado de Lisa, me dice que mi madre se había accidentado y estaba internada en el hospital local, me dijo si le podía avisar a mi padre para que vaya al hospital. Lo llamó a mi padre y le aviso, después de insultar a mi madre me dijo que iba para allá. Me quedo preocupado en casa por me dijo Lisa que no era grave y le darían el alta, pero no podía volver sola, ni en bicicleta.
Después de tres horas regresan, mi padre las insultaba y mi madre venia con las manos hasta el antebrazo enyesadas, se había caído con la bicicleta de un sendero y se había quebrado las dos manos cuando cayó sobre las piedras.
Mi padre insultaba a Lisa, le echaba la culpa del accidente de mi madre y mi madre insultaba a mi padre.
Padre: es culpa tuya Lisa, te vas a tener que hacer cargo ella, yo no le voy a limpiar el culo, es tu culpa, te pasa por ser una irresponsable hija de puta.
Lucy: ¡No la insultes, hijo de puta!, ahora te vas y no vulvas más.
Padre: Me voy de esta familia de mierda y mierda es la que vas a limpiar de tu amiga
Lisa: con tal de no volverte a ver puedo hacer cualquier cosa.
Mi madre estuvo llorando un rato con su amiga y luego la llevo al baño para ayudarla a bañar. Cuando termina la acompaña a la habitación para que descanse. Después Lisa se acerca para hablar conmigo.
Lisa: Estamos en un problema, Lucy necesita atención, yo me puedo quedar hoy pero mañana vuelvo a mi ciudad a trabajar. Acá no conozco a nadie, voy a llamar al hospital si pueden mandar a alguien para que la ayude por lo menos unas horas. Espero tener suerte y sé que los parientes cercanos son los de tu viejo y son una mierda como él.
Martín: yo la puedo cuidar, sé cocinar.
Lisa: gracias Martín, sé que puedo contar con vos, pero es mucho trabajo, espero tener suerte.
Estuvo como dos horas hablando por teléfono, pero parecía que no tenía suerte. Mi madre ya estaba despierta y la llama desde la habitación, voy yo porque Lisa no la escucha mientras hablaba por teléfono.
Entro a la habitación y estaba sentad en la cama, envuelta con la toalla con la que había salido del baño.
Martín: ¿Cómo estás? Lisa está hablando con el móvil, quiere conseguir a alguien que venga a ayudarte
Lucy: Me duelen las manos y así no puedo hacer nada, es horrible. Me dijeron que tengo para 20 días así, no sé que voy a hacer, tampoco la quiero complicar a Lisa, no fue culpa de ella, al contrario, si no era por ella hubiera sido peor. Le podés avisar que me quiero vestir.
Fui a ****** y le digo a Lisa que necesitaba ayuda, deja de hablar por teléfono y va a la habitación, la acompaño hasta la puerta y quedo en el pasillo. Lisa deja la puerta abierta y por el reflejo en un espejo puedo ver cuando se acerca a mi madre para ayudarla a vestirse. Me tendría que haber ido, pero la tentación fue muy grande, no lo pude evitar, la oscuridad del pasillo era el mejor camuflaje, gracias al espejo puedo ver todo.
Lisa la ayuda a levantarse de la cama, cuando queda de pie la toalla que la cubría queda sobre la cama, así con los brazos en altos queda completamente desnuda, mi madre tiene un cuerpo increíble, unas tetas hermosas un culo de película. Se me para la verga al instante, Lisa la empieza a vestir, la ayuda con unas calzas y luego con una remera. No le pone ropa interior, era como vestir una muñeca. Casi terminamos al mismo tiempo, ella de vestirla y yo de eyacular. Me apuro en ir al baño para limpiarme y volver al ******.
Cuando regreso al ******, estaban las dos hablando sore que iba a suceder.
Lisa: Me pasaron varios números, pero nadie está disponible en la zona, solo un enfermero, pero me dijeron que llame mañana para saber si puede. No sé que hacer, sino llamo al trabajo y le digo que voy otro día.
Lucy: No Lisa, no es tu culpa, sabes que no puedes dejar de ir a ese trabajo, yo me encargo de llamar a alguien, mañana pruebo con el enfermero y si no conozco a una señora que tal vez pueda venir. Martín se puede encargar de las cosas de la casa. No te hagas problema.
Ese día fui comprar algo para comer mientras Lisa se encargaba de mi madre. Cuando terminamos de comer, nos quedamos un rato mirando televisión hasta que van al baño, después de un rato van a la habitación, yo voy a la mía, no podía dejar de pensar en el cuerpo desnudo de mi madre.
Me quedo dormido muy tarde, a la mañana temprano me despiertan unos ruidos en el ******, me visto y voy hacia allá. Encuentro a las dos cambiadas, Lisa preparada para irse a la casa de su madre que vive en la zona para después volver a la ciudad. Note en su cara tranquilidad, sonreían, no tenían el pánico del día anterior, me llamó la atención, supuse que habían conseguido a alguien para que la cuide. Lisa me saluda.
Lisa: Bueno Martín, me voy cuida bien de tu madre, ahora eres el hombre de la casa.
Entre risas se despidieron parece que habían encontrado una solución a los problemas.
Cuando ya no estaba su amiga se sienta en el ******, me acerco y le pregunto si necesitaba algo, comenzamos a hablar.
Martín: ¿Cómo te sientes? ¿Necesitas algo?
Lucy: Estoy bien, me duele menos que ayer, me puedes alcanzar un vaso de agua tengo sed.
Vuelvo con el agua y le pregunto.
Martín: ¿Encontraron a alguien?
Lucy: En realidad no, le dije a Lisa que iba llamar al enfermero, pero antes te iba a preguntar a vos si te animas, ya sé que vas a tener que hacer algunas cosas que no son muy agradables, pero prefiero que lo hagas vos y no alguien que no conozco.
Quedo mudo por unos segundos, sabía que si hablaba me iba a temblar la voz. Tomo coraje y contesto con seguridad, era una oportunidad que no podía perder. Estaba como en un sueño.
Martín: si no hay problema, como me voy a negar, pero no sé si puedo hacer un buen trabajo
Lucy: Claro que sí, tenía miedo que me digas que no. Creo que en un ratito vas a tener que empezar con el trabajo, tomé mucha agua, jaja
Martín: estoy a disposición
Lucy: Lisa tenía razón
Martín: ¿En qué?
Lucy: No en nada, fue un comentario. Voy al baño, me hago pis. Vamos
Se levanta y sale caminado hacia el baño, la sigo, no podía sacar la mirada del culo. Le abro la puerta y prendo la luz, se para delante del inodoro.
Lucy: Bueno, empieza tu desagradable trabajo, bájame las calzas
Le hago caso de inmediato, se la bajo y la dejo con el culo al aire, se sienta.
Martín: ¿Salgo?
Lucy: ¿ya me vas a abandonar?, ya sé ¿te doy asco?
Martín: no, no, no es eso, no te quiero molestar mientras haces pis.
Lucy: Bueno, no quería hacer solo pis, también caca. Me parece bien que te de asco.
Martín: ya te dije que no me da asco, es porque no quiero que te de vergüenza que te vea como cagas.
Lucy: jajaja no, hasta sería mejor, entre mujeres es común que caguemos mientras otra se maquilla, te acostumbras al olor, me tenes que limpiar así que es peor entrar después, jajaja mira de que estamos hablando. Mejor cago y meo rápido y te enseño como me vas a limpiar. Mmmm, bueno, ya estoy cagando. Mmmm ahhh ahh
Cuando deja de hablar se escucha con una claridad increíble como cae cada gota de meo, primero unos cortos chorritos y luego un chorro muy fuerte cuando empieza a gemir que hace para cagar, empuja y empuja hasta que se escucha como golpea Enel fondo del inodoro lo que parecía un gran sorete.
Lucy: ¡Ufff! Termine, parecía que el no terminaba de salir, ufff que alivio.
Se levanta y mira hacia atrás, mejor dicho, mira lo que había salido de su culo, yo casi lo vi al mismo tiempo que ella. Al igual que ella, quedo sorprendido del tamaño que tenía ese sorete.
Lucy: jajaja ufff fue todo un parto, ahhh que alivio
Rompí mi silencio para que fue todo más natural.
Martín: ¿me comparas con un sorete?
Lucy: jajaja sí, eres mi lindo soretito, jajaja. Bueno, dale, no me hagas reír, ahora límpiame el culo
Se inclina y me ofrece el culo para que lo limpie, tomo una hoja del rollo de papel y antes de pasarle la hoja por el culo no puedo evitar verlo con detenimiento, ver su hermoso agujero, su hermoso ano con un brillo dorado por la mierda. Pero no puedo tardar más tiempo, al fin y al cabo, tenía un trabajo que hacer.
Paso la primera hoja la paso sin hacer mucha presión, tal vez fue por vergüenza o miedo, sale sucia como es lógico, no puedo evitar mirar. Con la segunda hoja hago un poco más de presión, puedo sentir con las yemas de mis dedos cuando paso por el ano, no me atrevía a más presión.
Lucy: Dale, no tengas miedo, limpia como si fuera tu culo, no tengas vergüenza, por un mes mi cuerpo va a ser tuyo, si te da asco puedo llamar al enfermero.
Tomo otra hoja de papel y ahora raspo con fuerza, quería mostrar seguridad, pero en unos segundos y sin darme cuenta, no tenía papel en la mano, le estaba limpiando el culo con los dedos. Sin decir nada la miro con cara de decepción y le muestro mis dedos sucios, se echa a reír.
Lucy: jajaja ¿No me digas que ahora te da asco como a tu padre?
Martín: No, porque me puedo limpiar
Le paso los dedos por la mejilla, sin querer le rozo los labios.
Martín: No me digas que te da asco, jajaja
Lucy: A mí, no. Mmmm que rico
Sé paso la lengua por donde le había rozado con mierda la boca y lo chupo con la lengua, quería desafiarme. Pensaría que yo no iría más allá, pero no.
Martín: Ahhh ¿Te gusta?
Sin pensarlo tomo el dedo índice y se lo entierro en el culo lo más profundo que puedo. Cuando saco el dedo se lo arrimo a la boca. Ella reía cuando más le acercaba el dedo y me sorprende abriendo bien la boca como pidiendo que se lo meta, no dudo un instante se lo meto en la boca, da una pequeña arcada, pero luego lo empieza a chupar hasta dejarlo bien limpio.
Lucy: Ves que no tengo asco, ahora por tu culpa me vas a tener que bañar. Así que agarra unas bolsas de plástico y me las pones en las manos así no mojo el yeso y me terminas de desnudar.
Ya era toda mía, la termino de desnudar y cubro las manos y la llevo a la ducha, le limpio cada agujero, le manoseo las tetas, le meto bien adentro los dedos en el culo, realmente la hice acabar en un fuerte orgasmo, mi pija ya hacía más de media hora que estaba dura como una roca.
Cuando paro un poco de gemir, me dijo:
Lucy: Cogeme
Apenas me dio permiso me desnude y le puse la pija en su vagina con mucha facilidad, luego me pidió que haga la mismo con su culo. En el culo estuve un largo tiempo metiendo y sacando mi durísimo pene. Nunca vi a mi madre tan feliz. Durante su recuperación mi madre era insaciable quería sexo todo el día de todas las formas posibles, se sentía indefensa, sumisa y le encantaba.
Después de su recuperación seguimos teniendo sexo, aunque prefiere que le ate las manos, que la domine mientras la cojo por todos los agujeros.