Lucia y su Mamá, Relación Lésbica 0003

heranlu

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Nos fuimos besando mientras nos desnudábamos mutuamente, nuestras bocas trataban de devorar los labios de la otra, fui yo la quedó desnuda primero lo que Tamara aprovecho para atacar mis pechos, sus manos abarcaban mis senos y mis pezones fueron atrapados por sus dedos. Se notaba que esta mujer tenía una experiencia abismal en el sexo lésbico ya que me tenía como una fuente. Empezó a besar lentamente mi cuerpo y empujándome hacia una pared cercana se arrodillo frente a mí, me levanto una pierna poniéndosela en el hombro y empezó a darme lametones en mi clítoris.

No sé cuánto tiempo paso desde que empezó a hacerme sexo oral, solo sé que cuando llegue al orgasmo fue tan electrificante que sentía que mis piernas fallaban, no quise ser menos así que me abalance sobre ella, la acosté en el piso y fui directo por su cuerpo, su sabor era diferente a mi madre y su olor me llenaba los pulmones en ambos casos me gustaba lo que probaba y olía. Mientras le comía la concha mire hacia arriba, ella estaba con los ojos cerrados jugando con su pecho, sabía que lo disfrutaba porque sus gemidos llenaban toda la habitación, cuando termino me atrajo hacia ella y me beso en la boca, luego se incorporó y tomándome de la mano me llevo a su habitación.

Mi sorpresa fue grande cuando vi su habitación, a simple vista parecía la de una niña pequeña con un montón de peluches, unos colores rosados por muchas partes y unas luces led que adornaban algunos muebles. No sé porque esperaba encontrarme con la misma cantidad de dildos que había visto en su camioneta. Me guio a su cama y empezó a lamerme, de pronto paro y mirándome fijamente me pregunto.

-¿Cómo quieres hacerlo, con o sin juguetes?

-me da igual la verdad, pero si vas a usar juguetes que sean normales aun no pruebo esos gigantes.- su risa lleno la habitación.

-esos son pequeños comparados a los que tengo para mí, traeré unos pocos y tu vez cual quieres usar o no.

Se levantó, fue a la otra habitación y al cabo de unos minutos volvió con una variedad de juguetes, había de todas las formas y tamaños así como esposas, mordazas, látigos, dilatadores y un largo etc. Elegí algunos con forma de polla, uno doble y unos vibradores, luego nos volvimos a besar y empezamos a usarlos poco a poco.

Nuestra sesión de sexo lésbico duro unas buenas horas donde nos íbamos turnando, cuando ya no pudimos más caímos rendidas en la cama, Tamara me abrazo y me pidió que le avisara a mi madre que no iba a llegar. Mientras ella iba a la ducha llame a mamá.

-hola mamá

-hola hija ¿Cómo estás?

-bien gracias y ¿tu?

-bien, ¿Dónde estás?- no quise decirle que estaba con la dependienta así que le mentí

-en la casa de una amiga, te llamaba porque pasare la noche acá ya que es tarde, me iré en la mañana.

-mmm me hubieras avisado antes entonces para haber salido también, pero no pasa nada, ¿estás con Mary?

-no, con otra amiga

-está bien hija, cuídate entonces y recuerda pensar antes de hablar

-si mamá, ten buenas noches te amo

-yo también te amo cariño, adiós.

Cuando corte Tamara iba saliendo de la ducha, al verla envuelta en la toalla me dieron unas ganas de abalanzarme hacia ella, sin embargo me contuve, le comente que me habían dado permiso y que si me podía prestar la ducha.

Cuando estaba en la regadera lavándome el pelo unos brazos me rodearon, instintivamente gire mi cabeza y me encontré con los labios de Tamara, no supe en que segundo baje tanto mis defensas ya que de un momento a otro me encontraba siendo penetrada apoyando mis manos en la pared y sintiendo los pechos de mi compañera. Cuando me corrí por delante sentí caricias por mi cuerpo, de pronto un frio gel cayo en mi trasero, sabía lo que venía hacia que me incline un poco hacia adelante y abrí mi trasero con ambas manos, el dildo entro fácil gracias al gel, podía sentir como se habría paso a través de mis entrañas. Cuando logre ese orgasmo me di vuelta y busque la boca de Tamara y con mis manos trate de quitar los ajustes del strap on y cuando finalmente pude soltárselo, se lo quite he hice que ella misma me lo pusiera, cuando estuvo listo se arrodillo y empezó a mamarlo para lubricarlo bien, esa escena de verla de rodillas haciéndome una mamada fue sumamente excitante a pesar que no tenía un miembro pero aun así imaginaba que era el mío, cuando determino que tenía suficiente lubricación se enderezo y adopto la misma postura que yo había hecho hace unos instantes, me paso el gel y apoyo las manos en la pared.

Lubrique su agüero y el dildo y apunte bien, cuando fui entrando la tome de la cintura para tener un mejor agarre e introduje lentamente mi miembro de plástico hasta lo más profundo, poco a poco me fui moviendo, de pronto un instinto se apodero de mí, tome sus brazos y quitándole su apoyo la embestí con todas mis fuerzas, ella gemía y trataba de inclinarse pero debido a mi agarre no podía. La escena para mí fue tan excitante que cuando Tamara llego al clímax yo lo hacía sin siquiera tocarme, espere un poco y cuando me salí podía ver el interior de su culo y como este se abría y cerraba frente a mí. Me quite el arnés y lo deje caer al suelo, cuando mi compañera miro en mi dirección se encontró con mi boca, no tenía pensado dejarla respirar.

Estuvimos teniendo sexo durante toda la noche cuando llego la mañana estaba cansada, adolorida, pero feliz, ella se ofreció a llevarme a casa.

-aquí es, muchas gracias por traerme, ¿quieres pasar y tomar desayuno o comer algo?

-no gracias, estoy cansada y quiero dormir algo.

-entiendo, nuevamente gracias entonces y ¿si vas a acceder a lo que te pedí?- me miro extrañada, supe que mi pregunta era estúpida pero quería tener la certeza.

-pasa durante la semana por la tienda para que afinemos detalles, y no te preocupes te ayudare a cumplir con el fetiche de tu madre y de paso cumplo el mío.

-¿y cuál es?- me volvió a mirar con extrañeza

-ver una relación incestuosa en vivo y directo, bueno Lucia fue agradable lo de anoche, hay que repetirlo mucho- saludo con la mano en dirección a mi casa, gire para ver a mi madre que había salido a recibirnos, me voltee para decirle algo a Tamara cuando un beso en la boca me despidió.

Me baje de la camioneta y vi como esta se alejaba, cuando me di la vuelta mi madre no estaba en la puerta, entre normal y cuando fui a saludar a mi madre la encontré con el ceño fruncido.

-hola mamá, ¿estas enojada?

-hola Lucia, ¿quieres explicarme que fue eso?- no quería decirle que tuve sexo con Tamara para cumplir su fetiche, así que omití algunos detalles.

-la verdad pase la noche en su casa, necesitaba con quien hablar.

-no quiero detalles, ¿tuviste sexo con ella o no?

-si mamá, perdóname te fui infiel

Pensé que iba a estallar, sin embargo no espere que se acercara a mí, tomara mi nuca y me besara de forma tan pasional. No sabía que estaba pasando solo devolví el beso, de pronto sus dedos se deslizaban debajo de mi calzón, cuando solté el primer gemido dejo de besarme y se acercó a mi oreja.

-eres mía, ahora tendré que purificar este cuerpo para recordarte a quien perteneces- me susurro tan cerca que mi piel se erizo y mi humedad se salió de control, me fue desnudando hasta dejarme solo con la parte inferior, su boca besaba cada espacio de mi cuerpo y lamia en cada sector donde la posicionaba, cuando en un momento su cara estaba lo suficiente cerca de la mía y trate de besarla, con un rápido movimiento me aparto, indicándome que era ella la que me iba a dar placer, no quise debatir así que solo tomaba su cabeza y me dedique a sentir el placer que me estaba dando, jugo conmigo de tal manera que cuando me corrí me había quedado exhausta.

No me permitió ni tocarla ni besarla, me moría de ganas de probar el sabor de ella, entendía que no quería que yo atacara pero mi mente estaba en otra, cuando ella quedo satisfecha de comerme todo lo que pudo, me llevo a su pecho y acariciándome me dijo

-no estoy molesta que te hayas acostado con otra mujer, pero debiste decírmelo.

-lo sé, y la verdad no fue planeado, es solo que necesitaba hablar con alguien y me la encontré a ella.

-¿y hablar de que, si se puede saber?

Le conté de la conversación con Mary, como me había sentido y le tuve que decirle que ella me había encontrado llorando, me invito a tomarme algo y conversar y una cosa llevo a la otra. No quería arruinar su sorpresa así que evite lo máximo posible el tema para no darle pistas. Cuando termine de narrar los hechos, mi madre me abrazo con fuerza, me dio unas palabras reconfortante y luego me dejo un rato sola para ir a preparar el desayuno. Después de comer le indique que iba a tratar de dormir, y que me hablara para el almuerzo.

Los días pasaron volando y cada vez estaba más cerca el cumpleaños de mamá, por lo que iba viendo los últimos detalles para la sorpresa, de pronto me encontré en un callejón, no sabía cómo hacer para sorprender a mamá, por lo que fui al sexshop a ver a Tamara.

-Hola Lucia, ¿cómo vas?

- hola Tamy, ¿bien gracias y tú? ¿Cómo va el negocio?

-bien gracias, hoy a estado algo movido.

-eso es bueno

-si pero estoy cansada

-me imagino, si quieres después te doy un masaje

-¿un masaje erótico? Como decir que no a eso jaja

-¿cómo se da un masaje erótico?

-por Dios chica te falta tanto por aprender, pero dejando eso de lado, ¿qué te trae hoy por aquí?

-bueno veras se acerca la fecha y no sé cómo hacer para que mi madre salga ese día

-mmm déjame ver algo un poco en el computador.

-ok, mientras veré algún juguete.

Después de un rato mirando los diferentes dildos y demás cosas me puse a ver la cola con el plug que tanto me gustaba, estaba pendiente de eso cuando una mano me nalgueo, al girarme Tamara me miraba con deseo.

-ven aquí, mira hay un spa que te quiero mostrar.

Me llevo a la computadora y me mostro un lugar donde te daban un baño de barro, masaje y tratamientos en las manos y pies, me fije que había una oferta del 25% al mostrar el DNI en la fecha de cumpleaños. Entendí la idea de Tamara y nos pusimos de acuerdo en cómo íbamos a proceder, a vestirnos, que íbamos a usar y muchas cosas más, estaba por besarla cuando sonó la campanilla de que entraba un cliente, la vergüenza me pudo así que entre a la bodega a esperar que se fuera, sin embargo la voz que escuche me revolvió el estómago, era Mary quien había entrado, una fuerte rabia subió desde lo profundo de mi ser, por lo que actué sin pensar.

Salí de la bodega y fui a saludarla, no se porque lo hice pero apenas estuve lo suficientemente cerca y sin que me viera ninguna de las dos me acerque a Tamara y le di una fuerte nalgada, ambas por el sonido se giraron y con una mirada de sorpresa se quedaron viéndome. Mire a Tamara sin darle importancia a Mary.

-cariño ya ordene los dildos atrás, ¿en que más te ayudo? Oh hola Mary no te había visto.- esta se puso blanca como si hubiera visto un fantasma.

-hola Lu, ¿Cómo estás? ¿Qué haces aquí?

-bien gracias, aquí estoy ayudando a mi pareja- la cara de asco de Mary me hirvió la sangre, Tamara rápidamente se dio cuenta.

-a ella es tu pareja.

-si chica, Lucia me conto de ti, ¿eres esa Mary no es cierto?- Mary nuevamente se puso pálida.

-no sé qué te habrá contado Lucia.

-o nada, no te preocupes que eres solo una amiga, si quieren las puedo dejar un rato a solas para que conversen si necesitas ayuda con algún juguete puedes preguntarme a mi o a Lucia, los hemos probado todos así que sabemos cómo son. Estaré atrás amor- acto seguido me dio un piquito y fue a la bodega

-gracias cariño- me gire hacia Mary y desafiándola con la mirada le pregunte- ¿no te molesta que nos besemos cierto?

-nah puedes hacer lo que quieras, aunque no sea de mi agrado

-qué bueno, ¿buscas alguno en especial?

-si quería alguno, pero no tienen el que estoy buscando, mejor voy a ver en otro local.

-descríbelo, en una de esas tenemos en la bodega.

-ee no gracias, déjalo así, fue bueno verte

-está bien, que te vaya bien y cuídate

Vi salir a Mary por la puerta, me sentía horrible por la frialdad que hubo entre las dos, quise llorar sin embargo un abrazo desde atrás me dijo que no, me gire y vi a Tamara.

-ay Tami perdón, te hice perder una venta.

-no pasa nada, te apuesto que esa era la chica de la otra vez que no quiso ser tu amiga o me equivoco.

-la misma, y siento ponerte en esa situación tan incómoda- se me quedo viendo, se acercó a mí y me beso.

-déjate de disculparte por quien eres, no pasa nada y la verdad no me molesta, hace ya un buen rato que quería tus labios

-jajaja gracias, tratare de disculparme menos

-nah estas bien así, volvamos donde lo dejamos

-¿y eso era?

-tú de rodillas haciéndome un sexo oral.

Ambas reímos hasta cuando nos empezó a doler, luego fuimos puliendo los detalles de cómo lo íbamos a hacer, estaba ansiosa y caliente, me iba a lanzar sobre Tamara pero otro cliente entraba, una chica de unos 30 y tantos, como no quería que mi amiga perdiera otra venta me despedí de ella y me fui a casa.

Cuando llegue escuche la regadera, por lo que rápidamente fui a mi habitación y saque mi arma secreta, un arnés que contaba con un dildo un poco más ancho con unas protuberancias en el tronco del pene de goma más un gel lubricante. Cuando se lo pedí a Tamara no me dejo pagarlo con dinero sino que tuve que comprarlo con mi cuerpo en una sesión de sexo rudo, pero ahora era mío. Me lo puse rápido y fui al baño, mamá estaba lavándose el pelo por lo que entre a la ducha y busque un abrazo por atrás, tirando mi cadera lo más atrás posible para evitar el contacto del dildo con su trasero.

Mi madre al igual que me pasa a mí, instintivamente giro su cabeza y busco mi boca, yo aproveche para recorrer su cuerpo y llevar una mano a su sexo, la masturbe con calma hasta que mis dedos estaban mojados, esa era la señal que quería, ya que acto seguido la hice que se inclinara un poco para que su trasero se levantara y seguidamente la penetre, no solo la sorpresa por sentir un dildo entrar, sino que el grosor y las protuberancias hicieron que tuviera un pequeño espasmo, me miro como pidiendo una explicación sin embargo lo único que encontró de mi parte fueron embestidas lentas y profundas y mi lengua peleando con la suya. La estuve bombeando un buen rato hasta que ya me empezaron a doler las piernas por la postura rara que tenía, me salí de ella y la gire, ella contemplo el extraño pene que tenía sin embargo me las arregle para tomar una pierna y levantarla, seguido de una nueva penetración. Sus gemidos se escuchaban muy fuertes, pero lo mejor aún estaba por llegar, ya que tome su otra pierna y la tome en brazo, la apoye en la pared y empecé a follarmela salvajemente.

Enterró sus uñas en mi espalda mientras sufría los espasmos del clímax, cuando se calmo un poco la baje e hice que se arrodillara delante de mí, mi madre obedeció sin decirme nada entendiendo lo que quería empezó a mamar el dildo mientras sus dedos recorrían mi vagina, me estaba poniendo a mil y después de un rato la levante y la hice inclinarse en la pared de tal forma que su trasero quedara lo más cerca de mí, tome el gel y lubrique bien mi polla de plástico, luego unte un poco en el agujero de ella.

-por favor se gentil

-lo hare.

Acto seguido fui introduciendo la punta lentamente, cuando el glande entro por completo lo retire y volví a entrar, repetí el proceso muchas veces y cada vez entraba más profundo, cuando por fin estuve completamente dentro de ella empecé a moverme lentamente y de a poco fui aumentando el ritmo, la follaba rápidamente, luego paraba y trataba de hacer círculos con la cadera, luego la volvía a follar rápido, cuando vi que empezaba a tiritar debido al orgasmo, me introduje hasta el fondo, me deje caer en su espalda con mis pechos y bese su oreja y cuello. Busque su boca y le di un beso apasionado, cuando considere que su orgasmo había pasado me salí de ella. Verla con su ano tan dilatado me excito de tal forma que quise volver a atacar, pero decidí comportarme como buena hija.

Me saque el arnés, abrace a mi madre y la lave como si no hubiera pasado nada, cuando la estaba secando ella se inclinó hacia mí y me beso, luego mirándome a los ojos me pregunto.

-¿de quién fue la idea?

-mía ¿Por qué?

-mmm pensé que había sido idea de la chica del sexshop

-no, pero el arnés si fue idea suya, ¿te gusto?

-claro que me gusto, se sintió diferente debido a los bultos que tiene, ¿lo probaste?- no quise decirle que me habían follado duro con él, así que le mentí.

-sí, me masturbe con el cuándo lo compre

-¿y cuando fue eso si duermes conmigo?

-el otro día, cuando fuiste al supermercado

-¿y te gusto?

-sí, ¿pero por qué tantas preguntas mamá?

-porque esta noche quiero usarlo contigo.

-bueno eso puede esperar, por mientras iré a comprar algo para comer, ¿quieres pizza o prefieres otra cosa?

-lo que tú quieras ahora solo quiero descansar, me duele la cola

-jajaja está bien, descansa cariño.

Después de comer estaba escuchando música cuando me llego un mensaje, era Francisca que salía de turno y me preguntaba que iba a hacer en la tarde, le conteste el mensaje y nos organizamos para salir, le avise a mi madre que me iba a juntar con una amiga y que iba a llegar tarde. Entre a arreglarme un poco y después espere un taxi. Cuando llegue al punto indicado ahí estaba mi amiga con una sudadera que apenas si cubría sus carnes, unos pantalones ajustados y unos zapatos con plataformas, se veía linda vestida así.

Me detuve un segundo a reflexionar sobre ese pensamiento, nunca había encontrado a las mujeres linda y desde que tuve mi primera vez con mi madre me atraían cada vez más, pero al mismo tiempo al tener tanto sexo lésbico hacia que fantaseara con ciertas personas, Francisca no era la excepción pero sabía que no debía cruzar una barrera con ella. Así que rápidamente deje de pensar y me centre en disfrutar su compañía.

Fue una tarde normal, donde fuimos de compras a tomarnos algo y conversar, me conto que su hermano había conocido a un hombre y que se iba a vivir con él, me conto que a su ex novio le chocaba que tuviera pareja del mismo sexo, lo que me hizo acordarme de Mary, seguimos conversando normal hasta que le conté que me iba a Bélgica.

-¿y por qué Bélgica?

-porque fue lo que quisimos con mi pareja

-¿y cuando se van?

-mmm en un año más aproximado

-te extrañare pero eso no significa que no podamos pasar tiempo juntas hasta entonces

-gracias Fran, no sabes cuánto aprecio eso.

-¿y tu ex amiga le contaste de eso?

-si la última vez que la vi le dije

Fuimos conversando sobre el viaje, que íbamos a hacer con las cosas, si ya habíamos visto el tema de la inmigración y demás, sin darnos cuenta el tiempo paso volando, por lo que pedimos un taxi compartido, primero fuimos a dejar a Francisca y después yo iba a para mi casa, en el trayecto iba conversando con el taxista hablando sobre diferentes temas, cuando de pronto me llego una imagen a mi teléfono, vi que era de Tamara así que lo abrí, la imagen mostraba una foto que le hicieron a una pantalla de computador a la rápida, no se veía bien porque no estaba enfocada por lo que me puse a fijarme detenidamente, cuando de pronto entendí que era, un tipo mayor se estaba montando a una mujer joven.

Eso no me afectó ya que yo misma veía porno de vez en cuando, sin embargo cuando pude identificar quien era no lo podía creer. Mary era la que estaba en el video, le pregunte a Tamara donde lo había encontrado y me indico que fue un video random que encontró en internet, al principio no le llamo la atención hasta que reconocío a la chica e inmediatamente me mando la foto.

Una rabia me invadió, quise gritarle a la cara a mi ex amiga en ese momento, el taxista miro por el retrovisor y amablemente pregunto si estaba todo bien, a lo que le dije que solo estaba molesta con una persona tan cínica, el amablemente me empezó a contar una historia para que me calmara, y puedo decir que el tipo era bueno en lo que hacia porque cada vez quería saber más, no se cómo lo hizo pero termino su historia a una cuadra de mi casa, pague lo que correspondía también le deje una pequeña propina y entre a mi casa.

Apenas puse un pie dentro volvieron los sentimientos negativos, mi madre que estaba viendo una película en el ******, le sorprendió la cara que traía.

-hija ¿qué paso y esa cara?

-hola mamá, nada es solo que estoy molesta

-sí, así veo ¿pero por qué?

-es que Tamara me mando una foto- le mostré mi celular- Mary me apuntaba con el dedo solo por ser lesbiana pero lo más bien que puede hacer porno con un hombre mayor.

-entiendo, mmm espera aquí- al cabo de un rato volvió con un porro- fúmatelo

-sabes que no me gusta

-lo sé pero es para que te calmes, no sacas nada calentándote la cabeza

-pero…

-mira lo pondré de esta forma, tú tienes sexo lésbico conmigo y la chica del sexshop y no puedes decir que no es así, no me molesta por que eres feliz, entonces por que a ti te molesta que ella tenga sexo con maduros

-no me molesta eso, me molesta es que me vea como que no soy una persona normal

-eres normal, cada uno ve la normalidad de diferentes maneras

-¿me estás diciendo que es normal que te monte un viejo?

-para ella si, lo mismo es para ti que te acuestas con mujeres. Cada ser humano es distinto y hay que respetarlo, sé que estas enojada, pero dime algo Lucia, ¿ganaras algo preocupándote por alguien que no te quiso en su vida?

-pero me da rabia

-lo sé, pero no debes amargarte por eso, ya en un tiempo más tal vez nunca la vuelvas a ver, o puede que sí, el mundo es pequeño, como sea cariño no te amargues por lo que hace la gente.

-es fácil decirlo

-y difícil hacerlo, mírame a mí, cuando tu padre me fue infiel me sentí horrible, hoy sin embargo soy una mujer feliz porque tengo a mi pareja que me ama

-y que debo hacer entonces, ¿fingir que no pasa nada?

-exacto, lo que ella haga con su vida no es tema tuyo

-¿pero porque entonces me dijo cosas tan hirientes?

-es simple, el ser humano crítica solo porque las creencias y costumbres del otro no son iguales a los tuyos

-¿cómo lo haces tú para que las cosas no te afecten?

-si me afectan, la diferencia cariño es que he vivido más, por eso he aprendido a ver las cosas desde otro ángulo, ahora ven aquí

Me tomo entre sus brazos, hizo que apoyara mi cabeza en su pecho y empezó a sobarme el pelo, después de un rato sumo besos en la frente, no sé qué hizo exactamente, pero poco a poco la rabia que sentía dentro fue mermándose hasta que ya no quedo nada. Cuando estuve más relajada me quede aprovechándome de ella para que me hiciera cariño, me puse a pensar en todo lo que había vivido desde la primera vez hasta la fecha y me daba cuenta que mi vida no era tan mala y que no debía preocuparme por alguien que me hacía más mal que bien, cada vez que aparecía en mi vida.

Me desperté en el pecho de mi madre, no supe cuando me dormí, mamá seguía viendo la película y al notarme despierta, me dio un beso tierno en la boca y me indico que me fuera a acostar, me fui a su pieza, recordé que ella quería usar el strap on conmigo esa noche, sin embargo cuando llego solo se desnudó y se acostó a mi lado, me dio las buenas noches y me abrazo. Me quede esperando que me atacara sin embargo preferí no forzar nada y también me abrace a ella.

Tenía una mujer fuerte que me estaba apoyando y me calmaba cuando mi vida se volvía un caos, así también me protegía y me guiaba con sus enseñanzas. Amaba a mi madre y me hacía muy feliz.

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Los días iban pasando lentos pero constantes y sin darme cuenta la fecha estaba a la vuelta de la esquina, por más que trataba de buscar la mejor forma para sorprender a mi madre, más me daba cuenta que era más difícil de lo que imaginaba. Pasaba gran parte del tiempo en el sex-shop con Tamara afinando los detalles y cuando podía me juntaba con Francisca para conversar y ponernos al día.

Esto sin embargo en vez de alivianar mi carga era peor ya que me generaba ganas de no irme del país con mi madre, y la verdad me encontraba en una encrucijada ya que quería irme para poder vivir una vida de pareja con ella sin miedo a la que la sociedad dijera, por otro lado no quería perder a estas dos personas que ahora estaban en mi vida. Estaba distraída y no escuche cuando mi madre me llamaba y solo reaccione cuando toco mi hombro.

-hey te estuve llamando, ¿no me escuchaste?

-perdón mamá no te puse atención, ¿qué quería?

-me di cuenta, te preguntaba que querías para cenar, ¿en qué piensas hija?

Le conté lo que me estaba pasando, ella simplemente escucho en silencio hasta que termine de hablar, me miro y con una expresión tierna me dio un abrazo y un beso en la frente.

-perdona por ponerte en esta situación tan difícil, tal vez sea mejor plantearnos nuevamente todo el tema de irnos a vivir a otro lado, sé que en su momento estuvimos de acuerdo pero las cosas han cambiado. No te voy a presionar pero quiero que lo pienses bien y me des una respuesta, sea lo que sea que elijas estaré contigo.

Sus palabras fueron cálidas pero había algo en ellas que no me dejaba tranquila y si mi instinto no me fallaba estaba 100% segura que era porque mi madre si quería irse. La abrace con fuerza y le prometí que barajaría todas las opciones posibles. Me mantuve así hasta que mi teléfono sonó, me separe de ella y conteste mientras que le decía a mi madre que quería comer, ella sin decir nada fue a la cocina. La vi caminar y mientras observaba su figura sentía un fuerte apretón en mi pecho. Tome mi teléfono y vi que era Francisca, tome aire y conteste lo más normal posible.

-hola Fran ¿cómo estás?

-hola Lu, ¿bien y tú?

-bien gracias

-qué bueno, ¿oye tienes algo que hacer en la noche?

-nada en particular ¿por?

-¿vamos a bailar?

-mmm la verdad Fran hoy no me siento con ganas de salir, solo quiero estar en mi cama

-a entiendo, si cambias de parecer me avisas

-claro te aviso

-dale cuídate y espero tu llamada

- tú también cuídate

Mi madre que había escuchado se asomó un poco desde la cocina y con su curiosidad me pregunto por qué no quería salir, no tenía ganas de decirle que simplemente no quería, así que le mencione que mi periodo debería llegar y prefería no salir, ella no insistió y continuo cocinando. En parte era verdad, pero lo que realmente quería era estar sola para poder pensar.

Ya después de la cena le mande un mensaje a Fran indicándole que no podía y así mismo le indique a mi madre que esa noche iba a dormir sola por un tema de pudor, lo cual ella entendió completamente, ya en mi cama me puse el pijama y unos audífonos y deje que mi mente vagara lo que más pudiera, pensaba en todas las cosas que pasaban y que han pasado hasta la fecha, tanto las buenas y maravillosas hasta las más amargas, y fueron estas mismas las que me ayudaron a decidirme. A pesar de que quería a Francisca y a Tamara y que estaba feliz con ellas, debía dejarlas en un tiempo ya que el amor que sentía hacia mi madre era más fuerte y lo que más anhelaba era poder hacer una vida de pareja a su lado sin miedo a que alguien que nos conociera descubriera nuestro secreto.

No sé en qué momento me dormí, pero desperté por el dolor de los audífonos puestos, me quite los cascos y los desconecte del celular cuando vi un mensaje de Tamara, en el cual me indicaba que había llegado “eso”. Me alegre por la noticia, pero no conteste el mensaje por la hora, pero tenía pensado ir a la tienda al día siguiente.

Cuando desperté, baje a preparar el desayuno y a prepararme un té de hierbas para los dolores menstruales cuando sentí unos brazos tomándome de la cintura, me gire y vi la cara de mi amada madre, nos besamos y nos dispusimos a tomar desayuno. Luego de hacer las cosas de la casa me fui al sex-shop, vi a Tamara que le explicaba algunas cosas a una morena con una linda figura, por lo que me puse a ver los juguetes para hacer tiempo hasta que la morena salió, me gire para saludar a Tamara justo en el momento en el que ella venía a nalguearme. Cada vez que la besaba me sentía sin fuerzas, era como si aquella mujer robara mi esencia vital.

Me mostro la tarjeta personalizada de la reserva, sabía que le había costado mucho y que era extraña ya que fácilmente se podía imprimir el recibo, sin embargo ese pequeño detalle era el pase a mi plan. Conversamos un rato y me fui a casa, no sin antes de asegurarme de dejarla con las ganas ya que me dedique a correrle mano y jugar con ella mientras la mantenía a raya. Me encantaba tener ese tipo de poder en una hembra como ella o como mi madre.

Faltaban pocos días para el cumpleaños de mi madre y los últimos detalles estaban listos ahora solo quedaba esperar el gran día, y si todo salía bien iba a ser la noche más morbosa que he tenido hasta la fecha.

Luego de unos días cuando mi ciclo termino quise recuperar el tiempo perdido, por lo que busque a mi madre con la clara intención de tener sexo con ella, y al encontrarla en el ****** fui a por todas pero me encontré con una barrera biológica en el proceso, me comento que ya estaba en las ultimas y que pronto podríamos volver a tener sexo. Cuando le hice mención si iba a estar bien para su cumpleaños y viendo mí insistencia en la fecha hizo que levantara sospechas en ella, de alguna manera pude esquivar el tema cuando empezó a preguntarme por qué tanto interés. Dado que quede con las ganas y sabiendo que me iba a costar mucho controlarme y no comérmela preferí salir.

Mientras iba conversando con Fran por teléfono caí en la cuenta de algo, ¿y si el día del cumpleaños Tamara estaba indispuesta? Todo mi plan se vendría abajo, llame apenas corte la otra llamada, fue una suerte que para mí que ella me dijera que ya había pasado y que tenía todo listo, así que entre conversaciones sin sentido quedamos de juntarnos en su casa en la tarde para que viéramos que íbamos a usar. Debo admitirlo este año estaba tan nerviosa por el cumpleaños de mi madre que de vez en cuando sentía un nudo en el estómago.

Cuando llegue a la casa de Tamara en la tarde aparte de comernos a besos y corrernos mano la una a la otra nos dedicamos a ver la lencería, juguetes y a ponernos de acuerdo de cómo lo íbamos a hacer para la sorpresa. De pronto Tamy se me quedo viendo muy seria a lo que me puse nerviosa.

-¿Qué pasa? ¿Por qué me miras así?

-creo que tenemos un problema, cuando encargué este conjunto lo hice con tu cuerpo más delgado, no creo que puedas entrar en el ahora.

-¡claro que si me queda, mira!- poniendo el conjunto sobre mi blusa.

-mmm nah estas más gorda Lu, no entraras ni con vaselina

el comentario me molesto, ya que siempre me he cuidado la alimentación y con mi orgullo herido, me empecé a desvestir, me puse la tanga roja del conjunto y el portaligas, cuando iba a ponerme el sostén Tamara como si fuera un animal salvaje salto sobre mí, todo fue tan rápido que antes que pudiera darme cuenta, tenía sus labios en los míos y una mano en mi entrepierna acariciándola hábilmente. Cuando por fin me dejo respirar me dijo.

-me equivoque, si te queda tan bien que no pude aguantar

-esto lo hiciste apropósito ¿no?

-jajaja la verdad es que si, sabía que te ibas a molestar

-no me gusto tu broma

-¿y esto te gusta?- decía eso mientras sus dedos entraban con facilidad en mi vagina, al mismo tiempo que mordisqueaba un pezón.

No le conteste y solo deje que me masturbara de forma frenética, podía oír el sonido acuoso de mi sexo, busque la cabeza de mi amante y la atraje hacia mí, quería sus labios así como su cuerpo, poco a poco la fui desnudando hasta dejarla solo con sus pantaletas, ella por su parte me quito el tanga y se fue a mi sexo, sentía como pasaba su lengua desde mi orificio y subía hasta mi clítoris, luego de unas cuantas lamidas podía sentir dos dedos dentro de mí, luego tres y en algún momento sentí los 4, cuando logre un orgasmo ella no se detuvo, algo quería y no sabía que era hasta que una sensación de orinarme me invadió, intente avisarle pero el chorro salió sin previo aviso. Exhausta y con la vergüenza de lo que creía que era orina me incorporé y le pedí disculpas.

-cariño eso no es orina se llama squirting, y es algo completamente diferente.

-¿cómo así?

-mmm explicarte que es en sí o como se logra es una molestia, pero te diré que es un líquido transparente e inodoro que solo algunas mujeres pueden llegar a tener y es debido a la excitación sexual provocada es completamente normal.

-pero…

-Lu cariño te diré algo, todo lo que salga de aquí (tocando mi entrepierna) lo recibiré con gusto.

-¿y tú has tenido alguno?

-depende

-¿depende de qué?

-lo que esté haciendo, antes mi antiguo novio le gustaba hacerme correr así, otras veces lo logro con algunos de mis bebes, no es siempre, pero es rico

-¿puedo preguntar algo?

-si claro

-¿por qué terminaste con tu ex?

-porque ataque su orgullo

-no te entiendo

-¿recuerdas el dildo gigante que tengo?

-si claro cómo iba a olvidarlo

-fue el segundo que me compre antes de montar el sexshop y al compararlo con su tamaño se sintió mal y me dejo

-¿Qué solo por un dildo?

-jajaja si se, podríamos decir que el dildo lo reemplazo y más que bien

Reímos las dos, luego nos dedicamos a seguir con nuestro encuentro sexual, besándonos, lamiéndonos y acariciando todos los lugares de nuestro cuerpo, de pronto Tamara me pregunto si quería que usáramos juguetes, no encontré problemas con eso así que empezamos con algunos vibradores y dildos pequeños, pero poco a poco fuimos usando más y más, llego un punto donde tenía dos vibradores en mis agujeros, tanto delantero como trasero, y le estaba practicando un sexo oral a Tamara.

Cuando terminamos ya por cansancio le pedí la ducha para asearme un poco, me arregle y me despedí de ella, de camino a casa recordaba llegaron algunas imágenes de Tamara bastante explicitas, algunas mostrándome su coño abierto con los dedos, otros su trasero, en algunas estaba con dos consoladores y otra con su pequeño monstruo, seguido de las palabras “algún día mi bebe estará en ti”.

Al llegar a casa encontré a mi madre trabajando por lo que después de saludarla fui a tirarme un rato y poder descansar, cuando desperté ya era tarde por lo que baje a cenar. De paso converse un rato con ella, me empezaba a doler el cuerpo por la sesión de sexo, y dado que mi madre estaba indispuesta me sirvió para poder dormir como un tronco. Otro día se había marcado y ya cada vez quedaba menos.

La semana paso rápido y finalmente llego el tan esperado día, no solo estaba nerviosa para que todo saliera bien, sino que estaba ansiosa ya que sabía que en la noche cumpliría la fantasía de mi madre. Prepare el desayuno especial y le hice entrega de su reserva, ella la miro y preguntándome porque yo no iba con ella para disfrutar, tuve que decirle que era solo para ella y que en la noche iba a preparar algo rico para las dos.

Sin darle muchas vueltas fue a ducharse y arreglarse mientras yo ordenaba un poco la casa al mismo tiempo que le avisaba a Tamara. Mi madre salió a su día de spa y calculando la hora de su llegada organizamos todo, entre arreglos con cintas, la habitación donde le daríamos la sorpresa, la comida para después (aunque creo que este último no lo íbamos a tocar) y nuestra indumentaria. Mientras yo llevaba un conjunto rojo de encaje con portaligas, Tamara llevaba uno blanco semi transparente.

Cuando sentimos la puerta abrirse Tamara se escondió en mi habitación a la espera de mi señal, mientras yo me cubría con una bata e iba al encuentro de mi madre. Esta al verme le pareció extraño y quiso indagar en lo que llevaba puesto, sin embargo no se lo iba a permitir, y tendiéndole el antifaz que ella uso conmigo le dije que se lo pusiera, acto seguido tome su mano y la lleve a su pieza, la senté en una silla y la deje ahí. Al cabo de unos minutos volví a la habitación junto con Tamara, sin hacer ruido le pedí que abriera las piernas, ella obedeció sin más pero no se imaginaba que iba a introducir un vibrador con una velocidad lenta pero constante, tome sus muñecas y las espose a su espalda y a la silla, esto evitaría que se quitara el vibrador.

Cuando estuvo lista le quite el antifaz, al principio le costó acostumbrase debido al cambio de oscuridad a luz, pero enseguida pregunto qué estaba pasando, sin decir palabra empezamos a besarnos Tamara y yo, mientras íbamos acariciándonos el cuerpo de forma mutua. Mi madre entendió que pasaba y solo miro en silencio, mientras nosotros poco a poco nos íbamos paseando por la habitación pasando cerca de ella y tomando poses sugerentes, fue Tamara la que empezó a desvestirse lentamente, primero su corpiño, luego una liga y después la otra, cuando solo le quedo la pantaleta, se agacho mostrándole el trasero a mi madre y cuando se bajó la pantaleta dejo ver dos cordones correspondientes a los vibradores uno en cada agujero, luego se fue a la cama y abriéndose de piernas empezó a tocarse lentamente.

Ahora era mi turno, realizando lo mismo que hizo Tamara fui desvistiéndome lentamente, la diferencia es que yo de vez en cuando le iba dando piquitos a mi madre quien trataba de agarrar mis labios con los suyos, cuando estuve solo con la tanga adopte la misma pose que mi amante había hecho llevando mi trasero a la cara de mi madre, la diferencia estuvo que yo si le puso mi sexo en su cara, lo que hizo que una vivaz lengua recorriera, me aleje un poco y le mostré que también llevaba vibradores. Cuando estuve desnuda completamente me acerque a la cama y me deje caer encima de Tamara quien me recibió con las piernas y brazos abiertos, seguido de unos besos franceses.

Nuestras manos recorrían el cuerpo de la otra y fui yo quien tomo la iniciativa ya que en un rápido movimiento me puse en 69 y empecé a lamer la concha de Tamara que apuntaba hacia mi madre. De vez en cuando levantaba la mirada solo para ver qué estaba haciendo, al parecer el vibrador estaba haciendo efecto en ella ya que trataba de morderse el labio para no gemir, nosotras no por supuesto, gemíamos como si nuestra alma quisiera abandonar nuestro cuerpo. Estire mi brazo hacia debajo de la cama para sacar varios dildos de diferentes formas y tamaños, se los iba mostrando a mi madre para después pasárselos a Tamara que los refregaba contra mi húmeda vagina, saco el vibrador de esta e introdujo el dildo hasta el fondo, el segundo dildo había sido lubricado por mi boca y cuando se lo pase a mi amante esta lo introdujo reemplazando el vibrador de mi trasero.

La escena en si me generaba mucho morbo, y sé que a mi madre también, se le notaba en la cara cuando logre un orgasmo producto de los movimientos que hacia Tamara con los juguetes esta los sacos y decidió limpiarme con su lengua. Ahora era mi turno, volví a sacar un dildo que, y se lo enseñé a mi madre, una cara de horror se dibujó al ver el tamaño de semejante bestia, sin embargo, su cara cambio entre asombro e incertidumbre cuando este juguete empezó a entrar lentamente en el coño de Tamara. Para ir facilitando la entrada me dedicaba a darles lamidas al clítoris al mismo tiempo que lo iba introduciendo, hasta que sentí dos palmadas en el muslo, la señal que habíamos acordado previamente para saber que ese era el límite. Aun así, un poco más de la mitad de esa bestia estaba dentro de mi amiga y era hora de darle placer, así que lentamente empecé a masturbarla hasta que ella se convulsiono debido al orgasmo. Al igual que ella pase mi lengua varias veces para recoger sus fluidos.

Empezaba la fase dos y con unos movimientos rítmicos nos fuimos tocando y entrelazando nuestras piernas hasta que quedamos en la posición de la tijera, el movimiento empezó por sí solo, al girar la cabeza podía ver como mi madre movía sus piernas juntas frotándolas una contra la otra.

Nos dejamos llevar hasta lograr otro orgasmo, nos quedamos así un momento hasta que pudimos recuperar el aliento, luego nos enderezamos de la cama y fuimos a la silla. Mi madre aún seguía en silencio, pero nos miraba con lujuria, solté las esposas le ayude a pararse y le saque el vibrador. Acto seguido la abrace y besándola le pregunte si le había gustado su regalo, sin decir palabra me beso y llevo mi mano a mis genitales, recorría mi cuerpo como desesperada, luego se alejó de mí y quedo mirando a Tamara. Empezó a avanzar con paso firme que por un segundo pensaba que la iba a golpear, sin embargo, la tomo de la cintura y de un rápido movimiento la beso, pude ver como la lengua de mi madre violaba la boca de mi amiga y que esta trataba de luchar contra aquella invasora devolviendo el beso.

Cuando se separaron pude ver un rastro de saliva en forma de hilo que unía las bocas y que después cayó al piso, mi madre me hizo un gesto para que me acercara y cuando estuve lo suficientemente cerca nos abrazó a las dos. Por un momento no supimos que hacer pero luego si, ya que mi madre quería besarnos a las dos casi simultáneamente, llego un punto donde las tres lenguas se juntaban en un beso. Pensaba que los besos triples eran estúpidos, pero en esa situación era todo lo contrario, una besaba a la otra, luego a la que estaba libre y así.

En un momento mi madre se separó de nosotras y nos miró de arriba abajo.

-gracias es el mejor regalo que le han podido dar a esta mujer.

-me alegro que le gustara señora

-no me llames señora, prefiero que me digas Fernanda

-está bien Fernanda

-mamá aún queda mucho de la noche que te parece si comemos algo, prepare una cena especial, además necesitamos recuperar fuerzas

-está bien además deben recuperarse porque después serán mías. Por cierto ¿Qué es esa cosa?- lo dijo apuntando al enorme dildo

-es mi bebe- Tamara lo dijo con orgullo- es mi regalón y mi favorito

- pero ¿cómo te puede entrar algo así? Lo vi, pero aún no me lo creo

-practica, paciencia y dedicación más que nada

Me había puesto solo mi tanga y salí de la habitación dejando a las dos a solas un rato, mientras fui a la cocina me puse el delantal para prevenir que saltara aceite u otra cosa caliente, escuche las voces de las dos y cuando me gire pude ver que venían igual a mí, solo con sus tangas correspondientes. La cena fue algo extraña ya que estábamos desnudas, pero aun así no faltaron las risas y comentarios subidos de tonos. Al terminar les dije a las dos que fueran a la pieza que yo iba a ordenar y limpiar.

Ni tontas ni perezosas salieron rápidamente a la habitación de mi madre, los gemidos no tardaron en llegar y de solo imaginarme lo que estaban haciendo me puso cachonda hasta que ya no aguante más y deje las cosas a media, total podría limpiar en la mañana. Al abrir la puerta pude ver a mi madre siendo penetrada por el strap on, la escena tenía su morbo, pero quería darle más, así que fui a mi pieza y saqué el otro arnés. Cuando regrese aun seguían en lo mismo, por lo que me posicione frente a la cara de mi madre, ella al ver mi pene de goma automáticamente empezó a mamarlo, levante la vista para buscar el rostro de mi amante, como pude me acerque a ella para besarla. Seguimos en esa posición unos cuantos minutos hasta que me salí y me acosté en la cama.

Le hice señas a mi madre para que me montara lo cual ella hizo de inmediato, dado que ya me había puesto de acuerdo antes con Tamy sobre la doble penetración, tan pronto como mi progenitora me monto la atraje hacia mí y la retuve con un abrazo, por su parte Tamara empezó a lamerle el culo y a jugar con él. Luego de eso lubrico el dildo y su entrada con gel y acto seguido empezó a entrar lentamente, cuando llego al final me hizo un movimiento con la cabeza y empezamos a bombear casi simultáneamente. Los gemidos de mi madre aumentaron cada vez mas de volumen y por su cara podía suponer que le estaba gustando demasiado.

Cuando vino su orgasmo nos fuimos deteniendo poco a poco hasta detenernos por completo y después nos salimos de ella, mientras la dejamos en la cama para que recuperara un poco el aliento me acerque a mi amante y me arrodille frente a ella, quería saborear el dildo que estuvo en las dos entradas de mi madre, de pronto me encontré compartiendo mi dulce con ella, Tamara solo miraba desde arriba, cuando encontró que no era suficiente se quitó el arnés a lo que nos enseñó su sexo chorreante. Cruzamos una rápida mirada mi madre y yo y sin decir palabras cada una fue a lamer un orificio diferente, mientras ella estaba delante yo estaba detrás, no solo lamiamos el cuerpo de nuestra invitada sino que de vez en cuando nuestras lenguas se encontraban.

Después de una ardua sesión de sexo lésbico donde cada una alcanzo más de un orgasmo y que nos dimos hasta por debajo de la lengua, estábamos exhaustas, mama se acostó al medio de la cama y nos indicó que fuéramos a hacerle compañía, cada una se puso al lado de ella y nos acurrucamos para descansar. Fui la primera en despertar, pude ver a Tamara durmiendo en el pecho de mi madre y esta dormía profundamente, no las quise despertar pero necesitaba con urgencia ir al baño. Cuando por fin pude salir de la cama e iba saliendo de la habitación mi madre me hablo

-Amor, gracias por la noche te pasaste, me encanto

-de nada mamá, me alegro que te gustara

-te amo- acto seguido se acomodó y se volvió a dormir.

-yo también te amo.
 
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