Los Tatuajes 004

heranlu

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Familia normal, madre, hijo, padre, hermana y abuela, las mujeres todas putas.

Yo termine mis estudios y decido trabajar haciendo tatuajes. Mi madre con un cuerpo espectacular me pide que le haga un tatuaje en su hermoso culo, sobre una de sus tambaleantes nalgas, un lindo beso color rubí, autorizado por el amargo de mi padre, aunque mantuvimos con mi madre en secreto el autor del tattoo y le dimos el crédito a una imaginaria amiga que inventamos con mamá.

Mi madre y mi padre se van de vacaciones y nos dejan a mí y a mi hermana solos en casa, oportunidad que aprovecha mi hermana para pedirme que le avise a mi amiga, imaginaria aunque ella no sabía, que le haga un tatuaje que quería desde mucho tiempo atrás.

Mi abuela nos sorprende un día con una visita en nuestras vacaciones, unos de los temas que tocamos en medio de una conversación normal, fue el de los tatuajes, inducida por la curiosidad y el interés de mí hermana. Una broma llevó a la otra y la curiosidad de mi hermana no sólo reveló un intrigante tatuaje que llevaba en su culo, sino que revelo su entrenado agujero, ano que impregnó mis retinas, tema que retomaré más adelante.

Como mi amiga no existía, encontré la oportunidad de tatuar a mi hermana y como ya era una obsesión en la rama femenina de mi familia, me pidió uno en su culo y vagina, una bonita araña que expelía su tela para formar una telaraña con centro en su ano. Una idea loca, pero mi hermana se había obsesionado y yo no la quería contradecir. El tatuaje y la calentura hicieron que le estrenara el agujero, su apretada escarapela fue tomando la forma de un verdadero agujero.

Las vacaciones de mis padres terminaron, mi hermanita le muestra orgullosa a mi madre el tatuaje, la mayor sorpresa para mi madre no fue éste, sino quien se lo hizo, yo. Cuando mi madre me enfrentó me dejo una duda planteada, me dijo que quería que se lo dejara como mi abuela, desde acá comienza el relato.

Mi abuela, Abu como le decíamos con mi hermana, como ya les conté, para sus 63 años tenía un cuerpo espectacular, era muy alegre y no tenía vergüenza con su cuerpo, cuando mi hermana la sorprendió bajándole la bombacha de golpe nos dejó expuesto su agujero, su dilatado ano, yo quedé hipnotizado, mi hermana no le dio mucha importancia, aunque le haya enterrado el dedo, era parte de un juego. Recordaran que su tatuaje lo señalaba con un “INSERT COIN” y ella le echo la culpa a una locura de su juventud. No indagué en los deseos de mi madre, en ese momento lo relacionaba con este agujero, pero estaba dispuesto a sacarme la duda.

Eran épocas de vacaciones y yo ya me había tomado unos días en el trabajo, en los cuales le hice el tatuaje y el culo a mi hermana, ahora comenzaba la rutina del trabajo.

Mi abuela me comentó un día que necesitaba correr unos muebles en su casa, yo sin dudar le respondo que la podría ayudar. Sería una buena excusa para darle a mi socio en el trabajo, así me podría ausentar. Llega el día y voy a su casa. Era un día caluroso como la mayoría de los de verano, su casa era grande, ella la cuidaba mucho. Hacia unos años que estaba viuda y por lo que yo sabía, según contaba mi madre, ella tenía amigas de su edad con las que salía pero yo nunca prestaba interés en sus historias.

-Hola Abu.

-Hola A como estás (les quiero recordar que “A” era mi nombre ficticio, “B” el de mi hermana y “C” el de mi madre)

-Bien Abu, te vengo a ayudar con el mueble.

-gracias, me hace falta un hombre en casa, y tú ya eres uno bien fuerte y puedes ayudar a esta viejita

-jajaja no todas las viejitas tienen ese cuerpo.

-jajaja no me conociste cuando era joven

-¿eras como mamá?

-si parecida, pero en esa época no hacíamos tanta gimnasia como hace tu mamá pero yo me mantenía en forma por mi trabajo

-¿tu trabajo?

-sí, trabaje un tiempo en la industria del cine

-¿Qué eras una actriz de cine de acción?

-bueno, algo por el estilo.

-pero filmaste alguna película

-sí, algunas, pero ya no existen más, eran muy malas

-¿no quedó ninguna?

-bueno, bueno, hablemos de otra cosa ¿me ayudas con el mueble?

-Sí Abu

Me sorprendió que no quisiera contarme más sobre su vida como actriz, pero no quise molestarla. Subimos a la planta alta donde había un cuarto pequeño. El mueble que había que bajar no era muy grande así que entre los dos podríamos bajarlo sin dificultad. Ella me dijo que iba a buscar unas sogas para poder tomarlo de forma apropiada y para hacer menos esfuerzo. Mientras espero miro las paredes y veo fotos pegadas y algunos afiches, eran de películas viejas, parecían películas eróticas o porno de su época, no mostraban mucho algunas chicas desnudas, abrazadas a un negro o con algún hombre de bigotes, hasta que uno me llamó la atención, la película se llamaba “El juego de O”, título extraño pero cuando vi la imagen quedé paralizado, era un primer plano del tatuaje de mi abuela, “INSERT COIN” y la flecha apuntando el agujero, agujero que no se mostraba en su totalidad, sólo en un 5%, para alguien que no supiese sólo era una pista para su imaginación, supongo que en esa época las cosas no podían ser tan explicitas.

Llega mi abuela con la soga, pero no le digo nada, no le pregunto, tal vez por vergüenza, miedo de su reacción, no sé. La ayuda con el mueble y lo bajamos, después me invita a comer, conversamos de varias cosas, de mi hermana y de mamá, pero no me atreví a tocar el tema. Nos despedimos y le dije que cuando quiera me llame para ayudarla.

Me fui pensando todo el viaje, quería investigar, indagar sobre mi abuela, sólo tenía un dato, el título de una película.

Llego a casa y mi madre estaba mirando televisión recostada en el sofá, se encontraba vestida sólo con la bikini con el que tomaba sol, la miro me saluda y trato de no pensar en su cuerpo, tenía que llegar a mi habitación para investigar por la red.

En el buscador más conocido pongo el título y sólo obtengo magros resultados, todas referencias a juegos, después de asociar varias palabras encuentro una pista, no muy clara. Hacía referencia a una película de 1974, porno, también indicaba algunas de las categorías que incluía, sexo grupal, lesbianismo, fisting anal y vaginal. La foto era la del afiche que vi en lo de mi abuela, el nombre de los actores era sólo de mujeres, no conocía ninguna, nombres ridículos como Vicky Pussy, Sus Anal, Gloria Orton, etc, ningún nombre asociado a mi abuela, seguí leyendo y encuentro conocido el nombre Robert Pactón, si era el nombre de mi abuelo, figuraba como director, productor y guionista, quería saber más. Nunca me hubiera imaginado la profesión de mi difunto abuelo, sabía que era documentalista y bastante reconocido, hasta tenía algunos libros escritos de antropología. Mi curiosidad me obligaba a seguir buscando y mi calentura por ver a mi abuela no me dejaba parar. Pasaron tres días en los que no pude encontrar rastro, sólo algunas referencias, hasta que en una perdida página rusa en lo que parecía ser algún directorio de películas vintage, encuentro la película completa.

Por lo menos dos o tres veces por semana, yo y mi hermana, nos encontrábamos en su habitación y teníamos relaciones sexuales, era en lo que habíamos quedado desde la primera vez, y siempre en silencio mientras dormían en la otra habitación mis padres. Espero la soledad de la noche para ver la película, era un día en que mi hermana no estaría en casa.

Apago la luz, busco la página guardada y bajo la película. La historia no era muy diferente a muchas porno, comienza en un convento, una monja con algún cargo superior estaba retando a dos pupilas del convento, luego del reto obliga a las dos chicas a levantarle el hábito, no llevaba puesto nada abajo, la primera se agacha y la obliga a chuparle la vagina, luego toma del pelo a la otra y le pide lo mismo, ahí me doy cuenta que ésta casi adolecente rubia era mi abuela, no la pude reconocer de inmediato pero en el primer plano me di cuenta que era ella, yo paraba la imagen y me pajeaba.

La película sigue casi como una típica de lesbianas, la calidad de las imágenes no eran muy buenas pero para mí era como de HD, después de chupársela media hora, las obliga a que la penetren con los puños por su vagina, entraban y salían sus lubricados puños en forma alternada, la madre superiora, gemía en forma escandalosa. El guion de la película indicaba que tanto ruido despertó al Obispo, el que abre la puerta sorprendido y se enoja con la escena. Yo no podía creer lo que veía, el Obispo era mi abuelo, que por ese entonces tendría unos 35 o 40 años o eso es lo que aparentaba, el murió cuando yo tenía unos 10 años, así que casi no me acordaba de su cara y menos de su cuerpo. Comienza discutir con la superiora y de repente saca su pene y ante la mirada de ésta, obliga a las dos novicias a chupárselo. Quedo sorprendido con el pene de mi abuelo, era gigante, media por lo que se veía como uno 27cm y tenía una cabeza enorme. Mi abuela y su amiga hacían un esfuerzo tremendo para tratar de meterlo en su boca. La cara de mi abuela era como de poseída, se le escapaban los ojos de sus orbitas, pasaba la lengua y tragaba saliva. Después de un rato interminable decide penetrarlas, casi literalmente les rompe el culo, a la compañera de mi abuela sólo le entraba la mitad, a mi abuela le entraba toda entera. Ya casi destrozadas por el places, mi abuelo le grita a la superiora y le lubrica la mano con vaselina, pone a mi abuela de espalda y arrodillada, la agacha y le muestra el ano, en ese momento comienza a ejercer fuerza con cuatro dedos sobre su ano, hasta que comienza a entrar muy despacio, empuja, empuja, llega a los nudillos y le mete toda la mano adentro. Comienza un bamboleo del brazo adentro del culo de mi abuela. Pasaron como diez minutos en esa posición. Mi abuelo entre tanto miraba la escena mientras la otra adolecente se la chupaba. Cuando acaba en su boca, la separa y le unta su delgada mano con vaselina y se la arrima al agujero de mi abuela. Mi abuela tenía el ano ocupado por el brazo de la hermana superiora, ahora otros dedos hacían presión para entrar. Mi abuelo empujaba con violencia el brazo de la chica hasta que fue entrando. De golpe entró, mi abuela gemía mientras tenía dos puños en su culo, entraron casi 10 cm por arriba de las muñecas. Después de un largo rato los sacan con violencia y queda mi abuela mostrando el agujero con el que habían jugado, casi de uno 8cm de diámetro, era algo impresionante, lentamente se fue cerrando, pero nunca del todo. Ahora entendía cual el “El juego de O”.

Ya había satisfecho mi curiosidad, ahora descubriría el valor de la información.

Encuentro después del mediodía a mi madre tomando sol como casi todos los días de verano, se encontraba sola en la casa. Me siento a su lado y luego la acompaño recostado en otra reposera. Entablo una conversación.

-Ma, la pasaron bien en las playas.

-Si. Pero sabes cómo es papá, un aburrido

-bueno pero en la playa pudiste mostrar el tatuaje.

-jajaja, si, cuando me dejaba, íbamos a playas alejadas del público, no sé si lo hace por celoso o piensa que mi culo es horrible.

-pero Ma, si tienes un culo hermoso cuantas quisieran tenerlo.

-jajaja, pero ni lo toca.

-¿Cómo que no lo toca?

-bueno, como yo quisiera.

-¿y cómo quieres?

-no, hijo, no te puedo decir, no estaría bien.

-no hay problema, ya soy grande, a mi gusta hacerle de todo cuando me regalan un culo.

-pero ¿de todo? ¿Todo?

-sí, que tiene

-¿pero qué cosas?

-Ma, de todo, chuparlo, penetrarlo y con cualquier cosa.

-jajaja, como eres y yo tan necesitada.

-jajaja, pobre quieres una mano.

-no, hijo, jajaja se entera tu papá y nos mata

-entonces no hay problema, no le decimos nada y listo

-jajaja, sos de los que hablan mucho, pero cuando llega el momento dicen que les da asco meter la boca ahí

-para nada, ¿probamos?

-jajajaja, no ni loca, menos con mi hijo

-ya sabía, hablas y hablas y después la culpa es de papá

-ha, bueno cuanto te juego que si te entrego mi culo para que lo chupes te arrepientes.

-segura, mira que no hay vuelta atrás

-sí, vamos valiente, a ver si eres valiente.

Así como está recostada de espalda con su tanga metida bien en la raya del culo, transpirada y brillosa por los rayos del sol, levanta unos centímetros el culo y queda esperando. Yo me levanto lo miro y era como si el tiempo pasara más lento. Arrimo la cara y la hundo en el medio de su culo, mi nariz respira esos olores de perfume y transpiración, cuando mi nariz roza su ano, ella retira de golpe el culo.

-¿sigo o tienes miedo?

-sigue, sigue, sigue

Murmura en voz baja casi apagada por la excitación.

Fue como la invitación a que haga lo que quisiera, mi lengua tenía carta blanca.

De un golpe bajo su tanga, y dejo para el deleite de mi vista la visión de su sublime culo. redondo, de un color dorado casi bronce, cortado por un delgada línea blanca en el medio, lugar al que no llegaba el sol, en el centro el magnífico ano, una escarapela de un tono más oscuro que pedía ser lamida.
 
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