Madre Caliente en Verano - Capítulos 001 al 003

heranlu

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Madre Caliente en Verano - Capítulos 001 al 003

Madre Caliente en Verano - Capítulo 001




Somos una familia mas o menos normal o eso creía hasta este verano, consta de cuatro personas, mi madre y mi padre (Ana y Sergio de unos 50 años) y yo y mi hermana (Jose 20 años y Neli 30 años), hechas las presentaciones voy al relato que cambio nuestra vida.

Mis padres tienen un apartamento en la comunidad Valenciana y este año nos fuimos mis padres y yo para el unos días, mi hermana tenia pensado llegar luego mas tarde aun que sin su marido (Carlos) que por temas laborales no podría ir este año.

Llevábamos allí como una semana y mi padre que tiene una empresa se vio obligado a volver a Madrid por problemas en la misma, la ausencia no seria mas que unos días, así que me quede solo con mi madre, ella es muy divertida y alegre a parte que esta mal que yo lo diga pero tiene un cuerpo de aúpa, ya quisiera mi novia tener las tetas que tiene ella.

Con ella suelo hablar con toda naturalidad de sexo y esas cosas, aunque nunca se lo dije tiene pinta que de joven tuvo que ser muy activa en el sexo y le debió gustar mucho, todo esto lo se por comentarios lanzados al aire de vez en cuando en esas charlas que a veces tenemos.

Cerca de donde esta el apartamento existe una cala nudista que también suele estar gente textil, aun que suelen estar mal vistos porque fue nudista siempre, el sitio es precioso con unas aguas cristalinas que nada tienen que envidiar con el caribe.

Con mi novia he ido alguna vez aunque solo nuncame atrevi, estábamos comiendo a medio día después de pasar la mañana en la piscina y mi madre ya llevaba 2 o tres cervezas y la notaba alegre, yo quería ir a la playa y se lo comente para que me acompañase.

Ana – ¿Estas loco? Como me propones algo así hijo, ni loca.

Yo – Venga mama acompáñame, pasaremos un rato agradable, si no quieres no te quitas nada, también es textil.

Ana – Pero si hace siglos que yo no piso una playa nudista, ya no tengo cuerpo para eso

yo – tienes cuerpo para eso y para mas, anda joo acompáñame


Al final y de tanto insistir me dijo que vale, pero que iría con bikini, por su puesto no sin antes hacerme prometerla que a mi padre ni una palabra de esto, yo acepte sin rechistar y después de dormir una siesta cogimos una bolsa con unas toallas, crema, y unas cervecitas frías, nos encaminamos hacia allá por un sendero que hay cercano al apartamento y que atraviesa una montaña, el camino es muy bonito, con una vistas espectaculares del mar y la ciudad vistas desde arriba.

Ella llevaba el bikini, encina llevaba una camiseta blanca y un pareo del mismo color, yo también llevaba el bañador por si no me atrevía a quedarme desnudo delante de mi madre y una camiseta de los rolling stones.

Por el camino fuimos charlando y a cada persona de mas o menos su edad que nos cruzamos era un argumento mas para convencerla y hacerla saber que eso no era cosa del otro mundo.



Al llegar a la cala las vistas eran hermosas, se veía desde lo alto esas aguas turquesas que la dejaron con la boca abierta, fuimos bajando y cuando estábamos en la playa ella dijo que mejor nos quedábamos atrás del todo, me supongo que seria por el tema de sentirse tímida.

En un principio se quedo con el bikini, nos dimos crema y nos tumbamos a charlar pero yo notaba que a la gente no le gustaba que estuviésemos vestidos, me arme de valor, me levante y con la frase “donde fueres haz lo que vieres” me baje el bañador entero, ella se quedo mirando fijamente mi polla con los ojos abiertos como si nunca hubiese visto una de ese tamaño, he de reconocer que la tengo grande y como voy depilado aun parece mas grande.

Ana- por Dios Jose tápate eso que es muy grande

yo – ¿No ves que todos nos miran y es por estar vestidos?


Ella pareció convencerla mi argumento y acepto quitarse la parte de arriba quedándose con las tetas al aire, yo veía que de vez en cuando me miraba la polla de reojo y alguna vez sin querer se cruzaron las miradas soltando una sonrisa picarona la cual le devolvía con la mía.

Los dos estábamos tomando cervezas y pasaba la tarde de forma amena, con risas y comentarios subidos de tono sobre algunos de los allí presentes, la cerveza la iba haciendo cada vez mas desinhibida hasta que sin decirla nada se levanto y se bajo la parte de abajo del bikini.

No podía quitar la vista del cuerpo de mi madre, morena, con las tetas blancas por las marcas del bikini, unos pezones oscuros que estaban duros como piedras y el coño lo llevaba depilado menos una linea de pelos justo encima del coño.

Ana – hijo no me mires asi que me da vergüenza

Yo – mama no sabia que estuvieses tan buena

Ana – calla por favor que soy tu madre

yo – bueno ahora no te veo asi

Ana – ¿y como me ves?

Yo – ahora te veo como una mujer mas de esta playa, ¡¡vaya como una hembra!!

Ana - calla por dios, calla


nos bañamos, jugamos e incluso alguna vez en el agua jugando me roce con ella y me empalmé, tenia que hacer esfuerzos para salir del agua y que no se me notase, ella se daba cuenta y mas a posta lo hacia, para terminar bromeando sobre ello.

Al final de la tarde y con el sol ya poniéndose detrás de las montañas solo quedábamos en la esquina opuesta y cerca del agua una parejita de unos 30 o 35 años y nosotros, ella estaba tumbada al lado de el con la cabeza en su pecho y sobandole con todo descaro el rabo, rabo que tenia ya duro como el hierro.

Mi madre miraba ya sin mucho disimulo a la pareja, probablemente por el efecto del alcohol, cuando la chica miro hacia atrás para comprobar la gente que quedaba y al ver que solo estábamos nosotros empezó a bajar por la barriga de el, pasando la lengua hasta que se engullo toda la polla empezando lo que se podría considerar una señora mamada, dándose la vuelta entera le puso una pierna a cada lado de la cabeza invitándole a comerse aquel coño en un perfecto 69.

Ana – que suerte tienen algunas

yo – bueno cuando venga papa ya sabes lo que tienes que hacerle

ana – tu padre es demasiado tradicional para eso, de joven aun aun, pero ahora nada de nada


yo tenia a esas alturas la polla como un mástil y mi madre ya no sabia a donde mirar si a la pareja o a mi entrepierna, me supongo que por el efecto del alcohol o por un acto reflejo me la cogí y me la pelé tirando despacio de la piel hacia abajo descapullandola toda.

Los comentarios eran cada vez mas subidos de tono, ya no se cortaba ni un pelo de todas la cervezas que llevaba en el cuerpo, ya la notaba suelta, me plantee una retirada a tiempo, ¡¡joder era mi madre!!, pero todos sabemos que cuando se alcanza un determinado grado de calentura se llega a un punto de no retorno en el que todo vale sin miramientos, aun que luego te arrepientas de muchas cosas pero ya están hechas.

Cruzamos las miradas y sonrió, vi que tenia los pezones que parecía que le iban a explotar pero echo la mano a mi rabo como tapándolo, pero sin retirar la palma de la mano de encima de mi polla, ahí supe que tanto mi madre como yo habíamos alcanzado ese punto de no retorno.

Ana – tápate por favor, no hagas eso sinvergüenza

yo – es lo malo de los tíos que se nota lo cachondo que estoy pero seguro que tu estas igual de cachonda y no se os nota tanto

ana - si se nos nota si, sobre todo en los pezones

yo – ¿osea que estas cachonda?

Ana – pues esta mal el reconocerlo pero como una moto


los dos nos reímos del comentario pero ella seguía como tapándome con la palma de su mano, yo aproveche para poner mi mano izq sobre la suya y empujando sobre mi rabo empece el movimiento restregando su mano encima de mi polla.

Ana – ¡eres un guarro sabias?

Yo – si


pero ella seguía restregándomela ya sin la ayuda de mi mano, cogió directamente el pollon y agarrándolo con fuerza empezó una paja lenta.

Yo – así, así ordeña la polla de tu hijo

Ana – no me digas eso sinvergüenza que me calientas mas

yo – vamos sigue pejeandome que seguro que te estas emputeciendo

Ana – como una autentica perra, hacia muchos años que no me notaba así de puta, esta sensación es casi nueva, ya olvidada, me gusta y a la vez no debo

yo – no debemos pero estas disfrutando con un rabo de mas de 20cm en la mano, seguro que papa no la tiene así

Ana – ya quisiera el tener la mitad de esto y lo gorda que se esta poniendo, no llego ya a cerrar la mano cabrón

yo – no me llames eso que me pones cerdo y te vas a tener que tomar tu merienda, una buena ración de leche caliente

Ana – ¡¡cerdo!!, eres un cerdo, decirle eso a tu madre, querer llenarla la boca de leche, no tienes perdón


ya casi sin control y con lo cachondos que nos estábamos poniendo la cogí del pelo y sin que le diese tiempo a protestar la agaché hasta metersela en la boca, ella al principio quiso poner un poco de resistencia pero no hizo mucho por retirarse, una vez que sentí el calor de su boca y de su saliva en el capullo casi me corro allí mismo, tuve que hacer esfuerzos para que no fuese así.

Que morbo es tener a tu madre comiéndote el rabo en una playa publica y que bien mamaba la muy puta, aun que esté mal el decirlo, pero aquello no era de una mujer a la cual el marido no la da caña, demasiada experiencia, demasiado puterío.

Ella se incorporo y se puso de rodillas para poder chupármela mas cómoda pero yo la cogí de de una pierna y metí la cabeza debajo de ella para comerle toda la raja haciéndole un 69 como el de aquellos muchachos, estaba chorreando, me mojo toda la cara, nunca vi tanto flujo salir de un coño, ni de mi novia que tiene mi edad, aquello era increíble.

Me fije en el clítoris que lo tenia enorme, le salia por fuera de los labios como si de una pequeña polla se tratase, incluso salia como un pequeño capullo de su funda, me recordaba a la mía cuando corro la piel para atrás, me lo metía en la boca y succionaba, por los gritos de ella le tenia que estar dando muchísimo placer, lo que me animo para seguir cada vez con un sexo mas guarro.

Yo se lo comía todo, le metía la lengua dentro del chocho, le sorbía todos los jugos y a la vez le metía los dedos en el coño follandola con ellos, pero la corrida mayor y en la que le salio un buen chorro de liquido que entró directo a mi boca fue cuando decidí meterla un dedo en el culo y otro en el coño y follarla con los dos a la vez.

Ella quedo exhausta casi muerta encima de mi después de aquella corrida enorme, pero yo aun no me había corrido, ella debió caer en la cuenta porque pego un bote se dio la vuelta y se puso en cuclillas abierta de piernas encima de mi, cogiendo mi polla dura como el hierro empezó a bajar despacio, yo levante la cabeza y vi como se iba acercando al coño babeante, siempre guiada por la mano de mi madre.

Ana – vamos cabrón que vas a saber lo que es que una mujer de verdad te pegue una follada como dios manda

yo con los ojos como platos pensé que aquello era pasarse de la raya pero no estaba como para protestar y menos teniendo a mi madre como la tenia, eufórica por el alcohol y lo cachonda que estaba, la combinación perfecta, la tormenta perfecta.

Fue bajando y el capullo iba entrando, que placer sentir el calor de su coño, mi madre estaba chorreando, cachonda como una perra en celo, yo no me podía creer lo que allí estaba pasando, sabia que aquello tendría consecuencias pero no podía pararlo, empuje mi pelvis para arriba y le entro toda hasta los huevos.

Ana – ahhhh por favoooor que pollón me estoy comiendo, me vas a rajar el chocho cabrón

yo – ya quisieras zorra, muévete como tu sabes

Ana – no llames esas cosas a tu madre guarro

yo – ahora te vas a poner exquisita, después de estar follándote a tu propio hijo pedazo de puta.

Ana – hijo de puta ahora vas a saber lo puta que es tu madre, empuja, métemela hasta los huevos, entra por la raja que saliste en su día


estábamos tan cachondos follando como si se fuese a acabar el mundo que ni nos dimos cuenta que la pareja que había desencadenado todo aquello estaba a nuestros pies, el tenia la polla dura y se la tenia cogida la chica pelandosela como a un mono, la visión de ellos tenia que ser de cine, viendo como mi madre estaba encima de mi, entrándole el rabo hasta los huevos, expulsando liquido blanquecino que bajaba por mi polla y mis huevos y su culo abierto de como la tenia cogida de las nalgas.

Mi madre aun no se había dado cuenta que estaban detrás, yo estire mis brazos y empece a abrirle el ojete para que ellos tuviesen una mejor visión si eso fuese posible, mojaba mis dedos en su coño y los metía lo máximo que podía en su culo para que se lubricara bien, con toda intención claro.

Yo - seguro que te gustaría tener ahora otro rabo por el culo eh, igual hasta podías con dos pollas y te gustaba ¡¡guarra!!

ana – la puta de tu madre puede con todo, hasta podría con dos pollas a la vez de como me has puesto ¡¡vicioso!! que eres un puto vicioso


en esos momentos le hice una seña al tío por si quería metersela, miró a su pareja y ella le hizo un gesto con su cabeza sonriendo y dando su aprobación, el se acerco a mi madre en silencio por detrás y aprovechando que yo la tenia un dedo de cada mano dentro y estirado al máximo hasta provocarla dolor se la enfundo de un solo golpe.

La novia de el seguía de pie pero cada vez mas abierta de piernas y pasándose los dedos, de su coño caían hilos de flujo blanquecino y viscoso, me supuse que serian los restos de leche de el, mezclados con los caldos que le producía su excitación

Ana – nooooooooo cabrónnn ¿que me estáis haciendo?, esto es una puta violación

yo – calla cerda y disfruta de dos rabos

Ana – diossss me estáis matando me vais a reventar


pero el mete y saca continuaba, es cierto que ya se lo tenia un poco lubricado pero aquel culo ya había sido follado alguna vez, mi madre me estaba dando muchas sorpresas esa tarde, sorpresas que yo nunca imaginé.

La pareja del chico con algo de dificultad y haciendo mi madre un poco de sitio me puso el chocho en la boca para que se lo comiese, estaba claro que no quería quedarse sin su corrida, la cual no le costo mucho alcanzar porque a los pocos minutos de estar así me lleno la boca de un liquido viscoso que me trague hasta la ultima gota, cayo al lado nuestro diciendo “no puedo mas ya, llevo demasiadas corridas”.

Ana – vamos cerdos llenarme de leche de una puta vez que mi chocho ya no puede correrse mas veces tampoco, me vais a matar.

Yo – ¿quieres ya tu ración de leche eh?

Ana – sii, darme mi merienda cabronessss


yo salí de debajo de mi madre como pude, me puse de de rodillas delante de ella y se la metí en la boca sin compasión.

yo – toma tu merienda mami, tu hijo te va a alimentar, odeñame bien, que tu sabes como hacerlo

La otra pareja no debía saber que eramos madre e hijo porque la chica al escuchar eso se llevo las manos a la cara y el chico en ese momento dio un bufido enorme y se corrió llenando su culo de lefa a la vez que yo la boca, ella tragaba y tragaba mi abundante lechada, cuando termine se la saqué de la boca y le di un morreo con restos de lefa aun en ella, que aprovecho la muy cerda para pasarme a mi una poca.

Yo – gracias mama, ha sido la mejor follada de mi vida

Ana – gracias hijo, a partir de ahora puedes follarme cuando, donde y como tu quieras uffff necesitaba un macho como tu


los dos caímos rendidos no sin antes despedirnos de los chicos, ellos nos agradecieron el haberlos dejado participar, por supuesto nos dieron sus teléf por si deseábamos tomar algo con ellos en algún momento puesto que también eran de Madrid como nosotros.

Ana – voy a lavarme un poco que mira como estoy

yo – ni se te ocurra, iras así de guarra todo el camino, ah y solo te pondrás la camiseta y el pareo

Ana – ¡¡estas loco!!, no ves que pareceré una guarra cualquiera, la tela es muy finita y se transparentará todo

yo – mejor, mas sexy y excitante

le cogí el bikini y me lo guardé yo, ella se puso la camiseta y el pareo como le mandé, estaba sexy se le transparentaban algo los pezones y si te fijabas se le notaba un poco la linea de pelos que tenia encima de su raja, estaba para follársela de nuevo.

Nos pusimos de camino de vuelta a casa, yo iba detrás de ella y me la estaba poniendo dura al ver como se le notaba todo el culo a través del pareo.

Ana – hijo eres un cerdo, mira como me llevas tengo que ir haciendo autenticos esfuerzos para que no se me salga del culo la leche del tío que me ha follado

yo – ¿tanta te ha echado?

Ana – no te lo puedes imaginar, me ha llenado las tripas, tengo la sensación que me voy a cagar, parece que me han puesto una lavativa

yo – pues me están dando unas ganas de rellenártelo un poco mas con lo que me estas diciendo

Ana – eres insaciable cabrón, eso ni se te ocurra que hacia mucho que no me lo abrían y lo llevo dolorido

yo – recuerda lo que me dijiste, donde, cuando y como yo quiera

Ana – si cariño lo recuerdo pero compréndelo fue la euforia del momento, si quieres te dejo el coño o te hago una mamada aquí mismo, pero el culo lo llevo dolorido y sucio.

Yo – sucio?, ummm justo lo que me pone muy cerdo


como el camino tiene unas barandillas de madera y vi que no venia nadie la cogí del brazo, la hice apoyarse en ella y la dije que subiese su pierna derecha en uno de los troncos de abajo, me puse detrás y sacando la polla del pantalón se la enchufe en el chocho de una estocada.

Yo – ¿que no querías cerda? Pero si estas chorreando, si te esta bajando los goterones por los muslos

Ana – ay hijo es que hacia tiempo que no tenia una sesión de sexo tan fuerte, me pones cachonda perdida, me gusta sentirme como una autentica puta callejera y eso es lo que he sido hoy, no solo me has usado tu sino que encima me has dado para que otro me use.


Se la saqué del coño, le puse la punta del nabo en el culo y le dije que lo abriese, ella con remilgos pero lo abrió casi al instante, que maravilla de culo, apretadito y chorreando aun por la corrida del otro, entró con relativa facilidad ayudada por la cantidad de lefa que tenia dentro, ¡¡el mejor lubricante, el natural!!

empece un mete y saca lento pero sin pausa, notaba como entraba y salia toda la pija desde la punta hasta los huevos, como iban rozando las venas por todo el ojete, aquello era lo mejor, ella suspiraba y me decía que se iba acorrer toda a la vez con una mano le tiraba de los pezones con fuerza y ella tenia una de las suyas castigando ese enorme clítoris.

Estábamos tan cachondos que pasaron por el camino una pareja que estaban paseando y no hicimos nada por parar, hasta se quedaron mirando unos minutos para luego irse me supongo que a follar, hasta que nos corrimos a la vez, al sacarla salio llena de leche y algún resto cayo por sus muslos, ella se dio la vuelta, se agacho delante de mi y me la limpio dejándola reluciente.

Ana – a tu madre le encanta dejar un buen sable limpio, nunca se sabe cuando se va a usar de nuevo.

Ahora si nos fuimos a casa, necesitábamos una ducha y descansar un rato, ella cuando entrabamos por el portal era un show se le veía todo a través de la fina tela y por las piernas se le veían regueros de líquidos que bajaban de su coño, menos mal que era ya tarde y se podía disimular un poco.


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heranlu

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Madre Caliente en Verano - Capítulo 002


Aquella noche dormí como una bebé, me levante feliz y contenta pero con algo de dolor en mi culo, como duermo desnuda noté que mis piernas estaban con restos de esperma ya seca de la que me dejaron mi hijo y el tío al que me entregó el día anterior.



Empece a pensar en lo ocurrido y eran sentimientos encontrados, entre lo prohibido y el deseo, sabia que lo que hicimos no era natural, era incesto y eso siempre fue contra mis convicciones y principios, pero tampoco podía descargar la culpa ni contra el alcohol ni contra mi hijo, yo sabia muy bien lo que hacia, pero he de reconocer que me encontraba muy caliente y me dejé llevar.



Empece a recordar como mi hijo me usó (porque aquello no era hacer el amor, era usarme) y como me entregó a un desconocido para que me usara, me daba vergüenza, incluso sentía frustración por haberme comportado así, pero a la vez me calentaba y en el fondo sabia que había disfrutado mucho. Sentía que me estaba humedeciendo con aquellos recuerdos, no quería sentirme sucia pero por otra parte me estaba excitando.



Mis manos ya buscaban mis puntos débiles y terminé pellizcando mis pezones y pasando el dedo por el clítoris, que recuerdos tan gratos los que me estaban viniendo a la cabeza, recordé la promesa aquella que le había hecho a mi hijo, que podía hacérmelo cuando quisiera, casi le prometí que seria su objeto y me ruboricé. “¿Como podría mirar a mi hijo hoy a los ojos?”, tenia que hablar con el y tratar de olvidar todo lo dicho y lo hecho en el día de ayer, por el bien de los dos.



Aun así estaba muy excitada, me estaba mojando toda, el semen que tenia seco en mis muslos ya estaba de nuevo blando al mezclarse con la humedad que salia de mi sexo, no sabia como salir de ese estado de excitación continuo, llegué a desear que regresase mi marido o que mi hija viniese a pasar unos días, eso haría que pudiese evitar el peligro que me acechaba con mi hijo en casa.



Decidí masturbarme para desahogarme y así no pensar en el sexo a todas horas, sabia que no iba a funcionar porque algo se había despertado en mi interior pero quería creer que funcionaria, al menos quería convencerme a mi misma para conseguir el orgasmo que deseaba en esos momentos sin tener el sentimiento de culpa por mis pensamientos pecaminosos con mi hijo.



En el silencio de mi habitación y mordiendo la almohada para no hacer ruido conseguí uno de los mejores orgasmos que se puedan tener masturbándose, termine con los dedos mojados y bajando liquido por mis muñecas, con los pezones tiesos y doloridos hasta casi marcarlos de tanto que me los pellizqué, con un dildo que tengo guardado en mi mesilla de noche metido hasta la empuñadura y a punto de agotarle las pilas de tenerlo con la vibración al máximo, y al final tirada encima de la cama sin un ápice de energía ni para mover un musculo.



Estuve así un rato y me tuve que levantar para ir a desayunar antes de darme una ducha relajada, no sin antes tirar del dildo hacia afuera y sacarlo del fondo de mi sexo del cual salio un chorro que cayo por mis piernas hasta casi los tobillos, en la cama quedo una enorme mancha que delataba lo allí sucedido. Tenia la boca seca de tanto morder la almohada y me levanté con la intención de ducharme para quitarme toda la corrida de encima, estaba apestosa del sudor y del liquido que me corría por los muslos, mi coño estaba encharcado y aun seguía excitadisima “¿que me estaba pasando?, no daba crédito de mi puterío”.



Ya levantada y bebiendo agua en la cocina, decidí tomar un café mientras Jose dormía y luego ya me ducharía, solo me había puesto una camiseta de tirantes de esas que están muy abiertas en los sobacos y que llegan muy poquito por debajo de las nalgas, por supuesto sin nada mas debajo de ella, iba para la ducha así que no necesitaba mas y a parte de eso estaba súper excitada, y andar sin ropa interior me pone mas excitada aun, como les pasa a muchas mujeres, que seguro ellas me entienden.



Me agaché para buscar el cafe y de pronto y sin haber escuchado nada note una mano restregarme el coño, deduje que era la de mi hijo pero no me dí ni la vuelta para comprobarlo, solo podría ser el o mi marido que llegase antes de lo pensado, pero en cualquier caso los dos tienen permiso para sobarme el coño cuando quieran así que disfruté del momento.



Solo me di cuenta que era mi hijo cuando desde atrás se acerco a mi oído y mostrándome la mano toda chorreando me dijo “no sabia que mi madre fuese tan puta, mira como estas”, solo ver como tenia la mano supe lo que tenia que hacer, saque mi lengua y me dispuse a lamerla para saborear mi propia corrida, mientras lamia su mano note como algo duro y caliente se iba metiendo dentro de mi culo sin demasiado esfuerzo.



Al acabar de maltratar mi ojete con el dildo aun lo tenia abierto así que la polla de mi hijo entró como un cuchillo caliente en mantequilla, estaba duro, notaba como ardía ese capullo dentro de mi, estaba follando a su madre de nuevo, creo que el se ponía muy cerdo solo de pensar como su madre se dejaba follar por su hijo sin oponerse.



Yo en el fondo quería protestar, decirle que eso no estaba bien, que no podiamios seguir así, pero el morbo, puterío y placer podían conmigo, me había emputecido, ya no era dueña de mis actos, me gustaba demasiado como para desaprovechar todo aquello.



Yo seguía de pie pero agachada en la cocina, con las piernas algo abiertas, con la camiseta en la cintura y las tetas balanceándose ya fuera de ella porque se habían salido por los lados, el detrás de mi bombeando dentro de mi dolorido y maltrecho culo sin parar y cada vez con mas furia, como si quisiera destrozarmelo a la vez que me llamaba “zorra, puta, guarra, marrana, fulana…”, a mi me gustaba que me insultara mientras a mi también se me iba la lengua y le llamaba “maricón, que no sabia follar a una puta como yo y que tendría que buscar la ayuda de alguien para correrme, que con el no tenia suficiente”.



Eso a el lo ponía mas furioso y me empezó a azotar el culo hasta provocarme dolor, también me golpeaba con la mano abierta en las tetas por los lados. Si me agachaba mas y miraba por debajo de mi veía como de mi coño caían goterones de flujo al suelo, a veces quedaban colgados de el por lo espesos que eran, incluso llegue a estirar la mano en varias ocasiones para cogerlos con la palma de mi mano y llevármelos a la boca para saborearlos, mientras veía al final de mi como los huevos se movían y rebotaban en mi coño.



Yo ya llevaba dos o tres corridas, tenia un charco en el suelo debajo de mi de tanto flujo como caía pero con el calentón, los insultos y todo el ruido que estábamos haciendo no nos habíamos percatado de un detalle del que no caímos hasta escuchar “mamaaaaaa que coño estais haciendo?, sois unos putos cerdos y depravados”, estaba claro que mi hija Neli al final había decidido venir de vacaciones sin avisar, había venido ella y su gran perro, menos mal que no había venido con el marido, aun que el impacto habría sido el mismo.



Me quise levantar pero mi hijo no me dejó, con una mano en mi cabeza evitó que me levantase y con la otra en mi cintura no dejó que me separara de el, yo solo miraba a mi hija de reojo y creía que iba a salir de allí corriendo, que era lo de esperar, pero no.



Allí quedó de pie apoyada en el marco de la puerta mirando como mi hijo me perforaba una y otra vez el culo, yo notaba como mi hijo la sacaba entera de mi culo dejando el agujero totalmente abierto y de pronto me la volvía a calzar entera hasta los huevos, entraba que parecía que me llegaba al estomago, eso antes no lo hacia así que me supuse que era para exhibir el rabo en todo su esplendor y que su hermana viese el boquete que dejaba en mi.



Estaba claro que mi hijo era un autentico depravado pero me di cuenta que Neli estaba fija mirando y ya no nos insultaba, simplemente estaba con la boca abierta y de vez en cuando se mordía uno de los lados del labio inferior, cosa que solía hacer yo cuando estaba cerda, lo que hace la genética eh.



Jose - que hermanita, ¿te gusta lo que ves?

Neli – Si, es como la mas depravada de las pelis porno pero en directo



Ahí comprendí que ella era tan caliente y puta como yo, lo llevaba en la sangre. Cuando miré de nuevo para ella la vi con la mano debajo de la minifalda sobándose el coño por dentro de las bragas, como le estorbaban metió las manos por los lados de la minifalda y se bajo las bragas hasta los tobillos, alzando un pie y después el otro se las sacó, ese acto siempre me ha parecido muy sensual y me puso mas guarra aun, ya no hacia falta que mi hijo me sujetase la cabeza, ya no me iba a escapar.



Incluso empezamos de nuevo los dos con insultos y siguió azotando mi culo, mi hija ya se frotaba el coño con todo descaro y se había sacado las tetas de la camisa, menudas tetas tenia la condenada, se metía ya cuatro dedos dentro, casi le cabía la mano entera.



La muy guarra vio unos plátanos encima de la encimera, cogió el mas gordo y vi que se puso a pelarlo, la imagen de ver como se lo metía en el coño se que me iba a provocar la mayor de las corridas, cuando veo que se acerca a nosotros, mete la mano debajo de mi y ahí me percate que el plátano no era para ella, sino para mi.



Empezó a meterme la punta en el coño y a restregármelo por el clítoris, momento en el que gritaba como una loba y eché un buen chorro de corrida por el plátano y por su mano, empujo el plátano hasta dentro del todo no quedando nada fuera.



Neli – hermanito empujalo y bateselo bien, que me gustan los zumos.



Su hermano saco la polla de mi culo y me la clavó en el coño, entraba con dificultad pero al final como el plátano se fue desaciendo termino entrando hasta los huevos, mi hija tiraba de mis pezones y se lamia la mano sobre la que yo me había corrido, ella con un movimiento rápido se subió a la encimera y dejo las piernas abiertas para que viésemos como se tocaba su raja sin depilar.



Mi cabeza quedaba cerca de sus piernas, me cogió de los pelos y la acerco a su peludo coño, nunca me han gustado las mujeres pero estaba tan salida que no decía a nada que no, ella me restregaba el coño húmedo contra la cara, yo saqué la lengua y la pase por toda la raja.



Neli – Así mami comete el coño de tu hija, lame todo que vas a ver como te gusta.



El sabor no me disgustaba, era muy parecido a cuando yo me meto los dedos y los chupo, o cuando me meten una polla y luego me la como, era un sabor salado y agradable. Se lo empecé a comer y como la escena era tan caliente empezó a correrse a borbotones con un liquido blanquecino y espeso que me encargué de tragar todo mientras ella gritaba como una loca, mi hijo al ver aquello se puso mas frenético y note como el rabo que tenia dentro empezaba a convulsionar dentro de mi vaciando los huevos a través de el, no noté el calorcito de la corrida en el coño por la pasta que allí tenia, pero me empezó a correr por las piernas junto con grumos del plátano.



Mi hijo salio de mi y me mando sentar en una mesita que tenemos en la cocina, puse un pie en cada silla y quedé abierta de piernas.



Yo – Neli no decías que te gustaba el zumo? Prueba este y veras, come tu ración.

Neli – pero que puta eres mami, como sabes alimentarme.



Neli bajo de la encimera y se arrodilló delante de mi coño, empezó la mejor comida de coño que me dieron nunca, de vez en cuando también lo probaba mi hijo y metían los dedos a modo gancho sacando los grumos de plátano mezclados con la leche de mi hijo y mi propia corrida, luego me metían los dedos en la boca dándome a probar ese manjar que a ellos tanto les gustaba.



No pararon hasta que mi coño quedo limpio y listo para ser usado de nuevo, que fueron muchas mas veces, veia como mi familia se estaba convirtiendo en un autentico puterío y mi hijo y yo eramos los culpables.



Mas tarde y con mas calma mi hija me comentó que le gustaban los tíos, pero que se había comido unos cuantos coños a lo largo de su vida y que también le gustaban, pero que por favor no le dijese nada a Carlos, yo también le pedí que a su padre ni mu de todo esto, que seria nuestro secreto, ni que decir tiene que todos aceptamos el compromiso con tal de seguir follando como locos.



Como pude comprobar le gustaba el sexo tanto como a la puta de su madre y era igual que yo, durante ese día hubo mas sexo, mis hijos follaron en el salón, mi merienda fue una buena ración de leche caliente y al final del día terminamos exhaustos, a partir de entonces y hasta que mi marido o algún familiar llegase pusimos unas normas, bueno fue mi hijo quien las puso y nosotras aceptamos encantadas.



Seriamos unas putas en toda regla, con las normas mínimas que yo bien conocía, “cuando, como y donde quisiésemos”, siempre dispuestas a dar y recibir, nada de ropa interior para no tener dificultades, y podríamos desahogarnos como y con quien quisiéramos cada uno de nosotros, sin negarnos a dar placer, por supuesto nos dijo que nada de lavarnos, a mi hijo le apasiona el sexo sucio y tiene razón, esos olores despiertan la libido como nunca, nos ponen como perras en celo.



Aquello era una depravación total, pero a mi me apetecía la idea. Neli parecía que la idea la ponía cerdísima porque mientras el nos ponía las normas, ella se hacia un dedo espectacular con cara de viciosa.

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heranlu

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Madre Caliente en Verano - Capítulo 003


No me voy a quitar nada de culpa porque los pillé con las manos en la masa, bueno mas bien con la polla de mi hermano en el coño de mi madre y podría haber montado una buena, pero como también soy morbosilla (ya se de donde me viene) me quede mirando y la temperatura me subió lo suficiente para terminar dejándome follar.



La verdad es que últimamente estoy bastante necesitada, como en cualquier matrimonio ya no se folla como antes y estoy buscando un hijo desde hace un año que no llega y eso también me tiene algo alterada. Estoy tan necesitada que hace algo de tiempo que andaba pensando en buscar un amante que ayude a mi marido, se ve que el solo no me llega, pero al haberme quitado la píldora hace tiempo pues no me atrevía, no vaya a ser que me dejen preñada.



El otro día cuando mi hermano me folló en el salón me quedé bastante preocupada porque se corrió dentro pero también es cierto que no estaba aun en mis días fértiles, y pensé: “¿si en un año mi marido no me dio preñado no iba a tener la mala (o buena) suerte de quedarme preñada por haber follado con mi hermano una sola vez?”, ese pensamiento hizo que me humedeciese pero traté de quitarlo de mi cabeza, no vaya ser que se me ocurra una barbaridad.



A la mañana siguiente me desperté y me levanté a desayunar, me hice unas tostadas con mantequilla y mermelada, yo estaba sola mi hermano y mi madre habían bajado a la playa y yo descansaría que falta me hacia.



Estaba totalmente desnuda y me puse a desayunar en el salón, me sentía sucia porque aun tenia restos de la corrida de mi hermano en el coño y algún que otro resto en las tetas, pero la ducha vendría luego



mientras desayunaba me cayó un poco de mermelada en un muslo que mi perro lo lamió rápidamente, eso me hizo pensar que igual quería un poco mas, así que repetí lo que alguna vez había hecho en la intimidad de mi casa cuando mi esposo se iba a trabajar, deje caer un poco en mi coño, me abrí de piernas y deje que me lo chupase, madree que gustisto me estaba dando, fue tanto el placer que agarré la tostada entera y la restregué por toda, quedando una pasta de mermelada en la maraña de pelos, el perro empezó a lamer como si estuviese hambriento y mientras yo me puse a comer el resto de la tostada que me acababa de restregar, que placer es que mientras que estas desayunando alguien te esté comiendo el coño, aun que sea mi perro.



Mi perro ya no solo estaba comiendo la mermelada sino que también le gustaban los jugos que iba segregando mi coño, ya no me hacia falta echar mermelada aunque de vez en cuando lo hacia. Metía los dedos en el bote y me los metía bien adentro para que la mermelada entrase hasta el fondo, me abría mucho de piernas, incluso le facilitaba el camino abriéndome bien con los dedos para que metiese la lengua hasta mis entrañas.



Como bien os he contado no era la primera vez que mi perro me comía el coño pero aquella mañana estaba siendo maravilloso, igual podía ser por el morbo de estar en el salón de mi madre, también es cierto que solo lo había hecho para obtener un orgasmo y de ahí nunca había pasado, aun que no voy a ocultar que alguna vez me había venido a la cabeza ¿que pasaría si me dejase follar por el?, pero nunca me había atrevido.

Ya estaba a tono y cachonda perdida, segregaba fluidos como una vulgar ramera, me levanté y fui a mi habitación, rebusqué en el bolso y encontré un consolador que tengo de un tamaño bastante considerable, como pretendía que mi perro me siguiese comiendo el coño decidí que el mejor sitio para el era insertarlo en el culo, me puse a cuclillas en medio del salón y chupándome los dedos y lanzando escupitajos sobre ellos empecé a lubricarme el agujerito,

cuando ya había metido unos cuantos dedos y lo tenia acostumbrado puse debajo el consolador y empece a sentarme encima de el, al principio dolía pero luego empece a sentir un placer-dolor que me volvía loca.



Fue darle al botón de la vibración y mi coño empezó a babear como una fuente, sin cesar de salir esos líquidos espesos que tanto le gustan a mi perro, me volví para el sofá con el vibrador a tope metido en mi culo y bien abierta de piernas para que mi perro siguiese dando placer a su perra favorita.



Mientras mi perro seguía comiéndome el coño de la manera mas hábil que había experimentado vi que su capullo había salido del escondite y ya tenia parte de el fuera, me espatarré mas y llegué con la mano hasta su rabo, empecé a moverselo como haciéndole una paja y cada vez se le ponía mas y mas dura, lametazo tras lametazo yo me había puesto como una perra en celo pidiendo que se la follen, a esas alturas yo ya había tenido tres corridas a cual mas grande y mi cuerpo pedía ser follado y maltratado.



Aparté la mesa de centro del salón, me arrodille en el suelo y apoye mi cuerpo en el sofá sacando culo para incitar al perro.



Yo – vamos perro follate a tu perra.

yo - venga monta a tu perrita, venga sube.




El perro me lamia el coño y el ojete desde atrás, estaba muy abierta de piernas para que la raja se me abriese y también me ayudaba con las manos, el seguía lamiendo y ya había perdido toda esperanza de que me montase, estaba pensando si algún video que había visualizado en la red sobre el tema seria un trucaje, pero de pronto y ya a punto de retirarme se subió encima de mi montándome como si estuviese montando a una perra.



El empezó el movimiento de la follada pero no lograba metermela, así que pasé la mano por debajo de mi coño cogiéndole el rabo y guiándole hasta que de un empujón metió el capullo en mi coño, hizo una parada me supongo que notando el calorcito que tenia yo en el chocho y de pronto empezó un mete-saca frenético, a una velocidad que ningún tío me hizo nunca y mira que me he calzado a unos cuantos, ¡¡ si !!, una es un poquito puta.



La tenia mas larga y mas gorda que la de mi marido y me estaba matando a pollazos literalmente, empece a gritar y a aullar, no podía parar de disfrutar como una loca, después de un rato sudando como una loca, mi coño goteando flujos formando un charco debajo de mi y mi culo totalmente abierto por el vibrador que seguía funcionando ya había perdido la cuenta de los orgasmos que había tenido, de pronto empiezo a notar como mi coño se iba inundando por un liquido caliente que deduje que era su corrida.



Yo – Así perrito lindo, preña a tu perra.

yo - llénala de leche caliente para tener cachorritos.




yo quedé rota encima del sofá en la postura que tenia al ser follada, cuando empecé a notar una bola dentro de mi chocho que me lo estiraba como si me lo estuviesen abriendo por dentro, yo deduje que el tenia que sentir el vibrador a través de la fina separación que hay entre mi coño y mi culo y recordé que alguna vez había leído que había que esperar un rato hasta que el se desenganchase de mi.



En ello estaba cuando se abre la puerta y aparecen mi madre y mi hermano en el salón,

literalmente quería que me tragase la tierra, mi madre recuerdo que se llevo las manos a la cara con la boca abierta.



Ella venia con una camiseta blanca bastante transparente que a mi hermano le gusta que se ponga, y como nos había ordenado que nada de ropa interior se le notaban los oscuros pezones y el coño a través de la tela.



Jose – ¿has visto mami la perra que tenemos en casa?.

Ana – si hijo y la gusta que la monten.

jose – pues habrá que montarla.

ana – hijo ahora tiene que tener el coño muy sucio.

jose – ¿quien ha dicho que la iba a montar por el coño?.




Y apartando el perro que ya se le había bajado la bola, sacó el consolador de mi culo dejándolo abierto y notando como entraba aire fresco en el y lo cambio de sitio, metió de un golpe el vibrador en el coño taponando la salida de leche de mi coño y me incrusto su polla en el culo, lo tenia tan abierto que casi entró sin empujar.



Yo – cabrón me estas destrozando, ya me duele el coño y el culo

jose – ¿no decías que querías cachorros? Después te lavas el coño que yo te los daré

yo - ¿hijos de puta desde cuando estáis ahí escuchando?

Jose – el tiempo suficiente

yo – cerdo termina ya, alivia esos cojones y déjame descansar ya




mi madre estaba a mi lado con la camiseta levantada hasta la cintura y tocándose el conejo que veía muy brillante, o era muy rápida segregando flujo o ya venia bien follada de la calle, se sentó delante de mi en el sofá dejando una pierna a cada lado de mi cabeza y con el chocho abierto delante de mi cara, era una invitación a comer el postre que me traía.



Ana – vamos perra saborea la comida que te traigo.

Ana - es leche de tu hermano, mi conejo acaba de ordeñarlo ahí entre los arboles.



Empecé a ver como le salia un hilo de leche de su conejo, comencé a pasar la lengua para tomar mi ración y para hacer una limpieza de bajos a mi madre, me estuvo llenando la boca unas cuantas veces tanto con la corrida de mi hermano que saqué gustosamente de su chocho como de su propia corrida que tragué saboreando como el mejor de los manjares.



No se cuanto tiempo estuvo bombeando pero al ratito noté el chorro de lefa dentro de mi culo, leche caliente y espesa, al sacar la polla metí mis dedos en el culo para comprobar el boquete que me había dejado y salieron todos mojados con grumos de leche que aproveché para llevarme un poco a la boca y saborearlos compartiéndolos con mi madre.



Terminamos los tres rendidos pero cuando fuimos a comer yo no podía ni sentarme de lo que me dolía aun el culo, allí me sinceré con ellos y les conté tanto mi afición a que mi perro me comiese el coño, (bueno a partir de hoy que también me follase) como mi frustración por no quedarme embarazada a pesar de ser fértil, yo sabia que lo era por unas pruebas que me hice sin que mi marido lo supiese, pero el no las quería hacer ya que venían de una familia muy conservadora y algo machista en el que sus hombres son muy machos y nunca tienen la culpa de esas cosas.



Jose – hermanita aquí tienes un macho que te va a dejar preñada, no te preocupes.

Yo - tu estas loco, si mi marido se entera de lo que has dicho nos mata a los dos.

Ana – estas loco jose pero con lo que has dicho se me acaba de mojar el coño entero.

Ana – tanto se me ha mojado que el perro está debajo de la mesa haciendome la mejor de las limpiezas.




Mientras estuvimos comiendo el perro le estuvo comiendo el coño a mi madre y luego descansamos un poco en las habitaciones. Por la tarde mi hermano salio de la habitación y nos dijo que en 15min. iban a venir unos amigos suyos a echar unas partidas a la play.



Nosotras estábamos vestidas como a mi hermano le gustaba, mi madre seguía con la camiseta blanca medio transparente a menos de medio muslo y yo me había puesto una camiseta de esas de sobaqueras muy grandes en las que las tetas se me salían todas por los lados y que me llegaba un poquito por debajo de las nalgas, la camiseta era de esas que tienen agujeritos a modo red y como no llevaba nada debajo se veía absolutamente todo, los pezones luchaban por salir por los agujeros y en el coño algunos pelos si lograban salir por ellos. Quisimos ponernos algo mas decente pero no pudimos.



Jose – ni se os ocurra cambiaros, ademas así estáis perfectas por el precio pagado.



Esto ultimo no lo entendimos hasta que llegaron, cuando llamaron al timbre entraron y eran dos amigos de Madrid a los que conocíamos de toda la vida, incluso a sus madres, ¡¡que vergüenza!!, y la otra pareja yo no la conocía pero al ver la cara de sorpresa de mi madre le pregunté y me dijo que era una pareja a la que jose la había entregado hacia dos días en la playa para que se la follasen.



Los amigos de Madrid al vernos se quedaron de piedra, mientras mi hermano nos tocaba las tetas y levantaba un poco las camisetas para que viesen la mercancía.



Jose – no os asustéis, aquí tenéis dos putas como os dije, y no sabéis lo buenas que son

¡¡esos si!! sabéis que lo que aquí pase, aquí se tiene que quedar, sino ateneros a las consecuencias.




Ellos dijeron que si, que no había problema, ademas al ser conocidas había mas morbo, soltaron 100€ cada uno, menos el de la pareja que venia con la chica que solo soltó 50 porque la chica también era parte del pago, nosotras estábamos que no dábamos crédito, había ganado 150€ con nuestros coños y nos dijo que no serian los últimos.



Jose – desde ahora y hasta que acabe el día podéis hacer con ellas lo que queráis, follarlas como cuando y donde os apetezca, ellas no protestaran para nada, ¿verdad mami?

Ana – verdad hijo, estamos para servirte.

Jose – tenéis sus agujeros y todo su cuerpo a vuestra disposición, solo hay una condición: A mi hermana si la folláis el coño tiene que ser con preservativo, los demás agujeros como os de la gana.




Acercándose a mi oído me dijo: ”tu vas a salir preñada de aquí y el cornudo de tu marido no se va a enterar”. La primera en ser follada fue mi madre, entré a la cocina a beber y me encontré al chico de la playa dándole por el culo estando ella apoyada en la encimera y la pierna derecha subida a una silla, no paró hasta que empezó a salir de su culo un reguero de lefa caliente y la picha se le salió del agujero.



A partir de ahí fue todo un descontrol tremendo, el alcohol hacia mella en nosotros y al final hasta el perro volvió a follar, una vez a mi madre y otra a la chica que había venido.



De aquello han pasado ya unos cuantos días y acabo de dar positivo en la prueba de embarazo, estoy preñada de mi hermano, por supuesto mi marido se llevo una sorpresa muy agradable y esta orgulloso de haberme preñado “pobre cornudo, ni se imagina la puta que tiene por esposa”, ni que decir tiene que muchas mañanas cuando sale por la puerta a trabajar, viene mi hermano y disfruto de su rabo toda la mañana, quedando llena de lefa que no suelo limpiar hasta que mi marido llega de trabajar y se la come toda sin enterarse de nada, mi hermano esta deseando que tenga leche en las tetas, dice que le tendré que amantar igual que al crio.
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