Lucia y su Mamá, Relación Lésbica 0002

heranlu

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Desde el comienzo de nuestra relación incestuosa y lésbica que he llevado con mi madre nos hemos demostrado que queremos a la otra y que nos atrae de una forma sexual, pero desde que use el strap on con mi madre aquella vez, había algo que estaba en mi mente. El poder hacerle el culo a mi progenitora, así que un día mientras nos estábamos bañando acerque su cuerpo al mío.

-mamá me excitas y me encanta estas duchas, pero ahora quiero que te pongas de la misma forma que me hiciste ponerme a mí cuando me sodomizaste

-¿y qué vas a hacerme hija?

-no es obvio mamá, quiero comerte el culo, saborearlo y jugar con él. También quiero tomar tu virginidad.

-con una condición

-¿Cuál?

-quiero lo mismo, también quiero tomar tu virginidad anal y debes prometerme que serás gentil conmigo.

-te lo prometo mamá, seré gentil.

Dicho eso abrace a mi madre y empecé a besar su cuello, mis manos masajeaban su trasero apretándolo, abriéndolo y recorriendo con mis manos, mi madre recorría mi espalda con sus manos poniendo énfasis en mi cintura y mi glúteos. Le di la vuelta haciendo que apoyara sus pechos en la pared, mientras yo la abría de piernas con una mano y con la otra tocaba sus labios vaginales. Empecé a besar su espalda bajando lentamente, cuando estuve a la altura de su trasero me posicione como una rana que está apunto de salta abriendo mis piernas, tome sus glúteos y los separe, puede ver su ano rosa y sus labios que estaban brillantes con la humedad que ella estaba teniendo.

Me dedique a lamer desde el clítoris hasta la entrada de su vagina, cuando sentía que estaba disfrutando de ese sexo oral que le estaba propinando me dirigí a su ano, ya se lo había comido muchas veces y estaba acostumbrada al sabor, por lo cual me dedique a introducir mi lengua y tratar de follarla de esa manera, una de mis manos ataco el botón hinchado que tenía mi madre, mientras que mi otra mano atacaba mi propio botón, sentía la respiración de mamá agitada al igual como su esfínter contraerse. Lamí hasta que sentí que mi madre se corría en mi cara, espere un poco a que se acostumbrara para seguir con mi cometido, esta vez empecé a masajear su entrada con mis dedos presionando poco a poco su entrada.

Cuando al fin se introdujo la primera falange de mi dedo anular, pude sentir el calor del recto de mi progenitora, la sensación era extraña pero al mismo tiempo me estaba excitando, empecé un mete y saca con mi dedo que cada vez se iba introduciendo más en ella, sin forzarla empecé a tratar de introducir mi dedo medio en ella de forma simultánea, me llevo varios minutos e intentos pero al fin metí dos dedos dentro del trasero de mi madre. Las piernas se me estaban acalambrando al estar en esa posición, así que trabajosamente me incorpore sin sacar mis dedos. Cuando estuve de pie lleve mi otra mano a su pecho y con un fuerte apretón atrape su pezón que estaba duro como el diamante. Mis dedos entraban y salían cada vez más rápido y los gemidos de mamá inundaban la ducha. De pronto sentí como su mano buscaba a tientas mi entrepierna, así que soltando su pecho la guie hacia mí. Al sentir mis labios sus dedos empezaron a sobarme de arriba abajo, mi humedad era tal que ya no necesitaba más lubricación, por lo que introdujo dos dedos en mí. El morbo que me estaba provocando esa escena estaba llevándome a pasos agigantados al clímax, y al bajar la vista podía ver mis dedos escarbando las entrañas de la persona que amaba más en ese momento, no resistí mas y busque su boca para besarla, apenas nuestros labios se encontraron y nuestras lenguas se pusieron a danzar tuve un orgasmo que drenaba mis fuerzas.

Mamá se movió hacia adelante para sacarse mis dedos y también saco los suyos de dentro de mí, se giró, tomo mi mano que estaba en ella y se la llevo a la boca, acto seguido me los puso a mí, inconscientemente lamia mis dedos con pasión, de pronto otros dos dedos estaban en mi boca, pero estos tenían mi sabor. Mi lengua buscaba estos sabores y mi mente guardaba este recuerdo en lo más preciado, pero en un momento ambos dedos ya no estaban en mi boca y fueron reemplazados por una lengua. No sé cuánto tiempo estuvimos besándonos, pero sí sé que la ducha se empezó a sentir fría y creo que mamá también sintió lo mismo ya que fue ella la que abrió el grifo y dejo salir un poco de agua caliente. Cuando terminamos de bañarnos, nos fuimos a vestir, observaba el cuerpo de mi madre y se me hacía agua la boca. Quería tener mucho sexo en ese momento pero habíamos quedado de ir a visitar la tumba de mis abuelos.

La mañana paso tranquila entre el cementerio y las compras de víveres, devuelta a casa mientras mamá conducía iba revisando unos videos pornográficos lésbicos, cuando algo llamo mi atención, era un dildo de doble cabeza como se le llama, donde ambas mujeres en el video se introducían un lado y después hacían una tijereta. Voltea a ver a mi madre que estaba pendiente del camino y le comente la idea.

-oie mamá ¿podemos pasar al sex-shop?

-si claro, ¿pero qué quieres comprar?

-mira detente un poco y te muestro- nos detuvimos en una esquina con las luces de emergencia puestas, le mostré el juguete y lo que hacían.- esto me gustaría comprar y hacer esto.

-claro cariño pero no sé si me queda saldo

-a pero por eso no te preocupes, yo pago- me miro extrañada

- ¿y a que viene tanta generosidad?

No puede evitar a reírme a carcajadas, no soy muy derrochadora que digamos más bien soy algo tacaña, volvimos a ponernos en marcha y aproveche el tiempo para entrar a la página de la tienda, fui buscando en el catálogo, de pronto apareció algo que pasaba por alto, el lubricante así que mientras le preguntaba la opinión a mi amada sobre cuál debía elegir, no fui consiente que ya habíamos llegado. Bajamos del auto y ahí estaba la misma dependienta, nos saludó con una sonrisa y nos atendió de maravilla, para ella era una madura con su pareja que era una joven. Esa era la imagen que proyectábamos a los que no nos conocía, y a los que si éramos madre e hija.

Me acerque al mostrador e indique que juguetes iba a querer, también le pregunte si ya había tenido experiencia que me pudiera brindar, la dependienta me indico como proceder, como lubricar y como seguir para sentir rico y que fuera una buena experiencia. Cuando termino la explicación y la compra me gire a ver a mi madre y sin pensarlo le dije:

-¿mamá no quieres comprar nada más?- mi madre me miro pálida y supe que la había cagado, me volví a la dependienta que estaba con la boca que fácilmente podía caber mi puño.

-espera ¿ustedes son madre e hija real cierto?- no sabía que decir, fue mamá la que salvo la situación.

-¿Qué? Jajaja no, nada que ver, somos pareja lo que pasa es que jugamos a que somos madre e hija

-pero si se parecen, ¿en serio no son madre e hija?

-no somos parientes ni nada, lo que pasa es que nos conocimos en un sitio de citas, nos llamó la atención lo mucho que nos parecemos y eso fue lo que inicio la conversación, poco a poco fuimos conociéndonos más y al final ahora somos pareja- mi madre me miraba en silencio.

-pero no entiendo, ¿entonces por qué llamarla mamá?

-es simple, por morbo nos excita imaginarnos en una situación así, por eso compramos muchos juguetes la vez pasada, porque fantaseamos de diferentes maneras.

-a entiendo.- se quedó un rato en silencio, luego pregunto-y ¿me puedo sincerar con ustedes sin que se molesten?

-claro- dijo mi madre

-siempre ha sido mi fetiche ver una relación incestuosa y pensé que era mi oportunidad.

- no tenemos el derecho de juzgarte, cada cual tiene su fetiche.

-gracias a las dos, ¿bueno algo más en que la pueda ayudar?

-no solo eso.

Salimos de la tienda en silencio incomodas a mas no poder, al llegar al auto me gire hacia mamá y me disculpe por lo que paso.

-lo siento mamá, llegue y hable.

-no pasa nada cariño tarde o temprano se nos iba a salir por suerte inventaste esa historia y nos sacaste de apuro.

- si menos mal, pero hay algo que me quedo dando vueltas

-¿Qué cosa?

-hablaste de que cada uno tiene un fetiche, ¿tú tienes alguno amor?- mi madre me miro y se puso roja a tal punto que parecía que su cara iba a estallar.

-si pero no te lo diré ahora, tal vez más adelante y ¿qué me dices tú?

-la verdad ninguno, pero si se me ocurre algo te lo diré- acto seguido me incorpore un poco y bese los labios de mi mujer. Para que decir que mi beso fue correspondido con lujuria.

Nos fuimos a casa y preparamos el almuerzo, comimos de forma normal y después de dejar limpio y ordenados nos fuimos a ver una película. La verdad no era muy entretenida y la veía más por costumbre que por otra cosa, de pronto mi mujer se acomodó en mis piernas y se quedó mirando la tele un rato, mientras yo acariciaba su cabeza. Cuando paso un rato fui a moverme y me di cuenta que mamá se había quedado dormida, verla así me hacía sentir extraña ya que por un lado quería mimarla y por otro me provocaba ganas de despertarla con besos, así que opte por la primera opción y mimarla. Cerré mis ojos y solo sentía la cabeza de mi madre y su pelo por los movimientos de la mano, también me quede dormida pero me despertaron para que fuera a acostarme a la pieza, me levante de malas ganas por que estaba cómoda y no quería despegarme del lado materno, por lo que la tome del brazo y me la lleve a mi pieza. Nos acurrucamos en la cama y seguí durmiendo.

Cuando desperté ya era de noche, mire a mamá que seguía durmiendo por lo que con mucho cuidado salí de la cama y me fui a la cocina a preparar la cena. Estaba concentrada en eso cuando sentí sus brazos rodeándome y su boca buscando mi cara, respondí el beso con pasión y cariño. Se sentía rico como si fuésemos una pareja recién casada, de pronto vino a mi mente un pensamiento. Si los desconocidos de esta cuidad nos veían como una pareja, entonces la idea de mamá de mudarnos era la correcta. Cuando cenamos fue mi madre la que me pilló por sorpresa, ya que pensaba que no se animaría a decirme.

-sabes hija creo que debería decirte cual es mi fetiche

-¿en serio? Dime dime- estaba intrigada por saber cuál era el secreto de mi madre

-promete que no te enojaras.

-mmm okay lo prometo.

-bueno mi fetiche siempre has sido tu pero me gustaría ver como lo haces con alguien

-¿y eso?

-veras un ex novio que tuve tenía el fetiche de que lo viera a el tener sexo con otra mujer. Obviamente me negué y lo mande al carajo, sin embargo seguíamos de novios, hasta cuando logro convencerme. El trajo a una compañera de trabajo donde me la presento y todo, luego lo vi a el tener sexo con otra mujer, no puedo decir que no me gusto porque estaba tan excitada que después que él se vino la primera vez, me sume a ellos. Fue la noche más excitante en ese momento y pensé que no habría otra, hasta que te tuve a ti.

-entiendo y ¿quieres que tenga sexo con un tipo?

-no la verdad, me gustaría ver como tienes sexo con una mujer

-¿y por qué con una mujer?

-porque cuando lo miraba no miraba al tipo sino que miraba a la mujer, miraba sus pechos, su vagina, su cara y expresiones y cuando me sume no le preste atención a mi ex novio sino que me dedique más a ella.

-¿y eso por qué?

-yo creo que ahí fue cuando me di cuenta que me atraían más las mujeres que los hombres, porque cuando conocí a tu padre no me sentía para nada atraída hacia el y eso que el pasaba en el gimnasio

-mmm no se no me siento cómoda si no eres tu mi pareja

-tranquila te dije que te iba a contar cual es mi fetiche, eso no quiere decir que quiera que lo hagas

-está bien mamá lo tendré en cuenta, pero no me animo

-lo se cariño, no te voy a obligar a hacer algo que no quieras

-y solo por curiosidad, ¿con quién te gustaría que lo hiciera?

-la verdad con la chica del sex-shop

-¿por qué ella?

-morbo, su cuerpo es como el tuyo, piden a gritos que lo follen

-lo voy a pensar, no prometo nada.

-gracias cariño y dime ¿tú tienes algún fetiche o fantasía que quieras cumplir?

Me puse roja de la vergüenza, más que nada porque me era difícil contarle, pero dado que ella se sinceró conmigo quise hacer lo mismo.

-la verdad cuando me puse a ver videos porno de lesbianas encontré uno que me llamo la atención. Es muy humillante para la otra persona, pero diría que lo que me gustaría más seria tratar y ser tratada como una perra.

-mmm veo que te va el sadomasoquismo

-¿eso es parte del sado?

-no estoy tan segura, pero diría que sí

-entonces sí, cuando vi el video lo encontré morboso y excitante

-pero sácame de una duda como es eso de tratar como una perra, ¿qué hacían en el video?- mi cara se puso más roja, sentía mis mejillas arder.

-prácticamente la sacaban a pasear con correa, le daban agua en un plato y lo dejaban en el piso y le ponían una cola, aunque eso no sé cómo lo hacían ya que el “perro” andaba en un traje.

-esas colas las vi en el sex-shop, llevan un plug anal

-¿entonces van en el trasero?

-así es cariño

-a ahora todo tiene sentido, pero mamá no quiero que haga nada que la humille, solo le estaba diciendo.

-si lo sé, ahí veré que hago- algo pasaba por su cabeza y podría decir que mi madre estaba barajando la posibilidad de hacerlo realidad.

La conversación siguió por ese ámbito, viendo que nos gusta o nos gustaría que poses nos gustaba más y cosas así. Cuando terminamos de comer mi madre me dijo que se iba a preparar y que esperara cerca de una hora y fuera al baño, aproveche de googlear algunas cosas que tenía dudas y ordenar un poco. Al pasar el tiempo sentí a mi madre llamarme, fui al baño y la encontré a ella con una toalla, había varias cosas en el lavamanos y me explico lo que era una limpieza anal. Cuando termino de introducirme me dejo sola en el baño, observe con cuidado cada cosa. Había un plug anal, lubricante, una pera y un enema. La limpieza fue rara, sentía como el agua entraba y después de unos minutos debía sacarla, realice el proceso varias veces hasta que me sentí limpia, luego tome el lubricante y lo esparcí en mi ano, hice lo mismo con el plug y cuando estuvo listo lo lleve a mi entrada. El frio del metal solo hacía que apretara mi esfínter, cuando paso la parte más ancha se deslizo rápidamente dentro de mí, me sentía invadida y abierta, poco a poco el frio se dejó de sentir y me empecé a acostumbrar.

Cuando me mire al espejo podía ver mi cola con esa extraña gema al medio, me estaba arrepintiendo cuando mi madre golpeo la puerta del baño para saber si estaba todo bien, le dije que sí que ya iba a su pieza. Se adelantó y fue a su habitación lo que aproveche de verle la cola, había una gema también, lo que sirvió como impulso para decidirme, si mi madre soporto lo mismo y lo estaba haciendo porque yo se lo pedí, porque no podría animarme yo. Ese pensamiento dio vueltas en mi mente mientras terminaba de alistarme, ella me estaba dando su virginidad, nunca le pregunte si estaba cómoda con el sexo anal, sino que era lo que yo quería. Debía hacer algo por ella y sabía que, el problema era como iba a convencer a la dependienta del sex-shop, no creo que ella se negara, pero no solo me daba vergüenza ir hasta allá y decirle que quería tener sexo con ella frente a mi pareja sino que tampoco sabía si quería y para que hablar de cómo se llamaba, para mí era la dependienta.

Decidí preocuparme por eso en otra ocasión y ahora solo debía centrarme en la mujer que tendría para mí en unos minutos, me iba a poner una toalla cubriéndome pero cambie de parecer y fui desnuda al cuarto. Cuando llegue la vi a ella sobre la cama solo tapada con la toalla leyendo algo en su celular, empecé a caminar de una forma sensual hacia ella desfilando mi cuerpo recorriendo con mis manos, adoptando unas poses muy sexy y sugerentes, jugando con mi presa. Mamá observaba con atención y cuando le di la espalda para enseñarle la gema me agache para que se viera mi trasero y mi sexo, ella en el acto llevo una mano hacia mi glúteo y lo nalgueo de una forma sexual, me di la vuelta y me subí con las piernas abiertas sobre ella, había visto varias veces esos movimientos cuando en las pelis iban a club de striptease y sabía que a mi madre le estaba gustando porque sus manos recorrían mi cuerpo de arriba abajo. Tome su cara y la conduje a mi pecho lo que aprovecho para morderme los pezones, yo solo me deja estar cuando encontré que era suficiente volví a tomar su cara pero esta vez para besarla.

Fui yo quien atacaba ahora, empuje para que se acostara y fui lamiendo cada rincón empezando por su pezón izquierdo, deleitándome con él mientras lo succionaba como para arrancárselo, pase al otro lado y repetí el mismo proceso, luego fui bajando hasta el punto de encontrarme con su tan preciado clítoris, el cual lamí varias veces, tomaba la piel de este botoncito y tiraba un poco hacia atrás para que saliera de su escondite, solo para succionarlo fuerte. Los jugos desbordaban de la vagina de mi madre y como no quería que se desperdiciaran empecé a recolectarlos con mi lengua, llego un punto donde estaba tan enfrascada en mi función que había olvidado mi objetivo. Cuando sentí el metal en mi lengua recordé a lo que iba, por lo que extendí mi mano hasta encontrar las bolas chinas, retire con cuidado el plug y me dedique a contemplar el agujero, estaba abierto presentaba un lindo color rosa y tenía un aroma exquisito ya que el lubricante traía una esencia de vainilla. Sin pensarlo empecé a lamerlo y tratar de follarlo con mis dedos, tome el lubricante para vaciar un poco en las bolas e irlas introduciendo lentamente. Este juguete contaba con 5 bolas, cada una más grande que la anterior simulando la ultima el grosor de un pene, por lo que introduje la primera lentamente.

Mamá se tensó unos segundos ya que era nuevo para ella, yo por lo que había visto debía preocuparme que no sintiera dolor, así que acaricie su sexo mientras iba introduciendo la segunda y la tercera, la cuarta costaba un poco más, pero me tome un tiempo hasta que pudo entrar, no así la quinta que no quería entrar, así que saque un poco el juguete lo volví a untar con lubricante y fui metiéndolo de nuevo, cuando llegue a la última bola y para que mi madre tuviera mejor dilatación, empecé a masturbarla frenéticamente. Mi idea había dado resultado, ya que poco a poco la quinta y última bola había entrado en el ano de mi amada. Espere un rato que se adaptara y cuando ya estaba casi llegando al orgasmo empecé a tirar de la anilla que venía, tire rápido pero no fuerte lo que provoco que salieran como una vibración, mi madre por su parte logro un orgasmo que la hizo levantar las caderas y sacudirse fuertemente. Podía ver sus agujeros abrirse y cerrarse.

Cuando recupero el aliento se enderezo y fue a por mí, me comía la boca, masajeaba mis tetas y apretaba mis nalgas, me tiro a la cama y empezó a besarme de una manera salvaje, sentía sus besos en mi pecho y dos dedos girando en mi clítoris, luego me tomo con sus brazos y me hizo girarme para que mi trasero quedara levantado y mi pecho contra el colchón, empezó a lamerme mientras jugaba con el plug empujándolo hacia dentro y sacándolo otro poco. Me iba dilatando y cuando saco el plug me sentí vacía, sin embargo la sensación duro poco ya que fue metiendo las mismas bolas que yo había puesto dentro de ella, las sentía entrar abriéndose camino y siendo empujada por la que seguía. Mi clítoris estaba adolorido de tanto masaje, de pronto sentí dos dedos dentro de mi vagina y como se acomodaban para ir empujando desde dentro las bolas. La sensación era exquisita y cuando la última estuvo dentro de mí, me sentía muy llena, de pronto un desgarro rápido me trajo de vuelta a la realidad ya que mamá las había tirado de la misma forma mía, no aguante y me corrí bestialmente, sentía mi trasero abierto de tal manera que pensaba que me iba a quedar así para siempre.

De pronto sentí el dildo doble, la verdad me sentí decepcionada porque quería usarlo en mamá primero pero cuando voltee a verla mi morbo y mi alegría no daban abasto, no solo estaba en cuatro con el dildo en mi trasero, sino que mi madre se lo estaba introduciendo ella misma en la misma posición, cuando ya lo tuvo dentro empezó a moverse de tal forma que nuestros traseros se juntaron, hice lo mismo ya que quería que también se penetrara.

La sensación era muy rica y saber que mi amada madre estaba desvirgándose al mismo que yo le daba un plus, lleve mi mano a mi chorreante coño y cuando finalmente tuvimos ese orgasmo tan rico, me sentí pesada y me deje caer en el colchón. Volví la vista y pude ver que mi madre estaba en la misma situación mía.

Me salí del dildo y gatee hacia ella cuando llegue le di un beso romántico, deje que recuperara el aliento mientras la daba vueltas y la acostaba. Baje la vista y aún estaba ese dildo saliendo de su ano, volví a mirarla para saber si estaba bien.

-¿mamá cómo te encuentras?

-cansada y adolorida

-¿quieres seguir o prefieres parar?

-hagámoslo una vez más por hoy

-está bien

Acto seguido me posicione en la pose de la tijera pero esta vez introduje yo misma ese dildo en mi trasero, cuando estuve lo suficientemente cerca de mi madre me acomode de mejor forma y forcé una penetración anal mientras rozaba nuestros sexo, la sensación era exquisita ya que la tijera nos brindaba el placer delantero mientras que nuestra retaguardia era violada de forma constante.

Quería que mamá se corriera por lo que lleve mi mano a su clítoris y me puse a besar una de sus piernas, habremos estados unos minutos, pero se sintió como hora. Esta vez fui yo la que duro más y pude apreciar los espasmos que tenía mi madre. No quise seguir moviéndome porque no quería que le provocara dolor así que manteniendo la tijera empecé a tocar mi clítoris hasta llegar al orgasmo.

Con cuidado desarme la pose y le quite el dildo, me acerque a ella para volverla a besar y tomarla en mis brazos, ella solo se dejó querer hasta quedarse dormida. Había logrado tomar la virginidad de mi madre al mismo tiempo que le daba la mía, hubiera sido la mejor experiencia pero en el fondo sabía que ella lo había hecho porque se lo había pedido, ahora era mi turno de devolver el favor pero debía pensar con mucho cuidado para no meter las patas.

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Después de la primera sesión de sexo anal con mamá, empecé a pensar como lo iba a hacer para convencer a la dependienta del sex-shop para que tuviera sexo conmigo y que mamá vea mientras tanto. Así que mientras estaba tirada en mi cama mirando el techo me empecé a imaginar varios escenarios posibles, sin embargo no eran la solución, por lo que para despejar mí mente tome mi celular y busque el número de una amiga.

Tampoco sabía para que la llamaba, más que nada fue un acto involuntario, el tono de marcar sonaba y sonaba hasta el punto de que ya iba a colgar cuando contestaron desde el otro lado.

-hola Mary ¿Cómo estás?

-hola Lucia, bien aquí aburrida y ¿tu cómo has estado?

-bien gracias, oye ¿estas ocupada hoy?, tenía ganas de ir a hacer algo en la tarde

-iba a bañar a rex que apesta, ¿porque no vienes y salimos desde acá?

-mmm no me gusta tu perro y lo sabes, que tal si lo bañas y nos juntamos más tarde, ¿te parece?

-jajaja ¿aun estas enojada porque boto cuando se tiro para recibirte?

-no la verdad pero prefiero evitarlo

-bueno no pasa nada, juntémonos entonces como las 6 en la plaza

-dale ahí nos vemos, estamos al habla

-ok pero no llegues tarde Lu

-no lo hare, lo prometo.

Nos despedimos, mire la hora en la pantalla de mi móvil iban a ser las 2 de la tarde, por lo cual aún tenía mucho tiempo antes de salir, aproveche de que mamá estaba cocinando para meterme a la ducha y alistarme. Cuando baje a almorzar vi la mirada que me dio mi madre, una mirada de un depredador que iba a saltar sobre su presa, por lo que para jugar un poco con ella le pregunte como me veía mostrando mi figura y resaltando mi trasero lo que más podía. Le comente que iba a salir con una amiga por lo que existía la posibilidad de llegar tarde.

Almorzamos tranquilas y ya después me di los últimos toques, en el trayecto hacia la plaza iba pensando en mis planes lo que hizo que mi mente se perdiera lo que provoco obviamente que me pasara de la parada donde debía bajarme, tuve que correr devuelta y cuando llegue a la plaza busque con la mirada a Mary, cuando de pronto una fría sensación se posiciono en mi espalda, al girarme estaba ella sosteniendo una lata de jugo.

-llegaste temprano, ¿qué te paso Lu?

-nada solo hace tiempo que no te veía

Tuvimos una tarde de amigas, paseamos, nos sentamos en una banca y luego la invite a tomar un café, hace algunos meses que no nos veíamos por lo cual nos pusimos al corriente de nuestras vidas…

-Mary y ¿aun estas con Felipe?

-nah terminamos hace un mes aproximado

-¿y eso por qué?

-trato mal a rex, he incluso le tiro una patada por lo que lo corte de una.

-¿cómo así? Si siempre le han gustado los perros.

-la verdad es que cuando paso Felipe estaba borracho y como me fue a molestar, rex le mostro los dientes y trato de protegerme y bueno una cosa llevo a la otra.

-que mal, ¿pero cómo te sientes?

-bien la verdad, al principio estaba molesta pero si no me van a querer con perro y todo es mejor que se vayan por el mismo camino que vinieron. Y dime ¿sales con alguien?

-sí y no

-¿Cómo es eso?

-lo que pasa es que estoy intentando algo con alguien pero es una relación complicada ya que es una persona mayor

-¿andas con un viejo verde?- la cara de asco que puso en ese momento me dio coraje

-no, es complicado pero no es un viejo verde como dices, es más bien una mujer

-¿Qué? ¿O sea te van las tijeras?

-sí, soy lesbiana- algo en mi pecho se inflo con orgullo cuando dije mi inclinación sexual

-¿y tú vieja sabe?

-sí, ella lo sabe, ¿no eres homofóbica cierto?- hubo un largo silencio.

-lo siento Lucia pero es mucha información la que me has soltado, y debo digerirla como tal. Gracias por todo y estamos al habla, cuídate.

Me quede sentada viendo como Mary salía de la cafetería, mire hacia la calle y deje que mis lágrimas salieran, me sentía traicionada, estaba molesta por la actitud de mi amiga, permanecí en silencio mirando cómo la gente caminaba por la calle y me preguntaba porque debía sentirme así cuando no he hecho nada malo, de pronto una servilleta apareció en mi campo de visión, una garzona que había escuchado se acercó a mí para consolarme.

-hola, disculpa escuche la última parte, ten seca esas lagrimas.- mire a la chica, su piel blanca como la leche, una cabellera castaña clara con unos ojos marrones preciosos, un tatuaje que marcaba su brazo izquierdo y una figura algo rellenita pero que a la vista hacia babear a quien la mirara.

-gracias, siento que lo hayas visto.

-no pasa nada, es normal que la gente reaccione así. Siempre se rigen por lo clásico, los hombres deben estar con las mujeres y viceversa.- cuando termine de secarme la mire fijamente, quería saber que pensaba ella en ese momento.

-¿y a ti no te molesta?

-mi hermano es gay, le ha costado mucho adaptarse a la sociedad y sus prejuicios desde que salió del closet pero lo he apoyado siempre, por cierto soy Francisca

-Lucia, mucho gusto-

-mucho gusto – dio un vistazo por sobre el hombro para ver a un tipo que la estaba llamando, le hizo un gesto de que esperara un poco, tomo una servilleta y anoto.- ten, este es mi número, llámame si necesitas conversar.- acto seguido se dio la vuelta y siguió con su trabajo.

Tome la servilleta y anote su número en mi teléfono, acto seguido llame a la persona que me estaba atendiendo, pague la cuenta y me fui del local, antes de salir busque con la mirada a Francisca, cuando la encontré me despedí de ella con un gesto de mano y le di las gracias aunque no sé si habrá entendido, pero lo que si se es que me ayudo de gran manera, ella por su parte mi hizo un adiós con la mano y me mostro una sonrisa.

La brisa de la tarde se sentía fresca pero no me importo, no me sentía con ánimos de llegar aun a casa por lo que me puse a caminar recorriendo las calles, sumida en mis pensamientos cuando de pronto sentía que alguien me llamaba, no pensé que fuera a mí por lo que no busque a quien decía mi nombre, de pronto tomaron mi muñeca, al girarme para ver quién era me encontré con mi madre.

-te estaba llamando, ¿no me escuchabas?

Al ver su cara una nueva oleada de llantos surgieron, me abrace a ella con fuerza, ella por su parte me devolvió el abrazo y acaricio mi cabeza, cuando me calme un poco tomo mi cara para que la viera.

-¿Qué paso cariño, está todo bien?

-no, no me siento bien, ¿podemos ir a casa ahora?

-claro, el auto esta por acá.

Tomo mi mano y me llevo al estacionamiento cuando subimos al auto quedamos en silencio un momento, ella solo espero pacientemente. Reuní fuerzas y le comente lo que había pasado.

-salí con Mary, la tarde fue agradable pero cuando la invite a tomar un café le comente que era lesbiana y que estaba iniciando una relación con una mujer mayor, obviamente no le di nombres, ella simplemente no me dijo nada y se fue, según ella era mucha información, me dejo tirada en el café. Ahí se me acerco una garzona que me consoló un poco y me dio su número para que hablemos. Luego me puse a caminar, pensando porque debemos ocultarnos de la sociedad cuando no hemos hecho nada malo, no lo entiendo mamá ¿Por qué la vida es así?- acto seguido volví a llorar.

Mamá solo escucho mi historia hasta el final, luego me atrajo hacia ella para que llorara en su hombro, mientras me daba besos en la cabeza y me hacía cariño. Cuando ya estaba calmada sin quitarme de la pose que estábamos, empezó a decir.

-cariño, la sociedad aun no acepta que las personas puedan demostrar el amor que sienten hacia los de su mismo género, es algo que por generaciones se ha ido pasando. Sin embargo eso no quiera decir que todos renieguen las cosas, Mary tiene razón, no es fácil digerir bombas como las que tú le soltaste, estas cosas llevan tiempo procesarlas, algunas personas las aceptan y otros no. Sea lo que sea que elija Mary es su decisión, no puedes hacer nada al respecto, solo esperar ya que ella es tu amiga más cercana, solo dale tiempo. Así también las cosas malas duelen pero no debes enfocarte solo en eso, sino que también debes ver que aprendiste y que ganaste el día de hoy. Tal vez hoy hiciste una nueva amiga sin darte cuenta.

Además ya queda poco, encontré un lugar donde mudarnos, empezar desde cero como pareja y sin miedo a que la gente nos reconozca, sé que te va a encantar la ciudad.

-¿en serio?- me enderece aun con lágrimas en los ojos.- ¿Dónde?

-vamos en la casa te muestro bien

-¿pero es un país o una ciudad?

-el país es Bélgica, está en Europa, por lo que debemos cambiar el continente. Además que allá tendremos que aprender dos o tres idiomas.

-¡Bélgica! Pero eso es al otro lado del mundo, como lo haremos con nuestras cosas, el idioma, la cultura y demás.

-hablemos con calma en la casa, ahí te explicare mi plan.

-mmm no me convence

-si te dijera que elegí este país por sus leyes y tolerancia a la comunidad LGBT, ¿cambiarias de opinión?

-no lo sé, aún es muy pronto, debo digerir la información y asimilarla

-lo mismo que Mary- ese comentario fue como un balde de agua fría que me tiraban.

Me quede en silencio y me puse a ver la ventana, mi madre me demostró en poco minutos como se sentía mi amiga con mi sexualidad aunque claro eran temas totalmente diferentes, sin embargo cuando mamá me había comentado que nos mudáramos pensé que sería a otra ciudad solamente no a que cruzaríamos todo el océano para llegar a un país que apenas había escuchado su nombre.

Mire a mi madre quien iba manejando tranquilamente concentrada en lo que hacía, agradecí en ese momento por la increíble mujer que me había tocado tanto como madre y como pareja. Fue cuando recordé lo mucho que ha hecho por mí en nuestra relación y eso también fue el detonante para decidirme ir al sex-shop, no perdía nada con intentarlo.

Al llegar a casa revisamos el plan de mamá, no solo consistía en comprar la casa lo antes posible, nos llevaríamos solo ropa, sino que además venderíamos la mayor cantidad de muebles posible y lo que pudiéramos lo mandaríamos por encomienda. Fijamos el plazo en dos años como mucho para así ver los trámites correspondientes en la embajada, aprender lo máximo posible el idioma y costumbres, y demás cosas que surgieran.

Pasaron unos días desde mi salida con Mary, cuando esta me llamo.

-hola Lu, ¿tienes tiempo hoy para que nos podamos juntar en el mismo café del otro día?

-hola Mary, si claro, juntémonos cerca de las 6 ¿te parece?

-si ningún problema, bueno después nos vemos, cuídate

-igual tú.

Cuando corte aun podía sentir el hielo en mi oreja, desde ese día que le comente mi tendencia sexual a mi amiga había pensado mucho, no solo en ella como amiga sino que también estaba el tema de la mudanza. Quería arreglar las cosas con Mary para poder disfrutar el poco tiempo que tuviéramos juntas y hace poder crear unos bellos recuerdos que llevarme a Bélgica. Una vez que estuve arreglada y me disponía a salir, mi madre me llamo.

-dime mamá

-hija iras a juntarte con Mary ¿cierto?

-sí, quiere que nos juntemos en el café del otro día.

-hija lo que sea que te diga Mary, ya sea que te acepte como eres o no, no guardes rencor.- me dejo pensando en eso, quede algo triste por lo que me dijo solo atine a decirle tres palabras.

-está bien mamá

-cuídate cariño- acto seguido me despidió con un beso en la boca.

No quería ir en transporte público, por lo que pedí un taxi para llegar. Llegue 20 minutos antes, por lo que aproveche para preguntar por Francisca, el cajero me miro de pies a cabeza y luego la llamo, cuando apareció ella estaba igual de hermosa que la primera vez que la vi.

-hola Lucia ¿Cómo estás?

-hola Francisca, ¿muy bien y tú?

-de maravilla, ¿en qué andas?

-me voy a juntar con la amiga de la otra vez que quiere hablar conmigo.

- a dale, entonces yo las voy a atender.

-gracias, pensé que hoy tenías libre

-no cariño, tuve hace unos días aunque ya me queda poco para salir.

-qué bueno ahí vemos si podemos conversar si es que no tienes planes.

-claro, salgo a las 9, ahí podemos quedar un rato.

Esta feliz de que fui bien recibida aunque no conocía a esta persona, le pedí una mesa en la que tuviera un poco de privacidad y pedí un jugo natural. Al cabo de un rato llego Mary, su expresión al verme fue tan fría que mi mente ya se estaba preparando para el rechazo. Se sentó y me saludo cordialmente, como quien saluda a una persona que te hace una entrevista de trabajo. Fui yo quien inicio la conversación para saber en qué me iba a afectar.

-qué bueno verte Mary, ¿cómo te ha ido?

-bien gracias, ¿y a ti?

-me va bien, quieres un café o un jugo yo invito.

-no gracias, la verdad iré directo al grano- automáticamente subí mis defensas cuando dijo eso- estuve pensando en ti, en lo que eres y en mí, y eres mi amiga y todo pero para serte sincera no lo veo normal que una mujer se acueste con otra mujer. No me siento cómoda sabiendo que eres lesbiana y que tal vez me mirabas con otros ojos cuando nos quedábamos en la casa de la otra o nos cambiábamos juntas.- la rabia me cegó pero recordé las palabras de mi madre

-no te preocupes nunca te mire con esos ojos, no me gustas- su cara se desfiguro, Mary siempre ha tenido un ego muy grande y estaba acostumbrada que todos los hombres quisieran andar con ella, creo que fui la primera que le ha dicho esas palabras.

-no te creo, porque sé que tengo una bonita figura.

-piensa lo que quieras, yo tengo mi pareja y la amo.

-de todas maneras prefiero que esto se acabe aquí, no me siento cómoda a tu lado.

-entiendo, no hay problema, de todas maneras no creo que esta amistad hubiera durado mucho más, me voy a ir al extranjero a vivir en un tiempo más. Así que como tú dices dejémoslo hasta aquí.

Francisca que estaba atendiendo se acercó a nosotras, pudo notar el ambiente tenso y dirigiéndome una mirada pregunto

-¿está todo bien aquí?

-si solo estamos conversando como amigas- dijo Mary.

-disculpa puedes traerme la cuenta por favor- Francisca asintió con la cabeza y fue a buscar lo que le pedí.

-disculpa Mary, voy al baño

Hice un esfuerzo muy grande para no ponerme a llorar en ese momento, lave mi cara y me tome unos minutos para calmarme, cuando volví Francisca estaba cerca de la mesa y no vi a Mary.

-he vuelto

-tu amiga se fue, ¿estás bien?

-no la verdad pero se me pasara

-si quieres me esperas si deseas hablar con alguien

-no gracias, tal vez otro día, ahora quiero ir a un lugar especial, debo hacer algo

-¿no iras a cometer una locura o sí?

-nah tranquila, es solo que debo hablar con alguien- tome la cuenta vi el total y me di cuenta que solo había un vaso de jugo, siendo que consumí dos

-esta cuenta esta mal, falta una cosa.

-yo invito uno tranquila

-muchas gracias

Pague, me despedí de Francisca y salí de la cafetería, espere en una esquina algún taxi que me pudiera llevar, cuando al fin pude tomar uno el conductor pudo ver que estaba llorando, amablemente me pregunto si necesitaba ayuda y si estaba bien, para calmarlo solo le indique que tenía un mal día nada más, acto seguido le di la dirección del sex-shop.

Mi mente estaba en otro lugar, recordando los momentos que había vivido con mi amiga de la infancia, las peleas y reconciliaciones que tuvimos, los secretos que nos contábamos, los ratos de ocio, las risas, las penas y un montón de cosas más. Llore en silencio por haber perdido a una amiga, pero como le prometí a mi madre no guardaba rencor hacia ella. Cuando llegamos a destino, pague lo que correspondía, le agradecí y le dedique una sonrisa al conductor.

No sé si estaba en el sex-shop por despecho o porque deje que mi mente me llevara donde quería estar, la cosa es que cuando entre a la tienda me encontré con la dependienta, la cual al verme fue donde mí.

-hola chica me alegra verte, que paso tienes una cara terrible

-Hola, tuve una pelea con una amiga es todo.

-que mal, ¿no era esa milf que anda contigo cierto?

-¿milf?

-es un sigla en inglés Mother i like fuck o madre que me follaria en español.

-a entiendo, no es ella, estamos súper las dos, era con otra amiga.

-mmm déjame adivinar, ¿supo que eras lesbiana y quiso cortar el vínculo cierto?

-exacto, como lo supiste, ¿eres una bruja o algo?

-jajaja no, es solo que yo viví eso mismo hace algunos años.

-¿también eres lesbiana?

-bisexual, pero dejando de lado eso que te trae aquí hoy, ¿buscas algún juguete con quien desquitarte o algo así?

-la verdad quería hablar contigo

-¿conmigo? ¿De qué?

-la verdad esto sonara mal, lo que pasa es que pronto será el cumpleaños de mi pareja y quería regalarle el fetiche que tiene, el problema es que quiere verme teniendo sexo con otra mujer y la verdad no se de alguien más a quien pedirle esto

-¿guau ni siquiera nos conocemos y quieres que me acueste contigo?

-lo sé, sé que suena mal por donde se mire

-¿Cuándo es el cumpleaños?

-el 15 de mayo, es decir en unos dos meses

-no te voy a decir que no, pero tampoco te diré que sí, pero tengo una condición si la cumples aceptare.

-¿Cuál es?

-no me creo el cuento ese de las páginas de citas así que tienes que decirme que son ustedes, cuál es su vínculo y solo así aceptare.

Sentí que las cartas que había colocado cuidadosamente para mi castillo se venían abajo, no supe que contestar, pero si quería cumplir con el fetiche de mi madre debía jugármela con todo.

-está bien, si quieres podemos conversar acá o donde te gustaría.- ella miro su reloj luego me dijo

-que tal en mi departamento, no nos molestara nadie ahí.

-está bien, déjame avisarle a mi pareja que llegare más tarde. ¿A qué hora cierran hoy?

-por lo general cerramos a las 9, pero hoy voy cerrar ahora, así nos vamos altiro.

-¿pero no te retara tu jefe?

-esta tienda es mía.

-a ok

Pacientemente espere en un asiento, mientras ella cerraba todo, de pronto se dio vuelta hacia mí.

-¿no nos hemos presentado no es así? Mi nombre es Tamara.

-Lucia, mucho gusto.

-bien está listo Lucia ¿nos vamos?

Asentí con la cabeza, Tamara camino delante mío a una camioneta grande roja, cuando subí vi varios dildo en la parte de atrás, muchos de ellos estaban abiertos me llamo la atención algunos que no tenían forma de pene, sino más bien eran grotesco como tentáculos, algunos gigantes y otros con otras formas.

-¿y esos?

-son mis bebes, los he probado todos, ¿te llamo la atención alguno?

-¿como? Pero si son enormes.

-costumbre más que nada, ahora si quieres puedes contarme

-con una condición, lo que te voy a contar no puede salir de tu boca nadie debe saberlo.

-okay lo prometo-

Me arme de valor y empecé desde el principio, fui narrando los sucesos hasta ahora, solo era interrumpida por pequeñas preguntas, de pronto la camioneta se detuvo frente a un portón de madera, era una pequeña casa algo alejada pero relativamente cercana al local.

Tamara me miro y sin siquiera pedirme permiso me beso, los primeros segundos fueron una sorpresa pero luego mi boca se movió por si sola y trataba de devolver el beso. Sus manos recorrían mi dorso con una sensualidad y precisión que no había visto en mi madre. No supe en que momento ella logro desabrochar mi blusa, pero sentir sus suaves dedos recorrer mi estómago e ir subiendo a mis tetas lo hacía cada vez más rico. Yo agarre el culo de Tamara que se sentía como de goma por los pantalones de látex que traía puesto. Cuando se separó un poco de mi aproveche de respirar, esta mujer se notaba que se había comido a más de una concha por que en unos minutos mis fuerzas se habían desvanecidos.

-ven, entremos.

-déjame abrocharme

-déjalo así, no te vera nadie solo yo, no aguanto más me dejaste muy caliente con el relato con tu madre. ¿O prefieres que te lo haga acá?- llevo su mano a mi entrepierna, yo estaba al cien.

-entremos, me da vergüenza acá.

Cuando entramos a su casa fui yo la que esta vez la bese, nuestras lenguas bailaban en la boca de la otra, nuestras manos recorrían cada centímetro del otro cuerpo. Esa noche iba a tener sexo lésbico con una mujer que no era mi madre, eso me estaba poniendo cada vez más cachonda. Esa noche recién empezaba.

Continuara.
 
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