marianita y su hermana 1 ( amor filial)

pelusaalt

Virgen
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Esto que les voy a contar pasó hace tres años. Entonces yo sal�*a con una pendeja de 18 reputa. Mariana se llama.

Yo ten�*a 29. Y ella de virginal no ten�*a nada. Hab�*a debutado a los 12 con un tipo de 30, y desde entonces se hab�*a volteado a medio mundo. Tanto que la vieja (los padres están separados, la madre vive en Miami, el viejo en Córdoba), la mandó a vivir con el viejo a los 16, harta de que la pendeja hiciera cualquiera.

No duró mucho con el viejo tampoco, se putearon y se fue a vivir con la hermana (Caro) que ten�*a un depto en Buenos Aires. As�* la conoc�* yo, viviendo con la hermana digo. La pendeja hab�*a dejado el colegio y laburaba de promotora.

No es alta (1,60m) pero está muy buena. Tiene el culo como el de Pampita y las tetas hechas (a lo 15), y una cara de puta que se cae.

La empresa en la que laburo la hab�*a contratado –el que la hab�*a tomado era yo- para hacer unos trabajos de promoción. Yo no soy Brad Pitt, ni tengo la pija de Rocco, pero mi facha y el pedazo acompañan. Además tengo buen humor y entro rápido. 


La cosa es que, no se si por la diferencia de edad a mi favor o qué, pero la nena vino de una al pie (hab�*a otra de sus compañeras que me tiraba onda y supongo que eso también influyó… las mujeres son competitivas). Salimos, y en la primer salida, después de una apretada fenomenal en el auto, y un pete que me dio la pauta de que la pendejota era experimentada, terminamos en el telo.

Debo decir que mi debilidad son los culos, y el de ella es realmente un 10. Cero celulitis, granitos, nada, y además paradito. Incre�*ble. O sea, desde que entramos en la habitación del telo que pensé en culearmela. Aunque no estaba seguro de que me fuese a dejar. Para hacer mérito, y compensarla por el pete del auto, le pegué una chupada de concha esmerad�*sima, que la dejó chorreante. 


Mi pija ya estaba re dura, pero yo no se la quer�*a meter porque estaba seguro que iba a acabar al toque, y quer�*a seguir chupando para hacerla acabar, y as�* se me hiciese más fácil pedirle el ojete.

Ella me quer�*a chupar la pija as�* que le propuse hacer un 69. No hizo falta convencerla. En dos segundos se hab�*a subido, me hab�*a puesto el culo en la cara y la boca en la pija, y chupaba como loca. Mi lengua recorrió esa raja empapada a lo largo y mis ojos enfocaron por primera vez ese ojete. Hermosos. Agarré con las dos manos los cachetes del culo y le pase la lengua por el orto. Emocionado, le separé el culo un poco más y miré el agujerito que se abr�*a.

Como dije, mi debilidad son los culos, y por ende, he visto muchos. Estaba acostumbrado a salir con pendejas de la edad de ella, que ten�*an el culito como un asterisco cerrado en el que no entraba ni un alfiler. Con una de bebota de 19 con la que hab�*a salido antes, hab�*a estado tres meses antes de poder romperle el orto sin llantos.

Este no era el caso. Sin trabajo alguno se ve�*a del diámetro de mi meñique. Mi pija se puso más dura mientras pensaba “a ésta me la culeo hoy”. Y le mandé la lengua en el orto. Le encantó. Se separó de mi pija, miró por sobre el hombro, y me dijo:
-Te gusta la colita?

Como quedarme callado no es lo m�*o, la apuré: -Me parece que a este culo le encanta la pija... Por 10 segundos pensé que me hab�*a zarpado y que se pudr�*a todo, pero ella me contesto:
-Comémelo como me comiste adelante y te dejo probarlo.

No se cómo no acabé en ese momento. La pija estaba dur�*sima. Respiré hondo, y me tiré a chuparle el culo. Primero a lamerle el anillo de cuero, y después a meterle la lengüita en el orto. Hasta que se lo empecé a coger con la lengua.

La concha le chorreaba y yo le hab�*a mandado dos dedos. Mientras, me dec�*a “hijo de puta que bien me chupas”, acabó. A mi me encanta que las minas hablen, y ésta después de la acabada, ella se soltó. Y yo también.

-Te chupar�*a ese ojete divino todo el d�*a.
-Ayy, s�*, dale que te acabo otra vez. Metéme un dedito en la cola.
No me hice desear. Le mandé el pulgar, y jugué haciendo c�*rculos para estirarlo.
-Cogémelo, cojéeeeemelo!

Le mandé dos dedos, mientras le ped�*a que me chupase los huevos. Despacito se los fui metiendo, primero hasta a mitad, y después que se acostumbró, hasta el fondo. En ese momento mis dedos tocaron algo. La puntita de un soretito seguro. No le dije nada a ella, me la quer�*a culear, y no que le diera vergüenza.

Jugué un rato más en ese culo. Ella me segu�*a chupando los huevos y ya me chorreaba saliva hasta el culo. La hija de puta aprovecho la saliva y con la yema de un dedo me acarició la zona de la próstata y el ojete.

-Qué puta que sos!
-¿Te gusta esto?, preguntó, haciéndose la ingenua.
-Me encanta, pero ahora no. Te quiero culiar ya.
-Bueno, pero ponémela despacio, tenés la pija enorme.
-¿Te gusta mi pija?
(Ya sé, una pregunta pelotuda)
-Es hermosa.

Le hubiese preguntado en ese momento si se hab�*a comido muchas, pero por suerte no lo hice. En cambio le ped�* que se pusiera en cuatro al borde de la cama.
-Paráme el culo y abr�*telo con las dos manos.Lo hizo.

-Ponéme sólo la puntita y dejá que me acostumbre un cacho.
Miré ese ojete abierto, y pensé en clavársela hasta los pelos, pero le hice caso. Agarrándome la chota le puntié la cola y despacito le dejé ir la cabeza.

Ella largó un “ay”, pero no se escapó. Se soltó los cachetes del culo y se apoyó en los codos.
-Esperáme, esperáme!

Con la pija ya calzada, yo abr�* con las manos ese culo divino y miré como el ojete me apretaba la chota. Por primera vez me di cuenta que no hab�*a atinado a ponerme forro. “La voy a sacar con caquita en la punta”, pensé. Y empujé despacio.

-Ayy que pija que tenés!
-¿Te gusta turra?
-Me duele, pero también me gusta...
-Entonces separá un cacho las piernas, y pajeáte mientras te rompo el orto!

Le di tiempo para que se frotara el cl�*toris un par de veces y empecé a cojérmela con los tres o cuatro cent�*metros de la punta de la pija. Un placer.
-S�*iiii, la puntita, la puntita!!,- gritaba ella.

Entonces empezamos los dos a soltarnos del todo, diciendo lo primero que se nos ven�*a a la cabeza. Era incre�*ble estar culeando as�* con una mina en la primer salida. Nunca me hab�*a pasado.

-Como te comés la chota!, que ojete divino, la de pijas que te habrás comido para coger as�*.
-Un montón, pero la tuya me encanta, es de las mejores que probé. Hacémela sentir, metémela toda.

De bronca se la mandé a fondo. Pegó un grito con la garganta tipo “uuuuuu”. Le revolv�* los intestinos con la pija adento.
-Ayy qué me hacés?, me encanta, te voy a acabar toda. Ayy como tengo la concha de mojada
-S�*, pajéate toda, acabáme con la pija en el orto,- le dec�*a yo mientras segu�*a revolviendole el culo.

Ah�* pude sentir que la punta de mi pija espadeaba adentro con algo. El soretito que hab�*a tocado antes. Me calenté mal y le empecé a serruchar el culo a lo bestia. La puta estaba a los gritos. Me sent�* orgulloso de que los vecinos de cuarto del telo escucharan. Y la segu�* bombeando. Le daba con la punta y después toda. Le daba re fuerte.

-Te voy a dejar el orto bien roto puta
-S�*, rompémelo. Ayy, te acabo. Tomá, tomá!
Su mano le daba al cl�*toris como loca. Yo me agarré mejor de sus caderas y empecé a descocerle el orto a pijazos.

-Seeeeeeee., seeeeeee
Era todo lo que sal�*a de su boca. Pero de su cola parec�*a estar saliendo algo más. Me lubricaba la pija con un liquidito blanco y marroncito. Aproveché la lubricación para darle más fuerte. Entonces quise ver que tan sucia estaba la pija y que tan abierto ten�*a el culo. Se la saqué, el culo se manten�*a abierto. La cabeza del a chota estaba algo manchada.

-No me la saques que siento que me cago,- me dijo
-Cagáte todo lo que quieras

Se la puse de una hasta el fondo. Y la saqué. As�* dos veces, y me la empecé a culear otra vez. Le agarré los brazos y la sosten�*a con el torso en el aire, mientras mi pija resbalaba por ese culo maravilloso.

-Ayy, hijo de puta, me cago, pará, me cago.
-Cagámela, no pasa nada.
-Ayy, que puto que sos, me vas a hacer acabar otra vez!

Le solté los brazos, cayó de cara sobre la cama y su mano derecha fue a la entrepierna y se volvió a frotar la concha.

-¿Querés la leche puta?
-S�*, damela toda, dame la leche.
-¿En dónde la querés?
-En la cola, en la cola
-¿No la querés en la boquita?
-Qué hijo de puta que sos, querés que te la chupe?!
-S�* puta, querés la leche?
-Dámela por la cola!!! Llenámelaaaa!

No aguanté más. Creo que si se la hubiese dado a chupar, de la calentura se la com�*a. Pero era demasiado para la primera cita. Y era más por morbo que por gusto. Además mis huevos no pod�*an más. Y cuando sent�* que su culo se contra�*a de la acabada de su concha, se lo llené con cuatro lechazos que volaron a lo profundo de su estómago.

Me dejé caer sobre su espalda y la besé toda. Mi pija segu�*a dura y los cachetes de esa cola paradita lo redaban todo. Le corr�* el pelo de la cara y la segu�* besando.
-Me encantó, me encantó,- dec�*a ella que segu�*a temblando.

-Tenés la piel de gallina…
-Siii, a vos te gustó?
-Dáme 15 minutos que te vuelvo a culiar.
-Noooo, ya me arde el culo mal. Mañana me va a doler.
-Bueno, entonces por la conchita.
-Sos un calentón,- me dijo.
Y después de un par de besos más se la saqué y nos fuimos para el baño.
 

lore2829

Virgen
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seria bueno con fotos, gracias por el aporte
 

pericoloco

Pajillero
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esta edxcelente el relato espero la segunda parte
 

elvergador

Pajillero
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buenisimo esperando a ver que pasa con la hermana
 
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