Madre pone los Cuernos a su Marido 01

heranlu

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Mi nombre es Luis Javier, tengo cuarenta y dos años. Trabajo dirigiendo la empresa que mi padre fundó hace cuarenta años.

Nuestra empresa alberga unos 60 trabajadores y trabajadoras.

Nos van muy bien los negocios.

Aunque más de uno piense que estoy ahí es por ser hijo del jefe, están muy equivocados.

Fui el primero en mi promoción, estudiando dos carreras a la vez Economía y dirección de empresa y desde que yo dirijo la empresa nuestro volumen y nuestras facturación han subido un 50%.

Vivo en un piso en el centro de una ciudad la cual no es importante para el desarrollo de la historia, sólo diré que vivo por el norte en una ciudad con mar.

Mi padre delegó en mi todas las decisiones de le empresa, y el solo se dedicaba a seguir con el trato a los buenos cliente, llevarlos a comer....

Bueno eso y algo más, que no sabia.

De siempre he oído, que el marido es el último en enterarse que le están poniendo los cuernos. Todo el mundo lo llega a saber menos él.

Y es que algo parecido, fue lo que me pasó a mí. Bueno a mí no a mi madre.

Todo sucedió un día, cuando llegue a trabajar, fui a mi despacho y puse en marcha mi cafetera, pero no funciona. Maldije la mierda de cacharro.

Necesitaba un café, así que fui al comedor donde tenemos máquina de café.

Al entrar salía una de las secretarías, una joven de buen cuerpo que si no recuerdo mal tiene unos 27 años, cuando salió por la puerta, la saludé pero los chichos que estaban dentro no se habían percatado de mi presencia, hasta que uno de ellos hizo un comentario, que me dejó con la mosca detrás de la oreja.

' Ahí, va la zorrita del gran jefe, seguro que va a que se la folle en su despacho....

Cuándo entré todos, se callaron yo hice como que no había oído el comentario. Los trate como siempre y les invite a café. A más de uno los conozco de toda la vida. Alguno de aquellos llevaban trabajo para mí padre, desde que emprendió esta empresa.

Me despedí de ellos, y volví a mi despacho, no sin antes escuchar detrás de la puerta, como decían nos abra oído?

Otro decía que va, tranquilo ha entrado después. Si no seguro que nos hubiera dicho algo, ya sabéis como es Luisja.

Llegué a mi despacho, de mi cabeza no salía la frase " Ahí va la zorrita del gran jefe seguro que va a su despacho a que se la folle".

Joder cómo era eso posible, mi padre. Un hombre ejemplar, un marido de libro y mejor padre. Siempre nos ha dedicado a mi madre y a mi todo el tiempo, que no pasaba en la empresa....

Es imposible, mi padre no es capaz. Quiere a mi madre como el primer día...

Será una burda idea de los empleados. Chismes de empresa.

Seguí con mi trabajo, Tenía una duda, por lo que fui a resolver con mi contable.

En la zona de oficinas están todas las secretarías, encargados, finanzas, etc.

Cuando llegue a la sala, y saludé al financiero miré a la mesa de la chica que había salido, del comedor y no estaba...

Mi cabeza comenzó a dar vueltas.

Resolví la duda que tenía y fui al despacho de mi padre. Antes de llegar pude ver como mi padre, abría la puerta y con el salía la secretaria.

* Muchas gracias Almudena, lo reviso y se lo pasó corregido. Dijo mi padre a la chica.

La volví a saludar, y fui hacia el despacho de mi padre.

- Hola, papá qué tal? Le dije intentando buscar alguna evidencia.

* Bien, hijo acabo de pasar la facturación de este mes había una errata y ahora la va a corregir Almudena. Como todo está en perfecto estado me voy con tu madre a comer y al cine.

- Vale, pues que lo paséis bien. Yo trabajaré por los dos le dije en broma.

Salí a mi despacho, convencido de que mi padre no podía ser infiel a mi madre, era imposible.

Pero cuando el río suena....

Busqué en internet una cámara espía, pero, si era verdad que mi padre se follaba a esa veinte añera que podía ser su hija yo no lo quería ver, por lo que busqué un micrófono, el cual llegaba unos 100mts y se podía escuchar con una aplicación del móvil.

Lo pedí. Llegó al día siguiente me lo trajo a mi despacho Almudena. Pero no sabia lo que era, ni lo que iba a descubrir.

Como siempre, el capitán es el último que abandona el barco, y ese era mi caso. Siempre era el último en irme de la empresa.

En casa nadie me espera estoy soltero, y creo que lo seré por mucho tiempo no me apetece estar comiendome la cabeza que la chica que tengo al lado me quiere por mí dinero o por como soy ....

Fui al despacho de mi padre, y metí el pequeño micrófono detrás de la estantería donde tenía libros que sólo estaba de adorno. Puse música en el hilo musical y fui a mi despacho a ver si podía oírla.

Abrí la app y se escucha de maravilla. Apagué todo, cerré y me fui a mi casa.

Seguía estando seguro que mi padre no podía engañar a mi madre.

Como todas las noches desde que me independice llame a mi madre a ver qué tal el día, teníamos una relación espectacular, además soy hijo solo y eso ha echo que me mimase mucho.

- Hola, ma. Qué tal el día? le pregunté al otro lado del teléfono.

+ Hola, cariño muy bien. Hoy hemos ido a comer y ver una película al cine, tu padre y yo lo hemos pasado de maravilla. Dijo mi madre de lo más contenta.



Seguimos nuestra conversación, un rato y nos despedimos.

Al día siguiente, llegué al trabajo antes que mi padre, como todos los días pasó por mí despacho me saludó y se fue al suyo.

Abrí la app y me puse a escuchar todo lo que pasaba en el despacho de mi padre.

Pero allí no pasaba nada más allá de llamadas con clientes, conversaciones de la empresa, o temas que tratar con empleados, ah un par de pedos y un eructo.

Eso fue lo que escuche todo el día.

Estaba claro que me había alarmado.

El día paso, y con el llegó otro. Fui como todos los días a mi oficina, mi padre ya había llegado. Fui a saludarlo, estaba solo en su despacho.

* Hola, hijo que tal?

- Hola, pa bien que temprano has venido hoy no?

* Si, hijo. Quiero revisar los pedidos de (una empresa que no viene poner el nombre). Tengo que reunirme con ellos y quiere que valla con el jefe de cacería. Ya sabes.

- Buff qué rollo. Le dije.

* Pues hijo algún día,. tú tendrás que ser quien haga estás cosas ya sabes que yo me quiero jubilar y disfrutar con tu madre el tiempo que nos quede. Dijo mi padre.

- Papá, sabes que odio la caza, y que mi estilo de empresa no es el mismo que el tuyo. Esta claro que a los clientes hay que tenerlos contentos pero no creo que tú método sea el más adecuado.

* Pues nos lleva funcionando mucho años. Dijo mi padre.

Me despedí de él, y volví a mi despacho. Al volver pasé por la oficina donde estan todos, pero algo llamó la atención. Almudena hablo con alguien por teléfono, colgó y se dirigió al despacho de mi padre.

Me fui rápido al mío, saludé a mi contrable que tenía unos papeles para mi.

Abrí la App, se conectó con el micrófono.

Pero no oía nada.

Se abra roto? Pero de repente empecé a escuchar algo. Era la voz de mi padre.

* Que si, mude. Que este finde nos escapamos tú y yo solos. Que necesito que me hagas gozar como tú solo sabes.

,," Vale, mi hombreton dijo la voz de Almudena. Te quiero todo el fin de semana para mí sola... Vas a disfrutar como un loco. Dijo la joven.

* Pero y ahora, me vas a dejar asi? preguntó mi padre a la joven. Ven que me coma esas tetitas tan duras. Dijo el cerdo de mi padre.

" Pero que ansioso eres, sabes que no me gusta que follamos aquí. Puede venir tú hijo y nos puede pillar. Mira el otro día libramos por los pelos. Dijo la joven que le daba besos a mi padre.

* Pero si la puerta está cerrada, no puede entrar. Anda no le digas que no a papi. Se buena mude.. Dijo mi padre.

Joder que repulsa me producía aquello. No esperaba eso de mi padre. Toda la vida lo tenía como un dios, y ahora.. Se estaba follando a una zorra en su despacho. Como gemía la muy zorra.

Cuándo acabaron. Pude escuchar como le decía mi padre.

* Mude, mira que que te ha regalo papito por lo bien que te portar con él.

Puede escuchar como abría una bolsa de papel y abría un paquete. La zorra de mude que le decía mi padre, no tardó en decir.

" Que collar más bonito, te abra costado una fortuna.

* Para ti, lo que haga falta y oí como se daban un beso.

" Este finde semana no lo vas a olvidar, nunca le dijo la zorra saliendo de su despacho.

Estallé el móvil contra el suelo. En esos momentos hubiera ido al despacho de mi padre y le hubiera partido la cara.

Pero me calmé cogí lo que quedaba de mi móvil, y me fui a mi casa.

De camino me salían lágrimas en los ojos. Todavía no me lo podía creer. Además esto no era nuevo, llevaban ya tiempo. La de cacerías que se habrá inventado el hijo de puta...

Me fui a mi casa, y me tumbé en el sofá.

Busqué un móvil, y metí la tarjeta. Le mandé un mensaje a mi padre.

Le dije que me encontraba mal que me había tenido que ir.

Apagué el teléfono y no paré de darle vueltas en la cabeza.

Mi pobre madre... Que pobre mujer.

El jueves no volví por la oficina no tenía ganas.



Mi madre, me llamaba para ver cómo estaba, las conversaciones eran cortas.

El vienes, encendí el móvil, tenía varios mensajes uno de mi padre.

* Acuérdate que me voy hoy de cacería, no volveré hasta el lunes. Cuida bien de la empresa.

Entonces vino algo a mi mente, si ahora sacaba esto a la luz, nos podía dejar a mi madre y a mi sin nada. La empresa estaba solo a su nombre. Joder no me había preocupado nunca de hablar con él y que pondría algo de la empresa a mi nombre..

Bueno, no sacaré a luz nada tovia, más que por mí, por la pobre de mí madre, que se quedaría en calle. Todo estaba al nombre de mi padre.

El viernes fui a trabajar, hice como que todo era normal. Al pasar por la zona de oficinas pude ver cómo la mesa de Almudena estaba vacía. Estaba claro dónde estaba la muy zorra.

Fui al despacho de mi padre a quitar el micrófono, estaban la chicas de la limpieza que cuando me vio mandó callar a su compañera, estaba claro que estaban hablando de mi padre o de mi.

Cogí el primer papel que vi en la mesa de mi padre, y fui a mi despacho.

Abrí la app y escuche lo que hablaban las chicas.

; Otra ves se ha ido con la zorra esa. Te has dado cuenta? No está ni el ni la zorra esa. Que verguenza podía ser su padre. Dijo la chica de la limpieza.

# Que razón tienes, con lo bueno que se ve al hijo y lo sinvergüenza que es el viejo este de siempre.

No quise escuchar más.

Sólo pensaba en mi pobre madre. Por un lado sentía la obligación de decírselo pero por otro me daba mucha pena.

La llamé por teléfono, necesitaba hablar con ella.

+ Si? Dijo mi madre al otro lado de la línea

- Que hace la madre más guapa del mundo?

+ Hola, cariño pues nada, acaba de venir del gimnasio, y ahora me iba a poner ha hacer la comida.

- Bueno, hoy estás sola a comer no? Le pregunté.

+ Si, cariño dijo mi madre entristeciendose un poco, tu padre se ha tenido que ir a esas mierda de cacerías de clientes. Se ha ido de mala gana. A ver si coges tu las riendas de la empresa y se olvida de todo.

- Algún día mamá. No te preocupes.

+ Bueno, vendrás a verne en algún momento este fin de semana no?

Preguntó con voz de pena.

- Ahora mismo ma, tengo todo controlado que te parece si te invito a comer. Le dije

+ Ah de verdad? preguntó mi madre asombrada y vas a dejar la empresa sola, hoy que no está tu padre? Dijo mi Madre.

- Si, tranquila tenemos gente muy buena. Prepárate que pasó a por ti. Le dije.

Colgué el teléfono y avisé que estaría fuera lo que quedaba de día, me apetecía estar con mi madre.

Salí hacia el chalet que viven mis padres, en poco más de 20 min ya había llegado. Abrí la puerta con el mando y metí mi coche al lado del de mi madre.

Entré por la puesta del garaje, que sube al salón.

- Mamá, ya estoy aquí. Donde estas? le chille desde abajo.

+ Cariño, que pronto has venido, no esperaba que fueses tan rápido, me estoy preparando. Sube estoy en mi habitación. Dijo madre chillando.

Subí las escaleras, de la que un día también fue mi casa. Recorrí el trayecto que lleva a la habitación de mis padre.

Mi madre estaba en el baño, aún con el albornoz puesto y la toalla en la cabeza, mientras se maquillaba.

+ Hola tesoro, dijo mi madre dándome un beso, y quitándose la toalla de la cabeza para secarse el pelo.

- Hola, mamá hace unos días que no te veía y tenía ganas de verte. Dije a mi madre

+ Si es que no te tenías que haber ido de aqui. Dijo mi madre chillando por el ruido del secador. Total en casa estás solo aquí nos tienes a tu padre y a mi.

Salí, del baño mientras mi madre secaba su pelo. Me senté en un sillón orejero que tiene mi padre en la habitación para sentarse a leer o para ponerse lo zapatos.

Mire la cama de mis padres, y me puse a pensar en las noches de sexo que habrían tenido mi madre y padre, ahí.... Me sacó de mis pensamientos mi madre. Que salía del baño.

- Dime, mamá. Persona estaba pensando en otra cosa. Le dije.

+ Que digo que a dónde me vas a llevar a comer? Dijo mi madre.

- Iremos al club, el restaurante es todo un lujo. Le dije a mi madre que estaba todavía en albornoz.

+ Perfecto, era para saber qué ponerme. Dijo mi madre mientras que iba al vestidor.

Mis padres tienen un vestidor muy grande y con muchos espejos, de pequeño me gustaba jugar ahí, me podia ver en el techo....

En casa nunca nos hemos escondido, y nos hemos visto desnudos miles de veces. Así que no me fui de la habitación cuando mi madre se iba a vestirse.

Pude ver cómo mi madre se quitaba el albornoz, la tenía a escasos tres metros, y se quedaba totalmente desnuda ante mi. Mientras que seguía hablando.

+ Pobre de tu padre, esta mañana se ha marchado sin ninguna gana. Ya me ha dicho que a ver si coges pronto la riendas de la empresa y deja de tener que estar de aquí para allí.

- Si, seguro que se ha ido triste. Se me escapó. Estaba dispuesto a contarle todo a mi madre. Pero estaba tan contenta que igual no era el momento.

+ Que si, hijo. Fíjate si no tenía ganas de ir que hasta quería llamarlos para decirle que estaba malo. Lo he tenido que convencer... Dijo mi madre totalmente desnuda, buscado ropa interior.

Por un momento, me olvidé de mí padre y su joven zorra. Me puse a observar a mi madre. La miraba de arriba a bajo, y veía a una mujer que aparte de estar siempre de buen humor, era guapa, elegante, y muy moderna para su edad. Pero eso lo podían ver todo el mundo. Pero nadie podía ver su cuerpo desnudo como yo lo estaba viendo.

Era una mujer de sesenta años, recién cumplidos, con las carnes bien firmes para su edad, el culo con algo de celulitis, pero se veía muy redondo. Unas tetas redondas, algo caídas ya por la edad pero es normal. Unos pezones redonditos y duros por el frío que hacía. Joder pero como es tan tonto mi padre. Esta claro que su zorrita es mas joven, pero mi madre está todavía de muy buen ver.

Empecé a sentir un calor por mis partes, y mi polla se empezó a poner morcillona, mientras mi madre ponía su culo en pompa para coger unas bragas y ante mí y entre sus piernas apareció su rosadito coño.

Un coño en el cual me fijé luego y pude ver cómo lo tenía depiladito. Sólo tenía una línea finita encima de coño. Joder nunca me había fijado en el cuerpo de mi madre y eso que la había visto mil veces desnuda. Pero nunca me había fijado como lo estaba haciendo ahora.

Se puso unas bragas, pequeñas negras, con encajes en el culo y en coño, que dejaban ver parte de ambos dos. Un sujetador negro a juego que resaltaba esas tetas. Mi madre se puso un vestido ajustado azul. Que le sentaba de maravilla. Y es que mi madre a sus sesenta años, pesaría cerca de 55-60kg y media 1'70. El hacer todos los días ejercicio hacia que se viera espectacular.

+ Luisja, que digo, que tal estás? Si ya te encuentras bien. Estos días me has tenido preocupaba, no contestabas ni mis mensajes. Dije mi madre mirándome.

- Ehh ehh, si mamá estoy ya perfecto, estaba pensando en un cosa de la empresa, lo siento. Le mentí a mi madre. Voy ha hacer una llamada.

+ Ay, eres igual que tú padre sólo pensáis en el trabajo, refunfuñó mi madre.

Si si, mi padre en el trabajo, pensé mi padre estará con su zorrita que estará disfrutando de lo lindo.

Joder me senté en el sofá mientras terminaba mi madre de prepararse.

Tenía un lío en la cabeza, importante. No podía entender cómo mi padre, prefiere a una zorra veinteañera, que a mi madre, pero si está como un queso. Joder si hasta me he empalmado al verla desnuda... Joder pero como ha podido pasarme si es mi madre y la he visto mil veces, desnuda.

Buff un calor recorría mi cuerpo.

Mi madre bajó, por las escaleras, y nos fuimos a comer. Mi madre disfruto mucho de la comida y del día. En el club tiene varías amigas que incluso tomamos algo con ellas.

Fui a dejar a mi madre a su casa, y al llegar me dijo.

+ Anda cariño, quédate en casa conmigo, cada día me cuesta más quedarme sola, antes no me daba miedo pero ahora incluso me da hasta miedo. dijo mi madre

- Mamá, tenéis una alarma de alta seguridad, y en la urbanización hay seguridad privada. No digas tonterías.

+ Pero si en casa vas a estar sólo. Venga así nos hacemos compañía. Puso mi madre voz de querer dar pena.

- Venga, está bien. Abrí con el mando la puerta y volví a aparcar en el garaje.

+ Gracias tesoros eres un sol dijo mi madre abrazándome al salir del coche. Como te quiero dijo apretándose a mi dándome un beso en la mejilla.

Pude sentir sus tetas contra mi. Las había sentido muchas veces, pero desde esa mañana no sé, me hacían sentir algo raro en mi...

Subimos las escaleras del garaje, llegamos al salón. Mi madre dijo.

+ Me voy a poner comoda estos tacones me están matando.



- Vale yo también, voy a ver qué tengo por mí cuarto.

Subí las escaleras, detrás de ella, podía ver esas piernas perfectas, y ese culo que se movía a cada escalera que subíamos. Mi amiga, volvió a dar evidencia que estaba viva, y que recobraba vida al ver las curvas de mi madre.

La dejé en su habitación y recorri los 5 metros que separa mi habitación de la suya. Bajé mis pantalones, mi dura polla, se marcaba en mis calzoncillos, joder pero que me pasaba estaba loco? Es tu madre degenerado...

Buff no podía ser. Me puse un pantalón de fútbol y una camiseta vieja. Fui al baño.

Al cerrar la puerta, me gire y vi la habitación de mi madre que quedaba enfrente.

Vi como mi madre se quitaba el vestido y volvía a quedarse con esas bragas que dejaban ver su precioso coño.

No podía más, sabía que aquello estaba mal, pero no aguantaba más.

Saqué mi polla y comencé a frotarla mientras mi madre, se quedaba totalmente desnuda, joder que coño más rico tenía mi madre. No dejaba de mirarla mientras mi mano subía y bajaba por mi polla, se puso un camisón y una bata, pude ver cómo se marcaban los pezones en su camisón de seda.

No podía más me estaba encantado la paja. Echo la ropa a lavar y bajó hacía en salón. Mi pulso se acelero cuando vi que salia de su habitación. Guarde mi polla. Miró hacia mí habitación, y empezó a bajar las escaleras. Me llamó.

+ Luisja, donde estás? Chilló mientras bajaba la escalera.

- Estoy en el baño, ahora bajo ma. Le dije tranquilo al ver que no se había dado cuenta de donde estaba.

Buff que susto, pero mi polla no se había bajado, comprobé que mi madre estaba por la cocina, y salí del baño.

Fui a su habitación a su baño, y busqué esas bragas que tanto me habían gustado puestas en su cuerpo.

Me las lleve a la nariz, olían a mujer, seguí cascandome la paja, mientras olía la bragas de mi madre. No tardé mucho en correrme como un loco poniendo el baño perdido de lefa.

Deje las bragas como las había encontrado y limpie con un trapo mi leche. Salí del baño y dejé todo como lo había encontrado.

Bajé con mi madre a ver una película, habíamos picado algo antes de volver a casa por lo que ya no cenamos.

Acabó la película, y nos fuimos a la cama.

Al llegar a su habitación me dijo.

+ Cariño.

Por mí cabeza paso que me iba a invitar a dormir con ella y que me la iba a follar.... Pero no fue así.

- Qué mamá? le dije.

+ Que muchas gracias por quedarte conmigo. Eres un sol. Y se acercó para darme un casto beso.

En mis brazos sentí sus duros pezones, tras sentir el frío después de salir de la manta.

- Te mereces todo lo que me pidas mamá. Le dije y me fui a mi habitación.

A mi mente, vino un pensamiento de culpa, por haberme masturbado espiando y pensando en mi madre...

Me puse a pensar en el cabron de mi padre.

Como puede ser tan tonto. Estará gastándose una fortuna con esa zorra comiendo en sitios caros, y haciéndole regalos.

Y mi pobre madre muerta de miedo sola en casa, y pensando que su marido está haciendo negocios....

No tardé más, de 4 minutos en dormirme como un tronco, claro llevaba dos noches sin poder dormir, dando vueltas a la cabeza con lo del cabron de mi padre...

Me despertaron los pájaros en la ventana, eran ya las 11 de la mañana. Joder hacía tiempo de no dormía tanto.

Aclaré mis ideas y pensé que lo había hecho el día anterior, estuvo mal. Que era mi madre y que no me podía excitar con ella.

Lo tenía claro. Fue solo una tontería.

Hoy hablaría con ella y le contaría lo de mi padre. No podía guardar el secreto. Era mi madre y la quería a más que nada en este mundo.

Idearemos un plan, para que mi padre no la deje sin nada y todo resuelto.

Abrí la ventana, y baje a desayunar en la casa parecía que no había vida.

- Mamá? Mamá estás en casa? chille desde el salón.

+ Estoy abajo, hijo en el gimnasio. Chilló mi madre.

Bajé a su encuentro y entre en el gimnasio que tenemos de toda la vida en casa. Lo montamos para mí, pero desde que me fui mi madre lo usa.

Estaba corriendo en la cinta.

+ Hombres buenos días dormilón. Que tal has dormido? Has descansado?

- Buenos días ma, si he dormido muy bien. He descansado mucho..

+ Me alegro, quieres que hagamos una barbacoa en el jardín y aprovechamos que hace buen día?

- Buena idea mamá. Me parece estupendo.

Pero mi subconsciente, me jugo de nuevo una mala pasada. Mis ojos fueron a parar a las tetas de mi madre, que botaban como locas dentro de camiseta de tirantes.

Joder no llevaba sujetador.

Pude ver la marca de sus pezones. Seguimos planeando la barbacoa, y me quité de allí, mi madre se daría cuenta de cómo la miraba. Me puse detrás y pude ver su culo embutido en esas mayas negras que también marcaban el tanga que llevaba.

- Bueno, me voy a desayunar le dije a mi madre.

+ Vale hijo ahora subo yo, cuando acabe.

Me tomé un café con leche y una tostada, mi polla estaba dura otra vez. Sabía que me iba a hacer una paja ahora en la ducha a costa de mi madre....

Termine mi desayuno y subí a la ducha, cerré la puerta y me metí dentro.

El agua tibia recorría mi cuerpo mientras mi mano, recorría mi polla, apoyado en la pared, y con los ojos, cerrados podía ver ese coño de mi madre, esas tetas botando mientes corría, su culo..

Ahhjjhhh un pinchazo llegó a mis huevos, y me corrí en la mampara.. Joder que gusto que pajas más buenas...

Estuve un poco bajo el agua. Al final me decidí a salir.

Sólo tenía una toalla de manos, con las prisas no me di cuenta que estaba en casa de mis padre y no en la mía.

Me sequé como pude y me tape un poco la polla con la toalla. Salí del baño y me crucé con mi madre que subia a darse una ducha.

+ Pero cariño, que haces así? Dijo mirándome de arriba a bajo.

- Es que no me he dado cuenta y no había toalla grande. Le dije arqueando mis hombros.

+ Ah, vale pero parece mentira te tapas como si fuese a ver algo que no he visto nunca. Hijo que soy tu madre.

Solté la toalla y me quedé desnudo, ante la mirada de mi madre.

+ Hijo que te fuiste de casa hace cuatro años, y tienes casi cualquier cuarenta, te he visto así mil veces, desde cuándo nos hemos escindido. dijo mi madre mirándome de arriba a bajo.

- No sé, la verdad. Bueno es igual. Me voy a vertir para ir a comprar para la barbacoa. Le dije dándole la vuelta.

+ Vale cariño, pero esperame que te acompaño, dijo mi madre.

Y sin esperarlo me dio una palmada en el culo

+ Ahí mi hijo que le da vergüenza que le vea su madre ese culito tan duro...

- Mamá, proteste. Mientras ella se reía camino de su ducha.

No me puse a espiar a mi madre, busqué algo de ropa que tenía en su casa y me baje al salón. Me puse a contestar unos correos de la empresa.

No tardó mucho en aparecer mi madre con unas mallas ajustadas con transparencia en toda la piernas en los laterales un unas zapatillas y una sudadera.

+ Nos vamos? cariño.

- Si, vamos, de todos modos mamá, te voy a decir una cosa. Hay que ver qué bien te sienta el hacer todos lo días un poco de deportes. Ayer con el vestido azul estabas muy guapa, pero estas mallas te sientan de miedo.... Dije dándole una vuelta



+ Uhhh qué mal me huele esto. Es la primera ver qué me dices algo así. Qué quieres? río mi madre.

- Nada, ma. Es solo que te veo muy guapa, que no sé cómo papá.. Y vi que estaba metido la pata me calle.

+ Como papá que ? Dijo mi madre. un poco estrenada.

- No, nada. Déjalo. Le dije intento cambiar de conversación.

Salimos de casa y dimos un paseo. Hablamos de cosas banales, del día a día....

Llegamos a casa, prepare el fuego y abrí una botella de vino, como hacía sol mi madre se cambió de camiseta y quitó el sujetador y se puso una de tirantes.

Tomamos unos vinitos y comimos al sol de mayo.

Veía a mi madre de lo más contenta. Estaba agusto.

Sabía que era el momento de contarle la verdad.

- Mamá, tenemos que hablar.

+ Que pasa hijo, no me asustes dijo mi dejando la botella vacía y mirandome a la cara.

- No sé cómo decirte esto siéntate anda.

Le dije y me puse a su lado.

+ Pero te pasa algo cariño? estas enfermo? Preguntó mi madre preocupada.

- No mamá, no soy yo es papá.

El rostro de mi madre se tranquilizó un poco.

+ Que le pasa a tu padre? Preguntó mi madre.

- Pues, pues.. no me atrevía.

+ Vamos hijo, que pasa? me estas preocupando. Dijo mi madre.

- El otro día, escuche por error un comentario en el trabajo. Era de papá y de una secretaria.....

Mi madre agachó la cabeza y miró al suelo.

+ Ya veo, que te has enterado. Dijo mi madre como avergonzada.

- Pero como mamá, tú lo sabes? Le pregunté asombrado.

+ Bueno, hijo digamos que no lo quiero ver.. De sobra sé que tú padre hoy está de cacería, pero con alguna zorrita joven de la oficina.. Pero hay cosas que es mejor no saber dijo mi madre sin mirarme a la cara.

- Pero mamá, papá te pone los cuernos y tú estás tan tranquila. Le dije asombrado.

+ No, hijo tan tranquila no..Pero que quieres que haga. Que después de todo lo que tú has luchado por la empresa, te deje en la calle? Que quieres que tenga que ir ahora a mi edad a buscar trabajo? a donde hijo a donde? Tengo 60 años..

- Pero mamá, no es justo papá es un guarro y un degenerado. No podemos hacer que nos haga esto. Dije acalorado.

+ Hijo, tranquilízate un poco. No tenemos nada a nuestro nombre. Tú te podrías buscar un futuro pero yo? Dijo mi madre levantando la cabeza.
 
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