Los xv años de mi hermana.

Hannibalfck

Pajillero
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LOS XV AÑOS DE MI HERMANA.

Vamos a dar pequeño giro a la historia que he venido manejando en la serie de Noches de Mayo. Esta vez me voy a concentrar en un acontecimiento que cambio para siempre la relación con mi hermana. Ella se llama Ximena y desde que nació fue siempre el objeto de todas las atenciones en mi casa. Lo confieso, mas de una vez me sentí desplazado por ella que era tratada como una princesa, que no movía un solo dedo para ayudar en la labores del hogar, siempre había quien se encargara de esas labores, pero a pesar de ello tenia un cuerpo muy bien torneado como si hiciera mucho ejercicio.

Me hermana no se escapaba de mi afición por la ropa interior femenina y de hecho era su ropa la que mas me excitaba. Desde los 12 años comenzó a usar cacheteros y tangas discretas pero provocativas, ella tenía unos gustos muy finos en cuanto a ropa interior se refería, siempre de marcas muy costosas y telas muy finas. Aún recuerdos unos cacheteros rosas de una tela muy vaporosa que se dejaban ver el contorno su culo, como si no tuviera nada puesto. Esa noche que mi infiltre a su cuarto pude ver sin ninguna dificultad como le comenzaban a crecer los primeros vellos alrededor de su rajita. Mi hermana comenzaba a desarrollar unas caderas muy amplias y unas nalgas duritas y bien paraditas, a mas de un wey quise reventarle el hocico por los comentarios vulgares hacia mi hermana, la muy cabrona solo se reía y yo quedaba haciendo el ridículo como guardaespaldas de quinta.

En mi mente solo había un objetivo, cogerme a mi hermana y saldar todos los malos momentos que me había hecho pasar desde su nacimiento. Pero las cosas eran muy complicadas con ella cada ves se convencía que era yo quien entraba a su cuarto y se masturbaba con sus calzones, así que convenció a mis padres para contratar a Susana, una chica dos años mayor que ella como sirvienta y dama de compañía. Susy era una chica del norte del país, de piel blanca y ojos verdes grisaseos, debido a su escasa educación y a su poca higiene no se destacaba su real belleza. Desde que llego a la casa se volvió la sombra de mi hermana y su leal protectora. Ella se encargaba de que su ropa interior se lavara por separado y era como un perro guardián que velaba sus sueños. Pero ella tenía un defecto, que le gustaba la fiesta y el alcohol, fue ahí donde hallé mi oportunidad de engancharme a mi hermana y por que no a ella de paso.

La universidad significo para mi la entrada a un mundo de fiestas y excesos. Mi hermana soñaba con algún día formar parte de ese circulo, pero seamos honestos ella nunca estuvo destinada al estudio. Sin embargo como el buen hermano que jactaba de ser, la invitaba a mis reuniones con amigos y amigas de la facultad. Recuerdo una fiesta de hallowen donde llegue escoltado por mi hermana y Susy. Las dos lucían mas como prostitutas que como brujas, minifaldas cortisimas, mallas de red, zapato de tacón y blusas muy escotadas, maquillaje negro y pelucas de colores. Fui el centro de atención de la fiesta y no el wey envalentonado por el alcohol a pedir la pieza de Ximena o Susy. ¡¡las chicas vienen conmigo y no bailan con nadie mas!!. Las dos se molestaban al escuchar como despachaba a los “perros”. Así que las entretuve bebiendo a las dos de un ponche muy dulce y bastante “pegador”. Eran mas de las 11 pm y las dos ya no se podían sostener de pie, nos encontrábamos a unas 8 cuadras de la casa, así que les propuse irnos caminando para que se les bajara la borrachera ya que si mi padre la encontraba en esas condiciones era capaz de medio matarme.

Antes de llegar a la casa mi hermana comenzó a volver el estomago y Susy le hizo segundas solo que Susana era mas escandalosa y tenía el peor equilibrio, la tome de la cintura y aprovechando la situación le acerque mi miembro a su culo, ella se dio cuenta y comenzó a reír como loquita. Mi hermana estaba recargada sobre la pared, dormitando y diciendo cosas que apenas se le entendían. Susy aprovecho un descuido de mi hermana y me planto un beso que me dio algo de asco ya que segundos antes acababa de vomitarse. Una vez superado el asco y limpiarle la boca, correspondí a ese beso pero esta ves baje mis manos hasta sus nalgas, estaba perdiendo el control de mi mismo. ¿qué están haciendo? Interrumpió mi hermana, ¡nada solo que Susy se iba a desmayar y yo la alcance a detener!. Jajajajaja.. seguro!! Contesto con sarcasmo Ximena. Esa noche después de dejar a ese par en su recamará. Le di un vistazo al cuarto de mi madre que para variar perdida en sueño y todavía recuperándose de su operación. Estaba tan excitado que corrí al baño a pegarme una furiosa paja con cuanto calzón femenino encontraba.

Al día siguiente el comportamiento de Susana cambio radicalmente, estaba mas atenta conmigo, comenzó a asearse a conciencia y arreglarse de manera coqueta. Por otro lado mi hermana estaba mas irritable conmigo y casi no me dirigía la palabra. Hasta que a principios de año, con mi padre hospitalizado y con su fiesta de XV años a la vuelta de la esquina se acerco a pedirme un favor, que le consiguiera un maestro de baile para que le montará su Vals y esas cosas que se acostumbran. Estaba de suerte ya que mi amigo Everardo acababa de terminar su carrera en Danza Regional en el INBA, me puse de acuerdo con él en los gastos y llegamos a un acuerdo, mi hermana estaba feliz ya que Everardo le propuso algunos bailes modernos que incluían una “lambada”, si señores así como lo oyen mi hermana pidió que bailar lambada. Ya se imaginan el escándalo por parte de mis padres que se oponían a que su princesa bailara algo tan vulgar. Desde que comenzaron los ensayos del vals y bailes en general los chambelanes de mi hermanita no podían contener sus erecciones cuando llegaba el turno de la lambada, eso molestaba a mis padres y hacia reír a Ximena y Susana. Ya faltaban semanas para la fiesta y ese era el único baile que no quedaba, los chicos eran demasiado débiles para las “cargadas” y no podían ocultar su erecciones al meter una de sus piernas en medio de las piernas de mi hermana. ¡¡se quita ese baile!!... sentencio enojado mi padre.. Mi hermana hizo una rabieta que jamás le había visto y termino doblegando a mi padre, el cual le pidió a Everardo hacer unos cambios y surgieron muchas soluciones. Una de ellas sería muy incomoda para los chicos y consistía en que se les vendarán sus miembros para evitar que fueran visibles las erecciones. Se descarto por inhumano y poco practico. Y la decisión que se tomo al final fue que yo seria la única persona que tendría contacto con mi hermana. Eso me puso muy nervioso y al parecer Everardo lo noto y me dijo ¡tranquilo wey... vas a ver como vas disfrutar esta experiencia!.

El primer ensayo que tuve con mi hermana fue una locura, todos estaban cansados y fastidiados y mi hermana no dejaba de manar sudor. Apenas puse mi pierna entre sus muslos y comenzaba sentir un calor infernal acompañado de oleadas de sudor salado de ella. Hice todo lo humanamente posible para contener mis erecciones y casi las controlaba al 100%, eso si, después de cada ensayo me pegaba un pajas monumentales. Mi hermana poseía una sensualidad sorprendente gracias que desde niña practico muchas formas de baile y por mi parte tenia la fuerza para levantarla y cargarla como si fuese todavía una niña. Fue casi un mes de duros ensayos al llegar de la universidad, cada día buscaba darle un buen arrimón a Ximena y manosearla de manera discreta.

Por fin estábamos a una semana de la fiesta y Ximena fue con su padrino a compra tanto su vestido de XV años como el vestuario de los diferentes bailes. Mi tío Julio fue su padrino principal y casi cargo con casi todos los gastos fuertes. Ese sábado mi hermana y Susana llegaron con una cantidad obsena de bolsas de muchas tiendas de prestigio y todo cargado la cuenta de mi millonario tío. Esa noche Ximena y Susy revisaron cada una de las prendas que iban a estrenar el día de la fiesta. Detrás de la puerta oía sus risitas al hablar de las tangas que mi tío les había comprado a las dos. Nadie mas que mi madre conocían todo el vestuario y yo ardía en ansia por verlos puestos en Ximena. Todo fue un misterio hasta el día del evento y yo solo estrenaría un pantalón blanco de algodón holgado y una playera brasileña según mi tío.

Por fin llego el tan ansiado día de los XV años, mi hermana estaba feliz y radiante, fue maquillada por una profesional que cobro una fortuna, claro esta, financiado por el hombre poderoso de la familia. Ximena lucía lindísima y mi tío quien estaba casado con una protestante llego solo a la misa en una limusina blanca junto con mi hermana y su sequito de chambelanes, era el lujo a todo lo que daba. Por alguna causa ajena a la parroquia el sacerdote llamo para decir que el evento se retrasaría una hora. Mi hermana se había enamorado de la limusina y le pidió a mi tío que dieran una vuelta por la plaza del pueblo solo los dos. Mi tío accedió al capricho de mi hermanita gustoso. Cuando regresaron del la vueltecita en limusina, mi hermana salió del auto un poco desarreglada del cabello y con el labial corrido en los labios. La maquillista corrió a arreglar el desperfecto tan aprisa que nadie lo noto mas que yo, el cínico de mi tío tenia abierta la bragueta, miles de imágenes dieron vuelta por mi mente y me llene de furia que tuve que contenerme. Seguramente la puta de mi hermana se la había chupado al degenerado de mi tío Julio, el cual lucía una risa de satisfacción como gato relamiéndose los bigotes.

Llego la noche y con ella el brindis, a la copa de mi tío le puse un poco de las pastillas para dormir de mi madre. Después de unos tragos mi tío comenzó a trastabillar y cayo un par de veces, todos suponían que era por el efecto del alcohol, su esposa llego a la fiesta y al verlo en esas condiciones decidió llevárselo aún en contra de su voluntad. Yo mismo me preste a llevarlo hasta su camioneta, donde apenas toco el sillón y se quedo profundamente dormido. Ya me había desecho de mi tío Julio y esa noche me propuse a poseer a mi hermana a como diera lugar. Llego la hora de bailar el vals y yo contaba los minutos para bailar con mi hermana. Cuando por fin llego la hora de la lambada, todos los asistente hicieron un silencio sepulcral, sonaron las primeras notas de “Llorando se fue” y muchos ansiaban ver a Ximena, la cual descendió de unas escaleras prefabricadas portando un vestido que dejo helado a mas de uno, era un vestido de licra azul super entallado que dejaba ver el cuerpazo de mi hermana, su tanga se dibujaba perfectamente. ¡Puta madre... era una pinche alucinación! Y yo tendría el placer de bailar con ella pegaditos. Nunca podré olvidar las miradas lujuriosas de muchos invitados incluyendo al cínico de mi padre que hasta tiro su copa de vino. Para evitar que muchos tomarán fotos mi amigo Everardo se hizo cargo de las luces y de la maquina de vapor que manipulo hábilmente para que el vapor fuera abundante, lo cual agradezco ya que también pudo ocultar mi brutal erección. El vestido estaba sumamente escotado de ambos lados y dejaba descubierta la mitad de la espalda de mi hermana, luego al acariciar los muslos de mi hermana que era solo una finta, yo realmente pase mis manos por ella, mi hermana no protesto para no verse mal, luego pego sus nalgas a mi miembro y yo la tome por la cintura con descaro para pegarla mas. Fueron minutos de la mas deliciosa tortura y como era de esperarse la gente en su mayoría hombres pidieron que se repitiera el baile entre aplausos y chiflidos y por supuesto que yo estaba encantado de que se repitiera en número, mi hermana se acerco a mis oídos con un sonrisa fingida ¡¡no me vuelvas a tocar maldito cerdo... eres mi hermano!!. Estas palabras lejos de desmotivarme, provocaron en mi una excitación mayor y una agitación acelerada en el pecho que creí que me daría un infarto. Al final de la repetición mi hermana terminaba con una cargada con un rodilla flexionada apoyada en mi mano derecha y mi mano izquierda sujetando su delgada cintura alzando los dos brazos mientras yo la levantaba a todo lo alto , era tanto el sudor que ambos destilábamos que resbalo su rodilla y mi mano fue a parar en medio de sus piernas justo en su sudoroso coño. Para evitar una caída estrepitosa la sujete fuertemente con mi brazo izquierdo pegando su vientre a mi cara, el incidente no paso a mayores y los hombres en su mayoría la ovacionaron de pie, y yo era el hombre mas feliz por haber posado unos instantes mi mano el sexo de me hermana, esto era un anticipo de lo que vendría mas adelante.


Al terminar la fiesta mis padres y algunos tíos se quedaron a limpiar el salón. Mientras mi hermana, Susy, yo y tres primos mas nos adelantamos con rumbo a la casa. Al llegar la pórtico de la entrada mis tres primos se despidieron de nosotros, eran como las 2 de la madrugada. Mi hermana estaba muy molesta conmigo y casi no me dirigió la palabra durante toda la noche, se encerró con Susana en su cuarto colocando el seguro de su puerta. Yo no podía conciliar el sueño por mas que lo intentaba con solo recordar lo sucedido con la lambada, mi verga no dejaba de emocionarse. Eran las 2:45 de la mañana y mas padres regresaron, mi padre estaba bastante ebrio y mi madre lucia muy cansada, ambos de perdieron en un sueño muy profundo. Eran como las 3:20 am cuando escuche unas risas y unos tropiezos en el cuarto de mi hermana. Para mi sorpresa la puerta estaba entreabierta, me asome con sigilo para ver que sucedía al interior, me quede con el ojo cuadrado al ver a Susana y Ximena bailando medio desnudas, ambas solo con sujetador y bragas y con una botella de vino en la mano. Chocaban sus botellas y se las tomaban como si fueran refrescos, luego soltaban la carcajada. Así estuvieron por espacio de 15 minutos hasta que terminaron acostadas y abrazadas de frente sin mas cobija que una frazada que apenas les cubría nada y dejaba sus culos expuestos para mi regocijo, cuando entre al cuarto estaba encendida solo la lámpara del buró y en el suelo habían latas de cerveza y las dos botellas de vino casi vacias que seguramente sustrajeron de la bodega de la cocina a escondidas, eso explicaba para mi el porque de la puerta semiabierta.

Las dos roncaban como adultos quizás por los efectos del alcohol y estaban casi inconscientes. A Ximena intente despertarla sacudiéndola por los hombros mientras que a Susana le plante una sonora nalgada. Al no ver respuesta de ambas pensé que el momento que tanto había anhelado por fin había llegado. Sin perder un solo segundo ya que el reloj marcaba las 4:05, me despoje de mi ropa quedando completamente desnudo y me dirigí al costado de mi hermana. El solo ver como la tela de su tanga roja se perdía entre los cachetes de sus nalgas, levanto mi mástil a un punto que desconocía, era como si quisiera desprenderse de mi cuerpo y que clamaba a gritos ser introducido en la vagina de mi hermana. Sentí una brutal oleada de sangre corriendo a mi cabeza, sentí venir la sangre por mi nariz, tome un pañuelo desechable y me coloque un tapón en la nariz para detener la hemorragia. Nada me debía detener estando tan cerca de cumplir mis sueños, con las manos ansiosas y aprovechando la posición que me ofrecía mi hermana, baje con desesperación su tanga hasta mitad de sus muslos. Quede idiotizado al contemplar el sexo virginal de mi hermanita y de inmediato abrí los labios menores de es vulva exquisita para probar el sabor de mi hermana, saboreé cada rincón de esa panochita, introduje mi lengua en aquel estrecho orificio consiguiendo un gemido apagado de Ximena. Puesto que Susy la tenía sujeta por los brazos y debido al estado de embriaguez de mi hermana no pudo cambiar de posición. El tiempo seguía su marcha infame y sabía que tenía que actuar pronto, mi verga estaba a punto de estallar. Me puse con rapidez un condón de esos que regalan en el seguro y sin mas coloque la cabeza de mi pené en la entrada de esa vaginita y comencé a penetrar poco a poco, estaba tan estrecha que me costo mucho trabajo meter el glande, una barrera me impedía continuar.

De repente mi hermana comenzó a llorar entre sueños provocando que Susana se despertara, Sus ojos verdes se abrieron como platos y pasaron del asombro a la burla, yo por instinto saque de inmediato mi verga del coño de mi hermana, ella me tomo de la mano para tranquilizarme y fue en ese momento que puede comprobar que ella no estaba tan ebria como mi hermana. ¿quieres montar a tu hermana? Me pregunto con ese acento medio ranchero, yo asentí con la cabeza. Tomo mi mano y la dirigió a su concha peludita, ¡¡primero tendrás probarme a mí!!, sentenció tajante Susana. Me coloque detrás de ella y la despojé de su braguita blanca. Debo reconocer que eso era mas de lo que esperaba para una noche, con Susy no hubieron preámbulos apenas coloco su pierna derecha sobre mi hermana y su sexo quedo a mi completa disposición. ¡quítate esa cosa del pito!, sugirió Susana entre suspiros - ¡No, te puedo dejar embarazada!, su sonrisa maliciosa fue como un pellizco a mi conciencia, eso era lo que estaba buscando la muy perversa. Sin darle tiempo a articular otra palabra, coloque mi pené en su coño humedo y de un solo empujón se la deje ir hasta el fondo. Susana apago su gemido de dolor mordiendo la almohada y yo al verla ensartada por completo inicie un mete y saca vigoroso, estaba ansioso de acabar con Susana para poder continuar con Ximena.

Susana no dejaba de morder la almohada y mis embestidas eran cada vez mas violentas, no tarde en descargar mi leche dentro del condón. Saque mi miembro que estaba perdiendo fuerza poco a poco después de tan magnifica corrida, ¡maldita Susana, creo que me dejo seco!. ¿todavía quieres montar a tu hermana?, pregunto con sarcasmo y satisfacción de haber sido penetrada antes que Ximena. Estuve a punto de darle una bofetada a Susana para borrarle la sonrisa del rostro, creo ella pudo ver la furia en mi mirada y para congraciarse conmigo desabrocho el brasiere de mi hermana dejando a la vista los hermosos senos de Ximena, ¡anda pendejo que esperas ahí parado!. Ximena daba señales de querer abrir los ojos. Susana apago la luz de la lámpara y acaricio la cabeza de mi hermana acurrucándola en su pecho, sh sh sh sh... duerme manita no pasa nada. Susy se quito el sostén y pude observar sus aureolas mas grandes que las de Ximena, ¡quítale los calzones menso! Ordenaba Susy con gran desfachatez, yo por mi lado saque de un jalón la tanga que ya estaba por las rodillas de mi hermana. Estaba extasiada a ver dos cuerpos desnudos y muy bellos. Mi pené volvió a recuperarse con mas bríos y fuerza que en la primera cogida. Chupe ambos pares de senos, Susana vertió un poco del vino que sobraba sobre los senos de ambas y yo estaba deseoso de sorber hasta la ultima gota y así fue.

Llego el momento que tanto se me estaba negando. Susana subió a mi hermana sobre su pecho pegajoso y la abrazo fuertemente como para impedir que se zafará, sus piernas se engancharon a las de Ximena y las abrieron para dejar a mi merced el culo de mi hermana ¡apúrate wey que pesa mucho esta mujer!. De pronto me acorde que el único condón que traía ya lo había usado con Susana. Sin medir las consecuencias de mis actos me coloque detrás de mi hermana y la penetre de un solo golpe en una especie de sandwich erótico. Ximena comenzó a llorar sobre el pecho de Susana que esta como fuera de si acariciando la cabeza de mi hermana. ¡date prisa wey que puede despertar!. Con fuerzas salidas de no se donde levante las caderas de mi hermana para poderla penetrar mejor quedando su cabeza sobre vientre de Susana, y fue así que comencé a embestirla con furia, Un hilo de sangre comenzó a salir de la vagina de Ximena y esta a su vez se lubricaba facilitando los bombeos. Tome a mi hermanita por la cintura ante la mirada llena de lujuria de Susana quien ya tenía sus manos ocupadas acariciando su sexo con furia. Quería acabar dentro de mi hermana pero recordé que no tenía puesto el condón así que saque mi verga bañada en fluidos viscosos y sangre y lo puse en medio de la nalgas de Ximena para frotarla con furia. Un potente disparo salió de mi pito y fue a parar en el rostro desencajado de Susana, otro jalón mas sobre sus senos y el cabello de mi hermana y un tercero menos potente sobre la espalda baja de Ximena. Está quizás sea una de las corridas mas intensas de mi vida, si no es que la mejor.

Apenas estaba saliendo de mi trance cuando un ruido a mitad del pasillo nos puso en alerta a mi a Susy. Era mi padre que se había levantado apoyado de un bastón a orinar en el baño de servicio. Susana y yo nos quedamos petrificados y de inmediato corrí a ponerle seguro a la puerta del cuarto. Eran las 5:40 de la mañana y cuando mi padre regreso de ir a orinar, toco en la puerta de mi hermana para cerciorase de que estuvieran las dos mujercitas dormidas. Al no tener respuesta se regreso a su cuarto a dormir, Susana se mordía un dedo en señal de preocupación. Había llegado el momento de limpiar la escena del crimen, primero prendió la luz del cuarto y vistió con agilidad a Ximena, me pidió ayuda para ponerle un bata para dormir. Puesto que las sabanas estaban sucias de semen, sudor, vino y sangre había que cambiarlas. Todavía no salía de mi asombro al ver las manchitas de sangre en las sabanas, era un hecho que le había ganado la partida a muchos al robarme la virginidad de mi hermana, recordé incluso la imagen de mi tío Julio bajando de la limusina con la bragueta abierta como en una escena en cámara lenta y sonreí en mis adentros diciéndome a mi mismo ¡¡te la gane puto tio rico!!. Una vez acomodado todo en su sitio, Susana me echo del cuarto a empujones justo cuando el reloj marcaban las 6:25 de la mañana.

Tan solo paso una hora y mi madre toco la puerta las puertas de las recamaras para indicarnos que nos esperaba un día pesado para limpiar la casa y esperar a algunos familiares para el famoso “recalentado”. Ximena se levanto hasta las 9 de la mañana con una resaca bestial y “dolores” en todo el cuerpo. Para esa hora ya habían llegado unas primas mas o menos de la edad de mi hermana para abrir los regalos y desayunar con ella. Cuando nos cruzamos por el comedor la mirada de Ximena se clavo en la mía como un puñal de odio, se acerco y me dijo al oído con voz tenue y furiosa a la vez ¡¡te quiero lejos de mi vista pervertido aún no olvido lo de la fiesta, este cuerpecito jamás será tuyo pendejito!!. Con esa frase quedaba sellada lo que sería nuestra relación de ese día en adelante, nos distanciamos abismalmente y en ocasiones reñíamos como animales, prácticamente no podíamos convivir bajo el mismo techo. Pasaron un par de meses, Susana y mi hermana discutieron fuerte por un novio y Susy salió de la casa no sin antes decirle a Ximena que ella ya no era virgen. Mi hermana monto en cólera y la corrió de manera humillante, para fortuna de Susana mi tío Julio se la llevo a trabajar a su casa tres años después enviudo y se “junto” con ella y procrearon tres hijos. En cuanto a mi ya no tuve mas acercamientos con mi hermana hasta un día antes de su boda, pero esa ya es otra historia.
 

elvergador

Pajillero
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pues ojala que la otra historia se igual de buena que esta
 

cyrus666

Pajillero
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buena historia y continuacion!!
 
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