Lucia y su Mamá, Relación Lésbica 0001

heranlu

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Todo empezó hace 5 años, en ese entonces recién había cumplido los 18 años, y a pesar que siempre tuve una figura bonita me sentía cohibida. Así fue como el día de mi cumpleaños mi madre me invito a cenar para celebrar mi día. Sin embargo ya que no me sentía cómoda y siempre vestía de forma abultada, mi madre decidió llevarme a un día de spa y cambio de look, obviamente cedi después de una insistente conversación con ella, de cómo mi figura debía lucir más, ser más femenina y bla bla. Ya saben lo típico.

Y tras mucho insistir fuimos a una tarde de chicas, me hice las uñas por primera vez, también fui a una peluquería por un nuevo corte, y cuando llegamos finalmente a comprar ropa para la noche, me probé un vestido negro con escote delantero, haciendo que mi figura resaltara, al verme en el espejo vi mi figura en esa ropa, notando mi pecho grande y firme, mi trasero grande, redondo y levantado, mi cintura de avispa. Cabe decir que al verme vestida pude ver a una mujer de 1,70 con unas buenas tetas, un culo apetecible, y dado que el maquillaje acentuaba mis rasgos también sexy.

Cuando Salí del probador mi madre me miro de arriba hacia abajo, me pidió que modelara el conjunto y me saco algunas fotos en algunas poses provocativas. Obviamente por mi forma de ser me estaba muriendo de la vergüenza.

Pagamos y fuimos a seguir comprando, la tarde estuvo divertida hasta que llego la noche, fuimos a un restaurant donde mi madre ya había hecho la reserva correspondiente, y al llegar al mostrador para ver que mesa nos tocaba, note que la persona que nos estaba atendiendo no pudo dejar de mirarnos y no era para menos.

Como ya había dicho, yo iba con el vestido negro, mi pelo castaño con un peinado que llegaba hasta mis hombros, mis ojos verdes se destacaban más debido al maquillaje y mi rostro estaba enrojecido lo que le daba un plus a mi cara. Mi madre por otro lado llevaba un vestido rojo, con un escote que dejaba mucho de sus tetas al aire, un trasero grande como el mío y una cintura, que a pesar de tener 35 años daban ganas de tomarla, indispensable del sexo, sin mencionar que ambas llevábamos tacones al punto de ser mas alta (mido 1,70 y mi madre 175) y en cuanto a su cara, ella era parecida a mi por lo que la gente siempre la confundían con mi hermana.

Cuando pasamos por las mesas en dirección de la nuestra pude notar la mirada de los hombres y de algunas mujeres, y la verdad más que estar nerviosa fue al contrario, me estaba excitando y sentía mis bragas húmedas. Comimos, reímos y también bebimos, al ser mi primera vez en la bebida estuvo mareándome muy rápido, después de cenar mi madre pidió un Uber y este nos llevo a casa, dado que no tenia costumbre con el alcohol iba abrazada de mi madre. Todo estaría bien hasta ese punto si no fuese por el hecho que mi madre iba acariciándome la pierna y diciendo lo mucho que me quería. Yo estaba demasiado excitada y borracha.

Al llegar a casa y entrar, mi madre me abrazo para llevarme al cuarto, mientras aprovechaba de meterme mano de forma descarada, lo que a mi en ese momento no me importaba. Al llegar a mi cuarto, me gire y le di un beso en la mejilla a lo que ella me quedo viendo, no supe que pasaba y cuando fui a abrir la boca ella me dio un beso de amante, nuestra pasión y lujuria estaba aumentando y fue ella la que tomo la iniciativa ya que su lengua como serpiente luchaba contra la mia en mi boca, sentía como me agarraba de la cintura con una mano y con la otra recorria mi cuerpo.

Empezo a besar mi cuello mientras acariciaba mi pecho izquierdo y jugaba con mi trasero al mismo tiempo. Cuando metio su mano en mi coño deje salir un gemido y me deje estar, sus dedos jugaban con mi clítoris de una forma rápida, precisa y deliciosa, cuando ya noto que estaba bien mojada se acerco a mi coño y empezo a lamerlo de forma intensa, Dios recordad esa primera vez aun me hace estremecer. Jugo con sus dedos y con su lengua en mi sexo hasta que no aguante más y me corrí en su boca, mi madre en vez de apartase siguió lamiendo, recogiendo todo lo que salía de mi coño, cuando termino, se levantó y me devolvió el beso diciéndome que probara mi sabor. Me quito el vestido y luego se quitó el suyo, puede verla con un conjunto sexy de color negro, volvimos a besarnos y nos fuimos acercándonos a la cama mientras nos íbamos quitando la ropa.

Cuando estuvimos las dos dos desnudas pude ver que mi madre tenia un triangulo apuntando a su coño mientras que el mio era mas salvaje, sentí vergüenza por un segundo pero ella volvió a atacarme, volviendo a comerme las tetas, mi lujuria era tal que lleve mi mano a su sexo y empece a acariciarlo, mi madre chorreaba, de repente ella se alejo de mi y se acostó en la cama.

-anda amor, porque no me comes el coño

-nunca lo he hecho mamá, que tal si lo hago mal

- no pasa nada, hoy aprenderás lo que es el sexo, yo te guiare

Diciendo eso tomo mi cara y la atrajo a la suya, nos fundimos en un beso y luego de un rato empecé a bajar por su cuerpo, fui besando sus tetas, jugando con sus pezones mientras acariciaba los labios de mi madre. Sus gemidos me estaban volviendo loca, y quería escuchar mas, asi que empecé a bajar, cuando llegue a su coño el olor era tan fuerte, tan sensual, era un olor a hembra en celo, que perdí la conciencia unos segundo y me lance como poseída a lamerla, darle pequeños mordiscos chupetear y olfatear ese coño que en algún momento me trajo a la vida. El solo pensarlo hacia que mi libido se fuera a las nubes, metí dos dedos en su coño y ataque sin piedad su clítoris. Mi madre apretaba sus tetas con sus manos y gemía como si la vida se escapara de su boca.

Cuando llego el orgasmo, devore cada gota que ella botaba, no quería dejar salir nada, ya cuando su cuerpo se relajó un poco, me hizo señas con el dedo para que fuera donde ella. Subi hasta su boca y terminamos besándonos. Luego se separo de mi y diciéndome:

- Mi bebe acuéstate te mostrare algo

- Ok Mamá

Acto seguido fue a su pieza y trajo un strap on puesto, mi impresión fue enorme ya que era la primera vez que veía una polla, y sobre todo verla a ella con una polla hizo que tuviera sentimientos encontrados, por un lado estaba la excitación de su cuerpo de mujer con un pene y por otro lado nervios y algo de miedo ya que sabia que eso estaría dentro de mi.

-mamá estoy nerviosa, es muy grande

-tranquila bebe, ire con cuidado.

Acto seguido gateo sobre la cama y me empezó a acariciar y a besar pero de una forma tranquila y calmada. Jugo un poco con mis labios vaginales y cuando considero que ya estaba lo suficientemente lubricada separo mis piernas y apunto el dildo a mi coño, pensé en su momento que lo meteria de golpe, sin embargo lo froto en mis labios para que tuviera mis jugos como lubricante y luego procedio a penetrarme lentamente mientras con sus manos tomaba mis piernas.

Cuando llego a mi himen sentí una leve presión, seguido de un poco de dolor, ella se quedo en esa posición un rato y empezó un movimiento lento pero constante. Cuando empece a gemir, ella me comio la boca y aumento sus embestidas. Todo mi cuerpo estaba mandando señales a mi cerebro que no sabia procesar. Por un lado estaba mi coño que estaba siendo penetrado por primera vez, mis tetas estaban siendo apretadas o mis pezones estirados, mi boca estaba siendo invadida por una lengua que no era la mia y quería su espacio.

Después de un rato de esos ataques me corri, mi madre entonces me abrazo, y empezó a acariciarme la cabeza, yo por mi parte me deje estar y cai dormida en su pecho. Cuando desperté estaba sola en la cama, el sol estaba alto y yo no sabia si lo había soñado o no, pero cuando me levante y vi mis bragas, junto con su ropa supe que no fue un sueño.

Baje y me encuentro con mi madre en la cocina, ella me mira de una forma que no supe identificar y me dice.

-Lucia debemos hablar seriamente las dos

Mi sangre se helo y mi corazón dejaba de latir, sabía que había sido un error y ahora mi madre ya no volvería a repetir lo mismo.
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-Lucia debemos hablar seriamente las dos

Mi sangre se helo y mi corazón dejaba de latir, sabía que había sido un error y ahora mi madre ya no volvería a repetir lo mismo.

-siéntate hija come primero, te hace falta

Me senté de mala gana, aunque me moría de hambre comí poco mi madre al ver esto empezó

-hija lo de anoche, quiero que sepas que fue hermoso a su manera, fue muy excitante y pasional pero quiero pedirte disculpas, no solo me aproveche de ti bajo los efectos del alcohol sino que tome tu primera vez, tal vez ya no me mires como una madre pero (su voz se quebró y sus ojos se humedecieron)

-Mamá… y-yo la verdad es que no me arrepiento, fue muy lindo, me trataste muy bien y me gusto mucho lo que paso, no quiero que llores, no te odio

-ay mi niña, gracias por esas palabras pero es mas difícil amor, veras anoche no solo me deje llevar, sino que quería hacerte mia y voy a ser franca contigo, te amo mas que una madre ama a su hija, es mas bien del amor de pareja, se que esta mal que la sociedad lo desaprueba y que somos madre e hija por lo cual no debemos hacer estas cosas ni deberíamos, pero no podía aguantar mas, verte todos los días, ver tu cuerpo, ver tu sonrisa, ver como crecías y te convertías en una mujer hacia que quisiera ser hombre solo para poder tenerte. Y hablando abiertamente siempre fantasee con poseerte, pasaba las noches imaginándote, yo.. yo.. (rompió en llanto) soy una mala madre, no solo tome tu virginidad, sino que me aproveche de ti… lo siento de verdad

Al escuchar esas palabras, verla llorar, ver su mirada de desesperación solo atine a levantarme de mi silla, acercarme a ella y rodearla con un abrazo, acaricie su cabeza mientras ella lloraba en mi pecho, no sé cuánto tiempo mamá guardo sus sentimientos pero ahora que los estaba liberando, debía sentirse horrible pensando que la iba a odiar o dejar. Asi que pensé que podría hacer y recordé una escena de una película romántica que vi, me separe un poco de ella, tome su barbilla con mi mano y le di un beso largo y tierno en la boca.

Ella lo respondio y cruzo sus brazos detrás de mi nuca, estuvimos varios minutos fundidas en ese beso y fui yo la que me separe de ella.

-mamá también hay algo que debo decirte, tu siempre me gustaste y no como madre, siempre te miraba cuando estabas haciendo las cosas de la casa o cuando tenia la oportunidad, quería hacer lo que hicimos anoche siempre y a pesar de que era virgen fantaseaba con tu cuerpo, se que la sociedad no lo aprueba, se que es algo que una madre e hija no deben hacer, se que esta mal, pero mamá, si puedo ser egoísta, quiero tener mucho sexo contigo, quiero hacerlo siempre, quiero que me sigas enseñando y me sigas queriendo, te amo mamá.

Ella volvió a llorar y esta vez fue ella la que me beso, sentía sus lágrimas caer en el beso, fue un beso como los que había visto tantas veces en las series y películas, luego ese beso poco a poco fue subiendo de tono, sus manos empezaron a recorrer mi cuerpo, se metían debajo de mi blusa, recorrían mi espalda y yo empece a imitar a mi mamá.

Fui yo la que tomo la iniciativa esta vez, tome pecho izquierdo y lo masajee, busque su pezón para encontrarlo muy duro, ella agarraba mi trasero y jugaba con el, lo apretaba, enterraba sus uñas lo acariciaba. Mi entrepierna estaba mojada y sentía las bragas muy húmedas, ellas llevo su mano a mi coño y busco mi clítoris, sentir sus dedos haciendo círculos en el hizo que soltara un gemido fuerte, lo que aprovecho mi madre para meterme mano con mas ganas, ella con una increíble fuerza de voluntad se separo de mi y tomo mi mano para llevarme al ******, donde me tiro sobre el sillón y acto seguido se abalanzo ella sobre mi, me quito la blusa y el sostén liberando mis tetas que de inmediato empezó a masajear y a chupar. Yo estaba ida, solo me dejaba llevar, acariciaba su pelo, ella seguio comiendo hasta cuando se enderezo y me bajo los jeans que me había puesto, mis bragas quedaron a la vista y mis piernas levantadas y abiertas, invitando a mi madre a comer.

Y asi lo hizo, fue besando mis muslos, recorriéndolos con besos cortos pero seguidos hasta ir bajando y llegar a mi zona, pensaba que mi iba a comer el coño nuevamente pero ella subio a mi otro muslo y también lo lleno de besos hasta el tobillo, mi excitación era cada vez mayor, no puede aguantar y le suplique.

-ma-mamá… por favor, cómeme

Ella sonrio con malicia, y fue bajando a mi sexo caliente y húmedo, empezó a olfatear, a besar sobre la tela, pasaba su lengua desde abajo hasta mi clítoris y repetia, yo estaba loca en ese momento, ella jugaba con sus dedos fingiendo una penetración y sobando mis labios, luego me quito las bragas y volvió a comerme el coño, sentir su lengua en mi clítoris daba descargas eléctricas de placer en mi cerebro, introducia sus dedos, los movia como escarbando por dentro, los alternaba en los movimientos, los metia y sacaba, su lengua recorria mis labios vaginales. Describir el placer de ver hacia abajo y ver que mi madre me estaba dando el mejor sexo oral hasta ese momento era jodidamente morboso y delicioso. No puede aguantar mas y termine corriéndome en la boca de ella, mi espalda estaba arqueada, mi mente en blanco, mi corazón a mil, la descarga de placer que sentía no tenia precio.

Cuando termine de correrme, ella se levanto del sillón, se quito el vestido que llevaba, su sostén liberando asi sus grandes y firmes tetas, quedando solo el tanga que la cubria. Yo la mire de arriba abajo para ver su cuerpo y pensé que se quitaría la tanga para poder ver su sexo, sin embargo ella se dio vuelta, se puso en cuatro mostrándome ese culo grande y redondo que ha trabajado con el tiempo, volteo a verme y diciéndome

-¿quieres comerte el culo de mamá?

En ese momento yo creo que si hubiera sido hombre me hubiera lanzado de cabeza, sin embargo lo único que atine fue a decir un timido “si”

Ella se bajo la tanga y pude ver su ano de un lindo color rosa, sus labios grandes y brillosos por la excitación que tenia y su clítoris hinchado. Me incorpore del sillón y me acerque a ese trasero que me llamaba, sentir nuevamente el olor de ella hizo que mi sentido común se perdiera y empece a besar su trasero, lleve una mano a su coño y el calor que emanaba me decía que debía comerlo antes que se enfriara, asi que empece a comerle el coño desesperada, pasaba mi lengua por su raja y la introducia lo mas que podía, quería besar su utero directamente, estaba poseída por semejante mujer, ella no solo gemia, sino que apoyo su cara contra el piso y llevo una mano a su clítoris para castigarlo con movimientos circulares, en una de esas lamidas subi cerca de su ano, la curiosidad, el morbo y la excitación hizo que llevara mi lengua a su entrada y comencé a lamerlo y penetrarla con mi lengua, enterraba mi cara mas y mas, de repente ella bramo como un animal, me separe bruscamente de ella, pensando que le pasaba algo pero solo pude ver la cara de extasis y sus ojos blancos debido al orgasmo intenso que estaba teniendo.

Cuando recupero el aliento se dio vuelta y busco mi boca, después de unos minutos, ella se levanto y me dijo que me vistiera para que hiciéramos las cosas de la casa.

La tarde paso lenta, yo no podía esperar a volver a tener sexo con ella, lo que hacia que tuviera ansiedad.

-¿mamá podemos tener sexo ahora?

Ella dejo de fregar los platos, me miro y solo sonrio.

-ay amor, ¿tanto te gusto que no puedes dejar a tu madre recuperarse?, también quiero hacértelo, pero no hay prisa, que te parece si esta noche duermes conmigo y lo hacemos toda la noche o ¿es que mi niña no puede ser una buena chica y esperar?

Sabía que mi madre no podría soportar mi mirada de cachorro, ya que sé que ese era su punto débil, jugué mis cartas, puse mi mirada de súplica esperando que mi madre cayera en mis encantos, lo que no espere es que ella ya lo había previsto y me tiro un poco de agua con los dedos.

-NO va a funcionar amor, también quiero tu cuerpo, pero debemos aprender a controlarnos, de caso contrario tendremos problemas si dejamos salir nuestros sentimientos en público.

Enojada y frustrada por que mi mejor carta no había tenido el efecto deseado me fui a mi habitación. No sabía qué hacer, estaba caliente y quería a mi madre, así que me metí a la ducha a refrescarme un poco, el agua sobre mi cuerpo ayudo mucho a relajarme.

Una vez fuera de la ducha baje a ver un poco de tele, no encontraba nada entretenido, por lo cual puse un documental solo para ver algo, habrá pasado cerca de una hora cuando mi madre me llamo a cenar. Al entrar a la cocina la vi de espalda y no aguante, me acerque a ella, la abrace por detrás y le di un beso cerca de la boca, ella al sentirme giro la cabeza y busco mis labios. Pensé que una nueva sesión de sexo venia, pero ella me dijo que me sentara luego ya que la comida se enfriaría.

Comimos con muchas ganas y ella saco un tema que me dejo con la boca abierta

-¿hija estarías dispuesta a mudarte?

-¿que? ¿Me estas echando? Pero… pensé que íbamos a ser amantes o algo así

-ay no tonta, jajajaja, es solo que estaba pensando porque no nos mudamos a otra ciudad, sabes que aquí hay muchas cámaras de seguridad (se refería a mis vecinas/os) y no falta los ojos que están viendo o los oídos en las paredes, así que estaba pensando en que podríamos vender la casa, mudarnos a otra ciudad y empezar una vida juntas, como pareja.

-me encantaría de verdad, pero no me sueltes una bomba así, eres mala, casi me da un infarto, pensé que no me querías o deseabas o que se yo

- jajajaja tonta

- jajajaja soy tu hija

Ambas reímos, estuvimos viendo los pros y las contras de la idea de mi madre, y para ser honesta quería irme para tener una relación con ella, pero al mismo tiempo barajaba la opción de mis amigos, mi entorno y mis hobbies. Estuvimos así más tiempo de lo que pensábamos, hasta que la alarma de su móvil sonó, a mi madre le gusta trabajar de noche en el mercado de valores, por lo que iba a empezar su sesión de trabajo (unas 4 horas aprox.), nunca lo he podido entender bien pero dado que ella lleva mucho tiempo en ese mundo, hoy verla trabajar, ver sus gráficos y todo, mas con la conversación de la cena, le pregunte

-mamá ¿Por qué no me enseñas a invertir?, se que con lo que ganas vivimos bien y no nos falta nada, pero me gustaría hacer lo mismo que tu, quien sabe asi podríamos pagar el dividendo de la nueva casa o estar mas relajadas, además siempre has sido mi meta en todo sentido.

Ella se dio vuelta, me miro fijamente como buscando donde estaba la broma, y al final se encogió de hombros, volvió a su trabajo y me contesto

- Me gustaría que estudiaras algo, aunque la verdad sabes que es lo que pienso, pero si de verdad quieres aprender te voy a enseñar pero te lo advierto no soy suave y te llevare al infierno.

- Jajaja pero siempre lo haces cuando cocinas

- Pero seras hija de puta jajaja, ok, desde mañana cocinaras también

- Por su puesto que no, pediré comida

- Jajaja floja

- ¿y tu?

- Hey no me hables asi jovencita, que aun soy tu madre

Al escuchar eso me acerque a ella aprovechando que me daba la espalda, gire su silla para que me mirara, desafiándola con la mirada le dije

-eres mi madre, pero ahora eres mi mujer que no se te olvide- acto seguido le di un beso corto en los labios

Ella al ver mi actitud y acciones, quedo boquiabierta y se sonrojo al punto de parecer un tomate, sin hacer nada dije que estaría escuchando música en mi pieza con los audífonos. Camine segura hasta la escalera pero por dentro me moría de la vergüenza por esa frase y no quería voltear en ese momento, se que había despertado a una leona y que yo era su presa, pero no quería que me atacaran tan rápido, prefería que esa leona me buscara sola y en parte también lo hacía por venganza por lo de la tarde.

Al llegar a mi cuarto busque mi celular y reproduje música, cerré los ojos y me deje llevar. No sé cuánto dormí, solo que desperté a mitad de la noche tapada para que no me resfriara. Se me había pasado la hora y quería ir a dormir con mi madre, así que me levante fui a su cuarto, al abrir la puerta ella no estaba, me pareció extraño asi que baje a ver si aun estaba trabajando pero solo había oscuridad, por primera vez sentí desesperación al no encontrarla, asi que busque habitación por habitación, hasta que la encontré en el patio fumándose un cigarro de marihuana.

-mamá me asustaste, no sabía dónde estabas

-¿Qué, te asustaste por que no encontraste a tu madre?

-claro, porque estas aquí afuera, hace frio

-por nada, solo estaba aquí viendo el cielo nocturno

-vayamos a dormir, no quiero que te resfríes

-claro amor, termino acá y subo, porque no vas a calentar la cama de mamá un rato.

Al subir y entrar a la cama de mi mamá estuve esperándola, lo que me pareció una eternidad, cuando iba a bajar nuevamente su puerta se abrió y la vi desnudarse poco a poco, hasta solo quedar con ropa interior, quise saltar sobre ella apenas entro en la cama, sin embargo ella me abrazo fuerte y me empezó a hacer cariño.

-sabes hija, hoy cuando me desafiaste me senti amada después de mucho tiempo, sobre todo cuando hiciste mención de que soy tu mujer, gracias por eso mi amor, te amo

-yo también te amo mamá.

Acto seguido bese su cuerpo y me abalance sobre ella, comencé a tocarla y ella hizo lo mismo conmigo, nuestras manos no se estaban quietas recorrían cada centímetro de la otra, nuestras bocas luchaban para ver quien ganaba. Nos fuimos desnudando y cuando ya estábamos desnudas mi madre me propuso hacer un 69, no sabía lo que era, asi que me dijo que solo me acostara en la cama. Ella con su experiencia se subio arriba mio y puso su coño en mi cara, empece a comerla, lo que yo no sabia en ese momento es que ella iba a hacer lo mismo.

Nos estuvimos comiendo los coños un buen rato, yo lamia su clítoris y lo que alcanzaba de sus labios, ella usaba sus dedos, su lengua y pequeños mordiscos en mi sexo. Tenerla asi, era exquisito y si a eso le sumábamos que sentía sus tetas en mi vientre con esos movimientos y sus duros pezones, era como si estuviera en el cielo.

-hija avísame cuando te vayas a correr.

-estoy cerca mamá

-aguanta un poco amor, quiero que nos corramos juntas.

Fue difícil, pero aguante como una campeona, cuando ya no pude mas se lo hice saber y la verdad no se como lo hizo pero también se corrió, mi cara estaba empapada con sus jugos, yo trataba de atrapar lo que mas podía pero me era difícil.

Cuando nuestros cuerpos se relajaron un poco, mi madre con un rápido movimiento me abrió de piernas y giro su cuerpo, no supe que era hasta que ella cruzo sus piernas con las mias y nuestros coños se besaron por primera vez.

-esto amor se llama tijereta, es muy popular entre las mujeres que tienen sexo con otras mujeres.

- ¿y que debo hacer?

- mueve tus caderas, yo te sostendré

Cuando empecé a moverme sentí el roce de sus labios contras los míos, nuestros clítoris peleando a muerte en una arena húmeda, la sensación fue muy rica y cuando mi madre también se empezó a mover comprendí porque era tan popular, nuestros vellos púbicos se juntaban, formábamos un solo genital. Mi madre para darme mas placer empezó a lamer mis pies y con los suyos frotaba mis pechos.

Cuando nos corrimos nuevamente, mi madre se acerco a mi cara, la tomo con sus manos y me comió la boca, yo estaba en el paraíso, solo atinaba a devolver el beso. Abrace a mi madre y ella me empezó a hacer cariño en el pelo, hasta que caí dormida.
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Cuando nos corrimos nuevamente, mi madre se acercó a mi cara, la tomo con sus manos y me comió la boca, yo estaba en el paraíso, solo atinaba a devolver el beso. Abrace a mi madre y ella me empezó a hacer cariño en el pelo, hasta que caí dormida.

Había pasado una semana desde que empecé mi relación incestuosa con mi madre, estábamos almorzando cuando ella me dice si quería ir al cine. La idea me pareció estupenda ya que no tenía nada que hacer, así que terminamos de comer, limpiamos los platos y me fui a dar una ducha, estaba en eso cuando una idea morbosa me paso por la mente, quería tener sexo con mi madre a pesar de que lo habíamos hecho en la mañana, pero más que nada quería probar cosas que había visto en internet.

Así que una vez me vestí y espere a mi madre que estuviera lista, la bese antes de salir y ya en el auto le mencione mi plan.

-oye mamá, sabes estaba pensando, siempre nos hacemos sexo oral y nos tocamos o cosas así, pero me gustaría probar más cosas contigo

-ya y ¿qué te gustaría probar por ejemplo?

-la verdad, estaba pensando, tu usaste un strap-on cuando te di mi virginidad ¿recuerdas?

-si claro, quieres que lo use, lo capto

-no solo eso

-ok, dime lo que quieres probar amor (cuando me llama amor en torno a relación hace que me vuelva loca de deseo)

- veras estuve viendo en internet videos de lesbianas y ellas en esos videos usaban varios juguetes

-entiendo, yo los compro, mmm que tal si los compro hoy después del cine, total el sex-shop que fui abre hasta tarde, así podríamos ir las dos y vemos que te gusta

-no sé, me da vergüenza, con suerte me pongo vestidos y quieres que vaya a comprar juguetes contigo

- exacto, no puedo comprar juguetes a mi gusto si no sé qué tienes en mente, además puede que haya alguno que te llame la atención y quieras probar conmigo

Cuando me dijo eso caí en la cuenta que siempre me veía a mí como la sumisa, la que recibía, pero nunca se me pasó por la mente ser yo la del rol dominante. No dije nada y seguí en silencio pensando que podría hacerle al cuerpo de mi mamá, ella adivino lo que pasaba por mi cabeza y empezó un monologo como para ayudarme.

- Cuando salía con tu padre, me gustaba que me penetrara en posición de perrito, jugara con mis tetas o que apretara mi clítoris mientras lo montaba de espalda, y él siempre tuvo fijación por el anal, pero nunca me llamo la atención, cuando descubrí que me fue infiel y que tenía un amante que lo complacía en todo, me prometí que nunca me metería con un hombre, pero que si alguna vez volvía a tener relaciones con alguien y esta persona me pidiera tener sexo anal no diría que no, digo, decir que no a algo que no has probado te limita, además cuando compre el strap-on esperando que algún día pudiera usarlo contigo vi una gran variedad de juguetes y demás cosas, además explorar cosas sexuales con la persona que amas es lo mejor del mundo.

Con ese monologo que me soltó supe varias cosas, uno mi madre estaba dispuesta a cumplir lo que yo quería, dos por lo menos iba a probar algo nuevo antes de decir que no automáticamente como respuesta y tres y lo más importante MI MADRE ERA VIRGEN ANALMENTE. Con eso en mente y con las tantas veces que le he comido el culo durante la semana, mi deseo fue mayor, hasta el punto de querer decirle que no fuéramos al cine, detuviera el auto y lo hiciéramos ahí mismo.

A pesar de todo, esta semana no solo mi madre me estaba enseñando a invertir, sino que a controlar mis deseos ya que constantemente me toreaba durante el día, y ya en la noche teníamos sexo lésbico hasta caer dormidas, por lo cual pude ganarle a la tentación, mi madre por otro lado me miraba de reojo y mostraba una sonrisa maquiavélica.

Llegados al cine, pedimos para ver una película llamada Coco de Disney, entramos a la sala y nos sentamos al final de la misma ya que mi madre eligió los asientos, al ver que era asientos alejados se me paso por la mente jugar con ella, sin embargo la película era buena así que estuvimos viéndola hasta que no aguantamos más y nos saltaron las lágrimas por el mensaje que transmitía, cuando termino la película y se encendieron las luces, mi madre me dijo que esperáramos a que se fueran todos. Que había algo que me quería mostrar.

Espere pacientemente, y cuando se fue la última pareja mi madre, se pone de pie y se sube el vestido y me dio cuenta que no lleva bragas, además en la posición que estaba me dejaba ver su coño en todo su esplendor. Quise comérmela en ese instante, pero entraron el personal del cine a limpiar la sala y rápidamente su ropa volvió donde debía estar. Ella con esa sonrisa que pone cuando quiere ser mala, me dijo que debía aguantarme hasta la noche. Dios como me toreaba esa mujer, sabiendo que una no es de fierro.

Saliendo del cine, pasamos al sex-shop donde mi madre se sentó a conversar con la dependienta, mientras yo observaba, estaba distraída pero pude escuchar como la chica que nos estaba atendiendo le dice algo sobre la talla y modelo. Supuse que mi madre iba a comprar algún dildo o algo así.

Cuando ya teníamos varios juguetes listos, mi madre le dice a la chica que el que ella le había pedido que lo eche en una bolsa aparte y de preferencia que yo no lo viera. La curiosidad por saber que era me estaba matando y ya en el auto empezó el interrogatorio por mi parte.

-mamá que te compraste, ¿puedo saber?

-por supuesto amor, en la noche lo descubrirás

-¿y por qué no ahora?

-¿y por qué debería decírtelo?

Esa pregunta a mi pregunta me enojo, sin embargo debía pensar en cómo vengarme y recordé como ella me provoco en el cine, así que sin mirarla apoye mi mano en su pierna y empecé a conversar sobre los juguetes.

-sabes quiero probar los juguetes hoy por lo que en la noche podríamos aprovechar- decía esto mientras mi mano iba subiendo peligrosamente a su sexo

- si claro, para eso lo compramos- dado que iba conduciendo debía concentrase

-si tengo ganas de ir viendo de que es capaz mi coño, ir jugando con ellos, además quiero que me lo hagas hasta que me corra

Mi mano empezó a acariciar su coño de arriba abajo, sentí la humedad de su sexo y empecé a introducir mi dedo sin mirarla, siempre mirando por la ventana, ella dejo salir un gemido así que procedí con mi charla.

-además, quiero probar algunas poses, besarte y comerte el coño rico que tienes

Los movimientos de mis dedos eran cada vez más rápidos al igual que la respiración de mi madre, sabía que estaba cerca de un orgasmo, así que deje de masturbarla y saque mi mano de ahí. Ella me miro con cara de extrañeza ya que siempre me preocupaba de hacer que se viniera, esta vez termine antes de que lograra su meta, y seguí mirando por la ventana del auto.

-¿Por qué paraste?

-porque no quise seguir

-¿pero por qué no? ¿Me vas a dejar así?

-por qué hago lo que quiero y para eso eres mi mujer- lo dije sin pensar, automáticamente comprendí que la había cagado con el comentario. Pero decidí seguir por ese lado ya que sabía que mi madre había quedado caliente y se lanzaría en cualquier momento a por mí. Grave error. Mi madre me miro enojada, podía sentir su ira en el ambiente.

-¿crees que puedes meterle mano a tu madre, parar bruscamente y salirte con la tuya? Estas muy equivocada, en la casa vas a ver mocosa- Solo me llamaba mocosa cuando realmente estaba muy enojada conmigo. Su tono de voz fue cortante, molesto y eso activo mis alarmas, voltee a verla para disculparme.

-mamá lo siento, no quise…

-solo cállate, no quiero que hables

El trayecto a casa fue un silencio incomodo, no solo la había enojado, sino que cuando trate de decirle que lo sentía y que había sido una broma, ella me hizo callar. Una vez llegada a la casa, guardo el auto, sin mirarme me dio una orden.

-¡¡a tu pieza ahora!!

-si mamá (conteste como siempre lo hacía cuando me regañaba, con poca voz y la cabeza baja).

Estuve en mi pieza toda la tarde, cuando salí y fui a la cocina para cenar vi a mi madre, la encontré sentada en la mesa, con el plato de la cena servido esperando pacientemente que llegara. Trague saliva y me senté a comer en silencio, siempre que peleábamos hacíamos lo mismo. Quise disculparme pero cuando fui a abrir la boca ella me dio una orden nueva.

-comerás, te bañaras e iras a mi pieza, no te quiero vestida, ni siquiera que levantes la vista

- si mamá- fue todo lo que pude decir pero estaba al borde del llanto

Así que termine de comer, me duche y me fui a su pieza, cuando entre ella estaba ahí, me tendió un antifaz, fui a verla a los ojos para ver si estaba enojada, pero recordé su orden así que volví a bajar la vista. Ella me dijo

-te pondrás con las piernas abiertas, las manos a la pared y tendrás el antifaz puesto, si vuelvo y veo que te lo has quitado, o que no estás en esa posición me enojare de verdad contigo, ¿está claro mocosa?

-si mamá, perdón no quise…

-¿vas a seguir? No te he dado permiso para hablar, tampoco quiero oírte- me interrumpió, mi madre puede ser muy paciente y amorosa si quiere, pero cuando se enoja es mejor hacer lo que diga, ya que de lo contrario la tormenta solo aumenta en fuerza y destrucción

Hice lo que me pidió, me puse en la posición que adoptan los delincuentes cuando la policía los registra por drogas. Sentí la puerta de la habitación abrirse y cerrarse, cuando mis oídos se aseguraron que estaba sola, empecé a llorar. Por hacerle una broma a mamá la había enojado, tal vez ya no me permitiría tener sexo con ella o poder besarla, al pensar en eso las lágrimas salían con más fuerza.

Cuando me calme un poco y pude controlar mi respiración, me puse a esperar que mi madre volviera, hasta que su voz me dio a entender que siempre estuvo ahí.

-¿ya terminaste de llorar? -No conteste, solo asentí con mi cabeza.

-bien no te quites el antifaz, date la vuelta y extiende tu mano.

Obedecí a las órdenes que me estaba dando mi madre, ella tomo mi mano y me condujo a la cama, me acostó en ella y pronto sentí una presión en mi muñeca, luego en la otra y en los tobillos. Mi madre me estaba amarrando a la cama, saberlo me puso cachonda por saber que me haría. De pronto sentí el olor de su sexo en mi cara, ella me quito el antifaz y vi su coño a centímetros de mi boca, iba a comerlo cuando su mano se puso en frente.

-no te he dado permiso para comerme

Trague saliva, tenerla tan cerca pero tan lejos era una tortura, pero de pronto sentí que mamá introducía como una especia de huevo en mi vagina, no sabía que era hasta que prendió la vibración. Fue aumentando de a poco la potencia hasta que ya no aguantaba las pulsaciones que el aparato enviaba, los gemidos salían de mi boca y estuve así hasta casi llegar a un orgasmo, de pronto la vibración paro. Entendí que ella iba a ser lo mismo que le hice en el auto, pero me equivocaba, ella volvió a ponerme el antifaz y me pidió que abriera la boca, fue cuando me puso una mordaza, supuse que eso era lo que había comprado y que no quería que viera, me equivocaba ya que después sabría lo que eligió.

-hoy me molesto tu actitud, si te toreo es para que vengas a por mí, para que no puedas resistir la lujuria y me tomes, me molesto que me metieras mano y que después pararas tan bruscamente, y sobre todo me molesto el comentario que lanzaste. Soy tu pareja, y tu madre, pero no soy tu juguete

Ella se bajó de mí y fue por mi culo, uso sus dedos para estimular un poco la zona haciendo movimientos circulares y presionando un poco, mientras su otra mano se encontraba en mi sexo atormentando mis labios y mi clítoris. Cuando encontró que era suficiente introdujo el vibrador en mi ano, la sensación era rara ya que nunca había metido ni un dedo en él, cuando pensé que iba a torturarme analmente, sentí un dildo en mi coño, pasado unos minutos me quito el antifaz y me di cuenta que ella también tenía un vibrador en el culo, no sabía que iba a hacer hasta que ambas vibraciones se pusieron en marcha, ella dio un gemido muy alto debido a la vibración, mientras que los míos se ahogaban en la pelota que tenía en la boca. Mi madre se subió arriba de mí poniendo su sexo nuevamente cerca de mi cara y empezó a masturbarse. Nunca la había visto hacerlo, fue lo más excitante que pasaba en ese momento, ver entrar y salir sus dedos de su agujero por donde nací hacia que mi mirada quedara posada en lo que ella me estaba mostrando. Su olor inundaba todo el aire que podía respirar, sus jugos caían en mi cara y se filtraban a través de la mordaza, los vibradores estaban de sincronizados por lo cual me estaba volviendo loca. Quería comerme ese coño que tenía enfrente, pero ella lo mantenía lo suficientemente alejado como para que no pudiera alcanzarlo aun si lo intentara, podía ver sus movimientos a gran velocidad y el típico sonido de chop chop que su mano estaba haciendo debido a la lubricación, mientras que la cara de mi madre reflejaba el éxtasis que ella se estaba dando.

Cuando logre un orgasmo doble, ella siguió masturbándose sin parar, dado lo sensible que estaban mis orificios me empezó a doler y a molestar que los vibradores siguieran en su sitio, ella no bajo las vibraciones en ningún momento, ya cuando finalmente tuvo un orgasmo cayo rendida, apago los vibradores, me los saco y me quito la mordaza de la cara, cosa que agradecí ya que me dolía la mandíbula.

Lo que dijo luego de eso aun esta en mi memoria.

-no lo vuelvas a hacer, si quieres tomarme donde sea te recibiré, pero si me vuelves a tratar como tu juguete, te sodomizare aun peor, ¿queda claro?

-si mamá

Desato mis extremidades y me pidió amablemente que saliera de su habitación, no quería hacerlo pero tampoco quería enojarla más, así que en silencio deje aquel cuarto, cuando estuve fuera la puerta se cerró detrás de mí. Me sentí horrible ya que mamá aún estaba molesta conmigo, no me había disculpado como yo quería y no sabía que iba a pasar, cabizbaja me fui a mi pieza y me tendí en la cama boca abajo, busque mi almohada y enterré mi cara en ella. Volví a llorar hasta caer dormida. A la mañana siguiente cuando desperté me di una ducha rápida, me vestí con unos jeans y una blusa y baje a desayunar, mi sorpresa fue el no ver a mi madre en la cocina y encontrarme solo una nota.

“vuelvo en la noche, no me esperes”

No había nada para comer, tampoco tenía hambre por lo que hice las cosas de la casa. No sabía de mamá por lo que tome el móvil y me puse a marcarle, solo entraba las llamadas al buzón, así que le escribí un wsp para ver donde estaba. Tampoco lo leyó. Me sentía abandonada y muy sola, sabía que aún estaba enojada conmigo y eso me provocaba dolor en el pecho.

El día paso muy lento y ya llegada la noche la estuve esperando cerca de las 3 de la mañana pero aun no aparecía estuve a punto de dormirme cuando de pronto sentí su auto y supe que había vuelto. Estaba tan contenta como un cachorro, me vestí para ir a recibirla y cuando abrió la puerta me iba a lanzar a sus brazos pero note su mirada fría y su expresión seria, lo que hizo que me detuviera en seco y solo atine a decirle algunas cosas.

-mamá al fin vuelve, ¿quiere comer algo?

-no gracias

-me tenías preocupada, ¿Dónde andabas?

-lejos

-mamá ¿aun estas enojada?

-déjalo así quieres, ve a dormir yo haré lo mismo, estoy cansada

-está bien mamá

Sus respuestas frías confirmaban mis sospechas, paso de mí y se fue a su habitación, yo me puse a llorar en silencio, siempre que peleábamos la que cometía el error se disculpaba y hacíamos que no había pasado nada. Esta vez no me había disculpado y la actitud de mi madre hacia mí se notaba. No quería estar así con ella, limpie mis ojos me di media vuelta y fui a su habitación. Al llegar golpee la puerta y espere pacientemente, al cabo de un rato mi madre me contesto del otro lado.

-¿qué quieres?

Sin abrir la puerta empecé mi disculpa.

-mamá siento lo que hice, te hice sentir mal ya que dije e hice cosas que no estuvieron bien, como tú dices eres mi pareja y lo más importante eres mi madre, pase por alto esos dos detalles y te hice una broma de mal gusto, sé que estas enojada y dolida conmigo pero por favor quiero que me perdones, no quiero que estemos así, me duele el no poder acercarme a ti, te prometo que no volverá a suceder y sé que no puedo pedirte que se te quite el enojo conmigo de un día para otro, yo la estaré esperando lo que haga falta mamá hasta que me perdone y nuevamente lo siento mucho de verdad. Te amo mamá

Decía todo eso mientras las lágrimas corrían por mis mejillas, cuando termine di media vuelta y me fui a mi habitación, cerré la puerta y me senté en la cama, el dolor era incontrolable y no podía para de llorar, cuando ya me calme un poco golpearon en mi puerta, entro mi madre se sentó a mi lado y me abrazo. Era un abrazo de perdón no de pareja sino de una madre perdonando una estupidez de su hija, me apoye en su pecho y la abrace con fuerza, el olor de su cuerpo sudado invadió mis fosas nasales, sin embargo más que excitarme en ese momento solo sentía el cariño materno.

-no quiero que lo vuelvas a hacer cariño, me sentí mal y me sentí aun peor cuando te castigue, eres mía y yo soy tuya y siempre podrás tenerme, pero en vez de enojarte por algo y tomar venganza quiero que me digas lo que sientes

-lo mismo digo mamá y no lo volveré a hacer.

Acto seguido le di un beso en la mejilla y me abrace a ella, ahí comprendí lo que era nuestra relación, no solo somos amantes sino que somos madre e hija y debíamos encontrar el punto de equilibrio entre las dos relaciones para no descuidar ni sobrepasar ninguna de las dos. Mamá se notaba cansada y como su hija le pedí que se acostara conmigo en mi cama, íbamos a estar apretados ya que es de una plaza y media, pero quería a mi madre esta noche ahí conmigo. Ya una vez acostadas y tapadas imite el gesto que ella hizo conmigo y la acurruque en mi pecho haciéndole cariño en su cabeza y dándole besos en la frente. Ella se abrazó con fuerza a mí y se dejó estar, cuando su respiración fue más lenta y relajada me di cuenta que ella estuvo llorando en silencio en mis brazos hasta quedarse dormida. Ver a mi madre en esa posición lleno mi pecho de un amor y de una ternura que no había sentido, me acomode para también poder dormir algo, y desde que le di mi primera vez a mi madre no había tenido un sueño tan tranquilo junto a ella.

A la mañana siguiente cuando desperté la vi a ella abrazada a mí con su cabeza en mi pecho, estaba despierta pero no se movía, solo escuchaba como latía mi corazón, al darse cuenta que había despertado, me dio los buenos días seguido de un beso que iba cargado de tonos románticos más que sexuales, cuando se separó de mi volvió a la misma posición que estaba cuando abrí los ojos y sin mirarme me dijo un comentario que hizo que me enamorara de ella.

-siempre he querido estar así con mi pareja, tu eres la primera con quien he podido hacerlo, ni cuando salía con novios antes de tu padre, ni cuando estaba con él, nunca pude hacerlo. Estar así sin hacer nada, solo descansando escuchando como late tu corazón, me encanta no quiero que el tiempo pase, quiero estar así para siempre.

Sin decir palabras a ese comentario, empecé a acariciar su cabeza, no sé cuánto tiempo estuvimos así, pero el rugido que lanzo mi estómago dio a entender que tenía hambre, mi madre se iba a levantar pero hoy quería redimirme y demostrarle que la amaba de las dos formas, como madre y como mujer, así que le dije que se quedara en mi cama que hoy la iba a consentir en todo, poniendo énfasis en ese todo. Ella sonrió y se dejó querer, se quedó en mi cama yo por mi parte baje solo con el pijama puesto y me puse a preparar el desayuno, cuando volví le pedí que se acomodara y puse la bandeja en sus piernas, acto seguido me acosté a su lado. Empecé a subirle el ánimo y el ego diciéndole que estaba radiante esa mañana, que la quería mucho y que era afortunada de tenerla, que como mujer sé que cuando nos dicen esas cosas viniendo de la persona que nos gusta nos hacen sentir de maravilla, y sé que estaba funcionando ya que sonría alegremente.

Una vez que terminábamos iba a entra a ducharme cuando ella me pidió que nos bañáramos juntas, la idea obviamente me fascinaba y me excitaba por partes iguales, así que acepte solo para verla desnuda, no sería la primera vez que la vería pero debo admitir que estaba nerviosa y tal vez un poco ansiosa. Cuando entramos las dos y empezó a caer el agua sobre nuestros cuerpos mi mente estaba dividida, por un lado quería ser tierna y buena hija enjabonándola, por otro lado quería tomarla ahí mismo y besar su cuerpo sin dejarla ir, sospecho que mi madre estaba igual ya que su mirada era de deseo pero tampoco quería abusar de mí. Así que deje que las cosas fluyeran de manera natural, me puse a enjabonar su cuerpo, lo iba limpiando con mis manos centrándome especialmente en sus pechos, caderas, trasero y su entrepierna, debo decir que resistí lo que más pude, sin embargo me gano la tentación y me deje llevar besándola y llevando mi mano directamente a su sexo.

Decir que la manoseaba como un pulpo es quedarse corto, no había lugar donde mis manos no pasaran y jugaran con cada centímetro de mi madre, mi boca besaba la suya y mi lengua estaba con vida propia tratando de aprisionar la suya. Hoy quería ser yo la que dominara, quería demostrarle que la deseaba, que la quería, que iba a luchar por hacerla feliz de alguna manera. Empecé a jugar con sus labios mayores con mis dedos, sin apartarme en ningún momento de su boca, sentía sus gemidos morir en nuestro beso, sentía agua en mis dedos y no era producto de la ducha, sentía el calor de su cuerpo, ella solo se aferraba a mí, rasguñaba mi espalda y levantaba una pierna para facilitarme el trabajo de tocar su zona erógena, nuestros pechos estaban tan juntos que podía sentir nuestros pezones bailando. Cuando mi madre logro un orgasmo comencé a acariciarla más lento, a recorrer su cuerpo lentamente hasta mis manos la abrazaron y sin darle tiempo a que pudiera respirar debido al beso nos fundimos en un abrazo tierno y lleno de cariño.

Me separe de ella y termine de bañarla, luego la tome de la mano y la hice salir de la ducha, tome una toalla para secarla cuidadosamente, mi madre me miraba sin decir nada, solo se dejaba estar siguiendo mis instrucciones. La lleve a su pieza, la senté en la cama y la vestí, era mi muñeca (mi sexydoll por así decirlo) la peine y me la lleve al ******, la deje ahí y seguí vistiéndome yo, al volver me puse a realizar las tareas de la casa, mi madre me miraba de vez en cuando ya que se había puesto a trabajar. Prepare un almuerzo rápido cuando entro a al comedor vio que había puesto la mesa como si se tratara de una cita romántica, comimos normal mientras iba diciéndole cosas lindas sobre ella, su cuerpo o su manera de ser. Mi madre simplemente me sonría o me decía gracias a los cumplidos.

Estuvimos así todo el día yo mimándola y ella dejándose querer, cuando llego la noche la lleve a su cama, empecé a comerle nuevamente la boca e ir desnudándola, ella hacia lo mismo conmigo, cuando ya estábamos al fin como Dios nos trajo al mundo, la acosté con ternura en la cama y empecé a recorrer su cuerpo con mi boca, iba bajando cada vez más, cuando ataque su vagina y calculando que estuviera cerca del orgasmo pare. Automáticamente me miro desconfiada pensando que iba a hacer lo mismo que ayer, sin embargo mis planes eran otros, la mire y le dije:

-¿amor donde guardo el strap on?

-en el closet segundo cajón de abajo hacia arriba, están todos ahí

Sin decir palabras fui donde me indico, en el cajón había una gran cantidad de juguetes que habíamos comprados, la mayoría los había elegido yo, unos dos había escogido mi madre, saque lo que estaba buscando, me lo coloque trabajosamente ya que me confundía como iba, mi madre solo observaba, cuando ya estuve lista volví donde ella, sin decirle palabras retome a los besos y caricias, cuando sentí que era el momento abrí sus piernas, apunte mi pene de plástico y la penetre lentamente, espere un poco a que se acostumbrara y empecé el vaivén correspondiente, jugué con sus pechos así como tiraba de sus erectos pezones como si quisiera arrancárselos, besaba su cuello para aumentar el placer. Luego de eso me incorpore un poco, la puse de lado y lleve una pierna a mi pecho formando un ángulo de 90°, mis embestidas eran cada vez más rápidas, lleve dos dedos a su boca lo que ella lamio apenas los sintió en sus labios. Una vez lubricados los lleve a su clítoris y empecé a masajearlo en círculos.

Mi madre estaba ida con lo que estaba haciendo ya que se le notaba en la cara, cuando su orgasmo llego, baje la velocidad hasta que me detuve por completo, espere un poco y volví a embestirla. Cuando me canse un poco hice que se abriera de piernas y se lo hice en la posición del misionero, le comía la boca con pasión metiendo la lengua, mordiendo sus labios, cargaba mi pecho para que sintiera el mío y cuando tuvo el siguiente clímax, la tome su cabeza y la lleve a mi corazón y fue cuando me declare oficialmente a ella.

-te amo mamá, eres mi pareja, mi amante, mi compañera, tal vez no sea la mejor hija, pero me asegurare de hacer que te sientas bien, de demostrarte que solo quiero estar contigo, de amarte cada día y poner una sonrisa en esos labios que me encantan, soy muy feliz de tenerte como mi madre, quiero seguir amándote hasta el final de los días, complementándote y queriéndote así como eres. Te amo mucho y siempre lo voy a hacer.

Ella por más gestos solo enterró su cabeza más en mi pecho, me abrazo con fuerza y me dijo también:

-gracias hija, también te amo, hoy me hiciste recordar lo que en su momento muchos me dijeron pero por cosas del destino no cumplieron, sé que tú eres diferentes y que cumplirás lo que me estás diciendo, también te amo amor y gracias por este día, me hiciste sentir querida, amada, mimada y deseada, gracias.

Al escuchar eso, sentí un orgullo en mi pecho que era difícil de describir, volví a tomar a mi madre asumiendo el papel de hombre, dado que no me corría pude hacérselo varias veces esa noche, había logrado que ella me perdonara, le demostré cuanto significaba para mí, y que es lo que sentía por ella. Caímos rendidas después de todo ese ejercicio físico que habíamos realizado, esta vez dormimos como una pareja que se amaba de todo corazón.
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